Partida Rol por web

El oro y el acero

Escena Tomás "Caracortada"

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04/12/2021, 21:59
Narrador

Llamar taberna a la bayuca que Cazalillas regenta en la calle Primavera siempre me ha parecido excesivo. Bien cierto es que se puede decir, sin darme la razón, que es la mejor bodega del barrio de Lavapiés. Que tampoco es decir demasiado, porque sirven por este barrio vino que bien podría estar hecho a base de meados de rata, y en algunas de sus mancebías la cabalgada a Francia, a por bubas, es cosa hecha. Todo es ironía y doblez por este rincón de la Villa, empezando por el nombre, Lavapiés, que los de por aquí solamente se los lavan cuando llueve, y eso solamente porque no suelen andar con buen calzado.

Me encontraba yo aquel día bebiendo un azumbre de vino, que si no era un Valdeiglesias, por lo menos estaba más bautizado que un santo, por la no poca ración de Manzanares que contenía. Y en estas andaba, mascando a lo pío, torciendo el gesto al tragar y mojándome el bigote, cuando el habitual bullicio del lugar dio paso a un silencio sepulcral, que no había oído yo antes ni en la más solemne de las misas. Alcé los ojos, sorprendido, a ver qué había hecho enmudecer la natural algarabía de la flor de la jacarandina, que el local siempre frecuentaba, producía con igual naturalidad que el beber, robar, pedorrear o matar. Y me descubrí tan boquiabierto como el más matasiete de los bravoneles o la más resabiada de las piltroferas, que en la puerta de la taberna, con una gélida determinación en la mirada, estaba una mujer joven, vestida de riguroso luto como corresponde a las viudas recientes, que sin mirar ni a derecha ni a izquierda empezó a avanzar a pasos quedos hacia mí. Me miró de fijo y me lanzó a la cara, como si me escupiera:

-Tu hermano ha muerto. Lo han asesinado.

Lo dijo como si yo tuviera la culpa, y bajo su punto de vista, sin duda algo de razón tenía. Hacía tiempo que no veía a mi cuñada Margarita, que por mi parte soy de natural desarraigado, y a mi hermano Álvaro. A su linda mujer no le hizo ninguna gracia que el antiguo soldado del rey, veterano de los tercios, harto de acumular cicatrices y gloria, pero escaso sonante en la
bolsa, mudara de oficio y de costumbres, convirtiéndome en una de tantas espadas a sueldo de la Villa. Llamadme asesino si eso os place más, pero os he de decir que, a diferencia de otros compañeros del oficio, no mato mujeres ni niños, ni gentes desarmadas, ni por la espalda, sino bien de frente y mirándoles a los ojos, bueno, al menos la mayor de las veces. Claro que, para muchos, que esgrimen la toledana con el mismo garbo con que menearían el palo de una escoba, la sentencia de muerte cuando se cruzan conmigo es cosa segura. Pero no eran las muertes que pendían de mi conciencia lo que me interesaba ahora, sino la de mi hermano; que personalmente lo considerara un paniaguado no es lo mismo que me importara una jiga que lo hubieran convertido en parte del paisaje, en calidad de estiércol, así que la invité a sentarse a mi lado y le pedí que se explicara. Negó con la cabeza y me soltó la siguiente frase de modo maquinal, como si lo tuviese ensayado:

-Me lo mataron ayer de un tiro en la cara. ¿No vas a hacer nada?

Un tiro en la cara... Suspiré, rumiando pensamientos. Muchas muertes hay en la Villa, no pocas por duelos y lances de honor, otras para vengar ofensas reales o imaginarias y muchas más por la simple codicia de un ladrón. Pero aunque yo me hubiese ganado la hidalguía sirviendo al Rey, Álvaro no gozaba de tal privilegio, que de familia villana eran nuestros padres. Así que el asunto del honor quedaba descartado. Está la venganza, claro, pero no podía imaginarme yo que podía haber hecho mi hermano para ofender a nadie. No, era un asunto de codicia, de oro, que es el que paga al acero que mata. De eso yo sabía más que nadie. Pero lo primero es lo primero y una pregunta había sido formulada: ¿No iba a hacer nada? Suspiré. La sangre es más espesa que el agua y de todos modos, aunque escaso amor le profesara a mi hermano, algo debía hacer. Vengarle, por ejemplo.

