Partida Rol por web

Me giro al oir el ruido del hachazo, y observo que han reunido el coraje para continuar su tarea. Me alegra verlo, pues lo contrario sería convertirse en carne de cañón para los infectados.

Silver nos comenta la teoría del helicoptero, es posible, pero cuando menciona si no deberiamos darle señales o algo... algo me hace dudar durante unos instantes.

-Dime, si oyes un helicoptero, y no oyes disparos que indiquen que están en peligro... ¿porqué apareces con un rifle bajo el brazo?

No sé si me siguen, pero yo no las veo todas aún. Esto me parece de lo más raro. Mientras doy vueltas al tema, Silver propone algunas alternativas como el freno de mano de los coches para desplazarlos... eso siempre que aún haya algo que se pueda desplazar aún en punto muerto, tras el bombardeo de napalm. Sin embargo, tampoco són malas ideas, así que lo dejo un poco a lo que la jefa prefiera, mientras sigo atento al hombre.

-Catholic Charities, la quinta organización benéfica más grande de EEUU. Parece que tienen ahí su cuartel o algo así. No parece una mala elección, además si tienen suerte, el almacén de alimentos les puede proporcionar comida para una larga temporada.

En esos instantes, bajan dos más, ¡con dos rehenes! Rápidamente enfundo la pistola y agarro el rifle mientras apunto a uno de ellos.

-Tengo el blanco en el objetivo.

Podría disparar, pero tenemos una misión, y aunque acierte el disparo, quizás ejecutan a la otra sin darme tiempo a evitarlo. Pero la jefa va con el rifle francotirador. No sé si quiere arriesgarse o no. Debe tomar la decisión. Mientras lo hace, y ellos caminan, le comento a Silver.

-Es posible que sean saqueadores que hayan robado la furgoneta a esas dos mujeres.

Me quedo a la expectativa de las órdenes.

Sophie sigue con su mira de un aumento a ese hombre que baja para orinar. Asiente con la cabeza cuando sus compañeros le sugieren que posiblemente sea por el ruido del helipuerto al marcharse. - Seguramente no tenga ni idea de que estamos aquí arriba.

El tipo se sube de nuevo, cruza la calle y llega hasta un par de manzanas de distancia. Ella pasa al segundo aumento de su mira para no perder detalle. Pero cuando les ve descender junto a dos mujeres encapuchadas tarda menos de un segundo en poner la mira en su tercera posición de alcance y dispara al fanático que va más atrasado de los tres, esperando que no se den cuenta de que pierden a un compañero a sus espaldas.

En ese momento Sophie no piensa en la misión o en las consecuencias de lo que puede desencadenar ese disparo. Simplemente se calla, toma aire apunta tal y como la han enseñado y dispara de forma casi inaudible...

Silver se muestra algo afectado por el cuerpo decapitado que yace a pocos metros de él. Se mueve inquieto cargando el peso de un pie a otro y revisa su tablet de forma constante sin mirar realmente nada. Parece que trata de aparentar ser fuerte, pero no parece ser alguien que se haya enfrentado directamente a los hostiles.

Tras tomar unas profundas bocanadas de aire, reúne por fin el ánimo suficiente como para responder a Blue. No posee la misma visión que su veterano compañero y quizás por eso, es un tanto más iluso sobre lo que sucede realmente.

-La ciudad ha sido un caos las últimas semanas y eso siendo suave con las palabras. No sé, no creo que sea tan raro que la gente vaya armada, puede que aún queden más hostiles por ahí. Red acaba de decapitar a uno ahora mismo...No sé, quizás podríamos hablar con ellos y...¡Joder!

Mientras Silver expone sus pensamientos, Lady Violet recurre a su intensivo entrenamiento. Apoyándose sobre la cornisa de la azotea, ajusta la mira de su arma y apunta a uno de los vaqueros. Se trata de un disparo lejano, donde debe de tener en cuenta una gran cantidad de elementos ajenos a ella. La gran mayoría de esos cálculos la son ajenos, aunque ha escuchado hablar de ellos. Por suerte para ella, su instructor la ha enseñado lo más básico, lo cual unido a su propia determinación la han otorgado una envidiable habilidad para manejar el fusil.

