Partida Rol por web

El Brazal de Oro

- Capítulo I: Un muelle entre las brumas -

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17/04/2019, 00:45
Anciana encapuchada

La anciana no respondió a las preguntas de Glyrhel, pero ensanchó su sonrisa cuando el chiquillo metió la mano en la bolsa. Al palpar dentro, Glyrhel se dio cuenta de que estaba tocando algo duro y frío que tintineaba. Parecían... ¿frasquitos? La mujer le había dicho que podía quedarse con tres, así que cerró su mano en torno a tres de los objetos y los sacó de la bolsa.

Eran, efectivamente tres frascos pequeños de cristal. Cada uno contenía un líquido transparente de distinto color, rojo el primero, verde el segundo y amarillo el último. Glyrhel nunca había visto nada parecido a aquello, y la anciana pareció contenta cuando los examinó.

—¡Muy bien! —celebró—. Eres un chico con suerte. Pero no los malgastéis, debéis usarlos bien...

Guardó la bolsa y dio una palmada.

—Ahora debo irme, y tú también tienes que ponerte en marcha. Recuerda... el viento sopla ya del suroeste. El tiempo se acerca...

Señaló en la dirección de la que según ella venía ese viento que Glyrhel no podía sentir, de forma que el chico miró una vez más hacia allá. Pero tampoco esta vez notó nada extraño. Y cuando volvió a mirar a la anciana, esta había desaparecido. El chico estaba otra vez solo, con aquellos misteriosos frasquitos en la mano.

Notas de juego

Frasquitos añadidos al inventario.

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17/04/2019, 00:53
Narrador

Glyrhel todavía estaba atribulado por la súbita desaparición de aquella mujer, cuando vio que Astrid, una de las guerreras de la escolta de Ingelyn, iba por una de las calles de Skermnir con Ylva y un enano encapuchado. Se metieron en un edificio grande que tenía aspecto de ser algún tipo de comercio.

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17/04/2019, 00:57
Gallan

Gallan asintió.

—Sí, será lo mejor —dijo e inmediatamente se acercó y bajó la voz—. Bien, escucha entonces... Parece ser que nuestros espías están al tanto del viaje de la princesa Ingelyn para hacer ese trato con los enanos del Rey Grummdar. Pero corren rumores de que hay algo que no cuadra en todo esto. Al parecer el último ataque de los orcos a Skald es una maniobra para distraer al Rey Thoran y que no haya podido ser él quien haya ido personalmente a negociar con los enanos.

Miró un par de veces alrededor, para asegurarse de que nadie le escuchaba.

—No sabemos quién está detrás de todo, pero... parece ser que la princesa lleva consigo un objeto de gran valor. Y es obvio que está mucho menos seguro en sus manos que en las de Thoran. Tal vez alguien pretenda robarlo y haya montado todo esto para tenerlo más fácil. Pero sólo es una posibilidad, quizá el motivo sea otro... En cualquier caso, el Rey ha decidido que estés alerta y si tienes la oportunidad, te enteres de qué es ese objeto y para qué sirve. Si tiene poderes... bueno, supongo que nuestro Rey quiere saber en qué consisten para que no lo usen contra él.

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17/04/2019, 10:59
Mormnir

Estaban a punto de responder a Rothnan cuando la puerta de la tienda se abrió de nuevo y escucharon el tintineo de toda una panoplia de armas. En el vano estaba el enano más bajito y corpulento qué Ylva hubiera podido imaginar, con una capucha roja y una armadura de tonos bronceados. Tenía el pelo rubio, anchas cejas, piel tostada y ojos oscuros. Por su expresión y el enorme martillo que llevaba, estaba claro que lo mejor era no buscar problemas con él.

Strumni lo reconoció al instante. Era Mormnir, uno de los enanos guerreros de Krar Umgar. Habló, y a Ylva le sorprendió su voz cascada por lo áspera que parecía.

—¡Strumni! Por fin te encuentro... ¿Dónde te habías metido? Agga está fuera, quiere hablar contigo, así que no te duermas aquí.

