Partida Rol por web

Esta partida está en revisión. Si el director no da señales de vida o es aprobada por un cuervo será borrada esta noche

El Fin de los Tiempos

Nubes de Tormenta (Acontecimientos importantes)

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02/02/2011, 11:26

Todo lo que va ocurriendo en el Mundo de Warhammer mientras los pj's continuan su viaje

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02/02/2011, 11:28

En algun lugar de los Desiertos del Caos
Dia decimo tecero del año 2000 del Calendario Imperial

(Estas notas pertenecen a los relatos de un prisionero anonimo, medio muerto, rescatado dias despues por un grupo de exploradores de entre los escombros de lo que debio ser una tienda de bastas dimensiones)

Y alli estaba, la enorme y aterradora figura del Principe demonio Aelk-Târ atravesaba el gigantesco campamento de guerra, instalado en mitad de las desoladas tierras del caos, mientras sus incontables legiones de desangradores, mastines y guerreros del caos acampaban junto a la horda ya presente, engrosando aun mas las filas del ejercito alli congregado.

Era pavoroso, aun recuerdo su sola mirada... profetizaba la mas dolorosa de las muertes, no solo carnales, sino la perdicion del alma propia...

Sus garras arañaban la reseca y arida tierra mientras sus alas membranosas, plegadas en su espalda repleta de puas, se agitaban levemente bajo sus zancadas. Sus cara alargada, mas parecida a la de un enorme can, con puntiagudos colmillos sobresaliendo a cada lado de su hocico, desprendia leves gruñidos que abrian llenado de pavor al mas aguerrido guerrero; en sus descomunales manos, un hacha de doble hoja de cas tres metros de largo y grabada con la insignia de Khorne, el dios guerrero del caos por excelencia, brillaba tenuemente.

A no mucho tardar sus zancadas se detubieron ante un gran pabellon custodiado por dos recios guerreros del caos, elegidos de entre los suyos, esgrimiendo espadones tan altos como ellos. Sobre sus hombros reposaba una capa confeccionada con piel humana y sus rostros enfundados en sus cascos observaban con indiferencia al principe demonio, sabedores de que incluso el debia rendir pleitesia a aquel que aguardaba dentro del pabellon.

- ¡Apartaos mortales o vuestro craneo adornara el trono de mi señor Khorne!- gruño la temible criatura mientras sus ojos llameaban de puro odio

Aquellos guerreros eran enormes, rondaban los dos metros cada uno e iban embutidos en sus gruesas armaduras... juro que parecian simples niños junto al gran demonio...

Sin mayores aspavientos los dos guardianes se echaron a un lado dejando paso franco a la criatura que bien podria haberlos troceado por puro placer de no ser por que eran la guardia de alguien a quien, los cuatro dioses oscuros, parecian favorecer

- Mi ejercito aguarda tus ordenes, milord -gruño la criatura, ahora agazapada, del principe demonio que, aun y asi, rozaba la lona que cubria el pabellon con sus cuernos

Y alli estaba yo, dentro de la tienda, medio inconsciente y amordazado, llorando de miedo y dolor mientras las dos figuras permanecian alli, una frente a otra... Tan solo un asentimiento, practicamente imperceptible, fue lo que obtuvo el principe demonio de aquel a quien se dirigia.

No esperaba menos. Retirate Aelk-Târ

Ante aquella muestra de desprecio el aspero pelaje de la espalda del demonio se erizo de ira y sus alas temblaron de furia, sus garras asieron, de forma natural, la descomunal hacha mientras se erguia en toda su estatura desplegando las alas, con lo que la mitad de la tienda volo por los aires ante semejante despliegue de fuerza.

...Yo sali tambien despedido y quedando oculto, bajo un madero y varias lonas, viendo a traves del forro de la tienda que ahora reposaba sobre mi como la lucha de voluntades llegaba a su climax... aquello me supuso mas dolor que el de las torturas o las heridas que cubrian mi cuerpo...

De espaldas, impasible, la figura que estaba dispuesta a sumir en tinieblas eternas a todo el viejo y nuevo mundo, mientras los dos guardias que custodiaban la entrada hacian intencion de atacar a la gran criatura, mas un solo gesto de su señor, alzando la mano, los mantuvo en su posicion.

- He dicho que te retires Aelk-Târ -sentencio el interlocutor del demonio, aun sin girarse y estudiando unos planos que tenia ante si.

El demonio, exasperado, no tolero aquello por mas tiempo y avanzo dos pasos hacia quien osaba desafiarlo tan abiertamente blandiendo su hacha con furia y con una fuerza tal, que un caballero embestido en su armadura completa habria acabado partido en dos, montura incluida. Mas quien aguardaba el golpe no era un simple humano.

De un solo movimiento el arma del Señor del Caos salio de su vaina y corto, aparentemente sin esfuerzo, el mango del arma y ambos brazos del demonio, dejandolo auyando de dolor y de rodillas ante el. La hoja del arma volo por los aires y se incrusto brutalmente en el suelo, apenas un metro mas alla de donde la acorazada figura observaba al demonio.

Colocando la magica hoja de su arma en el cuello del demonio lo miro directamente a los ojos, dejando que el demonio evidenciara a quien se habia medido.

- Solo sigues vivo porque me eres util, no lo olvides de nuevo o acabare contigo de forma que ni tu dios pueda devolverte a este mundo... susurrando aquello la hoja del arma se hundio levemente en la carne semitransparente del demonio. En ese momento el demonio aullo de dolor mientras su esencia era absorvida por el arma, que se retiro de nuevo

- Retirate Aelk-Târ -repitio mientras se giraba nuevamente hacia sus planos, dibujando con esmero el trazo que seguirian sus ejercitos hasta el mismiso corazon del Imperio

El demonio, gruñendo asperamente, hizo caso, sumiso, a la orden del Señor del caos mientras los muñones de sus brazos comenzaban a burbujear a la par que dos nuevos miembros salian para reemplazar los recien amputados...

- Si... habra que atacar aqui primero...- haciendo un gran circulo rojo señalo el punto donde atacarian primero

...Aquellas palabras hicieron que me orinara encima; ya habia decidido donde y cuando aquella descomunal legion asolaria la tierra en la que habia nacido... mas lo que jamas olvidare seran las palabras que aquel ser pronuncio a voces mientras reia histericamente...

"Temedme, mortales, porque yo soy el Ungido, el Hijo Predilecto del Caos, el Azote del Mundo. Los ejércitos de los dioses están a mis órdenes y vuestros insignificantes imperios no podrán sino caer bajo el peso de mi espada y de mi ferrea voluntad"

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02/02/2011, 11:28

La Vision

Vuestras mentes se elevan sobre el ya estatico campo de batalla, volando raudas en direccion noroeste, recorriendo miles de millas en cuestion de segundos, dejando tras vosotros la vision borrosa de un mundo todavia sumido en la penumbra de la noche mientras las temidas Tierras del Norte se os aproximan a pasos agigantados.

Parados en seco, como por un muro invisible,os encontrais emplazados sobre una pequeña colina de reseca vegetacion donde un aire frio, pese a la espoca del año, sopla en todas direcciones arrastrando ecos de cientos, miles de voces, que entonan grotescos himnos en una lengua que mancilla vuestros oidos.

Al avanzar y llegar a la cima de la colina ante vosotros se extende el horror de la realidad; las imágenes que ahora contemplais son de una veracidad tal que poco o nada dudais con que es lo que realmente esta ocurriendo.

Las estepas del norte de kislev, justo frente a la entrada del paso que desemboca en las tierras del Caos, acogen ahora un inmenso ejercito de negras armaduras y demoniacas figuras que se extiende por quilometros enarbolando sus maignos estandartes y entonando brutales canticos de guerras. Los abanderados de las unidades de acorazados guerreros del caos avanzaban codo con codo con los hajados estandartes de innumerables manadas de hombres bestias, entre todos ellos brillantes figuras creadas de pura magia aullaban y cacareaban el nombre de sus dioses (demonios, la palabra golpeo vuestra mente casi al instante) mientras, en vanguardia y herguidos sobre sus enormes y monstruosos corceles, los caballeros del caos marcaban el paso.

Tal era la cantidad de guerreros que los estandartes se contaban por cientos pero, entre todos ellos, uno destacaba especialemente. Una enorme bandera engarzada en un astil de mas de tres metros representaba a los cuatro poderes del caos, ahora unidos, sobre un fondo negro noche.

Portando semejante insignia un guerrero del caos especialmente grande montado en uno de aquellos corceles del caos seguia el paso de una figura que desprendia una frialdad y una fiereza tal que lo identificasteis instantaneamente como el adalid de aquella horda. Su montura, un engendro con apariencia de equino pero tres veces mas grande, exhalaba grandes bolutas de humo por sus ollares, sobre su frente y en sus patas, protuberancias corneas que desgarraban su negra piel se abrian paso al exterior mientras sus ojos, encendidos por el candor de las llamas del mismo infierno, delataban la malignidad de la bestia.

Sobre el lomo, cabalgando con el aplomo de quien se sabe el mejor y mas capacitado para ello, comandaba la demoniaca legion un guerrero como nunca antes habiais visto. Su armadura negro noche, adornada por un sin fin de runas y marcas, denotaban el carácter magico de esta, sus enguantadas manos portaban un gigantesco escudo de gargantuesca forma y una espada sin parangon: pequeñas llamas danzaban en torno al filo del arma mientras una cara demoniaca de aspecto demente y colerico danzaba en la hoja. Por si ello no fuera poco el tamaño de aquel ser rivalizaba a todas luces con el humano mas grande que hubierais visto jamas, dejando a los Bestigors que acababais de enfrentar como criaturas no demasiado fornidas ni desmesuradas a su lado.

Para rematar semejante horror el bramido de cuatro grandes figuras se sumo a la letania que ya acompañaba aquel espantoso ejercito, girando la vista en direccion a los rugidos pudisteis ver como, al frente cada uno de su ropia legion de demonios, las representaciones fisica de los cuatro grandes Poderes acompañaban al sequito.

Una enorme figura abotargada, rondando los cuatro metros de altura, cubierta de pustulas supurantes y rodeada de un halo de enfermedad y podredumbre precedia un sequito de demonios, de tamaño humanoide y que parecian versiones en miniatura de la gran abominacion, que por las historias y leyendas supisteis que era la Gran Inmundica, el emisario de Nurgle.

A varios metros de distancia, y separados de los seguidores de Nurgle por varias filas de guerreros del caos, las cacareantes formas de los Incineradores de Tzeench seguian a una figura encorbada, tan grande como la Gran Inmundicia, cubierta por una tunica de la que surgian dos gandes alas de pajaro y la cabeza de un ave rapaz. En su garra un enorme baculo chisporroteaba energia mientas las piedras que dejaba tras de si mutaban y se convertian en grotescas estatuas en miniatura… asi era la apariencia del Señor de la Transformacion

Aullando de puro odio y con la sed de sangre claramente visible en sus ojos, los desangradores, demonios rojos cada uno del tamaño de Sargul esgrimian demoniacas espadas en pos de su lugarteniente, un inmenso Devorador de Almas, la encarnacion de la lucha en su estado mas brutal y sanguinario. Con cabeza de perro con cuernos y patas de carnero, el descomunal cuerpo tremendamente musculado del gran demonio avanzaba al son que marcaban sus grandes zancadas, tras las cuales el leve batir de sus correosas alas, de mas de cinco metros de envergadura, opacaba gran parte de su sequito

El ultimo rugido, menos bestial pero no por ello menos peligroso, procedia de una criatura igual de grande que los otros grandes demonios, provista de cuatro brazos, dos de ellos rematados por una gran pinza de cangrejo, que aornaban un cuerpo de mujer esbelto y bien formado coronado por una cabeza a medio camin entre un ciervo y una mujer, seguido por demonios con aspecto de mujer, sin duda alguna diablillas, y con una exquisitez en sus movimientos que hacia dificl creer en su malignidad de no ser por la pinza que adornaba cada uno de sus brazos o sus caras llenas de odio y maldad, pese a reflejar una belleza fuera de lo comun, engimatica y desconcertante por igual

Por si todo lo visto hasta ahora no fuera poco una decena de maquinas de guerra eran acarreadas, o seria mejor dicho custodiadas, puesto que parecia que tenian vida propia, por unos sers achaparrados y fornidos, muy parecidos a un enano pero de rostros oscuros y demacrados… los odiados enanos del Caos, enanos renegaos que se unieron a las filas de los dioses oscuros a cambio de esclavos. Las maquinas de guerra, parecidos a grandes cañones, se movian con vida propia y en muchas ocasiones amenazando con devorar a sus acompañantes… una nueva maquina demoniaca habia visto la vida a manos de las retorcidas mentes de aquellos seres.

Visto aquello y con el corazon encogido por la magnitud y vastedad de aquella horda vuestras mentes retrocedieron hasta vuestros cuerpos, abandonando la vision… mientras retornabais hacia la consciencia una fuerza parecio filtrarse al interior de la vision, haciendo aparecer ante vosotros la inequivoca forma de la espada que esgrimia Torvuc rodeada de una exhuberante jungla, entre la maleza una voz gutural, casi como un croar, pronuncio tan solo estas palabras…

Tan solo la llave del Templario sellara la puerta

 

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02/02/2011, 11:29

La caida de Praag

Mientras los guardias os conducen al interior de la ciudad un jinete llega a galope tendido, entrando a toda prisa aprovechando vuestra presencia y la de lo guardias en las puertas abiertas, quienes no tardan en dar el alto y refrenar al encabritado animal; sobre este un jinete de aspecto demacrado y al borde de la extenuacion se aferraba a las bridas con ahinco.

