Partida Rol por web

El Oddissey: Terror en la nieve

Alex y Walter: La Isla de Hielo y Fuego

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01/06/2011, 04:12
Alex Arnold
Sólo para el director

Al ver que se trataba del conserje Alex se relajó. Sobre todo por las noticias que traía. Resignando unos minutos más su relajante baño, la muchacha abrió la puerta para saludar a Jack. No le parecía cortés que, después de las molestias que se había tomado para ayudarlos, ella le diera la espalda.

-Gracias Jack, no sabe cuanto me alegra que le diera una mano a Walter. Y no dude que luego de descansar un rato me de una vuelta por la cocina. Si no es molestia, quisiera ayudarlo con la cena, así de paso, podemos conversar un poco y me puede contar más cosas de esta bonita ciudad.

Con la puerta abierta pero sin moverse de allí, la chica Arnold intercambió frases de cortesía con el encargado del lugar sin invitarlo a pasar al cuarto. Aunque el conserje parecía una persona honesta y amigable, ahora ella sólo tenía cabeza para la bañera que acababa de llenarse unos instantes antes.

Espero que no me entretenga demasiado. Odiaría tener que volver a llenar la bañera porque el agua se ha enfríado.

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01/06/2011, 18:14
Walter Ross

Repasa el expediente, esperando encontrar algo de utilidad  sin muchas esperanzas. Sin embargo, al final encuentra algo que no se esperaba, algo de lo que no le habían hablado. Ya supuso hace tiempo que le ocultaban algo, pero no un cadáver.

-Sí, hola buenas noches- dijo cuando la secretaria le saca de su ensimismamiento.- Me han enviado aquí para intentar averiguar el paradero de un navío. Revisando las notas me he encontrado con ésto- señaló los datos y fotos que indicaban el hallazgo de un cuerpo- Pero apenas añade nada más. ¿Qué es lo que pasó exactamente? ¿como aparece un difunto en un barco? Y otra cosa que me choca es, ¿volvió a partir el barco después de que encontraran un muerto?

No sabía si la secretaria conocía más detalles que él, pero con alguien tenía que vaciar su frustación. Y con suerte, sabría algo del asunto.

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01/06/2011, 19:07
Jack

El conserje permanece con una manzana bien verdosa entre sus manos y con la ayuda de un cuchillo va cortando grandes trozos sin apartar la piel. Va comiendo la manzana mientras te mira de una forma un tanto inquietante cuando abres la puerta. Hasta que al final, parece reaccionar tras haberte estudiado como quince incómodos segundos. -Será un placer tener su compañía en la cocina. Con una voz afable y un tono de educación muy cortés te comunica lo que tenía pensado hacer de cena para sus únicoos huéspedes; Ensalada de brotes y ave, y de segundo terina de pollo y jamón, acompañado de un excelente vino.

Espero que sea de su agrado. Mañana podré indicarle a Erik que baje al pueblo a comprar algo más... apropiado a su gusto Srta. No pretendo robarle más de su tiempo, puede... puede ir a descansar. En cuanto haya terminado... puede ir a buscarme. Hace un gesto que no significa nada mientras señala con el pulgar por detrás de su hombro.

Seguramente me encontrará en recepción.- Con una amplia sonrisa, vuelve a cortar un nuevo trozo de la fruta que sostiene sus manos y se aleja, en dirección a recepción, tarareando una de sus canciones favoritas, que por lo menos será de cuano él era joven.

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01/06/2011, 19:21
Director

La mujer no parece muy puesta en el tema, aunque evidentemente algo ha de conocer y más un caso tan misterioso como ese. Antes de responder digamos que necesita su espacio para hincar el diente a la chocolatina. Sonríe medio pícara al ver a un hombre tan atractivo. Seguidamente vuelve a levantarse, acercándose a la pantalla del ordenador por si, ahora sí, puede ayudarte en algo. -Siento lo de antes. Pero estaba de trabajo hasta arriba... Creo que eres el de la WCI, ¿no? Vuelve a centrarse en la pantalla, al comprobar que lo que muestra es el cuerpo de un difunto no se sorprende en absoluto, puesto que su encargo es conocer cualquier detalle que pase en el puerto y seguro que se enteró de la noticia del muerto.

