Partida Rol por web

Sigo al rohir hacia la tienda y confirmo afirmativamente sus palabras ante el tendero. Imagino que tardaremos unos 10 días, sin embargo puede ser demasiada carga. Comida para cinco personas...puff... ¿dónde la llevaríamos? Creo que hay algun poblado más de camino. Quizá con unos cuatro o cinco días sería suficiente. ¿Qué opináis Alisterel? Digo girándome hacia el elfo.

Me dirijo hacia la tienda siguiendo a Eadar. Una vez Hador habla con el tendedero asiento con la cabeza y me detengo un poco a pensar.

Eadar está en lo cierto, no podemos llevar demasiado...

Sí - digo ante las palabras de mi compañero - Creo que es una buena idea, ¿Será para cuatro días entonces? - inquiero ahora mirando al rohir -

El tendero ve entrar al humano y al elfo en su tienda, parece disiparse un poco su alegría - Quizás al final no haya venta- piensa en tendero. Mira de nuevo al Rohir y le pregunta - ¿Entonces que será?

La posada carece casi de ambiente hay un par de lugareños tomando una cerveza en la barra y las mesas a estas horas están vacías.

El posadero ve entrar al enano y al humano a los que reconoce inmediatamente, se presta rápido a ofrecerles una mesa – Es muy grata vuestra compañía ¿Quieren comer de caliente? ¿Y de beber que desean? Invita la casa – os dice con sinceridad

-Cuatro para cada uno serán- afirmó Hador, mirando al tendero con seriedad.

Después de todo, tengo algunas sobrantes del viaje anterior, analizaba, mientras sacaba el dinero para pagar las 12 raciones.

Aún me sobraba también alguna ración anterior, con lo que podríamos perfectamente aguantar unos 5-6 días.

Cuando observo al rohir sacar dinero para 12 raciones, saco yo de mi bolsa para completar hasta 20 raciones. Si no conté mal somos cinco, amigo. Imagino que al menos el enano andará igual que nosotros. Aunque desconozco el caso de nuestro nuevo compañero de viaje.

Tomo asiento en una de las mesas y pienso en qué me gustaría comer. La verdad tengo algo de hambre y no me importaría comer algo caliente pero tampoco quiero importunar al posadero ya que encima que nos invita a comer no le pediré algo que no tenga ya hecho.

- Por mi parte, me gustaría tomar un vaso de agua fresca y para comer lo que ya tengan hecho...

No me gusta mucho que me inviten sinceramente, seguramente antes de irme olvide una moneda sobre la mesa. Así compensará el esfuerzo que acaba de hacer al invitarnos. La vida es dura y no creo que estén tan bien para regalar comida y bebida.

Al introducirnos en la posada, Ted se dirigió rápidamente a una de las mesas por lo que me limité a seguirlo y tomar asiento. Mientras me acomodaba en mi lugar, el posadero nos saludó gratamente y nos ofreció invitarnos algo. "¿Invitarme a mi? ¡Ja! ¿Piensan que soy un pordiosero?... A un enano no se le invita, el enano se gana las cosas con su sudor", pensaba mientras mi compañero solicitaba lo que quería.

"- Pues yo quiero algo caliente para alegrar las tripas, y una cerveza para acompañar que nunca está de más- contesté al posadero mientras me rascaba la barba".

Aunque parece adivinar por vuestras caras que algo no es de vuestro agrado, no hace mucho caso a esto.

- Estamos acabando de hacer un estofado para chuparse los dedos – se retira rápidamente tras escuchar lo que queréis de beber y no tarda ni dos minutos en traer una jarra de agua fresca para Ted y una otra jarra con espumosa cerveza para Angainor – Aquí tenéis, el estofado estará en cinco minutos – y se vuelve a retirar

Asiente con la cabeza - 20 Son muchas... - dice pensando - pero creo que si tendré suficientes - abre un armario y comenza a contar hasta que deja un buen montón sobre el mostrador - Aqui tienen ¿Alguna cosa más?

