Partida Rol por web

Para concretar escenas.

 Danielle busca materiales para preparar un guardapelo con el que obsequiar a Ariadna y un cierre para la capa para Marin. Al mismo tiempo, sigue manteniendo sus contactos entre los plebeyos y trata de averiguar que ha pasado realmente con Helena preguntando discretamente.

Quiero invitar a Axelle a mi Corte para tener una audiencia con ella.

Sir Earil llegó a sus habitaciones aquella noche un poco intranquilo. No le gustaba el dolor de cabeza de Beltaine, todavía martilleándole la sien y, desde luego, no le gustaba demasiado el cambio político. La Condesa podía ser una Oscura, pero por lo menos con ella se podía tratar, hablar y debatir. Si hubiese una crisis en el feudo, no confiaba en que Lothar fuera capaz de responder con la habilidad y la firmeza necesarias. Dando un suspiro, se dejó caer en una silla frente al fuego y miró alrededor. Su despacho era un lugar cómodo, lleno de libros aunque no ostentoso, cálido. Frente a la ventana, había una mesa larga que le servía para trabajar y recibir a quien fuese necesario. Escondida tras un cortinaje, una puerta daba a su habitación. 

-Bienvenido, joven señor -dijo una voz profunda, en inglés- ¿Desea algo?

Salió la figura de entre las sombras: Jeremiah. Un hombre negro y alto, con respetable bigote y vestido de smokin. En el contexto de la Corte feérica, aquella indumentaria no dejaba de ser de lo más original. Nunca había conseguido ponerle un tabardo, algo que le hiciese algo más “normal” en un contexto tan fantasioso. Lo único encantador es que resultaba tremendamente anacrónico en su vestimenta. Earil asintió con suavidad y le respondió también con su británico inglés. 

-Buenas noches, Jeremiah. ¿Todo bien? -esperó un segundo y carraspeó. La quimera no era muy dada a recibir pequeñas cortesías ni a responder cuando no había nada que decir. Podía ser un compañero incómodo. -En fin, sí. Te agradecería si pudieses buscarme algo de té. 

Con una reverencia pasada de moda, Jeremiah salió de la habitación sin hacer ruido. Aquella quimera era tan silenciosa, tan tranquila, que Sir Earil casi no notaba la diferencia entre cuando estaba y cuando no. Con él fuera, Earil se atrevió a acercarse a la repisa donde descansaba aquel pequeño espejo que perteneció a la Bruja o que (y el pensamiento le hizo estremecerse un poco) quizás aún le pertenecía. Tenía un marco sencillo, ningún grabado en runas antiguas, ningún símbolo que desentrañar. Lo único especial era cómo se negaba a reflejar nada. Ni mundano ni feérico: nada llenaba su imagen. Earil lo dispuso en la mesa larga y se apoyó en ella, todavía de pie y taladrándolo con la mirada. Como si a base de mirarlo fuese capaz de encontrar algo, de abrir su misterio. No sabía por dónde empezar, y el dolor de cabeza no acompañaba.

El carraspeo de Jeremiah con el té (no le había oído llegar, nunca le oiría llegar ni abrir la puerta) le hizo dar un respingo. Dejó que le sirviese una taza y notó -no sin cierto placer- las galletitas con pasas que no había pedido. Jeremiah le conocía mejor que él mismo.