Miré nuevamente a mi cuñada. Podía preguntarle más sobre la muerte de su marido o bien podía preguntar a otros, posiblemente más avisados. Que en ciertos barrios, hasta las piedras de los muros tienen ojos para ver y orejas para escuchar.

Notas de juego

Introducción

Si quieres preguntarle a ella más cosas, pasa a la sección 1.

Si quieres partir para preguntar a otros, pasa a la sección 44.

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16/12/2021, 13:45
Tomás "Caracortada"

A fe mía que muchos creerían que la muerte de mi hermano habíame dejado indiferente e incluso frío. Y esos muchos ciertamente tendrían algo de razón pues, aparte de compartir sangre y unos padres demasiado devotos con los muertos y poco interesados en los vivos, nada más consideraba yo que nos uniera. Pues podría contar con los dedos de las manos, e incluso necesitaría los de los pies, aquellos compañeros de armas y aventuras que consideraba más hermanos que al mío propio.

Pero no podía negar que, tuviera poco acercamiento con él o no, lo quisiera yo o no, familia era al fin y al cabo; al igual que la mujer que se encontraba desafiante ante mí. Así que, mirando a la esposa de mi difunto hermano con la sorpresa pintada en mi cara pues no en vano habíame alterado su reclamación, pensé en qué asuntos andaría él metido, qué tejemanejes traería entre manos para toparse con un tiro que le deformaría el rostro mucho más de lo que yo lo tenía, eso sin contar con que el desgraciado a esas horas ya estaría alimentando a los gusanos.

¿Sabes en qué negocios andaba metido Álvaro? —pregunté, intentando no elevar demasiado la voz pues la entrada de mi cuñada había despertado cierta expectación que no deseaba yo que aumentara demasiado—. Dime todo lo que sepas, incluso aquello que puedas sospechar, porque de alguna forma tendré que saber por donde empezar a investigar; que ir a tontas y a locas por la villa...

Hice un gesto evasivo con la mano sin llegar a terminar la frase, que ya se sabe que a buen entendedor... Ahogué un suspiro de resignación ante aquella encomienda que yo, sin comerlo ni beberlo pues no había sido quien la había buscado, encontrábame de frente.

Notas de juego

Paso a sección 1

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17/12/2021, 00:45
Narrador

Bien sabía yo que mi hermano era de natural manso como un cordero, y que no tenía enemigos, pues nada tenía que nadie codiciara. Si me hubieran preguntado el día anterior, hubiera dicho que no valía ni siquiera el plomo que le metieron.

Notas de juego

Sección 1

Pasa a la sección 49.

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17/12/2021, 00:46
Narrador

Miré a mi cuñada fijamente, al busto prominente que tantas miradas atraía por donde pasaba, pensando qué preguntar…

Notas de juego

Sección 49

Si piensas preguntarle si Álvaro andaba metido en algo que justificara su muerte, pasa a la sección 97.

Si piensas preguntarle dónde se encontró el cadáver, pasa a la sección 150.

Si piensas preguntarle dónde está el cuerpo ahora, pasa a la sección 311.

Si nada hay por preguntar, pasa a la sección 318.

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17/12/2021, 00:47
Narrador

Me miró con esa mirada suya cargada con no poco desprecio antes de decirme:

-Mi marido no era como tú, y bien que lo sabes. A nadie hizo mal, nadie le deseaba sino bien. No sé qué negocios trataba, más no tenía secretos para mi.

Notas de juego

Sección 97

Haz una prueba de Observación.

Si sacas la tirada, pasa a la sección 164.

Si no sacas la tirada, pasa a la sección 83.

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18/12/2021, 20:04
Tomás "Caracortada"

Como un puñetazo en toda la cara fue como me sentaron las palabras que me dedicó mi cuñada. En verdad que aquella mujer debía ser la que llevara los pantalones en su casa pues bien sabía que a mi hermano le faltaban los arrestos suficientes para levantar la voz, ni siquiera a su mujer.

Pero quizás había sido precisamente ese carácter simplón de Álvaro, completamente distinto al mío todo había que decirlo, el que le hubiera metido en problemas. La ignorancia y la estupidez eran malos consejeros en a saber qué cuestiones.

No las tenía yo todas conmigo pero la actitud tan segura de la mujer consiguió que la creyera. De todas formas, para ella yo era el diablo mientras que su marido era un santo.

