Partida Rol por web

En aquel preciso momento, cuando todos estaban mirando la pantalla viendo los datos que ofrecía el Histórico del programa, este emitió un pitido y aparecieron los siguientes mensajes en pantalla:

GPS1 activado.

Nueva ruta detectada.

Comienzo de ruta: 40.771485, -73.965722,  884 Madison Ave New York, NY 10021, EE. UU.

Recorrido inferior a distancia mínima almacenable.

Ruta desestimada.

Cuando el mensaje desapareció automáticamente de la pantalla a los pocos segundos, no quedó ningún rastro de aquella conexión del GPS1. Había sido desestimada, efectivamente, y no se había volcado ningun dato en el programa.

Era como si nada hubiera sucedido pero... no había duda, el GPS1 se había activado por unos segundos.

Solo fue un instante, apenas unos segundos, pero lo suficiente para ver en los mensajes como el gps que correspondía al coche de Adam, el que estaba aparcado allí en Nueva York, se activaba.

-¡ES EL COCHE DE ADAM! -Gritó a toda voz por impulso, cuando se dio cuenta se calmó un poco y bajó el tono de su voz.- ¡Se activó el gps del coche de Adam! ¡Se está moviendo! ¿Que hacemos? ¿Vamos a intentar encontrarlo? Podemos llevar el portátil y ver si la señal sigue indicando donde va. También tenemos las posibles rutas.

-¡Déjame ver...! Es verdad... Pero... a ver, ya no se mueve. Y mira: "recorrido inferior bla bla bla..." ¿Eso no significa que sólo se ha movido unos centímetros, o poco más? ¿Cuál debe ser el mínimo almacenable? ¿o lo que ocurre es que han desactivado el gps en cuanto ha arrancado el coche? Perdonadme, pero estoy espeso. Demasiadas cosas raras acumuladas.

Miró a Harriet como esperando una respuesta a alguna pregunta anterior.

-Como lo del la contraseña. Chiquilla, vas a tener que darme alguna explicación a eso. Convincente. Yo... bueno, antes, tuve una visión. Ya, sé cómo suena, pero es lo que hay. En ella veía a alguien, creo que era Adam, teclear algo y aparecer en la pantalla exactamente lo que estamos viendo ahora. Ese algo era la contraseña, claro, sólo que no llegué a verla, ni que se movieran las runas. Pero... tú sí, ¿verdad...?

Sacudió la cabeza, confundido.

-En cualquier caso hay que ir allí. A la dirección que muestra el gps.  Ver si está el maldito coche, y de paso conocer al amigo golfista. A ver si añadimos algunos rompecabezas más al lío...

Sí, el grito y lo que había pasado habían hecho volver en si a Rob, aunque algunas de sus preguntas no tenían respuesta para ella.

-No tengo ni idea de como funcionan esos gps, el caso es que se movió y deberíamos hacer algo. ¿Se supone que eso no se puede desactivar tan fácil no? ¿No los ponen para poder encontrarlos en caso de robo entre otras cosas? No lo se, la verdad.

Harriet se quedó mirando también a su amigo, estaba claro que también esperaba la respuesta a otra pregunta y se sorprendió cuando Rob le dio una extraña explicación sobre lo que le había pasado delante del portátil de Adam. Ante aquello, y al tratarse de Rob, Harriet decidió sincerarse.

-No estoy loca. ¿Vale? Creo que este fondo de pantalla tiene algo que sugestiona la mente, algo extraño. Cuando escribí los símbolos del fondo de pantalla en este papel, durante un momento parpadearon y se colocaron bien, como una de esas imágenes a las que miras fijamente y entonces ves otra cosa... Y entonces leí Orgelmir, no se que idioma es, ni que significa, ni porqué leí una letra más, pero esa era la clave.

No tenía más explicación y no hubiera dicho nada si a Rob no le hubiera pasado algo parecido también. En cuanto encontraran a Adam le pediría explicaciones sobre esa extraña tecnología que había usado para proteger su ordenador, o lo que fuera. Pero antes había que encontrarlo.

-Por mi vamos. ¿Sofia, Luka? ¿Que os parece?

No quería ni pensar en lo que aquellos dos estarían pensando de ella en esos momentos, de ser al revés Harriet habría pensado que se habían fumado algo fuerte o se habían tomado algún alucinógeno. Fuera como fuera había dado resultado, aunque era inquietante.

