Partida Rol por web

Tratas de concentrarte en esa sala... ¿Central? Los recuerdos del soldado son muy vagos al respecto.

Descubres que te es más complejo proyectar tu mente a una sala que sobre una persona, pero aún así, logras enlazar con una de las cámaras, mientras en este lugar te tomas un instante para decidir en qué dirección comenzar a investigar.

A pesar de que no era facil Grend parecia haberlo conseguido. Podía ver la sala y como iba llegando la gente del Búnquer. Pero había algo que no le gustaba. Aquella sala tenía algo raro. Si era un lugar donde estaban construyendo algo importante, para qué llevar a la gente allí.
O bien lo querían enseñar, o bien tenían algo más macabro en mente.

Grend empezó a fijarse en las caras por si veía a alguien más conocido.

Grend seguía vigilando la reunión y memorizando caras. No obstante necesitaba saber cuantos eran realmente en el bunker para saber quién faltaba y quién no.
Recordó que el profesor hizo aparecer una especie de imagen holografica de la nada y quería que le señalara cosas. No sabía si podía hacer algo así, pero estaría bien averiguarlo para un futuro.
De todas formas imagino que si en el mundo real había ordenadores, aquí debería haber algo parecido. Algo donde se pudiera conectar y mirar. Por lo que buscó en la sala donde se encontraba, y siguió avanzando buscando lo que quería.

Cuando vio a Jade se le cayó el alma al suelo, la pobre niña parecia que había sufrido. Y en verdad él sabía que así había sido. También vio a Dahlia, que preguntaba por 42. Y se le ocurrió una cosa.

De alguna manera Grend notó que no le había llegado el mensaje a la joven. Al parecer no había conexión ahí dentro. El cómo lo sabía carecia de importancia en ese momento, lo crucial era que lo había enviado y que esperaba que lo viese en cuanto volviera a tener conexión.
Aunque le extrañaba que no hubiese en algún lugar del bunker. Hoy en día había que estar conectado para casi todo.

Siguió observando la escena mientras en su plano de realidad viajaba por escenarios extraños buscando un puerto de conexión.

En la sala de la reunión se han desplegado droides con cámaras, altavoces y micros. 

Estás atento a todo lo que pasa, por lo que este añadido llama inmediatamente tu atención, lo que te ayuda a descubrir que no eres el único que está observando a través de esos nuevos ojos. 

Algunas de las conexiones que se están realizando provienen de zonas físicas del búnker. Un rápido vistazo te hace coincidir con alguien uniformado en el sector superior. No vas a mirar todas y cada una de ellas, te llevaría mucho tiempo, pero te hace captar una idea de quienes están ahí. 

Más cuando no son los únicos que observan.

Tu nueva conciencia te permite sentir la presencia de otros ecos. Sombras de lo que antiguamente debieron ser personas, también atentas con lo que pasa. 

Parecen estar especialmente pendientes de lo que pasa con los Droides. Con un poco de maña podrías controlar alguno de esos Droides, pero lo difícil sería pasar desapercibido. Si sólo tratases de participar en la posible asamblea, haciéndote pasar por alguien vivo y respetando los turnos de palabra es probable que no llames la atención. Si quisieras intervenir sin turno o controlar por completo uno de los pequeños robots sería más difícil que pasaras desapercibido. Sin duda será algo a valorar, pero si te descubren y la situación se vuelve agresiva, tendrías que defenderte. La pistola que invocaste antes del flujo nocturno sigue en tu mano, aunque desconoces por cuanto tiempo más aguantará sin desmaterializarse. Siempre podrías llamar otra si llega a pasar, pero la cautela te inspira a hacer un uso razonable de tus energías.

La presencia de tu soldado de alguna manera ha seguido la línea de tus pensamientos, y te susurra 

- No confíes en las máscaras de los Ecos. Su falsa amabilidad sólo me trajo desgracias. Si llega la situación, considere seriamente disparar antes, porque podrías perder lo que mi sacrificio te ha dado.

Todo esto lo estás pudiendo analizar y sentir mientras avanzas por los cableados. Hay metros y metros de recorrido, cientos y cientos de yardas, puede que hasta miles de kilómetros. Todo está conectado, pero lo difícil es encontrar un núcleo en el que se guarde la información y acceder a ella. 

Te detienes a analizar. Las habitaciones no son una zona de trabajo, más bien almacenaje vital. Cuarentena, que es donde estabas, no tiene un gran peso. Si hay algún sitio donde se guarde la información... ¿Dónde sería? 

La estructura base indica movimiento en las áreas administrativa, de investigación histórica y Científica. Es donde hay un mayor magnetismo y peso en los cableados. Lo que buscas debe estar almacenado en algún tipo de central, y ésta debería estar en una de esas tres zonas, o eso deduces a falta de conocer sobre la existencia de sub-zonas no registradas o secretas.

¿Por dónde empezarás?

