Partida Rol por web

El Oddissey: Terror en la nieve

Alex y Walter: La Isla de Hielo y Fuego

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05/05/2011, 19:36
Director

Aquella misteriosa carta le brindaba un trabajo de investigación a Walter. Tras ser contratado, Alex, su mujer, no dudó en acompañar a su pareja hacia la capital Islandesa.

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05/05/2011, 19:38
Director

La mañana pasó volando mientras preparabáis las maletas para viajar a la capital Islandesa. Cuando llegó el mediodía fuistéis de nuevo el edifcio WCI para recoger el anticipo de los 1.000 dólares juntos a los billetes de avión con salida 17:37. La Srta. Meredith os informó de que en la zona de recogida de equipajes os esperaría un hombre joven, un tal Erik. También informó de que si Alex, disponía de tiempo libre y conseguía varias fotos de la ciudad podrían llevarse una interesante prima. Silvertsone era una gran coleccionista de todo tipo de sitios interesantes de diferentes lugares del mundo y le ofreció ese pequeño extra a la pareja del periodista. Por último recalcó claramente a Walter -antes de marchar- que su primera parada una vez pisaran la capital debería ser buscar las oficinas portuarias, aunque con total libertad de acomodaros primero antes de empezar con el trabajo claro.

Pasastéis el control del aeropuerto con normalidad, la documentación, la tarjeta de embarque estaban en regla y las maletas facturadas por la propia empresa. Eso os sirvió para tener un camino más despejado hacía el avión. Tras unas horas, no excisavemente largas, por las ventanillas ya se podía apreciar los maravillosos Montes de Reikabik. Toda la ciudad se encontraba bajo un hermosa manta de nieve pura.

Un frío glaciar os recibío nada más bajar del avión. Ya en la zona de desembarco y recogida de equipajes encontrásteis a un hombre portando un cartel con el nombre de Walter bajo las siglas WCI.

Imagen externa a Comunidad Umbría

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06/05/2011, 21:55
Walter Ross

Tras pasar una noche agradable en una ciudad que tardaría en volver a verlos, Walter y Alex se dispusieron para el viaje. El viaje era largo pero habían dispuesto todo para su comodidad, así que no se hizo pesado. Además, el vistazo que Walter echó por la ventanilla cuando se acercaron a la ciudad le dijo que habían ido a un lugar fuera de lo corriente pero no por ello peor a lo que estaban acostumbrados. Más bien lo contrario, las vistas eran asombrosas.

Al salir del aeropuerto un joven les esperaba. Tenía que ser la persona de la que les habló Meredith, así que al verlo se acercó a él y se presentó.

-Buenos días, mi nombre es Walter Ross- le extendió la mano al mano al presentarse- Usted debe de ser... Erik, ¿no?

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09/05/2011, 20:54
Alex Arnold

La última noche en Boston quedaría en el recuerdo de Alex como una de las más intensas y románticas que había vivido con Walter, comparable a aquellas primeras que pasaron juntos, cuando la pasión de los primeros tiempos de noviazgo lo era todo.

La mañana fue ajetreada. Con las prisas de terminar de acomodar todo y partir a tiempo del aeropuerto apenas pudo dar lugar entre sus sentimientos a la pena o a la nostalgia. Un mundo nuevo los esperaba, había que embarcarse en la aventura.

El vuelo transcurrió sin inconvenientes. Tras unas horas que la ansiedad convirtió en muchas, arribaron al aeropuerto de Reikavik donde los aguardaba ese tal Erik mencionado por la señorita Silverstone.

-Y yo soy su esposa Alex... mucho gusto- dijo la muchacha tendiéndole la mano derecha a su vez. Ahora quedaba aguardar a las instrucciones que Erik tuviera para ellos, antes de poder buscar alojamiento y presentarse en las oficinas de la compañía.

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10/05/2011, 18:30
Erik

Un joven de apenas 28 años, que a leguas vista daba la imagen del típico islandés. Una cara tan común que sería imposible de encontrar entre una mulitud. Su pelo era de ese tono entre rubio y rojizo tan común en esas latitudes, los ojos azules, pequeños, como enternamente contráidos que le daban cierto aspecto de intelectual. El hombre no era demasiado alto, de complexión algo rolliza, y caminaba con un peculiar renqueo producto de tener una pierna ligermante más larga que la otra.