-Bien, muchas gracias. No creo que necesite nada más por esta noche. Aunque me preguntaba si... -tomó una galletita; pensativo, le dio un mordisco. -Si podrías hacerme un favor –era una pregunta retórica, pero era educado hacerla. Jeremiah, por supuesto, no respondió en aquella pequeña pausa. Para la quimera era obvio que los deseos de su amo eran mandatos. –Se trata de la señorita Rochelle, no sé si la recuerdas –aquel comentario era una pequeña pulla, pero nada en la expresión serena y profesional de Jeremiah traicionaría sus sentimientos si él no lo deseaba. Alguna vez les había visto bailar y, por lo general, podía pasarse los dos días siguientes lanzando pequeños y punzantes comentarios sobre su torpeza o su poca habilidad para vestir. La redcap no le gustaba, prácticamente por inercia. Sir Earil carraspeó.-Pues bien, tiene algún tipo de relación, un amante, sospecho, fuera del feudo. Suele ir por las noches, por los bosques a buscarle. Me gustaría, y comprendo que es un sacrificio, que esta noche le siguieses. Intenta recordar todo lo que se diga e intenta también traerme la mejor descripción que puedas de su amante -se permitió tomar un sorbito del té, deslizando una pequeña mirada al espejo.- Si consigues el nombre sería perfecto.

-Señor -asintió la quimera, con un levísimo fruncimiento del ceño. Quizás el pensamiento de que aquella misión le estaba siendo encomendada porque su señor, ¡dios no lo quiera!, estaba enamorado de la redcap y celoso era demasiado hasta para su británica serenidad.

-No creo que haga falta señalarte cuánto confío en tu discreción... -añadió con suavidad. -Y en que nadie llegue a verte. Es preferible que les pierdas a que te pongas a ti en riesgo y a mi en una situación incómoda.

Y mientras tanto, una quimera con esmoquin y bigote, negra y respetable, se encontraba realizando las labores de un espía. De haber tenido autoconciencia, quizás se habría sentido ofendida. Pero Jeremiah no tenía de eso. Si su señor lo ordenaba, era lo bueno. Y al fin y al cabo, el mayordomo perfecto hace lo que tiene que hacer y sigue las órdenes encomendadas sin que nadie le vea. Sigiloso e invisible salió por los pasillos, sigiloso caminó, sigiloso buscó hasta encontrar… ¿qué?

 Después de la oportuna escena con Cedric, me gustaría ir a visitar al Barón Ibrahim. Cuanto antes mejor, y si es aprovechando que no está mi tutor, mejor todavía xD

Tiradas de Espía y Lo Bueno es Malo y Lo Malo es Bueno

Espía: 4 éxitos.

¿Le afecto?:5 éxitos.

Mala Suerte: 6 éxitos.

Lo que ví con Espía

-Dicen que habéis ido a Normandía. Dicen que os habéis entrevistado con Lady Hiver. Y dicen que ahora sois amantes. ¿Estoy equivocada? -acarició la mejilla de la Oscura y acercó su rostro al suyo-. Mi adorada Axelle, no os enfadéis conmigo. Si no es cierto, haré pagar al mentiroso. Si es cierto... yo guardaré el secreto como vos guardáis el mío. Y quizá... aunque no deje de sentir celos por que alguien más o retenga en su cama... quizá desee saber algo más.

 -Lo único que deseo ahora mismo es que me digáis es quién os ha dicho eso -dijo Axelle-. ¿Con quién habéis hablado?

-No puedo contároslo, Axelle. Lo lamento -respondió la otra-. No os enfadéis.

En la habitacións e hizo un pequeño silencio. Axelle dejó de fruncir el ceño y se incorporó un poco más hasta apoyar la espalda en el cabecero de la cama. La canciller sabía que no iba a poder sacarle quien se lo había dicho, así que si quería descubrirlo tendría que ser por su cuenta.
 
-Si me enfado es porque ese rumor puede traerme muchos problemas, Marjolaine. Así que decidme lo que sabéis al respecto.

-Lo que me han dicho es esto: habéis viajado esta semana a las Lanzas Rotas. Os habéis visto con la Duquesa, en privado. Y sólo se me ocurre un motivo por el cual haríais algo así, Canciller. Y es acostaros con ella. Porque... -Marjolaine gateó hasta ella y le besó las manos, el pecho y el cuello- No estaréis pensando en hacer nada impropio, ¿verdad? Nada que moleste a los Condes...