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17/04/2019, 11:10
Narrador

La noticia sorprendió a Strumni. Agga era una de las guerreras enanas más mortíferas de Krar Umgar, y era capitana de un grupo de guerreros de élite. El Rey Grummdar no la habría enviado fuera de la fortaleza sin más, y menos para viajar a cielo abierto, sin utilizar los caminos subterráneos. Aquello era muy inusual...

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17/04/2019, 11:20
Narrador

A Runi aquello le pareció extraño. Los enanos de Krar Umgar tenían permiso del Rey Thoran para cruzar las tierras de Skald, y a cambio el Rey Grummdar permitía a los skaldi transitar por sus dominios para viajar al sur hacia las tierras de Quralia. Pero rara vez alguno de los dos pueblos utilizaba estos permisos, pues los enanos solían usar los caminos subterráneos, y los skaldi preferían viajar por mar.

Que hubiera una partida de enanos viajando a cielo abierto y hubiera llegado el pueblo justo en ese momento, tal vez estuviera relacionado con el grupo de la princesa. Y que se tratase de enanos guerreros podía ser muy bueno, o muy malo...

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17/04/2019, 11:39
Ylva

¡Strumni iba con ella! Ylva estaba encantada. Tenía mucha curiosidad por los enanos en general, ya que tenían fama de ser unos artesanos maravillosos, además de ser tan honorables como los skaldi. Además había dicho que era explorador. ¡Montaraz! Tenía que conocer un montón de cosas sobre los bosques. Lástima que fuese tan callado.  ¿Cómo entablar conversación? Ylva lo tenía claro. Como con cualquier otro.

–¡Así que es montaraz!– la chica intentó controlar su entusiasmo por mera educación – Seguro que conoce esta zona como la palma de su mano. Yo conozco muy bien los bosques de mi tierra, aunque no sé si los llegaré a conocer del todo. Cambian continuamente. ¡Si vienes un día te los enseñaré!

No tardaron en llegar a la tienda y, aunque Ylva se había quedado con ganas de seguir hablando, pronto se vio obligada a la tediosa tarea de buscar material para el viaje. Al menos Astrid conocía al tal Rothnan, esperaba que eso le ahorrase discutir precios y que les atendiesen bien. Cuando iba a pedir lo que necesitaba, entró aquel enano e Ylva ya creyó estar soñando. ¡Era imposible tener tanta barba y tanto músculo! Parecía sacado de algún relato.

–Te esperamos– dijo cuando se recuperó del shock inicial.

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17/04/2019, 12:26
Runi

-Hmmrrr- Runi no se tomó muy bien las noticias, aunque procuró no dejarlo entrever. No era normal que un grupo de enanos, armados, pasearan por la superficie. Normalmente gustaban de viajar bajo tierra. Y sólo en casos especiales usaban los caminos. Casos especiales...o cuando van a pelear.

El viejo golpeó un par de veces su bastón en el suelo y se escuchó un graznido en el cielo. Si alguien miraba hacia arriba podía ver un cuervo negro dirigiendose a la zona sur de la empalizada.
Runi se dirigió a la princesa, pero miró primero a Gunnar con cara de circunstancia.

-Bueno. No es normal, pero tampoco es tan extraordinario. Seguramente habrán sido enviados de escolta para ayudar al guía que nos ha recibido. Aunque lo cierto es que es raro que no haya dicho nada.
En fin. No sirve de nada hacer hipótesis. Enseguida estarán aquí y sabremos qué quieren-

A pesar de sus palabras Runi se posicionó delante de Ingelyn. Por si acaso.

Notas de juego

No sé si puedo enviar a Svartfloy a investigar, si es así lo hago.
 

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17/04/2019, 17:04
Strumni

Miró a la joven rubia que le acompañaba y que buscaba iniciar una rutinaria conversación seguramente no llevara a ningún lugar concreto. Sin embargo agradeciendo un poco de amabilidad en la delegación skaldi, el enano decidió responder de forma afable.

—Sí, he andando por estas tierras el suficiente tiempo como para ser un anciano entre los tuyos, conozco bien los caminos y trataré de llevaros por los mejores y más seguros.