No tenemos información de ese cuerpo en los archivos. Pero si puedo indicarle que si se da prisa puede hablar con el capitán. Las funciones de recoger  y encargarse del cuerpo del difunto recaen directamente sobre la jurisprudencia de la Capítania General del Puerto.

Siento no serle de más ayuda...-

Por si las dudas la mujer te indica que el capitán se encuentra en un edificio cercano a las mismas oficinas. Nada más salir, a la derecha y a unos veinte metros deberían encontrarse Wilhelm -el capitán-.

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03/06/2011, 19:19
Walter Ross

-Gracias, creo que iré a ver al Capitán.

Walter se despidió de la secretaria y salió a paso ligero para ver si daba con él antes de que se fuera. Lamentó tardar más de lo esperado en el asunto, y hacer esperar a Alex. Pero le habían ocultado el tema del cadáver y quería saber por qué. Además, no quería demorar la investigación mucho tiempo y ya que estaba aquí aprovecharía el viaje.

Notas de juego

Pues eso, voy a su despacho a ver si está allí aún.

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06/06/2011, 12:29
Director

Las indicaciones de las secretarias te llevaron hacia un edificio amplio de una sola planta de construcción atingua y paredes pintadas en un depresivo color verde militar situado en la zona sur del puerto, una zona destinada a usos militares en las que había ancladas algunas fragatas del reducido ejército islandés. El oficial al mando era el Capitán Wilhelm Lûm, el cual se encontraba saliendo de unas de las fragatas.

El capitán, un hombre de carácter igual de acerado que lo eran sus facciones. El cabello, blanco, corto al estilo clásico militar coronaba una amplísima frente que contrastaba fuertemente con su diminuto y desapercibido mentón gracias a su ancha barba. Una pequeña cicatriz, producto de algún tipo de quemadura, producida largo tiempo atrás, se podía observar en su mejilla izquierda, cercana a la parte de la nariz.

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06/06/2011, 12:31
Capitán Wilhelm

El Capitán sale de una de las fragatas y amarra el buque en el pantalán. Se da cuenta de tu presencia, y sin ni siquiera darse la vuelta escuchas con un marcado acento.

-Marchese. Es un poco tarde para dar un paseo por el puerto.-

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06/06/2011, 17:27
Alex Arnold
Sólo para el director

La amable sonrisa con que Alex recibió al conserje se fue borrando gradualmente mientras este la escrutaba de arriba abajo sin decir palabra, logrando que la muchacha comenzara a ponerse incómoda. No debí haber abierto la puerta. El estar sola en la habitación, con Walter lejos le hizo cobrar conciencia de que apenas conocía al encargado, que si el hombre quería, la tendría a su merced.

Cada vez más inquieta estaba a punto de cerrar la puerta cuando por fin Jack comenzó a hablar de nuevo.

-Oh, la comida será perfecta, no lo dudo- respondió con incomodidad. -Si no me demoro mucho bajaré a ayudarlo, aunque hoy no le prometo nada- el entusiasmo por su verdadera pasión había decaído hasta el piso ante la actitud intimidante del conserje. -Es que estoy muy cansada... tal vez me haga una siesta- sonrió incómodamente. -Pero no dude que en lo que permanezcamos en el hotel, me verá seguido por ahí. Gracias por todo nuevamente. Ahora si me disculpa... Nos vemos luego- Alex se apresuró a despedirse y cerrar la puerta. No quería permanecer un segundo más con ese hombre a solas. Quería encontrarse tras la seguridad de la puerta cerrada con llave. Quería meterse en el baño y dejar que el agua caliente la relajara y le hiciera olvidar sus miedos. Sin saber bien por qué, la pesadilla del día anterior regresó a ella. Un potente escalofrío la recorrió. Asustada, puso el cerrojo en el cuarto de baño también antes de por fin, entrar en la bañera e intentar relajarse.

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06/06/2011, 22:46
Walter Ross

El capitán parecía algo rudo, de la vieja escuela. Pero él no perdió su aptitud cordial y se presentó formalmente.

-Disculpe- dijo Walter seguro de que Wilhelm no sabía qué hacía allí- Vengo de parte de las oficinas del WCI, mi nombre es Walter Ross y me han pedido que investigue la desaparición de un carguero. Sé que es algo tarde, pero hay unos detalles del informe que me han llamado la atención y que querría tratar con usted.