Grend todavía le desconcertaba el hecho de poder estar en dos lugares al mismo tiempo. Le daba incuso un poco de miedo, pero lo desechó enseguida pues tenía trabajo que hacer.
No podía llegar a Dahlia, de momento, pero tomó nota de unas cuantas cosas. No le gustó lo que vio de Amadeus, aunque puede que el comentario final a Jade tuviera algo que ver. En cambio las preguntas y la actitud de Blackwood le parecieron más afines. Tendría que tratar de ponerse en contacto con él, sobretodo porque parece ser un científico y tal vez tenga información importante.

Muy bien. Gracias por el aviso.

Tomó nota de las advertencias del soldado en su interior, y dejó su presencia en uno de los robots. Trataría de usarlo para hacer alguna pregunta, pero sin llamar la atención hasta ese momento. Seguramente después de hablar habría mucho alboroto.

Su "cuerpo" llegó a un lugar desde donde parecia que podía acceder a algo de información.

Vale. Veamos. En teoría los datos importantes deberían guardarlos en el lugar más inaccesible, aunque si fueran físicos también podrían estar en el que menos esperaras.
Bueno. Vamos primero a por información básica. Planos del lugar. Yo diría que la administración es un buen lugar por donde empezar. A pesar de todos los secretos, hay cosas que se tienen que mantener. Como son los gastos y el mantenimiento, de hecho los secretos son los que cuestan y gastan más. Por lo que es más que posible que aquí tengan controlado todos los niveles y zonas, aunque ellos mismos no sean conscientes de ello.

Grend sigue buceando en la información, pero lamentablemente es dificil, demasiada burocracia. Aun así se sorprende un poco al escuchar lo que pasa en la Reunión.
Por un lado se alegra de que hayan informado de lo que ha pasado. Por otro se sorprende de que lo hagan. Puede que no todos los mandamases estén metidos en asuntos turbios después de todo.
Quizás debiera hablar con 42 en algún momento. De entrada cambió el mensaje que tenía programado.

Grend maldijo por lo bajo cuando cortaron la comunicación. Imaginaba que lo harían, pero esperaba que pudiera decir más cosas.
El tema de la guerra era importante, y si esos malditos no lo hubieran matado seguramente podría haber ayudado. Esmás, todavía podría. Si pudiera hacer algo más.

Volvió a tratar de controlar otro robot.

La sala de Administración, en este lado, parece un interminable pasillo de archivos de luz. Los susurros te indican que a tu alrededor tiene que haber más gente, pero con un poco de suerte, serás capaz de infiltrarte y buscar lo que buscas.

Gracias a los recuerdos prestados, eres capaz de contactar con los datos, pero un momento después la cabeza empieza a darte vueltas. ¿Solicitud a nombre de quien? ¿aprobaciones pendientes? ¿confirmación de acceso de nivel D? En este lugar no hay nada explicado, y todo parece construido en base a un laberinto burocrático hasta para alcanzar la más sencilla solicitud.

Llevas ya un buen rato perdido y la conversación frente a tus "otros ojos" se desarrolla, mostrando cosas tan terribles como la muerte de la Regente, algo que en realidad no es la primera vez que escuchas. Si, ayer por la noche ya tuviste noticia de ese hecho. Los Ecos estaban agitados. En lo que cada vez estás más seguro es que sin conocer las claves del laberinto, te va a llevar bastante incluso acceder a los datos más simples, ya que no eres un usuario autorizado. 

Es entonces cuando te das cuenta de que no estás solo. Una forma de estatura mediana y hombros hundidos en la que sólo destacan bien definidas unas gafas blancas te observa desde una esquina. 

Probablemente te abstraíste demasiado. 

- ¿Quien... eres tu? - Murmura con una voz algo distorsionada. La sensación de peligro crece inmediatamente en tu pecho. Ese tipo podría no ser un gran contrincante, pero si no actúas rápido, dará la alarma con toda seguridad.

En verdad la burocracia era un campo de batalla muy duro para los que no sabían moverse por una administración. Y lo cierto es que Grend no era muy ducho en esos temas. Estaba seguro de que por aquí debería haber algo que le ayudase, pero estaba demasiado enterrado entre facturas, solicitudes y formularios.

Tal vez debería moverme a otro lugar. Sin un guía por aquí estoy muy perdido.

En ese momento notó la presencia de alguien. Parecía nervioso, tendría que actuar con cautela.

Hola. Que bien encontrar a alguien en este lugar. 
No será por casualidad el guardián de estos archivos ¿Verdad? O por lo menos alguien que se los conozca muy bien.
Si es así me podría ser de gran ayuda.
 

Cuando hablas, aún puedes sentir el reconfortante tacto de la pistola que materializaste en tu primer ensayo. Instintivamente la ocultas para no alarmar a ese hombre, aunque en tu pecho sigue latiendo esa urgencia de hacer algo inmediatamente. No conoces el lugar, lo que tienes delante es un programa, algo por definición corrupto. ¿Merece la pena tratar de sacarle información con el riesgo que conlleva?

- No... no soy nadie importante. Pero tú eres... muy sólido. No recuerdo haber visto a nadie con su aspecto. A nadie... excepto a Él - Da un paso hacia atrás. Puedes notar que está nervioso. - Pensé... que los Devoradores no subían a este nivel. O, dioses...

Lo ves claramente. Va a intentar huir. Por suerte, no es tan rápido como tu.