Partida Rol por web

El eco del Diablo

El Bosque

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09/11/2017, 14:07
Director

Contra todas las leyes de la termodinámica la estufa estaba fría. Tuvieron que moverse gateando, uno detrás de otro, arrastrando las armas que se habían agenciado. Se movían pero parecía que apenas avanzaban. En el túnel de hierro oxidado sólo cambiaban los restos, las cenizas que iban chafando con las palmas de las manos y las rodillas. Primero eran tan finas que se levantaban formando una nube que oscurecía un poco la luz del final. Luego eran ascuas apagadas, como piedrecillas, y finalmente restos de huesos calcinados de personas. Cuándo encontraron un cráneo, de adulto, ennegrecido por el fuego pero íntegro, ya estaban cerca del otro lado.

El túnel se agrandó un poco al final y ya casi podían sentarse cuando con un gran estruendo metálico se cerró la puerta del otro lado volviendo todo casi negro, salvo la luz que entraba por unas rendijas de lo que parecía alguna rejilla de ventilación y el inicio de una hoguera, un papel ardiendo entre el carbón. Elliot se apresuró a apagarla pero sus movimientos avivaron el fuego, que Mats apagó de un zarpazo. Supieron que estaban al otro lado de la puerta de un horno, en otro sueño.

Por esas aberturas para que entrara el aire -y que formaban un adorno sencillo en forma de cruz- se pudieron turnar para mirar al otro lado.

Era una cocina grande, con azulejos blancos adornados con una cenefa geométrica estilo clásico.

- Tiradas (2)

Notas de juego

1/2

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09/11/2017, 16:52
Henri Landru

Lo que parecía un muñeco tamaño humano, o una figura animada hecha mitad de trapo, mitad de cera, vistiendo con ropa de principios del siglo pasado se movía sigilosamente abriendo los muebles. Buscaba a alguien, o más bien fingía que lo buscaba, porque se hacía obvio que ya la había encontrado.

En el interior de una alacena, justo en frente del horno, se veía una silueta de lo que podía ser una niña de unos siete u ocho años que trataba de esconderse, como si no hubiera reparado en que la malla de la puerta no era para nada opaca.

Notas de juego

2/2

:-)

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10/11/2017, 10:15
Elliot

Notas de juego

Dos preguntas:

- ¿se puede abrir la puerta del horno desde donde estamos?

- ¿A través de la entrada de aire de la puerta se podría disparar la escopeta en un momento dado?

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10/11/2017, 10:30
Director

Notas de juego

Sí a la primera pregunta, no a la segunda.

>:-)

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10/11/2017, 11:12
Elliot

Las cenizas que tapizaban el camino a través del horno pronto mostraron su naturaleza. La impresión que causó a Elliot estar allí encerrado a punto estuvo de sacarlo de sí, cosa que pudo soportar recordándose a sí mismo que estaban en un sueño (aunque esto no siempre era tranquilizador). El olor de las cenizas se mezcló por un momento con el recuerdo de los olores de un sótano del pasado y para sentirse seguro cerró con fuerza una mano alrededor del mango de uno de los cuchillos mientras palpaba con la otra la correa de la escopeta. Su tribulación momentánea a punto estuvo de costarles cara si no hubiera sido por los reflejos de Mats que apagó con presteza el conato de hoguera.

El personaje que se movía al otro lado de la puerta parecía un muñeco de cera de un museo que nadie en su sano juicio querría visitar. Su rostro y sus movimientos daban escalofríos, pero el colmo del horror para Elliot fue ver que estaba a punto de atrapar a una niña que inocentemente se escondía a plena vista.

Miró un instante a Mats para cerciorarse que también había visto a la niña y entendía su siguiente movimiento y acto seguido, sin demorarse un instante más, abrió la puerta y trató de salir del horno con la mayor presteza de que fue capaz.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Hago una tirada de destreza más atletismo (y no sale muy grácil, me parece...) x-(

La  intención es salir y apuntar al muñeco.

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10/11/2017, 13:00
Gabriel Cailletet
Sólo para el director

Al desaparecer la nieve, el galgo enano había perdido el rastro de los soñadores.

