Partida Rol por web

Tras eliminar a los guardias del Fortín norte, los aventureros persiguen a un superviviente que se ha internado por un pasillo al segundo fortín.

Avanzáis por el pasillo con precaución, incluso el goliath consigue amortiguar el sonido de sus armas y su grandes pies. La luz de la antorcha deja los extremos del pasaje en penumbras y no se escucha ruido alguno. Las puertas son robustas pero no han sido atrancadas, la elfa no escucha nada al otro lado y las abrís sigilosamente.

Os encontráis con una especie de recibidor del que salen cuatro puertas de menor tamaño. En la pared oeste hay alineadas aspilleras que apuntan hacia el pasillo sobre el abismo que comunicaba el fortín norte con el oeste.

 Fraxtra no deja de saborear el precio que podrían conseguir al vender ese antiguo cetro de calavera...

Finalmente el grupo decide continuar..., mejor, piensa el hechicero... ya me estaba aburriendo.

Bien, el camino vuelve a abrirnos varias opciones... yo opino que vayamos por la derecha primero...

A mí no me importa el camino, mientras haya gente a la que golpear... La derecha podrá valer.

Lanfear asiente, no reconoce nada que le pueda indicar que hay tras esas puertas, así que solo queda confiar en la fortuna.

A Eglath no le importaba el destino... Según escuchó a Blirk decir "derecha" se encogió de hombros y se dirigió a la puerta. Era razón más que suficiente.

Al eescuchar a Blirk decir derecha, Terble se encoje de hombros y asiente, en señal de querer decir "me da igual, ya me va bien". Acto seguido se pone junto a Eglath a la espera de que abra la puerta.

Por el pasillo de la derecha llegáis a unas dobles puertas que se abren hacia fuera. Este enorme y destartalado salón fue en un tiempo una especie de sala de trofeos. A un lado de la puerta norte se ve la forma disecada y armada de una criatura con cabeza de pulpo y vestimenta negra. Al otro lado se ve disecado un monstruo parecido a un lagarto de ocho patasy enormes ojos dorados. Los rasgos de los trofeos muestran signos de podredumbre. Otros trofeos normales están amontonados en el suelo.

Conforme se Eglath y Terble ven como dos duergar con ballestas se materializan al fondo de la sala y les disparan. El goliath se aparta en un gesto instintivo pero el semielfo no es tan rápido y el virote se le clava hasta la mitad en el hombro. Dos enanos de piel gris y martillo en alto se reguardan entre los trofeos esperando a que entréis.

Uno d e los duergar está muy herido y os mira con odio, parece el que escapó del otro fortín

- ¡Deja en paz a mi Terbe! - ois gritar a la elfa mientras la electricidad sale despedida de su totem para impactar en el duergar que ha herido al bardo. Después se mueve hasta quedar junto al semielfo, al que acaricia el brazo haciendo que su piel se vuelva dura como la de un roble.

El duergar que ya había recibido un duro castigo en el enfrentamiento anterior cae muerto entre espasmos mientras la electricidad recorre su cuerpo.

A continuación escucháis abrirse otros puertas y aparece otro duergar por el pasillo que habéis obviado pero este enano se ve algo más grande y fuerte que los otros, su seguridad en sí mismo casi da miedo.

Clio se prepara para lanzar un ataque hacia el maldito enano. Aprobechando el carracteristico arrojo de su compañero semielfo, no es muy dificil encontrar un espacio.Pero en ultimo momento su compañero sufre una herida y se mueve desviando el ataque de clio.

Eglath dio un paso al frente encarando al enano que tenía a su derecha. Estaba escondido entre los trofeos pero el grandullón atacó con su hacha intentando alcanzarle.

-¡Enfréntate a Eglath, renacuajo! -le gritó para provocarle mientras endurecía su piel para aguantar los golpes que esperaba recibir.

El duergar se cubre con la figura con la cabeza en forma de pulpo y evita el hacha de Eglath.

Al ver el tipo grande venir por el pasillo, tengo que reprimirme para no lanzame de cabeza a por él. Será mejor quitarme de en medio a los otros menos grandes, y luego golpear como sólo yo se hacer a ese feo duergar.

Así, con un rápido e inesperado movimiento para el duergar, salto sobre él, para colocarme en su espalda, y, mientras se gira, propinarle un buen tajo por la espalda.

 Fraxtra odiaba a esta apestosa raza... de mente fuerte, podían ignorar la mayoria de sus hechizos...

Hizo un paso al costado, e intento usar uno de sus poderes, que sabía que no iba a tener tanto efecto como con otra especie.

El duergar se libra del conjuro del mago gracias a la cobertura y entonces golpea a Blirk en el costado aplastándolo contra la pared. Es el momento que aprovecha el ballestero para dispararle por la espalda y clavarle un virote, entonces se vuelve invisible. El otro guardia entra en una especie de ira al igual que su compañero pero su ataque es bloqueado por Eglath sin problemas.

Por el otro pasillo aparece otro duergar guardia.

Terble recita unas palabras de animo en voz baja que le ayudan a zafarse del duergar mientras le dice a Eglath.

-Encargate tu de estos giganton, yo voy a intentar frenar a los que vienen por detras!

Rapidamente se coloca en la esquina bloqueando el paso de los dos nuevos atacanter. Con un movimiento veloz de su cimitarra, hace aparecer una bola de energia mágica que se estampa contra el duergar más grande. Sin descansar ni un segundo, el semielfo, suelta un grito descomunal en la dirección de los enanos que les empuja fuertemente.

-Atraaaas!!!!

El grito sorprende al os duergar que son empujados hacia la pared del fondo pero Rundarr parece que choca con algo y sale rebotado.