Dagmar ni siquiera lo vio venir. Cómo verlo, si jamás había peleado contra algo como eso, que no era un ser vico, ni tenía una antomía razonable. Los golpetazos del banco le cayeron encima, brutales y precisos, y ella se encontró de bruces en el suelo, sangrando. No tardó más que un instante en perder la consciencia.
Motivo: Estabilizarse
Tirada: 1d100
Dificultad: 91+
Resultado: 42 (Fracaso) [42]
Dagmar falla la estabilización. Si no la curan o estabilizan este asalto, -1 pg.
- Aguardad, Dama Carmesí, os lo ruego... - imploró Moris mientras acosaba al banco con su puñal para asegurar los tajos del elfo - No os la llevéis todavía, tiene mucho por lo que vivir.
Una vez el banco cayese derrotado podría sanarla, tan sólo necesitaba unos instantes para lanzar su hechizo una vez eso ocurriese.
Motivo: Apoyar el ataque de Kalicalwe
Tirada: 1d20
Dificultad: 10+
Resultado: 17(+1)=18 (Exito) [17]
Apoyar el ataque de Kalicalwe Dificultad: 10+ Resultado: 17(+1)=18 (Exito)
+2 at ataque de Kalicalwe.
Al ver como el candelabro dejaba de moverse Kenshi se alegró pensando que la situación mejoraba pero poco tardó esa sensación. Notó como un liquido cálido le salpicaba la cara e inconscientemente se giró en esa dirección, viendo entonces como el cuerpo de Dagmar caía al suelo inconsciente con una considerable herida producida por su contrincante.
La rabia lo pudo lanzando un ataque lleno de frustración que erró, pero intentó controlarse y permaneció atento a los movimientos del reloj.
Motivo: Ataque al Reloj
Tirada: 1d20
Resultado: 4(+4)=8 [4]
Utilizo la dote "Pericia en combate" para quitar 2 de la tirada de ataque y añadirlos a la esquiva del CA.
Parecía que Thorgus por fin había conectado un golpe que los había librado de un enemigo. Continuo con su ataque, esta vez centrado en el reloj, sobre el que descargó su cimitarra esperando volver a conectar y ayudar a Kenshi a acabar con aquel objeto de una vez por todas.
Mientras se preparaba para asestar el golpe escuchó las palabras de Phenios y simplemente soltó un grito que se retumbo por la habitación.
-Darko, Zila.
El lobo que había estado atento a su compañero durante la batalla pareció entender lo que se le demandaba y se acercó a ella y se sentó a su lado tras lamerle toda la cara, esperando que abriera los ojos de nuevo pero también protegiéndola de un posible ataque de cualquier otra maldita cosa que se moviera en esa habitación.
Motivo: Golpe Reloj
Tirada: 1d20
Resultado: 13(+2)=15 [13]
Motivo: Daño cimitarra
Tirada: 1d6
Resultado: 1(+2)=3 [1]
Golpe 15 (¿Habría flanqueo por ir junto a Kenshi a atacar al reloj?)
Daño 3
El último golpe de Barrabás fue lo que bastó para hacer añicos el banco que tanto daño estaba causando. Todo lo que estaba pegado a él se soltó cayendo al suelo y liberándolo de su incómodo adhesivo. Después Thorgus acabó con la amenaza que también suponía el reloj.
Habían logrado acabar con los muebles del castillo que le habían atacado. Pero, ¿qué sería lo que el castillo tendría preparado para ellos? Además, fuera era noche cerrada y estaban cansados de haber pasado todo el día andando y luchando.
Actualizad vuestras fichas:
Barrabás (-14 pgs)
Dagmar (-21 pgs) (Inconsciente)
Zila (-2 pgs) Dormida
Kalicalwe (-16 pgs)
Sin pensárselo ni por un segundo Moris se lanzó a sanar a Dagmar antes de que su vida se le escapase del todo.
- Volved a mí, valerosa Guerrera, vuestra leyenda todavía tiene mucho por delante antes de que la compartáis en los Salones de la Muerte - puso las manos sobre su brazo y este se iluminó con el poder de su magia, cuando Dagmar abriese los ojos ojalá reconociese las vestimentas de una persona amiga, por mucho que su cuerpo hubiese cambiado -. Por El Libro de Huesos, que quede escrito vuestro despertar.