Aquello era una puta cacofonía. En una oreja tenía ladrando a la telefonista y por la otra le llegaban los nerviosos comentarios del cachas y HH. Creía que le iba a estallar el cerebro como no consiguiera cerrar uno de los dos canales.

-Gracias, señorita. Así lo haré -dijo colgando de inmediato.

Miró al trío calavera y tuvo que rebobinar para dar sentido a lo escuchado. Y es que aquello no era tan fácil.

-¿Ir allí? -preguntó repitiendo lo que ya habían dicho-. Errr -una sonrisa lobuna se dibujó en su rostro y la mirada brillaba de picardía-. Pues claro que nos vamos. Pillad lo que queráis llevaros con vosotros porque tengo a alguien ya esperando abajo. El famoso taxista. No acepto protestas ni que digáis que pillaremos nuestro propio vehículo. Ya habrá tiempo para eso en otro momento y ahora mismo no tenemos mucho que nos sobre. El tío conduce como un loco asíq ue si alguien puede llegar a ese coche, ese es él. Y además podremos hablar y preguntarle sobre el puto periódico y la noticia del triángulo ese -señaló cogiendo su chaqueta y el móvil-. Y no le deis demasiada importancia al olor a María -aconsejó al tiempo que salía a la carrera hacia el ascensor con el que llegarían abajo.

Ni idea de lo que le había picado ahora al nuevo, pero bueno, era algo que le había puesto a cien. ¿Salir en taxi oliendo a María? Una buena colección de caladas llevaba encima, no le cabía duda.

De todas formas, la cosa sonaba bien: irse YA y sin perder un segundo.

-¡Vale!

Y, como Luka, salió a la carrera tras él.

Colgó el teléfono después de haber hablado con el padre de Adam. Escuchó la propuesta de ir a buscar a Adam, le pareció una muy buena idea, y con tal de salir ya de allí, no le pudo venir mejor...
¿ir a buscar a Adam? Desde luego, vamos a ello.
Lo del viaje en taxi suena apetecible, a ver que pillamos...
Dijo en tono guason haciendo un doble juego entre las pistas que podrían encontrar y el colocón que podrían cogerle.... cosas de la juventud....

Salieron juntos hacia el ascensor llevando consigo el portátil de Adam y todo lo que habían averiguado. El ascensor no tardó en llegar y no tardó en dejarlos en recepción. Corrieron casi hasta la puerta principal y salieron a la calle.

Justo delante de la puerta del edificio, un reluciente vehículo estaba aparcado, sin conductor visible.

Había dejado de llover y no había ni rastro de ningún taxi. Por lo menos, de ningún taxi detenido cerca, porque circulando por la enorme avenida, había decenas de ellos.

Todos parecían estar de acuerdo así que recogieron todo lo que necesitaban y cogieron el ascensor a la planta baja. A Harriet se le hizo raro volver a salir a la calle, ya era la segunda vez que lo hacía en aquel día, algo que no era habitual.
Frente a la puerta había aparcado un vehículo, pero ningún taxi. Miró a Luka.

-Pues tu taxista de la marihuana no se está dando mucha prisa... -No le hacía demasiada gracia el plan, pero hablar con aquel hombre parecía importante.- ¿Ese es el coche que nos ofreció el Señor Willson? Quizás deberíamos llevarlo, no podemos ir en el taxi a todos lados y una vez allí quizás tengamos que seguir alguna de las rutas del portátil y no son cerca. ¿Que os parece? -Miró como seguía lloviendo.- ¡Me dejé el paraguas arriba! Sofia ¿Tienes algún paraguas en tu bolso, de esos plegables?

Rob parpadeó perplejo, pero con la mirada afinada, como si estuviera rumiando algo.

-No... me cuadra. Joder, ya es la segunda vez que me pasa... ¿hoy? -Sacudió la cabeza, era difícil de explicar.- Si no fuera por... lo de antes, lo de la "visión" -y entrecomilló con los dedos, aunque sólo para quitarle hierro al asunto, se le notaba que hablaba muy en serio- no os lo comentaría. Pero, en fin... es como si...

Miró a un lado y a otro, al coche que no era un taxi, inquieto.

-...es como si hubiera una especie de decalage en el tiempo.