Gabriel "Onirizó" apareciendo en el sueño del periodista vestido con pieles, como un trampero. Se reunió con su perro y al cabo de unas cuantas horas encontraron la cabaña y dentro, el lobo tendido, muerto, junto a la chimenea, que tenía la puerta abierta.

El chamán comprobó el interior de la estufa y no vio nada, entendió que Elliot y Mats se habían marchado por ahí y habían salido al fin de ese sueño. Luego el interior del armario y se agenció un cuchillo de cazador.

El vientre del lobo estaba muy hinchado. Gabriel sacó un hueso pequeño y lo ató a un hilo. Improvisando un péndulo que puso sobre el cadáver del animal y el hueso tiró hacia él. Con ese rito Gabriel supo que dentro del cuerpo muerto había una persona. Probablemente un soñador.

Con el cuchillo empezó a abrir la panza del cadáver.

- Tiradas (3)
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10/11/2017, 21:52
Mats Bergstrøm

Contra todo pronóstico, la estufa es lo suficientemente grande como para que Elliot y yo pasemos en fila india. Los dos vamos avanzando en mitad de la oscuridad, por una especie de pasadizo que a simple vista no se veía. A medida que nos movemos hacia una salida iluminada que se ve a lo lejos, la consistencia de la ceniza por la que gateamos va cambiando, pasando de apenas un polvillo hasta algo parecido a un cemento mal mezclado. Finalmente, y para nuestro espanto, cobramos consciencia de que se trata de restos humanos carbonizados. Este lugar ha sido empleado como crematorio.

Como eco de mis pensamientos, la puerta del otro lado se cierra de golpe. Unas ranuras en el metal nos permiten ver la escena que tiene lugar al otro lado: un grotesco monigote animado hace como que busca por lo que parece una cocina a una pequeña niña que trata de esconderse en una alacena, aunque la pequeña está totalmente a la vista. Sin duda el monstruo sabe dónde está; solo juega con su presa.

En ese instante, de alguna manera, reconozco al siniestro muñeco, o más bien a la persona en la que está inspirado: se trata de Henri Désiré Landru, «el Barba Azul de Gambais». ¡Gambais! Gambais es el pueblo de Sophie. ¿Significa esto que nos estamos acercando a nuestro objetivo?

De pronto, Elliot abre de golpe la puerta metálica del horno y sale aparatosamente a la cocina del otro lado, apuntando a Landru con su escopeta. Yo me afano por salir a continuación, sacudiéndome el polvo de hueso y levantando el hacha sobre mi cabeza, apretando el asta con tanta fuerza que mis nudillos se vuelven blancos.

¡Eh, tú! —exclamo en mi tono de voz más amenazador—. Me parece que tienes algo mejor a lo que prestar atención.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Yo también tiro. Con un 12, no quedo mal :D.

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11/11/2017, 10:53
Henri Landru

Mats reconoció que la cabeza del muñeco era en realidad la cabeza embalsamada para ser exhibida -en el “Museo de la Muerte” de Los Ángeles- que había pertenecido, si no al primer asesino en serie francés, si al primero en hacerse una celebridad mundial por efecto de la prensa sensacionalista. Sus titulares mantuvieron vivo el interés en el caso siguiendo con morbo y todo lujo de detalles el día a día del largo proceso judicial, apartando la atención de la gente de la Conferencia de Paz de París, cuyo resultado desfavorable podría haber causado la indignación popular.

Mats había estudiado el fenómeno Landru con detalle en la facultad de periodismo. En su jardín de Gambais se encontraron enterrados más de trescientos huesos humanos calcinados y guardaba cuarenta y siete piezas dentales de oro. El horno del que habían salido se subastó por una gran suma. Le ejecutaron por la muerte de once personas pero se le suponía la muerte de muchísimas más.

El “muñeco” se giró a los recién llegados poniendo cara de sorprendido. Puso un brazo en jarra, sobre la cintura, el otro tras la espalda.

Se irguió altivo. A Landru se le tenía por un caballero muy educado con un irresistible carisma que había aprovechado para seducir a multitud de viudas -aprovechando la situación tras la masacre que fue la Primera Guerra Mundial- prometiéndoles matrimonio y asesinándolas para quedarse con sus bienes.

