Partida Rol por web

Me mantengo al margen durante un tiempo, pensando que la aparición de más gente no serviría para otra cosa que molestar a la criatura  y hacer que se vuelva agresiva, pero al de un rato mi curiosidad puede más que mi prudencia.

-¡Un troll de dos cabezas! Y no parece ser mucho más listo que los de una, debe ser un Etten, que dan nombre al territorio que hay al norte del bosque de los trolls; Nunca había visto una de estas criaturas... Creo que echaré un vistazo.

Me acerco con cuidado al recodo, asomo lo suficiente la cabeza como para ver a la bestia y concentro en ella mi sentidos extraordinarios para ver si poseé un aura mágica y si es la misma que sentí en el exterior.

¿Sabes qué? - continúo, hablándo en su dirección en voz muy alta, para que el grupo me oiga - Con mis amigos suelo jugar al juego de la cuerda, ¿lo conoces?...se ata la cuerda a una pierna y se dan varias vueltas alrededor, luego se ata la cuerda a algún sitio para que no se mueva... - le hablo como a un niño pequeño, intentando mantener su atención centrada en mi mientras sigo bailando de un lado a otro delante suyo, para que mis compañeros puedan moverse a sus espaldas con tranquilidad.

Quizá funcione, de cualquier manera algo tenemos que hacer y pronto, aunque no va a ser fácil capturar a una criatura de tanta maldad y fuerza...al menos si conseguimos impedir sus movimientos podríamos mantenerle a raya desde la distancia. No quiero poner a nadie al alcance de sus armas si podemos evitarlo.

La criatura hace ademán de ir hacia Anäril pero, rapidamente se detiene.

- Idiota, estate quieto, no ves que quiere engañarte.

Uno de los brazos agarra un pesado martillo que pende del cinturón de cuero y lo alza sobre una de las cabezas.

- Engañarme a mi. ¡No seas estúpido!

Parece que la sabiduría noldorín a conseguido engañar al troll y ambas mitades comienzan a discutir fuertemente. La puerta que lleva hacia la siguiente sala, más al interior de la cueva, está libre y si no vacilais quizá podéis alcanzarla antes de que la criatura pueda fijarse en vosotros.

Una vez crucéis la puerta, y por lo que recordáis de la cueva, la criatura no podrá seguiros, los caminos son demasiado estrechos para ella.

El rápido vistazo te deja ver a la criatura. Fuiste estudioso en tiempos antiguos y ahora la reconoces por aquellos dibujos que una vez viste en los cuadernos de estudio. Efectivamente es una de esas criaturas que llaman Etten y que dan nombre a la region cercana.

Por lo que sabes no son criaturas mágicas pero el lugar, esta vez, si desprende un aura mágica poderosa. Estas seguro, no es la criatura.

No ha hecho falta mucho tiempo separado escasos metros de cueva del grupo para ver la curiosidad de Ranëdhel golpeada severamente, tanto por los comentarios de Elërin, como por las voces conversando que mantienen Anäril y otras dos tremendas voces. Tengo que ver qué pasa.

Vuelvo una vez más a la boca de la caverna en la que están todos observando. Por entre brazos, armas y cabezas logro atisbar parte de un enorme y musculoso corpachón, más allá del cual me parece ver al noldo danzando.

- Bueno...- comento con curiosidad mientras seguimos observando la escena- ¿qué hacemos?

¿Cómo?. Nunca trataría de engañarte!. Se ve a la legua que eres demasiado inteligente...pero...él te ha llamado estúpido.¿Vas a permitir eso? - continúo dirigiéndome alternativamente a la cabeza que ha esgrimido el martillo y a la otra.

No creo que pueda distraerlo mucho más tiempo, si no hacemos algo pronto esto se va a complicar.

Parece que Anäril ha conseguido distraerle y eso nos da un poco de tiempo.

Deberíamos dirigirnos hacia la puerta y asi dejar atras a la criatura, pero debemos andar rápidos. Susurro a mis compañeros. Elerin, tu primero, sal disparado hacia la puerta y no mires atrás, si hay problemas nosotros te cubriremos, no te preocupes.

Niego ligeramente con la cabeza.

-Démosle un poco más de tiempo a Anäril, creo que podría ser muy importante saber a quién está persiguiendo el monstruo;  Con un poco suerte y si sigue usando sólo monosilabos, nuestro compañero se lo acabará sacando. Y en caso de que las cosas se pongan difíciles, siempre podremos escapar rápidamente hacia el exterior y volver a entrar por donde salimos la vez anterior.

La criatura sigue durante un rato discutiendo consigo misma sin hacer más caso a Anäril. Parece que se está enfadando y la discusión se calienta cada vez más. Los movimientos de Anäril han sido inteligentes y el camino al interior de la cueva está ahora despejado.

Hay que ser rápido o luchar contra la criatura y esta parece ser un enemigo digno a tener en cuenta.

