Partida Rol por web

Soy un forastero que ha visto el fuego y he venido a ver si puedo ayudar de alguna manera.

Usted sabe como podemos entrar sin que el fuego nos haga daño, no conozco la ciudad asi que desconozco los lugares.

No hay agua cerca, usted conoce la cena.

Ametrallo al nogmo con todo lo que he dicho atropelladamente los gritos me estan poniendo bastante nervioso.

Espero que el me de algun pie para poder hacer algo por la gente que esta atrapada dentro del edificio.

El gnomo mira al nuevo humano de aspectos misticos, lo examina lentamente para tener una idea de que estilo usaria. Mas alla de eso, toma encuenta aquella apariencia "Si es que tiene un estilo de magia o algo semejante, podria usted tambien usar sus poderes y sortilegios para ayudar en la entrada de este edificio? Seamos lo mas rapido posibles para salvar a quien este ahi dentro y averiguar el origen de tal fuego poderoso!" le dice Lumpabel algo estremecido por la situación buscando una solución al tema o al menos una investigación rapida que el nuevo humanoide mistico podria aportar

El ambiente era sofocante y las llamas envolvían todo lo que el pequeño grupo podía ver. Pero entre todo aquel infierno, pudieron encontrar a un hombre que intentaba apagar el fuego del edificio sin aparente éxito.

Ethan se sorprendió al observar como aquel hombre pudiera pensar en apagar todo un edificio en llamas con la simple ayuda de una manta. Lo primero que pensó es que estaba en estado de shock y que tenían que sacarlo de alí cuanto antes mejor.

-Escuche! no hay nada que hacer aquí: el edificio está perdido! debe salir de aquí!- intentó gritarle al hombre para hacer entrarlo en razón- Queda alguien más en la casa?

La pregunta era algo dificil de responder, ya que segundos antes habían visto a una deforme criatura enjaulada. Pero Ethan se refería a alguna persona y no a experimentos salidos de nadie sabe donde.

El guerrero esperaba la respuesta para sacar al hombre de allí o continuar con el rescate de los que hubiese allí.

¿Alguien? Te parecen pocas criaturas las que hay en el museo. Son todas ellas las que están en peligro, son mis criaturas, todo lo que he conseguido encontrar durante tanto tiempo. No puedo permitirme dejar esto, hacer como si no pasa nada. Si se quema mi Salón, prefiero quemarme yo con él.

¡Así que si habéis venido, que sea para ayudar!

Buscad ayuda, llamad a toda la gente del pueblo. ¡Lo que sea, pero rápido!

Me acerco cautelosamente  a las jaulas   para examinar mas de cerca  a  las criaturas  y las cerraduras.Compañero  esto se complica por segundos.No se lo que son  estos seres  pero no creo que nadie merezca morir  abrasado  asi que busca  en la habitación a ver si encuentras las llaves del encargado   y yo intentare  forzar estas  cerraduras..Apoyo la mano en la espada   y digo en tono amenazador:a la primera tonteria os destripo

El Gnomo mira al nuevo hombre, no puede definir bien su estilo aun asi le propuso al mismo "Si ud tiene poderes especiales, buen hombre... Podria ayudarnos lo mas rapido que pueda?" Luego el gnomo otra vez pone a recorrer alrededor del edificio, buscando alguna forma de entrar o alguna simbologia especial.

Todos los alrededores se estaban cayendo bajo un fuego abrasador y el decidio colarse por la ventana y ayudar en lo que pudiera. Se encontro a aquel hombre que pedia ayuda y el con su buen corazon pouso su vida en riesgo para ayudar a aquel hombre

Sera mejor que saquemos a los animales que podamos , el resto esta perdido

El decidio sacar portanto a la criatura que siseaba y pregunto al hombre calvo

Donde puedo encontrar las llaves de esta celda?

tras comprobar que estaba cerrada

Aquel hombre parecía seguro de sus palabras: salvar a las criaturas del museo a toda costa. Aunque en ello se le fuera la propia vida. Un gesto digno de honrar, ya te la primera criatura que había visto Ethan era todo menos agradable...

