-Monstruos que parecen enredaderas!?- replica sorprendido. Luego empieza a revisar a Layla con la mirada -T tu estas bien?- dice en tono preocupado.
Por un momento su mirada se puso sobre Intissar, nuevamente por su acelerado actuar, había puesto en peligro la vida de su hermana.
Pese a la ayuda de Zarus, las miradas que continuamente le echaba comenzaban a exasperar a Intissar. Era evidente que el enamorado de su hermana lo consideraba un rival, cuando no un estorbo. ¿Quién demonios se creía que era para juzgarle? Parece reprocharme algo con su mirada en todo momento.
Al joven no le importaba que rondase a su hermana, ya que, pese a todo, el corazón de Layla era libre de elegir a quién amaba o dejaba de amar, pero tampoco estaba dispuesto a tolerar insultos. El hombrecillo no sabía nada de las penurias que los dos hermanos habían sufrido, ni estaba dispuesto a permitir que nadie les separase. La memoría de sus seres queridos estaba en juego y nada podía perturbar la misión que ambos hermanos tenían. Cuando ésta hubiese terminado, Intissar dejaría de preocuparse de lo que pudiese ocupar.
Se mantuvo en silencio pese a todo. Esperaría a que todos hablasen, pero su paciencia estaba a punto de acabarse definitivamente.
-Casi nos matan, Zarus.-Respondo.-Quizás deberiamos preguntar a la guardia de la ciudad si puede prestarnos algo para acabar con esta amenaza. A fin de cuentas, hacer un servicio a la ciudad puede valernos unas cuantas monedas para pertrecharnos mejor. Asi estaremos mejor preparados cuando nos toque vernos las caras con los lagartos y recuperar el cargamento robado.
Esa es la idea.- responde al escuchar a Amber- no abandonar la búsqueda,sino buscar una manera mas fácil de completarla, bien buscando equipo o bien buscando otro camino mas fácil.- guarda la daga, quedándose solo con la espada.- Tranquilo Intissar, ayudaremos a tu amigo, pero de nada sirve arriesgar nuestras vidas mas de lo necesario.
Intissar se mostraba un tanto desesperado, bueno aquello ya parecía normal en él, lo raro en esta ocasión es que no estaba pidiendo, que de una buena vez, fueran contra lo que estuviese en su camino para cumplir sus objetivos.
Zarus, sencillamente, no pudo evitar mirarle inconforme por poner nuevamente en riesgo a su hermana. No entendía del todo que le pasaba, pero debía de empezar a tomarse con cabeza fría estos asuntos.
Amber y Jorgen hablaban de regresar a la ciudad y buscar equipo, información o cualquier ayuda que les ayudara en la misión de recuperar aquel cargamento, algo que Zarus había propuesto desde el principio, pero ellos prefirieron lanzarse a la deriva sin mas.
-Entonce son demasiado peligrosas para hacerles frente?- pregunta en relación a las "Enredaderas". -¿Es el único camino para llegar a los lagartos, ya tienen su ubicación?- pregunta pues no sabía la información que les había llevado por el camino en el que ahora se encontraban.
Me alegra ver como roleais así de bien vuestros PJs, podéis seguir charlando mientras decidís que camino tomar.
mmm... Que deciden hacer? pregunta al notar el esta de meditación de mas de uno Me sigue pareciendo buena idea buscar mas información y cualquier otra cosa que nos sea útil para la misión.
Pasa la mirada por cada uno de los presentes a ver si tenían algo que aportar, y sin mas continua... Dentro de la ciudad se encuentra "La embajada de los Hombres lagartos" y según la tabernera de la Posada "El bote del lagarto", existen miembros de estas criaturas que sirven de buena forma a la comunidad y no albergan malas intenciones en ellas, si nos ponemos en contacto con la embajada, seguro sacaremos algo que nos sirva.
Los felicite el master y se quedan mudos :p
Favor dejar de intimidar a los chico xD
El hecho de que acompañasen "hombres largarto" por "monstruos" continuamente hacía que fuera difícil de creer que de hecho pudiesen ser colaborativos con nadie. Pero si incluso tenían una embajada...tal vez los había civilizados. PEro yo no era la que debía decidir. Yo estaba allí para reencontrarme con mi hermano y le seguiría en sus misiones, pues hasta ahora yo no tenía ninguna propia. Excepto la que compartía con él, claro.
Me limité a mirarle, observándole pensar, hasta que dijese algo.
"¿Qué te parece la idea, Intissar?" - pensé, tentada a preguntarle en voz alta, pero era mejor no hacerlo. Él sabía lo suficiente para tomar sus propias decisiones y había escuchado la propuesta de Zarus de la misma manera que yo.
Intissar resopla de forma evidente, vaciando sus pulmones de aire. Tras dar un par de vueltas, de lado a lado, pensando en cuál debiera ser su siguiente paso, se para en seco. Mira a los demás, en especial a su hermana y finalmente admite, con tono cansado: Parece que la decisión ya la habéis tomado, así que poco puedo hacer. Necesitaré brazos fuertes para poder hacer frente a los hombres-lagarto en caso de necesidad y si nos separamos, no podremos hacerlo en condiciones. Así que, está bien. Si todos estáis decididos a ir de nuevo a la ciudad, volvamos. Sólo espero que el dar vueltas como patos mareados nos traiga beneficio al final.