Gracias a la bandera que hondea en la radio de un coche aparcado cerca de donde se han detenido, puede calcular la dirección del viento y hacer la corrección apropiada para el disparo. Tomando aire, lo libera suavemente mientras comienza a deslizar el dedo sobre el gatillo como si no fuese más que una caricia. El disparo se produce casi por sorpresa, pero está preparada para el retroceso del arma. Silver en cambio no lo está y no puede evitar sobresaltarse ante el estruendo que produce el arma  y eso que lleva un silenciador.

-¿¡Pero qué hacéis!? No podéis disparar a la gente, no sin pruebas de que han hecho algo malo. ¡Oh, dios! ¡Vamos a ir a la cárcel!

Silver se lleva las manos a la cabeza y se mueve en círculos por la azotea sin saber bien qué hacer a continuación.

Mientras tanto, a casi 500 metros de distancia, los sesos de uno de los vaqueros salpican el asfalto y adornan la parte trasera de la furgoneta. El disparo ha sido preciso y prácticamente le ha arrancado medio cráneo. Hasta aquel momento Lady Violet no había sido testigo de lo que su munición especial era capaz de hacer en un cuerpo, pero ahora no puede más que sentirse horrorizada y a su vez, sorprendida por la potencia de fuego de su arma. Está segura que ni tan siquiera un fase dos seria capaz de sobrevivir a algo así...o eso espera.

Nadie parece haber escuchado el sonido del disparo, pero el veterano vaquero que vieron en primer lugar, se echa la mano a la oreja para limpiarse la sangre que le ha salpicado. No necesita más que un instante para salir corriendo y arrojarse al interior del edificio. El otro hombre que lo acompaña, ha sentido también la salpicadura de sangre y olvidándose de las mujeres, se vuelve con su arma buscando a su enemigo.

Desde la azotea no están seguro de lo que dice, pero es más que probable que esté insultando y desafiando a quién acaba de cargarse a su amigo. Las mujeres por su parte, caminan de forma torpe siguiendo la voz del vaquero.

-No sabéis cuantos hay ahí dentro, si son muchos, no nos será fácil entrar en la jefatura de policía. Puede que hayamos iniciado una guerra con gente inocente o algo peor, quizás una banda. ¡Ey! ¿Donde están los otros dos?

Silver no se ha percatado que Red y Gray han descendido por las escaleras para explorar el terreno. La buena noticia es que no se escuchan disparos, por lo que parece que la cosa va bien.

El lugar se parece a esa película que vieron en el cuartel una tarde aburridos, no recordaba mucho, solo que sonaba una sirena y todo parecía transformarse en un sitio de pesadillas. Las cenizas, la oscuridad, el sonido de los zetas intentando escapar de su encierro, la sangre reseca allí donde mirara, eran mucho peor que cualquier película. Localizaron a dos hostiles, indefensos y casi sin  posibilidad de atacarles. De momento no les prestó mucha atención hasta estar seguros que no habría alguno más peligroso en la zona.

-Esa puerta- murmuró cerca de Grey señalando el cartel de “no abrir”-. Sugiero seguir su advertencia- la zona de los autos parecía estar bastante llena de zetas, aunque no podía saber cuántos en realidad. ¿Tres? ¿Diez? Incluso podían no estar afectados por el agente gris. Le molestó que un lugar como ese no tuviera escalera de incendios, pero al ser un simple estacionamiento, los arquitectos debieron pensar que era una pérdida de tiempo al no haber gente viviendo allí-. Entretendré al zeta de las cuerdas y tu acabas con él- le dijo a Grey mirándola atentamente. Era más una sugerencia que una orden, pero creía que hacer algo así, acabar con un zeta de frente, le daría más confianza cuando tuviera que hacerlo contra uno que se moviera más rápidamente.

--A ver--, digo mirando a Red con cara de incredulidad, --quieres que me ponga a jugar al tiro al zombie?-- ... sólo tengo un cuchillo y si no le doy en la pituitaria lo pierdo. Créeme, todavía no tengo claro donde está eso. – miro el subfusil – y esto hace demasiado ruido, no crees? ...No considero que sea una situación de peligro, ahí no dudaría en utilizarlo..--Mientras que hablo no dejo de controlar a los infectados que se encuentra en esta planta del aparcamiento. Están completamente inmovilizados y en estos momentos no parecen ser un peligro. Puede que sea buena idea terminar con su sufrimiento pero siempre sin alertar a los que posiblemente estén en la planta inferior.

