Partida Rol por web

Entre lineas podia entender que tal vez no era necesario enfrentar a los soñadores malos, por decirlo de alguna manera, en su propio mundo y si eso era posible, si era posible meterles una bala en la frente en mi plano, entonces alli tenia que estar yo. 

Aunque me sentía como una rubia en clase de ciencias seguí escuchando con atención.

- Lo que entendiendo Señor.... Elliot es que puede ayudarnos a encontrar el lugar fisico donde esta Sophie para que podamos actuar.

Aunque hice incapie en el nombre de nuestro nuevo amigo no quise sonar mas sarcastica o antipática de lo que había sido antes. Ya había aceptado que estabamos en el mismo barco y sabía trabajar en equipo. 

Luego me acerque a Clementine con algo mas de curiosidad.

- ¿Que fue lo que soñaste con la niña? Le pregunte en un susurro.

-Sí, esa era la idea inicial -respondió Elliot pasando su mirada de Daniel a Leah-, encontrar alguna pista del lugar físico en que se encuentra Sophie. Pero si de alguna forma está atada a otro tipo de lugar, no sé, tal vez sea acerca de dicho lugar lo que encuentre, en caso de que pueda lograr averiguar algo... -en su cabeza habían quedado dando vueltas dos palabras de Daniel. -¿Vigilado y vedado?- preguntó volviendo a mirar a éste-. Veo que tenéis alguna sospecha acerca de dónde puede encontrarse vuestra amiga. Y no parece un sitio cualquiera, ni de fácil acceso... -no sabía cuál de las palabras sonaba más disuasoria. Daniel había hablado además de una "Bestia" o mejor dicho, "La Bestia". ¿Sería un lugar relacionado con Eugen?-. Cualquier información puede ser totalmente relevante para encontrarla, y también para no perderse adentrándose en su búsqueda. Repito que puede ser muy peligroso-. Contestando a otra de las preguntas de Daniel añadió-No creo que sea lo más inteligente partir desde aquí, tampoco sé si podría hacerlo en este instante ni si podriais seguirme, pero si así fuera nos arriesgaríamos todos innecesariamente. Mi idea era volver a casa, es decir, despertar, y adentrarme en el sueño de nuevo con la información que me has dado- se volvió hacia Mats-. Sería una forma de no exponer a nadie más. Y si no basta con la información sobre Sophie, podría adentrarme con uno de vosotros, pero sólo sería capaz de hacerlo con uno, alguien con quien compartiría mi búsqueda entrando en su sueño -dijo esto abiertamente y haciendo una breve pausa para ver sus gestos, imaginando las reticencias que todos tendrían hacia algo así después de las experiencias que hubieran tenido con aquellos soñadores. -Quien vosotros consideréis que está más próximo a la chica sería la persona más apropiada. Pero no tiene por qué ser necesario, ya os digo. Cualquier cosa que averigüe os la haría saber. Decidme un modo o lugar de ponerme en contacto con vosotros y os contaré lo que haya podido encontrar. Esto es lo que os propongo.

Miré a Daniel, luego a Leah después a Elliot, a Mats y a Madame Gresta. Tragué grueso, -Es cierto, viajé con la niña y tengo experiencia en ello, la experiencia de aquella sola vez. Lo hice en parte por curiosidad, no solo por cómo sería, sino también para ver si es que podía hacerlo... Y en parte porque pensé que ella estaba muriendo y quería compartir con ella algo más que una sala de hospital y conversaciones con su cuerpo astral -suspiré lentamente recordando con pasmoso dolor aquel momento por más que ahora sabía que ella estaba bien; decidí contestar a la pregunta de Leah en voz alta, era demasiado extensa para ser susurrada y quizás a los demás les sirviera para saber... o ver algo que yo no.

-Fuimos a una playa, supe de alguna manera que era un recuerdo de ella porque era más pequeña que en la actualidad y no tenía marcas en su cuerpo, también supe que no iba a poder recordar nada al despertar. Allí ella jugaba con una cometa tratando de que llegara al cielo porque allí estaba su madre -hice una pausa y me miré las manos -Había mucho viento y parecía que este iba a arrastarla con cometa y todo. Ella se volvió hacia mí para pedirme ayuda y yo se lo ofrecí sin saber si me reconocía o no, creo que no -hice una pausa y me llevé la yemas de los dedos a los labios, pensativa -En fin. Ella soltó la cometa y me abrazó. Luego de eso una avioneta apareció en el cielo y aterrizó cerca de nosotras, un hombre bajó de ella con la cometa bajo el brazo. Él la llamó "hija" y ella le dijo "papá", se abrazaron y él le dijo que nunca pararía de buscarla, luego me miró... y le dijo a ella su nombre, que nunca se lo harían olvidar de nuevo. Comencé a sentir desesperación porque sabía que no lo recordaría al despertar... Y luego abrí los ojos.

