Partida Rol por web

- Bueno creo que... - Dijo el profesor al ponerse de nuevo en pie. - No está pegado al suelo, pero es evidente que ya no respira. - Apretó el puño en señal de rabia. - Me temo que ha fallecido... - Resopló. Aunque no quisiera admitirlo en voz alta, era un alivio para todos. No podían dejarlo allí si seguía vivo, pero llevarlo con ellos supondría una gran carga y acabaría muriendo de todos modos. - Sigamos... - Murmuró. - Alguien debería reunir leña para hacer un fuego. Puede que baje mucho la temperatura y quiero comer caliente...

Si vayamos hacia las montañas en algún sitio cubierto tenemos que hacer noche, busquemos por los alrededores algo de madera como dice Knox, quizás también encontremos el arma que menciono Grubber, de todos modos tengamos cuidado y al mínimo indicio de peligro gritar- digo secundando a Knox, mientras en mi mente las palabras de aquel hombre sigue girando, Thomas se había convertido en un asesino y todo por una piedra huevo que por lo que parecía había causado los ataques de una bestia desconocida.

Que irreal me parecía todo, había empezado el día en mi escritorio de la comisaria y acabaría haciendo noche en unas montañas sudamericanas, pero no podía permitirme flaquear, ni dejarme caer en el vacío del terror a lo desconocido, si el capitán Gough estuviera aquí soltaría cualquier chiste jocoso sobre esto y me animaría a centrarme en seguir adelante con la meta de salvar a Thomas de su locura lo cual hare, encontrare a Thomas descubriré que lo ha cambiado y como ayudarlo a volver a ser el de antes limpiando sus pecados.

Kenneth se pasó una mano por la cara. Acababa de ver a un hombre morir frente a sus ojos, acababa de aprender que su padre no sólo estaba loco, si no que además era un asesino, y por último, que aparentemente había algo suelto que había definido como un monstruo y, en esas circunstancias, se temía que no se refería al lobo dentro de todo hombre, si no a algo mucho más literal. En resumen, era demasiado para procesarlo, y precisamente por eso se decantó por no hacerlo. Símplemente seguiría adelante. No podían quedarse ahí.

- Estoy de acuerdo - Suspiró - Las cuevas parecen buen lugar, pero me temo que es posible que sean frías. Si vamos a ir a por madera, será mejor que lo hagamos ahora, y será mejor que lo hagamos todos juntos, después de lo que hemos escuchado. Separarse no parece buena idea.

Kenneth hablaba con una voz que casi no parecía la suya. No se guíaba por emoción, si no más bien por pragmátismo, por la parte de su espíritu que buscaba únicamente la supervivencia de modo racional.

- Por otra parte, si de verdad hay algo ahí fuera, será mejor tener cuidado con cuánta atención llamamos. Quizá incluso sería cauto hacer guardias mientras pase la noche.

Tras superar la pequeña tormenta que se os echaba encima, y con el recuerdo reciente de uno de los miembros de la expedición de Thomas y todo lo que os había relatado, conseguisteis llegar a la cueva. Era agradable estar por fin resguardados, aunque fuese en un lugar oscuro y húmedo.

Todavía había algo de luz, así que podíais ver que no parecía muy profunda. Eso sí, apestaba a podredumbre y al mirar al suelo visteis que aunque era de roca sólida, estaba cubierta por huesos sueltos y carne momificada de forma natural, encajonada en capullos de roca.

La cueva a la que llegamos, no era la mejor estancia del mundo para pasar la noche.
Un olor a podredumbre emanaba de toda aquel recinto, era un olor conocido para mí, alguna vez me lo había topado durante algún caso por lo que no me sorprendió encontrar un cadáver, si lo hizo que fueran varios y todos en estado de momificación o no más de unos huesos, claramente aquello era como una tumba, o el comedor y despensa de algo, esperaba que lo primero

No  es una visión agradable pero nos adaptaremos esta noche- dije a mis compañeros mientras revisaba los cadáveres momificados de cerca a ver si podía discernir algo para despues revisar la cueva en busca de algun tipo de pista que indicara alguna presencia en los ultimos dias .