Puff...No obedecer a red me supone un conflicto.-- tal vez debamos mirar al otro lado de la barricada-- por eso tomo el cuchillo mientras le hablo y me dirijo hacia donde se encuentra la mujer.

-No pretendo que uses el arma, sino el cuchillo- le dijo ladeando la cara, pensando si no estaria siendo demasiado audaz al pedirle algo asi a una jovencita. Unas horas no era tiempo suficiente, deberia haberlo sabido, para que la sangre fria se acomodara al cuerpo de un civil. Si hasta a èl mismo le costaba realizar algunos actos, no podia pretender que los demas lo hicieran sin rechistar-. Busquemos mejor a los demas, bajar ahora puede ser peligroso.

Le dedicó una calida sonrisa, la cual solo se podia adivinar por la mascara y visor, pero sus ojos era expresivos y para nada intimidantes. Red podia ser grande y fuerte, pero tenia el rostro de un niño bueno, simpre evitando el conflicto. No queria presionar a Gray ni nada por el estilo, asi que por eso propuso volver con el resto y acabar con los Zetas luego.

Enfrentarse a un hostil no resulta sencillo, el miedo a fallar y quedar contagiado va a ser su peor enemigo. Los activímetros muestran en un hermoso color verde un porcentaje de 0.0% de infección. ¿Pero qué pasará cuando ese porcentaje comience a subir? ¿Se fiarán de lo que les marque y harán lo que tengan que hacer si alguno supera el 49%?

Red se para frente a la mujer reclamando así toda su atención. Extendiendo el brazo libre hacia él, la mujer trata de atraparlo con una mano, que posee dos dedos doblados de forma antinatural. Unos dedos cuyas uñas están rotas y deformadas, quizás tras haber golpeado algo con gran fuerza.

Gray lo tiene bastante fácil, durante el entrenamiento ha demostrado ser una excelente lanzadora de cuchillos. Pero las dudas la asolan ¿Y si pierde el arma? ¿Y si la criatura se libera? ¿Y si llegan más? Si la situación se descontrola solo tienen dos caminos a seguir, regresar a la azotea o adentrarse en las profundidades del parking. Ninguna suena especialmente bien.

Exponiendo cada uno de ellos sus propios pensamientos, tratan de llegar a un acuerdo cuando de pronto, escuchan un fuerte sonido proveniente de la azote. En otro momento de sus vidas, ambos habrían dicho que se trataba de un petardo o algo similar. Pero tras pasar tres días rodeados de armas y efectuando un sinfín de disparos, ahora saben que se trata de un arma disparada con un silenciador.

La primera vez que ambos usaron un silenciador se llevaron una gran sorpresa. En el cine, las armas con silenciador no emiten apenas sonido, pero en la vida real el sonido es bastante más elevado. Aun así, es sin lugar a dudas mucho más discreto que disparar un arma sin uno.

El aquel instante de duda y desconcierto, sucede lo peor. La mujer, quizás espoleada por el sonido del disparo, carga todo su peso hacia adelante y las cuerdas con las que está atrapada, ceden finalmente. Sin compasión, sin duda y sin remordimiento, la mujer se abalanza sobre un despistado Red.

Gray al encontrarse a unos pocos pasos de distancia, es quién se percata primero de lo que sucede. En su mano aún posee el cuchillo ¿Qué es lo que hará?

--Oye, no me mires así-- sé que puedo hacerlo, pero porqué tengo que demostrarlo? Entrecierro los ojos intentando escudriñar lo que piensa a través de su máscara ...--entiendo, tu puedes pero yo no, tío.. me caías bien pero ahora no lo tengo tan claro.--

El sonido de un disparo suena proveniente de la azotea, me sorprende ¿porqué disparan? Se supone que no hay que hacer ruido. --Parece que la cosa se está complicando arriba deberíamos subir, puede que necesiten ayuda.--

Un movimiento del zeta me pone en alerta y mi vista periférica me hace girar la cabeza hacia la mujer, en pocas décimas de segundo, hace que levante mi mano y le lance el cuchillo apuntando a su cabeza. Sin entender que había pasado y como había cambiado la situación en tan poco tiempo y al ver que la mujer se dirige hacia mi compañero, sólo puedo gritar a Red una palabra–cuidado!!!--

-No me refería a eso…- comenzó alzando una mano. Lo que menos quería era ofender a alguien o que pensar que le consideraba menos por ser mujer o de corta edad. Si Thomas era el tipo menos discriminativo que existía, así que le horrorizaba pensar que pudiera haber dicho algo ofensivo. El sonido atenuado del disparo llegó justo para cortar ese “incomodo” momento.