-Al despertar estaba al otro lado de la cama de Édith un ser que se identificó como Ophelia y que me preguntó por Leah. Me dijo que era un vampiro cuando la interrogué sobre su naturaleza -tuve que hacer una pausa para recordar mejor -Y me pidió que le dijera a Leah que nunca le haría daño -estaba yéndome por las ramas -En fin, yo había dicho el nombre de la niña en sueños y ella lo había escuchado... y Así fue como volví a saberlo y lo susurré a la niña para ver si lograba tener algún efecto sobre ella. Ese mismo día por la noche despertó.

Volví a suspirar, largamente. -Si piensan que yo debo ir lo haré con gusto, aunque quizás si es mejor alguien que sea cercano a Sophie sería mejor Mats.

Mi rostro empieza a ensombrecerse a medida que voy escuchando las palabras de Daniel y Elliot. Mucho de lo que oigo es tan críptico que escapa a mi entendimiento, pero lo que sí comprendo me suena preocupante. Los planes que comienzan a formarse podrían tener, en opinión del soñador, consecuencias imprevisibles y peligrosas. Clémentine nos cuenta entonces su experiencia onírica con Édith Montillet, cómo vieron a su padre, el estremecedor encuentro que tuvo después… Y todo ello me hace recordar algo que podría ser importante para el caso que nos ocupa.

—No sé si servirá de mucho —empiezo—, pero Sophie tiene una especie de avatar onírico, un alter ego creado para intervenir en los sueños de otros y ayudarlos. Esa persona inventada se llama Sigrun Eitinger, y apareció en una pesadilla que tuve, o mejor dicho a la que me indujeron, y me salvó. El caso es que, hace poco, después de la desaparición de Sophie, me encontré con Sigrun en el mundo despierto. Algo muy extraño… —Hago una pausa—. Cuando le pregunté por Sophie, Sigrun me dijo que había soñado con ella. La vio flotando en el interior de un pozo. —Me vuelvo hacia Clémentine—. Creo recordar que comentaste que Édith había dicho que la habían tenido cautiva en un pozo parecido, en algún lugar de las catacumbas de París… Sigrun dijo que Sophie estaba ahogada… Pero eso es imposible, ¿no? Es decir, si Sophie estuviera muerta, ¿podría haberme enviado a su otro yo, Sigrun, en la vigilia? Y, ¿la habríamos recordado?

Me quedo unos cuantos segundos en silencio, atendiendo al resto de la explicación de Elliot. Siento como si alguien estuviese aferrando mi corazón con fuerza y lo estuviese apretando. Finalmente, levanto la vista y lo miro directamente a los ojos.

—Yo iré contigo, Elliot —respondo sin un ápice de duda—. Si necesitas cualquier cosa para tu búsqueda, cuenta conmigo. Y… Gracias por ofrecerte desinteresadamente a ayudarnos, de todo corazón. —No puedo evitar echar una breve mirada a mis amigos—. Estamos nadando en un mar de tinieblas. Toda la ayuda que podamos tener será más que bienvenida.

Vale, lo que podíamos llamar un plan, no digo si mejor o peor, esta tomando forma - refuerzo con un asentimiento - dentro de todas las vicisitudes que puedan surgir y, a expensas de la opinión de los que sois verdaderamente expertos en ello, creo que Mats puede ayudarte a reforzar el proceso. Bien lo ha hecho hace un instante.
Solo preguntaría si, en el trascurso del proceso, ambos, mientras estéis soñando, veríais útil tener a alguien al lado en el terreno despierto. Alguien que vigilara. Vuestro entorno y vuestro sueño.
Si la vigía es conveniente, ¿Tendrías inconveniente que alguno de nosotros, quizás Leah o quizás yo mismo hiciera esa vigilancia en tu casa o donde tu convengas, Elliot? - comento honestamente abierto a darle protección como a uno mas de los presentes.
El resto podría hacer lo mismo con Mats - inclino el gesto - Estamos en un conflicto en dos campos de juego. Es bueno cubrir todas las áreas. Y en pareja es el grupo mínimo para empezar a reducir riesgos.
Los miro a todos expectante de sus ideas y opiniones confiado en que estamos encontrando una via para empezar.
El instante en que cruzo mirada con Clementine es minimamente mas alargado. Le agradezco con los ojos su sinceridad y me disculpo por haberla entendido mal y por si ello la ha perturbado metiendola en un brete.
Mi rostro refleja el denuedo en el choque entre lo que intento pensar que es correcto y los errores. Comprendo el desacople molesto que la falta de conocimiento mutuo genera. Apenas tenemos información de la experiencia de unos y otros y en ocasiones, como la mía, tampoco de la compresión de la de uno mismo.
Pero tengo una esperanza firme y la visión de un futuro en que la confianza sea pura y la complicidad natural.
Mi gesto para Leah contiene una petición de espera, al haber oído la mención de Ophelia por boca de Clementine. Ese es un misterio para mas tarde, le digo con los ojos. Lo abordaremos pero no antes de haber empezado el camino de búsqueda hacia Sophie.
Por ultimo contemplo a madame Josiane. Ha estado escuchándonos un buen rato y no ha comentado aun nada. En mi experiencia es reflejo de inteligencia afilada.
No mejor o superior si no bien entrenada.
La espero atento.