Motivo: Curar heridas ligeras sovre Dagmar
Tirada: 1d8
Resultado: 2(+8)=10 [2]
Motivo: Curar heridas ligeras sovre Dagmar Tirada 1d8 Resultado 2(+8)= 10 PG curados.
Por fin habían acabado con los malditos muebles. Zila seguía dormida. Por otro lado Barrabás, Dagmar y él mismo estaban bastante heridos a pesar de que a Dagmar lo acababa de curar Moris que había cambiado de aspecto y Kalicalwe no sabía el motivo. A esto se unía que era ya de noche y empezaba uno a cansarse; sin embargo, el que regentaba actualmente el castillo estaría también cansado y desde fuera no parecía muy grande la fortaleza por lo que no sabía hasta que punto era buena idea dormir o seguir, así que sin más lo planteó ante el grupo. Muchos de nosotros están heridos, y el cansancio empieza a surtir su efecto, puede ser que el dueño actual del castillo esté también fatigado ¿qué preferís hacer?¿continuamos o hacemos una pausa para dormir haciendo guardias?
Tras lanzar la pregunta se acercó a Zila pero no sabía si despertarla aún, si se quedaban a dormir no tenía sentido el hacerlo.
Kalicalwe -16pg
- ¿Conoceremos el descanso si dormimos aquí? - preguntó Phenios - Desde fuera el castillo parecía pequeño, puede que encontremos al mago en la próxima habitación y que el combate se le complique por los hechizos ya lanzados hoy para enviarnos a todas esas bestias - negó con la cabeza, preocupado, Kalicalwe y Barrabás seguían seriamente heridos -. Ni siquiera sé si sincerarme acerca de mi estado por miedo a que nos puedan estar viendo o escuchando en estos momentos.
Dicho esto inspeccionó con detalle el lugar y los objetos del mismo, pues tan importante era que pudiera haber peligro o vigilancia como que hubiera cosas de valor allí que compensasen el riesgo que estaban corriendo.
Tirada oculta
Motivo: Buscar a través del Detectar Magia (todos los usos que necesite) cualquier fuente de magia en esta habitación, en especial ojos espía y otros productos de Adivinación sobre ellos o esta habitación
Tirada: 1d20
Resultado: 8(+7)=15 [8]
Tirada oculta
Motivo: Buscar botín en este lugar.
Tirada: 1d20
Resultado: 15(+7)=22 [15]
Dagmar despertó cuando la magia sanadora zurció sus músculos, empalmó sus venas, esculpió sus huesos y regeneró sus vísceras machacadas. Se incorporó bruscamente y miró en derredor. Todo estaba en calma; la pelea había terminado. Se miró las manos, pegajosas por la sangre que empezaba a coagularse. Su propia sangre, la misma que manchaba su armadura, sus pantalones. Había estado cerca esa vez.
Le doy las gracias, karuth, dijo. Admito que no tenía prisa por visitar a su Dama Carmesí. Al ver lo que no podían ocultar los amplios tras los ropajes de Moris, Dagmar entornó su ojo sano. Si la túnica, no hubiera reconocido a la persona. ¿Qué le ha sucedido?
Moris no sabía cómo reaccionar, por un lado sentía un impulso de pudor y vergüenza, pese a que sabía que aquella eclosión de su cáscara nacarada podía ocurrirle no se la había esperado ni estaba preparada para ella; por el otro el orgullo le latía en el pecho, Wee Jas la había dado una señal y la dicha la desbordaba, incapaz de parar de sonreír pese a que su boca mostraba aperturas en barbilla y laterales que no se correspondían con la que tenía antes.
- Entregar el alma de Socar a la Dama Carmesí para que la guiase hasta los Páramos de Guerra de Héxtor y anteponer vuestras vidas a la mía creo que han sido actos de su agrado - le temblaba un poco la voz de la emoción, no sabía si se le escaparía alguna lágrima pues era demasiado a asimilar en poco tiempo -. Este es el cuerpo de muchas de las madres que me cuidaron en el templo donde me crié, espero... - le faltó un poco de aliento allí e hizo una pausa para recomponerse - Espero honrarlas con mi fe y actos, les debo y quiero tanto que no soportaría ponerlas en evidencia - inclinó la cabeza hacia Dagmar, apreciando sus palabras - Gracias, muchas gracias.