Esperó la reacción del capitán. No quería atosigarle a preguntas antes de que se mostrara más receptivo para no cabrearle. Quizá es del tipo de personas al que no le gusta responder preguntas, y él quería llevar la situación con calma.

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07/06/2011, 18:23
Capitán Wilhelm

El hombre termina de atracar el buque y da media vuelta para ver a al hombre que se le ha presentado. Ve una muchacha joven, y con una buena educación.

Su voz al menos no está tan quemada como la de cualquier otro capitán que bebe alcohol barato todas las noches para que se hagan algo más amenas. Su figura es esbelta, muy elegante y airoso. Coloca ambas manos por detrás de la espalda. -Soy la persona que está buscando. Hoy tengo que pasarme aquí toda la noche, así que dese prisa en decidme que han venido hacer aquí si no es para dar un paseo.

Se muestra con un carácter reminiscente, cómo si no reconociera o recordara si tenía alguna visita a esas horas. Separa una de sus manos de la espalda y con la misma señala hacia delante, donde se encuentra el edificio de aspecto militar. Por todos los calamares gigantes. Esos de la WCI... ya era hora de que se pusieran en marcha con la investigación. La semana pasada recibimos una llamada desde la central de su empresa señorito Walter. Al parecer se metieron entre medio cuando mis hombres estaban a punto de investigar el navío. Mi tripulación habló con el Capitán del Odissey y éste les dió permiso para hacerlo...

Hace una pausa y abre la puerta que da al interior del edificio. Las lámparas que penden de las paredes iluminan agradablemente el lugar cuando le da al interruptor de la luz. El portal es amplio y está pintado de un agradable tono anaranjado. El suelo es de mármol castaño.

Puesto que su empresa ha sido la que ha interrumpido la investigación, recae bajo su responsabilidad. Nosotros ya hemos olvidado ese barco. Lo siento, no puedo serviros de gran ayuda... ¿Quiere tomar algo caliente?-

Al instante deduces que ese hombre sabe algo más de lo que dice en cuánto hace un gesto de invitación indicando que cruces el umbral. Quizá el sonido del dinero le haga recordar alguna cosa más.

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10/06/2011, 17:47
Director

Cerraste la puerta y te sentiste algo desprotegida al no tener los brazos de tu esposo cerca. La visita del guardián del Hotel te había hecho sentirte algo incómoda, y además el hecho de que tuviera una navaja entre sus manos y se llamara Jack no ayduda a mejorar tu visión hacia él. En cualquier caso, decidiste no darle más vueltas al asunto sobre aquel hombre, a fin de cuentas no parecía un mala persona, aunque sí algo inquietante.

Los pestillos fueron la herramienta que te hicieron sentir más segura. Ya más relajada metiste tu cuerpo en la bañera, el agua estaba tan perfecta que incluso decidiste colacarte una toalla a modo de almohada detrás del cuello. No sabías cuanto tiempo había pasado, pero la espuma del jabón ya había quedado completamente dispersada por el agua, haciendo que ésta quedara casi transparente y tibia. Con los ojos completamente abiertos, miraste hacia ambos lados y no te costó recordar donde te encontrabas.

Cuando te disponías a salir del agua, escuchaste un susurro siseante que silbaba tu nombre. La voz que enunciaba tu nombre parecía provenir de una niña, no más de doce años de edad:

Alex

...

Alex

...

Al escuchar aquel espeluznante sonido, que provenía de casi todas direcciones, deseaste más que nunca que Walt. se encontrara a tu lado. Aunque sentías pánico, era como si aquella voz quisiera mostrarte algo.

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10/06/2011, 23:31
Walter Ross

Iba a costarle sacarle información, aunque diera la impresión de que solo quisiera algo de dinero para estimular sus viejas y posiblemente ebrias neuronas.

-No, gracias- dijo ante el ofrecimiento que le hizo- Y tiene razón en algo, la WCI parece ser de esas que consigue lo que quiere. Pero la verdad es que me han contratado solo para ésto, y no había trabajado nunca para ellos, así que soy imparcial. Solo acepté el caso por que necesito el dinero, como usted, supongo.

Deslicé un billete sobre la mesa, sabiendo que es lo que quería el capitán.