El joven hablaba con un inglés académico y un marcado acento.

-Hola. Soy Erik. Me encargaré de todos los trámites administrativos relacionados con sus visados para ahorrarles trabajo innecesario. Siganmé, le llevaré hasta su Hotel; Royal Weird. Os estrechó la mano, recogió una maleta que estaba apoyada y os indicó el camino a seguir.

Subistéis a un coche negro, que os daba la apariencia, de cualquier capo de la mafia, pero sin duda era agradable tener a un tipo como Erik que os guiara por la ciudad. A unos diez minutos del aeropuerto se encontraba el Roya Weird, un lujoso Hotel de cinco estrellas y algo aislado del resto de la ciudad.

http://img.viajescondestino.com/wp-content/uploads/2009/10/vincci.jpg

Erik detuvo el coche tras subir una pequeña pendiente helada, dónde era un regalo para la vista ya que tanto el monte Akrafjall  y el Monte Esja se podían apreciar completamente cubiertos por una manta de nieve. Bajó del coche:

Muy bien. Estaré por la ciudad para lo que necesiten. Meredith me informó recordarles que debéis de visitar las oficinas portuarias cuanto antes, ok? No duden en llamarme a este teléfono*. Puedo conseguiros casi cualquier cosa por aquí. Por primera vez en todo el tiempo Erik mostró una apacible sonrisa. Os ayudó a sacar el equipaje y en seguida volvió de nuevo al interior del coche dónde os dió un último consejo, asomando la cabeza por la ventanilla.

Esta noche va a venir una tormenta. Será mejor que le digáis al conserje que no se olvide de poner la calefacción. Estaréis sólos en el Hotel.-  Suelta una risilla entre dientes, arranca el coche de forma agresiva y baja por la misma pendiente por la que subistéis.

Notas de juego

* Teléfono: BR-1356

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14/05/2011, 20:12
Alex Arnold

Erik, a pesar de su tono frío propio de la gente de las islas, se comportaba de manera amable y realmente fue de mucha ayuda a la hora de partir del aeropuerto. No tener que pasar por el engorro de conseguir un taxi, sin saber si estaban siendo bien conducidos o no ya era algo impagable.

Con cortesía les fue dando charla durante el camino, mientras Alex observaba todo el paisaje. Blanco, puro blanco aquí, puro blanco allá. Seguramente iba a extrañar el sol de Boston, pero a pesar de la nieve, la fría belleza que emanaba el lugar la tenía fascinada.

-Es hermoso... en cuanto podamos tenemos que salir a recorrer la ciudad.

Llegaron al hotel enseguida, un lujoso cinco estrellas imponente. La chica nunca había estado en un lugar así con lo cual se maravilló. -Guau, es enorme... ¿y todo para nosotros? Vaya, sí que tenemos suerte- dijo sonriendo al tiempo que observaba la bella fachada antes de entrar. -Gracia Erik por todo. Y no te preocupes, iremos al puerto en cuanto dejemos las maletas, ¿verdad Walt? Ah, si no es mucha molestia, por favor pásanos de nuevo la dirección de las oficinas, que con el lío de las maletas no se si la tenemos agendada.

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15/05/2011, 01:47
Walter Ross

Islandia era algo desconocido para Walter, y era muy dispar a Boston. Sobre todo el frío y la nieve destacaban el lugar, pero eso lo hacía todo más entrañable, más bonito.

-Gracias, Erik- le dijo a su "guía particular", que había demostrado ser amable con ellos- te llamaremos si necesitamos algo. Te agradezco que nos hayas avisado de que le digamos al conserje que encienda la calefacción, se lo haremos saber.

Le echó un vistazo a lo que sería su hogar por un tiempo y le gustó lo que vio. Supuso que a Alex también le gustaría estar allí, y eso le hacía feliz.

-Iremos al puerto en cuando nos hayamos preparado, ha sido un placer conocerle- después de despedirse de Erik, le sonrió a su esposa y caminó hacia la casa- ¿sientes curiosidad por ver como es por dentro? Porque parece muy confortable.

