Partida Rol por web

Cuando Moussa comenzó a pedirles dinero el semblante de Bosch se endureció. Halcón Nocturno, en cambio, parecía más bien sorprendido. Los dos docentes se miraron. Bueno, no. Más bien fue el director buscando la mirada de Bosch.

Al intentar Sara arreglar la situación una sonrisa se dibujó en el rostro de Halcón Nocturno. El último comentario de Iván no hizo más que rematar la faena. El director se puso a reír. Quizá se lo había tomado en serio, o a broma, o una mezcla de los dos. Pero lo que estaba claro es que no le había sentado tan mal como a Bosch, que guardaba silencio y parecía que iba a desintegrar a Moussa con la mirada.

- Lo siento, chicos, pero esto no funciona así. Dices que no sois héroes, Moussa – comentó – Pero, después de lo que habéis hecho hoy, no tengo otra palabra para describiros.

Eso significaba que no habría miles de euros de recompensa.

El director pareció sentirse halagado por la propuesta de Rudy.

- Por supuesto que podemos hacernos una foto – respondió con una sonrisa – Será un buen recuerdo de vuestro primer día.

A pesar de todo lo que había sucedido, el director se centraba en las cosas buenas del día.

- Pero antes de eso… - miró a Aitor -. Tengo entendido que puedes trabajar en muchas cosas al mismo tiempo, Aitor. Pero por hoy quiero que descanses. Que descanséis todos – añadió, para todos los miembros del Grupo 4 - Ya nos hemos puesto en contacto con los X-Men. Van a enviar a alguien para que nos ayude – su mirada volvió a recaer en el genio vasco – Por cierto, Esther y K’Sha están trabajando en recuperar el cuerpo original de la propia Esther, que quedó comprometido durante el ataque de Ratchet. Espero que pronto puedan devolverte a tu robot.

Halcón Nocturno se levantó de su asiento.

- Y ahora, la foto.

El director se hizo primero una foto con Rudy, que tan emocionado al respecto le había parecido. Quizá se lo permitió porque le recordaba a su viejo amigo, pero no dijo nada al respecto.

Y luego… la primera foto del Grupo 4. Les faltaba Gata Lunar, era una lástima, pero eso no evitó que algunos sonrieran. Sobre todo Marina. César parecía más bien molesto, pero salió en la foto igualmente.

El único que no salió fue Bosch, que no le iba mucho el asunto y dijo que ya tomaría él la fotografía.

- Respecto al tema de las hamburguesas. Después de lo que acaba de pasar no querría que ningún estudiante saliese del terreno de la escuela, ni que fuera para ir a buscar unas hamburguesas – dijo lo último mirando a Moussa – Pero me parece una petición bastante razonable por vuestra parte. Así que Albert puede acompañar a Moussa para ir a por ellas.

- ¿Qué? – Bosch abrió mucho los ojos y miró al director, visiblemente sorprendido.

- Pero os las coméis aquí, en el Liceo.

Por fortuna el director era un hombre bastante agradable. Aceptó lo de las hamburguesas y la foto, aunque ella hubiera preferido un shuriken firmado, pero no parecía tener ninguno cerca.

Cuando dijo que se acercaría un X-Men, primero sintió el impulso de dar un chillido, pero volvió a contenerse - porque eso sería muy infantil - y pensó que vendría un telépata, que no eran precísamente sus favoritos, aún así, trataría de estar atenta para saber quién era el que les visitaba. Se iba a tener que hacer un viaje muy largo desde el otro lado del charco, salvo que fueran a recogerle en esa nave alienígena.

Ya estaba todo hablado y lo de las fotos fue divertido, porque creó un buen ambiente. Habían logrado dar buena imagen y generar complicidad con el director, ¡era un excelente primer día! Además, aprendieron sobre sus poderes. Ella había podido ver que era más destructiva de lo que había creído. Y luego, había visto a Hécate en acción. Esa mujer sí que era poderosa.

Cuando llamara a sus abuelos, iba a tener muchas cosas de las que hablarles, y les iba a pedir, una vez más, que le pagaran un dichoso móvil. Estaba viendo que todo el mundo tenía su propio móvil, y chateaban gracias a él, pero ella seguía anclada en el pasado. Era un fastidio. Si no, iba a tener que buscar una fuente de ingresos propia, porque no quería preguntarle a Aitor si podía hackearle uno, ya que sería impropio.

Acabó pensando seriamente lo de sacar dinero de algún sitio, pero recordó que faltaba gente.

- Habría que ir a por Hermes y Fusión. Ellos también querrán hamburguesas. Podemos quedar en el comedor para dar cuenta de nuestra recompensa.

Frunciendo el ceño en claro gesto de enfado, Moussa se cruzó de brazos lanzando miradas asesinas al director y subdirector del Liceo.    -Viejo tacaño...No me extraña que quieran destruir este sitio...    -Dijo entre dientes, pero sin importarle lo más mínimo si le escuchaban o no.   

"¿Unas hamburguesas? ¿En serio? ¿Nos hemos jugado el pellejo para salvarles la vida y proteger esta mierda de sitio y lo único que hacen es pagarnos con unas hamburguesas? La próxima vez dejaré que Megamind destruya por completo el colegio, ya veremos lo que les cuesta volver a levantarlo. Además, estos dos vejestorios mira como nos tratan. Ni tan siquiera reconocen lo que hemos hecho delante de todo el colegio, no, nos tienen aquí en un cuarto de mierda, nos dan una palmadita en el hombro y ale, a la puta calle. Chisssstttt..." 

Echando un rápido vistazo por la estancia, se fijó en una de las plumas estilográficas que el director tenía en un bote con bolígrafos y demás material de oficina. "¿Así que eres buitre-man, eh? Pues verás como te voy a "desplumar" Moussa guardó silencio enfurruñado al comprobar que no había logrado obtener ni un miserable euro. Aquello desde luego era lamentable, ser un héroe era un asco. No le extrañaba lo más mínimo que los criminales usasen sus poderes para robar bancos o joyerías. Encerrado en sus propios pensamientos, aguardó hasta que todos estuviesen prestando atención a la foto de Rudy con el director, para usar sus poderes y liberar a buitre-man de una de sus plumas. En aquella ocasión no apareció ningún portal o si lo hizo, fue de una forma tan sumamente rápida y sutil que prácticamente resultó casi imposible de percibir. Con suerte, el director tardaría horas o puede que incluso días en percatarse de que la pluma había desaparecido y seguramente, lo achacaría a que la había dejado en otro lugar. Por otro lado, Moussa no fue tan estúpido como para tratar de teleportarla hasta su persona, en lugar de ello, la llevó al cual se convertiría en su escondrijo más tarde.

