Partida Rol por web

¡Pues no es mala tu idea! Lo mejor que podemos hacer es ir a hablar con Hoskin y plantearle todo este asunto. Debemos de actuar pronto antes de que alguien más descubra su cadáver. ¡Como alguien lo descubra puede que le arruine el negocio!

Dice poniéndose en pie y yéndose a preparar para salir. Luego le oyes quejarse y decir unas palabras casi imperceptibles. Ays... ¡maldito ladrón!

Y bien... Cual es el plan? pregunta el clérigo preocupado de que la respuesta sea entrar y machacar a todos sin mucha importancia de las consecuencias. La chica y su lobo no parecían de los que les gustara conversar mucho, esperaba que el otro acompañante tuviese alguna buena idea para llegar a optener alguna pista sobre el problema de las escamas o de alguna conspiración contra los hombres lagartos o incluso quizás de los problemas con aquella secta misteriosa, quizás todo estaría conectado.

Daélric puso una mueca más bien difícil de comprender, entre dolido por la mirada expectante y pesaroso por la tarea que le esperaba. Tal vez. Les hizo señas de que se acercaran hasta que prácticamente tuvieron las cabezas juntas y no fue hasta ese momento que no comenzó a hablar en voz bastante bajita.

-Bueno, pues la verdad sea dicha, no he pensado mucho al respecto. Creo que les podríamos ofrecer nuestros servicios. Al fin y al cabo parece que de una manera u otra tienen problemas con los hombres-lagarto. Tenemos una rastreadora, un clérigo y un hombre de mundo. Entre los tres podríamos resolver sus problemas... o al menos hacérselo creer. Si nos contrata ya tendríamos la prueba y el tema se resolvería de una manera u otra. ¿Qué os parece?

- Me parece bien pajarillo. No diré ni "mu". Te dejo la palabrería a ti. - Dijo Lictea ante las miradas temerosas del clérigo de Pelor.

Parecía un buen plan... Kranjstar ya había estado en este lugar preguntando por el problema de los hombres-lagartos, seguro sería creíble el ofrecerse para algún plan contra ellos, aunque si esta gente estaba implicada en algo, seguro no les dejarían entrar muy fácilmente a su organización, pero había que intentarlo. Bien, que sea así entonces, pero tendremos que convencerlos de que en verdad odiamos a los lagartos dice en bajo tono.

Con la probacion del Señor  Licorambarino, Markas se puso de pie junto con el mientras le aclaraba con respecto a lo que necesitaban.

Por cierto debo advertirle que el señor Lashti, no tiene nada de lo que le sugeri para resolver el asunto del cadaver, seria buena idea si llevamos estas cosas antes de llegar a la posada del Cuervo de Plata.

Mientras lo seguía para salir de aquel lugar, logro escuchar unas palabras susurradas por el, hablando acerca de un ladrón.

¿Sucede algo Señor? ¿Que ladron? ¿le han robado algo a usted tambien?, replico Marcas.

Sí, iba a echar mano de la bolsita que tenía en la mesilla. Y no me acordaba de que me la robaron ayer. No sé cuándo, ni cómo. Bueno cuándo sí, porque estaba en la casa cuando descubrí que alguien había entrado, pero no pude localizarle.

En cualquier caso el asunto de Hoskin parece más importante, lo primero es ir a hablar con él antes de buscar todas esas cosas. Es mejor plantearle tu idea primero a él. Y luego ver qué nos dice.

Perfecto entonces le seguire hasta El Cuervo de plata.

-Habrá que intentarlo al menos, ¿no? -dijo encogiéndose de hombros el bardo, para a continuar sonreír abiertamente, con buen ánimo.

Y así, con paso decidido, avanzó hasta la puerta de la casa y llamó con firmeza golpeándola una, dos y hasta tres veces.

-¿Ah de la casa?

Mientras esperaban a que los dulces gritos de Daélric llamaran la atención de los señores de la casa, Lictea se entretuvo jugueteando con Lico. El lobo correspondía a la mujer lanzándole pequeñas dentelladas y se les veía la mar de felices respirando el aire pudo del exterior de la ciudad.

