Partida Rol por web

El Condado de la Flor de Piedra

56. La familia de Lothar

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20/11/2011, 03:45
Director

29 de julio de 1999 - 13:00

La casa de los padres de Lothar era una imponente mansión de la edad moderna, ahora reformada y adaptada a los tiempos actuales. Tenía una valla de metal, un amplio jardín, vigilantes y hasta su propia fuente. En cierto modo, era un castillo en el mundo mortal, y el terreno podía rivalizar con la riqueza de Lord Lothar entre las hadas. Sin embargo, y a medida que Marion se adentraba en ella, se dio cuenta de que era pobre en sueños, lo cual podía explicar por qué Lothar prefería guardar las distancias con su familia y por qué había dudado tanto antes de presentarla.

El Conde tenía la apariencia de un hombre de unos veintipocos años cuyo pelo castaño oscuro apenas le llegaba a los hombros, mientras que su melena azulada ondeaba casi hasta la mitad de la espalda. Tenía los ojos avellana y un rostro muy atractivo, aunque carente de los rasgos más bellos que mostraba en su semblante feérico. Seguía poseyendo una complexión delgada y esbelta, una impresión reforzada por la camisa azul que vestía. Por lo general gustaba de trajes más elegantes, pero en el mundo mortal ya no se estilaba el hilo de oro ni la pedrería.

Al llegar a la puerta, el servicio los condujo hasta el patio interior. Un hombre y una mujer de unos sesenta años tomaban el apertivo junto a una piscina casi tan grande como el estudio donde vivía Marion. El hombre dobló el periódico y observó a la pareja recién llegada mientras la mujer se levantaba y se acercaba para besar a su hijo.

-¡Eric! Qué delgado estás, hijo -Le dio un beso en las dos mejillas y le cogió de la mano.

-Llegas un poco tarde -murmuró el padre con una ceja levantada.

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20/11/2011, 03:54
Conde Lothar

-Había un poco de tráfico -respondió Lothar, besando a su madre-. Hola, papá. Ella es Edith.

Lothar extendió la mano en busca de la de Marion con el objetivo de acercarla y someterla al escrutinio paterno. El ruiseñor trinaba a su espalda, cantando su amor como cada día.

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20/11/2011, 23:08
Lady Marion

La casa de Lothar le recordaba a la de sus padres. Incluso tuvo la impresión de que los criados eran los mismos, pero nunca le había prestado suficiente atención al servicio para quedarse con sus caras.

Cogió la mano de Lothar y permitió que la acercase a su padre. Se había puesto un vestido de verano verde y muy caro, pero había dejado de temer que fuera demasiado elegante antes de que Lothar aparcara. No le gustaba la idea de quedarse quieta mientras la juzgaban, así que avanzó hasta la silla con una sonrisa y se inclinó para besar al hombre en las dos mejillas.

-Encantada de conocerles -dijo, volviéndose para dar a la madre de Lothar el mismo tratamiento-. Tienen una casa preciosa.

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21/11/2011, 03:16
Director

El padre de Lothar se levantó para saludar a Marion aunque a regañadientes. La madre parecía mucho más contenta de hacerlo, y agradeció su cumplido haciéndole uno a ella.

-¡Es preciosa, Eric! No nos habías dicho que fuera tan guapa... -dijo la madre con una sonrisa-. Yo soy Camille, querida. Y él es Daniel. Menuda educación, Daniel.

-Estoy leyendo el periódico -contestó él haciendo un gesto cansado.

-Desde que te has jubilado estás insoportable. Siéntate, Edith. ¿Quieres tomar algo? ¿Eric?

-Yo sólo quiero agua -indicó el Conde mientras tomaba asiento. Quedaba a su lado una silla libre. Tan pronto la ocupó Marion, Lothar le tendió la mano y le hizo una caricia, como indicándole que todo iba bien. Lo cierto era que, si Marion conocía algo sus expresiones, estaba muy tenso.

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21/11/2011, 12:34
Lady Marion

-Muchas gracias. Un vaso de agua estaría bien.

Se sentó junto a Lothar y le dio un suave apretón en la mano, pero enseguida le soltó. No quería dar la impresión de que necesitaba que la protegiera de sus padres.

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21/11/2011, 12:46
Director

-Eric no nos ha dicho a qué te dedicas -dijo la madre mientras el criado que les atendía iba a por el agua solicitada.

