Partida Rol por web

El emisario (Leyenda Élfica)

Escena Kon Graten

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19/01/2022, 23:20
Narrador

Las primeras luces del alba atraviesan la cúpula arbórea como lanzas doradas. Montado sobre tu caballo, llegas junto a la base del Gran Árbol y te presentas ante tu padre. Vistes tus ropas de explorador; los pantalones de cuero, botas altas y tu vieja capa verde. La guardia que te acompañará en tu misión espera a un lado, sin poder evitar intercambiar nerviosas miradas entre ellos. Uno de los sirvientes te ofrece una alforja con algunas provisiones para el viaje. Llevas de las riendas a tu corcel, un noble animal de pelaje blanco y fuerte constitución, hasta detenerte ante el Rey. Tras inclinarte en una leve reverencia, escuchas las últimas instrucciones de tu padre mientras acaricias la sedosa y nevada crin de tu caballo.

-Debes entregar el mensaje al rey Edoar y volver cuanto antes. Te recuerda el Rey. Tu misión es simple y concreta, no te desvíes ni busques problemas. Los elfos rara vez son vistos fuera de Shalanest, así que no esperes encontrar ningún aliado. Hace una pausa y mira hacia el oeste antes de seguir hablando. El reino de Stumlad está lejos, a muchos días de viaje. Debes ir en dirección noroeste, pero evita el bosque de Shalanest Occidental, el antiguo reino de nuestros hermanos, ya que el mal habita ahora entre sus árboles. Así que rodéalo para seguir luego a través de las Llanuras Grises. Desde allí viaja directo hacia Stumlad, y en menos de una luna podrás llegar a su frontera. Antes de acabar, tu padre te mira detenidamente. Nuestras esperanzas están contigo, hijo. No falles a tu pueblo.

Te despides del Rey con una nueva reverencia. A continuación, haces dar la vuelta a tu caballo y sales de la ciudad a suave trote seguido por tu escolta de cinco guerreros. Al ir a dejar el claro, descubres a tu hermana Gishal de pie en una de las terrazas del Gran Árbol. La muchacha levanta una mano y te despide con una dulce sonrisa. Devuelves el saludo antes de continuar por la senda en pos de tus compañeros.

Notas de juego

Apunta 2 Raciones de comida en tu Hoja de Aventura. Cada una ocupa un lugar en tu Mochila.

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19/01/2022, 23:21
Narrador

Tras dos días de marcha por los sinuosos caminos, por fin abandonáis la espesura del bosque y dejáis atrás Shalanest.

-A partir de aquí estamos solos. Dice Heienor, un veterano elfo de oscuro cabello, echando una mirada atrás y despidiéndose en silencio del hogar.

Sin hacer caso de sus torvas palabras, guías al grupo hacia la olvidada carretera de piedra, la vía que une los dos bosques de Shalanest y que apenas es transitada desde la destrucción de Dalannast a manos de los caballeros de Stumlad.

Durante una larga y monótona jornada de viaje, recapacitas sobre lo que tu misión significa: elfos y humanos han estado enemistados durante casi dos siglos, desde la caída del Rey Dios, cuando ambas razas se enfrentaron en los mismos salones del nigromante, disputándose las riquezas y artefactos que se amontonaban en la fortaleza. Aquella lucha terminó con la muerte de los dos monarcas, lo que germinó un odio que se transmitió de generación en generación hasta que, hace apenas un siglo, ambos pueblos firmaron un tratado de paz, o más bien de no agresión. Desde entonces, el desprecio entre las dos razas se ha ido acrecentando y entiendes lo difícil que habrá sido para tu padre redactar un mensaje en el que pide ayuda a los humanos. También comprendes que muy desesperada debe ser la situación para tomar semejante medida.

En ese momento, uno de tus guardias se dirige a ti, sacándote de tus cavilaciones:

-Mi señor, alguien se acerca. Dice y señala la empedrada vía que se extiende ante vosotros. A unos quinientos metros de distancia, apoyado sobre un retorcido bastón, distingues la forma de un harapiento caminante que avanza encorvado hacia vosotros. No esperabas encontrar a ningún viajero en la antigua calzada, por lo que la presencia de un vagabundo tan lejos de los pueblos humanos te hace sospechar.