Justo en el momento en que Tobías estaba apunto de salir de la casa, Daélrick se puso a aporrear la puerta. El señor de la casa la abrió para mirar con una sonrisa al grupo que estaba llamando.

¡Oh! ¡Vaya! ¿A qué viene tanta insistencia? ¿En qué puedo ayudaros?

Luego miró a Markas y le hizo un gesto para que esperase un momento a que atendiera a aquellos visitantes.

Esta mansión de sólida construcción parece haber sido diseñada para un uso práctico, más que como ostentación de riqueza. Pero también presenta un aspecto algo descuidado, con sus terrenos algo desatendidos y comidos por la vegetación. Su escudo de armas muestra un sabueso plateado, bajo la luna, saltando sobre un campo negro.

Un par de hombres estaban reunidos junto a Lictea, Kranjstar y Daélrick. Parecía que estuvieran hablando con ellos.

Zarus miró con atención los alrededores, esperando encontrar algo que hiciera especialmente sospechosa aquella locación.

Luego ya hubo de prestar atención a lo que ocurría a las puerta de la casa Ya has estado antes en este lugar? pregua a Argot, con intensión de trazar un plan de acción, por el momento parecía bueno solo observar, pero si algo se ocultaba en aquella casa seria necesario encontrar la forma de entrar.

-Buenos días. Perdone la insistencia, es que con una casa tan grande no sabía si nos escucharían llamar a la puerta... –se disculpó el bardo, adulador- Verá, nos hemos enterado de que al parecer han tenido ustedes problemas con hombres-lagarto y creemos que somos nosotros los apropiados para deshacerse de esos problemas... siempre y cuando lleguemos a un acuerdo razonable, claro está –acabó Daélric sonriente, con postura confiada que parecía decir un “y vamos a llegar a un resultado satisfactorio para nosotros, porque nos necesitas”.

La mujer lobo se puso de pié dando un puntapié a su lobo para que la dejara en paz. EL pobre Lico se quejó lastimosamente pero no pareció importarle demasiado.Era un juego entre los dos. Se golpeó las ropas para quitar el polvo y se irguió para parecer respetable frente a su potencial cliente. No iba a cagarla abriendo la boca, claro que no. Ya le tocaría el momento de mostrar sus habilidades.

El clérigo prefirió no decir nada, aquel chico había sido lo suficientemente directo, tal vez demasiado directo, pero ya que mas daba, aunque posiblemente seria prudente alivianar un poco las pretensiones.

Esta vez Kranjstar tomó la palabra Verá, lo cierto es que buscamos en que ocuparnos, hace poco hemos llegado a la ciudad y sabrá que a quienes no tienen a que dedicarse les es verdaderamente difícil sobrevivir. Hemos escuchado de sus posibles problemas con aquellas criaturas e incluso hemos tenido oportunidad de conocerlas, viendo una experiencia no muy agradable, sin duda podemos comprender cualquier indisposición hacia ellas dice con gesto condescendiente.

La verdad que he estado en muchos sitios, pero aquí jamás había venido nunca. ¿Ves algo interesante?

Markas ante el gesto del señor Licorambarino, asintió con la cabeza, mientras escuchaba junto a este en silencio la exposición de aquel visitante y sus compañeros.

Este asunto de los hombres lagarto estaba interesante, por lo que Markas comento, ¿Hombres Lagarto a dicho usted? no sabia que en Tormentos Cristalinos hubieran de estas criaturas, que prefieren lugares húmedos para vivir como marjales, pantanos, junglas o grutas inundadas, preferiblemente lejos de la civilización, son cazadores por naturaleza mas que ladrones. ¿Saben ustedes de donde es que vienen y como entran en la ciudad?, ¿acaso están desapareciendo personas en la ciudad?, seria muy malo que esta tribu que os molesta tenga establecido como territorio de caza esta ciudad.

-Bueno, sí, hombres-lagarto. ¿Saben que hay una casa de esas criaturas en la ciudad, verdad? En cualquier caso, escuchamos el cotilleo de que los Licorambarino habían tenido problemas con ellos. A lo mejor era un rumor infundado, no lo sé. Lo que sí sé es que nosotros nos podríamos encargar del problema, si es que lo tienen. –dijo coloquialmente el bardo, haciéndose un poco el loco.