Si eso le hacía parecer más loco de lo que ya había estado mostrándose, no pareció importarle. Harriet le conocía bien, Luka parecía un tipo abierto a cualquier cosa, y Sofía... bueno, para Rob la chica era la más difícil de conectar, pero estaban allí para resolver un problema. Uno importante. Y por ellos, siguió, sincerándose.

-Cuando he venido al periódico no había tráfico, pero en cambio en la tele estaban hablando de atascos considerables. Yo he ido como un tiro, he llegado en un tiempo tan corto que no es normal. Pero no he dado importancia a la cosa porque... bueno, ya me diréis qué os decía. "¡He dado un salto temporal!". -Volvió a entrecomillar, sonriendo nervioso.- Pero esto... es algo parecido, ¿no...? En taxi no está. Pero, Luka, te han dicho que estaba esperando abajo. Y es la segunda vez que viene, y la dirección es clara. No puede ser una confusión...

-No me han dicho que estuviera esperando abajo sino que conociéndolo y dado que estaba cerca lo más probable era que no tardara en llegar y que fuera bajando -no entendía demasiado de lo Rob estaba diciendo en relación a saltos temporales y demás. Lo más probable era que no hubiera desayunado de fundamento y que tuviera un bajón de azúcar-. Si lo preferís, podemos separarnos. Id vosotros en ese coche y yo esperaré a que llegue el taxista. No estamos como para perder oportunidades.

Harriet, no tengo paraguas... lo siento...
Escuchó con mucha atención a Rob pero desgraciadamente no sabia a que se refería exactamente... Qué cosa más extraña...
voto por lo que comenta Luka, así tenemos más probabilidades de éxito. Rob, Harriet, vais vosotros en el coche y Luka y yo en el taxi?

-Ah. Creí que habías dicho, justamente, que lo tenías esperando abajo, Luka. Vale. Pero, a ver... -Calló lo que seguía pensando sobre su propio comentario acerca del tiempo y sus "visiones"- ¿...es ese coche de ahí del periódico? Es decir, habláis de pillarlo como si tal cosa, por lo que, ¿es el que nos ha puesto el padre de Adam a nuestra disposición?

El coche que está aparcado en la puerta del edificio es un Chevrolet Suburban. Un típico modelo americano.

Las llaves que lleva Luka en el bolsillo se corresponden con esa misma marca, por lo que es de entender que esas llaves abriran y arrancarán el coche. Os lo encontraréis lleno de gasolina, completamente limpio y con navegador ultima generación. Tiene todos los extras que da el modelo y no llega a los 5.000 km

Cuidado con rayarlo XDDDDD

Estaban hablando entre ellos, decidiendo si iban todos en el taxi o se repartian entre el taxi y el coche que había allí aparcado para ellos cuando, de repente, se empezaron a escuchar claxones de coches a su izquierda.

Había atasco, era innegable y los conductores se tenían que estar desesperando... ¿o no?¿o estaba pasando algo por allí que no llegaban a distinguir desde donde estaban?

Cuando miraron en aquella dirección, se dieron cuenta de que algo pasaba. La calle en la que estaban tenia dos carriles en un sentido y otros dos en el otro. Los coches que venían por la izquierda a paso de tortuga, comenzaron a hacer un movimiento raro. Poco a poco, desde el fondo y acercándose a ellos, uno a uno, los coches que venían más pegados a la acera, se acercaban a esta hasta casi subirse al escalón para, segundos después recuperar la correcta posición dentro del carril. Era como si le estuvieran dejando paso a algo que venía entre los dos carriles, casi podían jurar que la otra línea de coches estaba haciendo lo mismo, pero abriendose a la izquierda, sobre la mediana de la via. Se dieron cuenta entonces de que lo que escuchaban era un solo claxon, y se aproximaba a ellos. Después de un rato mirando, el siguiente coche al que le tocaba aproximarse a su derecha, a la acera, no lo hizo, sino que la distancia entre ese coche y el anterior fue creciendo mientras el primero seguía andando y el otro no avanzaba. Ahora sí que empezaron a escucharse diferentes coches pitando y algún que otro insulto lanzado a los cuatro vientos. Y, de repente, el morro amarillo de un típico taxi de Nueva York apareció entre ambos coches, subiendose a la acera y deteniéndose unos metros más abajo. No tardó en retomar su "carrera", por la acera, los metros que los separaban, pasando entre los peatones que lo miraban asombrados y lanzando igualmente improperios variados y, a cada cual, más borde. Se detuvo justo al lado de vosotros cuatro, se escuchó el tirón dado desde el interior al freno de mano y se abrio la puerta del conductor.