Al entrar en la tienda trató de realizar la transacción mercantil lo más rápido posible. Tenía claro lo que buscaba, por ese mismo trató de ser lo más concreto y conciso posible con el vendedor humano.

—Me gustarían unos tres metros de buena cuerda y unas cañas de madera como de un palmo de mano humana, la madera debe de estar bien seca, planeo agujerearla para que suene.

Al hablar marcó con sus anchas manos las necesidad que tenía respecto a las piezas que encargaba. Deseaba montar una trampa simple con cuerdas y madera perforada que sonara si alguien tropezaba con ella. Mientras terminaba de indicar sus compras al dependiente humano, escuchó una voz que le era familiar. El rotundo Mormnir se encontraba allí, con sorpresa Strumni le devolvió el saludo. Una de las espesas cejas del enano se elevó hasta enarcarse, al escuchar las palabras de su hermano de raza.

—¿Agga? —dijo con evidente sorpresa, tono que cambió al continuar hablando—. Ahora salgo a verla.

Strumni se llevó una mano a la barba, pensativo y murmuró algo que no pudo sonar a palabras pues era inteligible.

—No tardo, pagaré a la vuelta —dijo mientras asentía a la chica humana con la que había hablado con anterioridad y se fue en busca de Agga.

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17/04/2019, 18:28
Ylva

Después de ver salir al enano, la chica se volvió de nuevo al dependiente. No necesitaba muchas cosas en realidad, tan solo un par de trampas sencillas y algo de yesca y pedernal. 

–Necesitaba una red. Una fuerte.– dijo pensando en hacer una trampa para atrapar a posibles intrusos o presas. Había visto unos enormes cepos que le habían hecho poner cara de asco. Era la caza más innoble que existía, además de ser peligrosa para los lugareños que pudiesen pasear por el lugar. Después de pensar unos segundos decidió que tenía que ser una red suficientemente grande como para inmovilizar o dificultar el movimiento a un jabalí– También querría un par de metros de cuerda, unos ganchos y... ¿tiene arcos?

Aquello último no era necesario, pero ardía en deseos de saber como eran los arcos de la zona. Mientras esperaba, la chica jugueteó con un silenciador de repuesto que llevaba. Se había quedado con las ganas de preguntar al enano algo sobre aquellos bosques, pero habría tiempo más que de sobra. 

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17/04/2019, 19:13
Reina Ingelyn

Aquella noticia hizo que Ingelyn se llevase la uña del pulgar a la boca y frunciese el ceño, comenzando a pensar en todas las posibilidades. ¿Una petición de ayuda urgente? ¿Un ataque? Skermnir estaba siguiendo la ruta al norte de Krar Umgar, así que muy a su pesar ambas opciones eran igual de plausibles. Le parecía muy extraño que desde el reino mandasen a un montaraz para guiarla y al mismo tiempo mandasen un destacamento de combate, así que una de ambas no encajaba allí y Strumni ya se había ido como para hacerle preguntas al respecto.

—Sólo nos faltaba que fuesen una panda de desertores...— pensó la skaldi para sus adentros antes de alzar la voz.

—No podemos esperar aquí como si nada: ¿y si la llegada de los guerreros se malinterpreta y ocurre algo irreversible? Debemos dirigirnos a la empalizada y tratar de abordarles en cuanto lleguen...— aunque trató de mostrarse entera su juventud la traicionó dejando en su voz una patente preocupación, pero con rapidez miró a Gunnar y a Runi antes de que pudieran replicar—. Seguro que hay una torre de guardia desde donde podamos hablar con ellos con seguridad.

Ahora enfocó a la druida. —Quizá nos vendría bien tu ayuda con ellos... tu nombre era Dewa, ¿verdad?— y salvo que alguno tratase de frenarla la Princesa trató de dirigirse hacia el sur de Skermnir para descubrir de primera mano qué diantres ocurría.

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17/04/2019, 21:15
Mara

Resopló al escuchar que el Rey había tomado una decisión en algo. Casi estaba tentada a hacer un comentario jocoso sobre eso, pero se contuvo para causar no causar polémica o algo por el estilo. Normalmente, no les tenían en cuenta así que no hacía falta echar más leña al fuego con burlas a su Rey... por sus propios ciudadanos.