Suspiré, resignado a tener que aguantar más pullas por parte de mi cuñada.

Está bien… Ningún secreto que ocultar —dije, aunque muy convincente no soné.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Paso a la sección 83

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18/12/2021, 22:06
Narrador

Miré a los ojos de Margarita, pensando si tenía más preguntas qué hacerle o la dejaba marchar con buen viento a llorar a mi hermano, como es obligación de las viuditas bien enseñadas.

Notas de juego

Sección 83

Si vas a hacerle más preguntas, pasa a la sección 49.

Si la dejas marchar con buen viento, pasa a la sección 318.

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20/12/2021, 12:38
Tomás "Caracortada"

Mordíme la lengua pensando si sería buena seguir hablando con mi cuñada pues mostrábase estar tan a la defensiva que solo parecía querer buscarme las cosquillas. Mas yo no tenía pensado caer ante sus reclamaciones ya que, pensándolo con calma, ella veía como un ser vil muy distinto a mi hermano. No sería yo quien la intentara sacar de su error.

Pero todavía había preguntas que tenía que hacerle ya que, aparte de querer saber en qué malas compañías o impropios trabajos podía haber estado metido Álvaro, aún no habíale preguntado dónde había aparecido el cuerpo. Pregunta bastante procedente pues podría darme una pista, por débil que fuera, para iniciar la investigación en la que habíame embarcado.

Notas de juego

Paso a la sección 49

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25/12/2021, 22:56
Narrador

Miré a la viudita de fijo, pensando qué preguntar…

Notas de juego

Sección 49

¿Andaba Álvaro metido en algo que justificara su muerte? Pasa a la sección 97.

¿Dónde se encontró el cadáver? Pasa a la sección 150.

¿Dónde está el cuerpo ahora? Pasa a la sección 311.

Si nada hay por preguntar, Pasa a la sección 318.

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25/12/2021, 22:58
Narrador

Quedó sorprendida por la pregunta, pareció pensarlo un poco, luego rezongó:

-En un callejón en el barrio de Santiago, cerca de la plaza de los Ramales.

Silbé para mí. No era barrio de carda, sino señorial, pues estaba demasiado cerca del Alcázar para el gusto de los que piden con el acero en la mano, que ya se sabe que la gurullada gusta de arrimarse más a los ricos que a los pobres. No digo yo que algún jayán con cuajo en las venas gustara de cazar por tales prados, pero sin duda buscaría otra presa que no el infeliz de mi hermano…

Notas de juego

Sección 150

Pasa a la sección 83.

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25/12/2021, 22:58
Narrador

Miré a los ojos de Margarita, pensando si tenía más preguntas qué hacerle o la dejaba marchar con buen viento a llorar a mi hermano, como es obligación de las viuditas bien enseñadas.

Notas de juego

Sección 83

Si vas a hacerle más preguntas, pasa a la sección 49.

Si la dejas marchar con buen viento, pasa a la sección 318.


Revisa el post anterior, sección 49, si vas a preguntar más cosas.

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28/12/2021, 12:21
Tomás "Caracortada"

Ni me molesté en disimular la sorpresa que me causó escuchar por boca de mi cuñada el lugar donde había fallecido mi hermano. Aquel no era un lugar frecuentado precisamente por maleantes o asaltadores, ni mucho menos por ladronzuelos de tres al cuarto, pues no en vano el cercano Alcazar disudíalos lo suficiente como para que una bolsa con dineros fuera tentación suficiente para arriesgar tanto.

Lo que hacía mi hermano por esos lugares despertaba en mí mucha curiosidad, pues al fin y al cabo no dejaba de ser un pelagatos al que nada debía habérsele perdido en semejante barrio.

Una vez más quedeme mirando a mi cuñada con la impresión de que no me contaba todo lo que sabía. Poco me importaba donde estaba el cuerpo, que seguramente ella encargaríase bien de darle la debida sepultura, pero sí me interesaba, y cada vez más, saber qué hacía Álvaro en unos lares tan poco apropiados para un mentecato como mi hermano.

¿Y qué diantres hacía él deambulando por ese barrio? —pregunté, esta vez quizás de manera un poco más hosca pues que se rieran de mí, si es que ella ocultábame algo, no me hacía mucha gracia—. Mira Margarita... Si quieres que descubra al asesino de tu esposo, tal y como pretendes, tendrás que decirme todo lo que sepas...