-Os diré la verdad solo si me prometéis que guardaréis el secreto. Como vos, la Duquesa no quiere que se hagan públicas ciertas partes de su vida privada... -dijo Axelle sujetando la cara de la Liam entre sus manos.

 La Liam besó los labios de Axelle dulcemente.

-Lo prometo.

-La Duquesa y yo hemos tenido un pequeño encuentro, si. Ya sabéis que si oigo hablar de alguien interesante debo conocerle o conocerla...-Axelle respondió besó a Marjolaine en ese preciso instante para que se diera por aludida-. Está en mi naturaleza. Pero nadie debe saberlo... Así que os agradecería que le dijerais a vuestro informador que ignorase ese asunto y que no hablase más de él.

Marjolaine ronroneó.

-¡Así que es verdad! Os habéis acostado con ella... -Sonrió y rozó uno de sus pezones con dos dedos, para apretarlo con cierta fuerza-. ¡Ahora tengo celos! ¿Es mejor que yo? Vieja bruja, seguro que sabe más... Entonces quizá yo debería buscarme a alguien más también, para conocer cosas nuevas. ¿Qué os hizo? ¿Qué le hicisteis?

 -Si me permitís... Sois una pervertida -se rió Axelle y rodó hasta ponerse sobre la baronesa-. Fuimos a una sala privada de su galería y seguimos tomando vino sentadas en un sofá demasiado cómodo... Una cosa llevó a la otra y por alguna razón mi mano acabó entre sus piernas tal que así -la canciller enfatizó la última palabra a la vez que apretaba ligeramente la entrepierna de Marjolaine con su mano-. A partir de ahí el resto es historia.

 Lady Marjolaine dio un pequeño saltito con el apretón de Axelle.

-¡Ah! Estoy demasiado sensible, me temo. Pero vos... Apuesto a que estáis deseando que haga algo al respecto.

La Liam rozó con sus dedos la entrepierna de la Fiona.

-Ahora no sé si estaré a la altura de una Duquesa... Seguro que pensaréis en ella mientras estáis conmigo.

 Axelle se rió y se mordió el labio cuando Marjolaine saltó.

-Confio en que lo haréis lo suficientemente bien como para sacármela de la cabeza -murmuró y volvió a rodar hasta quedar bocarriba sobre la cama, para después tirar de la baronesa y obligarla a ponerse sobre ella.
 
La Fiona apartó el cabello de la Liam y con esa misma mano presionó su nuca para que acercara sus labios a los suyos.

Earil percibió que todo se volvía oscuro. De la nada, como una semilla que germinara a gran velocidad, surgió un haz de luz. De él brotó una flor y luego un árbol. Dentro del árbol había algo. Estaba vivo. Estaba hecho de Glamour. Y tenía un rostro.

-Yo soy Hesperia, hija de Érebo. Cuido del jardín y de sus frutos -pronunció solemne-. Ven a buscarme a mi jardín y te mostraré lo que sé sobre la Bruja. Pero tendrás que darme un regalo: la sonrisa de una virgen al ser desflorada.

Tal fue su visión, que se deshizo en pedazos. ¿Podía ser una dríada perdida en algún bosque? ¿Qué sabría sobre la Bruja? Tendría que averiguarlo.

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Jeremiah regresó a casa por la mañana. Mientras servía el desayuno a su amo, le contó lo que había visto.

-Esa redcap se encontró con un joven desarrapado y con aspecto desaliñado. Era un redcap de ojos ensangrentados. ¡Menuda pinta! Seguro que no ha trabajado en su vida. Se besaron y... ejem... Bueno, amo, ya se imagina usted. No quise mirar, me pareció repugnante. Hablaron sobre algo que no quise escuchar por no acercarme y ponerme en peligro y se marchó cada uno por su lado.