Moussa no entendía los ánimos de sus compañeros, estaba claro que ser un héroe era un asco. No obtenías nada a cambio, salvo admiración e incluso esa misma admiración, podía convertirse en odio por parte de las masas en un abrir y cerrar de ojos. Si querían ser famosos y queridos, casi sería mejor que probasen con los deportes o los espectáculos, ahí es donde se conseguía fama y además, mucha pasta.

-La próxima vez que tenga que salvar a alguien, le cobraré por adelantado...No estaría mal que nos pagasen algo por salvar la vida de las personas...¡Ey! ¡Eso es! Una agencia privada de superhéroes...Espera...¿No había algo así en EEUU? Bueno da igual...   -Una vez más Moussa hablaba entre susurros, aunque en aquella ocasión más bien estaba pensando en voz alta sin darse cuenta de que los demás podían escucharlo si estaban cerca.

Para la foto en grupo, Moussa se mantuvo enfadado todo el tiempo, tan solo cambió la pose en el último segundo y fue tan solo para realizar una mueca de burla. La idea de hacer un "calvo" se le pasó por la cabeza, pero estaba seguro de que Bosch le daría una patada en el culo, así que prefirió no hacerlo.

-Bueno, viejo, prepara bien la cartera. Vamos a traer muchas hamburguesas, muchos batidos y muchos postres.

El viaje a la ciudad no era agradable y sentir un fuerte mareo nada más salir del portal era algo normal. Sus poderes no eran capaces de estabilizar el portal en distancias tan largas...al menos de momento, pero sin duda era más rápido que andar o ir en coche. Moussa llevó a Bosch a un gran centro comercial y trató de arrastrar al viejo por cada tienda para comprar toda clase de comida y chuches. Ya que no les iban a pagar por sus servicios, trataría de hacerles gastar lo máximo posible en comida.

Unos veinte minutos después, cafetería del Liceo

Dicho y hecho. Mientras Moussa desaparecía con Bosch para agenciarse su recompensa, el resto de componentes del Grupo 4 se dirigieron a la cafetería de la escuela. El lugar era amplio y luminoso, daba a uno de los patios de la escuela. Uno de los grandes ventanales estaba roto, pero por suerte aquel día no hacía demasiado frío.

No había mucha gente en ese momento, por lo que la mayoría de las mesas estaban vacías. Los adolescentes se sentaron donde quisieron y esperaron a la vuelta de Moussa. 

Bosch iba cargado con bolsas del Burger King, del Dunkin Donuts, algunos batidos y más de una cargada bolsa de chucherías. Por una vez en su vida había cedido a un capricho de Moussa.

- Bon profit... - dijo escuetamente, sin pensárselo mucho, tras dejar el "festín" en la mesa donde se habían sentado. 

Y se fue sin decir nada más, algo confuso por lo que acababa de sucederle. Richmond se lo iba a pagar...

Unos metros más allá, en otra de las mesas, un pequeño grupo de estudiantes miraban atónitos al Grupo 4. ¿Sería porque eran héroes? ¿Por la comida? Quién sabe, pues no hicieron amago alguno de acercarse a entablar conversación.

En cuanto salimos del despacho del director, noté vibrar mi móvil. ¡Guau, no se había roto después de todo! En la pantalla del móvil salía una mujer esplendorosa, todo curvas y rizos, era mamá. Ella misma se había puesto esa foto para cuando la llamara.

Gloria Vergara. Nadie tenía tanta autoestima como ella.

-Hola, mami. -dije con el móvil en la oreja

-HOOOLA, MIJO. COMO ESTÁ. ME DIJERON LO QUE PASÓ EN LA ESCUELA. ¿ESTÁ BIEN? ¿LE HA PASADO ALGO A MI PEQUEÑO? -dijo con su peculiar tono de voz. No es que quisiera gritar, era su voz normal. Siempre hablaba así, no os imagináis lo que se quejan los vecinos.

-Sí, no, no. Estoy bien. Hemos ganado al malo al final. Intenté llamarla pe...

-QUÉ BIEN, MIJO. ¿NO HABRÁ AHORA UN CRÁTER DONDE ESTABA EL EDIFISIO, NO? JAJAJAJ -gritó, bueno, dijo mientras reía de su propia broma.- ESTOY MUY ORGULLOSA DE MI BEBÉ.

-Gracias, mamá... ¿Donde está usted ahora?

-AAAY, MIRA. JUSTO CUANDO LE DEJÉ EN LA ESTASIÓN, RESIBÍ UNA LLAMADA DEL CAPITÁN NORTE-AMÉRICA Y TUVE QUE SALIR VOLANDO A LOS ESTADOS UNIDOS.

-Mami, se llama Capitán América a secas...

-¡ESOS COLORES NO SON LOS DE SUDAMÉRICA MI AMOR! ¿¡ TU VES A COLOMBIA REPRESENTADA EN SU ESCUDO O SU REMERA!?

-Vale, mami. No hace falta que grite tanto, casi que le puedo oír desde aquí sin necesidad de teléfono...

-AY, MIJO YA HA DESARROLLADO SU SUPEROIDO, HA SALIDO A SU MAMITA.

-Mamá nuestros poderes no son genéti...

-BUENO, MI AMOR, LE DEJO YA QUE PARESE QUE ESA SPAIDERWOMAN SE ESTA ASERCANDO A TONY STARK. A VER SI LO PUEDO CASAR YO ANTES. ADIÓS, MI AMOR, UN BESASO.

Guau, mamá era tan intensa como siempre. Al colgar, miré alrededor, a ver si alguien había escuchado algo.

En cuanto Moussa salió con Bosch a comprar la comida, no veía el momento para sentarme y empezar a zampar. Fuimos a la cafetería a sentarnos. Tal vez hubiese preferido salir al exterior, tumbarnos en la hierba mientras respirábamos aire freso. Pero para comer, se estaba más cómodo en una mesa. Jeje. Vino Bosch, dejó la comida y antes de irse dijo "Bon Profit", que supuse que significaba "Buen provecho" o "Morid Pronto".

-¡Hatarakimasu! -le contesté.

Era la mejor comida que había enguillido nunca. Tal vez sería por la situación...

-Emm... Lo he estado pensando, y creo que tengo una petición para tí, Aitor. -dije mientras atacaba a dos hamburguesas a la vez. Con la boca llena seguí.- Crwweo qugwwe me irian bwwieng unas gafags nuevwgas.

Ups. No se me entendió. Tragué con rapidez, y rojo como un tomate dije:

-Perdón, unas gafas nuevas. Como tecnológicas o algo así, que se abran cuando vaya a lanzar la Visión Atómica. ¿Sabe? Es un rollazo tener que ir quitándomelas... Y a veces me salen solos los rayos y las destrozo. - y al decir eso miré al suelo, sintiéndome un poco culpable, otra vez, por lo que le hice a Sara.