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16/05/2011, 18:39
Director

Erik os entregó la dirección, aunque no estaba muy convencido de ello y prefirió que se lo preguntaráis al conserje para aseguraros.

El Hotel era como una fotaleza por fuera, con barrotes en las ventanas, murallas de piedra y tejado de pizarra. Dentro del patio amurallado podía verse un pequeño jardín y en el centro de éste un edificio alto como una torre adosada en la parte posterior. En lo alto de la torre, cuadrada, y rematada con un puntiagudo tejado de pizarra, podía verse unas enormes letras que indicaban el nombre del edificio junto a una estrella de hierro de nueve puntas. Un pequeño detalle de adorno. En el patio se notaba una inquietante soledad, como si en mucho tiempo no hubiera pisado nadie esa zona. Todo el jardín estaba cubierto por esa densa nieve que adueñaba el lugar.

El interior estaba muy bien amueblado teniendo en cuenta el mas mínimo detalle para ofrecer confort y un extremado lujo, a cada lado de la sala habían dos largas escaleras que subían a un piso superior. Justo enfrente dos largos sillones de valiosa madera oscura contenían finos cojines de seda, un hermoso escudo de armas en plata y oro resaltaba en la habitación sobre una calida y hogareña chimenea que contrastaba por su sencillez con el lujo del resto de la estancia. Parecía que era la zona de recepción.

Enseguida, el conserje, un señor mayor que se encontraba fregando el suelo ya os esperaba. Vestía ropas simples; un mono vaquero, junto con una camiseta blanca por debajo, sin olvidar esas típicas botas negras que completaban todo su vestuario profesional. Os hizo cruzar una puerta para dar lugar a la multitud de puertas que formaban el largo pasillo del piso superior.

Imagen externa a Comunidad Umbría

Se detuvo frente a una puerta que nada tenía que envidiar junto al resto de la decoración. Abrió la puerta doble y daba paso a una habitación lujosa que desprendía un olor agradable a frescor y a limpio. Hizo una reverencia. -Os avisaré para la cena. Y trataré de arreglar la calefacción lo antes posible. Espero que se encuentren cómodos-

Con su inseparable escoba se retiró por dónde habiáis venido, dejándoos el tiempo necesario para que pudierais desprenderos de vuestro equipaje y acomodaros en el interior de vuestra nueva habitación.

Habitacion Hotel Kasbah Azalay; Marruecos
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19/05/2011, 04:52
Alex Arnold

-Parece que hemos llegado en temporada baja- mientras Alex observaba la fachada del lugar, no pudo evitar fijarse en la falta de huellas que la impoluta nieve dejaba ver. Nieve que llevaba ahí demasiado tiempo. Acercándose a su esposo y tomándolo del brazo siguió adelante, pero los gruesos barrotes que protegían el lugar la inquietaron. ¿Para qué era necesaria tanta seguridad? ¿Era peligrosa aquella ciudad como para justificar tanto celo?

Sin tener tiempo a comentar nada, tomó el papel con la dirección, saludó a Erik y se adentró junto con Walter en el hotel.

Por dentro, la visión era más fascinante que en el interior. El lujo y el buen gusto abundaban por allí. Realmente se habían tomado muchas molestias por ellos dos.

Siguieron al conserje y llegaron a la habitación. Era hermosa, pero estaba fría, al igual que el resto del lugar. Evidentemente iban a necesitar la calefacción, pero eso en aquel momento no le importó. Tendremos que acurrucarnos más. Una sonrisa pícara adornó su rostro.

-Gracias señor...- Alex no recordaba haber oído el nombre del conserje. Para no ser descortés, se presentó. -Soy Alex y él es mi esposo Walter, aunque seguramente ya debe saberlo. ¿Podría darnos antes de retirarte la dirección del muelle hacia donde tenemos que ir? Erik nos la ha pasado pero nos dijo que la corroboremos con usted pues no estaba muy seguro de que estuviera bien.

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19/05/2011, 10:27
Walter Ross

Alex tenía razón, el sitio estaba algo vacío y demasiado protegido. Además, aquel lugar imponía un poco, con sus patios protegidos, torres y las letras en lo alto de ella junto con la estrella de 9 puntas. Y la soledad hacía el resto para que el hotel tuviera cierta atmósfera agobiante.

