Partida Rol por web

Coran no salía de su asombro, ¿porque no veían las bestias? él las había visto claramente y además no iba sola... el suelo enfangado no sería el mejor terreno para una batalla y menos para salir corriendo. Pero jamás había dejado detrás a nadie a su suerte contra un enemigo.

¿Debo ser el único que los ve?- dice el chico en voz baja.- Y no parece estar solo, es como si fuera un nido, una autentica locura. Será mejor que nos marchemos cuanto antes...

La mirada del chico de pelo grisaceo se dirigió hacia Raelia, esperando que ella acertara a pensar como él. Ninguno de los dos podía morir alli, su meta estaba mucho más adelante.
 

Cuando Leokas escuchó de nuevo a Coran, escudriñó en la distancia para ver a lo que se refería. Instintivamente se agachó ligeramente todo lo que le permitía el pantano a la vez que levantaba su arco a modo de precaución. Una silueta azul se dibujaban entre la vegetación. Pero entonces prestó más atención y se relajó visiblemente. -A mi me parece más alguna clase de ave más que un dragón. Aunque si dices que es un nido...- Habló con tono bajo para no alertar a la criatura.

Entonces al semielfo se le ocurrió una alternativa que les permitiría seguir adelante. Así que, todavía con su arco en la mano y con un tono de voz bajo, les propuso algo a sus compañeros. -Siempre podemos tratar de bordear ese nido si realmente se trata de dragones... Aunque no se mucho de dragones, me parece algo raro que tengan su nido en medio de un pantano. Pero si os preocupa siempre podemos tratar de evitarlos.- Les dijo sin dejar de mirar al extraño animal que había podido vislumbrar.

La paladín confiaba en Coran, pero el hecho de que hubiera una voz disidente, y que planteara una alternativa a los dragones, le hizo dudar. ¿Y si el hombre se había confundido, y los dragones que les estaban frenando eran otra cosa mucho menos peligrosa? Era una posibilidad, las razas mortales tienden a cometer errores. Ella no era ninguna excepción, pero intentó afinar la vista en busca de aquello que habían visto. 

-¿Estás seguro, Coran? Por otro lado... No creo que sea buena idea variar la ruta. Un paso en falso, y cualquiera podría acabar sepultado bajo el barro. La presencia del sendero al menos indica que esto debe ser relativamente transitable. 

Parecía que parte del grupo también había vlsto la criatura que Ethan tenía a escasos metros. No era muy grande, con alas y cola de reptil... Pero lo que más inquietaba a Ethan era aquella mirada salvaje. Habían entrado en sus dominios y aquello no le gustaba en absoluto.

Con un movimiento de mano, pedia a sus compañeros que bajaran la voz para no alertar a otras criaturas y no alterar más a aquella bestia.

-Yo diría que no es un dragón...pero no le gusta que estemos en su territorio. Puede ser buena idea bordear el nido y evitar enfrentarnos a ellas.

¿Dragones?-la voz de Dimdel pareció agudizarse instantaneamente ante esa idea. Estaba medi hundido, no sabía muy bien qué podría hacer en caso de lucha y ahora hablaban de, ni más ni menos que ¡DRAGONES! o eso, o pajaros escurridizos que parecían evitar ser vistos pero...¡DRAGONES!

Dimdel comenzó a hablar con tono apresurado y algo acobardado. Tal vez deberíamos volver...si...a Mai-Cor se lo habrán comido ya, una lastia, era un buen chico, pero que le vamos a hacer, esas criaturas dicen que tienen un hambre voraz y que pueden engullir a varios adultos de una sentada, ¡no digamos a cuantos gnomos! y no creo que seamos suficientes, tal vez si contratamos a un pequeño ejercito y si esto es un nido...

El pobre Gnomo sin duda alguna estaba aterrorizado por la idea de los posibles dragones, hasta tal punto que se estaba agachando en el barro dejando cada vez menos parte de su cuerpo al descubierto.

