-EHH GUARDIAS!!-Grita Khrirm hinchando los pulmones.-¡ABRID LA PUERTA!.-
Esta vez Gruguer se unió a las voces de su compañero para ser oído.
Guardias, abridnos, queremos salir.
Los guardias estaban ocupados hablando con una bella mujer, era normal que no les prestara atención a dos hombres
El guardia tomó las monedas de cobre que le entregó la mujer y después procedió a abrir el portal de la ciudad. Dejando paso y libertad de entrada y también de salida.
¿Dices que buscas una buena taberna, joven dama? Bueno, antes era la Cabra de Mimbre, pero desde que fue derrumbada por la explosión del otro día, lo que más cerca queda es, sin duda, El Bote del Lagarto. Un poco más allá tendrías La Pezuña en la Boca.
Bueno,, si queréis rolear entre vosotros podéis, si por el contrario cada uno quiere seguir su camino, roleadlo y listo.
Al estar cerca Krhirm no pudo por menos oír la conversación.-¿Hubo una explosión en la posada? conocía el derrumbe de la tienda de rarezas de Anmeh.-Con cara de curiosidad le pregunto al guardia.-¿Cómo ha sucedido?.
Eylune oyó que otro hombre se acercó a la puerta y gritó que quería entrar. Le observó con precaución,parecía fornido y se dijo a sí misma que podía valer. Se obligó a sí misma a empezar una conversación.
Mi nombre es Eylune- dijo con cortesía.- ¿Cómo os llamáis?
El corpulento guerrero se atusó la barba.-Mi nombre es Khrirm y este joven es Gruguer. Nos dirigimos hacia la ciudad cercana de Mereklar.-
El crío saludó con la cabeza a la chica
Si pensáis ir a alguna posada no os recomiendo la Pezuña, venimos de allí y el enano que la regenta no es muy amable que digamos.
Sobre la Cabra de mimbre, la verdad que no he oído nada más que los rumores que corren por la ciudad. Que sin entender la razón hace dos noches aparecieron dos columnas de fuego, una allí y otra en el museo que mencionais. ¿Acaso sabéis algo vosotros sobre lo sucedido? ¿Disponéis de alguna información que pueda ser relevante para la guardia?
-Nada relevante, solo lo he oído mencionar en la posada aunque desconocía que hubiera habido una columna de fuego allí. Al parecer no te puedes fiar de quien dice traer noticias frescas y menos con una jarra de cerveza de por medio, JAJAJAJAJA-La gran risotada que soltó el guerrero le hacía trastabilar las trenzas de la barba. Aunque realmente era por disimular ya que sabía de primera mano lo que ocurrió en la tienda.-Vámonos chico o no llegaremos antes del anochecer.-Khrirm se despidió del guardia y de la dulce señora.
¿Os dirigís a Mereklar? Sinceramente, chicos yo ya no lo haría. Sé que colgaron unos carteles buscando ayuda, pero creo que ya ha ido allí gente suficiente, al menos una docena de aventureros se han dirigido a ayudar a Lady Sheeva, por lo que creo que quizá lleguéis más que tarde.
Me parecería absurdo daros semejante caminata para alcanzar un objetivo que otros ya han resuelto con anterioridad.
Quizá os sea más entretenido acompañar a esta joven damisela y mostrarle la ciudad. ¿No os parece mejor plan? Dice el otro guardia que hasta entonces no había hablado y que parecía infinitamente más simpático que su compañero.
Al principio la sorprendió la insinuación de aquel guardia pero se planteó que sería una buena idea, al fin y al cabo, parecían jóvenes fornidos y válidos para su misión. Pero antes, debería probarlos.
Me parece buena idea- dijo tratando de parecer dulce- Yo soy nueva y me gustaría tener algún guía que pudiera indicarme el camino para no perderme. ¿Os apetece acompañarme a El bote del lagarto?
Quizás el guardia lleve razón, amigo. Y sería descortés por nuestra parte no acompañar a una chica sola en esta ciudad. Podríamos ir hasta la posada y después decidir qué hacemos.
El crío se giró hacia la chica. A pesar de no contar con más de 14 primaveras, era grande y fuerte y no aparentaba para nada su temprana edad, aunque la pelusilla que le empezaba a salir debajo de la boca era una clara muestra de la lozanía del chaval.
Mi nombre es Gruguer, mi señora, y esta gran guerrero es mi amigo Khrirm. Velaremos por vos hasta la posada
Gracias, sois muy amable. ¿Entonces ¿nos vamos?- preguntó mirando al otro hombre
Hacia la taberna de El bote del lagarto
Khrirm escuchando las palabras del guardia se entristeció al saber lo de los otros aventureros. Si, era muy posible que a estas alturas ya no hubiera nada que hacer y menos que cobrar. Por lo que viendo la cara de la alegre joven, decidió guardarla de peligros en la ciudad.-Por supuesto bella doncella.-Dijo el guerrero añadiendo con un ademán deferente-las damas primero.
Allá que vamos.
Adelantados respecto de vuestros compañeros seguís los posibles rastros que creéis encontrar. Llegados a un punto os dais cuenta de que hay un cadáver en el suelo. Corréis hacia allí temerosos de que los hombres lagarto hayan hecho alguna salvajada. Pero la sorpresa es enorme, cuando comprobais que el cadáver que hay ahí, precísamente es uno de ellos. Ha muerto recientemente. Como si alguien le hubiese hecho un buen par de tajos en el abdomen y se hubiese desangrado en pocos segundos...
De pronto Zarus y Mai-cor salen corriendo asustados por algo. Salen corriendo de allí sin avisaros, parece que algo han visto. Aunque no sabéis el qué. Quizá salir tras ellos rompa la estrategia, pero si no lo hacéis corréis el peligro de perderles de vista.
Zarus y Mai-cor han visto un cuerpo más allá. Parece que les ha alertado, parece haber un cadáver a varios metros.
- 'Un cadáver... - susurré mientras apretaba la mano de mi hermano.
Que dos compañeros salgan corriendo de repente es algo que no trae buenas sensaciones a Intissar que se pone nervioso. Cuando su hermana le apreta la mano, la paciencia se le acaba: saca las armas, preparado para lo que pueda venir.
¿Qué ocurre? ¿Alguien ve algo?
- Hay un cadáver, o un cuerpo inerte. - dije con más decisión, pues aunque no estaba tan adelantada como ellos había podido distinguir eso con claridad.