Notas de juego

Sección 1

Si interrogas al extraño al llegar a su lado, pasa a la sección 123.
Si decides pasar de largo sin dirigirte a él, pasa a la sección 15.

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29/06/2022, 23:39
Kon Graten

Me pongo mis apretadas prendas de cuero bien ajustado. Se siente prieto por todas partes. La guardia no puede evitar mirarse nerviosamente entre sí, como suele pasar cada vez que paso por delante. Un sirviente me ofrece algo de comida para el viaje - Qué considerado - lo recojo en mi mochila tras guiñarle un ojo y dejarle temblando. 

Mi padre y Rey me da las instrucciones que escucho a duras penas. Muchos días de viaje, ni desviarse ni buscar problemas - como me conoces, Padre - sonrío pícaramente. Luego me mantengo serio y me despido con una reverencia. Salto sobre mi super resistente montura, de las únicas que pueden cargar mi peso, y salimos de la ciudad. Gishal se despide medio recostada a un árbol. ¿Qué hará mi pobre hermanita sin mí para protegerla?... le devuelvo el saludo con un gesto duro y continúo mi marcha.

Tras dos días de marcha por los sinuosos caminos, por fin dejamos atrás Shalanest. Heienor es un nostálgico. Hago caso omiso de sus torvas palabras y empiezo a recordar la enemistad entre humanos y elfos. *Padre debe estar muy desesperado para pedir ayuda de esos debiluchos humanos.

"Mi señor, alguien se acerca". -  Me sacan de mi corto ensimismamiento para señalar a una figura harapienta que camina en mi dirección. 

Notas de juego

Apunta 2 Raciones de comida en tu Hoja de Aventura. Cada una ocupa un lugar en tu Mochila.

Apuntadas.

Si interrogas al extraño al llegar a su lado, pasa a la sección 123.

sección 123!

 

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03/07/2022, 21:52
Narrador

A medida que os acercáis al viajero, reconoces que es una vieja mujer humana, de pelo canoso y rostro inundado de arrugas. Le preguntas, pero no parece hacerte caso, aunque enseguida empieza a hablar.

-"¡Los dragones, vienen los dragones!" Grita la mujer al pasar a vuestro lado. "Los dragones vuelan por encima de las murallas y destruyen ciudades. Teshaner arde... todos mueren quemados."

-"¿Teshaner?" Al oír el nombre de la ciudad, tu interés despierta. "¿Es eso cierto, mujer? ¿De verdad vienes de la ciudad del norte?" Le preguntas, pensando en los rumores que oíste acerca de la caída de la urbe humana.

-"Sí, todos muertos, todos muertos." Dice la mujer, sus ojos ocultos bajo las arrugas, mientras muestra su dentadura mellada en una demencial sonrisa. "Los dragones incendiaron la ciudad. La noche se volvió día. La hacienda de los Señores convertida en una hoguera. ¡Todos murieron!" Chilla y estalla en una carcajada. "Pero lo peor estaba aún por llegar. Después de los dragones, apareció el Dios Cabra, envuelto en oscuridad y humo. Desde mi casa en ruinas, le vi destripar al Padre Arsman y esparcir los restos del buen religioso por la plaza."

La mujer habla y habla sin ninguna coherencia. Supones que se trata de una superviviente de la ciudad, a la que la destrucción ha afectado profundamente, arrojándola a las redes de la locura. Sin querer demorarte más, le indicas a la vieja que no abandone el camino y siga hasta el bosque, donde las patrullas elfas la ayudarán.

-"¡El Dios Cabra! ¡Todos muertos!" Sigue gritando la anciana mientras se aleja y suelta una reseca carcajada.

Espoleas suavemente tu caballo y continuáis en dirección oeste, hacia la encrucijada en la que debéis girar al norte para evitar el bosque de Shalanest oeste.

-"¿El Dios Cabra?" Te pregunta Heienor. "¿A qué se referiría con esas palabras?"

-"No lo sé, quizás sólo fuesen las divagaciones de una loca." Dices, pero tus palabras suenan falsas y sin convicción.

En silencio, seguís cabalgando por la calzada.

Notas de juego

Sección 123

Pasa a la sección 164.

