Partida Rol por web

7 de noviembre de 1984 - 12:15

Silveth sabía que Pandora trabajaba por las mañanas en la biblioteca municipal. Aparte de jubilados y algún estudiante universitario, no tenía que bregar con casi nadie, lo que le dejaba un tiempo estupendo para leer o recuperarse de una resaca.

Como no la encontró en las salas de estudio se dirigió a la habitación de las fotocopias. Allí era donde la Liam se dejaba caer si había tenido una noche demasiado ajetreada. Silveth escuchó voces al otro lado de la puerta, sólo botada. Una era la de Pandora, la otra la de un hombre al que no reconocía.

-¿Por qué no me avisaste? Sabes que aprecio mucho a Dung -decía él.

-¿Me habrías hecho caso, todo ocupado con tus reuniones y tus negocios? -respondió ella burlona-. Dung está bien. Su alma feérica sigue viva, sólo un poco más jodida. Dormirá un poco, pero Maggie le está cuidando bien. Parece que seguirá siendo el vejestorio de la vieja guardia que todos conocemos. Todavía te quedan amigos, Rojo. No te preocupes. -Su voz bajó un poco más y adquirió un tono seductor-. Y amigas...

-Si quisiera pillar algo me tiraría a alguna de las zorras del Haight. Son más baratas y dan menos problemas.

-¿Qué insinúas?

-No hagas el número de la yonqui ofendida, anda. Tengo oídos en todas partes y sé que no sólo te metes coca. Y hablando de eso... -Silveth escuchó un golpe seco contra la pared y ruido como de un desagüe con problemas para tragar-. Si se te ocurre volver a amenazarla voy a arrancarte esa cara tan bonita para hacerme una cartera, ¿entendido? Sabes que yo no amenazo en broma.

La conversación parecía estar apunto de terminar, y aunque mi cerebro se negaba a actuar a causa de la sorpresa y el shock inicial, mis piernas ,con movimientos rígidos y casi dolorosos, buscaron la sección con libros suficientes como para apartarme de la vista de quien quiera que estuviese con Pandora. De todas, formas quite uno de los libros del estante tras el que me escondí, y cruzando los adyacentes, conseguí que me tapasen el rostro dejando una sección por la que poder ver el rostro del abusón.

Silveth distinguió el rostro de un redcap vestido de traje que estrangulaba a Pandora y la apretaba contra la pared frente a la fotocopiadora.

-¿Me has oído? -gruñó él acercándose a su cara.

Pandora siseó algo y arañó su mano intentando tomar aire. El redcap tardó un poco en soltarla, pero la sujetó por los hombros y la mantuvo contra la pared. Pandora tosió una respuesta afirmativa y él la soltó. Se arregló el traje y la corbata y se pasó una mano por el pelo rojo y engominado.

-No... no vuelvas a tocarme... -murmuró Pandora.

-¿No era eso lo que querías? -se rió el redcap. Su rostro volvió a cambiar y la cogió de un brazo violentamente-. No juegues con fuego. Si te gusta jugar a tener un corby eres libre, pero no olvides quién ocupaba antes tu lugar. Hace mucho que no pruebo la carne humana, pero no se me ha olvidado matar. -La soltó de golpe y recogió el maletín del suelo. Muy digno salió del cuarto de la fotocopiadora mirando a un lado y a otro antes de desaparecer.

Del interior del cuarto le llegó el sonido del llanto.

Espere a que los pasos del hombre se alejaran. No sabía que hacer, no conocía tanto a Pandora como para poder quedar bien con ella. ¿Debería entrar ahora mismo y dejar claro que sabía todo lo ocurrido? ¿o esperar y entrar fingiendo una casualidad? 

Sus llantos me conmovieron, y sin saber que sería lo mejor para mi, una vez evitado el peligro del Redcap, entro como una exhalación en el cuarto de las fotocopiadoras y cierro con cuidado la puerta tras de mi.

-¡Oh, Pandora! ¿En que te has metido?- Era una pregunta retórica, mas para que supiera que estaba allí, a que se debiera a la búsqueda de una respuesta. 

Estaba hecha un ovilla contra la fotocopiadora, era el rincón desde el que podría vigilar la puerta y defenderse con más facilidad. Una decisión instintiva. Me arrodille frente a ella y le acaricie las piernas para consolarla, y que no sintiera el contacto como algo agresivo.

-Ven. Sabes que te voy a ayudar en todos los líos en los que te metas.- Digo mientras me aparto un poco sin incorporarme y abro los brazos, dispuesto a recibirla y ser el hombro sobre el que llore.