Cuidado!!!​

El grito tensionó sus músculos y le hizo girar con el hacha hacia donde vio volar el borrón negro que era el cuchillo de Gray. Solo podía suponer lo que se avecinaba sobre él, así que simplemente intentó interponer el arma entre él y el zeta. No podría atacar con seguridad, pero al menos si esquivar el ataque*.

El tiro fue certero tal y como se había empeñado en aprender durante esos tres días de entrenamiento con los mejores instructores que les había proporcionado One World. El equipamiento de alta calidad y concretamente el arma que estaba usando también cumplían más que sobradamente para darle todas las facilidades para una tiradora que estaba aprendiendo.

El primer impacto de bala fue brutal, tanto fue así que salpicó sesos y sangre por todas partes eliminando el factor sorpresa. A demás de eso, fue bastante chocante incluso para Sophie y eso que había visto sangre y muerte a raudales cuando los zetas les asaltaron numerosas veces. El cabecilla del grupo aprovechó ese instante de shock y reaccionó rápidamente como un conejo saltando al interior de su madriguera antes de que pudiera darle caza. Pero el segundo simplemente se volteó y comenzó a lanzar improperios al aire, retando a un enemigo invisible.

Ni siquiera se había tomado la molestia de cubrirse tras la furgoneta o tomar a una de las mujeres como rehén y eso fue su perdición. Esta vez disparó sabiendo perfectamente que potencia tendría el arma contra un cuerpo así, disparó de nuevo a sangre fría.

Entonces por el comunicador intentó ponerse en contacto con Red y Grey: - Red, Grey ¿me oís? Cambio de planes - Por la cara de Silver, Blue y el zeta destrozado en la azotea imaginaba que estarían aún en el edificio de aparcamientos. - Ha surgido un imprevisto y recuperar a nuestro objetivo ha pasado a un segundo plano. Tenemos a dos mujeres secuestradas y desorientadas puesto que llevan bolsas de lona en la cabeza. Las encontraréis doblando por SE 3rd Street y avanzando hasta un lejano edificio, cerca de una furgoneta con símbolos religiosos. He abatido a dos de los secuestradores, pero el tercero se ha atrincherado en lo que parece ser su guarida. Nuestra prioridad ahora es ponerlas a salvo. - ordenó por el sistema de comunicación

No sabía que más hacer en aquella situación. Todo se había torcido por culpa de unos fanáticos y la misión peligraba nada más empezar. - Blue, Silver id tras el resto de grupo. Yo aguardaré un poco más y vigilaré que ningún zeta descarriado se vea alertado por los rehenes e intente atacarlas. En cuanto vea que vais para allí bajaré y me reuniré con vosotros.

¡Dije que les tenía a tiro, no que hubiera que tirar! Maldita sea, como ha resonado el disparo. Quizás ellos no sepan de dónde vino el disparo por el silenciador, pero si hay infectados cerca, con sus oidos tan desarrollados, quién sabe...

Silver tiene toda la razón del mundo, pero le agarro y tiro de él hacia mi, hacia el suelo. Agachandole la cabeza.

-Tienes toda la razón del mundo Silver, aún no era concluyente que sucedía, ni si habían más. Pero corretear como un pollo sin cabeza, va a lograr que pierdas la tuya, sobretodo si ellos también tienen tiradores.

Observo que Violet, pone en aviso al resto, aunque comenta lo de que la misión pasa a un plano secundario. Lamento mucho esto, esperaba que hubiera problemas al armar civiles, pero no esperaba que la cosa se torciera tanto.

Aún así, soy un profesional, y debo cumplir las ordenes del superior en todo momento. Pese a mi reticencia. Pero aún con todo, sólo espero que Sophie, su instinto fuera acertado y fuera lo correcto.

-Violet, escucha. Dije que era probable, pero no que fueran secuestradores al cien por cien. ¿Y si las trajeron a un refugio, encapuchadas, para que no pudieran saber o ver el camino y sus horrores? Por supuesto, la decisión debía tomarla la líder, pero... igual nos precipitamos, pero ahora está hecho. Sin embargo, quiero darte dos sugerencias, antes de llevarme a Silver conmigo.