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03/07/2022, 21:53
Narrador

Con la llegada de la noche, decidís hacer un alto para dar descanso a los caballos. Os encontráis a pocos kilómetros de la encrucijada y supones que una vez toméis el camino en dirección norte los encuentros con bandas de nómadas humanos serán más frecuentes. Sentado junto al fuego del campamento, observas la frondosa forma de Shalanest oeste que aparece en el horizonte. Al ver la silueta de sus árboles, tu pensamiento divaga y recuerdas la triste historia del reino élfico.

Antiguamente, el bosque occidental era un paraíso para los elfos y la ciudad de Dalannast considerada una joya por su belleza. Construida con grandes columnas de granito, los hábiles diseñadores dieron forma a un jardín de arcos y terrazas. Al contrario que las casas colgantes de Litdanast, los habitantes del nuevo bosque edificaron sus viviendas tanto en la superficie como bajo tierra, excavando y creando estancias y pasadizos bajo la hierba. La ciudad era el orgullo de sus pobladores, que con el paso de los siglos formaron su propio reino. Por desgracia, todo acabó el día en que los caballeros de Stumlad irrumpieron por el oeste. Llevando máquinas de guerra y protegidos por sus pesadas corazas, los humanos invadieron Dalannast como venganza por la muerte de su monarca Miznuhor en la batalla ante el templo del Rey Dios. Los elfos fueron masacrados sin piedad y la ciudad reducida a escombros. Tras arrasar el bosque occidental, los caballeros de Stumlad fueron tan ambiciosos como para seguir su orgía de sangre y destrucción hacia Litdanast, donde toparon con las tropas del Rey, que rechazaron a los invasores. Sin embargo, el bosque occidental fue abandonado y ningún elfo volvió a pisarlo jamás. Sólo la muerte habita allí, habías oído decir a tus mayores cuando hablaban sobre la antigua ciudad élfica, antes de cambiar rápidamente de tema.

Ahora, con la luz de la luna y las estrellas brillando en la oscuridad, el bosque parece un lugar encantado. Sacudes la cabeza y decides no darle más vueltas. Al fin y al cabo, tu camino se desvía hacia el norte, por lo que no tendrás que pasar por el bosque. Cansado tras el duro día de viaje, te echas sobre el jergón y no tardas en conciliar el sueño.

Con la llegada del amanecer, ensilláis vuestros caballos y partís de nuevo. Es un día gris y nublado, el mismo tiempo desapacible de las últimas jornadas. Poco antes del mediodía, alcanzáis la encrucijada, donde la calzada élfica se encuentra con la polvorienta carretera que va de norte a sur. Abandonáis el camino de piedra y seguís en dirección norte por la vía humana, que no es más que un camino horadado por el paso de los años y los viajeros. El paisaje se transforma gradualmente y los árboles desaparecen en el árido secarral, con arbustos y piedras salpicando inmensos campos de hierbajos.

El atardecer se cierne sobre vosotros, cuando divisáis en medio del camino una carreta volcada. Tirado junto al accidentado vehículo, descubres la figura de un hombre. Os acercáis hacia el carromato con precaución, sin dejar de vigilar el rocoso paraje que os rodea.

Notas de juego

Sección 164

Si desmontas y examinas el cuerpo del suelo, pasa a la sección 196.
Si prefieres investigar qué transporta el carro, pasa a la sección 222.
Si optas por pasar de largo sin detenerte, pasa a la sección 49.

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03/07/2022, 21:54
Narrador

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03/07/2022, 21:54
Kon Graten

Al principio parecía no responder... pero entonces... GRITÓ!!. Me sobresaltó. Aquella loca estaba... pues eso, LOCA. Lanzaba miradas de complicidad a mis compañeros mientras la demente señora seguía berreando aquella cantidad de cosas extrañas. Cabras y dragones, muerte y fuego. 

Definitivamente la guerra y la masacre le pasaron factura.  Aún así, el escalofrío de su locura se me quedó en la espina dorsal por un buen rato.

Esa noche, la historia y la locura de la vieja del camino me hizo sentir nostalgia por el pasado de los elfos en aquél antiguo reino. La guerra arrasaba con todo, y lo destruía todo. Si tan sólo hubiéramos sido más fuertes, los elfos no habríamos sido derrotados. Por eso me pasé la vida haciendo flexiones y entrenando con piedras en los brazos. Nunca iba a pasarme a mí. Estaría preparado para cualquier tipo de masacre *...excepto si un dios cabra se me acerca... BRRRRR ...-  más escalofríos.