Pandora le miró con aprensión y recelo, pero cuando abrió los brazos no pudo hacer otra cosa que refugiarse en ellos y dejarse llevar. Su pecho sufrió espasmos con el llanto mientras decía algo incomprensible y tosía. Al cabo de un rato logró dominarse y limpiarse la cara con el dorso de la mano.

Se apartó un poco de Silveth y le enseñó el cuello.

-¿Ese cabrón me ha dejado marcas? Si me ha dejado marcas puedo denunciarle... A ver qué le parece que le den una paliza unos chicanos en la comisaría. -Pandora chascó la lengua y cerró los ojos-. ¿A quién intento engañar? No puedo hacer nada. Sé que me mataría. Tú no eres de por aquí, pero hasta hace unos años el Rojo era el hombre del saco. A los infantiles se les contaba que si iban solos al este de la Bahía, Eddie los cazaría y se los comería crudos.

Le limpio las mejillas, y le miro si le han dejado marcas. 

-¿El Rojo? ¿Además de Redcap es alguna clase de mafioso? Espera, yo he oído hablar de él, lo conoce todo el mundo. Ahora entiendo por que. 

La ayudo a levantarse

-Vamos a por un vaso de agua y me cuentas con más calma en que andas metida para que haya terminado así. He escuchado lo suficiente para entender que has ido a por alguien que él aprecia, que te has erigido líder de un grupo de oscuros, y que tenéis un amigo en común que va a despertar con más Banalidad. Seguro que hay mas historia detrás,y nunca me han gustado las leyendas de las pesadillas. Tal vez haya que borrarlo o al menos darle una lección lo suficientemente importante.

Pandora tenía la garganta enrojecida, pero nada más. Se le estaba corriendo el maquillaje, lo que empeoraba mucho su aspecto. Parecía una banshee. Siguió a Silveth hasta la fuente de agua y una vez se sirvieron un vaso, lo llevó a su oficina y se encerró allí con él. Después de beber un largo trago de agua, Pandora tuvo fuerzas para explicarle lo sucedido.

-Cuando tuve la Crisálida él ya estaba casi fuera. Nunca me interesó la vida de la corte porque no gustaba a nadie, así que empecé a ir con su corby. Casi toda la vieja guardia se había ido y les habían sucedido sus pupilos. Ni siquiera había mayoría de redcaps y hasta dejaban entrar a los sidhe. Cuando él se fue hace un par de años, el corby quedó descabezado y yo me ocupé de él. Ya los conoces: me aprecian y me siguen. Eddie nunca puso pegas, estaba demasiado ocupado con su vida mundana... -Pandora se frotó la garganta y bebió un poco más-. El otro día su ex vino a verme muy digna y digamos que... La cosa no acabó bien. Me trató como a una puta y yo puede que le dijera... cosas. Se lo habrá dicho y ha... Bueno, ya has visto que no se lo ha tomado muy bien. Yo pensaba que había venido a preguntarme por Dung. Es otro de los viejos. Lo mataron ayer, supuestamente una quimera muy grande. Maggie, que es su pupila, lo encontró en su taller. Y Van Doren estaba allí cuando llegó. Si me hubiese atrevido a decirle lo que pienso, puede que no hubiese soltado su agarre cuando me dejó sin aire... -dijo preocupada.

-¿Van Doren? ¿Que pinta ella en todo esto? ¡Oh, Dios! !Ella es su pareja¡ Buff... vaya par.

Me siento frente a ella dejando el escritorio entre nosotros.

-Vale. Entonces tenemos al tipo este que es un capullo aterrador y un asesino con un tierno corazón forrado en telaraña. 

En momentos como este me gustaría pensar como Shyam y saber que es lo correcto a hacer. 

-Hay que pararle los pies, pero estoy lejos de saber como. Es un tipo que se ha construido una fortaleza en más de un sentido.

Es claramente superior físicamente a ambos, y ciertamente no podíamos rivalizar con sus poderío económico. ¿Podría ser que la opción correcta sea agachar las orejas y dejarlo pasar?

-Mucho habla de mascar cosas. Si perdiese los dientes veríamos. ¡Eso es! Los Redcaps le tienen miedo a perder los dientes. No, es imposible arrancarle uno.Hummm... los rumores dicen que tiene mucha Banalidad acumulada por centrarse en su vida mortal. ¿Atacamos a sus soñadores?

-Lo era hace unos años, al menos, pero lo mismo han vuelto -dijo Pandora con la voz rasposa-. No me hagas empezar, pero tienen un negocio de sadomasoquismo entre los dos. Yo no soy a la única a la que le gusta pegar. Sólo de imaginarme toda su parafernalia de cuero y látigos me pongo mala.