Sus vestiduras delataban que su procedencia no era otra que las estepas de Kislev y por su sombrio gesto parecia que nada bueno traia consigo

¡Ha caido, Praag ha caido!- empezo a balbucear el hombre

Acercandose con el a grandes zancadas y echando a un lado a los soldados con autoridad suficiente como para que estos no protestaran siquiera Torvuc se coloco junto al jinete, lo ayudo a desmontar y le dijo con tono calmo y un semblante en extremo serio

Relajate muchacho y ordena esa ajetreada cabeza ¡Traed agua para el! Y mientras dime con todo detalle de que demonios estas hablando antes de que pierda la paciencia

Algo en la cara del capitan, que quedaba ahora de espaldas a todos vosotros, hizo que el hombre intentara cuadrarse ligeramente y que tragara saliva, asintiendo con la cabeza mientras cerraba los ojos para intentar serenarse

Esta bien… dijo con congoja en el cuerpo mientras se secaba el sudor de la frente y se sentaba con la espalda apoyada en la pared

Su figura, antaño fuerte y esbelta sin lugar a dudas, se habia vuelto fragil y mas parecida a la de un anciano de avanzada edad que a la del joven que ahora veiais ante vosotros, medio acurrucado en la pared. Justo cuando Torvuc parecia que iba a levantarlo para que volviera en si el hombre empezo a hablar, con la cara desencajada

Los primeros sonidos de alarma procedentes de las campanas de los puestos de vigia nos alertaron que el enemigo ya venia, aunque nuestros exploradores ya habian tenido varias escaramuzas con ellos. Cientos de dementes hombres bestia se apresuraban por la llanura que dominaba la ciudad en un frenesi tal que no cabia en mente cuerda semejante esfuerzo, pues su carrera parecia predecir que no habria un mañana para ellos y que debian gastar hasta su ultimo soplo de energia en el dia que corria

Sin pararse siquiera a recobrar el aliento se lanazaron sobre nuestras defensas aullando como solo un ser del averno es capaz de hacerlo... os juro que estabamos preparados para recibirlos pero semejante rapidez casi resulto fatal pues cientos de campesinos aun corrian hacia las puertas, que aun permanecian abiertas y las maquinas de guerra aun no estaban cargadas para repeler el ataque

Nuestros arqueros y ballesteros abatieron a decenas de ellos mientras se aproximaban hacia nosotros, pero apenas significaba mas que arrancar unas hojas de un bosque frondoso, con lo que su carrera apenas se vio enlentecida. Pisoteaban a sus caidos, muertos algunos y moribundos los otros, con una total falta de aprecio por la vida ajena o la misma, pues muchos eran los que tropezaban y caian para ser aplastados por las pezuñas de sus congeneres

Viendo que nada detendria aquella carga sanguinaria y que los campesinos serian masacrados una unidad de lanceros alados salio al encuentro de la horda, espoleando a sus monturas mientras sus lanzas resplandecian bajo el sol del ocaso, cargando contra el centro de la horda para ralenizarlos y dar tiempo a los rezagados a entrar en Praag

El choque fue brutal y varios de aquellas abominaciones murieron en pocos segundos lo que detubo en seco el avance del centro mientras el resto de la bestial horda se cerraba para atrapar a los caballeros de Kislev y darles muerte, pero estos eran soldados capaces y dieron media vuelta antes de ser emboscados para, una vez la horda se puso de nuevo en marcha, girar a sus monturas y volver a cargar contra ellos… asi hasta en cuatro ocasiones.

Para aquel momento de los doscientos caballeros que habian salido apenas quedaban una cuarta parte pero habian hecho pagar muy cara la osadia al enemigo, pues entre sus cargas y losdisparos el campo de batalla ya estaba plagado de muertos… pese a todo sabiamos que nada mas podian hacer para ayudarnos con lo que lanzando sus ultimas estocadas se dirigieron de nuevo hacia la seguridad de los muros acompañados de los gritos de furia de los enemigos que dejaban atrás

Treinta y siete caballeros entraron por la puerta que se cerro tras ellos, pero fueron recibidos con vitores dignos de heroes puesto que todos los campesinos habian logrado entrar, cerca de seiscientos, y el enemigo habia sufrido tres veces el daño causado como minimo… pero los vitores fueron acallados por los alaridos de las bestias, que ya aporreaban la puerta con un enorme ariete mientras ascendian por las murallas con incontables escalas y garfios

La lucha en las almenas era brutal y sanguinolienta pese al cansancio acumulado de los hombres bestia tras la alocada carrera… nadie quiso pensar en ese momento que habria ocurrido de haberse esperado a recobrar fuerzas para asaltarnos, en especial cuando descubrimos que todos ellos eran seguidores de Khorne

En dos ocasiones lograron tomar la muralla este y en dos ocasiones los grandes espaderos cargaron contra ellos para repeler el ataque, no sin un alto precio en vidas pero, tocando ya la media noche, la horda se retiro dejando tras de si una ingente cantidad de muertos.

Los vitores recorrieron las almenas y la ciudad respiro tranquila, creyendo que la inmensa horda del caos de la que tanto se hablaba habia sido repelida por los muros de Praag pero, con la llegada de las nuevas luces del dia el horror y la desesperacion hicieron presa en nosotros…

Como una enorme nube de tormenta se presentaron ante nosotros, cientos, miles... la vista no alcanzaba a abarcar tan descomunal ejercito mientras nosotros, recluidos en Praag con la intencion de vender caras nuestras vidas, no eramos mucho mas de cinco mil almas. Sus trompetas, tambores y cuernos de guerra ensordecian cualquier otro sonido y tan solo acallaba semejante fanfarria los alaridos y chillidos que desgarraban el aire procedentes de sus filas de demonios y demas entes sobrenaturales

Se apostaron lo suficientemente lejos como para que nuestras maquinas de guerra y nuestras tropas de proyectiles no los alcanzaran, pero aun lo bastante cerca para que los gemidos de los desafortunados que habian capturado se filtraran por encima de las murallas de la ciudad mientras ellos se deleitaban con su sangre y... con sus almas

Las nubes que corrian por el cielo parecian tomar una nueva consistencia cuando pasaban por encima de ellos y, para nuestro congojo, se detenian alli, formando un manto oscuro que los cubria y nos atenazaba el espiritu, como si fuera un presagio de
que todo lo que habia de venir de aquel dia para adelante fuera solo negrura.

Ante aquello la evidencia se nos hizo tan aterradora que nadie queria decir una sola palabra pero todos lo sabiamos; la noche anterior, pese a ser un ataque donde habian participado cientos de hombres bestia, no habia sido mas que una tentativa de los seguidores mas sanguinarios que no pudieron esperar a la mañana para atacar, intentando ganar el favor de sus Dioses.

Toda la mañana se la pasaron con el entrechocar de incontables martillos y sierras repiqueteando a la par que el pequeño bosque cercano era reducido a astillas para crear las mas que seguras torres de asedio, escalas y arietes con las que asaltarnos… mas no fue hasta ver como se adelantaba de la enorme masa una figura solitaria a lomos de l caballo mas grande que jamas habiamos visto

Apenas avanzo una decena de metros, aun lejos de poder ser alcanzado con nuestros proyectiles, pero su voz retumbaba como si lo tubieramos justo enfrente helandonos la sangre ante el tono con el que decia sus palabras; realmente parecia que habia llegado nuestra hora… en especial cuando el significado de sus palabras llego a nuesto seso, pues no pedia que rindieramos la ciudad o que la abandonaramos en paz… pedia nuestras vidas

- Nadie se interpondra en mi camino pues yo soy Archaon, el Ungido del Caos y Señor del Fin de los Tiempos. Solo tengo un objetivo y es reducir vuestra ciudad a ruinas y entregar vuestras almas a mis Oscuros Amos, no os daremos cuartel y al despuntar el nuevo dia nos bañaremos en vuestra sangre deleitandonos con vuestra agonia

Tras ello alzo la espada que habia mantenido enfundada todo el tiempo, arracando de ella un chisporroteo insano y, bajando el brazo, el ejercito empezo a avanzar hacia nosotros de un modo tan ordenado que nadie dudaba del poder que Archaon poseia sobre sus tropas

La batalla se alargo durante todo el dia mientras el aire a nuestro alrededor se colmaba con el olor a muerte mientras las poderosas energias desatadas por los magos de uno y otro ejercito barrian filas enteras de enemigos… pero nada habia que pudieramos hacer para vencer por nosotros mismos. Al mediodia ya nos habian hecho retroceder hasta el baluarte interior mientras la ciudad se consumia bajo las llamas y los demonios recorrian las calles a su antojo.

Justo cuando el campanario de la catedral de Praag toco media noche el asalto final se llevo a cabo. Los demonios mas terrorificos que pudierase imaginar cargaron hombro con hombro con los acorazados guerreros del Caos mientras los hombres bestia los seguian sedientos de carne humana. Al frente de todos ellos Archaon blandia su descomunal espada segando vidas sin dar tregua alguna, totalmente inmune a los hechizos que nuestros magos lograban lanzar contra el o los disparos que rebotaban inofensivamente sobre su negra armadura

En un intento desesperado la guardia de grandes espaderos junto con los jinetes alados que se habian mantenido en reserva cargaron contra el centro del enemigo para dar caza a Archaon y sus lugartenientes… pero todos y cada uno de los valientes cayeron sin presentar mayor oposicion que la que opondria un recien nacido ante un hombre adulto mas, gracias a ellos, unos pocos logramos escapar por las cloacas de la ciudad y escabullirnos en mitad de la noche mientras Praag caia bajo el yugo del Caos

Tras aquellas palabras el hombre palidecio y nada mas dijo a la concurrencia, temblando de pies a cabeza en mitad de unos sudores frios y unos ojos desorbitados… al parecer el rememorar aquel horror habia sido demasiado para su cordura y habia sucumbido a la demencia mientras miraba en todas direcciones con cara de animal asustado

Esto es mas serio de lo que jamas pense… tengo que hablar inmediatamente con el gobernador y que envie despachos a Atldorf, Middenheim, Talabheim y Nuln… el tiempo apremia hombres, llego la hora del valor – finalizo dirigiendose a todos los presentes

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02/02/2011, 11:30

Los Hijos de la Rata cornuda

Los seguidores-esclavo del macho dominante descasaran en la guarida de la cosa-enano sin pata trasera, oh gran orador de la rata cornuda- se humillo la criatura envuelta en negros ropajes

Esas cosas-humano deben morir-morir para poder atacar al macho dominante de la espada; nadie debe vivir-respirar cuando salga el sol o el factor sopresa no servira de nada –gruño la dantesca criatura a su lugarteniente con el pelaje grisaceo del lomo erizado Cuando mueran-mueran el macho quedara solo y desprotegido y sera el momento de hacerse con la espada

Tras estas palabras un brillo demente relucio en sus pupilas, dilatadas por el efecto del polvo de piedra bruja que acababa de esnifar a la par que sus largos bigotes se agitaban junto a su larga cola. Una hilera de puntiagudos dientes asomo entre sus labios, haciendo que su subalterno retrocediera un par de pasos, mas por sentimiento de autoconservacion que por voluntad propia, pese a ser un reconocido asesino

¡Rapido, ahora corre-corre y ataca junto a tus acechantes nocturnos durante la noche! ¡Si fracasas sabras lo que es dolor-morir de forma atroz!- chillo el grisaceo hombre rata

Nada mas irse su subalterno las ideas corrieron raudas por la demente psique del Vidente Gris Cuando consiga la espada-objeto tendre un poderoso artefacto en mis manos que me permitira negociar con ese cosa-guerrero del caos y me dara el poder para conseguir que el Consejo de los Trece reconozca mis meritos y me otorgue verdadero poder sobre el clan

Con la luna casi opacada por las grisaceas nubes nocturnas la noche se presentaba tan oscura como una caverna en el corazon de la tierra, donde incluso las debiles luces de las pocas casas donde aun permanecia alguien despierto apenas iluminaban el alfeizar de las ventanas; entretanto, ocultos entre sus negras capas y ropajes raidos, trece figuras se escurrian en mitad de la oscurida, saltando por los tejados y balcones como lo harian las ardillas entre el ramaje del bosque

Sin un solo ruido se hizaron con sus garfios y cuerdas hasta lo alto del Reposo de Grugni, a expensas de lo que su jefe de garra, un asesino del clan eshin, les ordenara que hacer, siendo este el mas grande de los presentes y por añadido el mejor equipado

Ahora matar-matar a todos los seguidores-esclavo que duermen en la madriguera-casa y Vidente Gris nos dara hembras y piedra bruja en cantidades generosas-abundante

Con un solo gesto las trece figuras empezaron a descolgarse por las paredes hasta quedar a la altura de los ventanales, esperando el momento idoneo para entrar y acabar con sus victimas antes siquiera de que se dieran cuenta de lo que estaba ocurriendo, usando para ello tanto sus armas arrojadizas como sus afiladisimas dagas. Como un solo ser se precipitaron a traves de los cristales creando no poco revuelo pero, por desgracia para algunos, ya era demasiado tarde para reaccionar…

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02/02/2011, 11:30

Malas nuevas

A medida que avanza el dia los sanadores del Templo no tardan en atenderos y, tras unas parcas palabras con Sargul, reuniros con vuestros compañeros en la parte mas profunda del edificio, pasado el amplio claustro, y llegando a la zona mejor ventilada y atendida donde, por contra, los soldados heridos y moribundos abundan como las moscas sobre las heces de vaca

Aqui y alla los gemidos se confunden con las plegarias de los sacerdtoes pero aun y la destreza, mas que evidente, de los sacerdotes guerreros y sus novicios varios de los soldados estan mas alla de toda curacion y mueren en el transcurso del dia que vosotros empleais para descansar y reponer fuerzas nuevamente y, de paso, conocer la presencia del tal Rhudan Ar entre vosotros que, pese a mantenerse distancte, no pasa desapercibido para vosotros

Las impresiones de unos y otros rapidamente distraen la atencion de los hijos de Sigmar que aquejan las heridas mientras intercanviais los sucesos que os han ocurrido en tan corto lapso de tiempo a unos y otros... mientras conversais, la figura de Torvuk aparece junto al prior del Templo, esperando a que acabeis de charlar para intervenir; sus modales, pese a ser implacable en su trato con la muerte, no dejan de ser educados, saludandoos con un leve cabeceo.

