Partida Rol por web

Noshi dejó pasar al alcalde pero se quedó mirándolo directamente a los ojos. Estaba claro que algo no le cuadraba en esa situación. Pero no dijo más, no lo entendía, simplemente agachó la cabeza sorprendido y le dejó pasar a investigar. Después se dio media vuelta y se marchó de allí. Está bien, señor.  Adelante.

Morunom resopló por lo bajini, resistiéndose a dar la espalda al tío peludo, pero haciéndolo muy en su papel.

Oye, no te confíes hasta que veamos que se pierde del todo. Creo que sospecha algo. Miró en derredor, una vez se hubieron alejado, procurando fijarse si el tío peludo les seguía. No me fío ni un pelo, repitió. Pero vayamos a lo nuestro. ¿Por dónde hay que mirar? ¿Qué rumores eran esos? Escuché algo sobre unos muertos vivientes antes, y sobre un orco que apareció en un rayo de luz, para luego largarse con viento fresco.

El alcalde sonrió ante las palabras de su escolta.

- Sí, menudo elemento es ese.- Caminaba a paso veloz tratando de alejarse del guardia del cementerio.- He escuchado lo mismo que tú. Me interesa averiguar algo sobe esos muertos vivientes.- Recordó su combate con los piratas orcos. Allí había aparecido, como por arte de magia, una extraña mujer norteña de la misma manera que lo que decía Morunon sobre el misterioso orco del cementerio.- Lo que es verdaderamente extraño es que ese peludo no se entere de nada. Quizá esté metido en algo turbio. - Tras un rato caminando, Ramase rebuscó entre los pliegues de su ropa un objeto y comenzó a recitar una letanía que ponía los pelos de punta.- Veamos si lo que dicen  es cierto.- Se agachó haciendo crujir los huesos de las rodillas para tomar con su mano tierra de una tumba y comenzó a dejarla caer de su nudosa mano.- Ten lo ojos bien abiertos.

Tras estar concentrado en la búsqueda de seres agonizantes, atrapados entre dos mundos, Ramase lanzó un escupitajo al suelo, disgustado por el fracaso amargo como la bilis.

- Nada, ni rastro de un solo muerto viviente en la zona.- Vaya mierda de cementerio. Se ahorró ese comentario vulgar.- Quizá con más tiempo o en alguna oscura cripta...- ¿Es que la gente no tiene otra cosa que inventar en esa maldita ciudad? Pensaba acerca de los rumores que habían escuchado.- Pues si no quieres hacer nada más aquí...- Dijo con cierto sarcasmo.-... podemos irnos.- Le tendió el laúd que había cogido antes para ocultarlo en el conjuro.- Quédate el arco por tus servicios prestados.-  En su cabeza Ramase aún no renunciaba del todo a sacar algo de provecho de aquella situación.

Amos no fastidie usté, hombre. Vamos a buscar un poco más, a ver si... Y Morunom se entretuvo un ratico más enredando por la zona noble.

Seguro que si hay cadáveres animados es por aquí. Supongo que los que tienen pasta los encargan de entre sus sirvientes, para que se queden a vigilar sus tesoros y todo eso, ¿verdad? En todo caso, me da a mi que será por la noche que esto se anime.

Sin embargo, el arco lo pilló. Se lo había ganado, qué leñe. Mmmmh, examinó el arma. Pues vale. Nunca se sabe cómo se ganará uno el pan de un día para otro.

Ramase detuvo su avance y observó al charlatán actuar mientras vigilaba los alrededores.

- Mi conocimiento de esta ciudad es bastante limitado, pero supongo que lo que dices tiene sentido.- Ramase sólo era un recién llegado. El hombre estiró la piel flácida de su cuello con su nudosa mano mientras reflexionaba.- La noche, sí, claro.  Pero venir aquí solos de noche...- Negó con un leve gesto de la cabeza. No, aún no estaba preparado, debían ser pacientes.- Tormentos Cristalinos parece una ciudad muy peligrosa a partir del ocaso.- Por mucho que Morunon inflase su pecho y quisiera parecer un tipo duro no dejaba de ser un enclenque igual que él mismo.- Preferí acercarme cuando fuera más seguro confiando en mis habilidades. Si pudiera entrar aquí a mi antojo...- Bueno, eso sería otra fase del plan.

El anciano que patrulla el cementerio es conocido como Noshi. Una afección cutánea incurable lo ha maldecido con una inusual cantidad de vello; un recuerdo de sus antepasados semiorcos. Noshi es tranquilo y bastante consciente de su estado y, aunque es amigo leal de unos pocos, la mayoría de ciudadanos se mantiene alejado de él. Las historias y leyendas cuentan que es medio infernal o medio mono, son bastante populares entre los niños más crueles, mientras que los adultos se decantan más  por los persistentes rumores de que se trata de algún tipo de licántropo.

