Partida Rol por web

El Brazal de Oro

- Capítulo IV: Roca viva -

Cargando editor
03/11/2019, 23:53
Mormnir

Pero alguien más se removía inquieto. Con las últimas emociones del reencuentro con Ylva, casi no se habían dado cuenta de que había otro conocido muy cerca, aunque había tardado un poco más que la joven skaldi en llegar hasta ellos. Mormnir, uno de los dos guerreros que Agga les había asignado en Skermnir, estaba allí. Y parecía exasperado, como si estuviera deseando hablar, pero no se atreviese a interrumpir a alguien tan importante como Uwa. Aprovechó la primera pausa de esta para intervenir.

—¡Mi señora! —exclamó—. No hay tiempo para conversaciones diplomáticas... ¡Debéis saber que hay traidores en el grupo de humanos, y que no podemos saber cuáles de ellos son de fiar, si es que hay alguno que lo es! Gungnar y yo mismo hemos estado a punto de caer víctimas de su felonía, y no ha sido por mucho margen que estamos aquí para contarlo.

Miró ceñudo a los skaldi, como si estuviera deseando ponerse entre ellos y la sobrina del rey enano, la cual miraba al guerrero rubio con una expresión de incredulidad en su rostro.

Cargando editor
04/11/2019, 00:08
Ylva

Ylva, que había vuelto al lado de su padre, iba a responder a responder a Runi pero la aparición de Uwa le hizo armarse de paciencia para que le contasen que demonios había pasado con la princesa. La niña sonrió a Glyrhel con complicidad hasta que, la enana comenzó a hablar. Sus palabras la perturbaron. Mucho. Más incluso que Sonrisitas. ¿Cómo que sabía que había pasado con Ingelyn? La mirada de Ylva pasó de la confusión a un claro enfado con los enanos de la atalaya. ¿Acaso sabían algo de su amiga y se lo habían callado? ¿Qué estaba pasando?

—¿Qué le ha pasado a Ingelyn? —preguntó tratando de reprimir la ira que empezaba a invadirla. Su pregunta fue casi al mismo tiempo que la acusación del enano, algo que la sacó por completo de sus casillas. No era la primera vez que la acusaban de algo parecido aquella noche...o día...o lo que fuese. La niña cogió aire apretando con fuerza su maltrecho arco y con una furia contenida repitió muy despacio y con una calma que no engañaba a nadie— ¿Qué le ha pasado a Ingelyn?

Cargando editor
04/11/2019, 13:12
Runi

Runi posó la mano en el hombro de Ylva para tratar de calmarla. Aunque es verdad que las palabras del enano no ayudaban mucho, lo cierto es que no podía culparlos.

-La princesa se ha separado de nosotros de momento. Pero no vamos a darla por perdida. Daremos con ella en cuanto averigüemos algunas cosas, tranquila. -

-Y sí. Mormnir tiene razón. Dentro de nuestro sequito han habido traidores. Gente de mucha confianza nos ha vendido. Aunque en el caso de algunos no han podido evitarlo ya que estaban coaccionados por la magia.
Tenemos enemigos muy poderosos, tanto vuestros como nuestros, que se han unido para destruirnos. Y si no hacemos algo para evitarlo lo conseguiran.-

-La princesa es la clave. La necesitan, pero de momento está tan fuera de su alcance como del nuestro. Aunque no creo que dure mucho. Por lo que no tenemos tiempo de pelearnos entre nosotros. Debemos colaborar si queremos que nuestros pueblos sobrevivan. Si queréis Strumni os puede explicar lo de Murgin y Lognar, por si os es más fácil de creerle a él que no a los skaldi.-

Cargando editor
04/11/2019, 13:42
Director

Notas de juego

Ya podéis marcar a Glyrhel.

Cargando editor
04/11/2019, 14:17
Glyrhel

Glyrhel comprobó, muy a su pesar, cómo una alegría que creía duradera moría en un instante.

La ilusión del reencuentro y la emoción de lo aprendido agacharon las cabezas mientras volaban los reproches. Hasta las palabras de su amiga brotaron de sus labios manchadas del rencor que la desconfianza había engendrado.

Faltaba la princesa y había traidores...

El muchacho guardó silencio, callado y cabizbajo, y apenas alzó sus ojos para mirar a Ylva y sonreírla. Una sonrisa que nació y creció culpable por haber sido esbozada cuando nadie más lo hacía. Por ello no tardó en morir y desaparecer en un rostro que adoptó la seriedad que el momento requería.