Hador saludó al amable tendero con una pequeña reverencia, para acercarse al mostrador y comenzar a cargar unas cuantas raciones en su mochila. Al colgársela pudo sentir el peso extra que llevaba, pero se tranquilizó al pensar que no era todo para él.

Una vez resueltas las ventas, salió del comercio hacia la taberna, donde Ted y Angainor de bían de estar almorzando ya. Conociendo al enano, debe de estar rodeado de al menos dos jarras de cerveza vacías..., pensaba, sonriente. Hador era la prueba de lo que un buen corcel puede hacer con el humor de un rohir.

El tendero se despide de vosotros, salís de la tienda con algunas raciones el la mano ya que igual no caben todas en la mochila, la posada que se encuentra al otro lado de la calle, carece casi de ambiente hay un par de lugareños tomando una cerveza en la barra y las mesas a estas horas están vacías, menos la que ocupan vuestros dos compañeros, Ted tiene ante él una jarra de lo que parece ser agua y Angainor una de cerveza.

Veis entrar en la posada a Alisterel, Eadar y Hador, parece que van cargados, las mochilas llenas y con unas cuantas raciones de viaje en las manos, os buscan con la mirada y os ven aquí sentados.

Cogiendo las viandas, me despido del tendero y cruzo la calle para adentrarme en la taberna. Abro la puerta del local y localizo a nuestros compañeros. Traemos raciones de viaje para todos. Digo dándole 4 raciones a cada uno. Al menos en 4 días no tendremos problemas para almorzar. Digo sonriendo.

Seguidamente me siento y pido algo para beber. Y ya que estamos todos sería bueno comer algo, por lo que pido almorzar.

Hador entró en la taberna satisfecho, luego de haber amarrado a su corcel, para ver a Ted y Againor refrescándose. Se acercó a la mesa, sonriente. -¿Sólo una?- inquirió jocoso, mirando al enano. Tomó asiento, aún luciendo su sonrisa. -Es un agradable lugar- comentó, observando sus alrededores -aunque un poco monótono-

Amablemente, le ordenó al tabernero el almuerzo.

El almuerzo transcurre sin novedades, el tabernero os sirve diligentemente, coméis estofado caliente y lo que cada uno quiere de beber, apunto de acabar llegan 3 lugareños para almorzar y los que estaban en la barra se marchan a proseguir con sus tareas.

Guardáis lo mejor que podéis las nuevas raciones de viaje, ha pasado casi una hora desde que habéis llegado a Mornen, quizás sea el momento de proseguir el viaje.

Mientras el grupo almorzaba, la vida en la taberna seguía su curso. Los clientes iban y venían, los meseros atendían, yendo de la barra a la mesa cuantas veces lo demandaba la necesidad, así con el resto del lugar. Hador, un hombre de apetito voraz, devoró su almuerzo con rapidez. -Excelente- dijo, cuando terminó, palpándose el estómago. -La mejor manera de despedirse de un almuerzo de este tipo por unos días. En fin, volveré en unos minutos. Mi corcel no se alimenta solo- comentó, luciendo una satisfecha sonrisa.

Con movimientos rígidos, aunque a la vez relajados, el rohir se alejó de la mesa hacia la barra, en busca del tabernero. -Buenos días- saludó. -Primero, debo agradecerle por tan amable acogida. El estofado estaba espléndido- acotó, amablemente. -Ahora, quería saber si disponen de establos donde pueda alimentar a mi montura, y si no es así, ¿dónde puedo encontrar uno?-

Una vez obtenida su respuesta, Hador se retiró del lugar en busca de su caballo.

Con la mochila hasta el tope, entro en el establecimiento y la dejo junto a la silla. Me siento junto a mis compañeros y disfruto del almuerzo.

Una vez termino el estofado, observo sin interés a los locales que entran en el antro y, nuevamente, fijo mi mirada en mis compañeros

Una vez Hador alimente a su corcel, ¿Partimos nuevamente? - inquiero - Creo que aún podemos aprovechar algo del día.