Partida Rol por web

Jukka sale justo detrás del mediano y va con ellos hasta la puerta norte

Tan solo unas pocas horas, contestó a Har, no deberíais demoraros mucho en llegar, seguramente antes de que se hiciera muy tarde estaríais allí.

Barrabás tuvo la impresión de haberse equivocado de lugar, aquello era para humanos pijos y remilgados, gente con dinero. Barrabás arruga la nariz asqueado al percibir un perfumado olor. Decide que esta posada no es para él, y que anda perdiendo el tiempo paseando por posadas y tabernas, así que decide ir a dar una vuelta al cementerio.

La mayor parte de la fachada y las tejas de este edificio de mármol está cubierta con pintura plateada. Toda la estructura está adornada con embellecedores de plata, muchos con forma de cuervo, y una exquisita estatua de plata de un cuervo se apoya en una barra del mismo material sobre la entrada principal. Este ostentoso establecimiento es el Cuervo de plata, la taberna y posada más prestigiosa de Tormentos Cristalinos.

Un agradable mediano parece ser el encargado del local, lleva entre sus manos una figura de un cuervo de plata y se muestra muy sonriente ante su público.

-Saludos, mi nombre es Helbur Throrwim-digo al dueño con tono disimulado para no llamar la atención. El lugar me sobrecoge, está hecho con todo lujo de detalles y sin duda alguna lo que más desentona en ese momento allí soy yo, así que no pretendo demorarme demasiado.

-Solo quería hacerle unas preguntas, sobre Blagh, el enano que regente La pezuña en la boca. He oído que hay problemas con él y con otro tabernero, el del Erizo borracho creo que es y me preguntaba si usted sabe algo del asunto, o me podría contar algo de esos problemas.

Buenas tardes, contestó el mediano mientras jugaba con la diminuta estatuilla del cuervo de plata que tenía entre manos. Sobre Ankus y Blagh no puedo decir nada que no se oiga por la ciudad, yo no los conozco personalmente, pero de Blagh sé que llegó a la ciudad hace poco tiempo y que su taberna ha prosperado mucho muy rápidamente. Posee una cerveza de intenso sabor y tiene una batalla desleal con Ankus. También hay rumores sobre que su cerveza provoca enfermedades, o que está envenenada, pero yo no creo eso.

De Ankus, pues que es un elfo que lleva bastante tiempo aquí, que le gustan las bromas y que se divierte haciendo novatadas a los recién llegados a su taberna. Recientemente le han prendido fuego a su taberna, y se rumorea que Blagh pueda tener algo que ver. Pero una vez más, tampoco creo en eso.

¿Quiere tomar algo?

La mayor parte de la fachada y las tejas de este edificio de mármol está cubierta con pintura plateada. Toda la estructura está adornada con embellecedores de plata, muchos con forma de cuervo, y una exquisita estatua de plata de un cuervo se apoya en una barra del mismo material sobre la entrada principal. Este ostentoso establecimiento es el Cuervo de plata, la taberna y posada más prestigiosa de Tormentos Cristalinos.

Un agradable mediano parece ser el encargado del local, lleva entre sus manos una figura de un cuervo de plata y se muestra muy sonriente ante su público.

Un niño elfo de andrajosas ropas entró en la taberna, se acercó, con una gran sonrisa, a la barra donde se encontraba el mediano que regentaba el lugar. Se subió a un taburete para poder hablar con comodidad con su interlocutor.

Disculpad amable mesonero, somos dos viajeros -señaló al semiorco que venía con él- hambrientos y cansados. ¿Sería vuesa merced tan gentil de darnos cobijo y ofrecernos algo de cenar?

Mientras el dueño de la posada comprobaba las existencias de viandas y las habitaciones libres, miró en derredor suyo observándolo todo con exacerbada curiosidad infantil.

Dentro de la posada se estaba bien, y era caliente y grande, o eso creía Urk,-para estar tan cansado no para de moverse el "elfito"-pensó Urk mientras lo veía salir disparado directo hacia la barra del que parece ser el dueño del lugar, un mediano que, a juzgar por sus ropajes, no parecía faltar de clientes.

Urk se acercó a la barra y se sentó al lado de Ardhian, que apenas sostenía la mirada mas de dos segundos en cualquier lugar de la taberna, todo parecía fascinarle, desde los cuervos de plata de la entrada hasta el taburete en el que tenía postrado su diminuto culo, si estaba cansado lo disimulaba con gran proeza.

Si tu usar cabeza tan bien como usar lengua nunca faltarte trabajo, Ardhian-Dijo Urk hablando en idioma común-Nosotros mejor hablar en idioma común, alguna gente no gustar idioma orco y nosotros necesitar paz para descansar.

Urk sacó de una bolsa que tenía en su mochila 5pc y se los puso directos enfrente de Ardhian-Urk tener dinero, pero dejarme dar un consejo a tu, Ardhian, si tu pagar por tonterías al final ser muy pobre para comprar comida.Yo poder entrar en ciudad pero dinero no ser fácil de conseguir​.