En primer lugar, Earil quería charlar con Jorggen. Necesitaba, si no ganarse su confianza, al menos salir del punto de mira de sus acusaciones. Para ello, le buscó por algunos pasillos y le invitó, si algún día tenía tiempo, a tomar algo de té. Había, le dijo, una cuestión en la que necesitaba su consejo. Cuando viniese, Jeremiah habría dejado todo en su sitio y estaría pegado a la pared, casi invisible. detrás de donde se sentaría el visitante. Con su ayuda, Earil podía tener vista de todo lo que hiciese, especialmente gestos por la espalda. Una vez llegado, Earil le ofreció asiento, té, pastas, conversación básica para abrir el apetito. Y luego fue, poco a poco, acercándose al quid de la cuestión.

-Veréis, mi lord, permitidme ir al grano… Mis hechizos de adivinación recientes me han abocado a una situación compleja. A veces, cualquier hechicero debe reconocer que él sólo no se basta para descifrar los signos… Y vos tenéis fama de haberos adelantado en más de una ocasión a los hechos, de haber deducido con una mente aguda –hizo una leve inclinación, respetuosa, con la cabeza.-Como imaginaréis, realizo hechizos de adivinación sobre la dirección general de la Corte con bastante frecuencia. Normalmente, las respuestas son totalmente crípticas o fáciles de interpretar… En este caso, es algo un poco más complejo. Me preguntaba si estaríais dispuesto a darme vuestra opinión sobre una visión… -añadió invitador.

–Se trata de lo siguiente –continuaría con su beneplácito-: Vi una imagen humanoide en un espacio blanco, andando. No sabría decir cómo pero, mientras andaba, supe que estaba moviéndose por esta misma Corte y que, al mismo tiempo, esa figura era la Corte misma. Luego aparecieron figuras. Lobos de piel negra, corderos de piel blanca, zorros rojizos. Caminaba y caminaba y el resto de figuras, los animales, cambiaban sus pieles a cada segundo. Los lobos eran corderos, los corderos, zorros que luego se volvían lobos... –su voz iba bajando, se hacía una suerte de susurro.- Era imposible identificar a ninguna. Al final, la figura alcanzó una sala más amplia. Crecía en ella un árbol sin hojas, con sus raíces brillantes y expuestas en el aire. La figura, la Corte, se apoyó en el árbol… Y en el mismo instante, el resto de figuras se detuvieron. Los lobos como lobos, los zorros como zorros como zorros… -dejó unos segundos de silencio. –Así termina mi visión. Creo que parte del significado es claro, pero también parte es ambiguo. ¿Qué os hace pensar?

La visión, por supuesto, tenía tanto de falsa como de verdadera. Confiaba sin embargo en que el Liam se sintiese al menos un tanto halagado… Aunque quedaba por ver cómo funcionaba. Tras ver lo que le responde, continuará con una pregunta más cierta.

-También, repitiendo el hechizo, intentando identificar algo más, tuve una visión muy simple y muy concreta. Se trataba de un nombre: Hesperia, hija de Erebo. Sé que es un símbolo de la mitología, pero me preguntaba… ¿Os suena a vos que pueda ser algo más? ¿Quizás una imagen tomada por una quimera?

Seguirá hablando con amabilidad, respondiendo a sus preguntas. Tiene intención de intentar sonsacarle algunas de sus paranoias sobre quién conspira con quién, y de escucharlas atentamente, con respeto, y que de la sensación de estar considerándolo con verdadera seriedad. Espera que, al menos, el haber hablado un poco le haga sentirse un poco más cercano a Earil. Y los símbolos de la visión son lo bastante halagadores, parece, como para encantar su paranoia… Al igual que su atención. Luego se despedirá con cortesía.