Si ella se mostraba desafiante y recelosa yo podía mostrarme brusco y poco comprensivo, que de tonterías ya estaba yo saciado.

Notas de juego

Paso a sección 45 y creo que de ahí a la 97

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28/12/2021, 21:02
Narrador

-No sé qué haría deambulando por esos lares, no tengo ni idea. De verdad que no sé nada más.

Esbozó algo parecido a una sonrisa, que se le quedó en mueca triste.

-Solo me queda decirte donde está su cuerpo: en la iglesia de San Juan, en espera que se resuelvan los trámites y se le pueda dar la absolución después de muerto, para que sea enterrado en tierra sagrada y no en fosa común, como a los herejes y a los blasfemos.

Notas de juego

Sección 311

Pasa a la sección 83.


He revisado los anteriores post y el 97 ya lo elegiste, así que solo te quedaba por preguntar la opción 311, la cual pongo aquí.

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28/12/2021, 21:03
Narrador

Miré a los ojos de Margarita, pensando si tenía más preguntas qué hacerle o la dejaba marchar con buen viento a llorar a mi hermano, como es obligación de las viuditas bien enseñadas.

Notas de juego

Sección 83

Si vas a hacerle más preguntas, pasa a la sección 49.

Si la dejas marchar con buen viento, pasa a la sección 318.


Ya has preguntado todo, así que solo te quedaba elegir la opción 318.

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28/12/2021, 21:04
Narrador

Y así se fue de la bayuca una mujer honrada, dejándome como regalo un negocio que sería de todo menos honesto. Que para hacer la justicia del Rey, están los corchetes y el Señor de la Garnacha. Mi justicia, una vez encontrara al asesino, sería tener con él tan poca piedad como se la tuvo a mi hermano.

Apuré mi jarra de un trago y me repasé maquinalmente los bigotes, retorciendo las puntas, a lo bravo, pensando cuál era el siguiente paso a dar: podía sembrar preguntas por la carda, a ver si en algún oído germinaba una respuesta y ésta brotaba de alguna boca dispuesta; podía ir a presentarle mis respetos a mi hermano Álvaro o al menos a lo que quedaba de él, que si malo es no acordarse de los vivos, peor es olvidarse de los muertos. Y aunque uno es de natural poco amigo de supersticiones, si algo se dice es que algo hay y ningún daño me haría verle de cuerpo presente; o bien podía pedir más vino y beber a la salud de mi hermano, o más bien por su descanso eterno, que a buen seguro mascar a lo pío se me daría mejor que un par de rezos de falsa beatería.

Notas de juego

Sección 318

Si siembras preguntas por la carda, pasa a la sección 44.

Si decides ir a ver a tu hermano Álvaro, pasa a la sección 125.

Si te quedas bebiendo, pasa a la sección 80.

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03/01/2022, 13:10
Tomás "Caracortada"

Con la mirada aún puesta en el punto donde había desaparecido la figura de mi cuñada, pregunteme cómo iba a conseguir dar con el asesino de mi hermano; cuáles serían los próximo pasos que debía dar. Al menos lo que sí tenía bien claro era que, de encontrarlo, la justicia que tendría sería la que viniera por mi mano... Y que el Altísimo lo protegiera.

Apuré el vino aguado de mi jarra tras lanzar un suspiro de resignación. A pesar de que poca gracia me hacíaacudir ante la presencia del cuerpo de mi hermano, quizás era menester acercarme hasta allí, pues no en vano era un muerto y además familia y, aunque no creyera demasiado en pamplinas, un no sé qué decíame que quizás Álvaro no estuviera muy satisfecho con mi comportamiento y se le ocurría aparecerse en mitad de mi descanso cuando menos me lo esperase. Además... quizás su cuerpo inerte dijérame algo más que el cuerpo vivo, y menudo cuerpo, de su mujer.

Acicalándome todo lo que pude, desde las puntas de mi bigote hasta las arrugas de mis ropajes, levanteme dispuesto a rendir un último adiós a mi hermano antes de acercarme a los mentideros de la ciudad o, mejor aún, a los barrios y callejas donde ni los corchetes se molestaban en hacer la ronda.

