Partida Rol por web

Hará algo más de tres meses comenzamos a sufrir incursiones de trasgos en la aldea. Comenzamos a reunir los recursos necesarios para construir una empalizada de madera en torno a la aldea. Estamos haciendo progresos lentamente pero muy firmes y si seguimos así la terminaremos en menos de un año. Pero esto no es suficiente y tuvimos que tomar medidas con los trasgos, no hace ni dos meses mi marido lideró a un grupo de aldeanos para establecer un nuevo tratado de paz con los trasgos pero jamás regresaron. Fue ahí cuando decidimos mandar a todas partes la petición de ayuda. Actualmente ya hay tres hombres investigando el lugar, partieron hace unas pocas horas hacia allá. Realmente confío en que estén bien, pero dado lo peligrosa de la misión es posible que sean necesarios más hombres como vosotros.

Antiguamente teníamos un tratado de paz con el líder de los trasgos, pero ahora ha debido de suceder algo y estamos sufriendo ataques y bajas en nuestra población. Y no sabemos a qué se debe... concluyó encogiéndose de hombros con cara apenada.

Mollie se ve interrumpida por un robusto enano que entra en la posada y se dirige hacia vosotros. El robusto enano lleva ropas caras y parecer ser rico, aunque muy viejo. Arruga la nariz con furia a medida que os observa y dice:

- Supongo que esto tenía que pasar

- Os presento al maese enano Durgenbajo, Arven Durgenbajo. Es el prestamista de la aldea. Ambos hemos acordado mandar esa petición de ayuda que hay llegado hasta vuestros oídos.

No tenemos milicia ni guardias y ya hemos perdido demasiados buenos hombres y mujeres a manos de los trasgos. Enviamos una petición de ayuda, para aventureros como vosotros, que puedan descubrir por qué los trasgos se han vuelto violentos de repente, y para que acaben con la amenaza. Os pagaremos un total de 500 po una vez tengamos pruebas de que los trasgos no volverán a atacar de nuevo.  Pero tened en cuenta que le hemos ofrecido la misma cantidad al otro grupo que está investigando el lugar. Y no podremos hacernos cargos de ambos pagos. Solo podremos pagar a uno de los grupos, o bien dividirlo entre vosotros, si es que les encontráis con vida y les ayudáis a averiguar lo que está pasando.

Escucho atentamente las explicaciones de la señora. Una vez acaban, echo cálculos. 4+3=7. 500/7=70 Mo más o menos.Si sobreviven todos.

-¿Qué os parece? ¿Vamos a echar un ojo o bien lo hacemos a la vuelta? Si cuando volvamos los tres que se nos han adelantado no han regresado, podríamos intentarlo nosotros. Por otro lado, si nos intentamos juntar con ellos, la misión será más fácil pero tocaremos a poco dinero a repartir.

Me encojo de hombros. El dinero me hace falta, sin duda, aunque sean 70mo es mucho más de lo que tengo.

-Yo optaría por ir ahora a por los trasgos, matarlos a todos y volver a por la recompensa.-Y seguro que algo les sacaríamos a los trasgos.

Por un momento, Erik deseó que aquellos tres hombres que se les habían adelantado, no hubieran tenido fortuna y estubieran criando malvas en algúna asquerosa cueva de trasgos. "Menos a repartir, más monedas en sus bolsillos". Pero las palabras de Bjorn eran ciertas: sería más fácil salir airosos de aquel trabajo si unían esfuerzos entre ellos.

-Es una buena idea Bjorn. Si han fracasado los tratados de paz con esas criaturas, lo mejor será hacer limpieza y eliminar la amenaza.

Pero algo le picaba la curiosidad a Erik.

-Una pregunta, señora y maese enano: Sucedió algo significativo en este lugar para que se iniciaran los ataques de los trasgos? O simplemente atacan sedientos de calmar su salvajismo? Puede que tengan algún tipo de interés en Loto.

Mollie alzó una ceja al no comprender lo que decía sobre el Loto. No sé muy bien de qué me estás hablando. Contestó. Pero está claro que algo debió de pasar para que rompieran los tratados de paz y atacaran de una forma tan salvaje. Se encogió de hombros. Eso es lo que estamos tratando de averiguar, queremos saber por qué ha pasado esto y queremos solucionar el problema.

-Pues nada, tendremos que hacer una visita a esos trasgos! Por cierto, sabe donde podemos encontrar el campamento o guarida de esas desgraciadas criaturas?

Parecía que aquella visita les llevaría algo más de tiempo de lo esperado. Pero unas monedas eran unas monedas. Y a saber si aquellos trasgos esconderían alguna que otra cosa de valor.

Erik, utilizando su generosa labia, se dirigió a la posadera y al enano.

-Y tengan por seguro que las vidas perdidas de Loto serán vengadas como es debido. El valeroso Bjorn, el atrevido Wilhelm, el jovial Rudolphus y un servidor, Erik Von Tompshen, serán recordados en Loto por ser los liberadores de la plaga trasgoide que acechó a sus gentes. Les prometemos que esas criaturas pagarán muy caro romper la paz de estas tierras. Y le aseguro personalmente, que la muerte de su marido no quedará en el olvido. Dejar a una mujer como usted, que pase las noches en vela, con el frío lecho en su cama...no tiene perdón! Adelante pues, muchachos!