-Dado que soy nuevo, creo que podría compartir conmigo la experiencia. Todo lo que recuerde. Ya sabe, como es que encontraron un cadáver en el barco, de quien se trataba y como demonios consiguió ese barco volver al mar después de un incidente así.

Notas de juego

La verdad es que no sé si tengo dinero de Islandia (corona islandesa, creo que se llame). Si no, tendré que darle dólares, con el riesgo de que me mande a la porra xDD

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13/06/2011, 12:26
Capitán Wilhelm

Tras un diminuto hall de entrada, a mano izquierda se encuentra varias estanterías con poderosas figuritas decorativas de la segunda guerra mundial. Al lado hay una especie de vinoteca, pero que en su lugar hay distintos licores de todo tipo, especialmente agua ardiente. Los muebles son de madera verdosa y algo polvorientos por encima. A la derecha se encuentra un gran mueble marrón con una televisión antigua y una mesa baja que sirve para apoyar los pies principalmente. Unas escaleras al fondo conducen hacia el piso superior.

El capitán rellena un vaso de un licor de color marrón claro que desprende un olor a almendras, pero no demasiada cantidad. A continuación hace un gesto como indicándote que tomes asiento. Se espera a que te sientes mientras sostiene al copa entre sus manos y se sienta en su inseparable mecedora.

Termina de escucharte. -No se preocupe. Uno ya se va haciendo viejo hehehe... Pero me ha caído bien jóven pescador.. Levanta su propia copa y apura el licor mientras chirria un poco con sus dientes por el alto contenido en alcohol.

Imagino que el cuerpo forense ya habrá comunicado a su familia la tragedia. Niega con la cabeza con un gesto insignificante como si no le importara lo más mínimo entrar en detalles sobre ese asunto. Sobre familiares y sobre tragedias que no vienen al caso. El cuerpo que encontraron en el Oddissey fué atacado por un tiburón, o eso tengo entendido. Esos seres acuáticos suelen acostumbrarse tanto a aguas calientes como frías... Pero no quiero aburrirle con mis historias de viejo capitán de mar. El cadáver del marinero finlandés todavía se encuentra en uno de los morgues de la ciudad a la espera de recibir la orden de ser repatriado a su país. Puede ir al depósito Frederick Raynal. Ésta es la dirección. Deja de retreparse sobre su mecedora y agarra una pluma del bolsillo de su chaqueta donde apunta una dirección. Tiende el papel.

Y Sr. Ross Dice mirando el billete que habías deslizado sobre la mesa. Guardesé su dinero. La fama se gana o se pierde de manera casi repentina y quién sabe, puede hacerse muy famoso y ganar mucho dinero cuando termine todo esto. Ahora vayasé y tenga cuidado.-

Notas de juego

xDD

Tienes dólares americanos. Pero son bien aceptados aquí. -en Reikabik-

Y sí, se llaman coronas a la moneda islandesa ;)

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13/06/2011, 15:10
Alex Arnold

Le tomó un buen rato a la muchacha deshacerse de la inquietud que el conserje había sembrado en ella. Sin saber como, su mente la había llevado a recordar la película El resplandor, una que ella y Walt habían visto hacía un par de años y que, tanto les había gustado, que hasta se habían comprado el libro. En aquel entonces, Alex había sentido miedo, pero ese miedo excitante de saberse a salvo en el sofá de su casa, mientras su cuerpo descargaba adrenalina a raudales siguiendo la historia que presenciaba.

Sin embargo ahora, esa sensación ya no era placentera. Sus pensamientos eran capaces de encontrar una conexión cuasi perfecta entre la situación de la historia con el lugar donde se encontraba actualmente. La soledad, la nieve, hasta el nombre del encargado... todo encajaba. -¡Déjate de tonterías mujer!- escuchar el sonido de su voz la tranquilizó. Como siempre que despertaba luego de una pesadilla, el paso más difícil era romper con el estatismo que el miedo provocaba, pero una vez salvado el inconveniente, poco a poco la calma volvía a su ser.

Se sumergió al completo en el agua, apoyó la cabeza sobre su almohada improvisada y se dejó ir. Al principio los pensamientos giraron en torno a su matrimonio, a las esperanzas que habían puesto en esta nueva oportunidad, a lo que le deparaba el futuro. De a poco, estos pensamientos se fueron diluyendo, como acuarelas en el agua, a tal punto, que sin poder precisar el momento exacto, su cabeza quedó en blanco, totalmente relajada, casi como si durmiera.

