Partida Rol por web

El chaval se movió con mucha rapidez, demasiada incluso para un leñador atento al peligro, sin embargo la hoja traspasa las defensas de Khrirm provocando un profundo tajo.-¿Que crees que estás haciendo? No era a muerte.-Dice al joven entusiasmado. Tal vez, aprenda la lección. Mas rápido de lo que parece se forma un charco con tanta sangre que Khrirm cae de rodillas intentando sujetar la herida del vientre para que parase de manar sangre. En un último acto desesperado grito el nombre del sacerdote esperando que no llegara demasiado tarde.   

El golpe fue brutal, le dio en el costado con parte plana de la espalda, pero con tanta fuerza que rompió varias costillas de Khrirm. Este se desplomó en el suelo con una mirada de desconcierto en el rostro.
El chico soltó su arma al instante y se arrodilló para socorrerlo mientras pedía ayuda a los clérigos.
Comenzó a desbrocharle la armadura para que pudiera respirar

Un muro de piedra de casi dos metros y media de altura rodea este edificio de piedra. Los tejados están cubiertos de tejas de color sangre, y los laterales de la elevada estructura consisten en enormes pilares tallados para representar a diversos hombres y mujeres luchando, cada uno armado con un arma diferente o realizando alguna proeza de fuerza. Como si estas esculturas no bastasen para definir la función del edificio, un gigantesco disco de piedra con el símbolo de Kord pende sobre las puertas gemelas de roble de su fachada

Cuando llegas al interior de la Catedral de Kord puedes apreciar a un hombre maduro de cabello largo y rubio que está sangrando por un costado. Sin duda acaba de ser herido en el torneo que seguramente se estuviera disputando en aquel momento. Su rival, un jovencito parecía sonreír de felicidad tras recibir la recompensa que había obtenido.

El clérigo de Kord que estaba en el lugar sonrió al verte.

¡Buen trabajo Gruguer! Parece que has fulminado a Khrim de un solo golpe. Aquí tienes tus 10 piezas de oro. Después un semiorco entró en la Catedral. ¡Vaya! ¿No me digas que tú también vienes a participar? Si te interesa puedes enfrentarte a nuestro ganador, Gruguer. El que venza se llevará otras 10 piezas de oro. Había que haberse inscrito antes señor, pero en vista de que hemos tenido tan poca afluencia no creo que tengan ningún problema verdad? Dice mirando a Khrim y a Gruguer.

Urk entró seguro de él mismo en el lugar, vio que alguien estaba herido, eso no le daba miedo, las heridas hacían sentir que se seguía vivo

- Urk querer luchar, Urk ganar monedas de oro

Miró al que le estaba hablando

- Urk, ¿contra quien luchar?

El joven me desabrocha la armadura para que pueda respirar, y la verdad es que es un alivio. -Gracias chaval, aunque te has pasado con el golpe, joder.-Mientras Krhirm seguía en el suelo agarrándose la herida, un semiorco conocido entró en la catedral.-¿Ahora viene a luchar? y ¿que coño hace el sacerdote que no me atiende?. Menudo cabronazo, si no le pagas no cura. Malditos mercenarios de la fé.-

El joven Gruguer se levantó después de asegurarse que Khrirm se encontraba bien, era un alivio ver que no había acabado con él.

Se giró y vio a su oponente. Era enorme y daba miedo. A sus 14 años de edad nunca había tenido delante a un guerrero con semejante planta.

Tragando saliva contestó....Supongo que contra mí

Alzó su escudo con la mano izquierda y se cuadró como tantas veces había hecho mientras practicaba con aquel poste de madera. Solo que el que tenía enfrente ya no era un inmóvil poste

-Sacerdote...-dijo Khrirm con un tono de disculpa.-¿No hará un favor a un herido en combate dentro de su iglesia?.-

- Urk intentar no matar, pero Urk luchar

Era apenas un niño, las apariencias engañaban, muchas veces los niños luchaban mejor que los fornidos guerreros. Era el doble de ese joven, pero necesitaba esas monedas y no me echaría atrás.

Al ver que no venía hacia mi fui yo quien se lanzó contra él con la maza de armas en la mano

El tal Urk se movió más rápido de lo que esperaba el joven Gruguer. Apenas le dio tiempo a parar el tremendo golpe con el escudo y a devolver el golpe con los ojos cerrados.

Cual fue su sorpresa cuando notó resistencia en su arma y al abrir los ojos vio su espada teñida de sangre

El golpe de aquel joven había sido bastante fuerte, la sangre recorría el cuerpo de Urk y la vista se le empezaba a nublar

- Urk rendir, tu ganar, Urk no luchar más

Bajando el arma, salgo del lugar de combate para dirigirme al sacerdote

- Urk querer curar

Pues espero que tengas mas suerte que yo.-Le dice el guerrero al semiorco.-Por cierto, ¿que hay de ese asunto que me comentaste en la posada, te acuerdas?.

- Las curaciones os las tendrá que pagar vuestro rival, dice mientras entrega a Gruguer otra bolsita con 10 piezas de oro. Tenéis que tener en cuenta que el lanzamiento de conjuros requiere un gasto por lo que en cualquier ciudad se cobra por ese  gasto, así que si queréis que os cure tendréis que darme el dinero suficiente, y a juzgar por lo que habéis dicho no creo que seais capaces de pagarlo. Lo siento, pero las cosas han funcionado así siempre en Tormentos Cristalinos, cualquier clérigo te pedirá una compensación.

Pues si os parece y para compensaros de alguna manera, os invito a unas jarras de cerveza, siento no disponer del oro suficiente para curaros.

El joven nunca había tenido tanto oro en las manos, qué mejor oportunidad de gastarlo que con los que había cruzado armas

-Un momento muchacho, no te pongas nervioso.-Khrirm intentó levantarse sin que para ello su herida sufriera demasiado.-¿Y no serían necesarios los servicios de un mercenario para la iglesia de Kord en estos tiempos?. He oído que hay algunos disturbios por la ciudad y a cambio de la curación podría investigar en nombre de Kord.-

- Lo lamento, pero para compensar el precio de una curación tendrías que trabajar para nosotros durante varios días y dudo mucho que tuviera algún trabajo para ti. Con estos combates solo tratamos de dar fama a la iglesia. Para los próximos esperamos que venga más gente a verlos y así organizar una arena en verdaderas condiciones. Así que, lo siento, pero no tenemos trabajo para ti.

El rubio guerrero sacó una camisa de una muda que tenía en el petate y se hizo un improvisado vendaje. A continuación y apoyándose en el hacha, se levantó y salió de la Catedral con paso lento pero decidido. Jamás hablaría a nadie de la Catedral y menos de sus sacerdotes, aunque pensándolo mejor si que hablaría de ellos, pero no los dejaría en muy buen lugar.-Ya que no me vais a curar, no puedo luchar y se me ignora me iré de aquí para hablarle a la gente de este magnífico lugar.-Khrirm acompañó esa última palabra escupiendo al suelo.-Seguro que muy pronto llegan guerreros decididos a combatir en nombre de...-Miró a un lado y observó la estatua del dios tallada en piedra.- Kord. 

Nestor mira indignado al guerrero mientras se va. Pero antes le dice unas palabras. - Me temo que se lo advertimos antes de empezar el combate. No es mi problema que no supiera escucharnos. Y haga el favor de no mentir sobre nuestra arena, no sea un mal perdedor y acepte su derrota.