Se inicia una persecución por la solitaria y polvorienta carretera. La furgoneta es más lenta y pesada, pero puede echar el coche fuera de la carretera de un golpe y la están forzando al máximo. Intenta una nueva embestida, esta vez por detrás
- ¿No tendrás una pistola, verdad? -preguntó el profesor
Otra tirada de Conducir; esto es a ver quien acumula más éxitos. Para no andarnos con rollos, puedes hacer tantas tiradas como la suma de tu Destreza + Conducir
Erick estaba concentrado en conducir. No era lo suyo, peo de momento lo estaba haciendo mejor de que lo hubiera imaginado en un principio.
Mmm. ¿Qué? Oh, no. Lo siento profesor. No me gustan las pistolas. De hecho no me gusta demasiado la violencia. Prefiero evitarla siempre que me sea posible.
Pero creo que a partir de ahora voy a llevar una. Por si acaso.
Motivo: Destreza+Conducir
Dificultad: 7
Tirada (4 dados): 10, 2, 9, 10
Éxitos: 3
Motivo: Destreza+Conducir 2
Dificultad: 7
Tirada (4 dados): 7, 1, 5, 7
Éxitos: 1
Motivo: Destreza+Conducir 3
Dificultad: 7
Tirada (4 dados): 2, 2, 1, 4
Éxitos: -1 Pifia
Motivo: Destreza+Conducir 4
Dificultad: 7
Tirada (4 dados): 7, 6, 9, 8
Éxitos: 3
Pues 10 exitos en total.
La persecución sigue durante unos minutos frenéticos, con la furgoneta siempre pegada al coche de Erick, pero en un último intento de arrojar el coche fuera de la carretera, el conductor fuerza el pesado vehículo más de lo que debería, las ruedas patinan y pierde el control, volcando de lado y quedando tirado en el arcen de la carretera.
Motivo: Destreza + Conducir
Dificultad: 7
Tirada (3 dados): 3, 10, 10
Éxitos: 2
Motivo: Destreza + Conducir
Dificultad: 7
Tirada (3 dados): 9, 2, 6
Éxitos: 1
Motivo: Destreza + Conducir
Dificultad: 7
Tirada (3 dados): 10, 7, 8
Éxitos: 3
Por los pelos xD
En la última embestida de la furgoneta, Erick creía que lograrían arrollarle, pero por fortuna (o por algún dios que estuviese en ese momento mirando) logró acelerar y evitarla. Con el consiguiente vuelco de la misma.
Miró para atrás para asegurarse, pero lo que vio le confirmó que se podían relajar.
Bueno. De momento nos hemos librado. Espero que ahora podamos llegar sin más sobresaltos.
Fiiiiiuuu. Menos mal.
- Tal vez, pero estoy seguro de que nos encontraremos a más matones de Krönen en breve...
No obstante, el viaje continuó sin más incidentes hasta llegar al Excalibur
El comentario del elfo oscuro no es que fuera tranquilizador que digamos.
Bueno, mierló por el lado bueno.
Por lo menos no intentarán arrollarnos con una furgoneta.
En cuanto llegaron al Excalibur, Erick aparcó delante mismo de la puerta. Después de un vistazo rápido salió del coche.
Vamos. Directos a los ascensores y sin parar. Si alguien se interpone ya me encargo yo.
Pues eso. Entramos raudos y veloces sin parar. O por lo menos esa es la intención. No obstante voy aatento por si hubiera o hubiese malechores esperandonos.
Nadie parece querer interponerse entre vosotros mientras os desplazáis hasta la habitación donde está alojado Njörd. Con un dios alojado en el hotel, era poco probable que los gigantes se atrevieran a introducirse en él, de todos modos. Al llegar a la habitación, la puerta está entreabierta y la voz de Njörd se oye desde dentro
- Pasad, os esperaba
Al escuchar la voz de su padre Erick se sintió un poco más tranquilo. Él era un semidios, pero Njörd era un Dios con mayusculas. Uno de los principales, y pocas cosas pueden hacerle frente.
Muy bien profesor. Adelante.
Ya no tiene que preocuparse por nada. Aquí estará a salvo.
Famosas últimas palabras. ;P
- Eso dicen siempre -respondió Rottenberg antes de entrar en la habitación.
Njörd se encuentra sentado en una mesa circular en el centro de la habitación, revisando documentos de alguno de sus negocios de telecomunicaciones. Parece que nunca deja de trabajar. El único capricho que se ha dado es una botella de hidromiel que descansa sobre la mesa, junto a tres jarras.