Pero y si con la liberación de aquellas criaturas, la cosa empeoraba? Cabía la posibilidad que aquellos animales extravagantes y desconocidos fueran peligrosos. Ethan había visto alimañas de otras regiones, pero aquello que contemplaba no lo había visto antes en sus anteriores viajes.

-Son peligrosos?

Preguntó al hombre que pedía ayuda para liberar los animales.

- Claro que son peligrosa, o al menos gran parte de ellas. No podemos liberarlas, ahora se encuentran totalmente sanas y si las dejáramos escapar podría pasar como con .. se entre calla, como si ocultara algo... con nadie, no podemos liberarlas, es peligroso. ¡Por eso es urgente apagar el fuego! Id en busca de ayuda, el tiempo apremia y el fuego cada vez se propaga más rápido.

En efecto, de pronto la columna parece amplificarse unos cinco pies y empieza a alcanzar a nuevas jaulas.

Cada instante que pasa el fuego cada vez es mayor, es urgente que hagáis algo si queréis ayudar.

yo saldre avisar a los demas , vosotros haced lo que podais

Anciano, agua, ¿donde podemos encontrar agua?.- el calor crecía por momentos, pero el joven sabía que lo más peligroso era aquel humo que empezaba a acumularse en el techo

Ialdabode se quedó pensativo. Buscó en su interior algo que le ayudase a entrar en el edificio, pero no lo encontraba.

Me temo que no encuentro solución a este problema

Se quedó escuchando los gritos procedentes del Salón, intentando descubrir qué decían

Era una locura intentar sacar todas aquellas jaulas sin acabar envuelto en un laberinto de llamas. La única solución que Ethan veía para ayudar a aquel pobre hombre era intentar controlar el fuego, cosa realmente difícil, o obligar al cuidador de aquellas criaturas a salir del edificio. Y esta última opción era la que más sensata para el guerrero...

Pero dio una última oportunidad al desconocido y a sus mascotas e intentó buscar algo que le ayudara a apagar el fuego de alrededor. Como mínimo hasta encontrar agua para apagar el fuego.

Una manta, una pequeña alfombra... lo que fuera!

El techo del edificio comenzaba también a derrumbarse y a caer en pedazos, Ethan era incapaz de encontrar nada que en lugar de apagar el fuego no lo avivase, con lo que no tenía manera de ayudar al pobre Anmeh, la búsqueda había sido en balde y no parecía que fuera a poder ayudar mucho más a aquel hombre.

- ¡Pues al lado del río! ¿Dónde vas a encontrar agua? ¡Venga y haz el favor de llamar a más gente!

En el tiempo que lleváis allí, no lográis analizar nada en absoluto de aquel lugar, no sacáis nada en claro, cuando de pronto sale Kung - fu por la misma entrada por la que se había ido. 

El fuego en cada instante parecía propagarse y se estaba comiendo gran parte del techo del edificio.

Cuando sales del edificio te encuentras con el gnomo Lumpabel y un extraño humano que está a su lado. Un poco más allá una mujer herida parece que se está acercando al lugar.

La puerta del museo está cerrada pero podéis oir gritos de criaturas y de personas en su interior. Una columna de fuego se asoma por el tejado, es extrañamente alta, casi como si fuera mágica.

Un gnomo está junto a un extraño humano, un poco más allá una especie de guerrero está saliendo por una de las ventanas del museo. Parece que se había adentrado allí para algo, quizá para ayudar a todos los que estaban dentro, pero no lograbas entender la razón de que saliese con las manos vacías.

Aire se acercó tambaleante a los desconocidos. Al verlos allí parados, se quedó mirando el fuego como embobada.

Al final, decidió hablarles

Díganme, buenos hombres, ¿no habrán visto un demonio desnudo buscando monedas para comprarse ropa?

O mejor aún, ¿no habrán visto alguna tienda para que yo pueda comprarme ropa?

Se llevó una mano a su oído derecho y, al ver sangre, terminó diciendo

Vaya, todavía sigo sangrando...

Ialdabode vio a la mujer de lejos y se quedó esperando su llegada.

Pero lo que no se esperaba eran sus preguntas.

¿Demonio desnudo? ¿Qué dices, mujer? Estás delirando... ¿Se ha dado un golpe en la cabeza?

dijo al ver como la extraña mujer sangraba por el oído