Zarus se mostró muy incomodo ante el estrujón del fortachón, estaba poco acostumbrado a ese tipo de contactos. -Vaya, no hay necesidad de sobre cargarnos de emociones je- replica usando un poco de su agilidad para escapar del apretón del grandote. -Pues bueno, creo que ustedes pueden ir averiguar algunos detalles sobre la misión. Escuché que el dueño de "La pezuña en la Boca" sabe algo al respecto. Les recomiendo que poner mucha atención a lo que este diga, incluso que pongan en duda todas sus palabras. No sé, nunca se sabe... Traten de averiguar todo lo posible sobre los ladrones, y la recompensa, claro. Haremos lo mismo en "Los Cuarteles", de preferencia con el mismo Iborian.- responde mirando Snit y luego dirige su voz a Emirat. -Disculpe, al jefe de la guardia a donde se le puede conseguir con mayor seguridad?- pregunta con sutil curiosidad, tal vez no fuera correcto suponer que estaría en Los Cuarteles.
En tema cambió un poco y Zarus puso intención de ponerse en marcha. -Vaya. Por poco lo olvido. Debo ir por unos componentes. Entonces han dejado la criatura a allá arriba... - dice mirando en dirección al camino que conducía a la torre, perdiendose un poco en su propia idea de lo que encontraría en aquel lugar.
Se despidió de sus nuevos compañeros de misión, no sin antes ponerse de acuerdo en una ultima cosa. -Si creen que pueden seguir sin descansar, encontremosnos en "Puente Brandon", luego de terminar nuestras indagaciones. Sino, pues tal vez prefieran que nos encontremos en un lugar mas tranquilo, como la Catedral de Pelor.- propone, antes de seguir su camino.
Subo a la "Torre Azul" para comprar los componentes mágicos.
-Está bien, iremos a preguntar a "La pezuña en la Boca", a ver si quiere contarnos algo-dijo la muchacha, esperando de verdad que fuera así. Y que, con lo que consiguieran sacar de todo esto, pudiera dormir un poco. Quizás otras personas se habrían preguntado si esa información les iba a salir gratis, pero al menos Raellia no caía en eso. Y, de todos modos, por intentarlo no perdían nada.
-Nos veremos en Puente Brandon, entonces.
A la Pezuña en la boca, supongo que con el Kraken.
El kraken se aseguro de asentir a lo dicho por Raelia, contento por haber hecho amigos tan rápido. Normalmente la gente solía asustarse y salir corriendo cuando el Kraken los abrazaba.
Buenos días de nuevo, dijo el mago. ¿En qué puedo ayudarte? Cuando le comentó lo que necesitaba, asintió, claro, algo tan básico siempre disponemos de ello. Dijo entregándole la bolsita de componentes materiales. Son 5 piezas de oro.
Zarus observó con atención todo a su alrededor. La llamada Torre Azul debía ser un lugar lleno de cosas muy extrañas, cosas que Lazarus le gustaría conocer, pero no había tiempo de momento para ello.
Finalmente, Zarus llegó con Mylor Orvid, este era el que vendía los componentes necesarios para el manejo de algunos "trucos" que él desea usar. -Entonces son 5 piezas de oro... Vaya, no son nada baratos. Es una suerte que las cantidades que se necesitan para que cada truco funcione, es mínima jeje.- concluye dandole las 5 monedas exigidas.
Bien, me hago con la bolsa de componentes. Si alguna cosa mas de interés se ve por ahí, le hecho un ojo, pero no voy a comprar nada, de momento (venenos?).
Ahh si! a los Cuarteles! a buscar a Iborian (me has dicho que se encuentra ahí, verdad? le pregunté a Emirat Rastenar).
Nota Importante: cuando este cerca de los Cuarteles, uso el conjuro Disfrazarme. La idea es parecerme a Itissar, el hermano de Layla, quiero mover un poco la historia de los hermanos para lograr investigar de que trataba la venganza que este tramaba y así quien o quienes estaba dirigida. Creo que se puede empezar el rumor de que Intissar, aún sigue vivo.
