Partida Rol por web

Al llegar a la sala con la imponente estatua del faraón, la misma sala por donde Ashzyx vio pasar a la momia y a Carndra, veis que hay un nuevo rastro en el polvo del suelo. Este nuevo rastro corresponde a unos pies delicados y finos, seguramente de una mujer, pero su disposición es errática, como si luchara por mantenerse en pie. Las pisadas se dirigen hacia el túnel que se introduce en lo más profundo de la tumba, el pasillo que siguieron la momia y a Carndra.

Tras analizar el nuevo rastro, dirigís vuestros pasos hacia las escaleras que llevan a la sala donde descansa Thutepot. En ese momento del profundo pasillo que conduce al lugar de descanso de la momia surge una risa maligna. Abu se agarra con fuerza a la túnica de Kendra, al reconocer la risa. También Kelris nota un escalofrió que baja por toda su columna vertebral, reconoce muy bien esa risa, es la risa de Isu.

¡Curso de fuego!

¡Alma de los bosques!

¡Torre de las tinieblas!

¡Espíritu de la noche!

¡Eh! ¡Eh! ¡Eh! ¡Ih!

¡Ih! ¡Oh! ¡Oh! ¡Oh!

¡Que Apis, el dios del Nilo, borre para siempre en el vientre de vuestras mujeres a vuestros hijos; que Hakaon, dios de la fertilidad, deseque para siempre vuestros campos; que Ovadjit el símbolo del Norte y que Nekhbit el símbolo del Sur devasten el Alto y el Bajo Egipto; que Khnoum, que hace los seres humanos, destruya vuestra raza infame si no os detenéis!  Grita la voz de Isu desde las profundidades de la tumba. No podéis verla, pero sabéis que está ahí.

¿Qué coño es Egipto y por qué esa bruja sigue viva?

Chicos, ya sé que dije que liberáramos a Thutepot primero-susurró-, pero esa gata de siete vidas me ha hinchado los cojones. Soy lo suficientemente voluble para proponer una cosa y luego pasar de todo a la primera distracción. Isu es esa distracción. Voy a por ella.

La última vez que Isu se había puesto en plan "sacerdotisa" sacrificó a Niké, y Estragón no le iba a dejar hacer lo mismo con Dulcimae. Con el bastón de Eralion en la mano, corrió por el corredor en dirección a las voces, sin esperar a sus compañeros.

La voz de Isu tuvo un efecto desproporcionado en la traumatizada cabeza del elfo.

Todo valía, todo con tal de no tener que pasar por la misma escena que se le había quedado marcada a fuego en la cabeza. No podía enfrentarse a aquella mujer de nuevo.

Kelris salió corriendo como si huyera de un incendio, hacia el sarcófago de Thutepot. Lo abriría y dejaría que aquel ser cabreado de su interior acabase con todos los habitantes de ese plano con tal de no ver de nuevo a la sacerdotisa y sus preciosas curvas manchadas de sangre inocente.

Que Estragón se encargase de 'entretenerla' si él quería, pero el hechicero iba a intentar mantenerse lo más alejado posible. Y si eso significaba interponer entre ellos a otra malvada momia, que así fuera.

Asiento a las palabras de Estragón, apretando los dientes y agarrando fuertemente la espada. La imagen de esa diablesa apuñalando a la seguidora de Heironeous todavía estaba presente en mi mente, reviviendo la situación al oír las palabras de la sacerdotisa. Todo lo demás quedó en un segundo plano, pues pensaba que habíamos logrado acabar con esa mujer, pero era evidente que no había sido así.

La voz de la sacerdotisa sonó de repente. Los cánticos a modo de maldición, hicieron que el semiorco saltará como un resorte, al igual que Deornoth que tomando su espada, se prepararaban para salir en caza de Isu..

- No! no puede ser ella!!.. todos la vimos morir y calcinarse en el incendio.. - el mediano aprovechó el momento para tratar de ponerse en frente de Estragón y el paladín- .. y si no hubiera sido así.. ¿por que aparece justo ahora?.. ¿no os parece sospechoso?.. yo creo que es alguna especie de táctica para separarnos.. o distraernos.. pensadlo, cuando por fin tomamos la decisión de despertar a Senmet.. aparece de nuevo esa bruja.. 

Aclarándose la garganta.. Ash buscó en las miradas de sus compañeros, para continuar hablando.. Creo que se trata de algún tipo de treta.. quizá se trate de algún tipo de ilusión que nos quiera llevar a una trampa.. recomiendo cautela. Deberíamos soltar primero a Senmet y cuando esté ocupado combatiendo Ankhtepot, bien podremos combatirle o bien podemos buscar a Isu..       - hace una pausa para mesarse el mentón, pensativo - .. además, algo me dice que si llegamos a enfrentarnos cara a cara con Ankhtepot, ella estará allí protegiendo a su señor.. en el caso de que siga viva o no muerta..