Cargando editor
04/11/2019, 15:26
Strumni

No era aquello lo que le apetecía, desde que había pisado la atalaya de Kaz-Umzur su fornido cuerpo le pedía el internarse en algún lugar oscuro con mucha cerveza y tener una larga sesión de alcohol y autocompadecimiento. Maldecirse por su fracaso y su inutilidad durante unos cuantos días y después volver al bosque en soledad para purgar sus demonios internos, pero no iba a tener opción por el momento. Al escuchar a Mormnir y captar la intención de sus palabras Strumni entendió que tenía algunas cosas que hacer todavía. Como muestra de respeto a los presentes apagó su pipa y la guardó, para acto seguido moverse y posicionarse entre la mirada de Mormnir y el grupo de los skaldi.

—Celebro verte Mormnir, temí lo peor. Cierto es que ha habido traidores entre los skaldi, igual que entre nuestro pueblo. Mas pongo mi palabra y mi nombre para hablar de la lealtad de los aquí presentes. Ellos han combatido a mi lado, sangrado conmigo y pasado las mismas penurias que yo. Creo que hay tantos motivos para poder sospechar de ellos como de mí.

Haciendo acopio de unas energías que hasta él mismo creía agotadas, el enano habló con rotundidad y firmeza. Tras eso y respondiendo en orden inverso a como se presentaron las palabras centró su atención en Uwa y sus requerimientos. Ordenó las ideas en su cabeza y cuando éstas estuvieron claras procedió a responder.

—La magia de Murgin el traidor nos atacó. Una vez sofocamos la revuelta de los skaldi traidores su magia nos golpeó. Perdimos a la princesa Ingelyn aunque conseguimos seguir su rastro hasta unas ruinas de una construcción enana que yo desconocía. La entrada estaba sellada pero Ingelyn la había conseguido cruzar de una forma que se me escapa. Allí se nos presentó una sombra parlante que jugó con nosotros pero nos permitió acceder a las ruinas para seguir buscando a la princesa. Rastreamos las huellas todo lo que pudimos y encontramos a Astrid que había despertado en los túneles. Estábamos algo perdidos y la sombra volvió a aparecer para facilitarnos una llave que abriría una puerta e indicarnos el camino. En los túneles encontramos a uno de los traidores skaldi que nos reveló que Lognar se había compinchado con Murgin y que tenían rodeada la atalaya. Necesitan un brazalete de oro que porta la princesa. Tras eso nos encontramos con el capitán Urri y su gente.

Miró a los skaldi por si alguno quería decir algo e hizo memoria él también por si en su apresurado relato había llegado a olvidar algún punto que fuera relevante contar.

Cargando editor
05/11/2019, 22:14
Ylva

Ylva refunfuñó cuando Runi la respondió. Como de costumbre hacían los adultos, no había dicho nada. Y, como sabían los enanos de la fortaleza, ella ya no era ninguna niña, por mucho que insistiesen en tratarla como a tal. La sonrisa de Glyrhel por lo menos consiguió hacerla esbozar otra de nuevo. A pesar de todo, seguía muy enfadada. Con los enanos, por haberla engañado y con los suyos, por no decirles lo que ocurría.

—¡Entonces sabéis por donde se puede llegar a ella! —Ylva se acercó a Strumni con gran interés— ¿Dónde están Strumni? Prometí que estaría con Ingelyn y cumpliré mi promesa. Estoy segura de que podré pasar.  Runi, padre... debo ir...

Al decir aquello último la niña miró fijamente a Runi y se metió las manos en los bolsillos. Después miró a su padre, suplicante, se alegraba de verle vivo, pues aunque no lo reconocía había sentido miedo por su vida, pero no estaba dispuesta a obedecerle si había una oportunidad de ayudar a su amiga.

—Nosotros también nos encontramos con Sonrisita. Nos dijo que fue el que nos llevó a los túneles y se burló diciendo que era para protegernos de los no-muertos. Pero eso era una tontería. La hermana de Merial consiguió dejarlos fuera de combate... Por cierto ¿Qué es esa espada de hielo?

Cargando editor
06/11/2019, 13:37
Uwa

Uwa alzó un brazo para detener aquella avalancha y negó con la cabeza. Su rostro se había ensombrecido mucho desde que había escuchado el nombre de Murgin.

—Tienes razón, Ylva —dijo—. Había olvidado deciros a ti y a Glyrhel lo que el capitán Urri me ha contado, lo siento. Parece ser que la princesa ha cruzado una extraña puerta mágica en esos extraños túneles. Una puerta que ni mis guerreros enanos ni vuestro mago han sido capaces de abrir. Creo que de algún modo, la princesa cuenta con medios para abrirse paso por lugares que deberían estar sellados, por lo que parece bastante difícil que podamos llegar hasta ella ahora... aunque por supuesto no dejaremos de intentarlo.