Pero Walter se dejó llevar, y siguió al conserge que les indicaba el hotel y la habitación que tendrían durante su estancia. Al menos el interior era más acogedor, y eso era algo de agradecer.

-Gracias- le dijo cuando el conserje les dijo que les prepararía la cena y les arreglaría la calefacción.

Pero dejó que fuera Alex la que hablara con él sobre los asuntos por los que estaban allí.

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20/05/2011, 18:58
Jack

Es un hombre agradable, de modales exquisitos y buen comportamiento. En lo que lleva de vida parece haber visto a cientos de personas, por lo que se le ve que es un profundo conocedor del alma humana. Os guía hacia tu cuarto explicándo cada detalle de los numerosos cuadros que se ven por el pasillo; la mayoría de personajes de historia, como Cristobal Colón, el primer Presidente de los E.E.U.U, o incluso un retrato de Adolf Hitler. Parece una persona que ama el arte, la música clásica y la buena cocina. Ésto último seguro que no tardarás en comprobarlo.

-Erik, Erik... siempre trata de asustar a nuestros huéspedes. Está cojo ¿saben? Apareció ante la puerta medio devorado por los coyotes, hace un par de años. Tuvo suerte de llegar vivo... Desde entonces sólo trabajamos para la WCI, nadie quiere venir aquí a pasar el invierno. Dice como no dando demasiada importancia al asunto. Oh, ¿van  a marcharse ya? Pónganse cómodos y les dejaré apuntada la dirección en recepción. Pueden llamarme Jack. Sonríe, siempre con la mirada fija en tus ojos cuando habla, hasta que carraspea.

¿Quieren que le ayude con su equipaje?-

Notas de juego

Ya me diréis si queréis ir ahora a las oficinas, después de cenar o incluso mañana tras pasar la primera noche en el Hotel. Se me olvidó apuntaros que vuestra habitación también tiene una televisión modera y un teléfono.

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22/05/2011, 02:03
Alex Arnold

-Muchas gracias por la hospitalidad Jack. Ahora nos acomodaremos y veremos si salimos inmediatamente o luego- Alex miró a su marido como esperando confirmación. Las órdenes de Meredith habían sido reportarse en las oficinas inmediatamente. Sin embargo, la jornada de viaje había resultado agotadora con lo cual ella sólo quería comer algo y acostarse a dormir.

-¿Sabe Jack? Me encantaría conocer la cocina y conversar con el chef a cargo en algún momento. Yo también me dedico a eso y como vamos a pasar una temporada aquí, seguramente mientras Walter realiza las tareas que le han encomendado, yo podría perfeccionarme en vuestra cocina. Bien, nos vemos más tarde.

Con una sonrisa, se despidió del conserje y cerró la puerta tras de sí cuando este se hubo marchado. Luego fue hasta la cama, se sentó a los pies de la cama para luego tumbarse de espaldas, con los pies apoyados en el piso.

-Ya estamos aquí cariño. ¿Qué hacemos ahora? ¿Vamos a ver las oficinas de la WCI o lo dejamos para mañana?- después de todo, él tendría que tomar la decisión ya que era oficialmente el empleado por aquella multinacional.

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22/05/2011, 17:16
Walter Ross

Walter se había acomodado, y le daba pereza salir de ese sitio sabiendo que pronto había una tormenta y después del largo viaje. Pero era algo que no quería dejar apartada.

-Meredith y Erik dijeron que corría prisa el ir a las oficinas portuarias. Creo que no debemos dejarlo- pero vio que su mujer tenía ganas de quedarse allí para conocer más a fondo la cocina y a los que trabajaban en ella- podría ir yo solo si quieres mientras confraternizas con el chef, ¿qué opinas? Así los dos aprovechamos el tiempo, y yo intentaría darme prisa para cenar luego.

Presta luego su atención en el conserje y asiente cuando se ofrece a ayudarle con el equipaje.

-Gracias, Jack, se lo agradecería mucho- Normalmente es demasiado orgulloso para molestar a otra persona con esas nimiedades que podría hacer él. Pero si quería salir antes de la cena tenía que darse prisa, y cuanta más ayuda recibiera para terminar antes, mejor.

