Partida Rol por web

—¡Detén tu mano, Alexei! Él no es el mal que estamos buscando en este lugar —dijo Gabrielle, con seguridad en el tono de voz—. Los demonios pueden tomar la forma que deseen, o poseer a mortales y manejarlos como marionetas. Déjale explicarse.

Se acercó.

—¿Estás herido? ¿Quién eres y qué haces aquí? —fueron sus primeras preguntas.

-No me creo una palabra.-Respondo.-¿Cómo se que no mientes? ¿Cómo se que no me engañas?

—¿Q-Qué clase de estúpido trataría de engañar a un tipo con una espada más grande que él?—tartamudeó el hombre sin desencogerse. No obstante, la actitud más amable de Gabrielle lo hizo tragar saliva y asomar ligeramente la cabeza—. M... Me llamo Janus, vine aquí para evitar que se cometiera una injusticia con ese e... erudito pero me temo que jamás imaginé encontrarme con lo que me he encontrado.

Miró de reojo de nuevo el mandoble y pareció aturullarse.

—¡Hacedor, sólo soy un posadero, ni si quiera sé pelear! ¡N... No me hagáis daño!

Tras escuchar su historia, Gabrielle le puso una mano en el antebrazo a Alexei.

—Alexei, este es el marido de Dabona. Hubo un par de muertes en el pueblo, de índole sobrenatural. Todos acusaban a un extranjero que había llegado hacía poco, un erudito llamado Nikolae. Así que para demostrar que él no tenía nada que ver vino a este sitio, con la esperanza de averiguar qué había ocurrido. Janus creyó en él, y lo acompañó hasta aquí —relató Gabby, reconstruyendo los hechos—, pero ni el uno ni el otro son los responsables de lo que aquí sucede. Sino un demonio de la Gula.

Tensó la mandíbula.

—Uno al que hice huir a su cubil —dijo, antes de hacer un gesto elocuente con la mano hacia él—. No fue él quien os atacó, sino el Demonio asumiendo su forma. Todos los demonios pueden hacerlo. También lo hizo conmigo, tomando la forma de Nikolae. Este hombre es inocente. No es un demonio disfrazado y está libre de toda posesión.

Dedicó una sonrisa a Janus.

—Y Janus, Dabona te ama con locura.

-Es cierto, ella me envió aquí a buscarte.-Respondo asintiendo y bajando algo la espada.-Pero tampoco acabo de fiarme. Y como no soy de los que matan sin motivo eso nos deja en una dificil situacion...  ¿Sería posible al menos llevarlo atado?

Gabby miró el cinturón de Alexei, y al no encontrar lo que buscaba miró a Lynn. Se acercó a ella y desenvainó la daga que llevaba en el cinto. Mirando a los ojos a Janus le puso la daga en las manos y se abrió la camisa, acercando el cuello desnudo al filo del cuchillo.

—Este hombre es inocente.

-No estoy muy dispuesto a correr ese riesgo...-Respondo a la espera de ver qué ocurre.

—¡Gabby!—exclamó Lynn sobresaltada—. ¡N-No hagas esas cosas!

El hombre pareció asustándose con el gesto de Gabrielle, o con el tacto de la daga, porque simplemente se le cayó al suelo.

—¡Hacedor! basta, no es necesario nada de esto—jadeó—. ¡Si no os fiáis de mí, me podéis atar pero toda esta discusión me está poniendo nervioso!

Tragó saliva y se cubrió la cabeza con las manos aunque en ese momento pareció reparar en algo que había dicho Gabrielle y la volvió a mirar.

—¿Dabona?, ¿mi Dabona? ¿Está bien?—tartamudeó con voz temblorosa—.  ¡Le dije que se quedara! No... No os ha seguido, ¿verdad?

—¿Primero no quieres correr riesgos y luego te quedas mirando cómo le da un arma y le ofrece el cuello?—espetó Lynn dirigiéndole un profundo ceño a Alexei—. Y si hubiese sido una trampa muy bien urdida, ¿qué?

—Bueno, aun puede serlo—comentó el enano como quien habla del clima filosóficamente, de hecho se entrelazó ambas manos en la nuca.

La joven lo miró con las cejas formando una linea recta al más puro estilo "eso, arréglalo más".

—Ninguno de vosotros sabe sobre demonios más que yo, ¿verdad? Pues cuando digo que este hombre está limpio, es que está limpio. Yo respondo por él, no hay necesidad de llevarlo atado como un cordero —gruñó Gabrielle—. No te preocupes, Janus, Dabona está a salvo. Ahora dinos lo que hayas averiguado de este lugar y del mal que encierra.

-Bien, como quieras.-Respondo.-Si dices que está limpio lo está. pero no me gustaría tener que acabar con el. Vigílalo de cerca.