Luego se volvió hacia Mormnir. 

—Lo que cuentas es también preocupante, Mormnir. Y no haré la vista gorda sobre ello. Pero creo que estos skaldi son leales, como también lo es la princesa, y que es su intención sincera encontrarla y asegurar que todo se resuelva de la mejor manera para Skald. Aunque, sin duda, esto pondrá las cosas difíciles a la hora de llegar a un acuerdo entre el Rey Grummdar y el Rey Thoran...

Suspiró y se pasó una mano por el mentón, reflexionando. Aunque no tardó mucho en dar una cabezada afirmativa y volver a hablar con decisión.

—El mago Runi tiene razón —dijo—. Debemos colaborar. Si continuamos cada uno por nuestra cuenta, daremos ventaja a nuestros enemigos. Os ayudaremos a encontrar a la princesa.

Cargando editor
06/11/2019, 13:45
Astrid

Mormnir bufó en desacuerdo, pero no dijo nada para contravenir las órdenes de Uwa. Mientras tanto, Astrid se adelantó un paso con aire preocupado.

—¿Pero qué hay de lo que dijo Sven sobre Murgin rodeando la atalaya con sus no-muertos? Si aquello era verdad, este no será un lugar seguro. A menos que podamos hacernos fuertes en él y resistir, pero no sabemos con qué fuerzas cuenta ese nigromante. Sólo sabemos que son cadáveres, y que es mejor no tomarlos a broma...

Cargando editor
06/11/2019, 13:48
Narrador

La conversación estaba desarrollándose cuando Runi notó una vez más una sensación extraña de somnolencia, y le pareció que todo a su alrededor se volvía brillante y nebuloso. ¿Les atacaban...? No, aquello era diferente. No era como cuando se habían dormido en la granja. Era... otra cosa... Algo agradable, casi benévolo.

Las voces de los demás se atenuaron y sus figuras se hundieron en la neblina. Podía ver algo delante de él entre la bruma, aunque no entendía qué era... Parecían ramas, ramas muy finas y que brillaban con un color rojizo. ¿Alguna clase de extraño árbol...? De repente, alguien pasó a su lado. Una niña de cuerpo delgado y pelo corto, muy rubio. ¡Ingelyn! La princesa caminaba hacia la rama más gruesa. Llevaba algo en la mano... Iba a...

Pero Runi no pudo ver más. Un viento disipó la niebla y con ella la figura de Ingelyn. Volvía a estar en el patio subterráneo de Kaz-Umzur.

Cargando editor
06/11/2019, 13:53
Narrador

La conversación estaba desarrollándose cuando Tressa notó una vez más una sensación extraña de somnolencia, y le pareció que todo a su alrededor se volvía brillante y nebuloso. ¿Les atacaban...? No, aquello era diferente. No era como cuando se habían dormido en la granja. Era... otra cosa... Una sensación similar a la que había notado en el mercado enano abandonado, algo casi benévolo...

Las voces de los demás se atenuaron y sus figuras se hundieron en la neblina. Todo se volvió tan claro que por un instante su mundo se volvió completamente blanco. De repente, alguien pasó a su lado. Una niña de cuerpo delgado y pelo corto, muy rubio. ¡Ingelyn! La princesa caminaba despacio pero con decisión hacia algo que sólo ella podía ver. Llevaba algo en la mano, que lanzaba destellos dorados, y en cierto momento se detuvo y pareció introducirlo en algún lugar, como si fuese una llave de algún tipo...

Pero Tressa no pudo ver más. Un viento disipó la niebla y con ella la figura de Ingelyn. Volvía a estar en el patio subterráneo de Kaz-Umzur.

Cargando editor
06/11/2019, 13:56
Narrador

La conversación estaba desarrollándose cuando Glyrhel notó una sensación extraña de somnolencia, y le pareció que todo a su alrededor se volvía brillante y nebuloso. Era una sensación agradable, casi placentera...

Las voces de los demás se atenuaron y sus figuras se hundieron en la neblina. Todo se volvió tan claro que por un instante su mundo se tornó completamente blanco. De repente, alguien pasó a su lado. Una niña de cuerpo delgado y pelo corto, muy rubio. ¡Ingelyn! La princesa caminaba despacio pero con decisión hacia algo que sólo ella podía ver. Glyrhel podía sentir sus dudas, pero también su determinación. Por algún motivo, sabía que ella iba a hacer algo de lo que dependían muchas cosas, tantas que no podía atisbar la importancia de aquél momento. Pero... ¿qué era lo que su amiga estaba haciendo?

