Partida Rol por web

De nuevo a medida que cada uno de los guerreros del amanecer iban atravesando aquella puerta,  sentían aquella sensación de sumergirse en un calido fluido pesado. Y a su vez de nuevo, uno a uno sintieron como sus espíritus abandonaban sus cuerpos para deslizarse a través de aquel flujo de corriente que aquel extraño líquido contenía en su interior. Sus cuerpos parecían no existir, no había peso en ellos, no había sensación física alguna, todo era extraño, todo era distinto; aunque de cierto modo empezaban a acostumbrarse.
Y de nuevo, tal como ocurriera antes, una voz los invadió sin que pudieran negarse a escucharla. –La cámara del desafío. Esta cámara pondrá aprueba aquella aptitud del grupo en que la torre ha considerado se han tambaleado y por tanto será un desafío para ustedes enfrentarla en conjunto…

Tras aquellas palabras todo se tornó extraño y de nuevo ninguno pudo recordar como había cruzado realmente la puerta. Ahora, tras despejar la mente hacían conciencia de que se encontraban en lugar completamente al aire libre e incluso era demasiado agradable para el panorama que esperaban presenciar. El lugar parecía ser una parcela bien cuidada con sembradíos y árboles equidistantes.
Al fondo se escuchaba lo que parecía ser un cántico o plegaria acompañada del débil murmullo de agua que fluía. Desde su ubicación actual podían darse cuenta que había varias personas con túnicas reunidas en aquel lugar y que eran ellos quienes emitían aquella plegaria.

No pasó ni siquiera un parpadeo, de eso estaba segundo, pero Khan sentía que su cuerpo se descomponía cada vez que pasaba por una de esas puertas. Lo que quisiera que hubieran fabricado esos magos de la Torre era muy poderoso, y agradeció silenciosamente que se hubiera utilizado para un juego como aquel y no para algo más peligroso.

Esta cámara era mucho más agradable que la anterior a simple vista, pero Khan sabía que hasta las más bellas criaturas podían tener aguijones venenosos esperando a sorprender al incauto, así que se preparó para lo peor. Miró a sus compañeros para comprobar que tenían las heridas curadas y luego avanzó en primer lugar.

- Bueno chicos... vamos a ver qué nos tienen preparados - dijo, volviéndose hacia ellos - Brok, tú y Duhan conmigo. Edvant, cubre un lateral, tienes buen ojo.

No dijo nada a Bredel y Jilokasin, que habían permanecido callados desde que habían acabado con los norteños. ¿Qué les pasaría?

- Aaah, frío, frío, frío. No me siento las... manos? - La inmersión bajo las aguas en la cámara anterior me habían congelado hasta los pensamientos y, a pesar de haber pasado por el portal con ese extraño líquido y todo, mi mente aún sentía los pinchazos del agua fría en las manos. Pero de repente noto que tan solo era una sensación de mi mente y al abrir los ojos y ver el nuevo lugar, todo el frío se disipa y me siente como un tonto diciendo esas cosas y dando saltitos para calentarme.

- Seré tu sombra, amigo enano - le contesto a Khan con una resplandeciente sonrisa y seguidamente me giro hacia los demás compañeros - La extraña voz en mi cabeza dice que aquí hay un misterio que resolver. Será mejor que agotemos todas las vías diplomáticas antes de sacar las armas, ¿no os parece? ¡Vamos a ver qué ocurre allí delante! 

Aquella vez había sido más extraño que la primera, pasar de las gélidas aguas del lago a aquella cálida sensación al atravesar el portal era como ser besado dulcemente por un hierro al rojo apenas un instante, y cuando quiso darse cuenta estaba ahí de pié con los demás pensando en el significado de aquellas palabras que resonaban en su cabeza.

- Gracias por hacerte cargo de mis cosas Khan - dije mientras volvía a cargar la mochila y colocando cada cosa en su lugar

No era mucho, pero por lo menos tener una espada en la vaina y un buen puñado de flechas en el carcaj le daba tanta seguridad como tener a ambos enanos a su lado.

Rápidamente avancé por el camino, arco en mano, hasta pegarme al muro que teníamos delante y espié a través de la apertura

El frío, la nieve, el lago... todo se esfumó de repente. Frente al sorprendido enano se extendía una vista bastante más agradable que la anterior "Bueno, al menos este lugar tiene mejor aspecto que aquel maldito páramo helado. Espero que a esos estúpidos magos de la torre no se les ocurra ponerme más nieve bajo los pies o lo pagarán caro." pensó Brok frunciendo el ceño.