Tras la foto no estuvieron mucho tiempo más en la oficina, tampoco es que quisiera pasarse la vida allí, aunque seguramente le tocaría volver en algún momento... tenía asuntos que arreglar con la administración del centro, pero no eran tan apremiantes como para tratarlos justo después de un intento de invasión, así que lo dejó pasar.

Al salir, escuchó a Rudy hablar por teléfono, si el chico esperaba que no oyeran su conversación, más le valía irse a un cuarto insonorizado, porque su madre no era precisamente discreta. La chica no pudo sino sonreír, le hacía gracia la forma en la que hablaba la señora Vergara, pero más le enternecía la relación que tenía el chico con su madre. La relación con su madre era muy buena de hecho, pero no tenían la misma cercanía... aunque Sharon (o Sònia Castelló como se la conocía ahora) lo intentaba, no siempre podía pasar tiempo con su hija y la relación durante las misiones se enfriaba y se resentía. No podía dejar de hacer su trabajo, alguien tenía que pagar las facturas.

Cuando Rudy terminó su conversación telefónica, la chica le dio un golpecito amistoso en el brazo, que probablemente su hubiera sido cualquier otro le habría dolido, y se dirigió con los demás a la cafetería, lugar de reunión para la comilona que les esperaba. Al ver llegar a Moussa y al señor Bosch con semejante cantidad de comida, a la chica se le comenzó a hacer la boca agua, aunque no demostró ningún signo de desesperación. Cuando el hombre se dirigió a ellos, la chica sonrió y le devolvió unas palabras.

- Gràcies Senyor Bosch, no menja vostè amb nosaltres? .- Verdaderamente no esperaba respuesta alguna, solo quería ser cortés, después de todo aquella comida la acababa de pagar él.

Cuando todo el mundo comenzó a comer ella hizo lo que anteriormente había hecho el profesor Bosch, y a la voz del "Bon profit" comenzó a comer lenta y sosegadamente, aunque no reparó en comida. Comía lento, pero sin duda alguna se habría comido el Burger King entero si la hubieran dejado, solo que era una chica educada y comía con calma. Eso sí, nada de comer con cuchillo y tenedor, las hamburguesas como mejor saben es agarrándolas con las manos, ser  calmada valía, ser una niña repipi, no.

Definitivamente a la joven le gustaba comer, se notaba, probablemente si no fuera una metamorfa, y no le gustara tanto el deporte, estaría como una ballena... pero el caso es que no lo estaba y tener ese don era para estar agradecida. Durante la comida no habló, si se come no se habla, pero si alguien se dirigiera a ella, dejaría su hamburguesa encima de una servilleta en la mesa, terminaría el bocado que estuviera masticando en aquel momento y contestaría tranquilamente.

-Gràcies, senyor Bosch, fins aviat -contestó educadamente el vasco en catalán al señor Bosch cuando éste dejó las vituallas sobre la mesa. ¿Había algo que no supiera ese chico? Porque estaba claro que el catalán no podía ser su lengua materna y, sin embargo...

Aitor dejó que los demás exploraran las diferentes bolsas de comida y comenzaran a atacarla para coger tranquilamente un vaso de plástico con coca-cola (un leve estimulante con el que se permitía cierta permisividad, valga la redundancia).

-Creo que podría hacerse, Rudy -contestó Aitor tras un escaso segundo de silencio tras la intervención del super-chico. Siendo él, posiblemente lo había considerado en serio, dibujado mentalmente un primer esbozo de gafas y reflexionado sobre qué materiales usar.

El joven genio pensó en añadir algo más a la frase, pero finalmente se abstuvo, no hacía falta aburrirles con detalles técnicos y, sobre todo, con sus debilidades, en un momento que debería estar encauzado hacia una celebración. Habían salvado el instituto, no ellos solos, pero sin su aportación hubiera sido imposible. O cuanto menos improbable.

-Por cierto, siento haberme saltado el plan inicial e ir sin vosotros al Auditorio, pero si no hubiéramos llegado en ese momento todo apuntaba a que el robot habría acabado con Bosch. Moussa nos llevó allí en un parpadeo y vosotros ya estabais rescatando a ESTHER. Y falta que ha hecho que la salvarais... Creo que TODOS hemos hecho un gran papel, hasta yo mismo, si me apuráis. Propongo un brindis: por el Grupo Cuatro, por que se gradúe para grandes cosas, tan grandes por lo menos como con las que hemos comenzado hoy.

Moussa tuvo que reconocer que pese al mal humor de Bosch, el viejo se comportó con gran aguante permitiéndole comprar casi todas las cosas que se le pasaban por la cabeza. La idea era pincharle un poco, pero finalmente desistió al ver que no iba a lograr molestarlo. No era nada personal, en realidad el viejo le caía bien, sobretodo tras verlo en plan ninja y al descubrir que tenía una Katana maldita (un arma a la que tendría que echar un ojo un día de estos) pero Moussa era así. Tenía una especie de cruzada personal contra los adultos con autoridad. ¿Complejo de Peter Pan? Tal vez.

-Me alegro que llegásemos a tiempo para salvarte el pellejo. ¿Somos buenos, eh? Habría sido aburrido estar aquí sin ti. Tendría que haberme buscado a otro al que provocar infartos con mis acciones.

Cuando regresaron al Liceo y tras superar el mareo por la teleportación, colocaron las bolsas sobre la mesa. La verdad es que habían comprado comida para un regimiento, aunque si era verdad que algunos de ellos eran capaces de comerse 20 hamburguesas, entonces quizás no sobrase tanto. Bueno, si sobraba comida casi mejor, así podría comerciar con ella con el resto de los estudiantes.

Pues para Moussa no pasó desapercibido el hecho de que otros estudiantes les mirasen con ojos atónitos. Aquello planteaba ciertas oportunidades que no iba a dejar pasar. Tal vez el grupo 4 quisiese convertirse en héroes, pero Moussa prefería ganar dinero y se le estaba ocurriendo una forma de lograrlo, bueno, en realidad dos. Así que tan pronto Bosch abandonó el comedor, Moussa se teletransportó hasta la mesa de los estudiantes que les miraban, mientras mostraba una amplia sonrisa.

-Buenas tardes, soy Moussa Dakar del SG4. Como podéis ver, pese a ser nuevos, la escuela es nuestra...Incluso tenemos al subdirector haciendo recados para nosotros. Lo que quiero decir, pequeños polluelos, es que si necesitáis algo solo tenéis que hablar conmigo. Por un módico precio puedo conseguiros cualquier cosa...     -Moussa extendió la mano hacia el banquete que el grupo 4 tenía sobre la mesa.   -...¿Lo veis?     -Después dejó caer sobre la mesa una de las bolsas con gominolas sobre la mesa.    -Un pequeño detalle de parte del SG 4, disfrutarlas.    

