Partida Rol por web

Respondo con cuidado, en tono bajo y realmente interesado por la propuesta.

-Tal vez podríamos ir a ver lo que se cuece por allí, no es que tengamos que acabar directamente con ellos con nuestras espadas. A nosotros no nos conocerían, así que podríamos movernos con más libertar en aquel lugar pero...hay un problema.

En ese momento solo pienso en la cena y la cama

-Necesitaremos algo de dinero para poder ir a la Driada bailarina, ya que por lo menos mis bolsillos no se pueden permitir demasiado.

Está bien, susurra sacando una bolsita con unas monedas de oro. Os doy esta bolsita con monedas, pero tened algo en cuenta. Tengo oídos y ojos en muchos sitios de la ciudad. Si por cualquier motivo me entero de que os desviáis de vuestra misión y de que disponéis a vuestro antojo del dinero que aquí os he ofrecido me encargaré personalmente de cortaros ese brazo que tan alegremente a tomado la bolsa que he ofrecido.

Dimdel y sin ninguna cautela. - Debo agregar a Mordrogath que somos 2 y medio, eh!? Luego se da cuenta de su irresponsable actuar y se lleva las dos manos a la boca tapandoselas él mismo. - L-lo Siento chicos... creo que deberíamos hacer el intento... si no morimos ahí moriremos de hambre sin dinero...

Asiento ante las palabras del Gnomo.

Hay que llenar la bolsa y el estómago...vayamos cuanto antes a la Driada, no será raro que busquemos alojamiento y no deberían sospechar de nosotros...

La mitad de esta taberna roñosa se alza sobre palafitos sobre las aguas del puerto, mientras que la otra mitad se asienta en tierra firme. Un cartel sobre la batiente puerta principal muestra un hombre con bigote, macerando un gran lenguado con un mazo de madera.

Bueno...si tiene pinta de barato

Piensa mientras se dirije al interior.

Su interior apesta a grog rancio, pescado y sudor, aunque a los parroquianos habituales no parece importarles mucho.

Una desvencijada barra atraviesa la zona sur y varios agujeros abiertos en el suelo junto a la pared oriental dan al mar. Los clientes pescan desde esos agujeros o se alivian por ellos, según sea su necesidad. El nombre de la taberna proviene de su especialidad, el lenguado hecho pasta frito con mantequilla y grog en grandes tortas

El posadero con cara de muy poco amigos se acerca a ti, para preguntarte qué es lo que deseas.

La mayoría de los clientes se encuentran borrachos a tan solo unos minutos pasados el amanecer. El tabernero es un humano de mediana edad y ojos astutos llamado Ned Cimbreros.

Lo que resulta ser un típico establecimiento de taberna venida a menos, resulta ser un extraño lugar. Ya que todos esos clientes que parecían estar borrachos más bien parece que están fingiendo estarlo. La mayoría parecen estar alerta y atentos a todo lo que sucede en el lugar.

Parece que algo extraño se oculta en el lugar. Quizá algo muy peligroso.

La mitad de esta taberna roñosa se alza sobre palafitos sobre las aguas del puerto, mientras que la otra mitad se asienta en tierra firme. Un cartel sobre la batiente puerta principal muestra un hombre con bigote, macerando un gran lenguado con un mazo de madera.

Su interior apesta a grog rancio, pescado y sudor, aunque a los parroquianos habituales no parece importarles mucho.

Una desvencijada barra atraviesa la zona sur y varios agujeros abiertos en el suelo junto a la pared oriental dan al mar. Los clientes pescan desde esos agujeros o se alivian por ellos, según sea su necesidad. El nombre de la taberna proviene de su especialidad, el lenguado hecho pasta frito con mantequilla y grog en grandes tortas

El posadero con cara de muy poco amigos se acerca a ti, para preguntarte qué es lo que deseas.