Sacudo la cabeza y decido no darle más vueltas. Y a dormir. Que el body si no descansa no sirve. 

...

Al día siguiente me desperté con el amanecer. Y por fin pareció que abandonábamos aquél camino de piedra para entrar en territorio humano. *Que terreno más desamparado. - pensé. Así, seguimos hasta la tarde, cuando vimos una carreta en medio del camino. Y allí, un cuerpo asoma. ¿Muerto?. Vamos a verlo... 

 

Notas de juego

Desmonto y examino el cuerpo del suelo, paso a la sección 196.

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03/07/2022, 22:07
Narrador

Detienes tu caballo junto al carro volcado y desmontas para descubrir qué le ha sucedido al hombre del suelo. Tus soldados, entretanto, forman un círculo alrededor y vigilan el entorno. Con sumo cuidado, agarras el cuerpo y le das la vuelta. Contienes el aliento al descubrir una flecha clavada en la garganta de un humano, un varón de mediana edad con aspecto de comerciante. Pero lo que te deja sin respiración es la forma de la flecha: alargada y delgada, con un ramillete de plumas blancas. Es una flecha élfica.

Te dispones a decírselo a tus hombres, cuando se oye un leve crujido. Te vuelves para encontrarte a Heienor con una flecha incrustada en la espalda. Su caballo se encabrita con un relincho y el veterano explorador cae muerto al suelo. Se oyen más chasquidos y otro de tus guardias recibe una flecha mortal en el pecho. El resto trata de dominar sus monturas mientras las saetas llueven desde las rocas que bordean el camino.

Notas de juego

Sección 196

Si tienes un arco y devuelves el ataque, pasa a la sección 124.
Si montas sobre tu caballo y escapas de la emboscada, pasa a la sección 86.
Si te echas al suelo y buscas refugio tras el carromato, pasa a la sección 165.

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03/07/2022, 22:12
Kon Graten

Demasiado tarde, en cuanto lo vi, lo supe! y de repente, CRACK! Heienor cae muerto... y otro de mis guardias recibe un flechazo en el pecho matándolo en el acto. ¿¡Elfos!? - SON ELFOS!! AAAAAAAAAAAAAAARRGGG! - grito de rabia y saco mi arco y me preparo para disparar para vengar a mi amigo y compañero. ¿Qué hacían otros elfos atacándonos? nos estaban confundiendo con humanos??.

Notas de juego

Cojo el arco y devuelvo el ataque, paso a la sección 124.
 

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04/07/2022, 22:25
Narrador

Agarras con rapidez tu arco y apuntas una flecha hacia las rocas del camino. Un nuevo silbido cruza el aire, antes de que otro de tus hombres caiga muerto con un proyectil clavado en el pecho. Buscas entre las piedras un objetivo, pero vuestros atacantes están bien escondidos. De pronto, una flecha te alcanza en el hombro. Sientes un agudo pinchazo y a punto estás de soltar el arco.

Notas de juego

Sección 124

Pierdes 3 puntos de Resistencia.

Si tu puntuación de Resistencia es de cero o menos, pasa inmediatamente a la sección 122.
Si montas en tu caballo y tratas de huir de la emboscada, pasa a la sección 86.
Si buscas refugio tras el carromato, pasa a la sección 165.

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04/07/2022, 22:32
Kon Graten

Arranco la flecha del hombro y me tiro bajo el carromato para estar a cubierto -DESGRACIADOS! ME LAS PAGARÉIS! - mis hombres seguían cayendo. *¿Pero que clase de hombres he traído conmigo que no son capaces de ponerse a cubierto??

Notas de juego

Si buscas refugio tras el carromato, pasa a la sección 165.

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04/07/2022, 22:37
Narrador

Corres agazapado a cubrirte tras el carro volcado. Otro de tus hombres suelta un estertor de muerte y se derrumba sobre su caballo con dos flechas clavadas en la nuca. No es difícil saber que os enfrentáis a habilidosos arqueros. Examinas a tu alrededor, buscando a los atacantes, cuando una flecha se hunde en la madera del carro a escasos centímetros de tu rostro. En ese preciso instante, uno de tus soldados desmonta y corre a ayudarte, pero un proyectil encuentra su espalda y el joven elfo cae muerto mientras su caballo sale a la carrera por el camino.

