Partida Rol por web

- Entiendo que queréis haceros con el pueblo, no me vengas con tonterías he visto el campamento que tenéis en el monasterio, si trabajáis para los Pactmasters podría ayudaros. Si no es así quiero saber para quien trabajáis. - ahora si que se da la vuelta y os mira directamente a los ojos.

Kardswann no fue siempre así, cuando llego una persona menos cruel y más razonable. Pero hace un par de meses entro en la iglesia... y salio diferente: cruel, despiadado, amante de la sangre. Poco despúes llego Kerzukian y su pajarraco.

- No todo el monte es urégano, no todo el que anda errante anda perdido, y no todas las iglesias son santas ---Diegen repite un viejo refrán de los Sarenrianos de Solku.

La serpiente es útil para mis pociones... ¿para quien sino trabajáis? Entiendo que queréis haceros con el pueblo, no me vengas con tonterías he visto el campamento que tenéis en el monasterio, si trabajáis para los Pactmasters podría ayudaros.

Mi***a! Nos han descubierto! Ahora sí que podemos durar menos que una manzana sana en la plaza de Solku; nuestra única posibilidad es tenerla de nuestro lado... usa la cabeza, estúpido! Qué pensaría Ateela de colaborar con una arpía? Qué diría en esta situación?

Tenso, Diegen agarra instintivamente el pomo de una de sus cimitarras. El tacto del mango le calma un poco y habla sin pensar en lo que dice:

- No puedo hacer promesas sobre títulos de propiedad, pero si con la vida o la muerte de esa serpiente puedo eyudarte, cuenta con mis cimiterras. Y ya que hablamos de ayudar... por qué no nos has dilatado? Cuánta gente conoce nuestro campamanto?

Somos los peores espias a este lado de las montañas de laton... - piensa el mago

si a todo, arpia - le dice cuando responde al semielfo - como nos ayudaras a acabar con el status quo actual?

- ¿No esta claro porque no os he delatado?. Duermo con Kardswann, ¿de verdad que no se os ocurren una docena de formas en las que os puedo ayudar?. Estoy harta de él, odio que se acerque a mi, odio su aliento, odio a los gnolls y odio lo que me hace por las noches. Yo solo quiero montar un negocio de alquimia en un pueblo pacifico. Y tener a mi lado gente fuerte y decente. - esto último lo dice mirando a Dorwas con una sonrisa - Creo que por ahora solo yo he visto el monasterio. Pero tarde o temprano el Peryton, o como se diga, la mascota del hombre-cabra, os descubrirá. Puede volar. Si pasa sobre el monasterio... Debéis acabar con el en cuanto sea posible, pero a diferencia de la serpiente no podéis atacarlo delante de todo el pueblo sin provocar una batalla.

Hace una pausa, deja sus cosas y vuelve al sillón.

- Pero la verdad, creo que no vais a ser capaces de derrotar a Kardswann. Las fuerzas del monasterio son bastante escasas, quizá una docena de hombres en total, y vosotros no parecéis gran cosa, excepto por el claro. Y además esta el problema de quien es vuestro jefe. Los Pactmasters, mientras fluya el comercio no miran la raza de nadie, pero no todo el mundo es así de tolerante. - señala con la cabeza a Dorwas - Lo más seguro es que acabéis siendo comida de serpiente, pero si me equivoco y sois capaces de matarla y no trabajáis para alguien peor que Kardswann... me arriesgaré con vosotros.

Si trabajamos para ellos, Undrella. - confirma el mago - mataremos a esa serpiente y podras quedarte en Kelmarane. Alguna idea de como o donde matar al hombre cabra y al pajaro para no levantar sospechas?

Sinbad echaba en falta a Yessef.

Sentía que estaban en una situación muy peliaguda. No se trataba de conseguir aliados, se trataba de trabajar servilmente para una arpía y ganarnos su aprobación. La alternativa era que atacaran al campamento.