Al rato volvió en sí. El agua estaba tibia, la espuma era solo un recuerdo que difractaba la luz en una cascada multicolor en la superficie. Sin prisas, quitándose la modorra, se levantó buscando con la vista la bata para secar su cuerpo, pero no llegó a salir de la bañera. Alguien la estaba llamando.

Su primera reacción fue cubrir su cuerpo nuevamente con el agua. Volvió a meterse hasta el cuello, con las piernas recogidas contra el pecho. La voz seguía allí, alguien la llamaba, una niña... ¿Que está pasando aquí? Walter, ¿dónde estás amor? Debo romper el miedo, debo salir de acá. Con premura se levantó de la bañera y tomó la bata. La voz seguía resonando, ella no estaba segura si en la habitación o en su cabeza, pero no pensaba dejarse dominar por la incertidumbre. Fuera lo que fuera, iba a seguirla.

-Quien eres? donde estás?- Mirando hacia todos lados, se dispuso a hallar el origen de esa voz.

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14/06/2011, 18:51
Director

Todo indicaba que aquella siseante voz pululaba por el pasillo...

Nada más saliste de la habitación, a tu derecha quedaba el hall de recepción, separado por aquellas dos largas escaleras que daban acceso al pasillo. El suelo y las paredes estaban totalmente exentos de la rica ornamentación que habiáis encontrado en la planta noble y mostraban una superficie lisa y grisácea. Unos ronquidos sonoros te advirtieron de que probablemente el conserje se encontraba dormido en la planta baja, tumbado sobre cualquier sofá.

El pasillo se extendía hacia el sur pero no tenía más iluminación que la que brindaban aquellas viejas luces, que si te ponías a contarlas, la vista no llegaba ni siquiera alcanzarlas todas. La oscuridad era casi total unos metros más adelante. La tenue luz sólo alcanzaba para distinguir las puertas cerradas, situadas a cada uno de los lados y seperadas por apenas un par de metros de distancia.

Más adelante, aún en línea recta, se encontraba una zona un poco más iluminada. Telarañas se extendían a placer en las paredes y le sucedía una ligera cubierta de líquenes que finalizaban a la altura del techo, era evidente que aquella zona necesitaba mano de obra. Más allá no parecía que hubiera nada, aunque una puerta más grande que el resto de habitaciones quedaba empotrada al final del pasillo, cerrada.

Por las paredes algo te llamó la atención. Habían varios cuadros colgados, la mayoría de ellos, se encontraban desgastados y destintados por culpa de la húmedad. No obstante, había uno; una especie de conde de piel oscura y de traje beis, con las manos apoyadas en un bastón lleno de riquezas decorativas. Su similitud era casi calcada a la de aquel cartero de piel oscura que os entregó la carta en vuestro domicilio.

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15/06/2011, 20:26
Alex Arnold
Sólo para el director

Alex, arrebujada en su bata, con el cabello aún húmedo y sin peinar, se asomó al pasillo ya que la voz parecía provenir de allí. -Niña... ¿donde estás?- susurró apenas se asomó. La inquietud comenzaba a apoderarse de sus nervios. Observó hacia ambos lados sin encontrar a nadie. De la recepción provenían ronquidos... seguramente Jack se estaba echando una siesta. Así que cualquier posibilidad de que, quien fuera que la había llamado, hubiera sido visto por él quedaba descartada.

Sin saber por qué, la mirada de la chica se dirigió hacia el otro lado. Allí el panorama era distinto. Era como si a medida que el pasillo avanzaba, el hotel se fuera transformando en otro distinto.

Cuando llegaron allí unas horas antes, ella estaba maravillada por la decoración y el esmero en la imagen que proyectaba el lugar. Pero al mirar hacia ese otro lado, todo ese buen gusto y dedicación parecían haber caído en el olvido. Las paredes estaban sucias, manchadas por la humedad. Las telas de araña abundaban pro doquier. Al parecer, el viejo Jack no mantenía más que los primeros metros de aquel interminable corredor lleno de puertas.

Sin embargo, a pesar de la escasa iluminación y la sucesión de puertas, una detrás de otra, el pasillo sí tenía fin. Una gran puerta, diferente a las demás, imponente aunque gastada como todo en aquel sector, remataba el corredor.