-Yo conocí a Ophelia hace ya unos cuantos años. Entonces me pareció amable y sensata. Pero no hay que perder de vista, claro está, su naturaleza, un poco caprichosa y necesitada de atención. Los vampiros no sólo se alimentan de sangre, también lo hacen de la líbido… del ánimo de aquel que se aventure a conocerlos.

Su sangre es muy antigua, la convirtió su pareja, un Antiguo de quien se rumorea que luchó en la Guerra de Troya.

Sonrió e hizo un gesto con la mano, para cambiar de tema.

-Mi piso de París es un lugar bastante seguro para dormir. -Miró hacia Daniel- Me parece muy buena idea lo de custodiar a los que sueñan.

Incluso hay quien se hace monitorizar el ritmo cardíaco para que le despierten si algo va mal. Además, entre el sueño y la vigilia el tiempo no se tiene por qué corresponder. No es tan raro que largos sueños se pasen en una pequeña siesta y hay soñadores que presumen de haber vivido muchas vidas. Pero a veces podemos viajar muy lejos, muy profundo, en sueños que nos provocan incluso el coma.

Algunos logran entran en una especie de hibernación, hay leyendas de Sadhus ascetas que practicando su yoga duermen en cuevas durante décadas, manteniendo su āsana, quietos como estatuas, hasta ser confundidos con momias.

Mientras escuchaba atenta no podia hacer mas que quedarme paralizada. Todo era tan revelador como horrorizante. Y lo peor de todo es ya sabia donde estaba Sophie. Yo lo sabia y no podia explicarlo porque sencillamente no sabia como llegar alli. 

Luego salio a colacion Ophelia......

Eso me dejo completamente desarmada. Todos la conocian de una u otra forma. Me sentía tan estúpida por pensar en un momento que no era así y peor aun al entender que todos estabamos alli por una razon. Todos estabamos conectados de alguna forma. Como si un director extraño y secreto llevara los hilos de una macabra obra....

Mire a Daniel un par de veces forzando una sonrisa. El no era tonto sabría que algo me pasaba. Ya hablariamos, pero no podía hablar. No era el lugar, el momento....

Y comprendi que no habia lugar ni momento......

Dios mio, estamos a merced de ellos de una u otra forma.

Las palabras de Clem eran acogedoras. Sabia que Ophelia no me haria daño. De hecho me habia salvado la vida pero a que costo. Sacar su sangre de mi cuerpo habia sido uno de mis primeros suplicios.

Volví a mirar a Daniel.

- El pozo....

Tenia que ser el mismo. Daniel lo sabia, yo le habia contado, tenia que recordar a donde me habia llevado la criatura come almas, era un pozo lleno de cuerpo. Por supuesto no habia nada vivo en el pero en la escalera estaba Edith y ahora estaba segura que alli tenia que estar Sophie, aunque para mi fuera Sigrun. 

Su recuerdo aun me traia cordura en momentos de flaquezas, ella y el amor de Corinne. No podia dejarla en ese lugar de putrefaccion. Ammit se habia ido, el hombre cuervo tambien, tal vez el padre de la iglesia podia ser util pero estaba convencida de que Ophelia sabia. Tenia que saber.

- Tenemos que ir con Ophelia! Le dije a Daniel.

De esta manera teníamos un plan. Elliot investigaria por su parte y nosotros tambien.

- Creo recordar donde fue que me tuvieron, recuerdas? Y si no, estoy segura que la Directora debe saber donde esta.

Aunque hablaba con Daniel todos podian escucharme.