—Esto es un atropello —.Señaló con un dedo acusador a la alacena— ¡Los niños no me dejan descansar!

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11/11/2017, 11:45
Elliot

-Saca muy despacio la mano que tienes tras la espalda y aléjate de la alacena o te vuelo la cabeza- dijo Elliot secamente mientras apuntaba al espantajo. Sin quitarle la vista de encima se mantuvo atento de reojo a la puerta de la cocina por si aparecía alguien más.

Notas de juego

Gasto el turno en apuntar por si hay que disparar baje la dificultad. :-P

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12/11/2017, 09:11
Henri Landru

El muñeco puso sus dos manos agarrando la hebilla de su cinturón y dio un paso alejándose de la niña, cómo le había conminado Elliot.

Luego levantó las cejas en un gesto expectante, como pidiendo una explicación.

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12/11/2017, 21:09
Mats Bergstrøm

Se me hace muy difícil tratar de mantener algo parecido a una conversación medianamente cordial con un monstruo como Landru, aunque ni siquiera sé si es «real», una consciencia que ha adoptado su forma, o un mero producto onírico de la fantasía de Elliot y la mía. Sin embargo, intento mantener la compostura… pero mantengo el hacha firmemente asida.

Señor Landru —empiezo, carraspeando, y pasando al trato de usted—, le agradeceríamos que no se interpusiera en nuestro camino ni intentase nada raro. Estamos buscando a alguien… Una amiga. Joven y guapa, con el cabello completamente blanco excepto unos mechones azules. —Describo a Sophie según la apariencia que suele presentar en sueños—. ¿Por casualidad no la habrá visto?

No sé hasta qué punto puedo fiarme de lo que sea que nos diga este espantajo. No pienso quitarle el ojo de encima.

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12/11/2017, 22:35
Henri Landru

La luz entraba de lado por una ventana con los cristales rotos haciendo líneas por las que volaban motas de polvo.

El muñeco movió la cabeza hacia los lados para expresar su negativa. Fue un gesto un poco brusco.

Tanto Mats como Elliot pudieron ver que un hilo que salía de su calva subiendo recto era el que había forzado ese movimiento. No es que antes no estuviera allí. Ahora la luz lo hacía visible.

Él mismo miró hacia arriba como queriendo ver el punto de su cabeza del que salía el hilo que le movía, algo imposible para él. Sus cejas y su boca se arquearon poniendo cara de miedo y tristeza.

También tenía hilos en las muñecas y en los pies.

Desde dentro de la alacena, la niña comenzó a llorar.

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13/11/2017, 11:31
Elliot

Mats se dirigió a aquella criatura como Landru. Debía representar a alguien conocido por él y directamente le preguntó por Sophie, aunque con la precaución de no decir su nombre. Elliot se movió lentamente hacia la alacena sin dejar en ningún momento de apuntar a aquel siniestro personaje. Al moverse la luz que lo iluminaba reveló que era una especie de marioneta aunque en él parecía haber cierta voluntad independiente que quisiera revelarse contra quienquiera que moviera los hilos. Estaba asustado. Si pensó que el personaje no podía ser más inquietante se había equivocado.

Mientras la marioneta buscaba el origen de sus propios hilos Elliot susurró a la niña: -Shhhhh... No llores, pequeña, vamos a sacarte de aquí, no tengas miedo-. Para no sobresaltarla abrió la puerta lentamente.

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15/11/2017, 09:28
Henri Landru

La niña salió de la alacena y se puso tras Elliot, agarrándose a su camisa.

Mientras, el muñeco le hablaba a Mats.

—¡Sólo quiero descansar! ¡Y no me dejan! —. Levantó un poco un brazo y se miró el hilo que salía de su muñeca —. Cuando entendí lo que me estaba pasando, ya era tarde. Yo sólo quería hacer sumas y ganar patrimonio, él me ayudaba con las cuentas y aunque yo ponía los anuncios, él me las traía. ¡Yo no las buscaba, ellas venían a mí!