Aprovechando su oído orco, y que estaba de espaldas a la mayoría de lugareños de la taberna, Urk paró atención a toda conversación que podían filtrar sus oídos para procurar que nadie perpetrara ninguna acción a traición por su espalda u oír conversaciones ajenas de posible interés para él.

Observo a los recién llegados -extraña pareja- pienso durante un instante.

-No, muchas gracias, temo que solo soy un pobre clerigo fuera de lugar en un sitio como este. Igual que esos dos.- no puedo evitar el final de la frase, pero rodeado de los lujos de esa taberna, siento que cualquiera que camine más de un millar de pasos al día no encajaría demasiado en el lugar solo por el polvo del camino.

-Veré si alguien me puede contar algo más del asunto y tal vez el día de mañana pruebe una de las cervezas que sirve en este lugar. Muchas gracias otra vez.-con mi seria expresión nadie diría que estoy simplemente hablando con el propietario, pero nunca he sido buen diplomático y cuando controlo las palabras, los gestos me traicionan.

-¿Tal vez ellos sepan algo?, parece que vienen de un viaje, así que puede que no sepan nada del asunto.- pienso mientras me dirijo hacia la puerta, pero antes de salir, me doy la vuelta par preguntar por un instante al orco y al elfo.

-¡Eh! ¿habéis oído hablar de Blagh o algo sobre la pezuña en la boca?¿Y sobre Ankus, propietario del Erizo borracho?

Escuchó con atención a Urk, miró las monedas, contestó en común, algo avergonzado -: Es un buen consejo, gracias. Lo tendré en cuenta. Espero no haberte ofendido, no era mi intención. Creí que necesitabas ayuda. Creí que lo tonto hubiese sido dejarte dormir en el suelo, pero claro aún tengo mucho que aprender.

Resultó que el mediano estaba atendiendo a otro cliente y por eso debían esperar su turno. El afán infantil del terremoto elfo auguraba que, cuando por fin cayera en el lecho, dormiría como un bendito, o al menos meditaría al modo élfico lo suficiente como para hallar reposo, no solo él, sino cuantos le rodeaban.

Observó al cliente que terminaba de hablar en ese instante con el mesonero. Del mismo modo que le habían impresionado las cicatrices que se adivinaban en el cuerpo de Urk, le fascinó el serio y algo rudo aspecto del rostro del enano, sobre todo porque le pareció leer en sus ojos cierta nobleza. Por como lo miraba dejó patente que no había visto muchos enanos en su vida. Cuando este, que ya se dirigía a la salida, se volvió hacia ellos con preguntas el elfo supuso que lo había hecho en un idioma para él desconocido porque no había entendido nada.

¿Blagh tiene una pezuña en la boca? ¿Cómo es eso posible? ¿Tal vez un hechizo que salió mal? ¡Oh! Suena terrible, alguien debería hacer algo. ¿Creéis que el dueño de un erizo borracho puede ayudarle? -. Añadió pensativo -No tenía ni idea de que los erizos pudieran emborracharse. 

¡Un momento! -. Recordó de pronto que había escuchado a dos guardias comentar algo al respecto sobre una recompensa por deshacerse de una banda de ladrones que operaban por los alrededores -.Ya, ya sé a que os referís, disculpad mi confusión. No sé donde está La Pezuña en la Boca, pero he oído que allí es posible encontrar a Blagh quien, si no he entendido mal, puede dar detalles acerca de la recompensa de 100 piezas de oro que dan por amedrentar a los bandidos de las cercanías.

Tomó aire y continuó -: Del erizo borracho no sé nada. ¿Es una atracción de un circo? De todos modos ya es tarde para búsquedas ¿no? En mi modesta opinión vuesa merced tendrá más éxito si descansa y acomete mañana la empresa. Robar está mal, si necesita ayuda con los ladrones puede contar conmigo, y con Urk, si él quiere venir, claro.

Le pareció, por las miradas que le lanzaban, que había vuelto a hablar demasiado. Esperó en silencio a que alguien más hablara, con su eterna sonrisa en el rostro.

Urk escuchó a Ardhian, entendía las acciones del elfo, joven y apresurado, por ayudar a los demás, cuando se disponía a contestarle les llamaron la atención desde las puertas por las que habían entrado tiempo atrás. Urk escuchó al enano y al elfo hablar, mientras seguían hablando Urk dijo:

100 piezas de oro-Murmuraba en voz baja-Parece que al final el trabajo ha llegado a mi.....-siguió diciendo.

Urk se giró hacia la entrada lo suficiente para poder mirar al enano postrado en ella, pero sin moverse demasiado de la barra hacia la que ya estaba postrado-enano, si alguien ofrecer 100 oros de recompensa ese trabajo no ser fácil, seguramente. Yo ayudar a cambio de 33 oros de la recompensa, ¿Que decir tu?-Dijo Urk clavando sus ojos rojos justo debajo de las espesas cejas del enano.

Pero yo necesitar dormir y comer, y visitar torre de magos también, aunque si nosotros ganar oro la torre de magos puede esperar. Tu parecer fuerte, pero uno contra una banda ser muy desigual, tu necesitar ayuda.