Lo vieron emerger del interior, sonriente. Dio un palmada cuando vio a Luka, lo señaló con su dedo índice e hizo un paso de baile que les recordo al famoso MoonWalker de Michael Jackson mientras que movía impulsivamente las caderas.

-¡Lo sabía! ¡Lo sabía! ¡No podría ser otro! ¡El periodista! Guauuuuuuuu

Dejó el coche sobre la acera, la puerta del conductor abierta y se acercó a Luka. Los conductores que pasaban rn ese momento por la carretera lo miraban airados.

-¡Eyyyyy!¡Compadre! ¡Que alegría me da volver a verte! Eso es que te has pensado mejor la oferta que te hice, ¿eh? ¿es eso verdad? -entonces reparó en que Luka no estaba solo. Se envaró un poco y se puso serio- ¡Ah! ¿Que perdiste el usb no? Pues....está dentro del coche... ven que te lo de-le dijo mientras que le hacia señas para que lo acompañara al interior del coche y se volvía poco a poco hacia la puerta del conductor, andando hacia atras, sin quitarle la vista de encima a los tres acompañantes de Luka, haciéndoles una radiografía de arriba a abajo sin ningún tipo de pudor ni discrección.

Rob, que había estado mirando el desaguisado que precedió a la triunfal entrada del "Taxi de Luka", echó un vistazo hacia el flamante Chevrolet. Y luego, inmediatamente, otro al tipo del coche amarillo.

-Yo voy en el taxi, ¡vaya si voy!

Fue cuánto dijo.

-No te preocupes Sofía, no es tu culpa, con las prisas me dejé el mío arriba, supongo que nos tocará correr hacia los coches.

Aún no estaba claro que coches, pues no sabían si aquel que estaba delante aparcado era el que había dispuesto el Señor Willson para ellos y del taxi tampoco había señales. En cualquier caso parecía que Sofía iría con Luka en el taxi y Rob y ella en el otro coche.
Entonces un montón de pitidos y movimientos extraños en el tráfico atrajeron su atención. Harriet no podía creerse lo que estaba viendo, no había visto a alguien conducir tan mal desde... ¡Desde nunca! Ella no se montaría en ese taxi ni loca...
No pudo evitar mirar con una mezcla de extrañeza y reproche a Rob cuando este anunció a los cuatro vientos que él iría también en el taxi. ¿Estaban todos locos? A pesar de que no hacía falta preguntar Harriet se volvió hacia Luka.

-¿Este es tu taxista? No creo que sea buena idea ir con él, está loco... Y yo no se conducir, si queremos llevar el otro coche tendrá que llevarlo alguien. -Miró hacia su compañera con cierto temor.- ¿Estás segura que quieres montar ahí?

Sofía se quedó perpleja al ver el taxi y mucho más cuando vio al taxista...
Guauuuuu tiene pinta de estar muy loco ese taxista...
Escuchó a Rob pedirse el taxi, por lo que supuso que le tocaría ir en el coche... miró a Rob con cara de no hacerle mucha gracia de que se hubiese adelantado y no hubiese preguntado al resto....
Vaya... me va a tocar ir con Harriet... y encima no sabe conducir... grrrrrr....

-Harriet, ¿Cómo es que una sagaz periodista como tú no sabe conducir?

La miró de arriba a abajo haciendo notar su desaprovación. Se giró hacia Luka para pedirle las llaves del coche.

-Ey Luka, pásame las llaves del coche que nos vamos pitando!!

No pudo evitar echarle una mirada de cierto nerviosismo, impaciente porque le diera las llaves y comenzar el trayecto...
Después de todo... ahora toca disfrutar de la aventura...

-Espera preciosa. No es necesario que nos separemos si vamos al mismo sitio, ¿no? Podemos ir todos en el taxi, eso es lo que he querido decir. El cochazo que nos han puesto no va a desvanecerse, espero. En cambio, en ese taxi quizá aclaremos algo del periódico, porque aquí lo encontró Luka, según dijo.

Con cara de niño bueno Rob miraba a Sofía, asintiendo.