Tenéis poco tiempo y una decisión que tomar...

Rápido ahora...no os verá...corred!! - grito en dirección a la entrada de la caverna, haciendo a  Elerin, que tiene la cabeza asomada, una señal en dirección al interior de la caverna. No sé si me escuchan ya que las dos criaturas están enzarzadas en una violenta discusión, ignorándome por completo.

Espero que se den prisa, al fin y al cabo no hemos venido a batirnos con esta criatura, tenemos una misión más importante que no puede esperar.

Ahora que la bestia no intenta agarrarme permanezco quieto, sin quitarle los ojos de encima, alerta por si su atención cambia hacia mi o hacia algún miembro del grupo cuando intente pasar.

Cuando todos estén a salvo al otro lado, tendré que moverme deprisa, si me coge estaré en dificultades.

No tengo ninguna intencion de pasar escondiendome por cerca de un bicho asi, nunca habia visto ninguno, y seguro que da buena lucha

Murmuro mientras doy un paso en direccion al bichoo

Agarro a Carster por el brazo, evitando que avance más y el monstruo centre su atención en él.

Carster!! Tenemos asuntos más importantes que medir nuestras fuerzas con un monstruo de dos cabezas. Dirigete hacía el interior de la cueva. Si más tarde queda tiempo dejaremos que tú solito te enfrentes a él si ese es tu deseo.

Asiento a las palabras de mi compañero.

-Creo que Amrod tiene razón, evitemos el combate con él mientras nos sea posible, nada bueno ha salido en las últimas ocasiones que nos hemos metido de cabeza en una pelea y no sabemos que otros peligros nos aguardan en el interior de la caverna. Lo mejor sería que pasasemos todos a una para aprovechar al máximo la sorpresa, ya que aunque esta criatura no tiene pinta de ser muy rápida, si corremos de uno en uno puede que el último se lleve un garrotazo poco agradable.

La discusión de ambas cabezas cada vez es más acalorada. Dudáis que incluso pasando frente a ellas lograra dar con vuestra presencia; ¡extraña criatura!

Anäril insiste en la necesidad de que crucéis rápidamente al otro lado. El temerario Carster da un par de pasos hacia la criatura con una mano en el arma y ese brillo en los ojos que ya empezáis a reconocer. Amrod le detiene.

Ambos humanos se encuentran en el centro de la cámara. Sólo unos pasos más adelante, Anäril revolotea alrededor del enorme troll.

Una cosa tenéis segura, esta discusión no durará siempre, tenéis que tomar una decisión rápido o tendréis que luchar con la criatura. El joven Ranëdhel parece pensarlo más que ninguno. Ojea desde su posición a la criatura y, enmudecido, no se decide a dar un paso; ni hacia dentro, ni hacia fuera.

Todos a medio decidirse, mientras Anäril tienta la mano del destino. No puedo esperar a ver qué deciden, tendré que actuar una vez más según mi propio consejo.

Sin timidez ni arredro alguno, Ranëdhel pasa por delante de sus compañeros aún ocultos y deja atrás a Amrod y Carster con un ligero trote, quedándose cerca de la entrada al siguiente pasadizo. La espada sería inútil en mis manos contra está criatura, por lo que llevo preparado entre las manos el rollo de resistente cuerda élfica que traje de Mithlond. Permanezco expectante a lo que hagan los demás, muy atento al gigante bicéfalo por si hubiera de ayudar a Anäril a distraerle mientras los demás se deciden a cruzar.

Mis musculos, que estaban en tensión esperando que se decidiese algo, se ponen en movimiento en cuanto veo a Ranëdhel corriendo y salgo disparado detrás de él, suponiendo que mis compañeros harán lo mismo. Después de cruzar me situo a la entrada del siguiente pasadizo junto a Ranëdhel, esperando a que crucen el resto de nuestros compañeros para seguir adelante, y preparado para distraer a la criatura de alguna manera si es menester.

No creo que sea necesario animar más su discusión - pienso con la atención fija en la criatura - no parece haberse dado cuenta del paso de Ranëdhel y Elerin.

Un paso lateral hacia la entrada y otro hacia el interior de la caverna me sirven para convencerme de que, por el momento, la criatura es ajena a cualquier cosa que yo haga o diga.

Espero que Amrod y Carster se decidan pronto, esto no durará eternamente. No creo que les haya ocurrido nada que les impida cruzar, o los demás no lo hubieran hecho.

Observo como mis compañeros han pasado al otro lado sanos y salvos. Doy un tirón del brazo de Carster y le indico con la cabeza la dirección a tomar. Suelto su brazo, para que no se sienta obligado y sigo el camino para pasar sin que la bestia se sienta atraida por mi presencia.

Una vez me encuentro con los demás, me quedo mirando a Carster.

Sus ganas de combatir contra cualquier adversario nos pueden traer problemas. Espero que tenga una pizca de sensatez por esta vez y escoja la opción correcta.