Al nombrar a Silver, pongo mi mano sobre su hombro y le doy un apretón tratando de apaciguarlo un poco con empatía, para que no se sienta desmoralizado nada más empezar.

-En primer lugar, si tienen tiradores, a estas alturas tras el segundo disparo, estarán calculando el impulso hacia dónde cayeron tus abatidos, y de esa manera se podrán hacer una idea apróximada de dónde te escondes. Debes moverte y asomarte desde distintas posiciones, para confundirlos. ¿Entiendes, verdad?

Espero a ver confirmación, pues es importante que lo entienda si quiere sobrevivir.

-En segundo lugar, espero que tu instinto acertara y lo merecieran. Pero... equivocada o no, un soldado debe hacer un balance, y no dejarse llevar por el fragor de la batalla ni las emociones, es disciplina ante todo. ¿Crees sensato, anular las prioridades de la misión? Piensa en la cura, cuantas vidas se salvarán en balance a las que pretendes salvar, y eso sin contar que cabe la posibilidad de que hayan muertos inocentes. Lo siento, no creí que fueras a disparar tan repentinamente cuando te dije que los tenía a tiro, y esa es mi responsabilidad, porqué probablemente te animé insconcientemente a ello... yo asumiré la responsabilidad por esto. Pero hay que pensar bien las cosas a partir de ya. Piensa en mis consejos, por favor.

Tras su respuesta, hago señas al arma de corto alcance de Silver, mientras saco mi pistola con el silenciador puesto en una mano, y el cuchillo en la otra (por si asoma un infectado de alguna esquina por sorpresa). Luego le hago gestos para que me siga agazapado, tratando de cumplir las ordenes de Violet, y reunirme con el resto.

A veces resulta increíble lo rápido que las cosas pueden llegar a desmoronarse. Hace unos pocos segundos, ambos tenían la situación controlada, pero en un ligero descuido, ahora se ven obligados a luchar por sus vidas. Si aún no lo habían hecho, ahora desde luego comenzarán a darse cuenta que el peligro acecha desde cualquier lugar y que la un momento de indecisión, puede suponer algo peor que la muerte.

Gray actúa con rapidez arrojando su cuchillo contra la hostil. El lanzamiento es preciso, pero esas cosas tal y como les han indicado durante la formación, son extremadamente difíciles de matar. La imagen se torna bastante desagradable cuando el arma corta parte de la oreja de  la hostil. Sin inmutarse lo más mínimo por el trozo de carne que cae al suelo, continúa avanzando hacia Red.

Los instintos del bombero, afinados por toda una vida de duro trabajo, le advierten de lo que está por llegar y alzando su hacha, lo interpone entre la hostil y él. La criatura abre y cierra la mandíbula con tanta fuerza, que Red siente que puede llegar a romperse los dientes en cualquier momento. Al disponer a su vez de tan solo un brazo, Red no tiene problemas para mantenerla a una distancia segura y prudencial.

En aquel instante, ambos escuchan un segundo disparo, seguido de la voz de Lady Violet a través del comunicador.

Red, Grey ¿me oís? Cambio de planes. Ha surgido un imprevisto y recuperar a nuestro objetivo ha pasado a un segundo plano. Tenemos a dos mujeres secuestradas y desorientadas puesto que llevan bolsas de lona en la cabeza. Las encontraréis doblando por SE 3rd Street y avanzando hasta un lejano edificio, cerca de una furgoneta con símbolos religiosos. He abatido a dos de los secuestradores, pero el tercero se ha atrincherado en lo que parece ser su guarida. Nuestra prioridad ahora es ponerlas a salvo. -

No están seguros de lo que pasan, pero ese cambio de planes no entra dentro de las órdenes que han recibido. Desobedecer las órdenes de la corporación puede suponer la expulsión de los Z-corps o algo peor. ¿Habrá recibido órdenes nuevas?

El segundo disparo deja a su paso otro cuerpo sin vida, salvo que en aquella ocasión, el proyectil alcanza el pecho del vaquero. El cuerpo choca contra la furgoneta, dejando una estela de sangre y vísceras a su paso. Las mujeres se detienen, se mueven de un lado a otro y finalmente corren hacia la furgoneta. Una de ellas choca de forma brutal contra el vehículo, mientras que la otra, se resbala con la sangre y cae al suelo.