Zarus asiente con la cabeza en señal de concordar con las palabras de Intissar -Ademas de información, ¿Que mas necesitamos?- pregunta para organizar y si es preciso dividir los esfuerzo para ganar tiempo. -Sería bueno que quienes fueran a la embajada, sean hábiles con las palabras, e incluso pareciera ser apropiado hablar con la tabernera primero, a ver como nos recomienda abordar el asunto- dice mientras parece meditar el asunto, sabía el donde, pero era importante saber el quien, si las palabras caían en oidos equivocados, podían haber problemas.
-No os preocupeis, seguro que al final conseguimos algo.-Digo tratando de alegrarles.-Ya lo vereis.
Los aventureros lograron salir de las murallas de la ciudad para poner pies en el camino del Norte en dirección a las Marismas Hool. Los pantanos no quedaban lejos de la ciudad, apenas media hora andando por lo que llegaron rápido y sin encontrar ningún tipo de problemas por el camino.
Llegados a ese punto era un buen momento para organizar exáctamente lo que pretendían hacer.
Tras una corta caminata llegaron a lo que parecía una zona pantanosa. Thorgüs miró alrededor intentando encontrar una parte que pareciera más segura para cruzar que las zonas húmedas, pero no vio nada a simple vista.
-¿Y ahora que se supone que debemos hacer?
Lanzó la pregunta al aire esperando que alguien le contestara.
Habían dejado atrás a aquel molesto grupo y se habían adentrado en las marismas, Socar no se sentía del todo cómodo en un ambiente con aquella humedad, pero de ningún modo una queja saldría de su boca, menos delante de aquellos dos. En lugar de eso apremió al grupo a seguir hacia delante hasta que el enano finalmente hizo la pregunta más importante y a la que el paladín había pasado por alto responder hasta entonces.
-Debemos de buscar unos árboles que crecen en esta zona y recolectar su savia, esta posee propiedades reparadoras únicas, así que será fácil saber de cuáles se tratan. Por el momento todo permanece tranquilo, así que sigamos hacia delante y será cuestión de tiempo dar con la floresta que precisamos.- Quizás si quebraba el mango de madera de su maza y usaba la savia de los distintos tipos de árboles de los alrededores podría ir descartando candidatos.
Busco árboles por los alrededores buscando cualquier detalle peculiar, como zonas con mayor densidad de población o alguna especie que parezca destacar entre el resto.
Dalabrac escucho con atención las descripción que dio Socar sobre lo que estaban buscando, cuando termino puso sus dos manos sobre los ojos a manera de visera para avistar mejor la vegetación que tenían al frente.
Pues no parece una tarea complicada – dijo bajando los brazos
Pongámonos en la tarea!
Avanzo hacia los arbustos más cercanos para iniciar una revisión desde mas cerca
Motivo: saber naturaleza
Tirada: 1d20
Resultado: 1(+3)=4
Lanzo por (Saber Naturaleza) para conocer si se algo sobre los arboles que Socar menciona
Thorgüs también se puso a buscar esos árboles sin ningún dato más que lo que había escuchado a Socar. Sin más información parecía una tarea aburrida y difícil, pero mejor eso que tener que enfrentarse a bandidos o asesinos.
-Parece que no es tan fácil encontrar esos árboles, mientras los buscamos podríamos también elegir un sitio para acampar. Puede que cueste más de lo que creemos.
Dijo Thorgüs tras un tiempo buscando sin mucho éxito.
- Saber naturaleza es una habiliad que si no te has repartido un rango en ella, no se puede utilizar. Así que, Dalabrac, no es tu caso. Además, las tiradas para que se cuenten deben ser echas en oculto (tal y como dicen las reglas).
- Para buscar los árboles que buscáis necesitaréis pruebas de avistar, de saber naturaleza (si la tenéis entrenada) y de supervivencia. Todas ellas en oculto.
Los aventureros lograron salir de las murallas de la ciudad para poner pies en el camino del Norte en dirección a las Marismas Hool. Los pantanos no quedaban lejos de la ciudad, apenas media hora andando por lo que llegaron rápido y sin encontrar ningún tipo de problemas por el camino.
Afortunadamente, sus compañeros no estaban muy lejos y podía vérseles a la lejanía.
Llegando a carrera descalabrada, el karuth por fin alcanzó a sus compañeros, cargando su equipo en el que se incluía una ballesta que parecía no haber tenido consigo durante el desayuno. Desde la lejanía movía los brazos, tratando de llamar la atención para que le aguardasen un momento, no se le oía alzar la voz pues se le veía sin aliento.
Mientras avanzaba en la busca de los árboles de la misión, el clérigo apareció en la lejanía por el mismo lugar por el que habían venido. El paladín agitó la cabeza antes de volverse, aunque le costase reconocerlo, seguramente su ayuda les sería útil, pero eso no quitaba que no le acabara de convencer el hecho de tener a un adorador de otro dios con ellos.
Socar alzó la mano para que sus dos acompañantes se detuvieran y dieran tiempo al Karuth para alcanzarlos. Una vez el clérigo estuvo a su altura podrían retomar la marcha. -Parece que vuestro dios tiene cierta tolerancia con la pereza.- Volvió la mirada al frente. -Ahora ya estamos juntos todos, estamos buscando un árbol que crece aquí cuya savia tiene la cualidad de reparar los objetos dañados sobre la que se extienda. Parece algo sencillo, pero no bajéis la guardia, nos encontramos a las afueras de la ciudad, ningún guardia acudirá en vuestro auxilió si sois atacados por bandidos o fieras.-
Tirada oculta
Motivo: Supervivencia
Tirada: 1d20
Resultado: 20(-1)=19
Tirada oculta
Motivo: Avistar
Tirada: 1d20
Resultado: 3(-1)=2