Y entonces salieron los hilos… Salían de mí… No vienen de fuera… salen de mí…

Landrú golpeó el suelo con uno de sus zapatos repitiendo un “click, click, click...” que Mats había oído antes: unos pasos funestos, al otro lado, en el Hospital de Saint Jean de Dieu.

Y la cara embalsamada del asesino pasó en un instante de un gesto lastimero y patético a la más tétrica de las sonrisas.

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15/11/2017, 20:25
Mats Bergstrøm

Después de nuestra intervención, la naturaleza de la marioneta que tenemos delante queda revelada. La luz incide sobre ella de tal modo que los hilos que la mueven son visibles. Por algún motivo, a pesar de que no responde a mis preguntas, Landru se queda completamente inmóvil, con una extraña expresión que me sacude ligeramente por dentro. La niña, llorando desconsoladamente, sale de su precario escondrijo y corre hacia Elliot, ocultándose tras él.

Entonces, la marioneta de Landru empieza a protestar. Parece como si quisiera excusarse de las atrocidades cometidas por el verdadero Landru hace un siglo, o justificarlas de alguna manera. Los hilos… Es como si Landru quisiera sugerir que solo era una marioneta en manos de algún titiritero maléfico, que lo obligó a asesinar a todas aquellas mujeres.

Desconcertado, no alcanzo a formarme una opinión acerca de estos argumentos. De pronto, el sonido que el muñeco produce al golpear el suelo con su pie me golpea con una fuerza indescriptible. El ritmo, la resonancia… Lo he oído antes. En ese momento, cuando miro a los ojos de la grotesca marioneta, cuando veo formarse su perversa sonrisa, lo sé. El responsable de todos los males del mundo.

«El Diablo».

Hola, Eu —lo saludo, bajando el hacha, con una expresión realmente seria en el rostro—. Ya me estaba preguntando cuándo aparecerías.

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16/11/2017, 08:21
Henri Landru

La mueca del muñeco fue cambiando hasta un gesto serio. Los labios rectos y los ojos bien abiertos. Habló como quien declama una letanía. No era una conversación.

—Para sacar a Sophie viva del pozo es necesario que mates a la niña con el hacha.

Sus ojos brillaban, desafiantes.

—Sólo es un sueño ¿No?

La niña se agarró con fuerza a un costado de Elliot, temblaba y al oír la petición del demonio se orinó encima.

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16/11/2017, 09:23
Elliot

El espantajo se excusaba ante Mats. Parecía querer justificar unos crímenes achacándolos a otro, excusa casi universal. Pero los hilos, como él mismo bien decía, salían de su interior.

En un instante su gesto cambió por completo. Mats lo reconoció de inmediato llamándole "Eu". Elliot comprendió entonces que se encontraban frente a Eugen. Recordó que le habían nombrado en la casa Gresta; éste era el dragón por excelencia de los que podrían jamás encontrar. Un escalofrío recorrió al chico de pies a cabeza. Lo había visto una vez hace tiempo pero había tenido la fortuna de que no reparara en él o al menos no pareciera haberse interesado demasiado.

Se dirigió a Mats sin ambajes, sabiendo perfectamente qué hacía allí y ofreciéndole información... A cambio de un precio. A cambio tejería unos hilos para él. Cuando Elliot oyó nombrar a la niña bajó la escopeta y con uno de sus brazos la abrazó fuerte contra sí. No la abandonaría por nada del mundo y la miró por un instante para transmitírselo. Estaba seguro que Eugen sabría eso.

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16/11/2017, 19:14
Mats Bergstrøm

