20 de agosto de 1999 - 12:00
La sesión de la corte de ese día trató del juicio de Sir Bastien y la posible extradición del resto de sus hombres desde Vendôme a Blois. Cuando la cuestión política terminó, Lord Lothar tomó la palabra una vez más y, tras tomar la mano de Lady Marion, se dirigió a sus vasallos y consejeros.
-Ha llegado el momento de anunciar mi compromiso con Lady Marion. La Baronesa y yo nos casaremos el día 2 de febrero, coincidiendo con la festividad de Imbolc.
Lady Marion, cogida de la mano de su amante, parecía relajada y feliz. Había tenido la delicadeza de no parecerlo mientras se hablaba de Sir Bastien y su crimen, pero ya no se contenía. La Eiluned resplandecía, casi desafiando a la corte a oponerse a su felicidad.
Evonne había escuchado con atención la sesión de la corte. Solía hacerlo más que nada para conocer a las personas que intervenían en ella, sus opiniones, lo que pensaban... Llevaba poco tiempo allí. La noticia del final, por otro lado, no le sorprendió. Sonrió, radiante, y esperó a que otros diesen la enhorabuena que ella ya le había dado a la pareja días antes.
Lady Axelle, ya recuperada de su convalecencia, permanecía cerca del conde y de Lady Marion más atenta a los presentes que a las noticias. Como a muchos de los que estaban allí, tampoco le sorprendió el anuncio. Casi se hacía más aburrido que excitante por la falta del elemento sorpresa.
Quizás lo que más interesaba allí a la Fiona era Lady Evonne, había sabido de su llegada, pero en general era un misterio.
La noticia fue recibida con sorpresa por parte de algunos, con buena voluntad por la de otros y por reserva por todos. El que más parecía cuestionar la decisión era Jorggen, que hizo una mueca en dirección al Conde. Sin embargo, fue rápidamente olvidado en favor del aplauso de la Condesa Sarianne. La Leanhaun sonrió. No tardaron en unírsele el resto de cortesanos. Con más o menos ganas, todos aplaudían... al menos de puertas para afuera.
En cuanto la Condesa arrancó el aplauso general Lady Evonne se sumó a este. Le devolvió una suave sonrisa a su amiga en algún momento en que sus miradas se cruzaron y aguardó a que cesara la ovación que, desde luego, no había sido tan calurosa como esperaba. Abría que esperar.
Marion acarició la muñeca de su prometido. Le miraba y le sonreía, sorda a los aplausos. La Eiluned parecía impaciente por retirarse, pero se volvió hacia la corte para inclinarse ante la Condesa, los consejeros y los cortesanos, agradecida. Agarró la camisa de Lothar por la espalda, esperando a que levantara la sesión de corte.
Axelle apartó la vista de Lady Evonne y miró a la Condesa, que aplaudía y sonreía. La dama tampoco pasó por alto la expresión e Jorggen, pero bueno... No es que fuera alguien de criterio fiable. Axelle continuó observando al público de brazos cruzados.
-Una hermosa unión -dijo Sarianne después de que Lothar levantara la sesión. Se acercó a ambos y les apretó las manos-. Me alegra enormemente que la Corte Luminosa entienda a la Oscura en el amor y el compromiso.
El sidhe no tardó en deslizarse al costado de Lothar para preguntarle algo en voz baja. Lothar puso mala cara y le despidió con un gesto rudo. Jorggen se alejó bastante ofendido.
La Leanhaum se separó de la zona en que estaban los Condes y Lady Marion para acercarse al rezagado Joggen.
-Disculpadme, Sir -dijo apresuradamente-. No he podido evitar fijarme en el desprecio que os ha hecho el Conde, que bien debería escuchar a todos sus cortesanos. ¿Puedo ayudaros en algo?
La Canciller, aún en su puesto, observó a Jorggen y la posterior "persecución" de Lady Evonne alzando una deja. La Leanhaum parecía tener prisa por integrarse en el entramado de la corte.
¿Qué personajes hay? ¿Quienes hay libres? Si no que se me acerque alguien, Salma. O lo que quieras.
Devolvió el apretón de la Condesa con una breve sonrisa y apoyó la cabeza en el hombro de Lothar. Tamborileaba en el antebrazo del Gwydion con la mano del anillo. Se tomó un breve momento antes de contestar.
-Gracias, Lady Sarianne. Es un alivio contar con vuestro apoyo.
Levantó la cabeza para mirar a su prometido.
-Mi señora, carezco del título de Sir -dijo, mirándola con desconfianza-. Aunque siendo vos de fuera es normal que no lo sepáis. No, no podréis ayudarme si no sois capaz de hacer entender al Conde la tropelía que está cometiendo casándose con Lady Marion.
Sir Aster, tras felicitar la unión a Lady Marion y a Lord Lothar, buscó a Axelle y habló con ella en voz baja.
-Canciller -dijo Sir Aster con media sonrisa-. Me alegra poder veros. Mi hermana está mucho mejor desde la última vez que os encontrasteis. Me manda deciros que gracias y que no olvidéis lo que fuera que decidisteis entonces. Y de mi parte... gracias. Realmente está mejor y va pareciéndose más a sí misma.
-Gracias -dijo Lothar secamente. Esperó a que la Condesa se alejase y habló al oído de Marion.
-Quiero irme de aquí. El imbécil de Jorggen me ha puesto de mal humor -contestó con tono agrio.
Suspiró y le colocó el pelo detrás de la oreja.
-¿Qué ha dicho? -preguntó.