Kraken pudo ver perfectamente a los cuatro individuos, eran tres adultos y un niño, y se dirigian al cabo que sujetaba el ancla. Uno de ellos comenzó a descender por él, y al parecer los otros esperaban para seguirle.
Les miro con detenimiento mientras me acerco hasta su posición con cimitarra en mano, sin parecer ofensivo pero curioso de su presencia.
Qué coño pasa aquí? pregunto en mi tono mas acogedor Hay algo de interés ahí abajo? pregunto con ironía de la sana.
El grupo de extraños compuestro por tres adultos y un niño se quedaron mirando a Kraken sin responder a sus palabras, solo se volvieron hacía el y lo miraron espectantes.
Responded, más que insensatos! les grito desatando la furia que solo Kraken guardaba en su sangre.
¿y tú quien eres? Ahi abajo.. em.. no hay nada, creimos ver algo y ibamos a mirar..- dijo el niño.
Por el Necronomicón, quieres contestar, maldito pícaro! digo sacando mi cuerpo por la borda en pos de amenaza. Explicaos, desgraciados!
Uno de ellos se adelantó un par de pasos hacía Kraken pero para sorpresa de este gritó:
¡Que le zurzan todos los malditos dioses de los siete mares! Y acto seguido, saltó por la borda al agua. El niño hizó lo propio y puso tierra de por medio, o en este caso agua.
Miro en busca de la reacción después de la caída al agua, nada podía conectar de aquellos hechos tan poco lógicos ni usuales.
No se que coño estan haciendo xD
Todos los hombres saltaron al agua, menos uno que desenvaino la espada y le dijo a Kraken.
Vamos a tierra, no te interpongas o te atravesare con mi espada.
Cuéntame donde vas y tal vez no mueras por la mía! le grito con vigor.
Acto seguido enseño mi arma en signo de desafío.
A la isla. dijo escuetamente señalando la porción de tierra que tenian a su lado.
Bajando el tono y con calma le pregunto entonces:
Contádme pues que buscáis, no os conozco y me sorprende ver a tales intrusos en mi bagel!
Me llamo Rafael de la Vega, y si no tienes inconveniente ahora mismo nos ibamos de tu...bagel. Decía con la espada bien sujeta en la mano, sin amenazar, pero haciendo acto de presencia.
Y cual era tu misión aquí, si es que tenías alguna, brabucón ? pregunto con mi tono incoloro e imprudente No deberías... me entiendes?
No amenazaba pero para nada me alegraban sus palabras, de nuevo me hervía la sangre.
Esos asuntos no son tuyos. Sí hemos venido aquí es buscando a alguien, nos vamos porque no lo hemos encontrado. Miró con impaciencia a la isla. Ya te dije demasiado.
La tensión se mascaba en el ambiente, pero no estaba dispuesto a ceder.
Le dejo marchar, a regañadientes, puesto que no se donde paran mis compañeros ni a que se refiere.
Es demasiado para mí solo...
Cuando se aleja decido buscar algun indicio de donde pueden estar mis compañeros y sigo la pista sin demora, necesito dar con ellos para informar de la situación.
El barco parecía abandonado, aparte de los misteriosos individuos que se alejaban en canoa, nadie más había dado señales de vida en aquella nave.
De pronto, Kraken escuchó un disparo lejano, se dio la vuelta intentando localizar su procedencia. La isla a la que se dirigian los extraños, a cierta distancia del barco, parecía ser el origen de todo.
Perdona, tuve una semana cargada de examenes y trabajos, y me espera otra igual. Al menos es la utlima.
Pues avanzame cuando puedas hacia ellos, no te preocupes, los examenes tienen mucha mayor prioridad, yo tuve un tiempo perdido en la partida.
Cuidate, de corazón.
Cuando el Kraken se dispusó a ir tras los extraños marinos que habían asaltado su barco vió como una barca volvía de la isla, por el otro extremo. Cuando estuvo más cerca, pudo distinguir que era el capitán Van Huurt, remaba con un solo brazo como si la vida le fuera en ello, sangrando por el hombro del otro brazo y apretando los dientes con tanta fuerza que seguramente, le saltase alguna muela.
Ya estoy de vuelta.
Al ver tan dramática escena intento bajar lo más rapido posible de mi posición, saltando por la borda en cuanto veo que la altura de mi caída no causará estragos con la finalidad de echar una mano a mi compañero.
Que está pasando, capitán? grito mientras sigo mi travesía