Al escuchar la sugerencia del demonio que me habla a través de la marioneta del Barba Azul de Gambais, mi mandíbula se tensa y se aprieta tanto que siento como si se me fuesen a saltar los dientes. ¿Cómo puede jugar con estas cosas? Realmente es un ser inhumano. ¿Hemos llegado hasta aquí para encontrarnos con un callejón sin salida, al capricho de este monstruo? No puedo creer nada de lo que me dice. Nada me garantiza que cumpla su promesa. Nada me asegura que la niña no sea real. E incluso, aunque realmente me estuviese diciendo la verdad, aunque fuese tan sencillo como «matar» un sueño a cambio de salvarle la vida a mi amiga… ¿Qué diría de mí el hecho de llevar a cabo dicha acción sin estar completamente seguro? Sabiendo con quién estoy hablando, no puede ser tan fácil. Busca hacernos daño. Corrompernos. Cuando miro a la niña y veo su rostro surcado por las lágrimas, y el charco de orín que empieza a formarse a sus pies, sé que miente. La reacción de la pequeña es tan verosímil que me resulta imposible de creer que se trate de algo extraído de un sueño. Lo que más desearía sería darle un gran abrazo a la niña; realmente me está haciendo sufrir el miedo que está experimentando, y que pueda habérsele pasado por la cabeza por un solo momento que yo pudiese hacerle daño.

Me descubro odiando a Masaryk con cada fibra de mi ser.

Ni hablar —respondo. La ira contenida hace que mi voz se agrave media octava—. Sabes que no pienso hacer eso, así que sácatelo de la cabeza. Engaña a otro.

Inconscientemente, mis manos vuelven a levantar el hacha en una posición de espera. No sé qué consecuencias pueden tener mis palabras. Estoy convencido de que hay otra manera, de que al final lograremos rescatar a Sophie. Mi mente empieza a evocar recuerdos tiernos que en este momento parecen muy lejanos: las veces que compartimos risas con Sophie, aquella vez que comimos juntos y luego tomamos un helado, el camino de ida hacia Clairmarais…

«Lo siento, Sophie. Sé que te voy a encontrar, estés donde estés, pero… Si realmente esto era necesario… Si realmente se necesitaba esto de mí… Entonces estabas perdida desde el principio».

Ahora, apártate de nuestro camino. La encontraremos, con o sin tu ayuda.

Notas de juego

O_O

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17/11/2017, 13:40
Henri Landru

Eugene miró fijamente a Mats, luego a Elliot. Dio un paso a un lado y les señaló, casi con una reverencia, en silencio, la salida.

Caminaron despacio con la niña* hacia una luz muy intensa pero para nada molesta.

Una vez en el exterior, la tierra del jardín estaba movida y llena de restos humanos quemados a medio desenterrar. La hierba creció rápido enredándose en los huesos y cubriéndolo todo en unos segundos. Allí todo parecía sereno, amable.

Notas de juego

Si notáis en algunos momentos limitado el libre albedrío de vuestros personajes es por la naturaleza de la escena (a veces en los sueños el libre albedrío se ve limitado)

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19/11/2017, 09:16
Elliot

Eugen se apartó a un lado, dejándoles libre la salida de aquella cocina. Se diría, por su gesto casi reverente, que habían pasado la prueba, pero Elliot dudaba que esto fuera enteramente así. En su mente se repetían las palabras exactas que había dicho a Mats sólo un momento antes: "Para sacar a Sophie viva del pozo es necesario que mates a la niña con el hacha". No pensaba que Eugen hablara por hablar; era posible que se ocupara de que esas palabras se cumplieran y no pudieran hallar viva a la chica. En cualquier caso no pensaba abandonar. En ningún momento soltó a la niña mientras se alejaban de allí.

Ya en el exterior, una vez el paisaje cambió y los huesos desaparecieron bajo la hierba nueva, Elliot colgó la escopeta a su espalda, observó un momento a Mats para ver cómo se encontraba y se acuclilló para mirar a la niña al rostro. Algo le decía que no estaba frente a un personaje de los sueños, que aquella era una niña real teniendo una horrible pesadilla:

—Ya estamos fuera, pequeña, nadie va a hacerte daño- escrutó sus ojos con interés-. ¿Cómo te llamas?

Tuvo la impresión de que habían cruzado otra puerta y mientras se dejaba imbuir de la nueva atmósfera que les rodeaba trató de entender hacia dónde les había conducido Eugen.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Hago una tirada de Percepción más Psyché para ver si Elliot intuye si la puerta que han cruzado les ha llevado a otro lugar del mismo sueño, a otro sueño del mismo soñador, uno de otro soñador, a un reino del sueño, etc.

Pero me sale un nueve... x-(