Al ver que el peligro de la nueva sala no resultaba inminente Brok relajó la postura y apartó las manos de sus hachas "Será mejor no llegar en una actitud demasiado amenazante." -Bien Khan, te sigo. Veamos qué sorpresas nos depara esta nueva cámara.

Comienza a andar por el sendero de tierra en dirección a las figuras con capas -Creo que todos hemos escuchado esa maldita vocecilla metiéndose de nuevo en nuestras cabezas ¿no? Personalmente me resulta más fácil resolver los conflictos  dejando que mis hachas hablen por mí. Pero por el momento he tenido suficiente con la sala anterior, veamos si podemos salir de aquí tranquilamente.

- Por cierto, mamones - dijo, gruñendo - ¿Qué sacásteis de los cadáveres? No habéis dicho ni una palabra al respecto...

Yo me quede un escudo mediano, me quede con las ganas de comprarme uno pero no se...parece como que no me resultaria muy util

Hizo una pausa reflexiva preguntandose porqué

Entre los cadaveres encontramos lo siguiente :3 armadura de cuero ligero,1 hacha de batalla,3 arco largo,1 escudo mediano, 2 espadas cortas,60 flechas,8 abrigos de piel para el frío,5 garrotes

Avanzando con cierta precaución, el grupo pudo escuchar con más detalle aquellos cánticos que entre palabras expresaban sentimientos de aflicción y desesperación. No estaban seguros de que era lo que aquellas personas estaban diciendo dada la cantidad de voces orando sin sintonía; sin embargo, leyendo entre palabras parecía que hablaban también la lengua del comercio.
Aquellos humanos con túnicas que oraban, parecían estar en torno a una pequeña laguna de aguas cristalinas. Tras ellos había árboles de manzanas y del otro lado del camino central que dividía aquella parcela estaba un sembradío de cereales custodiado por un viejo espantapájaros. Lo interesante de todo aquello era que de nuevo aquella laguna tenía aquel tono brilloso ligero que habían presenciado en la laguna de la pasada cámara.

Aquel lugar parecía algún tipo de monasterio, pero debían de estar seguros de a lo que se enfrentaban. Sabiendo lo retorcidos que eran los magos, quizás eran muertos vivientes, o estaban bajo una maldición, quién sabía. Asintiendo a Edvant cuando se acercó al muro frente a ellos, Khan avanzó para cruzar al interior del huerto y abordar al primer monje que viera.

- Todos atentos. Primero intentemos hablar con ellos, no son una amenaza.

Siguiendo el ejemplo de Khan, Brok cruza el muro de vegetación. Al otro lado pudo ver varias hileras de manzanos. -No perdamos tiempo en acercarnos a urtadillas. Si nos descubren tendríamos toda la apariencia de estar intentando atacarles. Mejor ir directos hasta ellos.

Dicho esto el enano empieza a caminar por el sendero central mirando a ambos lados. No distinguió nada de interés entre los campos de cereal que se extendían a su izquierda, pero en cuanto hubo andado unos pasos vio a un individuo solitario entre los arboles. Tenía la misma pinta que los que había más lejos, junto a la laguna "Mmmm, por la pinta que tiene sin duda va con los de las oraciones. Veamos que puede decirnos."

Sin más miramientos Brok se aproxima hasta el hombre. En los cánticos creía haber identificado la lengua del comercio, la cual sabía manejar sin complicaciones, por lo tanto fue ésta misma la que utilizo para hablar al desconocido -Saludos amigo. Un bonito paraje este. Comenta Brok echando una mirada a su alrededor -Sin embargo su belleza queda ligeramente enturbiada por el sentimiento que se adivina en los cánticos de aquellos hombres. Le dice al desconocido mientras mira hacia la laguna -¿Qué es lo que les aflige de esa manera?

colgando de nuevo el arco a la espalda para no parecer peligroso avancé del lado de Khan

- La mujer de allí me da mala espina, no parece formar parte del grupo -

para disimular un poco saqué un trozo de carne seca de entre la comida que había comprado antes de salir entre por si las pruebas se alargaban durante días, y me lo comí con tranquilidad mientras nos acercábamos. Aunque no sabía como se tomarían que apareciera un grupo como nosotros por ahí intenté estudiar sus rostros en busca de algo que revelase si eran amistosos, en especial aquella extraña mujer

Avanzo junto a mis compañeros, permaneciendo en todo momento al lado de los enanos. 
- Los cánticos parecen ser de carácter religioso y, a juzgar por el sentimiento que le ponen, no sabría decir si se trata de un funeral o si simplemente rezan para salvar sus propias almas...