Cuando guardais silencio, y centrais vuestra atencion en él, presenta debidamente a su acompañante, precediendo su avance a un haz de luz, que lo muestra al completo y que incide en él desde la abertura del techo, con su nombre completo: Teogonista Albus Tudenberg, Prior de la Orden del Martillo Dorado

Al observar al hombre pudisteis ver que si el rostro de Torvuk parecia tallado en dura piedra, el de aquel hombre de cabeza rasurada podria haber estado esculpido en frio marmol, pues mostraba un sombrio aire de enojo que, a su vez, desprendia una erudiccion y una templanza digna de quien ha combatido, y por añadido conoce, males mas alla de la imaginacion de muchos.

Sin esperar palabra alguna de bienvenida el sacerdote, que rondaria los cuarenta inviernos aunque conservaba una fortaleza fisica que,de no ser por su rostro, lo haria parecer mucho mas joven, os dedico unas palabras que os cayeron a plomo por la gravedad que implicaban

Teogonista La guerra ha llegado- dijo secamente y sin expresion alguna, como quien anuncia que esta lloviendo en un dia de otoño Las oscuras fuerzas del caos han pactado con los hombres rata para minar nuestras defensas... se por el capitan que ya habeis conocido a esas apestosas bestias, asi que me ahorrare el intentar convenceros de que existen, mas eso solo ha sido un aviso... uno de tantos. A lo largo de estas dos ultimas semanas los ataques de esos seres han ido haciendose mas comunes y, cada vez, mas en el interior de la ciudad con lo que el ataque debe ser inminente y asi lo ratifica Torvuk Añadio mirando al capitan, quien asintio categoricamente

Tras ello dejo que asimilarais lo que, de hecho, algunos ya sospechabais aunque, pese a todo, el pensarlo o sospecharlo distaba mucho de que una autoridad de la importancia de aquel hombre la confirmara con aquella conviccion y respaldado por el propio capitan que daba la impresion de saber mas de lo que aparentaba, como siempre e, incluso, que su voz tenia aun cierta influencia en las altas esferas... como minimo, en aquella ciudad.

Teogonista Os lo digo a vosotros por una simple cuestion, los hombres del emperador estan preparando las defensas y, como podeis ver, repeliendo los ataques preventivos que tienen lugar bajo la superficie... si, en efecto, ya han habido varias escaramuzas pero de momento parece que los skavens se contentan con enviarnos la purria de sus tropas para desgastarnos y minar nuestra moral, lo peor esta por llegar al decir aquello giro ligeramente su cara para mirar a Torvuk y una gigantesca cicatriz quedo a la vista, de forma intencionada, en la parte trasera de su cabeza rapada ... los skavens que os han atacado esta noche os querian eliminar a vosotros, es evidente; las noticias vuelan y no me ha sido dificil obtener informacion sobre el grupo que ha logrado escapar de la guardia y de la posada en llamas... sobretodo siendo tan llamativo como el vuestro os aclara ante la cara de desconcierto de algunos

No divagare mas, mi intencion es clara y Torvuk la ha secundado aunque, para mi sopresa, me ha pedido que os consulte antes de tomar cartas en el asunto una rapida mirada del sacerdote al capitan entrecorta el discurso ... bien, esta es la idea. Nadie en la ciudad sabe tanto de estrategia militar como el capitan, asi que lo necesitamos para organizar las defensas pero, vosotros, por lo que me ha dicho, sois duros de roer y mas que capaces en lo que respecta a segar vidas enemigas. Debereis infiltraros en el campamento Skaven y matar a su lider, sin el sus tropas se desmoralizaran y, seguramente, se iniciara una batalla entre sus lugartenientes y sus seguidores por hacerse con el poder, tras lo cual las tropas regulares, que habran tomado posicion, atacaran desde la diferentes entradas a las cloacas para asestar el golpe final

Se os pagara en oro contante y sonante, tanto al principio como al final pero bajo vuestra palabra que no abandonareis la causa, a menos que se os lleve la muerte o quedeis incapacitados para llevarla a cabo, so pena de ser declarados enemigos del Imperio y lo que ello conlleva... aunque, ahora que me fijo, el capitan me hablo de que el grupo era mas numeroso... ¿no es asi Torvuk?

En aquel momento la cara de Torvuk cambio subitamente a la sorpresa mientras miraba a lado y lado buscando a los faltantes para, finalemente, posar sus gelidos ojos en vosotros a la espera de uan respuesta, como si fuerais responsable directos de la falta del matador y el bretoniano

...

Tras ser informado de lo ocurrido ambos se miran con fijeza durante unos segundos ante lo que Torvuk se encoge de hombros con una medio sonrisa en los labios añadiendo un escueto No puedo hacer tambien de niñera, de todos modos ya se han metido solitos asi que no hay mas que hablar con respecto a ellos, se les incluira en el trato

Teogonista Bien, en ese caso solo resta saber cuantos de los aqui presentes bajaran tras esos dos... vuestro objetivo es de suponer este en el centro de la horda, pero deberia ser accesible durante el dia, puesto que hemos notado que esas bestias atacan a partir del atardecer hasta media mañana, lo que nos hace suponer que duermen durante el dia... tras la breve explicacion final aguarda, con los brazos en jarras, a las posibles preguntas de sus contertulianos y, por añadido, quien esta dispuesto a semejante mision

Torvuk No os obligare a bajar a ninguno y podeis quedaros aqui arriba aguardando el ataque, pero no espereis que podreis huir antes de la batalla, ya que las puertas de la ciudad se han sellado y nadie podra salir o entrar sin una orden firmada por Albus, o por mi, ya que, como se ha venido ocultando desde hace una semana, el gobernador ha muerto asesinado y ahora es él quien comanda a la tropa... con respecto a Vicenzzo, solo lamento no tenerlo a nuestro lado cuando esto estalle y no dudeis que hare lo mismo con cualquiera que intente atacarme, sea quien sea... sobre lo de desertar: esto es una condenada guerra que acabara engullendonos a todos si no aunamos fuerzas, sea por el oro, por la gloria o simplemente por sobrevivir y quien quiera que huya ahora no recibira un trato mejor que cualquier alimaña del caos que se cruce en mi camino

Si la situacion ya era grave de por si, aquellas ultimas palabras no hacen mas que añadir mas combustible a la hoguera que en breve arderia y, para vuestro desazon, vosotros podriais llegar a formar parte los primeros tablones que arderian...

El eco de las palabras de un sacerdote, dando el requiem a una hilera de camillas transportadas por novicios, ensangrentadas y todas ellas con un bulto tapado encima, rompio el tenso silencio que se habia creado tras lo acontecido en tan poco tiempo y que ahora parecia precipitarse sobre vosotros de una manera tan brutal que amenazaba con abrumaros

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02/02/2011, 11:30

La Ratabunta

Apretando el paso, el tunel os condujo a la entrada, una de las multiples, de una inmensa camara subterranea, situada a varios metros por debajode vuestra posicion, un lugar tan amplio que podrian haber emplazado el templo de Sigmar en su interior y parecer un edificio pequeño pero, en vez de construcciones u hombres, una exorbitada cantidad de criaturas se arremolinaban en el lugar, alzando sus zarpas y chasqueando sus hocicos al aire, agitando sus colas o lanzando chilliditos de excitacion mientras, en una de las paredes, justo la que teniais enfrente, una figura envuelta en un halo verdoso, luminiscente e insano, lanzaba una arenga al ejercito skaven. Aquella figura, por la descripcion recibida y el mas que evidente poder que esgrimia, no podia ser otro que el vidente gris

Cientos, miles de skavens, aguardaban las intrucciones de su mandatario mientras sus ojillos rojos delataban su sed de sangre. Grandes ratas del tamaño de un hombre que portaban largas alabardas, de pelaje negro y gruesas armaduras, se codeaban con otras de tamaño menor equipadas con dentadas cimitarras y escudos redondos; junto a ellas ratas mas pequeñas, del tamaño de un perro, chillaban freneticas mientras sus cuidadores lidiaban por mantenerlas en sus posiciones. No mucho mas lejos los rugidos bestiales de colosales ratas ogro, todas ellas criaturas de no menos de dos metros y medio, musculosos cuerpos y colmillos como dagas, contrastaban con los dementes canticos de un grupo de guerreros skavens ataviados con harapos y de aspecto putrefacto que balanceaban incensarios de donde un nauseabundo hedor se escapaba...la enorme horda estaba dispuesta para la batalla

Vidente Gris ... y cuando las cosas-hombres esten muertas, la raza skaven podra...

En ese momento un skaven de aspecto harapiento, envuelto en ropones negros y hajados, encogido y sumiso, con la cola entre las patas, se postro repetidas ocasiones ante el poderoso Vidente Gris mientras parloteaba de forma atropellada una sarta de halagos y escusas, todas ellas entremezcladas a la par que se estremecia de lo que no podia ser otra cosa que puro pavor

El semblante del Vidente se torcio en una mueca de desagrado y asco mientras una de sus garras se alzaba y en ellas se creaban chisporrotenates ondeas de pura energia verdosa. Con un gesto autoritario las energiasse descargaron sobre el escualido cuerpo, del que identificasteis como el Acechante Nocturno que habia huido, mientras este se contorsionaba y aullaba de dolor

En apenas unos segunos los rayos de energia recorrieron su cuerpo, chamuscando la piel, arrancandosela a grandes pedazos y destrozando musculo y hueso con devastadora eficacia a la par que un humo verdoso se elevaba de la figura, quedando finalmente reducida a un montoncito de ceniza humeante de la que nada era reconocible, siquiera las armas

Vidente Gris Odio que me interrumpan... como iba diciendo, podremos reclamar-conquistar el artefacto-objeto que guardan en su madriguera-fortaleza y convertirnos en la especie dominante, obligando a las cosas-bestia del caos y sus aliados a rendir pleitesia a la Gran Rata Cornuda- chillo a voz en grito mientras sus seguidores se recobraban de la conmocion de la demostracion de poder y lo vitoreaban a pleno pulmon Ahora marchad y matad-matad a todas las cosas-hombre de esas ciudad ¡Por la Rata Cornuda!

El clamor amenazo condejaros sordos pero, apenas si hubieron clamdo por su lider, rompieron filas y se divieron entre los tres grandes corredores que quedaban a la altura de la inmensa oquedad, marchando tras de ellos una enorme estructura donde el Vidente se regodeaba, de donde pendia una gigantesca campana, semejane a la de un colosal campanario pero decorada con runas de aquella maligan raza. Tras ella, una colosal bestia blandia un martillo desmesurado que golpeo la enorme estructura de bronce

Un agonico tañido trono por cada uno de los recovecos de la red tuneles, haciendo que vuestras mentes evocaran imagenes de destruccion y sufrimiento sin parangon mientras la propia estructura del tunel parecia resentirse de la reverberacion. Por contra, la masa skaven que acompañaba al Vidente, asi como el resto de tropas, por detras del grueso de la horda, parecia enardecerse con aquel sonido y cobrar renovado impetu

La batalla habia empezado y vuestra particular cruzada a su vez, mientras observabais como las ultimas filas de skavens desaparecian por el corredor y, tras ellas, la colosal estructura de la Campana Skaven...

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02/02/2011, 11:31

Los Hijos de Sigmar

A todas las ciudades habia llegado la notica, a cada rincon del Imperio la misiva era recibida, ya fuera por emisarios, el boca a boca o palomas mensajeras: las tropas estatales se habian puesto finalmente en marcha y el propio Magnus en persona, el nuevo mecenas del Imperio, las comandaba a lomos de su corcel de guerra. Finalmente se habian dejado de lado las diferencias entre las diferentes ciudades estado y todas ellas habian aunado sus esfuerzos contra el Caos; incluso la ciudad de Mariemburgo, famosa por ser independiente del Imperio habiendo comprado dicho estatus con una fuerte suma de coronas de oro hace algunos siglos, se habia unido a la causa.

Pero aquellas no eran las unicas noticas que surcaban el Imperio pues se decia, se afirmaba, que la flota de elfos de Ulthuan ya habian atracado sus flamantes barcos en las costas de Carroburgo prometiendo prestar su ayuda a los hijos de Sigmar; el propio Archimago Teclis avanza al frente de las tropas elficas acompañado de Belanaer, otro formidable archimago de la Torre de Saphery. Si ello no fuera suficiente una numerosa tropa de enanos se encamina hacia el norte para dar fe del juramento de amistad que se forjo entre ambas razas

Se rumorea que los ejercitos combinados son tan numerosos que ninguna ciudad tiene capacidad para mantenerlos y han tenido que avanzar dispersos para no sumir en la hamburna a los ciudadanos del Imperio, tal es el poder de los hijos de Sigmar.

Por contra, las huestes del infame Archaon, ya han transformado la ciudad mas alla de lo que era imaginable, aun en las peores pesadillas. Sus murallas se han deformado con las oscuras energias que acompañan al ejercito del Caos, distorsionando la realidad y haciendo que los rostros de todos los caidos aparezcan en un continuo vaiven en las edificaciones. Las almas de todos aquellos que sucumbieron al Caos se hayan atrapadas en aquella ciudad sin nombre y de noche los fantasmas y espiritus de estos recorren las calles alzando su lamento a los cielos

Entre tanto, el Señor del Caos, Archaon, disfruta de su victoria y prepara sus fuerzas proseguir con su campaña de asedio al Viejo Mundo, cortando la mano de todo quien ose interponerse en su camino y aplastando bajo su bota de hierro el craneo de los caidos, ofreciendo sus almas a los Dioses Oscuros.
 