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Al día siguiente, Earil tiene intención de visitar a Stenn. Se siente un poco incómodo al verle… Precisamente por lo cómodo que se encuentra a su lado. Como siempre, le resulta más difícil tratar los temas de sus intrigas de lo que le resultaría con cualquier conde. Especialmente, esconder algo de información. Probablemente jugueteen por ahí con Gretel. Quizás incluso practiquen algo con la espada: a Earil le sienta bien el ejercicio, y sabe Dios que ambos necesitarían mejorar. Tal vez luego se sienten en algún lado, quizás vayan a la ciudad y tomen algo. Quizás con Gretel, quizás solos. En cualquier caso, será ya descansando cuando le diga:

-Stenn, tú te encargas bastante a menudo de las quimeras salvajes, ¿verdad? –su voz es suave, quizás suena un tanto distraído. –Me preguntaba si alguna vez habías oído hablar de una tal Hesperia, hija de Erebo.

Según lo que sepa Stenn, irá dando más detalles y según también si . Que apareció en sus visiones, que es una quimera, que puede darle información… Pero es bastante difícil que le llegue a decir que puede darle información sobre la Bruja, o lo que pide que le lleve para darle esa información. Es al mismo tiempo demasiado privado y demasiado peligroso… Y, sin embargo, si insiste lo suficiente… Es posiblemente la única persona a quien llegaría a decírselo.   

Para cuando haya tiempo, Earil querría charlar con el escriba.Tenía curiosidad por sus misivas, y el comentario de Lady Marion le ha llevado a pensar que debería prestarle aún algo más de atención. Puede incluso que mande a Jeremiah algún día.

Por otro lado, quiere probar su nuevo plan para ver quién es el amante de la redcap. Mandará a Jeremiah a espiarles desde bastante lejos y a guiarle de vuelta al mismo sitio. Lo principal es que le guíe y que, poco después de que ellos se hayan ido, Earil esté allí. Lanzando su hechizo para ver el pasado, intentará asegurarse de que el amante de la redcap no es ningún redcap peligroso... En contra de sus sospechas.

Antes de que hagamos salto me gustaría hablar con Lothar, porque Ariadna al menos tiene cosas que hablar con él. No sé qué va a pasar en la escena del anuncio de Lord Lothar, pero bueno te lo dejo aquí para que lo sepas y me abras post cuando creas conveniente.

¿Quién era Mariona y de dónde salió? ¿Por qué se oponía Morgan a ella?

¿Qué manía tiene la Reina con casarle? ¿Por qué le cae gorda? Y del padre de Ariadna, ¿qué sabe?

¿Qué opina de que Duquesa Hiver? ¿Qué pasó al final con Sir Cedric? ¿De dónde se ha sacado que Marion conspira con Hiver contra él?

¿Cuál es el maldito problema de Jorggen?

¿Es verdad que hay un sátiro revolucionario rondando el Condando? ¿Se planea hacer algo al respecto? (Introducir aquí información sobre que Horch asesinó a un noble en la GdT, en plan casual) ¿Sigue el troll ese encerrado en alguna mazmorra? ¿En cuál?

¿Quién era Mariona y de dónde salió? ¿Por qué se oponía Morgan a ella?

Lothar te cuenta una versión adornada de lo que te contó Marjolaine. Se pasa un poco con los adjetivos sobre su virtud y gracia y derrama alguna lágrima por ella. Mariona le contó que había decidido dejar atrás su vida mortal. Al parecer no se llevaba bien con sus padres. Morgan se oponía a ella porque no confiaba en ella. Según Lothar, todo es una estratagema de los Oscuros del Condado por desestabilizar su gobierno.

¿Qué manía tiene la Reina con casarle? ¿Por qué le cae gorda? Y del padre de Ariadna, ¿qué sabe?

La Reina le quiere casar para asegurarse su fidelidad. Dado que Ariadna no es la única enviada a la corte para ganar alianzas, la Reina quiere asegurarse de que se case con una de sus chicas y evitar que Hiver se adelante y le anime a jurarle vasallaje, algo que Lothar no desea para nada. El padre de Ariadna y es un hombre respetable, aunque claramente ha tenido la misma idea que la Reina. A Lothar le cae gorda porque es grosera y excesivamente franca, y porque suele reprocharle veladamente que no tome las armas y participe en actividades marciales más a menudo.