Después se desvaneció en el aire para aparecer sentado en su sitio junto al resto del equipo. Estaba seguro de que si Bosch se enteraba de lo que acababa de hacer, se metería en problemas. Pero los problemas eran el día a día en la vida de Moussa. Lo más importante ahora era hacerse con un renombre en la escuela y si podían sacar tajada con todo aquello, era algo que no podía dejar escapar.

-Esszzzto ezzta de muezzzte.    -No fue ninguna sorpresa para los presentes el ver que los modales de Moussa para comer eran semejantes a los de un orco de Moria. Engullía patatas hasta tener la boca llena, masticaba haciendo un sonoro ruido e incluso, hablaba con la boca llena. Aún así, esperó a dar un par de grandes mordiscos a su hamburguesa y a tragar, antes de exponer lo que tenía pensado. Aunque antes alzó su vaso para brindar con Aitor y el resto del grupo. Aquello le parecía extraño y pensaba que tan solo se hacía en las películas. Pero por lo visto se equivocaba.    -¡Ey! Yo también quiero decir algo. Siendo nuestro primer día, hemos salvado la escuela e incontables vidas. Sé que para algunos eso es algo grandioso, un sueño hecho realidad. ¿Pero habéis pensado que vais hacer cuando salgáis de aquí? Ser un héroe es un poco mierda, sí, vale, está bien recibir unas palmaditas en el hombro...¿Pero y luego qué? Pensarlo un poco, para sobrevivir tendréis que buscaros un empleo, el cual quizás no podáis conservar si tenéis que largaros para salvar la ciudad del payaso de turno. Así que al final seréis superhéroes pobres, que tendréis que mendigar por un plato de comida caliente. Pero yo tengo una solución para todos. Una forma de conseguir pasta y de que a la vez, podáis ser héroes. ¿Y si creamos nuestra propia agencia de superhéroes privada? Creo que en América hay algo parecido y deben de ganar pasta gansa. Además son muy queridos y respetados por la gente. Pensarlo un segundo, podemos firmar contratos con el gobierno o con ciudades y cobrar por algo que tenéis pensado en hacer de todas formas. ¿A qué es una idea brillante?

Justo después de brindar, Moussa dijo algo con lo que no estaba de acuerdo.

-Pero la esencia en sí de los superhéroes es hacer el bien sin esperar nada a cambio. Es decir... Nuestros poderes... Nuestros dones los hemos recibido para algo. Es como... Arggg. No sé como decirlo. -dejé la octava hamburguesa encima de su envoltorio. Me puse los dedos en los ojos e intenté seguir.- Es como Jesús. ¿Vale? Tenía sus poderes superchulos y tal, seguro que era un mutante o un inhumano. Entonces él tenía la responsabilidad de ayudar a la gente y curar ciegos y todas esas cosas. ¿Sabéis?

Miré a los demás, a ver que pensaban sobre ello.

-Yo cuando sea mayor... Mi sueño es llegar a ser un vengador. -dije bajando la mirada a mi hamburguesa. Pero las comida no estaba para mirarla. De un bocado me comí lo que quedaba.- Por cierto, lo que dices del dinero, no siempre se hace gratis. Al superequipo de mi madre les paga el gobierno de Inglaterra, y a los Vengadores los financia Tony Stark. ¿No?

Moussa alzó una ceja ante las palabras de Rudy. La verdad es que si alguien de los presentes representaba la esencia del heroísmo, ese era sin duda Rudy. Estaba claro que soñaba con ser un gran héroe y seguro que lo conseguía, después de todo poseía todos los rasgos necesarios para ser un gran héroe. Pero cuanto antes abriese los ojos al mundo real, antes se daría cuenta de la verdad o al menos, eso pensaba Moussa.

-Para no querer nada a cambio, bien que pediste una foto a Buitre-man, quién sino me equivoco es tu ídolo...o al menos, uno de ellos. Por otro lado, no sé quién es el Jesus ese del que hablas ¿Está con los vengadores?    -Preguntó de forma inocente sin tener ni idea de lo estúpida que era su pregunta.   -Bueno, no importa quién sea. Lo que importa es que los héroes no existen Rudy. Todo se mueve en este mundo por dos cosas, el poder y la pasta. Tu dices que debido a tus poderes, tienes que salvar a la gente de forma gratuita. Entonces los policías tendrían que hacer lo mismo ¿No? No tienen poderes, pero están ahí para proteger y salvar vidas, así que debería de trabajar de forma gratuita. En el fondo, los supergrupos no son más que superpolicías que apresan a supercriminales. ¿Qué hay de malo en ganar dinero con ello? Te juegas la vida por salvar a otros, así que no veo que hay de malo en que te paguen por ello.

La mención de los vengadores provoca que Moussa arrugue la nariz y suelte un bufido de desprecio. Estaba claro que no era un grupo que le gustase especialmente.

-¡Oh, vamos! los vengadores son una panda de interesados. Vale, acaban con villanos muy peligrosos, pero solo para lucirse. ¿Cuando fue la última vez que viste a Iron Man apresar a un violador o a un maltratador? Yo te lo diré, jamás. Y todo por un sencillo motivo, eso no les otorga fama alguna. Con sus poderes y conocimientos, podrían limpiar toda una ciudad de criminales en cuanto ¿Un día? ¿Dos? Pero en cambio permiten que toda esa gentuza siga haciendo lo que quiera. Todo el mundo parece llevarse las manos a la cabeza cuando Magneto asalta la casa blanca o lía alguna de las suyas. Pero a nadie le importa una mierda cuando alguien maltrata niños o viola mujeres. Los héroes no existen, Rudy, todos nos movemos por algo, solo que yo soy muy claro con lo que quiero. Además dime...¿De qué vas a vivir cuando seas mayor? No podrás mantener un trabajo normal y si realmente como dices, los grandes supergrupos cobran por sus servicios ¿Por qué no hacerlo nosotros? Los vengadores te sentarían en el banquillo y te mirarían por encima del hombro. Nosotros mira todo lo que hemos conseguido, sin conocernos y sin desarrollar por completo nuestros poderes. ¿Sabes? Creo que vales más que Thor o cualquier otro vengador. De hecho, creo que todos vosotros valéis mucho más que ellos. No tendríais que seguir los pasos de esos fantoches, deberíamos de formar nuestro propio camino...juntos. No quieras ser como Thor o el capitán América, haz que ellos quieran ser como tú, Rudy.

-Os propongo algo...acabemos con los criminales de bajo nivel de forma altruista, pero cuando nos enfrentemos a amenazas gordas con las de hoy...cobremos pasta por ello. Así todos estaríamos contentos ¿No?