- Si es el mismo pozo donde yo estuve despues de ser devorada por el demonio aquel y es el mismo de Edith con Clementine estoy segura que alli debe estar Sophie, claro que no hay una forma explicita de entrar, por eso necesitamos a Ophelia.

Nuevamente me senti muy preocupada, adonde ibamos no serviría mi arma, pero tampoco necesitaba dormir, y si aun era de noche Ophelia estaria despierta, despues de todo los vampiros duermen de dia no?

Aunque no podia imaginarme a la mujer metida en una ataud tampoco sabia que era verdad y que era mentira de todos los mitos y leyendas, pero de algo estaba segura, si era tan antigua así debia ser alguien poderoso. 

Cabilando sobre el tema Leah se dió cuenta que el pozo en que vió a Sophie, rodeado por un laberinto y custodiado por un soñador no era el mismo que el pozo de dónde había salido Ammit y en el que había encontrado a Édith.

Es más, tuvo la sensación de que el primero tenía algo de artificial, de imitación del segundo.

La visión narrada por Clementine turbó a Elliot. La niña de que hablaban había estado al borde de la muerte, según parecía, y probablemente herida accidentalmente o maltratada, pues la mujer se refirió a unas marcas en su cuerpo. Maltrato y olvido... ¿Habría sido también secuestrada? Probablemente sí pues en aquel sueño tan hermoso su padre le decía que siempre la había buscado. ¿Era así como había pasado?, ¿nunca se había olvidado de ella y de su nombre? Esto le produjo al mismo tiempo una alegría y un dolor agudos y tratando de nuevo de no mostrar sus emociones, refugió su rostro tras la taza de té aunque estuviera ya vacía. Clementine había susurrado su nombre al oído de la niña y la había traído de vuelta del sueño, probablemente de un coma por lo que contaba. Ojalá estuviera ya fuera de peligro. Tenía ganas de abrazar a aquella mujer y preguntarle todo lo que supiera de la niña, pero no podía. No era el momento y, ¿por qué habrían de contarle nada? Apenas confíaban lo suficiente para tratarlo como una especie de enemigo con quien tener una tregua. Tal vez pudiera hacerlo más adelante. Tal vez pudiera incluso conocer a la pequeña. Pero ahora lo primordial era encontrar a Sophie.

Mats añadió algo muy interesante acerca de la existencia de un avatar que provenía de su amiga. Y éste había visto a Sophie ahogada en un pozo...¡Y la niña había estado atrapada en un pozo de la catacumbas de la ciudad! Le pareció entonces más que probable que Sophie estuviera allí también. ¿Viva? Podía ser ya que la niña había sobrevivido y lo más lógico es que sus captores la mantuvieran con vida para lograr lo que fuera que quisieran de ella. Pero también podría haber muerto, pues eso no impedía que su avatar continuara con cierta vida si ella había tenido la fortaleza psíquica para habérsela concedido. Así es como Elliot veía a Madame, como una avatar de la mujer que les hablaba, tal vez bastante tiempo después de que la propia Josiane Gresta hubiera muerto. Elliot se aferró a que sus captores habrían mantenido a Sophie con vida y no quiso decir nada diferente a Mats. Agradeció asintiendo con aprobación su ofrecimiento para ir con él. Era evidente que las probabilidades de encontrar algo aumentarían mucho en su compañía. Luego negó ligeramente con un gesto y desvió la mirada cuando le agradeció su desinterés. Es cierto que les habría ayudado en cualquier caso, pero no lo era que no estuviera hondamente interesado en todo lo que sucedía allí.

Daniel tenía razón, lo más prudente era que les vigilaran mientras durmieran y Madame ofreció su casa como un lugar seguro. A Elliot le quedaría tratar de averiguar a través de algún contacto si Josiane Gresta era realmente alguien en quien confiar y no tendría inconveniente en presentarse y dormir en su casa para emprender la búsqueda.

Sophie debía pues estar en un pozo en las catacumbas si sus captores no habían decidido cambiarla de lugar (¿sabrían que la niña estaba viva y que había podído hablar de su cautiverio con alguien?), pero cuando iba a comentar sobre ello, Leah habló de un pozo igualmente, uno en el que ella misma había sido encerrada "después de ser devorada por el demonio aquel", dijo como al pasar... ¿Algún tipo de ritual? Sonaba verdaderamente horrible...

-¿Sabes dónde está ese pozo del que hablas o puede decírtelo el vampiro?- preguntó a Leah. Tal vez hubiera más de un modo de tratar de averiguar el paradero de la chica. -En todo caso sigo ofreciéndome para buscar a Sophie -añadió-; los sectarios podrían haberla cambiado de sitio si sospechan que sabéis tanto.