Lynn emitió un bufido exasperado cuando Alexei la ignoró flagrantemente. Era una persona cuyo genio resultaba extremadamente difícil de sacar pero en aquél momento no quedó muy claro si se había tragado algún calificativo.

Suspiró hondo antes de dirigirse a Gabrielle

—No, Gabby, ninguno de nosotros sabemos de demonios más que tú—dijo suavizando el tono de voz—. Pero no todo tiene que ver con demonios. Puedes encontrarte con un hombre que simplemente sea un miserable porque sí. Si llega a ser el caso, ¿qué?

Le acarició el brazo a su amiga y sonrió ligeramente.

—No me des esos sustos...

Recogió su daga del suelo primero y luego se acercó a recoger también el farolillo que la maga había dejado antes en el suelo.

Lynn: Rivalidad (+5) [Alexei]

Janus soltó un suspiro al escuchar que su mujer no había venido con vosotros pero parecía nervioso o inquieto.

—Yo... yo no sé gran cosa—tartamudeó—. Cuando entré aquí sólo seguí el único camino que hay buscando al erudito pero cuando lo encontré en el fondo de la cueva estaba haciendo... algo. Y me escondí. No sé qué era pero era mágico seguro. Y era horrible; ese lugar olía a muerte, estaba oscuro y frío. Fue cuando el agua se volvió a teñir de rojo.

»Estaba horrorizado, yo jamás esperé que... ¡sólo quería irme! Pero me descubrió y arrojó a esa criatura contra mí. Supongo que pensó que me mataría, y habría sido así de no ser por vuestro amigo el enano.

Suspiró.

—Ahora toda la cueva está infestada de esas cosas repugnantes. ¿Y de... decís que es un demonio?

—De nada, por cierto.

—Tranquila —le respondió Gabby a Lynn—. El tipo de persona que arriesga su vida para que no se cometa una injusticia contra un desconocido no es el mismo que asesina a sangre fría a un semejante sólo porque puede hacerlo. Especialmente si ese semejante le acaba de salvar la vida.

Se dirigió entonces a Janus.

—Ese no era Nikolae. Sino el Demonio, asumiendo su forma —se quedó pensativa—. Entiendo entonces que no tiene sentido ir por donde ha venido Alexei. Tal vez deberíamos remontar el río, por donde hemos venido nosotras. El pasadizo subía por ahí, pero no lo exploramos.

-Realmente sería complicado ir por donde yo he venido.-Digo señalando al rio que me ha arrastrado.-El "demonio" ese me empujó al agua y la corriente me arrastró. No se durante cuanta distancia y seria incapaz de guiaros en un cruce. La solucion más fácil es, si queréis, volver a la salida y que desde allí rastreemos a Sion o al demonio. Con suerte los encontraremos por el camino. 

—Si es complicado volver por donde has venido y por donde hemos venido nosotras, sólo nos queda un camino —dijo, señalando el camino que se internaba en la piedra—. Y cuando sólo hay un camino, lo más sabio es tomarlo.

Sintió un escalofrío. Estaba calada hasta los huesos, y ahora que había remitido la emoción del combate empezaba a tener frío. Se agarró los antebrazos y tiritó.

—Me vendría bien un hechizo que me secara chasqueando los dedos. 

Inspiró ruidosamente por la nariz.

—Vamos.

—No tengo tiempo para jugar contigo—desestimó el hombre haciendo un gesto de aburrimiento con la mano—. Aún me quedan metomentodos por barrer de esta cueva y no quiero llegar tarde, ya sabes, ¿quién sospecha de un humilde posadero?

Sonrió con petulancia mientras se envolvía en una especie de mortaja de energía oscura.

—Descansa en paz.

Y explotó.

Literalmente, explotó en una nube de... ¡murciélagos! Si no los estuvieses viendo con tus propios ojos lo tacharías de relato de borracho. ¿Qué clase de magia maldita era aquella?

Los murciélagos se desbandaron chillando en todas direcciones en busca de a saber el Hacedor qué. Pero en aquel momento tenías problemas más acuciantes que elucubrar dichas incógnitas... pues sendas criaturas babeantes y gimientes, idénticas a las que habías visto en la entrada, surgieron de entre las sombras caminando lenta y pavorosamente hacia ti.

Para que no se haga pesado tras el parón vamos a "resumir" este combate de modo que lo trataremos de forma puramente narrativa. Janus ha invocado a otros dos ghouls, puedes deshacerte de ellos pero ten en cuenta que Sion ahora mismo tiene un brazo inutilizado.

En cuanto al aspecto del pasillo pues sigue igual: es un corredor por el que estabais caminando antes de que os asaltaran por la espalda. También queda el agujero en el suelo por el que se cayó Alexei.