Dinero descontado. Pagué con 50 monedas de plata, en lugar de las 5 monedas de oro.
Construido como una gran pirámide, el templo está rematado con una gran cúpula rodeada por torres de cristal. Una gran torre de conco pisos, erigida en mármol color azul pálido, domina la fachada oriental de la pirámide. De noche, toda la estructura brilla con incontables llamas y un enorme símbolo reluciente de Boccob rota lentamente sobre la cúpula central.
Aire entró con premura en el templo. Buscaba al monje con el que había hablado hace un rato, pero no se le había ocurrido preguntarle su nombre
Ya te vale, Aristóteles. Es cuestión de educación, ¿sabes? "Hola, ¿qué tal usted? Yo soy Aire, la gran hechicera, ¿y usted?" ¡Ves como es sencillo! ¡Vees! ¡Veeeeeeeeeeeeeees! le regañaba una y otra vez a su sapo, mientras seguía caminando y buscaba a alguien que pudiera atenderla.
Hola Aire. ¿Qué te trae de nuevo por aquí?
¡Hola! se dio cuenta que estaba siendo muy festiva y alegre, pero rápidamente corrigió su comportamiento.
Vengo de hablar con los del museo. Siento darle esta noticia, aunque me han dicho que ya lo sabían... Pero su clérigo ha muerto. Miró hacia el suelo, sin saber muy bien qué más decir. Jo, es una pena, me gustaría haberle conocido.
Sí, lo lamento muchísimo. Dijo Emirat a Aire. Muchas gracias por el trabajo que has hecho por nosotros, y por ayudarnos a investigarlo. Le sonrió. Luego se rascó el bolsillo, creo que esto al menos podrá pagar el tiempo que has invertido en ayudarnos. Dijo sacando 7 piezas de oro. Sé que no es mucho, pero ahora mismo tampoco puedo darte más. Muchas gracias, Boccob te lo agradecerá siempre.
Aire no sabía si Emirat estaba triste o no, pero poco la importaba. Notó el peso de las monedas en su mano, y tuvo que bajar la mirada para que no se notara su alegría.
¡Oh, gracias a ti! Ahora podré vivir unos días en la ciudad, ya me veía yo debajo de un puente o algo así. ¡Muchas gracias! Si necesita algo, no dude en preguntar por mí, haré todo lo que pueda y lo que esté en mi mano. ¡Hasta pronto! se despidió Aire tras darle un abrazo y salió corriendo.
Voy a Recados
Construido como una gran pirámide, el templo está rematado con una gran cúpula rodeada por torres de cristal. Una gran torre de conco pisos, erigida en mármol color azul pálido, domina la fachada oriental de la pirámide. De noche, toda la estructura brilla con incontables llamas y un enorme símbolo reluciente de Boccob rota lentamente sobre la cúpula central.
Aquel templo era enorme a la par que hermoso. Si bien Erik había visitado las tabernas y posadas de Tormentos, no conocía la existencia de aquel templo en la ciudad. Y la verdad es que se quedo maravillado de aquella estructura tan bien "equilibrada".
Ahora solo esperaba que, junto a Barrabás, estar cerca de aquel monumento fuera sinónimo de fortuna para encontrar nuevos compañeros.
-Barrabás, veamos si encontramos alguien interesado en acompañarnos.
Y con la mirada curiosa en no perder detalle del templo, comenzó un paseo observando si se topaban con alguien que pudiera estar interesado en su oferta.
Master, hay alguien más por la zona a quién poder entablar conversación?
Barrabás observó el edificio - Creo que no encontrar a nadie aquí, y si esperar a que noche llegar tampoco en parque
Nosotros tener que mover rápido por ciudad, si no querer que tiempo comer Loto
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Es el actual sumo sacerdote de Boccob en la villa. Emirat es un semielfo muy serio; ninguno de sus subordinados puede decir que lo haya visto sonreir jamás, por no hablar de reír. Suele dejar que los demás clérigos actúen por su cuenta, pero si cualquiera de ellos viola sus reglas no escritas, no les da mucho margen para las explicaciones.