Después del ansiado descanso, Mochuelo se siente mucho mejor... Aunque en su cabeza sigue viendo una y otra vez la horripilante imagen de Carndra muerta acercándose a él. 

Intentando con todas sus fuerzas apartar de su mente la terrorífica escena, sigue a sus compañeros por los oscuros pasillos de la tumba. Y entonces oye aquella voz...

-El muerto! 

-El muerto! -El muerto! -El muerto! -El muerto! -El muerto! -El muerto! -El muerto! -El muerto! 

Su voz se vuelve un susurro que recita machaconamente esta letanía. Aun así, echa mano de su arco y se prepara lo mejor que puede para luchar una vez más por su miserable vida.

¡A quién le importa, mediano!-dijo a Ashzyx encogiéndose de hombros-Limítate a lo que se nos da bien: ir de cabeza al peligro. ¿Recuerdas qué pasó la última vez? Isu terminó su ritual y convocó un puto monstruo de arena. Esta vez no le vamos a dar tiempo de que eso pase.

Había que actuar, pero aquella decisión también enmascaraba las segundas intenciones de Estragón: evitar por todos los medios volver a subir todos esos escalones absurdamente numerosos.

El grupo se dividió al llegar a la sala con la gran estatua del faraón. Ashzyx y Kelris se internaron escaleras arriba en busca del sarcófago de Thutepot, hijo de Ankhtepot; el resto del grupo siguió el pasillo que conducía al interior de la tumba, el lugar donde debía de descansar Ankhtepot. Abu corrió detrás del grupo más numeroso, quería saber si Isu seguía viva.

Al final de las escaleras llegáis a la habitación donde descansa Thutepot. La sala está llena con aproximadamente una docena de sarcófagos, algunos de pie, otros tumbados. Solo hay uno que os interese del sarcófago salen gritos de dolor en tosco idioma de Muhar. Una pena que Abu no estuviera ahora, él era el único que sabía traducir ese idioma.

En el pasillo retumban con más fuerza los canticos de la sacerdotisa. Hasta que llegáis a una sala grande con varios sarcófagos cerrados y un gran altar en el centro. De la sala salen dos pasillos, uno que continua todo recto internándose aún más en la oscuridad y otro desciende por una escalera hasta el centro de la tierra.

En el centro de la sala se encuentra Isu con las manos alzadas y vistiendo una túnica blanca. La guapa sacerdotisa ahora tiene quemado todo un lateral de la cara y parte de un brazo. Tumbada sobre el altar se encuentra Enrico con el vientre abierto y varios órganos sacados, el vistani tiene la vista fija en el techo con una expresión de horror y terror, respirando con dificultad.

Isu se encuentra levantando una calavera para continua con el ritual cuando os ve entrar. ¡Vosotros! ¡Deberíais estar muertos! Grita con terror mientras deja caer la calavera que estalla en mil pedazos al caer al suelo. ¡Mis siervos atacar, atacar y terminar con estos siervos de Ra! ¡Que esta tumba se convierta en su inferno! ¡!Que Ammyt devore vuestro corazón!

Entre los sarcófagos comienzan a moverse varias sombras que comienzan a arrastrarse hacia vosotros. Contempláis con horror que las sombras que se arrastran son Antonio, Dominic y Marius.

¡¿Que nosotros deberíamos estar muertos?! ¡Oh! ¡Qué desfachatez! Si fuimos nosotros los que te matamos... bueno, eso fue cosa de Mochuelo... y quemamos todo el edificio... bueno, eso fue cosa de Ashzyx... ¡Es igual! ¡La cuestión no es por qué estamos vivos nosotros! ¡La cuestión es por qué estás viva tú!-dijo, todo indignado.

A Estragón le perdía la verborrea. En vez de ponerse a romper cráneos, empezó a organizar la batalla como si fuese un general o como un cocinero jefe que da órdenes a sus pinches.

Abu, ataca a Dominic. Tenéis la misma altura. Mochuelo... déjame adivinar, ¿muertos? Va venga, muertos. Ataca al de la derecha. Deornoth, al de la otra derecha. Kendra, tú... seduce a Isu. Le encantan los o las elfos o elfas, eso la desconcertará.

Abu, ataca a Dominic. Tenéis la misma altura. Mochuelo... déjame adivinar, ¿muertos? Va venga, muertos. Ataca al de la derecha. Deornoth, al de la otra derecha. Kendra, tú... seduce a Isu. Le encantan los o las elfos o elfas, eso la desconcertará.

-¿Muertos?

-¡Muertos! ¡Muchos muertos!

