Partida Rol por web

Abraham sigue trastabilleando con su propia ropa y la mera vista de la sangre comienza a marearle... Sabe que no va a poder hacer nada para salvar a la pobre mujer, así que grita en busca de más ayuda.

Se gira y apenas ve nada entre la niebla de sus llorosos ojos. Se limpia el sudoroso rostro pensando que así podrá ver al curandero sarraceno:

- "¡HICHAM! ¡HICHAM! ¡NECESITAMOS QUE NOS AYUDES A CURAR A ESTA DESDICHADA!"

Hicham despues de escuchar los gritos de Abraham, duda, pero su deber es intentar salvar vidas.

Coge su bolsa, desatranca la puerta y rezongando en su interior vuelve a bajar las escaleras en busca del bueno de Abraham y la mujer que hay que curar.

-"¿Este día no va a pasar nunca?..."

Abraham observa desde la distancia cómo continúa la carnicería. La pobre Sara no deja de gritar, aunque su afán por corretear parece que se ve reducido conforme va perdiendo las fuerzas... y la sangre... que le mana a borbotones de los varios y profundos tajos que ella misma se ha practicado tanto en el abdómen como en brazos y piernas. El aspecto deplorable de la mujer hace que incluso su desnudez pase totalmente desapercibida.

Finalmente Tomás consigue llegar junto a ella y arrebatarle el cuchillo de las manos con un movimiento realmente ágil. En el momento que Sara se ve desprovista de su arma parece caer en la cuenta de su estado, se queda un momento observando la sangre salir de sus heridas y acaba de bruces en el suelo, posiblemente desmayada.

Por otra parte, Hicham parece haber escuchado los gritos de Abraham y sale rápidamente de la hospedería en dirección a la mujer caída.

Desconcertado y sin saber muy bien qué hacer, Tomás se arrodilla junto a Sara y le da la vuelta para ver si aún respira. Tomás no sabe nada de medicina, pero sabe cuándo una herida puede ser mortal. Las tremendas heridas de la mujer le hacen temer por su vida.

-¡Hicham! ¡Venid rápido! -mira a la mujer una vez más, y se quita la capa para tapar su desnudez- ¿Es que el mundo se ha vuelto loco? ¿Qué está ocurriendo aquí?

Hicham sale de la hospederia en direccion a sus dos compañeros sacando mientras camina rapido algun que otro anestesico para darle a la maltrecha Sara.

-"¡¡Buscad alguna venda o tela para pararle la hemorragia!!"-grita mientras ve la dantesca escena en el patio- "Dejadme sitio...".

-"Debo hacerme con la situación antes de que la situación se haga conmigo" -pensaba recordando sus inicios como curandero cuando sufría al ver heridas y pústulas sangrantes, ahora toda había cambiado.

Cuando llega a Sara se arrodilla y le mete en la boca unas hierbas analgesicas con la ayuda del bueno de Tomás, acto seguido le pide que la sujete fuerte y comienza a hacerle los torniquetes necesarios para que no se desangre.

-"Necesito agua, Abraham porfavor ¿seria Vd. tan amable de traerme un cubo de agua?"

- Los monjes... esos malditos monjes...

Abraham sale corriendo... Al principio sin un rumbo fijo, cual pollo sin cabeza. Pero el ejercicio físico le ayuda a centrarse y empieza a pensar donde puede encontrar agua lo más cerca y rápido posible. Intenta recordar lo que sabe del monasterio en busca de un pozo, en primer lugar lo único que se le ocurre es la cocina. Pero seguro que hay agua más cerca.

- "Agua, agua..."- Va murmurando para sí.

Abraham reordena sus ideas y sale corriendo hacia la hospedería como si de verdad le persiguiera el diablo...

Abraham entra en la hospedería. Lo primero que le llama la atención es la presencia allí del otro herido, tumbado en uno de los bancos todo lo largo que es, y sin dar señales de vida. Abraham, temiéndose lo peor, se acerca al peregrino y descubre que en realidad está durmiendo plácidamente.

Más aliviado, el judío se acerca a los toneles de agua para mojar algunos paños, conforme le ha pedido Hicham. Se acerca al barril de donde vio llenar un par de jarras de agua durante la comida del mediodía y, cuando ya creía poder cumplir su misión sin problemas, descubre horrorizado que el barril no contiene agua sino un líquido espeso y de color negruzco.