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25/05/2011, 18:37
Alex Arnold

Alex sopesó las palabras de su esposo y le parecieron adecuadas. No era necesario que ella se presentara en las oficinas de la WCI, ni tampoco quería hacer sentir a su esposo que ella actuaba como un perrito faldero, así que aceptó su sugerencia.

-Me parece fantástico. Vamos a precisar un vehículo para movernos aquí, fíjate si en las oficinas estas te pueden facilitar uno. Mientras vas a resolver el tema de las presentaciones y supongo que te dan los detalles correspondientes para el trabajo, yo me quedo aquí acomodando nuestra ropa y luego tal vez me acerque a las cocinas del lugar. No habiendo otros huéspedes más que nosotros no creo que estén muy liados.

La mujer se acercó a su esposo y le dio un cariñoso beso antes de despedirlo. -Ve tranquilo, no tomes frío... ay, ya parezco tu madre- la risa surgió involuntaria. -Y no te demores demasiado que tengo ganas de dormir temprano esta noche- le guió un ojo y lo acompaño hasta la puerta de la habitación antes de volverse y ponerse con las tareas que tenía pensadas.

Notas de juego

Perdonen chicos, pero entre el trabajo y que aquí comienzan las épocas de resfríos, gripes y demás, he pasado poco por las partidas.

Aquí voy de nuevo!

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26/05/2011, 18:56
Jack

No querías quedar mal en tu primer día de trabajo, así tras una breve conversación con tu  esposa cogiste algo de ropa de abrigo y  salistes del hotel en dirección hacia la oficinas del puerto. El conserje te facilitó la dirección, y además te tendió las llaves de una camioneta vieja, perfecta para conducir por la nieve o por carreteras mojadas. Te indicó con facilidad donde se encontraban, quedaban a menos de diez minutos del Royal Weird. El guardián del hotel se despidió en la misma puerta.

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Tras unos minutos conduciendo, llegastes al puerto donde el horizonte avisaba de una inminete y poderosa tormenta. Al salir del coche, notaste una gran brisa marina en la cara. A unos metros quedaban los muelles, dónde varios pescadores trabajaban con sus barcos y con sus redes para preparar la pesca de la mañana. Luego había dos más tomandose una taza de algún liquido para romper el sueño, sentados sobre unos botes de madera.

Sus voces sonaban en voz queda desde tu posición, mientras te dirigías hacia la entrada.

Las oficinas estaban aborrotadas de trabajo. Un par de secretarias allá presentes, no dejaban de teclear con sus máquinas de escribir y ordenando numerosos papeles en una torre. Te daba la impresión de que poco te podián ayudar con tanto trabajo. Pero, ya que estabas allí, no ibas a perder nada preguntando y por lo menos harías acto de presencia.

Notas de juego

Son las 21:00 horas.

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26/05/2011, 19:07
Director

Walter se marchó. Todo iba a salir bien, no tendría porque haber problemas en su primer día de trabajo. Al conserje le gustó eso de que te encantaría conocer la cocina del hotel, pues él también era un amante de la cocina, entre otras cosas. Finalmente te dijo que tenía algo de trabajo que hacer y que en seguida te atendería.

Pensaste en darte un baño, seguro que eso te ayudaría a no ponerte nerviosa mientras sabías que Walter iba a estar fuera durante un tiempo. Aunque antes del merecido descanso, decidiste deshacer las maletas a velocidad de cualquier profesional, dejando las cosas del baño en el aseo, y algo de ropa en el armario.

La habitación era amplia, con una pequeña balconada que daba a lo que debío de ser un precioso jardín con una fuente y enormes árboles que hacían que no se pudiera ver demasiado bien lo que ocultaba. Todo estaba cubierto de aquella maravillosa nieve.

Apenas te habías quitado las botas cuando llamaron a la puerta.