No pudo averiguarlo, porque no pudo ver más. Un viento disipó la niebla y con ella la figura de Ingelyn. Volvía a estar en el patio subterráneo de Kaz-Umzur.

Cargando editor
06/11/2019, 13:58
Narrador

La conversación estaba desarrollándose cuando Ylva notó una sensación extraña de somnolencia, y le pareció que todo a su alrededor se volvía brillante y nebuloso. Era una sensación agradable, casi placentera...

Las voces de los demás se atenuaron y sus figuras se hundieron en la neblina. Todo se volvió tan claro que por un instante su mundo se tornó completamente blanco. De repente, alguien pasó a su lado. Una niña de cuerpo delgado y pelo corto, muy rubio. ¡Ingelyn! La princesa caminaba despacio pero con decisión hacia algo que sólo ella podía ver. Ylva podía sentir sus dudas, pero también su determinación. Fuera lo que fuera, iba a hacer algo importante. Algo crucial para el futuro, no solo de ella, si no de muchos más seres. Y sin embargo, Ylva tuvo la sensación de que no era la única que observaba. Otros, ocultos a su espalda, observaban esperando con ansiedad y expectación a que la princesa llevara a cabo aquello para lo que estaba en ese lugar. Dos seres más, uno al que le consumía el deseo y la avaricia. Otro, que sabía que aquella era su única esperanza... Pero... ¿Quiénes eran...?

No pudo averiguarlo, porque no pudo llegar a darse la vuelta. Un viento disipó la niebla y con ella la figura de Ingelyn. Volvía a estar en el patio subterráneo de Kaz-Umzur.

Cargando editor
06/11/2019, 16:11
Runi
- Tiradas (2)

Notas de juego

¿Puedo tirar para identificar al de la visión que he tenido? El árbol, si ve algo de paisaje. Cualquier cosa.

DJ: Tira una Percepción, a lo mejor captas algo más dependiendo de lo que salga.

Tirado está. Lo mismo veo algo.

DJ: Juder... xD Luego te cuento.

Cargando editor
06/11/2019, 20:44
Narrador

La visión se había disipado ya y Runi no podía estar seguro... pero hubiera jurado que las ramificaciones que acababa de ver eran metálicas y estaban compuestas por una especie de extrañas tuberías, ruedas y engranajes. Como si se tratara de alguna compleja maquinaria que él no comprendía, más que de auténticas ramas de árbol. Parecían formar un entramado similar a las venas de un ser vivo.

Cargando editor
06/11/2019, 23:04
Ylva

La explicación de Uwa no convenció a la arquera y se notaba claramente en su cara. Ella misma "se había olvidado" muchas veces de que tenía que coser un vestido, de que tenía que llegar ese día pronto, de que no podía usar el arco de su padre o intentar levantar su espada e incluso, en una gloriosa ocasión, se "había olvidado" de que tenían prohibidisimo ir a la Covacha del Oso. 

No. "Se me olvidó" no era una excusa creíble que fuese a convencerla. Alzando las cejas miró a Glyrhel como diciendo "¿te lo puedes creer?" antes de lanzar un bufido que meneó las hojas más altas de la cabeza de Mawi.

Poco a poco, y al tiempo que la conversación iba tornándose más macabra, e Ylva fue palideciendo hasta adquirir el color de la leche. La chica ya no seguía con la mirada las conversaciones de los demás, sino que se movía la cabeza como mirase algo. De pronto sus ojos se abrieron mucho y agarró el arco con fuerza.

—¡¡Lyn!!¡Espera!— El grito de Ylva resonó por toda la sala.

Los skaldi sabían que "Lyn" era el nombre cariñoso que Ylva daba a su amiga. A la arquera le gustaban los nombres que se pudiesen gritar de una punta del bosque a otra para poder localizarse, pero su amiga tenía nombre de princesa y a una princesa no se la llamaba a gritos. Ylva solo usaba su nombre completo cuando se refería a ella o cuando estaban en una situación donde la princesa no se sintiese cómoda con ese apelativo. Asustada, la chica miró primero a su padre y luego a Glyrhel.

Cargando editor
07/11/2019, 00:48
Runi

Runi agradecía la atención que les dispensaba Uwa. Tenía todo el derecho a desconfiar de ellos, pero al no hacerlo aumentaba mucho las posibilidades de todos de llegar a ver más amaneceres. Aunque no le pasó desapercibido el comentario sobre las futuras relaciones entre los reinos. Pero aquello tendría que esperar.