Hicham mete el dedo con aprehensión para comprobar si lo que cree ver es cierto o un efecto óptico causado por la oscuridad de la noche y sus más terribles sospechas se vuelven realidad. Lo que contiene el barril no es agua, es sangre... sangre!!

Tomás se encuentra ayudando a Hicham, taponando con su capa las heridas de Sara mientras él hace los torniquetes. Por un momento levanta la cabeza y ve a Abraham corretear sin rumbo fijo, hasta que, para su sorpresa, parece asustarse y echa a correr hacia la hospedería.

¿Qué le pasará?- se pregunta mientras le observa.

El comerciante navarro aprovecha para respirar intentando recuperar el resuello. Busca a su alrededor unos trapos limpios y un cubo. Al mirar de nuevo al tonel recuerda el susto que se acaba de llevar... Probablemente haya sido el herido al intentar limpiarse o lavarse o algún animal muerto que hayan tirado.

Abraham sigue buscando por allí otra fuente de agua limpia para poder llevarle a Hicham intentando olvidar el barril lleno del líquido esencial de la vida.

Abraham continúa buscando algo de agua limpia, pero es incapaz de encontrarla en la hospedería y hasta incluso los cubos con el agua sucia de limpiar los cacharros parecen haberse tornado también de color sangre.

Las opciones de encontrar agua se reducen ahora a cogerla de los bebederos de los animales o buscarla dentro del monasterio, en las cocinas o, quizás, en la casa de los guardas.

La extraña pareja que ahora forman Tomás y Hicham continúa intentando salvar la vida de la pobre Sara, quien yace demacrada por sus heridas en mitad del suelo del monasterio. El cuerpo desnudo de la mujer aparte del rosario de heridas y sangre chorreante, comienza a cubrirse por la maloliente ceniza que no cesa de llover desde el cielo, lo que remata su deplorable estado y le da un aspecto casi cadavérico.

Mientras los dos hombres siguen intentando atajar las heridas de la mujer, Abraham, que partió en busca de agua limpia, sigue sin aparecer.

Por otra parte, Damián, el guarda, sigue con sus inquietantes y acusadores gritos llenos de terror.

- Ahhhh!!!! Ahhh!!!! ¿Qué me están haciendo?!!!! Ahhh!!!!! Malditos sean todos los monjes de este monasterio!!!! Que el Diablo se los lleve y sus almas no tengan nunca descanso!!!! Ahhhh!!!! ¿Qué queréis de mi?!!!!

Hicham mira de donde provienen los gritos para ver que sucede.

-"Esto pinta muy muy mal..."

-¡Oh, Dios nos ampare! ¡Hay que hacer algo!, ¿no oís gritar...?  ¿Es Sara acaso...? Creo que deberíamos avisar. ¿Os parece posible acercaros a alguno de esos Monjes, quizá el vetusto bibliotecario, o alguno de los que quedan más cerca de nosotros, y pedirle ayuda...? No creo que haya que interrumpir los rezos, pero tampoco me parece tranquilizador nada de lo que escucho... y de lo que... huelo...

María se ha inclinado hacia Gonzalo para señalarle la puerta, por la que se escuchan claramente los gritos de una mujer, y no puede evitar temblar de la cabeza a los pies...

Abraham sale al patio en busca de agua, va camino del establo. El grito de Damián también ha atraído su atención y curiosidad, así que lo busca con la vista. De la que pasa junto a ellos le dice a Hicham:

- "El agua estaba sucia, voy a buscar otra limpia al establo, vuelvo ahora..."

Le muestra el cubo vacío y le da los trapos, como disculpa.

En mitad del patio, el hasta ahora inmóvil Damián comienza a hacer aspavientos con los brazos y su cara, de la más absoluta pasividad se torna en una mueca de terror horrible, con los ojos abiertos al máximo y la boca con la impresión de que la mandíbula no podría dar más de sí sin partirse en mil pedazos.

- Noooo.... nooooo.... alejáos de mi!!! Ahhhhh!!!!!!

De repente Damián se tapa los ojos con sus manos como para ocultar de su vista algo que nadie más podría ver.

- Están aquí!!! Los monjes les han llamado!!! Vienen a por nosotros!!!

E inesperadamente hace algo que sólo puede entenderse como el fruto de la locura más absoluta. El pobre Damián, en un ataque de histeria incontenible e icomprensible, comienza a hurgarse los ojos con las manos que antes los tapaban.

Por Dios Bendito! Intenta arrancarse sus propios ojos!!