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21/11/2011, 13:00
Lady Marion

Dio un sorbo de agua para ganar algo de tiempo y posó el vaso en el regazo.

-Ahora mismo a nada. Mi familia me ayuda hasta que encuentre algo.

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21/11/2011, 16:14
Director

-Qué casualidad. En eso os parecéis -observó el padre.

-Papá... -se quejó Lothar.

-Sólo digo que es curioso. ¿No llevas tú diez años esperando encontrar algo que podemos darte cuando quieras?

El rostro de Lothar se ensombreció.

-Estoy en mitad de un proyecto, ya lo sabes. Lo sabéis los dos.

-No te pongas así, Eric -interrumpió la madre-. Apenas nos visitas y cuando lo haces siempre estás de morros. ¿Por qué no te relajas un poco? Edith, ¿a qué se dedican tus padres? Eric me dijo que eran empresarios o algo por el estilo.

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21/11/2011, 16:56
Lady Marion

-Mi padre, sí -respondió, recolocándose la sonrisa al tiempo que extendía la mano para darle un suave apretón en la rodilla a Lothar-. Tiene un cargo alto en filial nacional de Bayer, no sé exactamente cuál. Pero los dos son de Blôis.

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21/11/2011, 19:06
Director

-Eso está muy bien -contestó Camille, sonriente-. Ah, Eric, me ha llamado Bertrand. No va a poder venir, Guy se ha puesto enfermo.

-Vaya -dijo Lothar sin variar la expresión. Se volvió hacia Marion para explicarle-. Bertrand es mi hermano, Guy mi sobrino.

-No me puedo creer que no le hayas hablado de Bertrand hasta ahora, Eric.

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21/11/2011, 21:38
Lady Marion

Marion no le había contado a Lothar prácticamente nada de su familia, y lo poco que había compartido con él había sido vago e impreciso. Pero si Lothar no le había mencionado seguramente habría un motivo.

-No pasa nada, le conoceré en otra ocasión. Espero que lo de su hijo no sea nada grave. ¿Qué edad tiene? -preguntó, volviéndose hacia Camille.

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21/11/2011, 22:02
Director

-Diez cumplió en abril -informo la madre-. Por lo visto es sólo un resfriado. Ya sabes cómo son los niños... Me dijo Bertrand que Guy había estado en la playa, todo el día en el agua. Claro, de andar mojado todo el tiempo...

Hubo un momento de silencio en el que Lothar aprovechó para suspirar. Se levantó y buscó la mano de Marion mientras decía:

-Ya tendremos tiempo de hablar durante la comida. Voy a enseñarle la casa a Ma... Edith.

Antes de que sus padres pudiesen objetar algo, el Gwydion tiró de ella y la metió en la casa.

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21/11/2011, 22:08
Conde Lothar

-Siento que este lugar sea así, Marion -murmuró detenido en el pasillo-. Ahora sabes... sabéis... por qué no me gusta.

Miró hacia atrás y luego hacia delante, receloso.

-Este sitio es una trampa. Sólo serán un par de horas, lo prometo. Además, creo que les has gustado. La hija de un alto cargo de la Bayer...

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21/11/2011, 22:27
Lady Marion

-Oh, pues voy a ver la casa -dijo, dejándose arrastrar.

Cuando Lothar se detuvo, le cogió ambas manos y las acarició con los pulgares. Negó con la cabeza para indicar que no le importaba, que estaba bien.

-No pasa nada, de verdad. No es muy diferente de mi casa... ¿qué es lo que os molesta tanto de este sitio? Estáis mucho más nervioso que yo.

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21/11/2011, 22:58
Conde Lothar

Lothar se cruzó de brazos, molesto y avergonzado.

-Mis padres nunca han aprobado mi modo de vida. No he estudiado ni trabajado en lo que han querido. Mi hermano está casado y tiene dos hijos, mientras que yo... -Lothar se rascó la cabeza-. Hace años me preguntaron si me gustaban acaso las mujeres.

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22/11/2011, 00:07
Lady Marion

-Ah, entonces soy la prueba de vuestra virilidad. Ya tengo tema de conversación para la comida. -Había aprendido a no confiar en la capacidad de Lothar para bromear, así que no le dio tiempo a responder-. Pero hablando en serio... es normal. No lo entienden. No pueden. No debéis avergonzaros, sino sentir lástima de ellos, que no saben quién sois en realidad. Si lo supieran...