¿Donde estás? ¿Será que me lo he imaginado?. Alexandra estaba a punto de dar media vuelta y regresar a su habitación cuando algo más llamó la atención.

Ese cuadro... juraría que yo conozco a ese hombre... ¿quién puede ser? Sus pies descalzos comenzaban a sentir el frío de las baldosas. Su piel comenzaba a erizarse pues la temperatura, aunque agradable, distaba de ser la adecuada para llevar puesta una simple bata. Cogeré un resfriado si continúo acá... pero tengo que saberlo. Esa voz... y ese cuadro... ¡lo tengo! Juraría que ese tipo es el mismo que nos llevó la carta pero... ¿cómo? ¿cómo es esto posible? Demasiadas preguntas se arremolinaban en su cabeza. El sentido común la impulsaba a volver a la habitación, olvidarse de todo, atribuirlo al cansancio del viaje. Pero la curiosidad pudo más.

Apenas una mirada y me vuelvo. Que además Walter debe estar por llegar. Envolviéndose aún más en su escasa vestimenta, de puntitas de pie para evitar el frío contacto con el suelo, Alex se encaminó a toda velocidad hasta el cuadro. Tenía que verlo de cerca. Iba a comprobar si realmente ese era el cartero o su mente le estaba jugando una mala pasada.

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15/06/2011, 23:19
Walter Ross

El capitán decide colaborar, incluso le devuelve su billete. Dice que el cadáver fue víctima de un ataque de tiburón. Eso explica como el barco pudo zarpar, lo catalogarían como un accidente. Aunque no explica por qué se lo ocultaron y como alguien fue devorado por los tiburones mientras estaba en un carguero seguro. Así que tendría que averiguarlo.

Se demoraba más de lo que quería, y sabía que su mujer se preocuparía si no le decía nada. Esperaba que el Capitán pudiera ayudarle en este asunto.

-Antes de irme, ¿podría pedirle un favor? Mi mujer me espera en el hotel y voy a tardar un rato. Seguro que sabe como son las mujeres, y lo preocupadas que se ponen si tardamos más de la cuenta. ¿Me prestaría su teléfono para decirle que tardaré más de lo previsto?

 

Notas de juego

Espero que ahora no vuelva a desaparecer la edición.

P.D: Perdona la espera.

Máster: No hay móviles en esa época Walter :p Pero quizá el Capitán tenga teléfono y puedas hacer una llamada al Hotel.

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16/06/2011, 18:43
Director

Antes de que pudieras comprobar más detalles de aquel cuadro, incluso de comprobar si por alguna casualidad escondía una de esas cajas fuertes donde los antiguos reyes escondían sus joyas o sus testamentos. Pero lo que te quedó claro es que aquel hombre era calcado al cartero, si es que no era él. Un sonido estrepitoso, que se le parecía alguna especie de cacharro de cocina se escuchó muy cercano. Provenía de alguna de las puertas de alrededor.

Tras ello, le acompañó el sinuoso romper de una carcajada de una niña muy joven. Sin duda era algo tan insólito que ponía los pelos de punta. Pero... ¿quién iba a estar allí? Todo podía tratarse del cansancio del viaje, aunque eso más bien era una completa estúpidez que no ayudaba a nada. Allí había algo o alguien. Quizá algún pájaro, algún roedor que decidió hacer alguna travesura. No obstante, no se veía a nadie, y la vuelta a tu habitación quedaba como a millas de distancia tras comprobar que en aquella parte del pasillo sólo había una mancha de oscuridad. Una sensación fría que te recorría hasta la nuca, lo que te hacía mirar con rapidez hacia atrás, pero no había nada. Nunca parecía haber nada.

Cuando aquel sonido metálico finalizó, la doble puerta que daba al final del pasillo hizo un silencioso click, quedándose minimamente entreabierta. Sin duda alguien te estaba invitando a pasar.