Un agradable mediano os recibe al entrar en la posada. El hombre lleva entre sus manos una figura de un cuervo de plata y os dedica una amplia sonrisa, mientras os da la bienvenida.

- Bienvenidos al Cuervo de Plata, señores. Mi nombre es Hoskin y soy el humilde posadero. Habéis llegado a la taberna de ensueño de Tormentos Cristalinos. Nuestras habitaciones son suites con tres departamentos; un sala de estar, un dormitorio y un baño privado. En el precio se incluye desayuno, masaje, baño caliente y servicio de lavandería. Cada habitación está asegurada con una cerradura a prueba del más habilidoso de los ladrones. Nadie ha entrado jamás a robar pues resulta imposible.

Y todo esto, ¡por el módico precio de 10 piezas de oro! Una oferta que nadie puede rechazar.

Adelante señores, echen un vistazo y elijan su suite

Poco antes de llegar oíste que Helbur, el enano que estaba hablando con Hoskin, estaban hablado de un tal Blagh y un tal Ankus que parecen tener muchos problemas entre ellos.

La mayor parte de la fachada y las tejas de este edificio de mármol está cubierta con pintura plateada. Toda la estructura está adornada con embellecedores de plata, muchos con forma de cuervo, y una exquisita estatua de plata de un cuervo se apoya en una barra del mismo material sobre la entrada principal. Este ostentoso establecimiento es el Cuervo de plata, la taberna y posada más prestigiosa de Tormentos Cristalinos.

Un agradable mediano parece ser el encargado del local, lleva entre sus manos una figura de un cuervo de plata y se muestra muy sonriente ante su público.

Los ojos se le abrieron como platos al escuchar al tal Hoskin.

¿10 piezas de oro?

Al principio lo venció el asombro, pero rápidamente se sobrepuso con su natural agilidad para sobrellevar los contratiempos.

Seguro que lo vale, señor Hoskin, tenéis aquí un establecimiento que sin duda provee de un servicio inmejorable, no obstante, me temo que queda un poco lejos de nuestras posibilidades actuales. Le agradecemos su tiempo, atención y paciencia. Tenga vuesa merced una buena noche.

Se volvió entonces hacia el semiorco y el enano, que no parecía aún decidirse a despegar o no los labios -: Si vuesas mercedes lo juzgan conveniente síganme, buscaré ese otro enclave llamado "La Pezuña en la boca", no creo que sea difícil encontrarlo preguntando a los viandantes que encontremos por la calle aprovechando que aún no es noche cerrada. Con un poco de suerte enseguida estaremos descansando cómodamente hospedados.

Con solo ver la fachada del lugar lanzo un silbido de asombro. Sin duda esta era la posada más fru fru que había visto en mucho tiempo. -A lo mejor debería haber preguntado por una de menor categoría. - Pensé mientras abría la puerta para encontrarme con una escena que bien podría haber sido protagonizada por mí.

Un elfo se quejaba con el tabernero de algún tipo de precio, seguramente de las habitaciones, por el contexto que escuchaba. Inconscientemente llevé una de mis manos a la bolsa de monedas bien atada a mi cinturón. - ¿Diez monedas de oro? No creo haber visto esa cantidad en mi poder más de un par de veces. - Pensé mientras me acercaba al grupo del elfo, bastante variopinto, por cierto.

-Eh, tú. - Llamé mientras caminaba, y haciendo gala de mi falta de modales. - ¿Las habitaciones de este lugar están a diez piezas? - Pregunté levantando una ceja. En realidad, eso era casi obvio, pero me interesaba más el nombre de la otra posada que había mencionado el tipo. Siendo un recién llegado, me vendría bien saber de un lugar que se ajuste un poco más a mi presupuesto.

No podía evitar gruñir un poco, era desquiciante, no llevaba ni media hora en la taberna y ya tenía que irse porqué no podía permitirse seguir ahí. ¡DIEZ MONEDAS DE ORO!-pensé mientras me daban ganas de agarrar de la cabeza al mediano y "renegociar" el precio.

Me levanto de la silla con las cejas tan juntas que parecen juntarse en solo una, agarro mis pertenencias y me las pongo a la espalda, dejando mí maza de armas en mano, y me muevo justo por detrás de Ardhian, a unos metros de él mientras digo:

Guíame Ardhian.

-Eh, tú. ¿Las habitaciones de este lugar están a diez piezas? 

Ardhian pegó un respingo, pero enseguida se giró hacia la imprecisa y oscura silueta de la que parecía haber brotado la pregunta y que no lograba divisar muy bien a pesar de su élfica percepción.

Será que el cansancio empieza a hacer mella en mí -.Dedujo. Respondió servicialmente, como era su costumbre -: ¿Se dirige a mí por ventura, señor? Si es así, le diré que en efecto así es. Si buscáis, como es nuestro caso, un lugar con precios más asequibles estáis invitado a acompañarnos, o a guiarnos si conocéis el camino. Mi nombre es Ardhian, por cierto, un placer.