Cuando Edvant advierte sobre la mujer que parece distinta a los demás, me fijo bien en ella. Al igual que el hombre con el que está hablando Brok, la mujer está más apartada de la multitud. Me acerco hasta ella - Buenos días señora. Mi nombre es Duhan. Siento interrumpirla pero, mis compañeros y yo pasábamos por aquí y no hemos podido pasar por alto vuestros cánticos. ¿Ha ocurrido algo? ¿Necesitan algún tipo de ayuda?

Me quité el abrigo y pasé a llevarlo en los hombros.
Me dolió un poco la cabeza al reaparecer en mitad de un campo agradable. El cambio de temperatura fue alto.
Me acerqué con Duhan a la mujer que parecía que no quería ser descubierta.

Buenos días, dama, ¿tiene algún problema? ¿Le podemos ayudar en algo? ¿O es que no le gustan los cantos de la misa?
Le dije intentando averiguar un poco su presencia.

Creo que en este mapa deberíamos de conversar con las personas, pues eso empecé a hacer, y fui con Duhan por si le ocurría algo, o por si se ponían conmigo violento, así tendría a un compañero cercano para que nos defendiéramos juntos.

Puede que cerca hubiera gente violenta, fuera de la misa...o dentro, esperando a hacer una incursión.

El niño miro al enano con curiosidad pero de inmediato se atemorizo, iba armado y tenia mal aspecto lo cual le preocupo. Pero luego se dio cuenta, aquel enano estaba loco, o al menos eso es lo que diría su madre. Y entonces lo tuvo claro, su madre era la respuesta. –Mi madre ha muerto, por eso lloran todos, deberías ir a llorar tu también o el dios se enfadará mas”-. Clamó el niño con la seguridad en el rostro de quien a causado una gran impresión en su interlocutor.

Aquella mujer miró con cierta frialdad y desprecio a ambos magos para enseguida acercarse a ellos para palpar y oler su ropa al tiempo que los miraba fijamente en el rostro –Magos!- sentencio fríamente para enseguida escupir al suelo como una clara grosería hacia estos. –Pregúntenle al señor dueño de la hacienda, el es parte del conjunto de pajaritos cantores- dijo para enseguida darles la espalda y alejarse un tanto de ellos.

El hombre que había señalado aquella mujer, era aquel que estaba junto a ella y con quien momentos atrás intercambiara palabras. Este tenia un aspecto algo presuntuoso y a diferencia de los demás su tunica parecía ser de fina seda a la par que tras sus ropas se alcanzaban a ver algunas pocas joyas.

Con la motivación que ahora Khan ejercía a sus compañeros a resolver sus asuntos en la cámara por la vía pacifica, estos mismos se adentraban en aquel lugar donde aquella especie de secta se reunía.

Brok por ejemplo, habiendo notado a una persona entre los manzanos, se aproximo inmediatamente hasta esta para hablarle pero pronto, al igual que sus compañeros, se dio cuenta que se trataba solo de un niño.

Por su parte los dos magos se acercaron con decisión hacia la mujer que vestía diferente para interrogarla acerca de lo que pasaba, sin embargo tal parecía que no habían sido bien recibidos.

Al mismo tiempo, un hombre también con tunica que parecía haber esta dirigiendo las oraciones hasta que la presencia de los guerreros del amanecer los interrumpiera, se acercó a donde Khan y Edvant se encontraban levantando su mano izquierda en lo alto en señal de saludo.

-Glorioso es el dios pues nos trae tan inusual visita en su sagrado suelo. Bienvenidos sean todos ustedes visitantes, en que podemos servirles-. Exclamó aquel hombre quien sin duda debía ser un sacerdote.

Aquellos hombres, aquellos sacerdotes, hablaban en la lengua del Comercio, así que Khan asintió satisfecho de que no hubiera problemas de comunicación. Aunque no compartía las creencias religiosas de los humanos (de hecho, era un enano poco religioso), debía de seguirles el juego para hacer toda la transición lo más cómoda posible.

- Gracias por la bienvenida, padre - dijo, inclinando levemente la cabeza a modo de saludo - Sólo somos unos viajeros que estamos de paso. Buscamos una puerta, un artefacto antiguo que irradia magia poderosa. Mis... compañeros estudiosos desean echarle un vistazo.