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02/02/2011, 11:31

El principio del fin

Un mes habia pasado ya desde la caida de la ciudad amurallada de Praag, alla en la lejania del helado norte, como primer bastion ante las innumerables acometidas de las hordas de los Desiertos del Caos. Ahora, tras apenas treinta dias desde que fue tomada, la ciudad es un lugar de pesadilla mucho peor de lo que cabria imaginarse donde solo el Caos mora a sus anchas entre los restos desmoronados de la antes prospera ciudad.

Los altos muros de Prrag, ennegrecidos por llamas, hechizos y horrores sin nombre se han tornado un mudo reflejo del peligro que representa el Caos, pues en ellas, atrapadas hasta que el mundo cambie o la ciudad sea por completo destruida, rostros humanos aparecen y se funden con la roca aullando horribles gritos de agonia; en las calles, tanto de dia como de noche, espiritus sin descanso recorren el empedrado aun teñido con la sangre de los caidos mientras que todo rastro de vida humana se desvanece bajo el dominio de sus ocupantes.

Ahora, el trigesimo segundo dia despues de la toma de Prrag, Archaon marcha de nuevo a la guerra, consolidada su posicion y con su ejercito fraccionado en diversas partidas de guerra para asolar el resto de Kislev se dirigie, junto al grueso de sus tropas, hacia el sur, hacia la frontera con el Imperio, su principal objetivo.

Durante su avance los exploradores y batidores imperiales han tenido varias escaramuzas con las tropas caoticas pero por el momento no han logrado mas que retrasar levemente lo que parece inevitable y ya varias aldeas fronterizas han caido pasto de las llamas. Entre tanto, los ejercitos de Magnus se han movilizado hacia el norte para plantar cara a Archaon y reforzar la plaza fuerte que supone Middenheim, puesto que hacia alli indican todas las previsiones que marchara el poderoso Señor del Caos.

Los altos elfos se han unido al contingente humano aportando la tan necesaria magia para combatir a los demonios mientras que un ejercito enano ya los espera en los pasos montañosos para reforzar aun mas a los humanos, siendo los matadores el grupo mas destacado entre los achaparrados aliados del Imperio, jurando vender sus vidas caras contra los seres de los Desiertos del Caos.

Las primeras hostilidades ya se han iniciado, las lineas de batalla fluctuan hacia adelante y hacia atras sin que nada se haya decidido aun pero solo se trata del preambulo del verdadero enfrentamiento que se desarrollara a las puertas de la ciudad del Lobo Blanco, donde sus defensores ya se afanan en preparar las defensas mientras el Sumo Sacerdote de Ulric refuerza las plegarias protectoras sobre los muros de la ciudad...

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02/02/2011, 11:32

La furia de la Montaña

La notica ha volado por todo el Viejo Mundo a la velocidad del rayo; los pielesverdes atacan desde el Este, a traves de la Montañas del Fin de Mundo de donde no se esperaban enemigos sino aliados. El contingente enano que debia marchar a la guerra bajo el mando del Gran Rey enano se ha desviado para hacer frente a la amenaza que asola sus tierras ancestrales, dejando al Imperio carente de las hachas y martillos de la Antigua Raza.

Varios pequeños asentamientos han caido ya bajo la bota claveteada del nuevo Señor de la Guerre Pielverde, un gigantesco orco negro, tuerto, llamado Grimgor Piel'Ierro que se dice porta una enorme hacha capaz de hacer pedazos al mas audaz guerrero. Su horda, inmensa, rivaliza en tamaño con la del propio Archaon y todos los clanes enanos se preparan para la cruenta guerra que azotara tambien sus tierras; muchos suceptibles a pensar lo peor pregonan que el Caos y los Pielesverdes se han unido para asolar el Viejo Mundo y disputarse despues los restos, otros, por el contrario, tan solo pregonan que la creciente actividad belica ha despertado el instinto orco y los ha lanzado a la guerra bajo el mando del kaudillo mas poderoso que se ha conocido hasta la fecha

Las primeras batallas ya se han producido y, si los rumores son ciertos, cientos de enanos han perecido bajo el avance imparable de la horda, viendose obligados a refugiarse en sus ancestrales fortalezas para poder capear la terrible tormenta, mientras que los orcos destruyen a placer la campiña. Varios han sido los intentos hasta la fecha de tomar las fortalezas principales pero, por fortuna, estas se mantienen aun en poder enano, aunque estan todas bajo asedio.

Dos grandes ejercitos enanos han logrado, no obstante, alzarse con una amplia victoria. El del Rey Urgrim, de Karak - Kadrin, la Torre de los Matadores, y el del Gran Rey Throgrim Custodio de Agravios, de Karak -a - Karaz; no obstante el juramento de sus ancestros hacia los humanos se ha cumplido con creces, pues un batallon de cinco mil guerreros enanos ha llegado al lejano norte bajo el mando del principe Garagrim, hijo del Rey Urgrim, para unirse a los hijos de Sigmar. Mientras las fuerzas del Gran Rey Thogrim y del Rey Urgrim se disponen a proteger los pasos de las Montañas del Fin del Mundo para detener los refuerzos pielesverdes, que marchan ya por los angostos pasos para unirse al Kaudillo Orco Negro Grimgor incapaces de emprender un ataque contra el grueso del ejercito goblinoide dada la falta de efectivos.

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02/02/2011, 11:32

Saneamiento de Mordheim

Despues de una epica aventura a traves de las calles de Mordheim, ayudando a las Hermanas Sigmaritas de La Roca y desbaratando los planes de un Conde Vampiro sediento de poder y venganza, el grupo de heroes que abandonaron Middenheim con claras intenciones lucrativas han luchado y derrotado al primer principe demonio, Be'lakor, El Heraldo Oscuro del Caos, desterrandolo del plano material de regreso al Reino del Caos.

Durante el camino la espada que porta el capitan mercenario que lidera al grupo ha ido cobrando mas y mas importancia hasta revelarse como una importante arma en la lucha contra el Caos, habiendo sido forjada en los albores de los tiempos por los misticos Ancestrales empleando tecnicas y hechizos completamente fuera del alcance de los mas sabios del momento.

Pese a todo la amenaza del Caos aun sigue presente y su avance inexorable hacia el corazon del Imperio necesitara de no pocas acciones valerosas... parece que el camino de los heroes no ha hecho mas que empezar

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02/02/2011, 11:33

El avance del Caos

Guerreros altos y fornidos, de excelente habilidad marcial e impresionante fuerza comparables a los mejores capitanes de nuestros regimientos, hacían estragos entre las tropas más diestras. Sin aparente esfuerzo, enormes espadas eran blandidas con la misma facilidad que un niño agita una vara de sauce; pero por Sigmar espero que jamás un infante haya de ver a estos diabólicos bárbaros, pues parece que el mutilar y desmembrar sea para ellos tan natural como para nosotros lo es el respirar.

Embutidos en colosales armaduras, los guerreros parecían totalmente inmunes a nuestras arremetidas mas fieras, y solo las estocadas mejor dirigidas eran capaces de atravesar su bien equilibras defensas para encontrase irremediablemente con amplios escudos tachonados con blasfemos símbolos. Con amplios movimientos trazaban ángulos mortales que despedazaban a sus desafortunados oponentes antes de que estos tuviesen idea del peligro al que se enfrentaban. Acompañan su estilo de combate con salvajes empujones y agarres que parten los huesos de aquellos a los que impactan, para luego rematarlos a golpes de escudo o aplastándoles la cabeza con fortísimos puños embutidos en negro acero.

Las tribus más inhumanas del inhóspito norte acompañan fielmente estas partidas de guerreros. Apenas sin protección y elevando tribales cánticos destinados a satisfacer a sus demoníacas deidades, ingentes hordas de bárbaros del norte se ocupan de saquear y destruir cada árbol que encuentran, cada brizna de hierba que pisan. La más burda copia a toda civilización se puede ver al apreciar a estos pueblos, donde la sangre es su sustento y la masacre su adoración.

Gigantescos carros de guerra atravesaban el campo de batalla como si de emisarios de la muerte se tratase. A cada metro recorrido hendían la carne de los pobres incautos que alcanzaban y con crueles cuchillas en las ruedas convertían hasta el guerrero más acorazado en una pulpa sanguinolenta irreconocible. Los aurigas de estos infernales portadores del dolor eran guerreros aun más formidables. Con enormes alabardas tajan y estocan con una precisión que parece ridícula si es comparada con el poco manejable tamaño del arma, y de certeros golpes arrancan trozos de armadura y carne por igual.

El sonido de los cascos de infernales corceles retumbaba en la vanguardia de los adoradores de la ruina. Caballos cuyos ojos parecían emitir fuego y luz cuyos lomos estaban marcados violentamente con profundos surcos dibujando blasfémicos iconos. Sobre ellos montaban versiones mas grandes y temibles de los guerreros que avanzaban a pie; si la infantería del ejercito parecía la prueba de que la muerte había tomado forma humana, estos infernales caballeros sin duda lo aseguraban. Debajo de gruesas piezas de acero se escondían estos gigantescos monstruos sedientos de provocar sangre y desgracias. Las cargas de estos escuadrones no dejaban a su paso nada más que cadáveres mutilados y excelentes regimientos de nuestro amado Emperador reducidos a pedazos de carne desfigurados en un suelo empantanado de espesa sangre. Sus cargas propagaban la muerte y el terror en el ejercito imperial.

De los bosques provenían bestiales gemidos guturales y una furia animal que a los mortales aterraba. Como si sus blasfemos Dioses hubiesen parodiado la cordura, deformes y lascivas bestias de aspecto de cabras se erguían a dos patas en una burda imitación a los humanos; mas nada había de humano en el aspecto de estos monstruos. El desfigurado rostro era motivo de pánico de los que tenían la desdicha de contemplarlos de cerca, brutales dientes surgían de las prominentes mandíbulas, cuerpos musculosos y desproporcionados levantaban a estos horrores de la naturaleza y proporcionaban a sus blasfemas figuras una celeridad y fuerza bruta solo comparable a su falta de destreza y razonamiento. Sus ojos brillaban con malevolencia animal, como si fuesen estrellas en agonía de muerte que brillaban con un malvado fulgor del color de la sangre.

En el cielo norteño la realidad se desgarraba. El propio aire gemía y gritaba ante la abominación que la realidad estaba fraguando. Antinaturales explosiones y purpúreos brillos quebraban la bóveda celeste en un claro síntoma de resquebrajamiento de la existencia que el caos suponía. Surgido del éter disforme, un brillante vórtice apareció de la nada y comenzó a vomitar deformes seres como gusanos que supuran de una herida. De garrudas alas y desfigurados rostros, las mayores pesadillas de los mortales eran plasmadas por la magia pura del caos en horripilantes demonios voladores que buscaban con avidez cuerpos para saciar su hambre de carne y almas a las que atormentar en el sinfín caótico del que provenían.

La horda era dirigida por un gigantesco monstruo que se hacia llamar Neth´Khaadqshy. Su colosal cuerpo estaba cubierto por una armadura que parecía resplandecer de algo totalmente opuesto a la luz, un cúmulo de pura oscuridad que en sus contornos brillaba en tonos rojos y exudaba un denso aceite que hacía sus movimientos rápidos y dinámicos. Blandía una espada que hacia rebullir el aire de su alrededor, y que con cada bandazo gritaba con un chillido helando los corazones de aquellos a los que segundos después despedazaba. Con cada golpe, un inmortal ente encerrado en la hoja del arma se alimentaba de la torturada alma del desdichado guerrero que desde que su cuerpo era rasgado por la espada, su espíritu se condenaba a un martirio inmenso e infinito en el interior de la hoja, atormentada por los demonios de los cuatro grandes poderes.

Era acompañado por un séquito de extraños hechiceros de arcana apariencia. Si el resto de la hueste parecía estar corrompida por el aura maldita norteña, en estos seres la abominación había llegado a su clímax pues ni siquiera el aire de su alrededor estaba quieto para poder ser descritos. Todo intento de catalogar con palabras a estos demonios-hombres era tan inútil como atrapar el aire con las manos, simplemente se escapaba de la realidad.

En solo unas horas, esta despiadada hueste acabó sin apenas esfuerzo con el ejercito enviado por Magnus y sus aliados Kislevitas de la Zarina Katarin. Mi consejo, Señor mío, es que huyáis hacia el sur sin dilación alguna. Así como el tiempo y la muerte no pueden ser detenidas, los enemigos que desde el norte nos acechan tampoco, por lo que lo más sensato es sacar a vuestros seres queridos de nuestro Imperio y llevarlos lejos de esta destrucción. No reparéis, Mi Señor, en cargar con riquezas, pues estas serán de muy poca utilidad cuando reine la anarquía y el desorden que estas fuerzas impugnan, pues Mi Señor, tenga por seguro así como que cada noche se pondrán las lunas gemelas, que las fuerzas del Caos acabaran arrasando toda civilización conocida, y por Sigmar espero que ese día mi corazón haya dejado de latir y mis ojos ya descansen en su fría tumba de hueso.