Mordrogaht, se que podría se un contrincante digno y no dudes que cantaría tu gesta durante años y las generaciones futuras de Tragabirras Dosombligos la cantarían, pero si esto es un nido tal vez sean demasiados enemigos

Habían dicho que podían ser aves o algo menos peligroso, pero Dimdel se había quedado bloqueado...

Quizá era una ilusión o simplemente él había logrado ver lo que el resto no... pero que solo él lo hubiera visto le hacía plantearse aquello. Sabía que los dragones no eran precisamente seres honestos, quizás lo que sus ojos le mostraban eran un engaño, así que dejó que el poder que Heironeus le había concedido le permitiera vislumbrar por encima de aquella visión.

Su menté se cerró en torno en que aquello era una ilusión y trató de ver más allá mientras sus sentidos buscaban el mal que los rodeaba, los dragones suelen ser criaturas malvadas, debería ser fácil detectar su maldad y así salir de dudas.

- Dejadme que compruebe una cosa, yo solo digo lo que veo, pero quizás mis ojos me engañen...

Las mano diestra se aferró con fuerza al colgante y pidió en susurros las fuerzas prestadas a Heironeus para descubrir al mal.

detectar el mal, si hay tantois dragones... algo debería poder notar

Mordrogath escuchó al resto....no parecían querer huir..lo cual era bueno. No eran cobardes...y se alegró. Ahora su resolución por defender a ésta gente había aumentado, así que cogiendo mejor la espada y el escudo, no abandonó su lugar junto a Dimdel y Leokas...."Cierto...si fuera un Dragón...es posible que ya no fueramos más que pasto de las llamas o de sus dientes. Tienes razón Dimdel. No puede ser un Dragón....criaturas del pantano peligrosas, sí..eso me suena más. Pero no nos han hecho nada esas criaturas, así que bordearlas puede ser una buena idea....buscamos a los Hombres-Lagarto...¿Leokas...podrías seguir su rastro si bordeamos a esas aves?" le preguntó a su compañero.

Mientras tanto, el hombre de pelo azulado, seguidor de Hieronius, rezaba a su Dios con el colgante en la mano....

Sin haber guardado el arco y hablando todavía en voz baja para no alterar a las criaturas que tanta confusión estaban causando en el grupo, Leokas estudió brevemente el terreno para contestar a Mordrogath.

-Lo que estamos siguiendo ahora es más un sendero que un rastro. Si bordeamos ese nido, sería una cuestión de orientación más que de rastreo para retomar el camino.- Explica en un tono calmado sin dejar de vigilar a las criaturas de reojo.

Entonces señala al camino que se adivina enfrente suya. -¿Ves? A pesar de ser un pantano, la vegetación se mantiene a los lindes de un sendero. Este parece un camino bastante transitado por los hombres lagarto a juzgar por las numerosas huellas que vi antes de meternos en el fango.- Hizo una pausa para dejar que viese lo que le estaba indicando. -Así que, respondiendo a tu pregunta, creo que sí.- Resumió el semielfo para esperar a la respuesta del caballero. Aunque por lo que parecía, su alternativa parecía ser aceptada por el resto.

Lejos de que tu estado parezca mejorar, las escamas se están extendiendo aún más. Todo tu torso está recubierto ya por esas escamas verdosas y frías. Tu sangre y la temperatura de tu cuerpo parece haber descendido abruptamente, lo que te hace sentir más calor de lo normal. Algunas escamas se están acercando al cuello, y tu otro brazo está recubriéndose también de ellas.

Tras unos segundos mirando, la chica volvió a hablar.

-Desde luego, algo hay a unos metros... Me parece alguna especie de ave grande, un ganso o un pavo. No un dragón. Aunque le brillan los ojos, así que muy normal no debe ser...-dijo la mujer, sin reparar en el brillo sutil que a veces parecían tener los suyos. 

-Yo, desde luego, no me arriesgaría a salirme del sendero. Esto es un pantano, y podríamos acabar ahogados en agua fangosa, o en el lodo. No me parece una buena idea. Vuestro amigo podría estar ahí delante, así que yo optaría por avanzar.