Miró a su alrededor, había una decisión que tomar y no era una fácil, esperaba poder aportar algo a aquella situación.
- Sólo me queda un único conjuro más, uno que podría favorecer a uno de nuestros combatientes en caso que el mago tenga el corazón tan oscuro como creo - se llevó las manos al pecho, descansando sus dedos sobre su colgante -; pero podría convertirlo en una curación más para uno de vosotros.
Puntos de vida: 10/23
Dagmar no comprendía al karuth, o tal vez la karuth, pero hacía mucho tiempo que había renunciado a comprender a los sirvientes de los dioses. Sus pies hollaban la misma tierra, pero sus espíritus moraban en mundos diferentes. El de ella, uno de tierra, de carne y sangre y hueso, de acero y piedra, aire y agua. El de los sacerdotes, en uno que se proyectaba hacia lo divino.
No las conozco, mas puedo imaginar que están orgullosas, karuth, dijo.
Se incorporó, haciendo una mueca por el dolor. El banco animado le había aplastado las costillas y partido el cráneo, y la magia sanadora no había sido capaz de reparar todo el daño. Le aguardaba aún bastante sufrimiento. Suficiente como para envidiar a Zila, que bajo el efecto del encantamiento narcótico, no parecía la misma feroz mujer que cuando estaba despierta.
Kalicalwe había dudado, pero ella no lo hizo. Era justo que la mujer participara en la decisión que fueran a tomar. Le apretó el hombro con firmeza, la sacudió suavemente y la llamó por su nombre hasta que despertó.
Ya ha acabado, dijo, cuando Zila abrió los ojos. Por ahora. Hemos de decidir si nos conviene fortificarnos y reponernos, o seguir adelante.
En cuanto a su propia opinión: Estamos heridos y fatigados, y Moris no podrá curar nuestras heridas hasta que llegue el próximo día. El hogar de nuestro enemigo no parece un lugar sabio en el que descansar, pero no parece que nos quede otra opción.
Barrabás recuperó sus armas y observó la estancia en busca de algo de valor, quizá en un cajón o similar, rebuscó en muebles y armarios, sin miedo a encontrarse otro mueble agresivo o simplemente era demasiado estúpido para pensar en que el resto pudieran estar igual de hechizados.
Estaba visiblemente herido. A pesar de que el cuero que vestía no estaba dañado podía verse el gesto de dolor hacia sus costillas en cada paso que daba. Su rostro no lo reflejaba así, no temía a la muerte en batalla y la aceptaría de buen grado si ésta debiera llegar.
Se encogió de hombros cuando los ojos de Kalicalwe pasaron también por el orco. Él no entendía la necesidad de descansar, el enemigo iba a estar igual hoy que mañana, solo que mañana podrían no estar todos listos para luchar.
Hoy mañana, enemigo siempre en castillo. O huir a bosque, con animales locos.
Barrabás -14pgs
- Avancemos o retirémonos hasta el pueblo, por lejos que esté - les dijo Phenios, mientras seguía buscando afanosamente -. Yo creo que deberíamos seguir y curar a Barrabás, que es quien mete los zurriagazos más fuertes.
Claro que habría preferido que esa curación fuese destinada a Kalicalwe, era a quien más apreciaba de los dos sin lugar a dudas, pero como conjurador sabía a quién temía más y esperaba que el mismo miedo que le daba la perspectiva de combatir contra el orco también afectase al mago del castillo.
Thorgus estaba lleno de confianza tras el último combate y quería acabar con aquel hombre para que el bosque pudiera descansar.
-Ya que hemos llegado hasta aquí deberíamos llegar hasta el final y acabar con ese hombre. Si lo necesitáis podemos tomar un pequeño descanso, una vez aquí dentro cualquier habitación es tan peligrosa como cualquier otra.