Descripción de la horda de Neth´Khaadqshy, lugarteniente de Archaón por Dieter Stahl, piquero imperial y único superviviente de su unidad tras la masacre de Zhedevka. Fue condenado a la hoguera por este fragmento, destinado a un noble de Altdorf, que los cazadores de brujas consideraron herético y de apología al Caos

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02/02/2011, 11:34

El resurgir de un antiguo mal

-Nicholae esta muerto, y yo tambien querida. Pero sus restos estan pudriendose en el patio de armas mientras que yo puedo sentarme aqui en el balcon, disfrutar de su sangre y observarte. Siento si suena presuntuoso, pero yo salgo ganando

La voz modulada, aristocratica e infinitamente atrayente resono en mitad de la oscura noche mientras varias decenas de metros mas abajo el cadaver de Nicholae Von Strumerf era desgarrado por una miriada de manos y bocas descarnadas para el regocizo de Vingaard, sentado en el balcon de la mas lujosa habitacion del castillo Drakkenhof. A su lado una hermosa doncella de pelo rojo fuego permanecia inmovil, sentada contra su voluntad e incapaz de huir de la inconfundible presa del hipnotismo del conde vampiro mientras este, con una copa llena de sangre fresca en su diestra, se deleitaba atormentando el alma de la que fuera la joven mujer del usurpador del castillo

- Adivino al mirarte que no comprendes. Por supuesto que no mi jovencisima Rachel... y no entra en tu raciocinio como alguien puede seguir en pie despues de que una espada le atravesara el estomago de lado a lado. Mucho menos puedes entender como logre alzar con una unica mano al corpulento Nicholae como si no pesara mas que unas pocas onzas mientras le rompia el brazo del arma y se la devolvia, incrustandosela en el pecho. En otras palabras, no sabes una bendita cosa de como funciona el mundo, mucho menos Sylvania, y voy a abrirte los ojos

Un gesto delicado y sublime de la mano enguantada en rico cuero llevo la copa hasta los finos labios del aristocrata, permitiendole sorber un nuevo trago del espeso liquido. Ante él la cara de la joven doncella, que no deberia tener mas de veinticinco primaveras, estaba congestionada por el horror mas absoluto y la incomprension pero, aun y asi, pese a que de sus ojos resbalaban tibias lagrimas de pavor, no podia mover un musculo... ella aun no lo sabia, pero serian las ultimas lagrimas que lloraria

- Antes de que sigamos adelante , permiteme decirte que tienes una oportunidad sin precedentes. Mi especie no habla de si misma con la tuya... ahora no, y por lo general nunca- prosiguio con calma mientras los sonidos de desgarros y quebrar de huesos proseguian en el patio de armas. Algo mas lejos un lobo dejo escapar un largo y penetrante aullido, respondido por varias gargantas mas - Ah, mis pequeños salen de caza. La noche sera larga para todos aquellos que osaron irrumpir en mis tierras cuando parti. Pero ahora he vuelto- una nueva pausa, esta vez dedicada a contemplar la magnifica vista de las tierras circundantes que se tenian desde aquel lugar privilegiado

- Te has puesto palida, querida. Permiteme que yo me ponga palido por los dos. Debo admitir que estoy decepcionado con tu sorpresa; tomate un momento para tranquilizarte y deja de intentar huir. No puedes moverte, a menos que yo asi lo disponga.Condenacion ¿de verdad eres tan tonta? Deja de chillar. He dicho que dejes de chillar- añadio endureciendo de un modo apenas perceptible su voz, dejando que sus ojos relampaguearan momentaneamente, provocando el brusco silencio de la dondella - Ahora mirame. Sssshhh, basta de gimoteos. Nadie va a venir a rescatarte, mate a todos los guardias de Nicholae, y a el mismo hace apenas unos minutos. Mis criaturas recorren ahora el castillo, vuelve a ser mio.

Una cacofonia de gritos de terror y dolor se alzaron entonces desde el interior del enorme castillo asi como de las casas que rodeaban a la enorme edificacion mientras los lobos espectrales recorrian cada pulgada de los dominios del conde, dominados de forma inconsciente por su terrible fuerza de voluntad.

-No empieces a anticipar mi intenciones, Rachel. Si pensara actuar de acuerdo con tus amados cliches, ya estarias muerta. Despues de todo soy un depredador, y tu y tu especie sois mi presa. En terminos legos, ya no soy humano.A todos los efectos soy simplemente un cadaver andante que se alimenta de sangre, identico a cualquier ocupante de una morgue salvo por el hecho de que me muevo y puedo hacer que otros muertos se muevan segun mis deseos. Reservo las delicadezas como calentar mi piel y parpadear para cuando estoy en compañia , como la tuya. Dame las gracias querida, mantenerme con este fresco aspecto me esta costando mas de lo que imaginas

Abajo, entre las negras piedras del castillo y la oscura tierra que rodeaba a la edificacion ya no se escuchaba un solo grito, un solo quejido. Nada. La muerte se habia vuelto a adueñar del castillo Drakkenhof y de sus inmediaciones

- Ahora hazte una idea, si puedes, de algunos de mis parientes, los que no son tan educados como yo. Son capaces de cometer (y cometen) actos realmente horribles, autenticas masacres con sus propias manos por el mero hecho de divertirse. Y aqui estas, pobre mortal, descubriendo lo fragil que es tu existencia. ¿Empiezas a asustarte? Deberias

Un escalofrio recorrio el espinazo de la joven en aquel momento, abriendo desmesuradamente los ojos cuando el apuesto noble que tenia frente a ella revelo en una amplia sonrisa dos largos colmillos de un color blanco impoluto mientras, en sus ojos, una luz ambarina danzaba entre sus pupilas.

-El lado animal de un vampiro recibe el nombre de Varghulf. Cuando desaparece el ultimo rastro de humanidad de un retornado el Varghulf se impone para siempre. El vampiro se convierte en un animal, tanto fisica como psicologicamente. Si llegas a este punto lo mas probable es que ni siquiera te des cuenta cuando te maten como a un perro rabioso. Si tienes fuerza de voluntad y una consciente consciencia del yo, manteniendo una alimentacion regular puedes aguantar una verdadera eternidad... he oido hablar de un vampiro que tiene mas de dos mil años

Una mueca de fastidio acompaño a las ultimas frases, dejando claro que aquel ser antediluviano no era ni por asomo alguien a quien Vingaard apreciara lo mas minimo mientras dirigia su mirada hacia el firmamento, que ya empezaba a clarear por el horizonte oculto por las Montañas del Fin del Mundo

- Parece que nuestro tiempo de relajacion toca a su fin. No, no voy a matarte y beberme tu sangre aqui mismo. El Beso deberia darse siempre en un lugar comodo y lujoso. Ademas, mis criaturas ya habran reunido suficiente alimento para tu primer Hambre; soy un sire generoso.

La aterciopelada figura se alzo lentamente, con gracia y sofisticacion, mientras alargaba su mano hacia la doncella sonriendole amablemente, ante lo que la mujer no pudo evitar tomarle de la mano aun sin querer hacer otra cosa que arrojarse por el balcon

- Por favor, no te hagas la soprendida. La ingenuidad no te va, por eso sigues aqui. He ido soltando pistas toda la noche y las has recogido todas. Ademas, no pensaras que iba a decirte todo esto y luego dejarte ir…Oh, casi todo el mundo te tomaria por loca, pero algunos no lo harian. Te creerian, hablarian con otros y tarde o temprano alguna orden templaria o algun grupo de cazadores de brujas vendria aquí y todo se derrumbaria como un castillo de naipes.

La sonrisa del vampiro se ensancho entonces, mostrando de forma descarada unas facciones mucho mas perversas que las que Rachel habia visto hast aese momento. Los colmillos, ahora realmente largos, se mostraban en toda su longitud por debajo de la malvada sonrisa que afloraba en el rostro de Vingaard

Asi, querida, que no hay forma de que salgas de esto viva… pero puedes hacerlo muerta junto a mi

Con un ultimo chillido que rasgo la noche Rachel vio la verdadera forma del depravado depredador que tenia delante mientras este la conducia hacia un lujoso dormitorio a los pies del cual reposaban, inconscientes, media docena de antiguos sirvientes de Nicholae aguardando su fatidico final. Momentos mas tarde la ultima sensacion que tuvo la joven doncella fue, de manera contradictoria, la experiencia mas revitalizante de toda su vida.

Para ella fue como mezclar la sensacion de beber el mas exquisito y embriagador vino, el coito mas sensual que jamas hubiera tenido, el extasis de del fumador de opio al darle la primera calada a la pipa fue… su ultima sensacion como humana, la primera como no muerta.

- Ahora, querida, deleitate con su sangre y completa el circulo- dijo de forma cansada el noble

- Si, mi amor… tengo hambre

 

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02/02/2011, 11:34

La elegida del Principe Oscuro

La enorme y devastadora horda de seguidores del Caos rugio su aullido de triunfo cuando la ultima casa del pueblo de Brovska se derrumbo, aun humeante, mientras infinidad de moscas empezaba a zumbar entorno a la ingente cantidad de cadaveres desparramados por las calles. Entretanto, sobre las oscuras formas de los asesinos las siluetas de las aves carroñeras empezaban a trazar circulos en espera de poder darse un festin con los caidos.

- Mi señora Katja, Brovska ya no es mas que una ruina humeante y nuestros exploradores nos informan que la practica totalidad de la poblacion de Styratia se ha refugiado bien en las montañas o bien a emigrado lejos de nuestro alcance, nadie queda que nos pueda enfrentar. Tan solo los enanos habrian podido significar una amenaza pero la guerra del norte los ha debilitado al enviar alli sus ejercitos y no pueden mas que encerrarse en sus fortalezas a esperar que pasemos de largo- dijo con voz sibilante el malvado hechicero del Caos mientras sus ojos destellaban, fruto de la impia energia que recorria su cuerpo - Deberiamos atacar Akendorf ahora que ...

- No Albritch- dijo la sensual y terrible guerrera con un tono que no admitia replica alguna sin necesidad de alzar el tono - Atacaremos Akendorf cuando el miedo sea tal que solo con saber que no tienen donde huir se desesperen, que sepan que nadie escapa a mis deseos

Con un asentimiento de cabeza el hechicero se retiro de la presencia de la oscura guerrera tocada por Slaanesh, el Principe Oscuro, mientras contenia la rabia que le embargaba al verse sometido a los designios de una seguidora de otro dios, solo permaneciendo fiel a ella por los augurios que Tzeench, El Que Cambia las Cosas, le habia enviado en sueños profetizando una estela de destruccion que rivalizaria en tamaño con la que Archaon estaba causando en el norte.

Con una sonrisa ladina la lider de aquella enorme horda se acerco al ultimo superviviente de Brovska, apresado con indiferencia por dos de los colosales guerreros del caos, quienes lo sostenian sin que tocara el suelo cogido por los brazos extendidos como quien sujeta a un niño. Un jadeo de miedo junto a un quedo lloriqueo fue cuanto dijo el desdichado prisionero mientras Katja se le acercaba, bamboleando sus lujuriosas caderas mientras el pecho que dejaba al descubierto su ornamentado peto botaba levemente.

-¿Asi que este es el ultimo, eh?- dijo para nadie en particular mientras se acercaba al cautivo colocando su rostro casi pegado al sullo, rozando al hombre en el pecho con uno de sus dedos haciendo que este se retorciera levemente de placer y extasis; al notar como su influjo afectaba a aquel mero mortal la guerrera se deleito con el y lamio lascivamente la herida que tenia en su mejilla, provocando una nueva descarga de placer y dolor en el prisionero cuando aprovecho para introducir la punta de la afilada lengua por la herida - Ahora iras a Akendorf con un presente para ellos; cuando llegues les diras exactamente lo que ha pasado hoy aqui y luego dejales claro que no descansare hasta que todos ellos esten muertos y sus almas pertenezcan al Principe Oscuro. Dile que no importa cuan lejos corran; los encontrare

Mientras el hombre asentia un fino hilo de sangre empezo a descender desde el lado izquierdo de su rostro, hasta convertirse en un chorro de sangre a consecuencia de la larga incision que Katja le habia practicado junto a la oreja, acabando por rebanarsela por completo mientras el hombre a duras penas si tenia consciencia de ello, tan embelesado estaba en la mujer. Con una sonrisa que enamoraria a los Dioses Katja le coloca en la mano un fardo formado por las cabezas de los miembros del consejo de la ciudad sin que el cautivo hiciera el menor gesto; una carcajada llena de malicia surgio de la mujer al ver aquello y, con un sensual movimiento, se alejo de aquel lugar echando la oreja rebanada a un lado.

Como despertando de un trance el hombre sacudio la cabeza mientras los dos guerreros del caos lo dejaban caer al suelo; fue entonces cuando llego el horrible dolor de la oreja mutilada y el horror de ver el macabro presente que le habian dado

- Si no lo entregas ella lo sabra, humano, y desearas haber muerto junto al resto- dijo la cavernosa voz de uno de los guerreros

Con un alarido de miedo, dolor y pena el pobre superviviente corrio entre los restos de la ciudad dando tropiezos y sollozando por su suerte mientras la risa de ambos guerreros se propagaba por todo el ejercito a medida que el infeliz huia como alma que llevara el diablo... su fatidico mensaje seria entregado aunque tubiera que arrastrarse cual culebra para lograrlo

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02/02/2011, 11:34

Los PechoRojo

Los cazadores orcos salvajes observaron el claro desconcertados, las plantas y la mayoría de los animales estaban enfermos, hasta ellos podían saberlo. Raudos, regresaron con el resto de la tribu. El resto de los orcos se hallaban realizando otras tareas, pero al ver regresar a los cazadores sin nada se acercaron a ellos.

Afuera eztan pazando cozaz. Creo k´ez un mal augurio.- explicó uno de los cazadores.

Los PechoRojo se miraron unos a otros sin saber si creer a los cazadores o partirles la jeta allí mismo. Afortunadamente para los cazadores, Narslug, el gran jefe de la tribu se acercó, apartando a golpes a aquellos lo suficientemente estúpidos como para permanecer a su paso.

¿Ke dizez ká pazao?- vocifero el jefe a los cazadores - ¿No zerán embuztez tuyoz, verdad?

No, no jefe. Laz plantaz eztaban muertaz y loz animalez enfermoz. Tenian pompaz por to´l cuerpo.

Narslug se rascó la barbilla. La idea tardó unos minutos en abrirse paso por su reblandecido cerebro, pero cuando lo hizo, golpeó en plena jeta al cazador.

¡Fuñeteroz inútilez!- vociferó amenazando a todos con la mirada- Iré a ver a Wurb, por zu bien zabrá k´eztá pazando.