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27/05/2011, 03:30
Alex Arnold
Sólo para el director

Tras la partida de Walter y una minuciosa inspección a la habitación (notando que la bañera del cuarto de baño era enorme y acogedora), Alex desarmó las maletas a toda velocidad, pensando en lo bien que le sentarían unos treinta minutos en el agua sin pensar en nada más. Mientras iba y venía distribuyendo la ropa, el calzado, los enseres de perfumería y todo lo que habían traído de los Estados Unidos, la muchahca volvió a pensar en el giro que la vida había tomado en las últimas veinticuatro horas. Ya no recordaba nada de aquella horrible pesadilla que había tenido el día anterior, mientras en la ciudad caía una lluvia lenta pero incesante. Al parecer, las emociones y la oportunidad de comenzar de nuevo eran los alicientes necesarios para quitar de su cabeza cualquier otra preocupación.

Terminó de ordenar y comenzó a llenar la bañera. Mientras esta se llenaba de agua, se asomó por la ventana y pudo ver una hermosa terraza con una fuente y árboles por doquier, cubiertos por un suave y bello manto de nieve. Blanco. Todo allí era blanco. Como nubes en un cielo azul, como las alas de un ángel.

Soñando despierta, Alex comenzó a quitarse las botas para dirigirse al cuarto de baño cuando golpearon la puerta. Mmmm, que raro... ¿será que Jack viene a buscarme para ver las cocinas? Buf, me encantaría conocerlas, pero el momento es el más inoportuno.

Cerró la canilla de la bañera y se acercó a la puerta del cuarto.

-¿Sí? ¿Quién es?

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30/05/2011, 01:33
Walter Ross

Las secretarias parecían ocupadas, y eso que ya era tarde. Pero eso podía ser algo bueno para él, porque quería zanjar el asunto pronto y si ellos estaban atareados no perderían mucho tiempo con él.

-Buenas noches- dijo acercándose a una de las secretarias- me llamo Walter Ross. Trabajo para Meredith Silverstone, de las oficinas de Estados Unidos. Me dijo que me presentara aquí en cuanto tuviera un hueco, estoy investigando algo para ella- no dio demasiados detalles, pues no sabía si ellas sabrían demasiado de ese tema- ¿les han avisado de que yo vendría? ¿Tienen ago para mí?

- Tiradas (1)

Notas de juego

Máster: Hazme una tirada de buscar Walter. La puedes hacer en este mismo post. Si no te deja o lo que sea porque no lo puedes editar, lanza la tirada en otro post nuevo. Según el resultado te contestaré una cosa u otra. Adelante y suerte.

Tirada hecha.

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30/05/2011, 12:45
Jack

Detrás de la puerta se escucha a un hombre carraspear antes de ponerse a hablar. Es entonces cuando reconoces la voz del conserje:

-Srta. Alex, soy yo. No sé si le aviso en buen momento, pero quería indicarle que su marido acaba de irse a las oficinas del puerto. Le he dejado una camioneta y le he facilitado la dirección, así que puede estar tranquila...

No ves los gestos del hombre, puesto que aún no has abierto la puerta pero deduces que debe de estar cargado con diferentes utensilios u objetos de limpieza por el sonido que percibes.

Oh... casi se me olvidaba. También soy un amante de la buena cocina, y me temo que la cocina está tan solitaria como el resto del Hotel. Así que yo soy el único cheff del lugar. Pero no se preocupe, podemos improvisar en la cocina cuando Vd. quiera...

El hombre parece quedarse tras la puerta, espectante por escuchar que tienes que decirle.

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31/05/2011, 00:22
Director

Las dos secretarias en seguida asienten y te señala tras su espalda donde hay un par de ordenadores, uno de ellos apagado y el otro muestra una clara pantalla donde se aprecia un carguero con el nombre Oddissey. Te han dejado libertad para investigar. Te encargas de navegar por el último dossier, buscando cualquier dato importante.

La última entrada del dossier indica que el barco atracó el 20 de Septiembre a las 8:15 de la mañana en el muelle número 7 durante un periodo de 11 horas para rebasticimiento de combustible y alimento. En ese mismo dossier, y tras una larga búsqueda por diferentes fotos y datos sobre el carguero, hay anexado un detallado documento donde se indica como incidencia el desembarco de un cádaver de a bordo. Ésto último te ha llamado bastante la atención.

Una de las secretarias, que parece que puede tomarse un merecido descanso, se levanta y va hacia la máquina expendedora. Dónde saca cualquier cosa de chocolate.

-¿Va todo bien señor?- Se interesa mientras desenvuelve su dulce aperitivo y toma asiento de nuevo.