Meditando un poco mas profundamente me daba cuenta de que no era muy seguro que fuese el mismo pozo ya que no parecian tener las mismas realidades por decirlo de alguna manera y profundizar en ello podria complicarnos.

Pero si podia presentir que Ophelia podia darnos mas informacion. Aun no estaba clara de las implicaciones de volverla a ver despues de lo que habia ocurrido pero tampoco le tenía miedo, tal vez me daba mas miedo la mujer que la cuidaba a modo de guardaespalda pero seria un buen reto.

- No, no lo se, y ahora no estoy tan segura de que sea el mismo el mismo pozo, tal vez no lo sea porque ahora que lo pienso en donde estuve tiene un aire de .... no se.... de ser otro lugar y no una prision soñadora como la que ya conocí. Estoy confundida y siento que los confundire a todos.

Por un momento me quede mirando mis pensamiento.

- Pero siendo Ophelia tan antigua como decis, estoy segura que debe saber algo al respecto, y tan bien estoy casi segura de donde o como encontrarle. Dije mas animada.

Ophelia es un cabo que tarde o temprano teníamos que atar - asiento ante la propuesta de Leah - Ya lo habíamos planteado.
Solo que las circunstancias se desmadraron.

Que ahora nos pueda dar pistas sobre el paradero del Pozo es posible - sostengo reconfortante el agarre de Leah en mi mano al reincidir en mencionar ese lugar - Si no me equivoco en el conteo ha aparecido en dos ocasiones en las que alguien a salido de lugar, considerándolo el mismo.
Punteo una pausa para explicar eso.
Si Leah duda si es o no es así, entiendo sus razones. Estamos hablando de un lugar físico pero también místico. No es de extrañar que, cada vez, estemos escuchando la descripción de testigos enfrentados a, niveles y perspectivas distintas, de un único sitio - no me extiendo en la teoria de los testigos yy cambio a un tono mas subjetivo - personalmente creo en su unicidad. Creo que es un evento ancestral del cosmos.
Arquetipico en su corazón - Fuente o manantial.
Parisino en su exposición física - Aljibe en las catacumbas.
Inescrutable en su naturaleza - ¿Olvido?¿Saber?¿Libertad?. Ni idea.
¿Poseedor de otras, mas o menos cripticas, facetas?. Casi seguro.
Ese es el aspecto que es posible que Algo que ha vivido largo tiempo aquí tenga una idea a que corresponde. No se si es por curiosidad o anhelo o utilidad.
Hago un gesto de vuelta atrás para retomar una pregunta previa.
Dije que que esta guardado por que ese es el proceso común a estos casos.
Vale. No soy experto en mitológica pero, empezando por el Eden y su Angel de espada Flamigera, pasando por el Hades y Cancerbero o la Esfinge en Tebas, hasta el Dragon de Delfos o si también por que no ese tal Smaug, existen muchos ejemplos.
Leah llego al pozo después de pasar por un Custodio y habiendo superado su prueba.
Le apretó cariñosamente la mano esperando que no atraiga demasiados malos recuerdos.
La Oposición esta utilizando Soñadores, domados y sometidos a su voluntad para llegar ha estos sitios. Yo lo veo como la miserable estrategia de pescar sin riesgo que es. Mandando a otro para que haga un trabajo en el que se puede dar de bruces con...Dragones.
Bueno, madame Josiane, los ha mencionado en su introducción - me encojo de hombros expectante - ella puede explicar mejor a que se refería.
Tomo aliento. Respirando pausado y buscando la pauta. En pos de Calma.
Es tanto lo que desconocemos de la verdad. Y lo que mas conocemos no es de lo mas halagüeño.
Metidos en esta harina ha habido: muertes, desacralizaciones, pecados y dolor en buenas porciones.
El balance, en el que por otra parte, Cleo y Edith estan liberadas de sus captores y nosotros con mas o menos cordura y humanidad me dejan equilibrarlo.
Si no me comería la ansiedad viva.
Lo focalizo. Al fin al cabo no es distinto de prepararse para una redada. Aunque es dificil. Alli se que puedo usar de chaleco y como actuar en caso de que las cosas vayan mal dadas.
¿Cual sera el truco al final? ¿Acoger una parte pequeña de insania con la que te sientas cómodo para poder mantener el resto mas o menos integro?¿Y cuanto se podrá estirar ese foco ciego hasta que llegue a rebosar de lo que allí vas echando?
Masajeo mis sienes congestionadas de sutil tensión.
Me gustaría mantener el grupo unido - digo remarcando que es mas un deseo que una petición - por el tema de la fuerza de grupo y todo lo que se dice.
Pero... - me encojo dubitativo - la información de esa tal Ophelia puede ser útil o un galimatias mas a unir al resto.
Elliot - Me dirijo al chico intentando expresarle el honesto ofrecimiento de confianza por mi parte - ¿Como ves acudir a la zona protegida de madame Gresta y ejecutar desde allí vuestra búsqueda?¿Te causa alguna prevención aventurarte a ello?
Juntos allí, la doctora os podría monitorizar como se ha dicho y nosotros dos - señalo a Leah y a mi mismo - podríamos decidir, con vosotros, si reforzar la guardia allí o salir a investigar sobre el terreno.
De todas formas para acudir a Ophelia aun habría que esperar hasta el crepúsculo ¿Es cierto o no? - le pregunto a Leah y a Clementine - Ella sale de noche ¿No? O debo reprogramar mentalmente otro clasico.