Y caminando hacia la puerta, frenó en secó.

-Por donde ha dicho que se encuentra la guarida de esos trasgos?

Erick, no quiero parecer impertinente, pero nuestros hospitalarios habitantes pertenecen al pueblo del acantilado verde., no sin antes dar un paso en dirección al enano para luego decir:Aun así, me causa curiosidad que usted diga que esto era lo que tenia que pasar, acaso ¿usted conoce la razón de los ataques por parte de los trasgos o tiene algún tipo de problema con ellos?

-Estooo...ehem, -intentó disimular Erick- Loto, Acantilado verde... Son tantos los necesitados de nuestras habilidades que uno se hace un lio fácilmente.

La desmesurada charla del hechicero había llegado a un lugar en que, por desventura, no era la primera vez en la que se encontraba.

"Porqué no te estarás más calladito, maldito charlatán!", pensó Erick.

Escucho atentamente la conversación de mis compañeros con la posadera y el enano. Han hecho las preguntas que yo haría.

¿Dónde están los trasgos?

¿Por qué han roto los tratados?

-Supongo que dada esa cultura, lo más probable es que haya habido un cambio de líder, nuevo líder que no reconozca los tratados, líder que se ha alzado con el poder por la fuerza y que lo mantiene prometiendo grandes botines contra un enemigo exterior, que es esta aldea.-Me encojo de hombros- A no ser que hayáis incumplido vosotros esos tratados expansión de terrenos de cultivo, zonas de caza o pesca, ¿algo que hayáis hecho en ese sentido? Ojo, no acuso a la aldea. Muchas veces se hacen cosas así por desconocimiento. ¿Podríais dejarme leer los tratados?

Por favor... dijo Abel tras escuchar la perorata de Erik. Era como si tanta palabrería le molestase. Ya os hemos dicho que hay un grupo que se os ha adelantado, así que eso habría que verlo. Además, supongo que tendréis que seguir las huellas para localizar el territorio. Nosotros lo desconocemos, era el marido de Mollie quien sabía dónde se encontraba la entrada a la cueva. Dijo obviando lo de haber llamado Loto a su aldea y confiando en que ese maravilloso grupo de hombres tan increíbles tuvieran, al menos uno, capacidad de rastreo para encontrar su objetivo.

Luego miró al anciano. Tenía que pasar, porque, ¿desde cuando se puede vivir en paz con una tribu de trasgos? Está claro, que es imposible. Por mucho tratado que se firme... dijo respondiendo a su comentario. La razón de la ruptura la desconozco, ¿problemas? Supongo que todos. No me gustan esas criaturas.

Y no, nosotros no hemos hecho nada para romperlos. Los tratados son muy antiguos, tendría que ir a buscarlos. Pero, ya los hemos revisado nosotros, obviamente.

-Pues está todo dicho! No perdamos más tiempo y vayamos a hacer una visita a esos trasgos!

Las palabras de Erik eran animadas y sin temor alguno, o eso quería demostrar. Nunca se había enfrentado a una panda de trasgos, pero lo que había oído de ellos es que eran salvajes y que pocos salían airosos de un encuentro con aquellas criaturas.

Lo que tenía claro era que no podían perder más tiempo alli. No solo por el intento de salvar a alguno de los grupos que habían intentado solucionar el problema, si no porqué otro grupo les llevaba ventaja y no tenía ganas de quedarse a dos velas y con la bolsa de monedas igual de vacía.

-Vamos chicos, esos trasgos nos esperan!

Asiento y sigo a mi compañero.

-Vamos entonces.-Digo-¿Alguien puede seguir rastros bien?

Viendolos a todos muy decididos a irnos voy saliendo.

Meneo la cabeza al ver el sol ponerse.

-Amigos, dado que no tenemos conocimientos para rastrear, y que se está haciendo de noche, ¿Que os parece si dormimos y mañana por la mañana tomamos una decisión?

Miro a la posada. Sería un buen lugar para pasar la noche. Toco mi bolsa. Los establos pueden estar bien también.

-Me parece una idea excelente, amigo Bjorn! Además, siempre podemos encontrar alguien de aquí que nos pueda ayudar a encontrar en camino. Puede que un cazador o explorador tenga buen ojo para seguir rastros.

Y con esas palabras, invitó a sus compañeros a entrar de nuevo en el local. Aunque sería difícil explicar que se tomarían aquella noche de "descanso", era evidente que ponerse manos a la obra en plena noche, no era lo más inteligente del mundo.

-Buenas de nuevo, querida Mollie! No piense que rechazamos su encargo, ni mucho menos...HA, HA, HA, HA! Solo que está comenzando a anochecer y, como bien sabrá usted, encontrar la guarida de unos trasgos de noche no parece ser una opción muy atractiva, que digamos. Mañana, a primera hora, puede estar más que segura que estaremos en marcha para solucionar todo este embrollo. Hasta entonces, tiene un lugar donde pasar la noche y planificar nuestras acciones? Sería de agradecer algo económico, casi gratuito. Nuestros bolsillos no dan para mucho, pero nuestra voluntad y fidelidad a vuestra causa, exceden lo conocido.