Casi parece haber un deje de alegría en las alucinadas palabras del aprendiz de alquimista. Aun así, al parecer, una parte de su mente todavía funciona correctamente, porque escucha las órdenes de Estragón -es mejor estratega que chef...- y se prepara para cumplir su cometido.

El mediano de dientes afilados era un ser peculiar, tanto que a veces parecía estar ahí y otras no. Como el hechicero no estaba muy seguro si en ese caso le había acompañado a la sala donde se encontraba el sarcófago de Thutepot, decidió tomar la delantera y acercarse a la caja por su cuenta y riesgo.

Tranquilo, ya te suelto- anunció al prisionero pese a que lo más seguro era que no le entendiese nada y mientras intentó abrir la tapa del sarcófago.

Estaba bastante seguro que eso que estaba haciendo no era una gran idea, pero haría cualquier cosa con tal de evadir un nuevo encuentro de cualquier tipo con Isu. La terrible imagen de su crimen le había quedado grabada a fuego en la mente y no quería hacerla más clara de lo que ya estaba.

No sé si entiendes mi idioma, pero ayudaría a que te calmases...- siguió intentado comunicarse, sin esperar resultado satisfactorio.

Ash se encontró siguiendo al elfo hasta la cámara de Thutepot. Una vez más, había cosas que escapan de su compresión, de repente sus compañeros menos elfo pálido se habían vuelto locos y habían huido en pos de Isu adentrándose como en la oscuridad sin saber que encontrarían. No sería él, el que intentará detenerlos puesto que cada uno era dueño de su destino..

Cuando llegaron a la estancia, Kelris se disponía a abrir el atáud. El mediano se intentó adelantar para intentar detener a su compañero elfo.. Espera, antes de abrir.. ¿no crees que debería saber si está receptivo?.. podría suceder que cuando lo abramos, se lance directo a por nosotros para comernos vivos o quizá algo aún más terrible.. es más, primero intentemos hablar con el o por lo menos hacerle entender nuestras intenciones.. -hizo una pausa mirando desde abajo al joven elfo- .. y si no conseguimos hacernos entender.. voto por esperar a Abu, pues abrir el sarcófago sin más ni más.. me parece más que peligroso. No creo que todo este tiempo encerrado le haya puesto de muy buen humor..

Kelris seguía tirando de la tapa mientras negaba con la cabeza a la petición del mediano. Ya habían intentado comunicarse con Abu como interprete y no había funcionado muy bien, además no tenían tiempo para preparar ninguna otra estrategia en esos momentos.

En realidad la idea de ser comido por una momia y así poder esquivar otro encuentro con Isu, era una idea que no le disgustaba del todo al traumatizado elfo.

No podía ser. No podía ser posible que esa mujer tuviera tanta maldad. No se había contentado solamente con acabar con la vida de Niké, no, también había logrado tener tiempo suficiente para sacrificar a toda la familia Vistani, incluido el pequeño Dom. Y no solo eso, los había convertido en zombis que ahora servían a su voluntad.

Heironeus debería darme las fuerzas necesarias para poder acabar definitivamente con esta locura. De esta forma, agarré fuertemente el escudo, levantándolo por encima de mi cabeza para protegerme del zombi, mientras entonaba una letanía y alzaba el símbolo sagrado

Los que antes fuerais la familia vistani. Los que una vez nos ayudasteis a cruzar la bruma, alejaos, dejad que acabemos con esa abominación y dejadnos que os liberemos de este castigo.

¡¡Tenemos que centrarnos en la bruja!! Yo intentaré mantener alejados a los zombis

Mientras el elfo y el mediano discutían delante del sarcófago de Thutepot, hijo de Anhktepot, el segundo de su casa, protector de las orillas de Muhar, la momia continuaba gimiendo y gritando en su extraño idioma gutural y arcaico.

Kelris no hizo caso a las suplicas del mediano y tiro de la tapa del sarcófago que cayó al suelo. La tapa de madera que llevaba siglos sin moverse estallo en pedazos al caer al suelo, montón de astillas llenaron la sala. Dentro, había una segunda tapa de madera también adornada con bellos colores, el elfo también arranco la segunda tapa de madera que al igual que la primera estallo en pedazos al caer al suelo.

El olor a incienso, palo santo y brea llenan la sala. La momia se encuentra atrapada con cintas de lino que envuelven todo su cuerpo, sus ojos brillan con destellos de locura y odio.  Al no estar limitada por las tapas del sarcófago, Thutepot puede hacer fuerza para romper el lino debilitado por el paso de los años. La momia gime de dolor mientras las tiras de lino se clavan en su putrefacta carne. Una a una las vendas que aprisionan a la momia van rompiéndose dejando libre a la momia. Libre de sus ataduras milenarias la momia se lanza a destruir todo aquello que está a su alcance.