Ante las palabras de Leah y Daniel sobre Ophelia di un respingo al recordar un dato relevante para ellos. -Recuerden que la niña me dijo que el pozo estaba custodiado por un daimón y que era sagrado, que Orfeo había bajado allí para ingresar a los infiernos y que era un viaje interior... -me detuve a pensar -Sin embargo, creo que podrían dar con él si siguen la pista que nos dio ella, de las catacumbas -yo también tenía la convicción de que era un lugar a la vez físico y espiritual, aunque quizás su locación física cambiara de cuando en cuando.

-Para mí será un honor custodiar a Elliot y a Mats en su forma física durante su viaje, creo que también podríamos agregar un lector de ondas cerebrales para estar alerta a cualquiera actividad cerebral fuera de lo común -propuse -Y en caso de que haya problemas creo que podría entrar al sueño, como lo hice aquella vez, podría intentarlo... o podría despertarlos -no quería sonar atrevida, pero lo estaba siendo.

-Ophelia está en el Hotel Crillon -dije mirando a Leah de reojo -Me lo dijo por si quería ir a visitarla.

Nota mental: Hotel Crillon. 

Y sonrei a Clementine aceptando su informacion.

Teniendo ya los equipos formados no esperaba menos para ponernos en marcha, salvo claro cambiarme de ropa y tomar un café!

Pero sin animos de sonar impaciente esperé a que todos estuviesen de acuerdo.

Agradezco con un asentimiento el ofrecimiento de Clémentine de velar por la seguridad de Elliot y la mía durante nuestro viaje onírico, que con toda seguridad resultará peligroso.

—De acuerdo —sentencio, uniendo mis manos con una sonora palmada—. No sé si a vosotros, pero a mí me suena a que tenemos lo suficiente como para iniciar la búsqueda. Me parece muy buena idea buscar a Sophie en los dos planos, el físico y el de los sueños. Así nos aseguraremos de que no se nos escape, de que no puedan arrebatárnosla —«Como ya hicieron», me obligo a recordar. En esto mi atención se desvía a la señora Gresta—. Madame, le agradeceríamos cualquier consejo que nos pudiese dar antes de irnos. Cualquier cosa.

Me apuro mi té y cojo otra galleta, esta de vainilla y canela, esperando a que todo esté dispuesto y podamos partir. Espero con todo mi corazón encontrar a Sophie… Sana y salva.

Elliot despertó en su casa al amanecer con el último consejo de Madame Gresta, que todavía sonaba en sus oídos. Era el epitafio de un amigo, el fotógrafo Man Ray. Decía “Despreocupado pero no indiferente”

Un suculento almuerzo con el Comisario Réjane que se alargó hasta bien entrada la tarde bastó para obtener toda la información que buscaba y más.

Los agentes Lea Tautou y Daniel Mallutz trabajaban para el CSB, un cuerpo de seguridad falso, ocurrencia de Nella Gavaldá - vieja colega del comisario, chamán como él- para infiltrarse en cualquier investigación policial, militar y de inteligencia.

En su primera misión, sin conocer todavía nada del mundo sobrenautral investigaron un asesinato cometido por una persona poseída. Leah parece ser muy receptiva a los espíritus pero inexperta e impulsiva. Cuando descubrieron al poseído éste la mató, sólo en apariencia: mudó de cuerpo al de ella, probablemente por afinidad.

Daniel tiene sangre de lobo, él no lo sabe pero su jefa sí.

El espíritu de ese caso presentaba la forma de Ammyt, el devorador de las almas infames de la tradición egipcia. Estaba en el hospital de Lavousiére, en el que trabaja Clementine, ronando a una niña que tras un accidente permanecía en coma.

