Partida Rol por web

Hilo para la entrada por el mar.

12.33

El mar Cristalino es un extenso mar que divide la zona en dos continentes. Váis en un barco pesquero gobernadopor algunos semiorcos, algún enano y unos pocos humanos. El viaje ha sido tranquilo y parece que no ha habido mucho oleaje con lo que llegáis tranquilamente a la ciudad. A lo lejos véis como se extiende la ciudad. Una ciudad de grandes muros y custodiada por altas torres, quizá demasiado grandes para su extensión.

Os queda muy poco tiempo para llegar atracar.

Los días después de salir de mi reino eran diferentes. Los bosques, la suave y pura briza, los rayos de luz bajando en diferentes tonalidades por lo frondoso de los arboles; ya eran recuerdos que pasarían a la historia.

Ahora el camino había sido azul, caluroso y la briza salada, definitivamente ya no estaba en mi hogar. Miro a lo lejano, como todos los días desde que estaba en la embarcación, cubierta por una capa que no dejaba ver por completo lo hermoso de mi mirada y de mi rostro, esperando con anhelo ver de nuevo tierra firme.

La tibia luz del medio día pegaba directo en el rostro cuando de pronto note, muy a lo lejano y tal vez antes que muchos por mi aguda visión, alzarse unas murallas. Ya estábamos en tierra, al fin comenzaría todo esto. Corrí rápidamente animada hacia la parte delantera de la embarcación sin ser llamativa y me quite la capucha por primera vez para poder contemplar completamente el lugar que se avecinaba. 

Hemos llegado. Al fin estamos en Tormentos Cristalinos, el lugar del comienzo y tal vez del final de esta historia.

La briza movió lentamente mis cabellos con elegancia mientras algunos de los mas detallistas se dejaban asombrar por la curiosa belleza de la elfa que se encontraba mirando hacia lo que algunos no veían aun, hacia tal vez la nada.

Ya estoy acá. dije al instante que vi la ciudad en todo su esplendor levantándose ante mis ojos.

El viaje desde su tierra habia sido largo y pesado. Forzado a marcharse para conseguir un renombre, Mordrogath no podia hacer nada mas que observar como la embarcacion se deslizaba por el agua.
Tras tantos dias de inactividad, el vislumbrar las murallas de la ciudad habia hecho que se pasease intranquilamente por la cubierta de la embarcacion. No veia el momento en el que podria bajarse del barco y pisar tierra firme.
Inspiro fuertemente e intento tranquilizarse mientras observaba como la tripulacion preparaba las cuerdas que usarian para amarrar la embarcacion al puerto.

Finalmente atracáis en los astilleros de Tormentos Cristalinos, pero cuando estáis a punto de cruzar la pasarela Neissa que es una completa desconocida para Mordrogath se cae encima de él y comienza a vomitar encima del agua.

Afortunadamente no ha dado al hombre, pero Neissa se encuentra pálida y bastante mal. Tiene el estómago demasiado revuelto y apenas puede moverse.

 mi rostro no se podía ruborizar porque estaba completamente mareada, pero me sentía como una tonta débil que no podía soportar ni siquiera el movimiento del agua. Termino de vomitar y me vuelvo a colocar la capucha apenada por la situación. Me pongo firme de nuevo, arreglando mi capa mientras continuo la pasarela hacia la embarcación algo mareada.

Gracias. Ya estamos en tierra. Me siento terrible, los viajes embarco no son ni serán mi fuerte. Prefiero lo macizo de los arboles y la naturaleza antes que las turbulentas y poco mansas aguas del mar. Medito mientras el viento proveniente de la ciudad toca mi rostro por primera vez. Era la fragancia de una nueva experiencia.

Ya mejor, aunque aun mareada, me volteo a ver al hombre que me recibió. No era de las que acostumbraba a dar las gracias, pero se las merecía. Noto que es un alto y bien fornido humano de ojos verdes y cabellos marrones.

Muchas gracias gentil caballero. Mi nombre es Neissa. Estiro mi mano de forma cortes, para recibir un apretón de manos del hombre.

Aunque alguna vez estuve con la realeza los modales y etiqueta me chocaban completamente, no compartía con ellos sino con los campesinos, con ellos aprendí lo que es etiqueta y sobre todo moralidad.

Tiendes la mano hacia el caballero el cual comienza a tener también la misma cara que tú. Se encuentra pálido y justo después de pegarte un buen apretón de manos se gira y comienza a vomitar sobre toda la cubierta del barco. Parece que él se encuentra bastante peor que tú. Se tira al suelo de rodillas ya que no se mantiene el pie.

Cuando logra recuperar el habla, aunque solo es por unos segundos te dice...

Oh, por favor, bella joven, déjame, por favor, no puede ser que mi orgullo de caballero haya sido dañado por un simple y sencillo viaje en barco. Lárgate y déjame tranquilo. Quizá algún día logremos volver a vernos, pero hoy me temo que no es el día.