La cueva escogida no era sin duda el lugar más prudente para pasar la noche, sin embargo, era ya muy tarde como para seleccionar otro lugar. Allí al menos estarían calientes si lograban encender una hoguera, cosa que resultaría fácil tras haber reunido leña y con las cerillas que portaba consigo Konx. Aquellos restos orgánicos le ponían la piel de gallina y el nauseabundo olor que desprendían hacía que le sobrevinieran arcadas. No obstante, tras unos pocos minutos, pudo acabar ignorando todos aquellos sentimientos adversos en pos de la protección que le ofrecía la caverna.

Sin más dilación comenzó a preparar la zona. Apartó con los pies los restos óseos y de piel desecada, logrando una pequeña área libre de todos aquellos despojos. Reunió una serie de piedras y las colocó en círculo y amontonó entonces algunas ramas formando una chimenea y en el centro de éstas colocó algo de hierba seca y pequeñas ramitas. Acto seguido encendió una cerilla y con sumo cuidado la aproximó hacia la hierba logrando que prendiera. En cuanto se hubiera formado una buena hoguera, esperaría a que quedaran unas pocas brasas para calentar en uno de los cazos varias latas de sopa de bote. Esa sería su cena de aquella noche.

- ¿Que extraño lugar, verdad? - Dijo entonces el profesor. - Parece que perteneciera a algún carnívoro. Entiendo que hace tiempo que ya no viene por aquí. De lo contrario o creo que quedaran demasiados restos de carne y menos en estado de momificación... - Alzó la mirada que hasta ese momento había permanecido fija en el fuego. - ¿Cómo estáis, Roger, Kenneth...? - Les preguntó. - Sé por experiencia que no hay que creer todo lo que se ve y de lo que uno cuenta no puedes creer ni la mitad. Demos un voto de confianza a Thomas... - Resopló. - Todavía me cuesta creer que fuera capaz de hacer lo que ha dicho el señor Gruber... - Colocó el cazo sobre varias rocas y acto seguido vertió el contenido de las latas en éste. - Pero lo que nos han contado debe servirnos para estar prevenidos para lo peor...

-Estos cuerpos son bastante antiguos-digo después de comprobar todo- la momificación parece que se ha debido a la extracción de los fluidos corporales, pero no tiene pinta de ser obra humana  más bien parece ser echo a por un animal.

-Me hace recordar vagamente a una leyenda europea que escuche cuando serví en la gran guerra, sobre un ser que hacia similares cosas, un humanoide entre humano y murciélago, después un buena amigo y compañero de escuadrón aficionado a la vida animal me explico que todo era un mito basado en una especie de murciélago que se dedica a chupar sangre del ganado en ínfimas cantidades, ojala hubiera sobrevivido a aquello seguro que le encantaría descubrir que ha hecho esto - dije con una mirada de añoranza- ¿alguno de estudies tiene algún conocimiento que nos pueda detallar que ser puede llegar a hacer esto?, quizás alguna leyenda suramericana nos pueda acercar un mínimo a la verdad.

Al mirar a tu alrededor ves una grieta en el fondo de la cueva, por donde podríais pasar. El viento es fuerte allí donde estáis, así que adentrarse en busca de más calor y protección no parece mala idea.

Estaba claro que aquello no iba a ser una velada en el Ambassador de Los Ángeles. En vez de un par de bellas señoritas me veía obligado a compartir la velada con restos humanos momificados.

Thomas, más te vale estar en peligro real, porque cómo esté pasando por esto para nada te mato yo mismo.

Mientras espero respuesta recorriendo con la mirada la cueva algo llama mi atención, en el fondo entre las sombras puedo discernir una grieta, me acerco y veo que la grieta pese a su tamaño permitiria pasar a traves de ella y internarnos un poco mas en la cueva- Miren aqui, por esta grieta podemos adentrarnos mas en las cuevas, quizas estemos mas protegidos del frio y los peligros ahi dentro.¿que opinan?