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16/06/2011, 19:21
Alex Arnold
Sólo para el director

-Lo sabía- con temor contenido Alex susurró aquellas  palabras. Se había acercado lo suficiente al cuadro para verlo en detelle y ahora no tenía dudas de que se trataba de aquel mensajero que había llevado la carta a su esposo la noche anterior. La noche anterior... que lejana parece ahora. Lo que no entiendo... ¿por qué ese tipo emplearía su tiempo de recadero? ¿O será acaso que esta pintura es una mera representación? De todas maneras es muy raro que el tío este que actuó de recadero en Boston, estuviera retratado en una pintura aquí en Reikavik. Mmm, ahora cuando baje por la cena le preguntaré a Jack. La muchacha, yendo más allá con su curiosidad se disponía a tocar el cuadro, ver si ocultaba algo detrás, o tal vez, en su febril imaginación, abriera una puerta secreta, cuando un ruido de cacharros cayendo y chocando entre sí la hizo volver sobresaltada, con el corazón latiendo a toda velocidad y la respiración entrecortada. Se sentía como si hubiera sido sorprendida haciendo algo indebido. 

Se volteó buscando el lugar de donde provenía aquel sonido pero no llegó dar más de dos pasos que el verdadero miedo se encarnó en ella. Una risa, cristalina, alegre. Una risa de niña acompañó a aquel estrépito de lo que parecían ser utensilios de cocina. ¿Será ella acaso? Miró hacia atrás, buscando la puerta de su habitación, pero se encontraba a un mundo de distancia. Y la niña estaba detrás de alguna de aquellas puertas. -Ya está bien- se dijo para darse ánimo. -Debo poner fin a esta locura.- Resuelta dio unos pasos para ubicarse en medio del pasillo e intentar determinar de dónde habían provenido los sonidos. Sin embargo no tuvo mucho tiempo para especulaciones. La puerta enorme que cerraba el pasillo, aquella que ponía fin a ese corredor que lucía interminable se abrió. El sonido del pestillo al soltarse fue inequívoco. Alguien o algo la estaba invitando a adentrarse en aquella habitación. A Alex no le gustaba ser conducida como una marioneta. Muchas escenas de películas de terror se agolparon en su mente, aquellas donde la protagonista en vez de dar media vuelta y salir corriendo, se adentraba en ese sitio que nunca debía ser visitado. Pero su racionalismo se impuso. Esas cosas eran ficción, esos escenarios sólo ocurrían en un set de filmación. Ella tenía un misterio real, seguramente muy tonto una vez se hubiera develado, que su febril imaginación estaba adornando para jugarle una mala pasada. Pero ella no se dejaría amedrentar tan facilmente. Tragó hondo, inspiró y su mano se dirigió pronta al picaporte. En unos instantes podría acabar con esas tonterías y volver a su habitación a terminar de vestirse para la cena.

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06/07/2011, 17:42
Director

La situación era siniestra, cómo varias sensaciones mezcladas con odio, de temor y un toque diabólico a decir verdad. Aún así, te dejaste guiar por ti misma y diste los pasos necesarios hasta alcanzar la puerta que se había abierto para ti.

La puertas dobles conducían a una grandiosa sala rectangular que se extendía hacia la izquierda y que producía una extraña mezcla de sensaciones al verla. Por un lado el lujo y la magnificencia eran apabullantes, a pesar del paso de los años y del abandono. Pero por otro lado algo funesto flotaba en el ambiente. El suelo de mármol veteado, donde el rosa y el blanco se entremezclaban caprichosos, liso y llano para el mejor deslizar de los danzarines te indicó claramente que te encontrabas en una diáfana y despejada Sala de Baile. Y una Sala de Baile destrozada, y vacía, era algo que pesaba en el ánimo.

Gruesos cortinajes de terciopelo rojo, recogidos por gruesos cordones de seda con flecos dorados, caían a lado y lado de los grandes ventanales de cristaleras emplomadas, éstas sí en colores, aunque muy tenues, muy suaves, formando dibujos de plantas y flores. Ante ellas, como repartidas al azar, algunas butacas pequeñas, silloncitos en parejas o grupos, de madera policromada en pan de oro y tapizadas en el terciopelo de las cortinas, para el descanso de las Damas. Pero los cortinajes estaban apolillados, deslustrados, los oros aparecían oscurecidos y manchados de óxido, y los sillones tenían patas rotas, manchones, y algunos estaban simplemente destrozados del asiento, mostrando unas entrañas de lana amarillenta y muelles desencajados.

A un lado tres señales circulares en el suelo parecían haber sido dejadas por un piano de cola que, ahora, no estaba allí. En su lugar había un cuenco de cocina.

Notas de juego

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