-Intentaré acercarme y vigilar. Aunque creo que tienen más recelo de mí que de cualquier posible ataque.

Ahora estaba interesada por ese objeto misterioso y sus poderes. Aunque hacerse amiga de la princesa o ganarse su confianza no iba a ser fácil. Es más, seguro que el nivel de dificultad estaba por las nubes.

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17/04/2019, 22:21
Dewa

La serenidad de Runi, seguramente debido a su edad, sorprendió a Dewa. Una comitiva de enanos no debería de tomarse a la ligera. La druida se levantó demasiado rápido mostrando así su nerviosismo. Todas las historias que siempre se han narrado, muestran a ese pueblo con la fiereza y tenacidad de los osos pardos. Las plantas de los pies desnudos de Dewa, comenzaban a sentir el temblor de la tierra ante las pisadas de los enanos. La joven se frotaba sus manos y miraba a mano princesa - ¿Que hacemos? ¿Les plantamos cara? Quizás se amilanen pronto o vengan para dialogar- Estas últimas palabras no se las creía y muestra de ello es que intentó esbozar una sonrisa que no engañaba a nadie, era falsa. Dewa había comenzado con mal pie, el barco no era su elemento, los pueblos no eran su hogar y la guerra, esa infame masacre tan habitual entre los hombres como en el resto de razas que producía dolor y sufrimiento, no la había vivido aún. Algo que parecía que en este viaje terminaría conociendo tarde o temprano

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18/04/2019, 01:37
Glyrhel

- ¿Pero para qué…?

La anciana desapareció y la pregunta murió antes incluso de ser pronunciada, una muerte que dio vida a muchas otras cuestiones que nadie podía responder ya. Pero que nadie pudiera darle respuestas no significaba que él no se las pudiera imaginar, y por ello su cabeza se puso a elucubrar. Una tarea que aceptó gustoso, después de todo era un misterio con el que alimentar su curiosidad.

La mujer era una bruja, sin duda, conclusión que le satisfizo lo suficiente como desviar su atención hacia el interrogante de los frasquitos. Para su resolución consideró realizar un examen más minucioso, razón por la que se los pasó de una mano a otra mientras los hacía desfilar por turnos por delante de sus ojos esperando encontrar tras el cristal algo más que el reflejo de su propia mirada.

Nada sacó en claro además de la obvia diferencia entre unos y otros, diferencia que no ayudaba más que a elegir un favorito por razón del color.

- Quizá más adelante, con ayuda y tiempo…- se dijo.

Así que los guardó y se dirigió hacia el edificio donde había visto entrar a Ylva, dudando si debía contarle todo lo ocurrido.

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18/04/2019, 21:17
Gunnar

Gunnar, completamente distraído, al punto de haber ignorado la pregunta de su propia hija, volvió en sí al escuchar de los soldados enanos que se dirigían a toda velocidad a la empalizada sur de Skermnir. Aquello era algo fuera de lo común, tanto por tácticas como por la idiosincrasia enana. Su rostro, lejos de mostrar el semblante despreocupado que lo caracterizaba, era un nido de desconfianza y preocupación a partes iguales.

— La princesa tiene razón, y aunque no estoy completamente seguro de que sea la mejor opción, ciertamente el orgullo de los enanos se vería gravemente herido si los recibe cualquier otra persona... Es conocido que usted viaja en la comitiva —acotó, e instantes después hizo un gesto a varios miembros de la escolta a unirse al grupo, entre ellos Olaf—. Sin embargo, no iremos solos, no es recomendable—dijo, para luego echar a andar al mismo nivel que la princesa, aún con su mano hábil en el pomo de su espada—.

Durante la caminata, Gunnar lanzó una mirada de reconocimiento a la druida, y también indicó a los hombres que se posicionarán detrás del grupo.

Notas de juego

Lamento la tardanza, no he tenido ni un ápice de internet en donde vivo, y ahora mismo he empezado a trabajar y es desde donde estoy posteando.