Clementine Ovuard es médico de urgencias, no tienen referencias de ella salvo que tuvo problemas de joven, típicos de la gente que ve más allá.

Daniel conducía la ambulancia que hace un par de semanas protagonizó el enfrentamiento junto a la Notre-Dame. Trataron de detenerles atacando con sonámbulos mientras trasladaban a la niña, ya despierta. Murieron varios agentes del CSB y otros tantos ciudadanos poseídos mientras dormían pero pusieron a la niña a salvo, presumiblemente bajo la protección de Madame Gresta. Pascal le contó a Elliot que ésta había sido una famosa soñadora con muchos contactos, exploradora, amante del arte y sanadora de dolencias del alma que se retiró a Roma cuando los nazis ocuparon París. Al comisario le parecía un personaje, en principio, confiable.

Fermi encontró a Leah vagando por París con Ammyt en su interior. Trató de sacar un soñador de un sonámbulo capturado en la persecución -otro miembro del CSB que los soñadores habían infiltrado- pero el intento fracasó: Leah perdió al espíritu y Fermi mató al sonámbulo llevándose en la lucha un disparo en el ojo del que es está recuperando.

Por supuesto el comisario hizo una de sus pausas intrigantes después de dar ese último detalle.

Réjane sabía por Nella que la niña estaba custodiada en un lugar secreto y que en su protección se ha implicado, además del CSB, a un grupo de lobos que había pedido su permiso para entrar en la ciudad a realizar el ataque cuando fuera el momento. Parece que la manada protegía un lugar sagrado que quizá una secta de soñadores lúcidos quiere asaltar. También participaban en su protección otro grupo formado por un comisario de Niza, su pupilo -Albin Govier, un inspector de la Policía Nacional que a Réjane le parecía más que prometedor- y otros que venían siguiendo las pistas dejadas por el caso de un cadáver aparecido ahogado, con el cuerpo totalmente tatuado y que se vieron implicados en un tiroteo probablemente con sonámbulos en el parque de Montsouris.

Hablaron de la cuestión de los tatuajes, de dónde salió que la niña en coma tenía todo el cuerpo marcado y que la secta de soñadores a que se enfrentaban utilizaba personas con talento a las que marcaban probablemente para buscar lugares de poder o quizá para capturar espíritus.

La conversación se alargó y acabaron charlando de otros asuntos, en especial de la ahijada de Réjane, Laia, cuya delicada salud se había visto mermada como cada año con el cambio de estación.

A la petición de un último consejo Madame Gresta respondió con el epitafio de un gran fotógrafo, Man Ray, del que fue amiga en los buenos tiempos, que decía algo así como “Despreocupado pero no indiferente”, aclarando que el mejor consejo que les podia ofrecer era que no dejaran que las cosas feas les amargaran la vida.

El polichinela les llevó -a todos menos a Elliot- en el carro de las avestruces hasta una estación de ferrocarril, indicándoles con un gesto que cogieran el próximo tren a París.

Esperaron bajo los nubarrones casi una hora hasta que el tren paró, vacío. Y cuando se sentaron y arrancó sus ocupantes empezaron a tomar cuerpo, primero un poco transparentes y luego totalmente presentes, en la vigilia. Cuando llegaron a París ya era por la tarde.

Acordaron con Elliot que acudiría por la noche.

Previendo que todo pudiera salir mal y que el enemigo fuera capaz de en el peor de los casos encontrar el piso acordaron con el Comisario Pillet vaciar la casa Gresta durante el sueño, quedándose tan sólo Albin, Gabriel Cailletet -el chamán que habían mandado los lobos- y Geneviève la mujer que fue psicóloga de Édith antes de que ésta fuera secuestrada y que había conocido a Mats durante su búsqueda. A Édith se la llevó Arthür al otro sitio seguro -que del grupo sólo conocía Mats- en el que se refugiaba también Cléo. Ada se fue temporalmente con César y Bélanger a un motel cercano.

Cuando se hizo de noche, Daniel y Leah salieron hacia el Hotel Crillon.

Cuándo Elliot entró le esperaban un hombre de rasgos duros y pinta de estar curtido, otro de aspecto afilado y mirada astuta que debía ser el inspector Albin Govier, una mujer de pose elegante y mirada dulce e inteligente, la doctora Ouvrard y Mats, tan radiante como en el sueño.

Era una noche nublada y la casa parecía un museo antiguo amueblado recientemente.