Nadie le guarda rencor por esta manera de tutelaje, ya que los clérigos son lo bastante sabios como para distinguir lo que está bien de lo que está mal. Buenas tardes, mi nombre es Emirat Rastenar, soy el sumo sacerdote del templo de Boccob ¿en qué puedo ayudaros?
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Hola Emirat - Saludó Barrabás llevándose la mano a la cabeza para luego pasarla por su melena, no sabía si hacer una reverencia, o agacharse un poco o qué debía hacer ante un sacerdote. Además, no le gustaban nada los elfos, no conocían el honor de la batalla, no le gustaba pelear contra ellos, eran viles y sucios. ENANOS, ellos sí sabían pelear como Gruumsh manda.
Nosotros venir de Loto, pueblo de bosque salvaje. Nosotros buscar brujo de curar que acompañar grupo en limpiar bosque del mal, nosotros ayudar aldea Loto. - Miró a Eric, bastante orgulloso de su cercano resumen, y parándose a pensar entonces, en si la sacerdotisa habría puesto a curtir las pieles de lobo como le pidió, y en que, tarde o temprano, tendría que ir pensando en pasar por las tiendas para soltar un poco de equipaje si quería recoger aquellas pieles.
Quitadas, ya lo puse en notas porque ya me olía yo que el cambio no me estaba dando bien, que no son ni piezas de bronce, que el bronce es de Stormbringer x'D
-Saludos honorable sacerdote de Boccob. -dijo Erik realizando una trabajada reverencia en honor a la máxima figura del templo -Como bien a comentado mi compañero Barrabás, venimos de la aldea de Loto, la cual se encuentra en serios aprietos por unos descontrolados ataques de animales salvajes. Fuimos a la ayuda de la gente de Loto, con todas nuestras buenas intenciones, pero al realizar nuestra primera aproximación para hacer frente al responsable de esta desgracia, tuvimos bajas en nuestras filas. Necesitamos, como dice mi amigo, alguien capaz de sanar nuestras heridas la hacer frente al mal que padece los humildes habitantes de Loto.
Erik mostró su mejor cara de preocupación para realzar la necesidad de ayuda.
-Puede ayudarnos en nuestro cometido, ilustre Emirat Rastenar?
Si lo que necesitáis es un aventurero que os acompañe y os ayude a curar heridas, me temo que no conozco a nadie. Los aprendices de este templo aún no están preparados para salir solos ahí fuera y aún menos para emprender misiones. Dijo mientras les devolvía el saludo.
Pero si lo que buscáis es sanar vuestras heridas actuales, lo mejor es que vayáis al templo de Pelor, Lyra es la encargada de las sanaciones de la ciudad y es a ella a quien debéis recurrir en caso de necesidad.
Barrabás asentía, aunque ya había imaginado la respuesta desde antes - Yo decir. Parque de rana mejor sitio para aventureros. ¡Y tabernas!
Gracias Emirat - Gracias, era una palabra tan rara en el lenguaje de ellos. No tenía apenas significado y era solo un cierre de conversaciones usada con el mínimo pretexto posible y si la interlocución lo permitía, usada contínuamente.
Erik, nosotros tienda. Tal vez encontrar aventurero en tienda de armas y yo poder vender
Barrabás negó con la cabeza y puso la mano en el hombro de Erik cuando éste parecía estar pensando alguna estrategia o recurso al que pudiera recurrir. Barrabás sabía que no encontrarían un clérigo de Pelor en la puerta del templo dispuesto a irse a la aldea de Loto. Deberían haber seguido adelante solo con las pociones que les brindaron - Recuerda ir taberna cuando anochecer. Yo voy mercado y buscar aventureros. Adiós.
Barrabás va al mercado