Narslug se dirigió a la choza del chaman, mirando furiosamente a todos los demás. ¿Por qué no le habían traído la caza? Se moría de hambre. Con estos pensamientos descorrió las cortinas que hacían de puerta en la choza de Wurb. El chaman estaba sentado con las piernas cruzadas sobre la piel de un oso mientras lanzaba huesos tallados al suelo.

Laz plantaz y loz animalez mueren. - informó Wurb antes que el furioso Narslug pudiera abrir la boca - Deberíamoz buzcar otro bozque.

¡Nadie ze marchará de ezte bozque! A mí me guzta. ¿Acazo Gorko y Morko noz an caztigao? Narslug se sentó frente a Wurb y miró con curiosidad como el chaman lanzaba los huesos una y otra vez contra el suelo. ¿K´ezta pazando?

Todo ez por la cueva de laz zonroza´as. Hay algo allí k´ez rezponzable de tó ezto. Informó acertadamente Wurb, sin saber que, en realidad, los responsables directos eran los putrefactos.

Nunca entendí por ke n´abiamoz matao antez a laz zonroza´as. Afirmó Narslug a la vez que levantaba su enorme cuerpo. A´ora yo zalvaré mi bozque. Prepara laz pinturaz de guerra, Wurb.

El gran jefe salió de la tienda del chaman, todos los PechoRojo lo miraban con curiosidad. Narslug miró fieramente a todos sus muchachos.

¡¡¡¡WAAAGH!!!! Aulló el gran jefe mientras alzaba sus rebanadora. Toda la tribu se unió en su rugido.

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24/02/2011, 13:51

La Sombra se cierne sobre Wolfenburgo

A finales de la primavera ya no quedaba duda alguna que la creciente tormenta del Caos que habia nacido en el lejano norte avanzaba como una inexorable marea de un modod que no habia presenciado jamas ningun hombre vivo. A Wolfenburgo habian llegado noticias de que las hordas del Caos estaban abriendo una sangrienta senda a traves de Kislev, y ahora las fronteras septentrionales sentian el aguijonazo de las espadas enemigas. Asi fue como, cuando la primavera daba paso al verano, Valmir von Raukov, conde elector de Ostland y principe de Wolfenbungo, convoco un consejo de guerra.

Situada sobre una colina, por encimada de un meando del rio, Wolfenburgo consistia en un sombrio conglomera de edificios antiguos. Era una ciudad que habia resistido durante siglos los estragos del tiempo y los ejercitos invasores y jamas habia caido. Dominando la ciudad habia un castillo, una inexpugnabble fortaleza gotica con algunas secciones tan antiguas como el propio Imperio. Altas y solidas murallas puntuadas a intervalos regulares por poderosas torres constituian su primera lina de defensa. Detras de estas, habi otras murallas y torres mucho mas solidas que las primeras. La ciudad habia sido bien cerrada al saber que la horda del Caos avanzaba hacia alli, y haria falta el enemigo mas determinado e implacablente poderoso para abrirla.

Un aire de solemnidad flotaba sobre la camara del consejo del castillo de Wolfenburgo; reinaba el silencio mientras los dignatarios se reunian en torno a la gran mesa para digerir las noticias que acababan de recibir. El mensajero de semblante palido, exhausto por la desenfrenada cabalgata, permanecia con ceremoniosa solemnidad junto al conde elector. Resultaba obvio que estaba deseoso de ser despedido para poder retirarse y entregarse a un muy merecido descanso

Nadie hablo durante largos segundos. Fue el señor chambelan, Baldo Weise, quien finalmente rompio el silencio
-¿Aacden ha caido?-- pregunto el anciano, atonito
- Es parece- confirmo Valmir von Raukov, al tiempo que miraba por encima del hombro al mensajero, que asintio rapidamente
-¿Primero Zhedevka y ahora Aachden? En ese caso nada se interpone entre las hordas barbaras y nuestra ciudad- opino el capitan Volkgang, de la guardia del palacio
-Asi es

El inclemente tiempo que habia castigado a la poblacion de Ostland durante tantas semanas habia dado paso a cielos mas limpios y brillantes y dias mas tibios. Con el final de la primavera, parecia que el verano volveria a abrirse como una mandreselva, dorado y dulce... y sin embargo llegaban historias terribles desde el norte: historias de asesinatos y pillaje, de desorden y destruccion, del avance de los servidores de los Poderes Oscuros, del alzamiento del Caos.

...

La horda del zar supremo se agitaba sobr ela tierra en una enfurecida marea de muerte. Guerreros barbaros cubiertos de cicatrices, con brazos guarnecidos por brazaletes que daban fe de batallas ganadas en el pasado, avanzaban tanto a pie como a lomos de enormes caballos norteños. Armados con arcos, lanzas y hachas, espadas, cimitarras y mazas, los hombres de las tribus conformaban el grueso del ejercito. Encabezando a los barbaros iban gigantes con armaduras erizadas de puas, los campeones de aquella fuerza monstruosa . El gran ejercito estaba compuesto por muchas partidas de guerra mas, cada una de las cuales rivalizaba por el favor del zar supremo y de los propios Dioses Oscuros. Los cuernos de guerra sonaban en el paramo junto a los gritos de los animales de los barbaros y los ladridos de los salvajes mastines de guerra apenas entrenados.

Aachden quedaba atras, destripada como un cadaver sobre la mesa del cirujano, con el perimetro de la destruida ciudad rodeado de pilas de craneos y humeantes piras. El ejercito del Reik con el que la horda del zar supremo se habia enfrentado en Aachden no solo habia sido derrotado, sino tambien exterminado. Una victoria realmente notable. Habian hecho muchos prisioneros que le entregaron al señor de los esclavos para ser sacrificados Al Que Cambia Las Cosas, Tzeentch.

Pero la horda barbara no habia dedicado mucho tiempo a regocijarse en la gloria de la batalla que habia ganado para el oscuro dios del cambio; los salvajes tenian la sangre encendida y habian fijado su atencion en la antigua ciudad centinela de Wolfenburgo ¡Esa si que seria una conquista mas digna del zar supremo y del tembile Archaon! Tomar la capital de Ostland seria arrancarle las entrañas al Imperio

...

La duracion del asedio ya no se contaba en dias o semanas sino en meses cuando Valmir von Raukov convoco una nueva reunion de su consejo de guerra para intentar encontrar una solucion al devenir de los acontecimientos. Los refuerzos esperados no habian llegado y los pocos explorades que se habian enviado no habian vuelto o lo habian hecho sin mas noticias que las esperadas: el enemigo ocupaba todo el territorio circundante y no habia manera que un grupo minimamente numeroso pasara sin ser descubierto.

Aquella misma noche llego la gran acometida, cuando el anochecer extendia su velo crepuscular sobre Ostland. Los guerreros de las tribus reunidas en torno a Wolfenburgo bajo los estandartes del Caos asaltaron las murallas de la ciudad mientras las maquinas de guerra nordicas renovaban sus ataques, lanzando una lluva de muerte hacia las antiguas murallas en forma de poyectiles llameantes, enormes piedras e incluso cabezas de los imperiales muertos hasta el momento.

Al pincipio, los defensores de la ciudad centinela y su guarnicion repellieron los ataques, pero al avanzar la noche y comenzar el segundo turno de guardia, la dimension del ataque aumento. Tan descomunal eral el numero de barbaros que asaltaban las murallas que los muertos de los nordicos se apilaban hasta una altura de diez cadaveres al pie de las mismas. Esta acumulacion de cuerpos proporcionaba a los otros barbaros, enloquecidos por la batalla, un medio para trepar mas arriba de las murallas y atacar a los defensores de la ciudad.

A los imperiales no les quedo otra alternativa que salir a enfrentarse con el enemigo. La mitad del ejercito regular de Wolfenburgo, los caballeros de la orden de la Montaña de Plata, y una milicia ciudadano apresuradamente reclutada, cargaraon al exterior de la urbe cuando las grandiosas puertas volvieron a abrirse.

En cuanto los valientes defensores abandonaron la seguridad relativa de su bastion, los guerreros de la horda del Caos se apartaron de las murallas, dejando atras a sus muertos sin dedicarles mas pensamiento, y fueron a enfrentarse con los defensores de Wolfenburgo. Los que quedaron dentro de la urbe no tuvieron mas alternativa que cerrar y barrar las puertas tras los abrumados soldados: no podian arriesgarse a perderlo todo y permitir a los barbaros entrar en la ciudad. Pero hay que renconocer que ninguno de los valientes defensores imperiales, ni siquiera los reclutados entre la milicia urbana, hicieron adema en ningun momento de volver a entrar en la ciudad aunque sabian que contra una fuerza tan abrumadora nada tenian que hacer...

Esa noche, la horda caotica caputro mas prisioneros vivos que nunca antes para congoja de los defensores que observaron como sus compañeros eran arrastrados hacia el campamento kurgan. Lo que inquietaba a los hombres era que, hasta ese momento, los nordicos no habian hecho practicamente prisioneros; los guardias de la muralla y sus comandantes se persignaron con el signo del martillo sagrado, pero no se atrevieron a pensar mas en sus condenados hermanos de armas. Ya no podian ayudarlos. Era igual que si estuviesen muertos... o algo peor.

Durante toda aquella noche los tambores de guerra de los barbaros redoblaron sin cesar, haciendo que los defensores apenas pudieran pegar ojo, mientras en el campamento del Caos un oscuro ritual se empezaba a gestar. De pie, ante los nordicos, se encontraban los prisioneros atados a barbaros simbolos construidos con una amalgama de madera podrida, enormes huesos y metal oxidado. Se hallaban a la sombra de las descomunales maquinas de asedio de la horda.

Algunos de los prisioneros se mostraban orgullosos y resueltos, sin manifestar miedo a pesar del despreciable tratamiendo que habian sufrido a manos de los barbaros. Otros, sin embargo, eran sollozantes recuerdos de los hombres que habian sido, y gritaban suplicas de misericordia hacia los indiferentes cielos; estaban quebrantados por las atrocidades que habian sufrido y que les habian obligado a presenciar en el campamento de los adoradores de demonios. Algunas ya ni siquiera se daban cuenta de que les ocurria; o estaban inconscientes o habian perdido la cordura debido a la terrible experiencia; los nordicos sabian que quienes observaban desde las muralles de Wolfenburgo podian ver a los prisioneros y entender el terrible final que les estaba reservado.

Por encima de las Montañas Centrales, en el horizonte, estaban reuniendose unas extrañas nubes oscuras que avanzaban contra el viento, desde el norte, para anegar la marca de Ostlnad como lo habian hecho la primavera de ese mismo año. El viento, a su vez, estaba arreciando transformandose en un ulular huracanado que arrastraba risas malignas sin un origen definido.

Subitamente los tambores cesaron, un rayo multicolor hendio los negros cielos y la horda al completo guardo silencio; durante varios segundos, los unicos sonidos que se oyeron fueron los gemidos y delirios, plegarias junto con baluceos incoherentes asi como piadosos rezos encomendando su alma a Sigmar de los numerosos prisioneros que aguardaban maniatados entre los dos bandos.

De cada una de las huestes de guerra de la horda avanzaraon guerreros con las armas desenvainadas, calentadas al fuego hasta haber adquirido un tono blanquecino colocandose cada uno frente a uno de los prisioneros; una enorme criatura caprina, jorobada, alzo una corneta de laton con la boca en forma de jabali y toco una sola y larga nota que retumbo lugubremente sobre el terreno que mediaba entre las dos fuerzas enfrentadas. Casi como un solo hombre, los guerreros escogidos alzaron sus espadas y hachas y ejecutaron a los prisioneros haciendo que la sangre, al manar y entrar en contacto con las espadas candentes, se evaporara formando enormes nubes de vapor.

fue tanta la sangre que baño los odiosos simbolos a los que estaban atados los hombres, que el olor metalico del fluido vital fue llevado por la brisa que ahora reinaba hasta la propia ciudad, atacando los sentidos de aquellos que miraban impotentes como se llevaba a cabo aquella atrocidad. El derramamiento masivo de sangre, por otro lado, arrastro a la impaciente horda a un estado de frenesi que solo se satisfaria con la total destruccion del enemigo

Un terrible tormenta electrica se desato entonces permitiendo ver a los versados en las artes arcanas como una miriada de zarcillos multicolores se enroscaban con las centellas, como si de un juego se tratara. Matices de chisporroteante azur, rojo encendido, bruñido dorado, destellante esmeralda y marron terroso se entremezclaban con el blanco cegador, el purpura oscuro y el gris apagado; una orgia de magia que solo podia tener un fin, la destruccion de Wolfenburgo.

Poco a poco los oscilantes rayos y haces de luces boreales se habian intensificado, exudando una maligna fosforencencia que no era distinta de la proyectada por la repulsiva luna del Caos, Morrslieb, cuando esta emergia en el firmamento. La fantastica luminiscencia alumbraba la noche en varios kilometros a la redonda mientras los rayos empezaban a rielar de manera extraña, casi con voluntad propia.

Se oyo un retumbar distante que recorrio las colinas y el dosel del bosque cercano a la ciudad, pero no se parecia a un trueno. Era como si la tormenta tuviese voz, una voz tronante que hablara del inminente Fin de los Tiempos y anunciara la llegada de su adalid Archaon, la perdicion de las naciones y la aniquilacion de las razas mortales... y hacia cada vez mas frio, mucho mas frio. La Tormenta del Caos estaba sobre Wolfenburgo.

Finalmente, con un aullido como de cien manadas de lobos hambrientos, la tormenta invernal se precipito, y el poder de disformidad del Caos desgarro la noche veraniega. El alarido de la tempestad ahogo los entusiasmados vitores de los kurgans cuando el impio poder del norte puso sitio a la ciudad.

