Partida Rol por web

El Condado de la Flor de Piedra

64. Explicando respuestas

Cargando editor
28/11/2011, 02:09
Director

7 de agosto de 1999 - 21:19

Cargando editor
28/11/2011, 02:27
Lady Marion

Marion le había mandado un mensaje a Lothar, diciéndole que necesitaba verle urgentemente, e inmediatamente después había ido a buscarle a Flor de Piedra. Al salir del bosque había llorado acompañada de Stenn, había llorado hasta que se pasó el shock.

Interrumpió a Lothar en lo que quiera que estuviese haciendo, ni siquiera se fijó, y exigió verle a solas. De eso hacía un rato, tanto como llevaban en la alcoba del Gwydion. Siguiendo el consejo de Hesperia había compartido con él la fruta dorada y habían hecho el amor con urgencia, con prisa, mucho más que aquella primera noche, en el bosque. Las caricias de Lothar la habían hecho olvidar todo lo que había averiguado aquella tarde, a Olive y al sluagh, y la habían devuelto a un día, dolorosamente cercano, en que no había necesitado ni un feudo, ni un título. Sólo un anillo plata y negro.

Pero todo aquello seguía siendo real, y Marion, abrazada a su Conde, volvía a estar asustada.

-Lothar, tenemos que hablar de algo -dijo en voz baja, la cara escondida en su pecho.

Cargando editor
28/11/2011, 02:30
Conde Lothar

Lothar había accedido a todas las peticiones de Marion, dejando con la palabra en la boca a la Portavoz Danielle, que había aparecido en el feudo para explicar algo sobre los plebeyos. El Gwydion había comido la fruta ofrecida y había respondido a la urgencia de Marion con el mismo fuego. Sin preguntar ni dudar, la había seguido hasta donde había ordenado, pues tal era la lealtad del Conde para la Eiluned. Sin embargo, ahora que todo se había apagado y que Marion decía aquellas palabras tan oscuras, Lothar se detuvo en sus caricias. Marion notó que el corazón, que había empezado a tranquilizarse, volvía a palpitar con fuerza.

-¿Qué ocurre? -quiso saber. El miedo ensombrecía su voz.

Cargando editor
28/11/2011, 02:43
Lady Marion

Tomó aire varias veces, cada una un intento de empezar a hablar. Se incorporó y se apoyó en el cabecero de la cama. Miró a Lothar, sin saber qué hacer, cómo suavizar el golpe. Se colocó el pelo oscuro detrás de la oreja y suspiró.

-Ha... ha pasado algo. Muchas cosas. Estamos en peligro.

Cargando editor
28/11/2011, 02:44
Conde Lothar

Lothar se incorporó a su vez. La tomó de la barbilla y la miró a los ojos, como buscando en ellos la respuesta.

-Alguien os ha amenazado... ¿Sir Bastien...? -El Gwydion apretó la mandíbula-. No, no es eso. ¿Qué ha pasado? Me estáis asustando, amor mío.

Cargando editor
28/11/2011, 03:18
Lady Marion

-No, Sir Bastien no me ha hecho nada.

No sabía si eso era cierto. Era también un buen candidato para conspirador. Y qué mejor forma que debilitar el Condado que dejando fuera de juego a una Baronesa. Ése era un tema del que también tenían que hablar, pero más adelante. Decidió soltarlo todo de golpe, sin darle tiempo a reaccionar hasta que tuviera toda la información.

-Se trata de la Bruja, la que derrotó Earil. Ha vuelto. E intenta reproducirse, pero no puede. Es estéril. Así que está en el bosque, y busca la manera de volver. Pero no puede. No debe. Porque no es una quimera, sino un Fomoriano. Y si logra volver no veremos otro Beltaine. Con su regreso llegará el Invierno.