Silver no se encuentra mucho más animado con el segundo disparo y desde luego, mucho menos aún con el cambio de planes. Aún así obedece a Blue y se agacha. Aunque las posibilidades de que lo acierten de un disparo son más bien mínimas, al menos si el enemigo se encuentra tal y donde indica Lady Violet.

-Está loca, va hacer que nos maten a todos.   -Susurra en confianza a Blue.   -No puede cambiar los parámetros de una misión, ni abrir fuego así sin más. La expulsarán o la harán un consejo de guerra y nos arrastrará al resto con ella. Si en dos horas y cincuenta y cuatro minutos no tenemos el cuerpo, nos harán muchas preguntas. ¿No deberías desarmarla?

Los ojos de Silver se vuelven para mirar de reojo a Lady Violet. La mujer da miedo y mucho se teme que si llega a escucharlo, él sea a quién dispare a continuación.

-¡Joder! ¡Vaya mierda! Vale, respira hondo, piensa, evalúa la situación y traza un plan.  Esto no es muy diferente a cuando trazabas planes de batalla en el Call of Duty. Piensa, Silver, piensa...

Allí agachado, comienza a chasquear los dedos tratando de llegar a algún tipo de conclusión. Finalmente los chasquidos terminan y toma de nuevo su tablet.

-Quiera o no, somos un equipo, así que vamos a tener que cubrirnos los unos a los otros. Pero nada de volver a cometer locuras así. Informaré al controlador maestro de que la situación es más complicada de lo esperado y que nos llevará algo más de tiempo recuperar el cuerpo. Me inventaré que el garaje tiene problemas estructurales y que hay un nido de hostiles sobre el que tenemos que pasar y que eso nos va a retrasar. Quizás podamos sacar un par de horas de tiempo extra, puede que tres. Después ya veremos cómo explicamos lo de los civiles muertos...

--Mierda!!, tengo que apuntar mejor—sólo espero que Red pueda esquivar el ataque del zeta. Veo como mi lanzamiento apenas le roza y opto por el plan B. A la mierda el cuchillo lo dejo en el suelo con la intención de recogerlo más tarde, apunto con el subfusil a la cabeza de ese ser , espero tener mayor fortuna esta vez y disparo.

Oigo algo a través del comunicador pero no presto atención.

Los ojos de Red no se separaron del zeta, ignorando totalmente todas esas señales que humanizaban a la infectada. Desde que comenzó todo eso, intentaba no mirar directamente a los infectados, al menos para no reconocer sus facciones, no darles una identidad que recordar cuando fuera a dormir. Lo cierto es que le era imposible no recordar a cada ser que había… matado. Siempre costaba decir esa palabra, pero era la correcta.

A su lado escuchó el estruendo atenuado ligeramente del fusil, sabiendo que Gray estaba haciendo justo lo que se debía. No hacia falta "probarla" o empujarla para que realizara la tarea, cuando se requeriria, lo haria a la perfeccion. 

Cada acción, cada elección que tomen desde ahora, marcará para siempre sus vidas. Una mala decisión puede llevarlos a una muerte segura, pero permitir que la duda o el miedo los bloquee, puede llegar a ser tanto o más peligroso. Pero de una cosa ambos están seguros, no caerán con facilidad y desde luego, no dejarán que el miedo los paralice.

El tamaño y la fuerza física de Red, le permiten no solo detener el embiste de la mujer, sino rechazarlo con gran facilidad. Empujando con ambas manos el pesado hacha, logra hacer retroceder el cuerpo de la hostil un par de metros y a su vez, hacer que casi pierda el equilibrio. Los dos pozos de oscuridad que adornan sus ojos, reflejan el rostro enmascarado de Red.

Con un nuevo gruñido, la hostil alza de nuevo su brazo dispuesta a terminar por romperse cada dedo con tal de poder atraparlo. Incansable e implacable, nada la detendrá hasta devorar a Red...nada salvo la muerte definitiva.

Obviando por completo el cuchillo, Gray alza su arma y apunta directamente a la cabeza. La distancia que la separa de la hostil es ínfima por lo que sería complicado fallar. No se lo piensa dos veces, simplemente cambia el modo de fuego y aprieta el gatillo. Las tres detonaciones suceden casi a la par, separadas entre sí por un tiempo casi imperceptible.

El sonido de los disparos queda parcialmente amortiguado gracias al tipo de munición que utiliza. Eso evita que los hostiles que hay en la planta inferior tan solo se sienta alterados, pero que sean incapaces de descubrir de donde proceden los disparos.