Mas que caer, la nieve barrio la campiña en una arremolinada muralla blanca. Al cabo de naada, una espesa escarcha cubria el paisaje en varias millas a la redonda en todasdirecciones y el hielo que se acumulo en pocos minutos en las agitadas ramas cargo con su peso los arboles de las zonas boscosas circundantes.

Luego la noche estallo.

Bifurcados ryos arañaban el cielo, azotando las murallas de la ciudad como repetitivos golpes de martillo asestados por un vigoroso gigante. De las piedras saltaban trozos alli donde el rayo heria la muralla exterior con destellantes zarpas de energia blanca violacea. Era el poder de los Dioses Oscuros en toda su aterrorizadora gloria, nada podia resistir ante la descomunal fuerza y supremacia del Caos puro.

Con un rugido como el estruendo ensordecedor de una avalancha, el antiguo cuerpo de guardia de lo alto de la muralla, que habia resistido durante dos mil años, se derrumbo en una ola de rocas y piedras. Los hombres se precipitaron entre gritos hacia su muert, aplastados por las mismisimas almenas que habian jurado defender.

Se habia abierto una brecha en la ciudad

Entre mofas y alaridos, los nordicos no necesitaban de mas orden para saber lo que tenian que hacer; bramando sus grits de guerra en su oscura lengua los barbaros galoparon y corrieron hacia las rotas murallas de la ciudad formando una grandiosa marea negra; sobre sus cabezas los invernales vientos comenzaron ahora a dar paso a algo mucho mas caotico. Tal era el poder de la disformidad del gran mutador; nada quedaba libre de los efectos del cambio durante mucho tiempo.

Casi tan bruscamente como habia comenzado, la ventisca ceso, pero la tormenta no amainaba. Zarcillos de poder del Caos en estado puro comenzaron a descender de las hirvientes nubes, precipitandose como rayos, pero a diferencia de la caricia del rayo, estos extraños zarcillos tenian un efecto completamente distinto... uno de los zarcillos impacto contra el costado de un edificio; donde lo toco, la piedra dejo de ser piedra para transformarse en algo mas parecido a carne, de color purpura oscuro, que burbujeo y se cubrio de ampollas. Algo mas alla otro zarcillo aterrzo en los adoquines de la callea, haciendo aparecer unos bulbosos ojos brillantes que parpadearon con terror desde las piedras y hendiduras. Entre ellos bocas como de sanguijuela se abrieron y cerraron espasmodicamene sobre la calle

El Caos habia entrado en Wolfenburgo

...

El otoño habia llegado por fin y el viento imperante dejo de soplar desde el norte. Las hojas de los arboles, ahora mecidas por un ligero viento del sur que se llevaba los ultimos calores del verano, se enroscaban pasando del verde al dorado; habian pasado ya muchos dias desde el saqueo de Wolfenburgo y en el lugar donde otrora se elevaba la antigua ciudad centinela ahora se alzaba un esqueleto aun humeante, con la mitad de la ciudad consumida por las llamas y la otra mitad a punto de derrumbarse.

Los alrededores de la ciudad estaban aun enfangados por la cantidad de sangre vertida en la ciudad, que parecia exudar el rojizo liquido por cada una de sus heridas abiertas por la maligna tormenta del caos. Entorno a la derruida muralla exterior infinidad de pilas de craneos se alzaban en alabanza a los Dioses Oscuros mientras que los pocos que habian sobrevivido a la caida de la ciudad huian campo a traves, aun con el terror de aquella fatidica noche prendido del cuerpo, hacia las tierras del Imperio portando la nefasta noticia e intentando hallar refugio y escapar del Fin de los Tiempos.

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01/06/2011, 18:18

Los orcos GarraHierro.

En el campamento orco, situado a varios kilómetros al sudeste de Akendorf, una tienda de piel de troll sarnoso especialmente grande parecía temblar debido a la rabia de su violento ocupante.

¿K´ez ezo de que loz Orcoz Pecho Rojo aún nanllegaó? el enorme caudillo lanzó un sonoro sopapo al informador que le hizo volar hasta caer estrepitosamente al suelo ¡Corre a buzcarloz!

El orco se incorporó apenas había caído y corrió hacia fuera dispuesto a cumplir los deseos de su jefe. El señor de la guerra orco era terrible cuando se enfadaba. Furioso, Grimash se sentó en un basto taburete de madera, el cual se amoldó a las posaderas del orco y crujió bajo el peso de este.

El explorador goblin penetró temeroso en la tienda del caudillo orco. Este pareció no percatarse de la entrada del pequeño pielverde y permaneció sumergido en sus pensamientos mientras resoplaba sonoramente por la nariz.

Jefe -murmuró el goblin. Al ver que Grimash  no parecía haberle escuchado, el goblin infló sus pulmones de aire ¡Jefeeeeee!

El orco, con una velocidad impropia de su corpulencia aferró con una de sus manazas al goblin por el cuello antes de que este pudiera terminar de pronunciar al ultima e.

¡No vuelvaz a levantarme la voz! -bramó Grimash  mientras sacudía violentamente al pobre goblin en todas las direcciones posibles hasta que el pielverde presentó un aspecto mareado ¿Te creez que zoi zordo?

Lo… ziento…jefe. Pero ezke e vizto como loz intruzoz ze peleaban con otroz intruzoz

¡No me liez con tu palabrería! ¿De que intruzoz hablaz? ¿Ké intruzoz ze pelearon con ké intruzoz?

Grimash  depositó al goblin en el suelo sin muchos miramientos.

[b]¡Habla y deja de temblar como un orejotaz!

El explorador goblin se apresuró a informar con lujo de detalle al gran jefe de los orcos GarraHierro. El gran orco se rascó la barbilla con una mano mientras con su diestra aferraba su poderosa rebanadora.

Azi ke máz intruzoz… Dezpuéz de todo, ez pozible que loz Orcoz Pecho Rojo se pierdan la
fiezta zi no z´aprezuran…
murmuró satisfecho pero con un tono que denotaba el celo con el que guardaba sus tierras.
    

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13/10/2011, 12:11

La Sombra sobre el Drakwald

- ¿Estas seguro Flint? Yo diria que he escuchado algo

- Venga, no seas miedica Elidor. Todo el mundo esta en el norte luchando, aqui no queda nadie. Escucha, tan siquiera quedan pajarillos para can...arrrrgh!

Una larga lanza, de tosca manufactura, aparecio de improviso en el pecho de Flint brotando de él como si fuera una flor. A su lado, el cuerpo decapitado de Elidor aun sufria espamos a los pies de los verdugos de ambos imperiales, demasiados confiados como para temer adentrarse en el tenebroso Drakwald mas alla de su puesto de vigilancia. Tras sus cuerpos mutilados, a poco mas de un centenar de pasos, la avanzadilla de la horda de Khazrak el Tuerto tomaba posiciones para asaltar la pequeña pero clave poblacion de Uttengard.

...

¡Dad la alarma!- grito uno de los guardias mientras disparaba su ballesta con precision, agujereandole el cuello a uno de las decenas de Gors que cargaban hacia el porton de Uttengard - ¡Las bestias nos atacan!

El panico y la conmocion sacudieron rapidamente el pueblo situado a tan solo una seman de viaje de Middenheim mientras mas y mas bestias surgian del bosque cercano. Uttengard, un pueblo de apenas ochocientos habitantes, dominaba el unico paso a traves del caudaloso rio que permitia cruzar en varias millas a la redonda, lo que hacia del enclave un punto estrategico a dominar en la confrontacion que amenazaba con engullir a todo el Imperio

Los gritos y los berridos de las bestias se mezclaban con las voces de alarma de los pobladores humanos mientras el asalto tomaba forma; aqui y alla las rudimentarias escalas eran apoyadas contra los muros solo para ser derribadas segundos despues mientras una lluvia de proyectiles abatia a las bestias sin dar cuartel... pero la relativa tranquilidad de lo que parecia un asalto mas de los muchos que habian sufrido en las ultimas semanas se torno miedo al ver aparecer de entre los arboles a cuatro grandes minotauros acarreando un arbol arrancado de raiz y rematado por una horrible cara cornuda hecha de hierro.

...

Nueve largos dias duro la batalla por Uttengard gracias a los refuerzos que el Graff Boris Todbringer envio hacia alli en prevision del ataque. Nueve dias de cruda y sangrienta batalla durante los cuales la mitad oriental de la ciudad fue consumida por las llamas, salvandose la otra mitad de la ciudad gracias a la barricada natural que formaba el ancho rio.

El puente de piedra que lo cruzaba, construido por Enanos, estaba tintado de sangre mientras en sus inmediaciones centenares de cadaveres se apilaban echados a un lado por defensores y atacantes.

Dos regimientos completos de alabarderos imperiales habian perecido defendiendo el puente junto a otro regimiento de lanceros; los ballesteros y arcabuceros habian acabado las municiones hacia horas y sola la resoluta determinacion de los aliados Enanos junto a la caballeria imperial habian impedido que el puente fuera tomado.

Mas de un millar de soldados habian perecido alli para mantener a salvo el paso por el rio y, ahora que se habia logrado repeler la amenaza, los supervivientes dejaban atras a heridos y muertos para seguir avanzando, hacia el lejano y peligroso norte, donde se desarrollarian nuevas batallas, todo ello preparando la batalla final ante las puertas de Middenheim, ya que todo indicaba que nada ni nadie podria evitar que las huestes de Archaon llegaran hasta alli, abriendose paso a sangre y fuego...

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13/02/2012, 11:29

Diario de Campaña de la Tormenta del Caos, recopilado por el gran escriba imperial Travis Lichstenmen en la magna ciudad del Lobo Blanco

Día 0
A pesar de que algunos clamaban que los videntes solo estaban siendo alarmistas, nuestros peores miedos se han hecho realidad. Una gran horda está invandiendo nuestras tierras desde el Norte. El Conde Todbringer nos ha asegurado que la ayuda está en camino y que la amenaza, aunque peligrosa, será eliminada.
Nuestros corresponsales en Altdorf han enviado aviso de que el ejército del Emperador está preparado para partir. Algunos incluso han presenciado en persona el joven milagro de Valten, ¡que hay quien asegura que es el mismísimo Sigmar renacido! Aquí en el Colmillo de Ámbar tenemos nuestras dudas, pero le rezamos a Ulric para que sean injustificadas.
Aún estamos esperando informes de Kislev y de nuestros agentes en la ciudad de Erengrado. Cartas tempranas sugerían que la Zarina había retirado las tropas de la ciudad para apoyar la defensa de la capital. Tras los decorazonadores informes que aseguran que se han visto horribles guerreros descendiendo sobre Zundap, me temo que debemos esperar lo peor y aceptar que Erengrado ya ha caído.

Día 1
Las temibles legiones de Archaon, el Señor del Fin de los Tiempos, han caído sobre las tierras del Imperio sedientas de sangre y destrucción. Contra esta marea de barbarismo, los soldados de Boris Todbringer y sus aliados han empezado bien, manteniéndose firmes contra la primera oleada. En el interior de los resquebrajados muros de Wolfenburgo, los dispersos defensores han desperdigado y destruido las bandas de guerra de Archaón con fiera determinación, y en Ferlangen bandas de cazadores han cobrado un alto precio a las fuerzas del Caos que avanzan hacia la ciudad a través de los densos bosques. Sin embargo, ninguna de las dos fuerzas defensoras es capaz de aguantar por siempre y, según descienden sobre el reino más guerreros del Caos y bárbaros sedientos de sangre, la lucha se volverá aún más desesperada.
En Zundap y Bohsenfels, el combate ha sido sin duda enconado, y los guerreros de los Dioses Oscuros han sido contenidos a duras penas por los esfuerzos supremos de los hombres del Imperio. En Kurst, la presencia del tanque de vapor Von Zeppel, de dudosa fiabilidad pero gran movilidad, ha sido clave para mantener a las hordas del Caos a raya, pero se están extendiendo rápidamente unos perturbadores rumores según los cuales unos monstruosos cañones infernales se están acercando al pueblo para combatir contra la bestia mecánica.

Día 4
Nordland y Ostland están en llamas de Norte a Sur, pues las fuerzas de Archaón queman y saquean todo lo que encuentran en su camino hacia Middenheim. Decenas de millares de brutales guerreros, bestias deformes y monstruos terroríficos han caído sobre los valientes defensores del Imperio. Bajo esta oleada, las defensas imperiales se debilitan. En Zundap, los soldados del Conde von Raukov han sido obligados a retirarse hacia el Oeste, después de que sus posiciones fortificadas en el viejo molino de vapor hayan sido arrrasadas por poderosos ogros dragón y gigantes mutados. Lentamente, los cultistas, bárbaros y guerreros de los Dioses Oscuros están abriéndose camino a través de las ruinas de Wolfenburgo, aunque les están haciendo pagar con sangre cada metro que avanzan.
El bastión de Bohsenfels sigue aguantando. Al haber conservado el control de las catacumbas que se extienden hasta los cimientos del castillo, los defensores se parapetan ahora en las murallas para protegerse de los devastadores asaltos del enemigo. En Ferlangen el éxito inicial de los defensores está empezando a desaparecer en la memoria a medida que los cazadores de Nordland son obligados a retirarse hacia sus hogares, mientras que algunos se han visto obligados a retirarse aún más, hasta pequeños refugios en las montañas. Se espera que el campamento caiga pronto.
Pero aún más importante que todo esto fue una explosión en la caldera del tanque de vapor von Zeppel, que dejó la máquina de guerra inmóvil, lo que permitió a las fuerzas del Caos que atacaban Kurst lanzarse en incontables hordas, superando a los defensores. Kurst está ahora reducida a restos destrozados y humeantes, pues el peso del ataque del Caos aplastó a los que fueron lo bastante estúpidos como para mantenerse firmes en su camino.
Mientras tanto, lejos hacia el Noreste, vagos informes desde Kislev afirman que Garagrim Puñohierro y su hueste de Matadores han cruzado el Lynsk y están luchando duramente contra las bandas de guerra del Caos y las bestias que constantemente descienden hacia el Sur tras el avance de Archaón.