El Hotel Crillon es uno de los hoteles más lujosos del mundo. Ocupa uno de los dos edificios de piedra idénticos ubicados en la Plaza de la Concordia, a los pies de los Campos Elíseos.

En la recepción, una obra de arte de piedra y mármol una elegante mujer, mulata de pelo cano les hizo esperar mientras llamaba por teléfono.

A los cinco minutos apareció un hombre amable y serio y les dijo que era el mayordomo de la princesa consorte. Les condujo a un ascensor e hizo girar una llave de cobre en su cuadro de mandos, bajando éste cuatro pisos.

Caminaron pisando una alfombra persa por un pasillo bien iluminado, hasta una puerta doble que el mayordomo abrió para los invitados, indicándoles que hicieran el favor de tomar asiento.

Entraron en una pequeña y lujosa sala de cine con un piano bajo la pantalla que hacía sonar Ophelia tocando una melodía agitada. Se proyectaba una película muda que más bien parecía un documental sobre la vida ajetreada en una ciudad industrial del principio del siglo XX.

No pasaron más de tres minutos cuando el plano cambió y la música se detuvo. Ophelia hizo un gesto con la mano y las luces se encendieron, bajando un telón de terciopelo que cubría la pantalla.

La vampiresa caminó hacia ellos y les sonrió.

-¡Oh qué sorpresa! ¡No sabéis cuánta ilusión me hace que me visitéis! ¡Aquí abajo la vida es muy aburrida!

Sonriendo hacia dentro la recomendación de madame Gresta, no me sorprende estar fuera, carruaje abajo de nuevo, camino de lo que depare el plan hablado.
Creo que ya he hablado demasiado y lo que puedo añadir son escuetos comentarios en silencio de la mirada.
Conservo una mano entrelazada con Leah y la otra juguetea con las superficies, tamborileando acompañamiento para unos pensamientos mas livianos.
Finnegan's wake casi suena reconocible pero es la Bruja la que se me queda estancada con una mezcla improbable de uno y otro folk que suena y suena en mi cabeza.
Casi me creo que es culpa mía el recibimiento de clima adverso pero recuerdo que esto es el norte de Francia y que la lluvia es parte del paisaje.
Por instinto capeo el clima adverso enfundándome en el abrigo.
El calor de lo curioso que es lo que experimentamos también ayuda.
El goteo desde una realidad a la otra me fascina. ¿Es como si cambiáramos de un foco de luces? ¿Y cuales son y quien las rota? ¿O son naturales como el cambio de la noche al día?
Pienso que la estación debe ser uno de esos lugares limite que hablo Gresta y trato de marcar una banderola mental por si acaso algún día nos hace falta.
¿Alguno había experimentado algo así antes de hoy? - les pregunto a los demás obviando el paso que tuvimos en aquella galería. Aquello no era sueño ¿Verdad? Era otro contenido.
Luego comentamos como nos vamos a preparar y queda bastante bien organizado ayudado por tener a Alvin y Pillet por los alrededores.
Si alguien me parece que se queda mas expuesto somos nosotros pero...eh, quizas valga la pena.
Antes de marchar, armado para confrontar traficantes y mafiosos, pero bien no se si personajes milenarios, le doy la mano a Mats y a Clementine.
Tened cuidado e id con Dios. Encontramos a Sophie aunque sea cavando desde los dos lados.
Señalandoles el smartphone cargado y un vetusto pero fiable nokia de repuesto les pido que si hay cualquier noticia importante no lo duden, que nos llamen y también a los refuerzos.
Por ultimo contemplo a Leah, concienzuda como yo mismo en lo que domina. El mundano conocimiento de las fuerzas del orden. Sophie 2.0... Alguna pipa de respaldo. Los movimientos de defensa personal. Los ojos bien, bien abiertos.
No se por que me viene hamlet a la cabeza en ese momento, quizas es por que es lo que el principe le dice a Ofelia y mi Ofelia es Leah, pero el susurro es muy poco quedo.
“Duda que ardan las estrellas, duda que se mueva el sol, duda que haya verdad, mas no dudes de mi amor”.
Despacio y codo con codo salimos hacia el Crillon

Habiendo concluido nuestra sesión nos despedimos y me tome el tiempo para asegurarme de que Clementine se mantuviese alerta y no olvidara mis enseñanzas.

- Si necesitas disparar no dudes! Si dudas ... fallas, si fallas... mueres....

Le di un abrazo y la verdad esperé y deseé que todo saliera bien con ellos. Aun tenia mis dudas con el rubio pero no podia hacer nada más. Habría que confiar.

- Mats! tengan cuidado.

Y luego de separnos el Hotel esperaba por nosotros.