Notas de juego

Sección 165

Si aprovechas la ocasión y saltas sobre el caballo, pasa a la sección 87.
Si tienes un arco y devuelves el ataque, pasa a la sección 254.
Si sales de la protección del carro y cargas con tu espada hacia las rocas, pasa a la sección 142.

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04/07/2022, 22:38
Kon Graten

*Malditos cabrones! - no parábamos de caer como moscas. No pensaba detenerme por nada en el mundo. Estando a cubierto, volví a intentar apuntar al que atacó por último. Apretando los dientes, intenté volver a devolver el ataque esta vez, aún con mi arco.

Notas de juego

Si tienes un arco y devuelves el ataque, pasa a la sección 254.

XD si no intento todo esto con Kon Graten, no creo que pueda intentarlo con ningún otro Pj.

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04/07/2022, 22:44
Narrador

Hincas una rodilla en el suelo, apuntando con tu arco al entorno de rocas y matorrales que bordea el camino. Examinas el paisaje en busca de un enemigo.

Notas de juego

Pues sí, el mazas da para mucho, xD!


Sección 254

Haz una prueba de Agilidad/13. Si tienes la habilidad de Rastreo, suma 3 a tu tirada.

Si tienes éxito, pasa a la sección 50.
Si no tienes éxito, pasa a la sección 198.

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04/07/2022, 22:46
Kon Graten

Hinco mi poderosa rodilla al suelo, apuntando con el arco y con fuego en los ojos. Rocas, matorrales, piedras, paisajismo árido... *AHÍ! - asomaba uno! -PREPARÁOS PORQUE OS VOY A CAZAR Y A PERSEGUIR HASTA LA CASA DE VUESTRAS MADRES!!
 

- Tiradas (1)

Notas de juego

éxito, pasa a la sección 50.

iba a decir algo más obsceno. Pero mejor te pido permiso antes xD

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07/07/2022, 21:32
Narrador

Tu flecha vuela hasta la zarza y un grito entrecortado te indica que has acabado con uno de tus enemigos. Te vuelves con rapidez y detectas a otro de los atacantes refugiado tras una roca, su cabeza apenas asomando por el borde. Sacas otra flecha y disparas contra él.

Notas de juego

Es tu escena, es tu post. Por mi no hay problema.


Sección 50

Haz una prueba de Agilidad/13. Resta una flecha de tu equipo.

Si tienes éxito, pasa a la sección 149.
Si no tienes éxito, pasa a la sección 17.

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07/07/2022, 21:48
Kon Graten

Que casa ni que casas - OS PERSEGUIRÉ HASTA EL ÚTERO DE VUESTRAS MADRES!!  OS CORTARÉ LA CABEZA Y SE LAS LANZARÉ A LOS PIES DE VUESTRA ESTIRPE COMO CASTIGO POR HABER ATACADO A UN PRÍNCIPE A TRAICIÓN! -  La prosa no sería lo mío, pero estaba lleno de ira y lo único que me importaba ahora era Venganza. Extiendo mis dorsales al máximo posible y lanzo otro flechazo a la cabeza de otro que asomaba por una roca.
 

- Tiradas (1)

Notas de juego

Tengo éxito, paso a la sección 149

Me resto la flecha anterior:   9/10

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07/07/2022, 21:55
Narrador

Otro disparo certero y el asesino cae con tu flecha incrustada en el rostro. Refugiado junto al carro, observas las rocas, buscando más enemigos. Pasan los minutos sin que nadie te ataque, momento en que te arriesgas a salir de tu cobertura. Miras alrededor pero no ves a nadie, por lo que supones que tus enemigos han huido. Tras comprobar que los cinco soldados de tu guardia están muertos, te acercas hacia la roca tras la que se escondía el segundo asesino que abatiste. Hallas el cuerpo tendido con los brazos abiertos y la flecha clavada entre los ojos. Se trata de un hombre completamente vestido de negro, que oculta el rostro bajo una máscara del mismo color. Lo primero que te llama la atención es el arco que aún sostiene en la mano; un ligero ejemplar de madera de abeto, adornado con todo tipo de filigranas en forma de enredaderas. Las flechas y el carcaj también han sido elaboradas con mimo, desde las plumas blancas hasta el delicado adorno del carcaj. Te agachas para quitarle la máscara y tus sospechas se confirman: a pesar de la brutal herida de tu flecha, reconoces sus rasgos como los de un elfo, uno de Litdanast más concretamente.