Cuando echas un vistazo con más detenimiento por una de las tumbas más recientes, concretamente por la de un tal "Camell Pieligeros" descubres que hay un pequeño montoncito, que casualmente coincide con todas las tumbas recientes, la de un tal "Balo", un tal "Intissar", una tal "Layla" y un tal "Khrim". Todas esas tumbas tienen esos montoncitos cerca de ellas.

Morunom asintió. Peligroso seguro que es. Una cosa es ir por ahí con un detector de muertos vivientes en pleno día y otra esperar a que vengan a cebarse con tus huesos. Que digo, continuó, que ese tipo, el guardián del cementerio, me acabo de acordar cómo se llama. Me lo cotilleó una comadre esta mañana... bueno, poco después de levantarnos, cuanto todavía usted estaba arreglándose para salir. Noshi, se llamaba. Parece que lo peludo le viene de antepasados semiorcos. Decía que era un tipo más bien huraño, aunque tiene algunos pocos buenos amigos por ahí. Los demás se mantienen alejados. Decía la comadre que es medio infernal, o medio mono, o medio licántropo. A saber lo que dicen de mi por ahí, ciertamente. Son habladurías de comadres. Habían estado caminando mientras Morunom tenía en marcha la máquina de apalabrar cuando paró y señaló una tumba. Eh, mire. En la tumba estaba escrito el nombre de Camel Piesligeros. Había un montoncito de tierra al lado de la tumba, y el enterramiento parecía reciente. Este debía ser un mediano. Digo. Por el apellido. ¿A ver esa otra? Se dirigió a otra reciente también. Balo, se llama este, y también hay un montoncito de tierra al lado. Aparecieron otras tres similares con sus montoncitos de tierra al lado, todas recientes. Una de un tal Intissar, otra de Layla y otra de Khrim.

Oye, esta de Layla, podría ser la de la chica esa que murió por la plaga. Ya sabe, esa enfermedad que hace que la peña se transforme en pez. Ayer anduve trabajando para su hermano o su novio o algo, no acabé de enterarme. Zarus, se llama.

Ramase no era muy parlanchín que digamos pero al contrario de lo que se pudiera pensar no le molestaba la perorata de Morunom. De lo que decía podía filtrarse información que le podría ser de utilidad. Ese tan Noshi sería un elemento del que cuidarse si lo que decían era cierto.

- Como un libro abierto.- Piropeó al tunante en su habitual tono de desgana. Cuando se paró al lado de una tumba, Ramase observó con atención lo que decía.- ¿Una plaga?- Se interesó Ramase por dicha información.- No sabía nada pero sí que parece que ha habido actividad reciente en el cementerio.- Había estado ocupado pero el tema le interesaba. Podía ser otro campo sobre el que volcar sus conocimientos.- ¿Y cuando murió estaba ya transformada?- Le picaba la curiosidad por ver qué efectos dejaba en el cuerpo la plaga. Quizás, si la tierra estaba fresca y recién movida, pudiera echar un vistazo al cadáver. Comenzó a hurgar en la tierra con la punta de su lanza.

Por lo que entendí, mueren durante la transformación. Uno de los que iba con Zarus, un mediano que se llamaba Argot, amaneció todo lleno de escamas y con cara de besugo. Algunos la soportan y otros no. Estuvimos recogiendo muestras de cerveza de la Pezuña en la Boca, que es donde sospechaba el hombre este que estaba el foco de la infección. Para mi que a alguien se le ha caído una poción de polimorfar en pez dentro de un barril, o algo. Hoy habrán estado estudiando las muestras en el templo de Pelor. Espero que no me haya infectado.

- Qué Pelor nos ilumine a todos con su Luz...- Dijo Ramase en un tono manido y sin pasión alguna que indicaba que estaba de Pelor hasta la coronilla. La teoría sobre la poción de polimorfar hizo surgir en el rostro macilento de Ramase una media sonrisa.-¿Podrías informarme de los avances que realizan? En el caso de que lo hagan...- Tenía sus dudas de la competencia de los sacerdotes de Pelor.- Es un tema que me interesa.- Acuclillado junto a la reciente tumba, haciendo crujir los huesos de sus estropeadasm articulaciones, Ramase seguía removiendo la tierra.- Me pregunto si habrán realizado la autopsia al cadáver.- Sus conocimientos sobre el cuerpo podrían ser de utilidad a la ciudad. Estaba seguro de que los remilgos de los sacerdotes de Pelor les habría impedido realizar un estudio pormenorizado de una infección tan peculiar.- No saben ni cómo se contagia, ¿verdad?- Preguntó mientras se cubría la smanos para no tocar nada con su piel.