¿Qué opina de que Duquesa Hiver? ¿Qué pasó al final con Sir Cedric? ¿De dónde se ha sacado que Marion conspira con Hiver contra él?

Sabe que la Duquesa Hiver va a intentar camelárselo de cualquier manera, así que está alerta para preveer sus movimientos. Le parece que forma parte de la Conspiración Oscura (algo que menciona a menudo pero de la que te excluye). Sir Cedric le dijo que una antigua amante suya era vasalla de Hiver y que por ello se cartea con Normandía. Se nota que Lothar no quiso hurgar mucho más por miedo a encontrarse más traiciones y lo aceptó de buena gana. Sobre lo de Hiver, antes pensaba que era una enviada suya al igual que Ariadna lo era de Sirius. La fuente de este rumor es Jorggen.

¿Cuál es el maldito problema de Jorggen?

No lo sabe, pero le da crédito por no haberse equivocado antes y haberlo obviado, igual que a Lord Ibrahim.

¿Es verdad que hay un sátiro revolucionario rondando el Condando? ¿Se planea hacer algo al respecto? (Introducir aquí información sobre que Horch asesinó a un noble en la GdT, en plan casual) ¿Sigue el troll ese encerrado en alguna mazmorra? ¿En cuál?

Sí, generalmente por las fechas de la Revolución Francesa siempre hay algún plebeyo con ganas de juerga, pero esta vez hay razones para preocuparse. Se cree que ese sátiro se llama Gastón, pero poco más se sabe. Por el momento se mantiene bastante oculto. Grenn sigue en una mazmorra, casi en total Confusión. Lothar no siente ninguna pena ni remordimiento por él y lamenta que un linaje noble como el suyo tenga en sus filas a alguien tan asqueroso como él. Te indica cómo llegar a las mazmorras de Blois, pero no te da permiso para ir. Es peligroso, porque Grenn en su locura crea nervosas que pueden hacer mucho daño

Nota informativa antes de que se me olvide. ¿Vas a repartir px?

Ya que Ariadna va a estar mucho tiempo en los Cedros, había pensado que empezase a aprender Adivinación. Imagino que alguien aparte de Earil sabrá, digo yo. Y bueno, ya que Axelle pasa mucho tiempo allí puedo seguir con los entrenamientos y empezar con tiro con arco. Así no tiene que moverse mucho del feudo y puede estar con Marjolaine.

César se dedica a perrear y a tratar de conocer a la gente de la corte y alrededores, además de buscar disimuladamente pistas sobre lo ocurrido a Marjolaine. Y a intentar ligar con las damas, evidentemente.

- Ir a la cabaña (preferiblemente acompañada de alguien, que cuatro ojos ven más que dos)
-Hablar con el caballero errante.

Bueno, ¿hay que investigar no?

No me sale para etiquetar a Don Cesar =S

Así que ahora si me ajuntas, eh? xD

Mi idea era, como he comentado a Salma, que Don César indagase a partes iguales con nobles y plebeyos de manera disimulada mientras conoce la zona y disfruta ;)

Mejor os esperais un poco. Ariadna va a participar en la investigación también. Tengo un par de ideas y tengo que hacerle un par de preguntas a la ama Rocío primero.

Vamos a ver. Quiero traumatizar un poco a Marjolaine. Oníricamente hablando. Voy a molestarla en sus horas de descanso, recreando la violación (hasta donde sé) pero con un agresor en blanco. A ver si rellena los huecos.

También quiero interesarme por sus heridas, específicamente eso de que la mordieron, y los vendajes del cuello. ¿Dejaron marca? Si es así, ¿son en plan marcas de dientes? ¿O picadura de la cobra gay? ¿O se le han llevado cachitos?