Cosa que harían igualmente si tardábamos mucho.

-¿Alguien sabe que hay en esa iglesia? Me refiero a lo que cambio a Kardswann, rumores o algo.- Sinbad ya no sabia si habían realizado esa pregunta, con tanta habladuría se le perdían los detalles en la mente.

Diegen asintió y no dijo nada más. Al menos ahora tenía delante de sí una tarea que entendía: serpiente, matar. La verdad es que todos estos politiqueos e intrigas le levantaban un poco de dolor de cabeza... 

La arpía niega con la cabeza primero a Jaali y luego a Sinbad.

- Si realmente trabajáis para los Pactmasters, me gustaría un contrato donde se me reconociera la propiedad de esta casa y mi derecho a ejercer mi profesión libremente en Kelmarane. - añade mientras vuelve a sentarse junto a Dorwas que ya empezaba a emitir sonoros ronquidos de borracho.

-No creo que eso sea problema.- Responde Sinbad.

- Bueno, parece que el enano no está para muchos trotes hoy. Supongo que habrá que esperar a que se despabile un poco. - intrigas y más intrigas, caray, y yo que pensaba que en un asentamiento gnoll iba a verme libre de ellas...

Undrella - explica una vez mas el mago empezando a crisparse - Como comprenderas ahora mismo no tenemos un papel con nosotros firmado por los Pactmasters para que te puedas quedar en esta casa. Como ya hemos dicho, si ayudas activamente a la recuperacion de Kelmarane, no habra problema ninguno para quedarte aqui y hacer lo que quieras mientras respetes sus reglas. Mientras tanto, para demostrar nuestras buenas intenciones, mataremos a esa serpiente. Es suficiente?

- Se como funcionan los Pactmasters. Sin un papel firmado, la persona que quede a cargo del pueblo hará lo que quiera. Y evidentemente no necesito que el papel lo firmen los propios Pactmaster, con que sea el jefe de la expedición vale. Mientras os encargáis de la serpiente puedo ir redactando el contrato... - dice inocentemente

Grumphh, grumphh. - Dorwas, tras emitir unos gruñiditos mezcla de ronquidos, abrió los ojos y levantó un dedo, hablando como si en ningún momento se hubiese dormido. - Conocemos otro nido del pajarraco, podemos cazarle ahí. Seguro que es una cena cojonuda.

Se giró hacia la arpía. La serpiente será tuya, nena.

¿Podemos echar ya una cabezadita? - preguntó al resto.

Miro a la arpía, veo como mira a Dorwas y me arriesgo - Oye y no tendrás algún brebaje que le aligere la borrachera a nuestro amigo ¿no? Por aquí seguro que se dan casos sino le pasa a tu "amado" novio

- Lo digo, porque ayudaría que fuera con la cabeza más despejada a la caza de la serpiente

- Por supuesto, mis remedios están siempre disponibles para alguien tan apuesto - dice con una sonrisa la [h]arpía mientras se pone a rebuscar entre los frascos. Finalmente acerca uno de color marrón, con un olor que es mucho mejor no describir a Dorwas - Esto te ayudara a despejarte. Por favor, tómalo fuera. Es bastante probable que vomites. Y mañana la resaca será peor, pero todo sea por estar juntos lo antes posible - añade con un guiño.

Siguiendo las indicaciones de Undrella os acercáis a un edificio destrozado, una versión mas pequeña del Mercado de Batalla en el que vive Kardswann, mucho peor conservada. En la puerta un rotulo cuelga un desvencijado rotulo en el que se puede leer: MERCADO DE ES.... Repasando con calma las ruinas conseguís ver brillar unos ojos durante unos segundos antes de que retrocedan a la oscuridad del resto del edificio.

Cuando os acercáis uno de los gnolls de la torre de vigilancia os grita algo en su lengua, no entendéis lo que dice no sabéis interpretar el tono, pero esta claramente nervioso.