Cuando Silveth dijo lo de robarle un diente, Pandora se alteró.

-¿Es que tu sangre Fiona te ha hervido el cerebro? ¡No podemos hacer nada de eso! Yo no me acercaría a sus dientes bajo ningún concepto, y lo de los soñadores es sólo una excusa para que me degüelle. Silveth, no te haces a la idea de lo que nos puede hacer Eddie. Se cuenta que una vez raptó a una de los nuestros y le fue arrancando trozos y comiéndoselos. Las manos, los pies, los brazos, las piernas, la nariz, las orejas, los ojos, los labios... Al final la dejó como una almohada que sólo podía gritar sin decir nada, porque se le había comido la lengua también. ¿Quieres cabrear a ese tipo? ¿De verdad?

-Lo que no estoy dispuesto es a vivir con alguien mangoneando a todo el que quiere solo por que es más fuerte y agresivo que los demás.- "Shyam, sal de este cuerpo". Me veía a mi mismo rodando por el empedrado hacia el infierno, todo eran buenas intenciones- Hay que darle una lección de humildad, o bueno...-Pienso durante un momento en sus palabras "No se me ha olvidado como matar".-... si es un peligro, eliminarlo.

-Tiene que ser una manera en la que no sepa que hemos sido nosotros. No podemos ponernos en peligro, Silveth. Lo que nos haría... Ah, no quiero ni pensarlo. A ver, ¿qué se te ocurre?

-Tengo dos preguntas ahora mismo en la cabeza. La primera, ¿Porque abandonar una posición de poder como es el corby y centrarse en su vida mortal? Es obvio que le gusta el poder, le gusta el reconocimiento de su superioridad y le gusta usarlo. La segunda investigación es ¿Porque un hombre de negocios se centra en un club sadomaso? Si tiene empresas mucho más grandes, solo la inversión por los escasos beneficios que da, supone una perdida de recursos no económicos. Pero ésta pregunta tiene respuesta, lo hace por Van Doren.-me paro un momento por si quiere corregirme.- Si su relación aun no esta reestructurada, deberíamos hacer que ésta conozca a algún galán que desbanque a "Reddie". Yo me encargo de eso, al fin y al cabo estoy en el mismo feudo que la mujer de sus amores. Tú encárgate de sacarle información a ese "viejo guardia" sobre nuestro amigo dentado. Cuando tengamos más información sobre él veremos como hacerle caer. Todo el mundo tiene un punto débil, aparte del hierro frío.

-No lo sé. Supongo que los viejos dejan de interesarse por la vida feérica cuando envejecen -respondió Pandora-. Que yo sepa, el Rojo tiene muchas empresas, acciones y empleados por todas partes. Pero sí, lo del Terciopelo podría ser un regalo para su querida Van Doren. ¿Estás pensando en seducirla? ¿Tú? ¿Pero eso ya va a funcionar? Veré qué puedo sacar tocando contactos, pero no te prometo nada...

-Jajajajajaja. No mujer, me encargaré de que conozca al hombre capaz de seducirla. Estamos en el mismo Feudo y sabe de sobra que estoy emparejado. Aunque bueno, la sangre Fiona se caracteriza por ese tipo de relaciones insanas. Veré que puedo hacer. Tal vez si tenga que encargarme yo mismo de ello, pero si puedo evitarlo...

-Podrías ayudar con Artes, si conocieras las necesarias -dijo Pandora entre dientes-. La verdad es que no envidio al pobre diablo que tenga que seducir a esa frígida.

-Aun no soy lo suficiente bueno para hacer que le odie, y no conozco el Arte de Afrodisia, si es lo que sugieres. Me gustan métodos más sutiles. Me acercaré a Van doren, no te preocupes, y me encargare de que esa relación nunca llegue a formarse. Es mejor que parezca que la motivación es propia.

-Contactaré contigo cuando tenga más información -dijo Pandora-. Mantenme informada, por favor. Y no te metas en problemas, ¿sí? Esa gente es peligrosa...

-Cariño, ya sabes que yo lo de meterme de cabeza en los problemas, como que no. Ahora lo de empujar a la gente para que haga las cosas por sí mismas, esta mucho más cerca de mi estilo. Dejando ese tema de lado, por un rato. Te venía a hacer unas preguntas, sobre tu linaje y tu casa, históricas.

-Dispara -dijo Pandora.

-¿Tienes conocimiento de que se hayan practicado experimentos con los humanos? Me pregunto si un mortal, podría llegar a abrir los ojos ante el Ensueño sin que medien encantamientos. Entendiendo que se trataría de un mortal, de baja Banalidad y que fuera un Soñador.