Extendió la mano hacia la cara de Lothar y le colocó el pelo detrás de la oreja. A Marion le encantaba el pelo azul de Lothar. O eso pensaba; quizá Anton, Olive, Sarianne, Bastien, alguien había decidido que debía gustarle el pelo de Lothar. Pero no, Hesperia tenía razón, y el ruiseñor les observaba desde encima del tocador. Tomó aire para reuinir valor y continuó, con la voz cada vez más temblorosa.

-No puede reproducirse, pero tiene una manera de reencarnarse. Lanzó un hechizo en el bosque, amor, una trampa para los que se encontrasen en él. Un hechizo para engendrar un kinain, un niño del Invierno en el que reencarnarse. Un bebé que, de nacer, nos destruiría.

Cargando editor
28/11/2011, 09:56
Conde Lothar

-¿Cómo sabeis eso? -susurró el Conde. Se le quedó mirando hasta que comprendió lo que implicaban sus palabras. Bajó la mano hasta el vientre desnudo de Marion-. ¿Es eso verdad?

No necesitó confirmación de sus labios para ahogar un gemido. Cerró los ojos y encogió las piernas. Marion vio que apretaba los dientes como si le estuviesen haciendo daño físico.

-No puede ser... Marion, no puedo creerlo. Estáis mintiendo...

Cargando editor
28/11/2011, 11:25
Lady Marion

-Ojalá. Ojalá mintiese, Lothar.

Acarició torpemente su hombro y su costado. No podía hacer mucho para consolarle, para suavizar el golpe. Acababa de destrozarle, y aún no había terminado.

-Pero tengo una solución.

Cargando editor
28/11/2011, 12:15
Conde Lothar

Lothar la miró de reojo, inseguro.

-¿De verdad? ¿Cuál es?

Cargando editor
28/11/2011, 12:23
Lady Marion

Se levantó y rebuscó por el suelo, entre su ropa, en busca de algo. Cuando lo encontró lo sostuvo entre sus manos para volver a examinarlo. Finalmente volvió a la cama con el fruto rojo. Se lo tendió a Lothar.

-Esta fruta... un mordisco y desaparecerá. La Bruja no podrá renacer en él.

Cargando editor
28/11/2011, 12:25
Conde Lothar

-Si eso es todo lo que necesitamos para evitar que ocurra, ¿por qué no lo habéis utilizado ya? -preguntó Lothar, oliendo la fruta. Era una manzana tersa y apetecible, tanto como el fruto dorado que habían compartido-. ¿Quién os lo ha dado? ¿Cómo sabéis lo que ha hecho la Bruja?

Cargando editor
28/11/2011, 12:40
Lady Marion

-En el bosque vive una quimera. Ella me lo ha contado. Sir Earil no la derrotó. Creo que es su poder el que está usando para... reproducirse. Me dijo lo qué es y lo que quiere con la esperanza de que se acabe con la amenaza.

Cogió la manzana de las manos de Lothar y la sostuvo en su regazo.

-Me dio dos regalos, las dos frutas, y desapareció. Pero, Lothar... Si el bosque está encantado, si sobre él hay un hechizo de fertilidad... Entonces no somos los únicos en esta situación. Lady Marjolaine también lleva un niño dentro.

Cargando editor
28/11/2011, 12:43
Conde Lothar

Lothar volvió a apretar los dientes.

-¡Maldita sea! ¿Es que no hay descanso para nadie? -El Gwydion se tapó la cara con las manos-. Tenemos que... No, no podemos. Lady Marjolaine no debe saber lo que ocurre. Está muy abatida y desesperada. Si le decimos lo que le han hecho, entonces...

El Conde levantó la mirada y tomó a Marion de los hombros.

-Marion, debemos darle la fruta a la Baronesa sin que sepa nada de esto. Y... a cualquier otro que haya estado en el bosque. Debo... debo prohibir la entrada en él.

Lothar cerró los ojos de nuevo.

-Ariadna y yo, en el bosque... Si no llega a aparecer aquel vampiro...