Sin comprender nada de lo que está pasando, regresas junto al carro y montas sobre tu caballo. Debes huir cuanto antes, ya que los asesinos pueden regresar en cualquier momento. Tras susurrar una breve oración a Rael por los cinco guardias caídos, espoleas tu caballo hacia el norte.

Notas de juego

Sección 149

Resta una flecha de tu equipo. Apunta la palabra ANTIFAZ en tu lista de palabras. Puedes quedarte con 5 flechas del asesino, apúntalas en tu equipo.

Pasa a la sección 224.

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07/07/2022, 21:56
Narrador

Cabalgas hacia el norte a toda velocidad, tratando de poner tierra de por medio con los asesinos que acabaron con tu guardia. Te echas la capucha sobre el rostro para protegerte del viento y obligas a tu caballo a acelerar el paso. Las desiertas tierras de las Llanuras Grises se extienden ante ti, mientras que la compacta frondosidad de Shalanest Oeste se mantiene a tu izquierda.

Avanzas sin descanso hasta bien entrada la noche, momento en que llegas a un pequeño poblado de humanos. Oculto el rostro bajo tu capucha para no levantar sospechas, ya que los elfos rara vez son vistos fuera de los bosques, diriges tu caballo por la calle principal, pasando entre las cochambrosas casas de madera y tejados de paja. Las ventanas están cerradas, aunque el fulgor de las chimeneas se adivina en su interior. Recorres la enfangada vía hasta que encuentras una posada. Se trata de un edificio de piedra en cuya puerta cuelga un destartalado letrero, tan viejo que el nombre ha sido borrado por el tiempo. Puedes pasar aquí la noche, ya que el frío viento amenaza tormenta, o quizás prefieras abandonar el pueblo y dormir en algún apartado lugar a la intemperie. Deseas refugiarte de la desapacible noche, aunque tampoco tienes ganas de pernoctar en una posada llena de humanos.

Notas de juego

Sección 224

Si entras en la posada, pasa a la sección 125.
Si prefieres dejar el pueblo y dormir al raso, pasa a la sección 89.

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07/07/2022, 22:00
Kon Graten

Toda la adrenalina que tenía se iba tensando y tensando a medida que esperaba con ansias más flechas del enemigo para encontrar más objetivos a los que matar.

Pero el bajón de la emoción fue dando paso a medida que los minutos mostraban... el silencio. *¿Ya está? eso es todo? - OS HABÉIS ASUSTADO YA? COBARDES! - salgo de las rocas, con ojos asesinos y bien abiertos. Al primer movimiento que viese... me lanzaba con espada en mano... pero...

Nada. 

Nada de nada. Acelero hacia donde lancé mi última flecha y veo el cuerpo. Y el arco... que decepcionantemente resultan ser tan élficas como los restos de su desgraciado rostro, oculto por la vestimenta oscura del asesino. *Un elfo de Litdanast...

- Esto no me gusta... - parto raudo a mi caballo, no sin antes ver con pena a mis compañeros caídos. Serían mis guardias, y no serían comparables a mi, pero seguían siendo Elfos de confianza... y ahora estaban con Rael. Tras una breve plegaria, espoleo hacia el norte. Hay una misión que cumplir.

Avanzo sin descanso. Ahora con la soledad tras mis espaldas, todavía se me hacía más eterno. Con la mirada fija al frente continúo y continúo hasta llegar a alguna parte. Lamentablemente hasta que no llega la noche no me encuentro con nada. Aunque para lo que me encontré, quizás hubiera sido mejor dormir a la intemperie. Un pueblucho de humanos.

Cochambroso, resquebrajado y sucio. Menos mal que era de noche y no veía con totalidad el estado de ese pueblo. El destino parecía insistirme en quedarme a dormir en una posada allí. Quizás fuesen mis compañeros caídos que me indicaban con esa tormenta que era mejor pasar la noche a cubierto. 

Tapándome la cabeza, entré con toda mi enormidad física en aquella posada que parecía abierta. Sin confiar absolutamente en encontrarme nada bueno ahí dentro.

 

Notas de juego

OMG!! mi primera palabra!!    YAY!!

Me resto otra flecha  8/10  y me sumo 5 --> 13/13

 

Entro en la posada. Sección 125