Día 5
Una dura lucha sigue teniendo lugar dentro de las resquebrajadas murallas de Wolfenburgo, donde grupos de valientes soldados deambulan por las calles, atacando desde sótanos y edificios en ruinas para luego desaparecer de nuevo. Esta guerra de guerrillas ha retrasado el avance de las fuerzas del Caos considerablemente, ganando un tiempo precioso para los defensores que se encuentran en el Oeste.
En el Castillo de Bohsenfels se respira una extraña tranquilidad, con ataques esporádicos desde los bosques, mientras Melekh el Transformador reúne sus fuerzas para un ataque arrollador. Los gritos de aquellos que son sacrificados a Tzeentch suenan en los bosques durante la noche mientras el hechicero Melekh reúne más poder mágico con el que asaltar a las desafiantes tropas del castillo. Es poco probable que los defensores puedan resistr un ataque coordinado de las tropas del Caos.
Ferlangen se debilita, y los generales del Imperio deben decidir si enviar tropas frescas para reforzar su defensa, debilitando sus fuerzas en otras áreas, o rendir la ciudad (y muy probablemente Bohsenfels) a los invasores, retirándose para conservar los caminos a las montañas.
El combate en la zona de Zundap no cesa y la ciudad ha cambiado ya de manos tres veces a lo largo de los últimos días. Igual que ocurre con otras zonas en disputa, un esfuerzo coordinado por parte de los seguidores de Strykaar podría aplastar los últimos vestigios de resistencia.

Día 6
Mientras la lucha continúa en el norte del Imperio, las fuerzas del Caos están al borde de la victoria en muchas zonas en conflicto al tiempo que su número aumenta sin parar. En Wolfenburgo cada vez más guerreros se concentran en la ciudad en ruinas, mientras que el Castillo de Bohsenfels ha quedado aislado de cualquier posible ayuda externa. Ya es solo una cuestión de tiempo hasta que caiga.
Los Goblins de los alrededores de Karag-Orrud se han enfrentado a losEnanos en las estribaciones de las Montañas del Fin del Mundo, y los Orcos y las bestias procedentes del interior de las Tierras Yermas se han visto obligados a retirarse ante el terrible avance de las huestes caoticas de Kratja la Renegada.
 

Día 7
Después de luchar duramente durante siete días, el Conde von Raukov ha enviado aviso a las valientes bandas de guerreros de Wolfenburgo para que se retiren de la capital de Ostland. Unas pocas almas valerosas se están quedando atrás para continuar acosando a las fuerzas combinadas de Archaón, Feytor y Haargroth, poniendo trampas y tendiendo emboscadas a los más y más deformes seguidores de los Dioses Oscuros que inundan las ruinas de la ciudad. Abrumado por la increíble escala del ataque del Caos, el conde elector ha cedido su ciudad para trazar una defensa más estable en el Castillo de Lenkster y el puente que este protege. Al estar ya bien fortificado y reforzado, el tiempo extra que los defensores de Wolfenburgo ganaron para ellos hará que el bastión sea aún más difícil de tomar.
Por desgracia, mantener el Castillo de Lenkster podría no ser suficiente. Si Zundap cayera pronto, entonces las apresuradas defensas de Struhelspan difícilmente podrían resistir la marea de guerreros oscuros durante mucho tiempo, lo que permitiría a las fuerzas del Caos penetrar en el corazón de Middenland y acercarse a la capital de Hochland, Hergig.
Rodeados y asaltados desde el exterior y desde abajo, Bohsenfels podría no aguantar mucho más. La magia arcana liberada por Melekh El que Cambia las Cosas ha empezado a tener efecto, corrompiendo y mutando a los fieros hombres que guardan los caminos que desde el Norte se acercan a las Montañas Centrales. Sabiendo que tras ellos Ferlangen está igualmente presionado, los soldados de la fortaleza lucharán hasta la muerte, que puede no tardar mucho en llegar.

Día 8
La línea de defensa ha aguantado más de una semana, dolorida y magullada, pero firme. Sin embargo, a medida que más y más de los sirvientes de Archaón asaltan las fortalezas del Imperio, las cosas empiezan a tener mala cara. Si esta debilitada línea se rompiera, tal vez en Zundap, entonces las tierras fértiles de Middenland estarían maduras para ser... cosechadas.
Bohsenfels sigue resistiendo mientras los comandantes dudan si retirar sus fuerzas a Ferlangen. Cuanto más duran las discusiones, más posibilidades hay de que los pobres defensores de Ferlangen se vea atrapados por una masiva horda de atacantes.
A estas alturas Zundap es poco más que una ruina destrozada, con los restos cadavéricos del molino de vapor sirviendo de macabro testimonio de la ferocidad del combate. Es milagroso que todavía aguante, cuando Kurst cayó tan rápidamente.

Y ahora el Castillo de Lenkster se alza como el próximo bastión de la esperanza, una roca que ha de romper la embestia de la marea del Caos. Si Lenkster cayera, entonces Breder sería sin duda la próxima víctima, abriendo el camino para que Nordbergbruche pudiera ser atacado desde dos direcciones. A pesar de que Ferlangen y el Castillo de Lenkster están separados por muchas leguas, sus destinos parecen estar entrelazados.

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13/02/2012, 11:34

Día 11
Llegan oscuras nuevas del Norte. A pesar de que el bastión central sigue estando en manos imperiales, los muros de Bohsenfels han sido duramente probados en los últimos días. Tal ha sido la carnicería que los defensores se cuentan ahora tan solo por docenas. Sin duda ese gran valor ha permitido diezmar a las fuerzas del Caos.
En Zundap, la presión continua de los ataques del Caos está empezando a tener su efecto en los soldados imperiales, una situación que se favorecida por la reciente llegada de Grimgor Piel´ierro y sus Machotez. Probablemente, hay pocas esperanzas de que la impresionante muestra de resistencia del pequeño pueblo pueda aguantar contra esta nueva oleada.
Preparados por su constante retirada de Wolfenburgo, los soldados del Conde von Raukov han soportado los primeros ataques contra el Castillo de Lenkster con pérdidas mínimas. Reconfortados por las noticias de valor sin precedentes que vienen de Bohsenfels, los defensores están preparados para vender caras sus vidas con tal de evitar que Archaón y sus devotos servidores puedan penetrar en Middenland. Solo un asalto a gran escala parece tener alguna posibilidad de hacer caer rápidamente el castillo.
Mientras Bohsenfels permanece firme, los defensores de Ferlangen, que cuentan con menos protección, están ahora sufriendo duras bajas a causa de un asalto inagotable. Si Ferlangen cayera, es posible que el ejército de Melekh pudiera marchar hacia el Sur aunque Bohsenfels aguantara.

Día 12
Tras varios días de amarga lucha, las fuerzas del Caos han logrado importantes avances en el Norte y el Sur, aunque a un elevado precio. Al pie de las Montañas Centrales, la ciudad de Ferlangen está ahora en manos de Kordel Shorgaar, portaestandarte del Señor del Fin de los Tiempos. La hueste del Norte ha detenido su avance y espera noticias de Bohsenfels, y los rumores dicen que Archaón está tremendamente descontento con la falta de éxito hasta el momento de Melekh. Existe incluso la posibilidad de que Archaón en persona se dirija al Norte para encargarse él mismo de los problemas de Melekh.
En el Sur, el molino a vapor de Zundap ha sido convertido en un enorme palacio de tortura para placer de Strykaar, amado de Slaanesh. Mientras las fuerzas Imperiales se reagrupan en Struhelspan, el seguidor del Príncipe Oscuro se deleita en sus pasiones contranatura con aquellos capturados en el combate. Sin embargo, no pasará mucho antes de que Archaón exhorte a su lugarteniente a avanzar hacia Middenheim.

Día 13
Archaón llegó en las horas del ocaso a las afueras del sitiado castillo de Bohsenfels acompañado por los temidos jinetes de la espada del Caos. Hubo un alto en el combate cuando llamó a los soldados de Melekh para que se retiraran de los muros y atendieran a sus palabras. Se escucharon vítores por de los defensores, especialmente de los mercenarios a los que inicialmente se había pagado para defender el castillo y que ahora luchaban solo para sobrevivir. Archaón profirió las maldiciones de los dioses sobre los seguidores de Tzeentch por no ser capaces de tomar el castillo y, para servir de ejemplo para los demás, las espadas del Caos asesinaron a quinientos guerreros. Mientras las cabezas goteantes de los seguidores muertos de Tzeentch eran apiladas en una gran pira, Archaón se enfrentó a Melekh. La Matarreyes chilló de placer a la vez que su metálico y corrupto filo mordía profundamente el cuello del hechicero y cortaba su cabeza de un solo golpe. Un silencio ominoso descendió sobre el lugar mientras Archaón ordenaba al hijo de Melekh, el mutado Cyspeth, que dejara tan solo una pequeña fuerza atrincherada y avanzara a través de Ferlangen hacia el Nordbergbruche. No había necesidad alguna de advertirle del destino que le esperaba al nuevo campeón de Archaón si fallaba como hizo su padre.
Con la caída de Zundap, las fuerzas imperiales se vieron obligadas a retroceder para conservar el extremo oriental del puente de Struhelspan. Los ponzoñosos placeres de los que disfrutaron Strykaar y su hueste de Slaanesh en las ruinas de Zundap dieron a las fuerzas en retirada el tiempo que necesitaban para unirse a la guarnición de Struhelspan. Cuando los enloquecidos guerreros de Strykaar cayeron sobre los defensores del puente, vieron su ataque inicial contestado con un devastador fuego de cañones y armas de fuego y no tuvieron más remedio que retroceder a los bosques de momento.
Guerreros del Caos, apoyados por Hombres Bestia de las Montañas Centrales, marcharon a gran velocidad por el paso a través de Ferlangen y hacia el Nordbergbruche. Las relucientes laderas del Nordberg se extendían sobre ellos en silencioso testimonio. Los desperdigados cazadores y soldados imperiales se reunieron rápidamente para rechazar el ataque, pero tan solo lograron retrasar su avance unas pocas horas. En particular, los defensores del Imperio se encontraron flanqueados y emboscados por una fuerza de Skavens. Esta misma fuerza había jugado un papel crucial en la caída de Ferlangen y estaba dirigida por un Vidente Gris llamado Skoll. Con todas estas fuerzas unidas contra los defensores, parecía que el Nordbergbruche podía caer pronto. Y así fue hasta que un contingente de Enanos, reclutado en las pequeñas minas y fortalezas de las Montañas Centrales, se reunió en el mismo puente, sin duda refunfuñando sin parar sobre la deficiente arquitectura élfica mientras lo cruzaban. Estos aliados han ayudado a detener el avance inicial del Caos.
En el Castillo de Lenkster, los valientes esfuerzos de Lord Jared von Strudt lograron detener un asalto que pretendía cruzar el río por encima del castillo. Bajo la cobertura del bombardeo constante del von Brunel, Lord Jared y los demás lucharon valientemente hasta que una salida por parte de la guarnición del castillo hizo retroceder a los invasores. Viendo su posición reforzada por los soldados del Capitán Kaufman, Lord Jared lideró un contraataque que hizo retroceder a los atacantes, que abandonaron el muro norte del castillo. Von Raukov, Conde de Ostland, sigue al mando del castillo. Por el momento, parece que el puente de Lenkster está a salvo

Día 14
En lo más profundo de las Montañas Centrales, en el Nordbergbruche, las fuerzas del Caos han hecho progresos considerables ayudados por sus aliados skaven, que utilizan sus túneles y caminos ocultos para maniobrar sin conocimiento de los defensores del puente. Sin embargo, alcanzar el puente en sí no será tan difícil como tomar el estrecho paso. Dominado por las posiciones de morteros imperiales y situado junto a un estrecho desfiladero que impedirá al Caos y sus aliados Skavens aprovechar su superioridad numérica, es probable que solo un asalto decidido o una guerra de desgaste pueda traer la victoria para los servidores de Archaón.
Al sur de las montañas, protegiendo la ruta del Sur hacia el Nordbergbruche, los hombres, Elfos y Enanos que se encuentran en el Castillo de Lenkster se ven acosados por ataques continuos del Caos. Tras la ejecución sumarísima del débil Melekh, se dice que Archaón está volviendo a Lenkster para supervisar el asalto personalmente. Dado el ejemplo que dio en Bohsenfels, su llegada sin duda ha de marcar un incremento considerable en la ferocidad y fuerza de los ataques dirigidos contra la fortaleza y las cañoneras de la Escuela de Ingenieros que la protegen.
Mientras tanto, en Struhelspan, el Vidente Gris Colmillo Venenoso ha empezado a poner en marcha su retorcido plan para cavar un túnel bajo el río y asaltar al enemigo desde atrás. Los ataques iniciales a las fortificacionse del puente fueron desorganizados y los hombres de Ostland y Middenland han sido capaces de reforzar sus defensas. Sin embargo, momentáneamente saciado por sus excesos en las ruinas de Zundap, el Campeón de Slaanesh Strykaar se ha puesto en marcha y su ejército marcha sobre Struhelspan con maliciosas intenciones.
Lejos de las desgracias de Middenland se desarrollan más negros eventos. En las Montañas del Fin del Mundo, en el lejano Este, las fuerzas de Crom el Conquistador se han movido hasta el Paso de los Picos destruyendo dos posiciones defensivas creadas por los Enanos de Karak-Kadrin. En el próximo par de días, la vanguardia de su inmensa hueste de Kurgans probablemente encuentre la línea de batalla preparada por Ungrim Puñohierro para defender la cima del paso. Si la defensa cayera aquí, el Rey Matador bien podría tener que retroceder hasta su fortaleza para reagruparse.