Entonces unas cuantas personas se dirigieron a ayudar al caballero para tratar de ayudarle, te apartan de forma grosera y te terminan desplazando varios metros lejos de allí. Ahora te resulta imposible saber nada del pobre hombre...

Lo miro con algo de decepción y después no puedo evitar reírme en su cara. La sensación de mareo no se iba pero la situación con el hombre me había sacado de la cabeza por el momento lo mareada que aun me sentía.

me despido agitando mi mano. Idiota, los hombres y sus tontos prejuicios. El orgullo lo va a matar o de un dolor de estomago. Camino fuera del puerto y me encamino hacia cualquier persona. 

Disculpe señora. ¿Donde puedo encontrar una taberna?. Le digo mientras me cojo la cabeza para ponerme un poco mejor y la otra en la cintura dejando bien definidas mis curvas.

Tomaré algo y conseguiré información sobre esos imbéciles. No voy a perder tiempo mi querido hermano.

 Cuando empiezo a sentirme algo mejor, logro apartar levemente a la gente que ha venido a ayudarme.

-Gracias, ya puedo mantenerme en pie yo solo.

Una vez incorporado y mientras la gente a mi alrededor empieza a marcharse, miro ,entre las nieblas del mareo, a mi alrededor en busca de la bella elfa. Lamentablemente no consigo reconocerla entre el gentio del puerto.
Respiro hondo e intento erguirme lo mas firmemente posible. Un simple mareo no minara mi determinacion. Intentando ocultar el temblor de mis piernas me acerco hasta uno de los guardias que observan el atraque de los barcos.

-Guardia, ¿podria indicarme donde puedo encontrar una posada respetable?

- Si buscas una posada por aquí cerca a no más de 300 metros tienes el Erizo Borracho o La Pezuña en la Boca. Una está por esta misma calle a la izquierda y la otra por esta misma calle a la derecha. Ambas posadas no son gran cosa pero no están mal para tomar algo.

- Si buscas una posada por aquí cerca a no más de 300 metros tienes el Erizo Borracho o La Pezuña en la Boca. Una está por esta misma calle a la izquierda y la otra por esta misma calle a la derecha. Ambas posadas no son gran cosa pero no están mal para tomar algo.

-Muchas gracias
Con el paso algo debil, me dirijo hacia la direccion que me ha indicado que se encuentra la posada conocida como "La pezuña en la boca". Aunque no es un gran nombre, me atrae mas que un local cuyo nombre pronostica el estado de sus clientes...

Necesito algo que me quite el mareo. Tal vez una cerveza. Miro a la mujer que me habla sobre los lugares y le dedico un gesto de agradecimiento.

Muchas gracias, creo que me ire a la que queda por la derecha. Espero no sea muy lejos. Hasta luego. Comienzo a dirigirme a la posada.

Tal vez encuentre información sobre todos ellos, espero que sea rápido. Ademas necesito dinero, mis proviciones se ven limitadas.

Al llegar al sitio entro en él.

El mar Cristalino es un extenso mar que divide la zona en dos continentes. Váis en un barco pesquero gobernadopor algunos semiorcos, algún enano y unos pocos humanos. El viaje ha sido tranquilo y parece que no ha habido mucho oleaje con lo que llegáis tranquilamente a la ciudad. A lo lejos véis como se extiende la ciudad. Una ciudad de grandes muros y custodiada por altas torres, quizá demasiado grandes para su extensión.

Os queda muy poco tiempo para llegar atracar.

Urk esta paseando por la cubierta, todavia se esta haciendo preguntas sobre sus poderes, sobretodo desde que descubrio que podria trepar por las paredes como si fuera una araña. La verdad es que muchas luces no tiene y el tema es demasiado complicado para él.Cuando llegue a la ciudad preguntara por Aragos y quizas él podra aclararle el millon de dudas que rondan por su cabeza.

Mucha agua, demasiada agua para alguien acostumbrado al duro desierto.

Sobrevives al viaje sin una sola náusea pero cuando estás a punto de atracar una jovencita comienza a vomitar y tienes tan mala pata que lo hace encima de ti. No logras esquivarlo y te ves completamente asqueroso nada más llegar al puerto. Te sientes sucio y para colmo de males está anocheciendo ya. La chiquilla horrorizada baja de allí trastabillando sus pies pero logra alejarse de ti lo más rápidamente posible.

El puerto resulta ser una extensa construcción de madera y sobresale por encima de todas las casas de la villa. En estos momentos hay un par de barcos a medio construir. 

Como está anocheciendo el puerto está poco transitado, los marineros con los que viajabas empiezan a descargar cajas y te ignoran por completo.

Por fin has llegado, bienvenido a Tormentos Cristalinos.