Se mordió el labio.

-¿Alguna vez los habéis encantado?

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22/11/2011, 00:26
Conde Lothar

Lothar sonrió ante la broma de Marion, aunque sin mucha alegría.

-Son demasiado Banales. Cuando era un adolescente intenté encantar a mi hermano una vez. Lo llevé conmigo a palacio y le presenté a mis vasallos. Fue de cacería con Lord Quent y tiró con arco junto a Sir Morgan. Pero cuando se acabó el efecto me acusó de haberlo drogado. Por entonces se llevaba ser bohemio y hippie, y mis padres pensaron que le había dado a mi hermano algo alucinógeno, LSD o quién sabe... La experiencia me enseñó que no puedo acercar mi mundo a mi familia, y que mi familia no debe acercarse al mío. Lo destruirían.

El sidhe acarició la mejilla de Marion con una expresión de honda tristeza.

-Ahora sabéis parte de la razón de mi soledad.

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22/11/2011, 00:55
Lady Marion

Suspiró y acarició el dorso de la mano del Conde con las yemas de los dedos. A Marion nunca se le había ocurrido encantar a sus padres, salvo quizá para mostrarle a su madre las maravillas del mundo feérico, todo su poder y toda su belleza, y verla retorcerse de envidia.

-Lo siento. -Fue lo único que se le ocurrió-. Pero ya no tenéis que sentiros solo. Si echáis de menos a vuestra familia, yo seré vuestra familia.

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22/11/2011, 01:09
Conde Lothar

-Lo sé. Pero para que eso pueda suceder, primero debéis conocer a la mía.

Lothar le mostró la casa. Era la típica mansión francesa, sólo que completamente reformada y lista para los tiempos modernos. Contaba con lo que parecían veinte habitaciones, y casi ninguna había sido utilizada más que para albergar los caros muebles. En los tres pisos de la mansión, Marion no vio una sola mota de polvo. Camille, por lo que Lothar le decía, era una obsesa de la limpieza, y se podía poner verdaderamente tiránica con los criados si creía que no limpiaban lo suficiente.

Al llegar a su antigua habitación, Marion sintió que el único resquicio de Glamour puro de la casa aguardaba en ella. Se trataba de la habitación de un joven, limpia pero abandonada. La cama estaba impoluta en uno de los lados, acompañada de una cómoda, una estantería y un escritorio. La estantería rebosaba de libros que eran tanto infantiles como obras para adultos. Toda una vida de libros resposaba allí. Junto a la ventana había una espada de metal en un expositor. Lothar se acercó a ella y lo abrió.

-Esta fue una de mis primeras armas. Nunca he sido demasiado amigo de las espadas, pero siempre creí que un Conde debía tener una espada acorde con su posición. Mis padres pensaron que era de colección, y muy cara. Todo lo caro les gusta.

Acarició el borde desafilado con un dedo y negó con la cabeza.

-Solía dejarla aquí cuando aún vivía con mis padres. Nos fuimos de vacaciones a Mallorca y no pude llevarla conmigo. Cuando volví, la espada había perdido la quimera que habían forjado encima para mí. La casa se la había tragado. Entonces supe que no podía quedarme, de modo que me marché.

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22/11/2011, 02:16
Lady Marion

La situación de Lothar con su familia le recordaba mucho a la suya propia, con la única diferencia de que al Gwydion le importaba. Siguió a Lothar por todas las habitaciones hasta llegar a la única que le interesaba. Entró conteniendo la respiración y recorrió todo el dormitorio con la vista. Se preguntó si habría estado así de ordenado cuando lo ocupaba Lothar. Supuso que sí.

Se acercó a la estantería y se inclinó para ojear los títulos de los libros que había leído Lothar. Levantó la cabeza para mirar la espada con fingido interés. Las armas nunca habían atraído mucho a Marion, salvo en los torneos y justas, pero comprendía la tristeza de perder algo preciado ante la Banalidad. Se acercó a Lothar para ver mejor la espada, que le pareció sencillamente un trozo de metal gris y aburrido. Le dio un suave apretón en el brazo, un gesto pobre de consuelo pero que servía para indicar que le estaba escuchando.

Hubiera querido curiosear más, curiosear en los cajones de la ropa, buscar fotos de Eric de niño y adolescente, o incluso alguna foto quimérica de Lothar, aunque lo descartó tras oír lo que le había pasado a la espada.