Partida Rol por web

Tras las palabras de Frank de un ágil salto baja a ayudarles a cargar la mercancía.

Sudando de tanto transportar oro y un poco nervioso por la incipiente llegada del navio español, Colin se da mas prisa en su labor.

- ¿Cuanto oro queda por cargar?

Los 10 minutos cargando oro pasaron como si en realidad fueran uno, y las bodegas de aquel barco aun se quedaron con bastante, y con gran cantidad de especias y otros productos americanos. Los cuales parecían estar condenados al fondo del mar.

El barco español estaba más cerca de lo calculado, aunque aun suficientemente lejos para disparar y alcanzarles.

Frank que vió el barco perfectamente desde donde se encontraba cargando oro dió la orden de regresar.

Todos de vuelta, los españoles estan encima. Con un poco de suerte podrían sacarles ventaja si lo de la polvora no funcionaba. ¡Kraken! Maldita sea, ¿como va la polvora?

Otra llamada de atención para Kraken -pensaba. -Si quieres algo bien hecho...

Ni había tocado una moneda de oro cuando oyó la voz del capitán. Bajó un piso más, encontrándose en la bodega con Kraken. Desenfundó la espada y rompió las cuerdas que mantenían unidos los distintos bidones. Los hizo rodar, uno a uno, juntándolos en mitad de la bodega, junto al resto. Por una escotilla observó, en uno de aquellos viajes, al barco español. Aun estaba lejos, pero no tento como hacía cinco minutos.

Una vez la pólvora apilada, salió corriendo a cubierta. -Capitán, la pólvora está lista -dijo.

Frank miraba continuamente con su catalejo la posición del navio de linea español. La adrenalina se apoderaba de él y esa sensación que se creaba en su cuerpo le encantaba, la degustaba a fondo y la extrañaba cuando faltaba.

Muy bien Boon, preparar la mecha y vayamonos rapidamente para poder ver los fuegos artificiales de lejos.

Vamos, vamos. Todos a El Tulipán. Ahora! Era raro, tener que incendiar un barco con medio cargamento de oro hacia que se sintiera un poco inceguro. Pero eran ordenes, y no quedaba otra opción.

Empiezo a ver que todos vuelven al Tulpán y obviamente veo en la línea al barco español, sonrío con el corazón acelerado, esto se va a poner bueno al fin.

Correr? digo refunfuñando mientras vuelvo a la cubierta del Tulipan

Boon asiente ante las palabras del capitán, corriendo a más no poder hacia la bodega. Agujerea un pequeño barril lleno de pólvora, y lo va vaciando conforme se acerca a las escaleras que llevan a cubierta. Lanza el barril ya vacío hacia el fondo de la bodega, y desenfunda elegantemente su pistola, disparando al rastro de pólvora.

El chisporroteo avanza con alegría, recorriendo el camino negro, pero Boon no se queda a verlo. Se dirige presurosa hacia El Tulipán, alentando a Maddy:- Vamos, vamos, vamos! -grita.

Frank sonrió al ver la iniciativa de Boon.

¡Así me gusta! gruño luego de darle una patada a la pasarela y subiendo al Tulipán de un salto. ¡Maddy, todo hacía el sur! Vamos señores, tenemos que evitar que esto nos estalle en las manos. Todo el mundo a sus puestos para la maniobra de giro.

Escucho al capitán y enseguida pongo manos a la obra, sintiendo el corazón a mil, cargado de adrenalina todo el cuerpo, casi casi a punto de gritar pero primero hay que ponernos a salvo. Así que hago virar el timón con fuerza haciendo que el Tulipán siga el rumbo que el capitán ha ordenado. Una gotitas de sudor perlan mi frente pero sonrío triunfante cuando lo consigo.

Asiente a todas las palabras del capitán y vuelve a subirse al punto mas alto del barco para visualizarlo todo mejor.

Como no nos alejemos lo suficiente me da que esto acabará en el fondo del mar o peor aún, en una carcel española...

Finalmente y por los pelos el Tulipán consigue escapar a la explosión, la cual destruye el barco mercante reduciendo su cuerpo a astillas, el ruido es brutal y algún marinero no puede evitar caer de culo. El humo de la explosión forma una columna que asciende varios metros en el cielo, pero el navio de linea apenas es alcanzando. Afortunadamente prefiere quedarse a ver si logra salvar a alguien vivo antes que perseguir el barco pirata.

Mientras el Tulipán va tomando ventaja.

Uff por los pelos. Resopló el viejo marinero holandes. Su treta había salido bien y había conseguido escapar de los españoles con las bodegas llenas.

¡¡Muy bien marineros!! gritó contento. ¡Doble ración de ron para todos!

-¡Maldito mar!-grito contenta al escuchar al capitán.

Entonces suelto el timón, estiro los brazos, los agito, vuelven a ser parte de mí y no del barco. Ahora a buscar un reemplazo por al menos unos minutos, mientras me bebo mi buena doble ración de ron.

Terminado el asalto, Thomas observa solitariamente como se alejan del barco en llamas. Se relaja, estira sus músculos, los elonga profundamente antes de acercarse al grupo por su ración de ron.

Nada mal para ser el primer encuentro. Dice para si en vos alta, mientras bebe.

Boon, apoyada en la barandilla de cubierta, observando la columna de humo negro elevarse, escucha el grito ansioso del capitán. -Bebamos pues! Mañana será otro dia! A vuestra salud!