 

Notas de juego

Paso a la sección 125

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03/01/2022, 21:36
Narrador

Vacilé un momento, ya saliendo del Figón. ¿Le había preguntado a Margarita dónde estaba el cuerpo de mi hermano?

Notas de juego

Sección 125

Si es que si, ve a la sección 100.

En caso contrario, habrá que resignarse a hacer preguntas, que cuando solamente es una la opción que nos dan, la decisión
es fácil, pasa a la sección 44.

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03/01/2022, 21:38
Narrador

Es la iglesia de San Juan templo antiguo, que los que saben de letras dicen que se remontan sus años a los tiempos de las guerras con los moros. Poco me importa ello, que no es lugar que haya tenido que frecuentar las veces que he habido de acogerme a la antana. Tampoco es templo muy cómodo a la hora de retraerse, que no le gusta a la parroquia que lo frecuenta (señorial en su mayoría) ver rufos y descuideros rondando por los claustros, y mil y una argucias se inventan para acelerar los trámites y apiolar a quien se siente salvo en sagrado.

Di mi razón y el nombre de mi hermano, y tras algunos dimes y diretes y que por fin lo identificaran diciendo que era el que estaba esperando la absolución sub conditione (que vaya uercé a saber qué querrá decir semejante latinajo) se me permitió verle. Anduvo discreto el curilla que hasta la cripta me llevó, que me dejó a solas con el cadáver, tapado con un lienzo basto y tendido sobre el suelo de piedra. Me arrodillé y levanté la punta de la tela que le cubría el rostro, y al punto deseé no haberlo hecho, que no era su cara otra cosa que un amasijo de carne quemada, sangre coagulada y huesos astillados.

Notas de juego

Sección 100

Haz una prueba de Medicina.

Si sacas la tirada, pasa a la sección 120.

Si no sacas la tirada, pasa a la sección 180.

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04/01/2022, 12:45
Tomás "Caracortada"

Nunca fue de mi interés las iglesias, los curas y todo aquel miedo, inventado o verdadero, que se metía en el cuerpo a los creyentes; que a mí gustábame demasiado disfrutar de los placeres que nos traía la vida en lugar de estar penando por no haberlos probado.

Aunque reconocía que siempre que entraba en una sentíame encoger un poco por dentro. Que de tanto hablar de infierno, pecados y culpas algo siempre quedaba y un temor reverente asaltábame hasta que salía por la puerta, ya fuera lateral o principal, y veíame al aire libre. Que lo mismo da que el Altísimo vigile desde el cielo que encerrado en una fría iglesia.

Pero, a pesar de la poca gracia que me hacía, encamineme a la de San Juan cuyas vetustas piedras acogían el cuerpo de mi hermano. Era lo menos que se merecía, aparte de dar con el malnacido que le había segado la vida tal y como le había prometido a su viuda. Un último adiós en su descanso eterno y, porqué no decirlo, evitar que su fantasma me atormentara desde la tumba que, aunque uno sea poco dado a supersticiones cuando de muertos se trataba el tema ya era otro cantar.

Costome algo más de tiempo del que me hubiera gustado convencer al cura que me dejara ver a Álvaro, que ya se sabe que los de sotana poco dados son a fiarse, al menos de sus ovejas porque de los santos y arcángeles bien que confiaban. Pero por fin encontreme ante el cuerpo de mi hermano, piadosamente tapado para evitar un susto innecesario.

Y susto fue el que lleveme yo al destapar aquel sudario y ver el amasijo en el que se había convertido el rostro del infeliz; que aunque nunca fue demasiado agraciado tampoco era para dejarlo así.

¿Qué te traías entre manos, Álvaro? —preguntele al cadáver sin esperar recibir una respuesta pues, como me la diera, el que iba directo al hoyo iba a ser yo y no él.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Paso a la sección 180

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04/01/2022, 16:17
Narrador

Reprimí una mueca de asco y tapé rápidamente el despojo que había sido la cara de Álvaro, tratando de que mi desayuno no me saliera por la boca como era su intención. También sentí como me hervía la sangre en las venas y mi mano se cerró con fuerza en el pomo de la espada. Alguien iba a pagar por esa muerte, como que hay Dios. Así que salí del templo con paso firme. Tenía preguntas por hacer y alguno encontraría que me las respondiera...

Notas de juego

Sección 180

Pasa a la sección 44.