Llegó la legión de hamburguesas, lo que hizo que Sara se extrañase ante la enorme cantidad de comida que habían traído. Se apartó un mechón de cabello y tomó la primera, decidida a comer aunque fuera una o dos, pues tampoco iba a necesitar más, aunque si todos optaban por darse el atracón, pues qué demonios, un día era un día.

Moussa estaba hiperactivo, moviéndose de un lado para otro y charlando sobre sus planes de hacer dinero. Diana comía con tranquilidad, Aitor se disculpaba y proponía un brindis, al que ella se sumó. Rudy charlaba con su madre y luego con Moussa... Escuchó un montón de cosas, pero ella simplemente estaba feliz por poder descansar ahora y haber conseguido su primera victoria.

- Cada superhéroe gana dinero a su manera, Moussa. Nosotros lo mismo lo tendremos fácil. - No dijo porqué, pero estando el cerebro de Aitor ahí con ellos, sólo a base de patentes se haría rico. - Es muy pronto para hablar de esas cosas, lo importante es llevarnos bien y ayudar a la gente, el resto acaba viniendo sólo.

También era desconcertante que no supiera quién era Jesús, eso no tenía mucho sentido e indicaba que venía de algún lugar extraño.

- Hay mucha comida aquí, estaría bien invitar a esos otros chicos. Ya sabéis que todas estas cosas se estropean enseguida y a ellos les encantará.

Sonrió al resto, esperando que les pareciera bien. Habían dos opciones en realidad, una era compartir y ganar amigos y la otra no compartir y ganar enemigos, por la imagen de sobrados que estaban transmitiendo, así que era mucho mejor lo primero.

- Me gustaría acercarme a ellos e invitarles, ¿sí? ¿os parece bien?

Comentó con una sonrisa, deseando que la escucharan.

Iván dibujó una enorme sonrisa de oreja a oreja al oír hablar a Rudy por teléfono. Algo en todo aquello le resultaba extremadamente cómico. Rudy le había parecido un poco loco con todo el rollo de inventarse palabras, pero la verdad era que le caía simpático igualmente, y era buen tipo.

Sin embargo, a mitad de conversación telefónica algo hizo clic en el cerebro de Iván. ¡Se suponía que él tenía que llamar a su padre cuando llegara! Hacía ya... ¿Cuánto? Tres o cuatro horas como poco. Bueno podía llamarle ahora y… Mierda. Su teléfono. Aitor lo había modificado antes.

- Oye, - le dijo al vasco en voz baja, intentando no interrumpir la conversación telefónica de Rudy con su madre – ¿Crees que puedes dejarlo como antes? Mi teléfono, me refiero. Le debo una llamada a mi padre.

Rudy acabó con la llamada justo a tiempo para que llegaran Moussa y el señor Bosch con una tonelada de comida. El repentino olor a fast food provocó que al catalán se le hiciese la boca agua. Dejó de flotar para sentarse en la mesa – le parecía lo más educado – y en cuanto todos empezaron a comer, él se unió al atracón con frenesí.

Entonces no solo Diana, sino también Aitor le hablaron en catalán al señor Bosch. Sorprendido, Iván intentó hablar sin mucho éxito, debido a que tenía la boca a reventar de hamburguesa, pero cogió el vaso de Fanta y se ayudó a tragar para poder hablar.

- També parleu català?⁽¹⁾ – preguntó sorprendido, aunque sonriente – Pensaba que era l’únic i em semblaba mal educat parlar en catalá sabent que no m’enten tothom i podrían si parlés en castellà⁽²⁾. Ui, perdón. – Cambió de idioma de nuevo al castellano - No sé si el resto habláis catalán. Perdón, me ha sorprendido. ¿De dónde sois todos? Creía que era el único catalán.

Entonces Moussa empezó a hacer de las suyas, y empezó a hablar de su futuro y el dinero que podrían conseguir. Sara desvió el tema: quería compartir la comida. Iván hizo inventario de lo que había sobre la mesa, y era cierto que había bastante pero…

- Yo voto que no. – Respondió Iván – Es cierto que hay bastante, y puede que sobren cuatro o cinco. Pero no habrá para todo el mundo en el comedor, ¿a quién vas a dárselas? ¿A los primeros que vengan? ¿A quién te caiga mejor? ¿O a los que hagan cara de tener más hambre? ¿O vas a partirlas en trocitos pequeños y repartirlo por toda la escuela? – bufó, exasperado. Pasados unos segundos habló en voz mas queda - Perdón por el sarcasmo. Es solo que me parece mala idea. No se puede hacer ecuánimemente, y eso significa escoger favoritos. Y no molan los favoritismos. Además… A nosotros nos han disparado, quemado, lanzado por los aires, amenazado… Y yo que sé que más. Mientras tanto el resto dormía a pierna suelta. Nos hemos ganado esto, y ellos no, y yo tengo hambre, podría comerme quince. ¡A lo mejor no queda ninguna! - No estaba de mal humor, a pesar de su exabrupto sarcástico a media frase. Estaba siendo honesto, y tenía hambre. Uno no juega con la comida de un hombre (en ciernes) hambriento. ¡Mas faltaría! – No teníamos de esto en el sesenta y seis. Tanto despreciar a los Americanos y resulta que nos estábamos perdiendo el McDonalds.

Sonrió, engullendo el último bocado que le quedaba de la actual hamburguesa, dando cuenta de otro gran sorbo de su bebida, antes de lanzarse a por otra de las hamburguesas envueltas en papel. Hacer magia daba MUCHA hambre. ¡Eh! ¡Esa era la Long Chicken que le había pedido a Moussa! ¡Se había acordado! Miró al senegalés y le hizo un gesto con el pulgar hacia arriba, en muestra de agradecimiento. Le dio un bocado a la hamburguesa – reclamándola para si - antes de continuar hablando.

- Respecto a lo del dinero, yo creo que miráis demasiado adelante. Carpe Diem. Es una de las pocas cosas buenas que he aprendido en los últimos años. ¿Para qué preocuparse tanto por lo que harás de aquí unos años? Disfrutad el ahora. Vamos a estudiar, y a aprender a usar nuestros poderes. Cuando todo esto se acabe, ya nos preocuparemos de si nos hacemos independientes, nos unimos a los Vengadores, o a Hydra. Dependiendo de las notas que saquemos, supongo. – Sonrió – A todo esto… ¡Moussa! ¿¡Qué superhéroe es ese del que hablabas antes?! El “Jaconil” ese, creo. ¿Es de los vengadores? Son tantos que no soy capaz de llevarles la cuenta.

Diana sonrió abiertamente ante el comentario de Iván, ¿como iba a ser el único Catalán en una escuela en Cataluña?. Bueno... ella en realidad no era de allí, pero como si lo fuera. Dejó su hamburguesa descansar sobre una servilleta y se decidió a contar algo sobre ella.