Red, quién apenas se encuentra a dos metros de la hostil puede ver cómo el cráneo de la mujer se hincha durante unos instantes, antes de estallar al ser completamente destrozado por los precisos disparos de Gray. El cuerpo del hostil simplemente se desploma en medio de un charco de sangre.

Dos muertos y todo se detuvo. La duda empezaba a asaltar a Sophie en aquel precio momento. ¿Era posible que hubiera matado a dos inocentes?

- No. Debian ser un puñado de fanáticos secuestrando mujeres... Sí. Eso es lo que era... - se decía a sí misma mientras Silver la acusaba de estar loca.

Había seguido una corazonada y deseaba estar en lo cierto tal y como decía Ryan. Todo indicaba que estaban siendo forzadas contra su voluntad y ella se había visto impulsada a actuar para evitarlo. Puede que One World se equivocara poniendo armas letales en manos a gente sin experiencia militar. Puede que todo por lo que había pasado la estuviese cambiando y empezaba a preguntarse quien era ella ahora mismo.

Desubicada y sin saber muy bien que responder sólo acertó a decir lo siguiente - Co... comprobad bien el perímetro.

Tenía mucho tiempo para pensar sobre lo sucedido apostada en aquella azotea. Volvió a poner el ojo sobre la mirilla y no dijo nada más. Simplemente se quedó observando lo que pasaba cerca de la furgoneta. No había segado dos vidas para dejar que ahora las mataran.

El zeta cayó con la cabeza destrozada, notando incluso partes anatómicas agitándose casi en cámara lenta, gracias a la abundante adrenalina que había sido emitida por su cuerpo. Se giró observando los alrededores, notando que ningun otro enemigo acudia por los disparos. Red lanzó un sonoro suspiro. Luego se giró hacia Grey.

-Gracias- le dijo con total sinceridad y esbozando una de sus abundantes sonrisas, siempre tapada por la máscara-. Excelente trabajo.

Su mente, ya pasado el peligro, volvió al mensaje que les había pasado Violet, cayendo en la cuenta de que civiles necesitaban su ayuda. Obviamente, no eran sus órdenes ni sus prioridades, pero sin lugar a dudas haría lo que estuviera en sus manos para ayudarles.

-Nos necesitan arriba- habló luego por el transmisor-. Subimos ahora mismo, tenemos dos posibles rutas para bajar, aunque una de ellas tiene hostiles y la otra está cerrada, sin visibilidad.

No me sorprende que Red me de las gracias, – Ves como yo también puedo—sonrió – vamos!--Sigo a mi compañero, pero paro un momento para tomar el cuchillo del suelo, parece que hay trozos pegados del zeta en él, que asco!! lo limpio con un trapo que hay en unos de los cordeles del campamento y lo guardo, tengo que practicar más el lanzamiento de cuchillo. Con estos pensamientos subo las escaleras no sin antes mirar atrás y comprobar que no hay ningún infectado siguiéndonos.

La situación está lejos de calmarse, no aún, pero parece que nuestras palabras llegan a Violet, quién parece tener una crisis interna, por la cuál sólo ella puede salir, de mejor o peor manera. Es por eso, que en esos instantes centro mi atención en Silver, que dice de ganar tiempo inventándose una mentira acerca del número de infectados.

-No Silver, no lo hagas. No podemos mentir al mando por nuestras cagadas, debemos asumir el error. Eso sólo empeorará el problema. Imagina las decisiones tácticas erróneas, que podrían surgir de que Oneworld, creyera que aquí hay más infectados de lo que aparenta, cuantas vidas más podriamos sesgar indirectamente, por faltar refuerzos en otros sitios de verdad más necesitados... me niego. No mientas.

Paree que Violet, prefiere estar a solas, pues nos manda a comprobar el perimetro, así que asiento y le hago un cabeceo a Silver para que me siga de cerca. Con el puñal listo en una mano, y la pistola en la otra, salgo sigilosamente en busca de nuestros compañeros, a quienes espero les esté yendo mucho mejor.

No sin antes mirar unos instantes más atrás, mientras pienso en las palabras de Silver... "¿No deberias desarmarla?"... no es tan descabellado, pero eso sería condenarla ante todos. Y no puedo permitir que se quede sola en un momento así. Necesita apoyo, no sólo táctico, también emocional. Tendré que asumir las consecuencias de mis decisiones.