Roger se sentía noqueado. El encuentro con Franco Grubber le había dejado sin habla. ¿Su padre un asesino? Su padre era muchas cosas, pero ¡no un asesino! Roger intentaba imaginar a su envejecido padre cometiendo un brutal asesino pero era incapaz de hacerlo. Sin embargo en su mente se dibujaba la imagen de Grubber petrificado. Ver morir aquel hombre no había sido fácil de digerir. En su mente se repetían sus palabras como una nube oscura de pensamientos que nublaban su vista. Un monstruo... Thomas... loco... ¿Realmente padre habrá perdido la cabeza? Roger caminaba automáticamente mientras entraban en aquella cueva repleta de cadáveres. ¿Podría usar sus habilidades forenses con aquellos cuerpos? ¿Para qué? Pensó. ¡Son tantísimos! ¿Y qué horror nuevo voy a descubrir? ¿Realmente quiero saberlo?

Las palabras del señor Knox rompieron su ensoñamiento y Roger recobró con fuerza la serenidad. 

-Gracias por tus palabras. Ya no sé que pensar de mi padre con todo esto. Pero si de algo estoy seguro, es que Thomas Fell no es ningún asesino. Si realmente ha llegado a matar a alguien, algo que veo poco probable, habrá sido por defensa propia. 

Roger escuchó la propuesta de Wright. 

-Sinceramente no me apetece descansar con todos estos cuerpos momificados. Si asumimos que el autor es animal... ¿Estamos seguros en este lugar? ¿No acabaremos sufriendo el mismo destino? Voto por continuar. 

Cuando Kenneth miró al suelo, su cara empalideció de golpe.

Había intentado ser fuerte. Lo había intentado con todo su corazón, de verdad. Pero en ese momento todo lo superaba demasiado. Cuando Knox preguntó cómo estaba, cosa que le agradeció inmensamente, no fue capaz de contestar. Sólo se sentó, lo más cerca de la entrada posible, y se llevó las manos a la cabeza. Los pensamientos corrían demasiado rápido. El mundo no era lo que él pensaba. Su padre no era lo que él pensaba. ¿Qué era lo que él pensaba, entonces?

Roger se fijó en su hermano cabizbajo en la entrada de la cueva. Se acercó e intentó animarle apoyando su mano en su hombro. Buscó las palabras, pero no sabía qué decirle para que Kenneth recuperara el ánimo. Ninguna palabra era suficiente para explicar lo inexplicable. Roger miró buscó los ojos perdidos de Kenneth e intentó infundirles un poco de luz ofreciéndole un abrazo. 

- No me parece mala idea... - Declaró Knox. - Al menos podemos ir a ver qué hay más allá... - Se puso en pie, se sacudió la ropa y se encaminó hacia el lugar donde se encontraba Wrigth.

Miró atrás, le había llevado trabajo acondicionar una zona libre de despojos y encender la hoguera, pero siempre podían simplemente trasladar el fuego.

- ¿Vamos allá? - Dijo del dispuesto a seguir los pasos de su colega.

Previamente había tomado la precaución de hacerse con el cuchillo cebollero que había cogido de la cocina. No sabía que podía encontrar una vez traspasara la grieta.

Mientras el viento se transformaba en tormenta y el frío en estacas afiladas que agujereaban vuestra piel, aquella grieta parecía cada vez más "apetecible", dado que adentraros en el lugar, no solo os acercaría un poco más a la resolución de aquel misterio, sino que también os proporcionaría mayor cobijo.

Sin embargo, no todo eran buenas noticias.

El suelo bajo vuestros pies estaba lleno de restos, pero la grieta... eso era un auténtico osario, por el que cruzar resultaba no solo difícil, sino un suplicio. Había algo o alguien que se había dedicado a alimentarse de animales... o seres humanos, ya que estabais, y sin duda, no podía habitar mucho más lejos de allí.