- Está decidido entonces, avanzamos y guardaré mi sanación para quien caiga - concedió Moris, atenta a lo que habían dicho los demás, antes de formular su siguiente pregunta - Hay dos puertas en lo alto de la escalera: una a la izquierda y otra a la derecha ¿Cuál tomaremos?
Dagmar suspiró. Estaba dolorida y cansada, y estaba segura de no ser la única. Sin embargo, el grupo quería seguir avanzando hacia el interior del castillo.
Abran ambas, y que lo que nos aguarde al otro lado nos mate más rápidamente, dijo, con sorna. O elijan una al azar. Lo mismo da una que otra.
Tal vez tenían razón. El vestíbulo del enemigo no era un lugar para establecer un campamento, y en el exterior no estaban a salvo de sus animales y monstruos. Sin embargo, cada pelea les acercaba un paso más a tumbas tempranas.
Barrabás asintió estoico y miró con cierto desprecio a Dagmar. Cuando alguien no estaba en condiciones de luchar lo mejor era retirarse y descansar para poder luchar otro día, no siempre se puede ser fuerte y valiente. Pero, expresar así la propia debilidad anunciando que será el eslabón débil de aquella falange era algo indigno. Barrabás no deseaba tener a aquel guerrero a su lado.
Asintió a Phenios y se colocó junto a Kalicalwe - Si hoy Barrabás morir, celebrar barbacoa en Loto - Con la cadena armada en sus manos el orco parecía que embestiria la puerta, pero conocía sus limitaciones y escoger no estaba entre sus mayores habilidades, por lo que prefería que cualquiera de los que había resuelto el misterio de la puerta anterior se decidiera a la nueva puerta donde Barrabás esperaba encontrar un peligro mayor
Todos estaban pensando en seguir en busca de lucha o peligro a pesar de que el cansancio se estaba apoderando de todos ellos. La gran mayoría habían recibido severos golpes que casi los matan.
- Compañeros, lamento decirlo pero pienso que no es buena idea seguir adelante en las condiciones que se encuentra el grupo. - Los miró uno por uno y luego a su alrededor. - Paraos a pensar un momento. ¿Creéis que este castillo termina dos puertas más allá? ¿O que el mago nos espera al otro lado de la puerta? - No le apetecía ver como sus compañeros caían uno tras otro, pero parecía que la pelea les tenía nublado el juicio. - Si todos estáis de acuerdo en seguir adelante os seguiré sin poner más objeciones pero yo propongo quedarnos aquí y descansar. Podríamos atrancar las puertas para que no las puedan abrir, hacer un fuego que ilumine esta sala y dormir haciendo turnos. -
Se acercó a Zila preocupado por su estado y de paso hacía tiempo por si alguien decidía cambiar su forma de pensar.
Si nadie responde seguimos adelante.
El grupo empezaba a estar cansado y desanimado para continuar, pero en su opinión lo mejor era seguir. Si esperaban a mañana se iban a encontrar lo mismo que hoy y ahora eran menos. Miró a Zila por si despertaba, no la podían dejar allí y tampoco podían esperar mucho más o el cansancio se iba a agravar. Él lo tenía claro vayamos por la puerta de la derecha afirmó pero debemos esperar que Zila despierte se acercó a ella y primero la zarandeó suavemente, viendo que no era suficiente empezó a agitarla con algo más de brusquedad ZILA! DESPIERTA! terminó diciendo en voz alta.
Phenios asintió y se preparó para partir junto a su hermano de otros padres.
Eso sí, antes de ello comentó:
- ¿Alguien sabe algo de trampas? - dijo señalando la puerta de la derecha - Hasta un rudimentario cubo de abrojos nos supondría una molestia llegado a este punto.
Motivo: Buscar trampas
Tirada: 1d20
Dificultad: 20+
Resultado: 11(+7)=18 (Fracaso) [11]
Tirada oculta
Motivo: BUSCAR TRAMPAS en oculto, por si acaso la dificultad fuera menor de 20
Tirada: 1d20
Dificultad: 20+
Resultado: 2 (Fracaso) [2]
Todo votado y hablado: Despertar a Zila y puerta de la derecha.
BUSCAR TRAMPAS en oculto, por si acaso la dificultad fuera menor de 20. Edit: al final me equivoqué de botón.