- Si bueno... Yo soy neoyorquina, pero vivo aquí desde que tenía año y medio .- Decidió confiar aquello a sus compañeros, quizá más adelante se abriera más -. Vivo cerca de l'Avinguda del Portal de l'Àngel en el Barri Gòtic de Barcelona .- Mientras hablaba, la chica cambiaba de idiomas con bastante facilidad, y con acentos muy marcados -. En un ático con mi madre, aunque no pasa mucho tiempo en casa la verdad, por lo menos no el que me gustaría .- Dijo mirando a Rudy y sonriéndole.

Luego la conversación cambió y se dirigió por otros derroteros, algunos en los que la chica prefería no meterse, pero otros que le tocaban la fibra.

- Definitivamente Moussa, tu actitud de rebelde sin causa te hace decir bastantes tonterías. El estar en contra de todo no te da derecho alguno a hablar sin conocimiento de causa sobre la forma de actuar de los grupos de "ayuda", si no quieres llamarlos Héroes .- Marcó las comillas en el aire para dar más énfasis a su discurso -. Si tu quieres cobrar por hacer lo que se debe hacer o necesitas recibir reconocimiento, adelante, hazlo, pero no juzgues a personas que ni siquiera conoces por el simple hecho de no hacer todo el bien que tu crees que deberían hacer. Te recuerdo que aparte de ser esos "ayudantes" que nosotros conocemos, también son personas y también tienen sus vidas. Y eso de que no ayudan con violadores o ladrones, te lo has sacado de la manga en un desesperado intento de apoyar tu teoría, pero su forma de actuar no se centra en eso, porque para eso precisamente está la policía. Pero una cosa si es segura, si ven un atraco o una violación no cogerán una bolsa de palomitas para ponerse a verla mientras esperan la actuación de la policía.- Las palabras de la chica parecían bastante sulfuradas pero el tono de su voz era de lo más tranquilo -. Así que por favor, la próxima vez que te decidas a criticar algo, que sea con conocimiento de causa, si no, mejor mantente al margen.

En cuanto terminó, volvió a coger su hamburguesa y siguió comiendo, despacio, dirigiendo alguna mirada a sus compañeros de grupo y algún que otro vistacito a su móvil, quizá estuviera esperando algo.

Era una curiosa concatenación de sucesos lo que había sucedido. Aitor estaba reflexionando sobre ello, analizando los hechos, su actuación, lo que era inevitable y lo que se podría haber mejorado, cuando Iván le pidió si le podía arreglar el móvil.

-No, lo siento, está sobrecargado, tendría que cambiarle un montón de piezas y no merece la pena. En cuanto se normalice la situación te compraré un teléfono nuevo y te introduciré los datos de tu viejo teléfono. De momento puedo... -el vasco tomó su propia tablet e hizo algunas manipulaciones "simples", sin usar sus poderes, hasta que sonrió satisfecho- así, ya está. Toma, ahora puedes llamar a quien quieras. A ellos les aparecerá que estás llamando con tu antiguo teléfono y cuando tengas el nuevo volverás a tenerlo igual.

També parleu català?

-Sí, tenc facilitat amb els idiomes(1), aunque... nahiz eta ni euskal izan(2) -contestó Aitor. A decir verdad costaba saber con qué no tendría facilidad este chico. Tal vez con pruebas de resistencia o fuera, claro.

Poco después tocó el turno de Moussa. El senegalés una vez más al ataque. Ese chico era hiperactivo y su espíritu estaba manchado de la banalidad del mundo moderno. A lo único a lo que aspiraba el joven senegalés era a ganar dinero. ¿Pero para qué? Sin duda para satisfacer sus ansias de seguridad, de un mundo que dejara de hacerle vivir dificultades. Tenía que ser muy difícil vivir con el mundo en contra. Y entonces, sin ni planteárselo, puso sus pies en el avispero de la religión. No obstante, dejó que intervinieran otros antes de acabar de sepultarlo en sus propias tonterías:

-Mousa... Jesús, Jesucristo ¿el niño Jesús? ¿El tipo ese por el que se celebra la Navidad? No, Santa Claus no, el otro. ¿La navidad sí te suena, no, Moussa? No soy una persona religiosa, no os engañéis, pero la religión ha marcado la faz de la tierra. A ese tal "Jesús" se le sigue adorando más de 2.000 años después, sólo porque vivió una vida desinteresada e hizo algunos milagros... Eso da que pensar, ¿no?

Aitor detuvo su discurso un segundo antes de continuar, tiempo más que suficiente para que se plantease si el tema de la religión le había alterado de algún modo o no, considerara que no y, a pesar de ello, siguiera hablando de manera pacificadora de forma consciente.

-Estoy de acuerdo en "limpiar" las calles de una ciudad de violadores, traficantes y demás criminales, y supongo que los demás también, es justo y es bueno, pero tienes que tener en cuenta una cosa, Moussa: ¿qué ciudad? ¿de qué criminales? No daremos abasto con todas o todos, habrá que escoger...

Era una buena reflexión. Una como para no volver a dormir, en realidad. Si vigilas una ciudad, ¿qué pasa con el resto? ¿son los demás crímenes peores? ¿dejarás de salvar a alguien que lo mereciera? ¿dejarás de darle su merecido a gente peor de a quien has conseguido ajusticiar?

-Creo que eso se puede aplicar a todo. Priorizar. Lo óptimo sería ayudar en lo que mejor se te de, al nivel máximo al que puedas hacerlo. Dar las hamburguesas hasta quedarte sin o quedarte alguna para poder tener un buen sabor de boca por todo lo sucedido. El mundo es muy complejo...

Luego Aitor cambió de tercio, o tal vez enlazó con otros conceptos, depende de cómo se mire.

-Respecto a las recompensas materiales, creo que lo material y lo espiritual pueden convivir. Nuestro supergrupo, -el vasco ya daba por hecho que tendrían uno- bien gestionado, puede dar muchos ingresos: merchandasing (juguetes, publicidad, recuerdos, entrevistas). Pero los héroes sólo caen bien si se comportan como la gente espera: de forma desinteresada. Luego se vuelven famosos y les quieren imitar (en su estética, con su camiseta, con música que habla de ellos). Ahí es donde alguien como yo podría hacer que una persona como tú que se comporte como un héroe se podría beneficiar... Y ganar ese dinero podría hacer que nosotros mismos no sólo nos financiáramos, sino que pudiéramos hacer generosas donaciones a quienes de verdad necesitan ese dinero -sugirió, echando el anzuelo para ver si no sólo Moussa sino todos los demás se dejaban guiar hacia el buen camino.