Iba a decir algo más cuando el anciano skaldi se envaró de repente. Su mirada estaba como vacia mirando a un lugar donde no había nadie. Extendió la mano y gritó.

-Ingelyn no. Espera-

El grito llegó practicamente al mismo tiempo que el de Ylva. Demasiado junto para ser una coincidencia. Estaba claro que allí había pasado algo. Runi boqueó y pareció despertar de algún tipo de visión.

-La princesa. La he visto. No sé cómo pero la he visto. Está...está en algún sitio con varas metálicas. Tubos. Tubos rojos. Había también engranajes y cosas parecidas. Era una maquinaria muy extraña, como la que soléis construir, pero si tuviera que describirlo diría que parecía formar algo parecido a las venas de un ser vivo. La princesa se dirigía hacia la ¿tubería? más grande. Pero no sé donde puede ser. No he visto nada más.-

Notas de juego

No sé si sé lo que son tubería y engranajes, pero como me lo has puesto imagino que sí. Si no cambio el post.

Cargando editor
07/11/2019, 13:10
Glyrhel

Con el rostro demudado como el de un espectro, o como el del vivo que con temor cree haber atravesado por un instante el tenue velo, Glyrhel dirigió su mirada a los presentes y comprobó, con sorpresa, que no había sido el único en ver algo.

Con gusto se hubiera dirigido a Runi, le hubiera preguntado qué era o qué había pasado, pero por las palabras del mismo anciano, él parecía tan confuso como el muchacho. Por ello, puestos a buscar respuestas, Glyrhel miró a Uwa cuyo aspecto probablemente enmascaraba una edad mayor de la que aparentaba y por tanto la experiencia que probablemente necesitaban.

- Yo también la he visto... A Ingelyn. A la princesa.

Cogió aire y lo soltó despacio antes de tragar saliva. Notaba la garganta ronca y seca, aunque bien podían ser las palabras arañando y forcejeando por no escapar de su boca.

- Va a hacer algo. No sé el qué. Pero es importante. Está decidida a hacerlo. De ello dependen muchas cosas. Yo...- El joven se encogió de hombros.- No lo entiendo. No sé nada- añadió con frustración.

Cargando editor
07/11/2019, 22:18
Ylva

—No estaba sola, Runi... Había otros dos que...

Por un momento, una idea golpeó a Ylva. Había otros dos y Runi y Glyrhel también la habían visto... pero era imposible que fuesen ellos. No. Por lo que había sentido, no podía ser. De hecho, Ylva apostaba todas su flechas a que sabía quien era uno de aquellos dos seres. Y no le gustaba un pelo.

—Había otros dos seres observándola. ¡Tenemos que intentar llegar hasta ella! Cuando haga lo que tenga que hacer nos necesitará. Y que vosotros no hayáis podido pasar no significa que nadie pueda, ¿no? O que... —Ylva se giró de pronto y miró a Uwa. Uwa le había mentido y ya no confiaba en ella, pero si no se lo preguntaba y algo le pasaba a Ingelyn, no se lo perdonaría nunca. Finalmente, y aún con tono desconfiado, se lanzó— ¿Se encerró hace mucho a alguno de los vuestros en esta fortaleza? ¿O alguien desapareció en ella? ¿Cuando se edificó la atalaya? Quizás Edrin lo sepa...

Cargando editor
07/11/2019, 22:53
Strumni

El enano miró a los lados sin entender demasiado bien que era lo que había sucedido allí. ¿Magia? Otra vez la magia se interponía en su camino, si pudiera hacer desaparecer toda la magia del mundo con un chasquido de dedos lo haría, pero no podía. Resignado intentó comprender lo que allí se estaba hablando. Reunió en su cabeza la información que se había ido soltando y trató de formar un relato que fuera coherente para él.

—No entiendo nada de magia, ni de visiones, nada de nada pero ¿estáis seguros que eso que habéis visto es real? —preguntó el enano, aunque creía conocer la respuesta.

—Prometí traer a Ingelyn a la atalaya y soy de aquellos que cumple con lo prometido, si hay alguna posibilidad de sacar a la chica de allí contáis con toda mi ayuda. Sin embargo necesitaré que seáis un poco más claros con las explicaciones por favor. No me estoy enterando de nada —sentenció con mucho pesar Strumni, viéndose totalmente perdido en aquella situación.

¿Debía acompañarles de nuevo? Quizás sería más un estorbo que una ayuda, un impedimento que una solución. Sacudió la cabeza con rapidez para eliminar aquellos pensamientos que en aquel momento no le ayudaban demasiado.