Partida Rol por web

El grupo se disponía a bajar las escaleras extremando precaución. El perceptivo elfo y el sagaz Lombert se encargaron de verificar que aquello no era "peligroso". Las escaleras serpenteaban a una sala muy grande. Parecía enorme. Entonces en medio...

Las palabras de Darvin hacían eco en tu cabeza "un portal siniestro y un libro dedicado a magia oscura". Cuando abandona las escaleras pueden ver como una esfera rojiza translúcida y dentro de él puedes ver una cámara oscura con una gran mesa llena de papeles y un gran atril con un libro abierto en él.

...del lugar una esfera rojiza translúcida y dentro de él puedes ver...¿puede ser tu padre ese elfo que está en aquella especie de templo? Junto a él hay dos niños, uno eres tú y el otro...?¿No es el niño que dejaste que iba con Espina? Tu padre coloca al niño en el altar, pretende sacrificarlo...

...del lugar una esfera rojiza translucida y dentro de él puedes ver...¿no es ese el niño que tenías que matar junto a otro niño que parece un elfo, ambos parecen estar en un altar de un ruinoso templo un elfo que te recuerda a...? ¡No puede ser! ¡Es el semielfo que te contrató! Pero esta vez tiene más apariencia de elfo que de semielfo.

...del lugar una esfera rojiza translucida y dentro de él puedes ver...Es tu padre muerto postrado en una cama en Aguas Profundas.

...del lugar una esfera rojiza translucida y dentro de él puedes ver...Entonces comienzas a recordar. Ves un templo ruinoso a ese semielfo alzando un puñal para sacrificar al pequeño semielfo. ´Tú has llevado al chico a la muerte. Los umbras sí, te prometieron un poder eterno. Entonces viste las lágrimas del muchacho y entonces detuviste su mano para ser maldecido por siempre y vivir por años sin recuerdos ni vida. Ahora comprendes todo, debes matar a ese semielfo maldito y recuperar el honor de los Arpistas.

...del lugar una esfera rojiza translucida y dentro de él puedes vera un elfo que quiere matar a un niño semielfo. Junto a él hay otro elfo pequeño ignorante de la situación. El elfo levanta el cuchillo...entonces un hombre envuelto en una túnica blanca interviene, lleva una barba larga y te recuerda a alguien. Te recuerda a...al anciano.

 - ¡No!...¡Padre!... - Respondí, horrorizado, por lo que veía.

...del lugar una esfera rojiza translucida y dentro de él puedes ver...es tu mundo, el monasterio. ¿Podría ser un portal de paso a ese otro lado? Puedes ver en ese momento como los humanoides oscuros matando a tus hermanos. El Maestro abre un compartimento secreto y te lleva a él. Señala lo que parece u na especie de portal "Debes salvarnos, ve al otro lado y encuentra una forma de salvarnos".

Entonces puedes ver a tu hermano, amigo Ander junto a él. De la mano inerte de tu padre cae un cáliz que rueda por el suelo. Ander sonríe y sale de su habitación. La imagen permanece estática con la visión de tu padre muerto en la cama.

 Miré a Ander confuso, puede ser muchas cosas, pero no me lo imagino haciendo eso para nada:

 - Ander, ¿has envenenado a alguien últimamente?.

 Observé atentamente su reacción, aunque esperaba que lo que estuviese viendo fuera un bulo...

Ante el una escena extraña había sido representada por aquella luz rojiza,desconcertándole durante unos segundos y asombrándole al final. Como si despertase de un mal sueño ,clavó la mirada a su anciano compañero y habló:

- ¿ Os acordáis de evitar el asesinato de un joven semielfo, abuelo?- su voz sonó ronca debido a la sequedad de su garganta, Antes de continuar tosió para aclararla:-  Esta habitación me ha mostrado algo que creo que es un recuerdo de la gente que esta cercana a mi..y..creo que me ha mostrado algo de vuestro pasado..-

Casi al unisono, mientra Lombert hablaba con su anciano compadre, el grito ahogado de Darvin le asombro aún mas.

-¿¡ Padre?!- pregunto aún mas extrañado que por la visión anterior:- ¿ Qué habéis visto, muchacho?.-

Me quedo observando la esfera rojiza, medio hipnotizado, como si del canto de una sirena se tratase. Algo me llama, algo que me empuja a avanzar hacia la esfera y alargar mi brazo para tocarla. No refreno para nada mi impulso y avanzo hasta que la puedo tocar con mis manos.

En ese momento la voz de Darvin me saca de mi ensimismamiento. Ante la pregunta, tan absurda y sin sentido, que me hace mi cara refleja confusión.

- Déjame que haga el recuento de víctimas... estaba la criada de nuestro maestro, la señora que hacía la comida, el gato de mi hermana, tres ratones y cinco cucarachas... - respondo de manera sarcástica ante una pregunta tan estúpida - pero vamos a ver, pedazo de mendrugo! A caso me crees capaz de envenenar a alguien?

 - Bueno... Según eso... - Señalando al fondo. - ... Envenenaste a mi padre, ¿que mentira te ha mostrado a ti?.

Ralflinder parecía no confiar en sus ojos, sacudió la cabeza levemente como queriendo despegarse de algo, de una visión. Apartó la vista mientras el resto hablaba. Estaba exaltado como sus compañeros, su corazón galopaba sin control, sin embargo al percibir las reacciones del resto, tuvo que tratar de entender lo que sus ojos percibían. Esa situación no es posible... cuando yo era niño, el pequeño semielfo no existía... Su rostro se ensombreció y sus labios se tensaron Pero mi padre... él sería capaz de todo aquello
Las palabras fluyeron desde su ser casi sin pretenderlo, pasaron de ser un pensamiento a expresarse libremente. Era algo que desde hacía ya tiempo tenía quemándole el fondo de su ser, como una brasa cenicienta que sigue encendida luego de la fría noche. Apretó los dientes.

Las visiones contienen parte de verdad, por eso son creíbles, pero tratan de confundirnos. Exclamó señalando el velo rojo que había delante con su mano tensa sosteniendo un hacha de combate y su brazo extendido. Su tono se notaba furioso en crescendo.

Decidió comenzar a caminar sin detenerse hacia el altar, para hacer que los fantasmas se disipasen.

Me ha mostrado a mi hermana... sosteniendo una vial... te lo daba a ti para que bebieras de él. Acto seguido te desplomabas en el suelo... Ha sido muy raro

 - Esto es muy raro... Creo que es alguna clase de trampa, que busca engañarnos y cimentar desconfianza... - Comenté pensativo. Entonces me llevé las manos a la cabeza, alarmado. - ¡Dioses, tu hermana!. ¡No sabe donde nos hemos metido!. ¡Estará muerta de preocupación!. ¡Seguro que esta vez nos mata!.

La monje observaba confundida a un lado y a otro. Confundida por las visiones y las palabras de sus compañeros.

-No, no es mentira. -Sentencia.- Al menos no lo que yo he visto. Fue lo que presencie no mucho tiempo atrás, y aun lo recuerdo con claridad. Mi monasterio asediado, mis hermanos siendo atacados, mi maestro obligándome a atravesar el portal... Todo eso fue tan real, como mi propia carne.

 - Pues no me explico, tal vez lo esté entendiendo mal, veo a mi padre caer fulminado, que se le cae un caliz y que mi compañero lo recoge, sonriente, y sale de la estancia... - Comenté.