Querrría una habitación parra pasarr mi estancia en esta ciudad, también me gustarría saberr si con las arrenas y algún trrabajo extrra podría vivirr en esta ciudad. -se rasca la barba un momento- Cierrto, no sabrás de nadie que necesite un parr de músculos?

Brock se acercó a la barra, mirando hacia los lados, observando la putrefacta taberna donde se había metido. Miró al hombre de cara de pocos amigos y cuando preguntó lo que quería, dijo

-Querría alquilar una habitación individual, de momento por un par de noches. Le pagaré un dinero extra si tiene cerradura. Por cierto...- apoyó un codo en la barra y acercándose un poco, dijo en susurros: si alguno de sus huéspedes o parroquianos intenta entrar en mi habitación con turbios asuntos, responderán ante mi.-y volviendo a un tono normal, dijo- bien, cuánto se debe?

¿Acaso estáis viniendo a mi posada en busca de trabajo? ¡Aquí se viene a consumir! Esto no es un hostal ni un punto de información. Si queréis comer o beber algo tengo algo de grog que podéis tomar ahora mismo, aunque todavía se está terminando de hacer. Pero esto no es una posada y aquí no alojamos a nadie. Así que si esas son vuestras intenciones lo mejor será que os vayáis a otra parte.

Dice el hombre, enfadado y con cara de muy pocos amigos.

JAJAJA-me rio a carcajadas- que brribones los guarrdias, así que ha sido una brroma, perrdona hombrre. Eso sí, deberrías vigilarr tus palabrras, no puedes decirr que no busquemos trrabajo en tu posada y luego decirr que solo sirrves grrog porrque no es una posada JAJAJAJA-digo mientras empiezo a irme

-Yo esperaré al grog aquí mismo...- dijo mirando al posadero a los ojos sin parpadear.

Lo que resulta ser un típico establecimiento de taberna venida a menos, resulta ser un extraño lugar. Ya que todos esos clientes que parecían estar borrachos más bien parece que están fingiendo estarlo. La mayoría parecen estar alerta y atentos a todo lo que sucede en el lugar.

Parece que algo extraño se oculta en el lugar. Quizá algo muy peligroso

¡Oh vaya! Dice sacando un cuchillo de su cinturón. ¿Acaso crees que este es un buen lugar para reirse? Si digo que esto no es una posada, no es un posada. Y mucho menos vengas a reirte de mi en mi cara. Haz el favor de largarte de aquí o en lugar de grog comerás hierro. ¡Tú verás!

El hombre no le había hecho mucha gracia que Redhawk se riese de él en su cara y mucho menos que le corrigiese*, así que con su gran cuchillo colocado bien arriba y amenazadoramente le insinuó al hombre que marchara de allí cuanto antes.

Mientras tanto el pobre Brock seguía a la espera de que se resolviese el conflicto para poder recibir su ración de grog.

Trranquilo hombrre, que yo ya me marrchaba, dónde está tu sentido del humorr? Bueno, si no tienes alojamiento no nos verremos porr aquí, adiós buen hombrre.

Creo haber visto unas casas en ruina cerrca de la entrada, quizás puedo pasar por ahí las noches de mientras. Ya veré, ahora me iré al templo a preguntar por las arenas.

Mirando como el hombre al que había amenazado se largaba del lugar, Brock se apoyó en la barra y mirando al camarero, dijo:

-Esa no es buena actitud para un tabernero que quiere ganar dinero... honradamente?-miró alrededor a los compañeros de este.

-Espero que no estéis tramando nada malo, señores.-mirando duramente al hombre.

¿Y encima usted viene aquí a decirme como debo o no debo dirigir mi taberna? Pues no entiendo a que narices viene. ¡Si no le gusta ya sabe donde está la puerta! Y después soltó unos cuantos improperios por su boca. ¡Además, no está nada bien venir aquí a insinuar ese tipo de cosas! ¡Así que haga el favor de marcharse usted también!