-Yo nací en Colombia, en Barranquilla, como Shakira, jeje. Pero a los pocos años me mudé a Londres por... asuntos de mi padre. Y bueno, hice un destrozo en la ciudad, que recibió cuatro millones de visitas en Youtube, y me mandaron aquí -dije rascándome la nariz.- Pero bueno, se hablar Español e Ingles, aunque más o menos entiendo el catalán. Muy por encima solo, es que busqué información en Internet antes de venir y ponía que solo se hablaba en catalán... Me asusté y estudié un poco el idioma, jeje.

Luego, en la discusión con Moussa, me quedé un poco cohibido. Después de lo que me dijo, mis palabras no salieron de mi boca. Quería rebatirlo, decir que estaba mal lo que decía, pero no pude. Su carácter tan fuerte me hizo darme la sensación de que tenía razón. Pero por suerte, mi querida Diana saltó y dijo la suya. ¡Bendita Metamorfa!

-Sí... Sí... Miss Justice tiene razón. -lo dije sin pensar. Me había venido al vuelo la ocurrencia.- Diana, ¿Parece que queda mejor que Hammer Girl, no? Jeje. Ejem, perdón. Bueno, yo lo que creo es eso. Aunque lo que dices Aitor... Si planeas eso de antemano no es altruista... Buscas recibir beneficios. ¡Pero, arggg!

Qué complicado era aquello, yo solo quería ser un superhéroe.

-Si me diesen dinero pues estaría encantado, pero esa no es mi finalidad. Yo quiero salvar a gente, ayudar a las personas. No es como si supiese dibujar, que debería vender mis pinturas. Ahí no se aplica el "si eres bueno en algo, no lo hagas gratis", se trata de ayudar, de salvar vidas. Imagínate, Moussa, que te ocurre un accidente en un restaurante y, como es ley natural, hay un médico en la sala. ¿Verías bien que le tuviesen que pagar para que te ayudara?

Sara dijo algo de dar nuestra comida a otros.

-Sara... No creo que sobre. Al menos yo sigo teniendo un hueco para más, jeje. -dije mientras cogía mi decimosexta hamburguesa.

Ella había creído que todos aceptarían encantados lo de invitar a ese otro grupo, pero el resultado fue que nadie se entusiasmó y algunos hasta estaban en contra, cosa que a ella le sorprendió. No había esperado esas palabras de Iván. Iván tenía un aspecto bondadoso y había creído que diría justo lo contrario. Y Rudy, bueno, se ve que necesitaba mucha energía.

Ya sabía que discutir con Moussa era caso perdido, así que miró a Diana como indicándole que lo dejara pasar. Luego, Aitor dijo aquello del merchandising. Y eso le recordó a... a... ese superhéroe que iba de amarillo y azul, con gafas amarillas, que tenía un amigo que tenía un escarabajo volador... oh vaya, hoy no conseguía atinar con los nombres de nadie.

- A mí me parece buena idea. El dinero que sobre se puede dedicar a causas benéficas. No sólo se hace el bien luchando. También apoyando a los pobres y bueno... pagando los destrozos causados, si se puede... y a todo esto... me pregunto si los superhéroes estarán obligados a pagar un seguro. 

Le parecía genial eso de hacer dinero, pero claro, para eso tenían que tener muy buena reputación, y le parecío que no tenían muy claro cómo funcionaba eso. De hecho, Sara ya estaba temiendo que el otro grupo se les acercara de malas formas porque ellos se estaban hinchando en vez de compartir. Suerte que ella se había puesto el chandal, porque se iniciaría una pelea entre estudiantes y otra de sus prendas se hiría a la porra, oh, demonios.

La joven deseó estar equivocada. Luego, miró la segunda hamburguesa que tenía delante. Normalmente no comía tanta comida basura, pero hoy tenía que hacer el esfuerzo. Ya compensaría más tarde saliendo a correr, o entrenando doble en la sala de peligro.

- Está muy bien tener un objetivo, pero para llegar a él tenemos que congeniar y entrenar duro. Y cada vez que derrotemos a un supervillano, hacemos nuestra propia fiesta. Como ésta.

Bueno, como ésta pero con más ensalada. La próxima vez trataría que trajeran otras cosas que no fueran grasas. En fin... mejor entrenaría el triple.

Moussa enarcó una ceja cuando todos comenzaron a comunicarse en catalán. Para él, aquello no tenía sentido. Era como si se comiesen letras al hablar. Tal vez habían esperado demasiado a reunirse para comer las hamburguesas y ahora se comían las letras como efecto colateral.

Ante la petición de compartir la comida, Moussa arrugó la nariz. Como si el mero hecho de regalar parte de todo aquel banquete le produjese un sarpullido o algo peor. Por suerte, Ivan dejó claro que no era buena idea compartir la comida. Sin duda lo mejor sería vender lo que sobrase a un buen precio. Pero al ver que todos parecían venir de familias acaudaladas, prefirió guardar silencio. Estaba claro que ninguno de ellos sabía lo que era pasar hambre, dormir bajo la lluvia o pasar frío. En ese caso, era normal que no diesen importancia al dinero, seguramente todos ellos una vez saliesen de allí, tendrían un bonita casa a la que poder acudir. Él en cambio, tendría que volver a buscarse la vida en la calle.

-¿Jack O´neill? ¿En serio no sabes quién es? Es el gran héroe de una serie de acción.   -Respondió a Ivan.   -¿Sabes? Vas a tener muchísima suerte, tengo toda la serie al completo me la agencié en unos grandes almacenes hace algún tiempo. No sabes lo que daría por olvidar por completo cada capítulo y volver a sentir la emoción de ver por primera vez cada capítulo. Tan pronto como me haga con una tele y un dvd, la veremos. Seguro que te encanta, es una serie geeeeeeeeeeeeenial.

Tras aquello llegó la explicación de Aitor en lo referente a Jesus y el "ataque" de Diana, lo cual provocó que alzase una ceja, pero sin darla demasiada importancia. Simplemente dejó lo que quedaba de su hamburguesa y se llevó un par de patatas a la boca. A diferencia de Rudy, Moussa estaba acostumbrado a comer muy poco. No había podido ni tan siquiera acabar con una hamburguesa entera.

-Ahhh vale, hablas del tío de la cruz ¿No? Su legado es una mierda.   -Soltó con su clásico desdén.   -¿Qué ha conseguido? La iglesia tiene mucha pasta, puede ayudar a la gente si quiere, pero prefieren llevar trajes y anillos la hostia de caros. Además, los viejos que mandan aparecen en las noticias cada dos por tres por llevarse niños a la cama. Vaya un legado que dejó...Además, no existe un Dios y si existe, entonces es alguien retorcido y cruel, que no merece ningún respeto.