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21/04/2019, 22:23
Gallan

Gallan asintió satisfecho. Le había costado menos de lo que había pensado convencer a Mara de que aceptara aquella tarea.

—¡Estupendo! —celebró—. Pues entonces ya sabes, será mejor que te pegues a ellos como una lapa a las rocas. No permitas que te den esquinazo, y...

Volvió a mirar a un lado y a otro antes de seguir, en voz más baja.

—... ten cuidado. Mi instinto rara vez falla, y ahora me dice que el peligro ronda a estos... "diplomáticos". Si te ves en dificultades... bueno, seguro que tienes claras tus prioridades. Yo al menos las tendría, y echaría a correr a la mínima señal de que mi pellejo peligra.

Sonrió y le dio un golpecito a Mara en el brazo.

—Y ahora me largo de aquí. Estas aguas son demasiado frías para mi gusto. Ya me contarás qué tal ha ido. ¡Suerte! le hizo un gesto de despedida a la exploradora y se alejó en dirección al muelle para subir a su barco lo antes posible.

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21/04/2019, 22:29
Narrador

Rothnan escuchó las peticiones de Ylva y Strumni, y empezó a revolver en unos cajones que tenía detrás de un tosco mostrador de madera. Cuando el enano salió, decidió encargarse primero de la joven skaldi. El tendero estaba sacando una red para enseñársela a Ylva cuando Glyrhel entró en la tienda, pasando al lado del coruplento enano rubio que se llamaba Mormnir.

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21/04/2019, 22:31
Rothnan

—Supongo que esta te servirá —dijo Rothnan, poniendo en las manos de Ylva una red trenzada con cordones gruesos y de color claro—. Las utilizamos para pescar, pero son fuertes. También te valdrán para inmovilizar a algún animal o... bueno, lo que sea que necesites inmovilizar. Pero cuidado si tiene garras o cuchillos. Dos piezas de cobre por la red y...

Sacó una cuerda larga y fuerte.

—... otra pieza de cobre por cada metro de cuerda. Es de buena calidad. Otra por los ganchos y en cuanto a los arcos... tengo algunos, pero son un poco largos de más para ti, me temo. ¿Sabes disparar?

Miró a Glyrhel cuando este entró.

—Enseguida estoy contigo, chico...

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21/04/2019, 22:37
Agga

Strumni salió de la tienda y Mormnir lo siguió. Cuando estuvieron fuera, el enano montaraz no tardó en distinguir a Agga, rodeada de un grupo de enanos guerreros de Krar Umgar a los que reconoció sin problemas. Era un grupo poco numeroso, pero bien escogido. Hubieran hecho falta muchos orcos para suponer una amenaza para aquél pelotón.

Agga, la capitana, avanzó hacia Strumni con aquella mirada severa que la caracterizaba, el pelo encrespado y rubio moviéndose con la brisa. Llevaba su enorme martillo a la espalda, y Strumni recordó algunas de las historias que había oído sobre su destreza al utilizarlo.

—¡Strumni! —Agga no sonrió, pero pareció aliviada de haberle encontrado—. Había oído que te movías rápido por la superficie, pero ahora veo que no eran sólo rumores. Esperábamos alcanzarte antes de que llegases aquí. ¿Dónde está esa princesa humana? Necesito hablar con ella y rápido.

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21/04/2019, 22:45
Narrador

Svartfloy, el cuervo de Runi, echó a volar a toda velocidad en dirección sur y se perdió de la vista. Mientras tanto, el grupo de la princesa Ingelyn se dirigió a pie hacia la puerta sur para averiguar qué querían aquellos enanos que viajaban a plena luz del día. Skermnir no era grande, y no tardaron demasiado en llegar hasta la empalizada. Era de madera, pero fuerte, y la puerta estaba abierta de par en par.

Cuando preguntaron por los enanos, uno de los centinelas del pueblo informó a Ingelyn de que les habían dejado pasar hacía unos minutos. Después de todo, los enanos de Krar Umgar tenían permiso del Rey Thoran para transitar por sus tierras. Sin embargo, uno de ellos había permanecido junto a la puerta y avanzó en cuanto les vio venir.