Cargando editor
28/11/2011, 12:58
Lady Marion

No quería compartir la fruta con Marjolaine. El problema no era una falta de generosidad, sino las consecuencias. A ella no le importaba no tener hijos naturales, pero tal vez a Marjolaine sí. Estuvo a punto de hablarle de eso, pero Lothar acababa de mencionar un tema importante.

-También de eso he de hablaros. He sabido que Adéle no estaba sola. Hay otros vampiros, y quieren vengarse por lo que le hice. Si me encuentran... Si nos encuentran nos harán cosas indecibles. Necesito que os protejáis, que procuréis pasar las noches en el Castillo, donde no puedan alcanzaros sin ayuda.

Cargando editor
28/11/2011, 13:01
Conde Lothar

-Marion -dijo el Conde.

Le tomó una mano y le dio una palmada suave, como si pidiese que parase. Lothar tenía los ojos azules y cristalinos, pero ya no estaba tan abatido como antes. Cogió el fruto y se lo ofreció.

-Tenemos cosas más importantes en qué pensar. Dejemos a los vampiros de lado. Tenemos que detener el Invierno. Comed. Luego iremos en busca de Lady Marjolaine y le daremos el fruto sin que lo sepa. Habrá que buscar el modo de dárselo a todas las mujeres que hayan sido hechizadas en el bosque. Además, debo prohibir la entrada a las zonas de bosque. Hay que prepararse para luchar con la Bruja otra vez.

Cargando editor
28/11/2011, 13:11
Lady Marion

-No podemos -gimió Marion. Se había quedado sin lágrimas ya. Lo sabía porque no estaba llorando en ese momento-. No podemos dárselo a Marjolaine, ni a nadie más. Un mordisco acabará con el hijo de la Bruja, y también con todos los que vengan después.

Cargando editor
28/11/2011, 13:12
Conde Lothar

Lothar se quedó quieto, con el ceño fruncido. Parecía muy triste, lleno de dolor por la decisión a tomar, pero finalmente recuperó la compostura. Negó con la cabeza y dijo:

-Es el precio que debemos pagar, Marion. -Acarició su mejilla y la miró con ternura, pero con el fondo de severidad que se esperaba de un Gwydion-. Sabe el Ensueño que deseo tener hijos con vos, pero no a costa de esto. Es el Invierno, amor. Los Antiguos Oscuros. No podemos permitir que nadie dé a luz a una de esas criaturas.

Cargando editor
28/11/2011, 13:26
Lady Marion

Asintió, aliviado parte de su peso, y se llevó la fruta a los labios. Le dio un mordisco sin dejar de mirar los ojos de Lothar. Masticó el bocado de manzana un par de veces antes de tragarlo, y se preguntó si sentiría algo de inmediato.

Cargando editor
28/11/2011, 13:32
Conde Lothar

Lothar la rodeó con un brazo y la estrechó contra su pecho después de que tragase el pedazo de manzana. Marion notó que bajaba hasta el estómago, pero nada más. Quizá necesitase hacer efecto. Mientras tanto, el Conde respiraba profundamente con la vista fija en la pared.

-Marion... Quiero que abandones Hoja de Hiedra y vengas aquí a vivir conmigo. Aquí podré protegerte.

Cargando editor
28/11/2011, 13:54
Lady Marion

Suspiró escondida en el pecho de Lothar. Abandonar Hoja de Hiedra. No tenía mucho sentido ya. No podían arrancarle más secretos. Salvo el del Fomoriano.

-Muy bien. Nombraré a Ariadna mi heredera y le cederé el feudo.

Se apartó de Lothar para mirarle a la cara y le acarició la mandíbula con el pulgar, tratando de endulzar sus siguientes palabras con algo más de éxito que todas las anteriores.

-Una cosa más, antes de que vayamos a Los Cedros. Sé que Sir Bastien es quien atacó a Marjolaine. Lo sé de la misma manera que sé lo de la Bruja, así que no tengo pruebas reales. Sólo algunas coincidencias, de las que os puede hablar César. Pero fue él. Él y los suyos.