Después se volvió hacia Diana, dispuesto a replicarla: -Te lo has llevado al terreno personal, eh Diana. ¿Tu padre es Iron man? ¿El capitán América? Sé más de lo que puedas creerte, leí sobre los Vengadores y otros héroes cuando... -Apunto estuvo de decir que leía sobre los héroes cuando él mismo necesitaba que le rescatasen. Pero en lugar de ello, decidió cambiar su frase.   -...era más pequeño. ¿Sabes lo que aprendí? Que los vengadores está formado por borrachos, criminales y hombres que pegan a las mujeres. No existen los héroes, es así de claro y me da igual lo que digas. Todos nos movemos por algo. Incluso Rudy, que parece el más dispuesto a convertirse en un héroe lo hace por la fama. Mira como pidió a ESTHER las grabaciones para poder verse y seguramente, subirlas a la red. El dinero no os importa, vale. Pero solo debido a que venís de un precioso hogar donde no has faltado una mierda jamás. Seguro que tenías muñecas cuando eras pequeña, comida en el plato y una cama blanda y calentita sobre la que dormir cada noche. La teoría de que por tener poderes, tengo que salvar vidas es una estupidez. ¿Por qué tengo que arriesgar mi vida de forma gratuita por otros que seguramente me matarían si pudiesen? Mirar lo que pasó al venir hacia aquí, tuvimos que ocultar nuestros poderes...e incluso la escuela está oculta. ¿Creéis que es para protegernos de supervillanos? No, todo eso es así para evitar que los humanos nos hagan daño debido a que nos temen, odian o simplemente, tienen envidia de nosotros. ¿Sabéis qué? Quizás el tío ese del metal, que quiere hacer del mundo un lugar mejor para la gente como nosotros no sea tan malo después de todo...    -Después simplemente se encogió de hombros. Las palabras de Aitor tenían cierto sentido, por lo que daba a entender el genio del grupo. Solo tenían que actuar como héroes y después les llovería el dinero.   -Si eso es verdad, Aitor, entonces está claro que yo tengo razón y que los héroes solo aparentan ser algo que realmente no son. Solo fingen ser héroes para quedar bien y conseguir fama y pasta. En fin, mirar hacer lo que os de la gana. Pero yo no pienso jugarme la vida de forma altruista. Si eso me convierte en un cerdo materialista ante vuestros ojos, me da igual. Como ya dije, todos queremos algo en esta vida, solo que yo soy sincero.    

Cuando Moussa acabó, yo exploté. Me levanté con tanta fuerza que mandé la silla a tomar viento y por poco vuelco la mesa.

-¡¿CÓMO QUE YO LO HAGO POR LA FAMA?! -grité con mis ojos humeando. Tenía que controlarlo, no podía destruir nada más por hoy.- Mira niño malcriado del demonio, no sé que te habrá pasado a ti para que seas tan energúmeno. ¡PERO NO LE PUEDES HABLAR ASÍ A LOS DEMÁS, COMO SI LO SUPIESES TODO! ¿CREES QUE NADIE TIENE SU HISTORIA? Hice un maldito cráter en el jodido centro de Londres. Seguramente morirían personas. Y luego para colmo, la maldita prensa y los demás medios no dejan de atosigar al "chico del cráter". ¡¿NO TE PARECE UNA BUENA JODIDA RAZÓN PARA QUERER ENMENDAR MI ERROR Y AYUDAR A LA GENTE EN TODO LO QUE PUEDA?! ¡¿NO SE TE HE PASADO POR ESE CEREBRO, TÍO CHUNGO, QUE QUIERA QUE LA GENTE ME VEA ENMENDANDO MI ERROR?!

Respiraba muy fuerte. La temperatura en mi cabeza había subido muchísimo grados, tal vez mis ojos habían crepitado y hecho lucecitas. Debía relajarme. Dejé la hamburguesa que tenía en la mano en la mesa.

-Ya no tengo más hambre, si queréis dar las sobras a alguien, guay. -dije en un susurro.

Me di la vuelta y fui a por otra silla, para volver a sentarme con ellos.

El repentino estallido de Rudy hizo algo que pocas cosas podían lograr en la cafetería del Liceo, el silencio. Los pocos estudiantes que habían allí pararon de hacer lo que fuera que estuviesen haciendo y miraron atónitos al súper chico. 

- Vaya, vaya. Deberíamos calmarnos, ¿eh? - dijo una voz junto a la mesa, juguetona. Era Averno, y tenía en sus manos la silla que Rudy había lanzado volando al levantarse.

¿Cómo demonios había llegado allí?

La dejó junto al colombiano, con una sonrisa.

- Si sigues gritando así vas a asustar a los otros chicos - su tono no era de reproche. Era... extraño. 

Como quien no quiere la cosa, el chico de los cuernos se sentó en la misma mesa en la que se encontraban los componentes del Grupo 4. 

- Veo que tenéis mucha comida, no os importará que pille alguna cosilla, ¿no?

Acercó una mano a una de las bolsas de Dunkin Donuts.

- Los que tienen el glaseado rosa ese son mis favoritos.

La metamorfa al oír las palabras de Moussa cerró los ojos, cuando los volvió a abrir estaban en blanco, como quien mira hacia arriba exasperada, volvió a pestañear y ahí estaban de nuevo, aquellos preciosos iris azules, mirando directamente al chico con cara de nada. Miró un segundo a Averno y se dirigió a él.

- Coge lo que quieras, siempre y cuando no te vayas a atragantar y tengamos que rescatarte de nuevo.- Sonrió de nuevo, recordando el comentario que había hecho cuando había despertado en los brazos de Diana.

Acto seguido volvió a mirar a Moussa, dejó la hamburguesa de nuevo y puso las dos manos enlazadas sobre la mesa, respiró de nuevo tratando de no subir el tono más de lo que debería, con el arranque de Rudy ya habían tenido suficiente.

- ¿Ves lo que consigues comportándote como un crío y dando por hecho cosas que no sabes? Al igual que nosotros no conocemos tu historia, y créeme que no me importa lo más mínimo, tu no conoces las nuestra, y no eres quién para dar por hecho que nuestras vidas han sido fáciles solo porque la tuya al parecer no lo ha sido. No sabes nada de mí ni de nadie, y tampoco pienso contarte por lo que he pasado, porque para eso tendríamos que ser amigos y no lo somos. Hasta que dejes de comportarte como un chiquillo no me voy ni siquiera a interesar en conocerte.- Dijo la chica de corrido parando lo justo para respirar, otra vez sus palabras parecían duras, pero su voz era completamente normal, ni una sola palabra fuera de tono.

- Averno .- Se dirigió otra vez al demonio verde -. ¿Se sabe algo de Salara? de los telépatas en general, ¿Se ha conseguido algo?.

La chica intentó cambiar de tema dado por zanjada la "disputa" con el Senegalés hasta que aquél dejara su actitud de niño chico con falta de dos buenas tortas.