- Saludos, Gran Padre de los AEsir. Es un honor encontrarme ante vuestra presencia -dijo Rottenberg a modo de presentación
- Sentaos, por favor -respondió Njörd antes de servir el hidromiel en las jarras y pasar una a cada uno- Bien, profesor Rottenberg, ¿que tiene que contarnos?
Si quieres añadir algo, y si no pues seguimos
Erick cogió la jarra que le tendía su padre y se sentó en uno de los sillones. Al igual que Njörd tenía un gran interes en lo que el profesor les iba a contar.
Todo parecia muy ominoso, y sus profecias no hacían sino preocuparle aun más.
Por favor, hable sin rodeos. Como si no estuviera, simplemente voy a escuchar.
Pues eso. Que soy todo oidos.
- Iré directo al grano entonces: llevo siglos estudiando ruinas de asentamientos relacionados con los AEsir aquí en Midgard, y hace poco descubrí una cadena de criptas subterraneas que parecen extenderse en espiral por todo el globo. A juzgar por las runas y pictogramas presentes, creo que se trata de accesos sellados a la mazmorra donde reposa Jormungand. Mi interés es meramente erudito, pero Krönen tiene otros planes. Financió mis trabajos para que encontrase esas criptas y las excavase en busca de cualquier artefacto que pudiese hallar, aunque no creo que los artefactos le interesasen lo mas mínimo, sino lo que se encuentra en lo más profundo de las criptas.
A Erick no le entusiasmó demasiado saber que había más pictogramas como el que vio que hablaban de un posible Ragnarok. No obstante se guardó sus opiniones por el momento y siguió escuchando al profesor.
Cuando habló de que Krönen quería algo de las criptas no se pudo aguantar.
Y supongo que usted sabrá lo que es ese algo ¿no? O por lo menos tendrá una idea de ello.
Asintió
- Una cámara sellada mediante una llave rúnica única e inimitable. Lo bueno es que yo tengo esa llave; la encontré en otra excavación. Lo malo, que no la tengo aquí. Está en mi laboratorio. Krönen no sabe que la tengo, pero cuando se entere de que le he dado la espalda, enviará a alguien a saquear mi laboratorio.
Erick escuchaba la explicación del profesor atentamente. Cuando habló de la llave yque la tenía en su laboratorio no pudo sino sonreir.
Vaya. Era todo demasiado bonito para que durara. Supongo que tendremos que ir a por la llave antes que lleguen los hombres de Krönen.
¿Donde tiene el laboratorio?
- En las propias oficinas de la empresa del señor Krönen, en el sótano. Ahí es donde guarda toda la... mercancía delicada. Tengo las claves para acceder, pero la vigilancia ya es otra cuestión.
Erick suspiró mirando al techo.
¿Cómo no? No iba a ser facil, claro está.
Resignado se levantó.
En fin. Deme las claves esas, y digame cómo es la llave y donde está. Me temo que me toca ir a por ella a mi.
También podía haberla cogido antes de marcharnos. Pero noooo. Así es más "divertido"
- Nunca es tan fácil, cuando se trata de dioses y el fin del mundo, ¿no cree? -comenta el profesor en tono irónico mientras escribe una serie de letras y números en un papel
- Estas son las claves. La llave se encuentra en el interior de una caja fuerte oculta bajo el tablero de la mesa de mi despacho. Es una losa de piedra del tamaño de un puño, más o menos, con una runa de apertura grabada en su superficie. Puedo ir con usted si lo prefiere; conozco el edificio y como se organizan las guardias.
Erick cogió el papel con los codigos y los memorizó.
No gracias. No ha sido facil sacarle de allí para que ahora volvamos los dos. Cuentemé todo lo que sepa de allí y yo haré el resto.
Después recordó una cosa.
Por cierto. ¿Le suena a algo la descripción de "El vástago de la luz y las sombras"?
- Sin más contexto, no se decirle. Suena muy críptico. Sobre la seguridad, no espere encontrarse con gigantes ni nada parecido. La mayoría son humanos corrientes que creen que trabajan para una multinacional más; no se jugarán el pellejo más de lo estrictamente necesario y pueden atender a razones o dinero. Sin embargo, es posible que en el sótano más bajo, donde se guardan los artefactos "delicados", encuentre a guardias más leales que los de los pisos abiertos al público; Svartalfs con apariencia humana. Siempre habrá como mínimo cuatro guardias en el sótano, y pueden llamar a más. También hay cámaras de video, pero esas se controlan desde una sala de seguridad en el primer piso. Si accede a ella antes de descender, podría apagarlas y ahorrarse un problema.