Partida Rol por web

El sol comenzó a despuntar por encima de las dunas de arena inundando todo con destellos dorados. El grupo comenzó a desperezarse con poco a poco. Algunos como Ashzyx y Estragón ya estaban despiertos, con unas tremendas ojeras.

Dulcimae parece mucho más relajada aunque tiene los ojos rojos, seguramente de haber llorado durante toda la noche. Entre las manos porta un pequeño objeto del tamaño de una caja pequeña envuelto en un pañuelo de seda. ¡Acercaros! El amanecer es un momento propicio para desentrañar las nieblas del futuro.

Con delicadeza se sienta cerca de los rescoldos de la hoguera y desenvuelve el paquete. Dentro hay un mazo de grandes cartas. Con dedos hábiles, la vistani, barajo las cartas y comenzó a colocarlas en hileras de seis cartas leyendo la ultimas.

El lord oscuro. El rey del desierto. El posea la verdad, a él tenéis que buscar para encontrar la respuesta final.

La tentación. Esta carta representa a la reina traidora. Ha traicionado a su señor a quien debiera servir. La tentación fue la causa de esta traición.

La marioneta. Esta carta representa la maldad personificada. Él intenta derrocar a su rey y creador. La reina ahora sirve a este bellaco.

Las nieblas, la carta de la profecía. Una señal de misterio que prevén los sucesos que se aproximan. Buscar las seis señales. El rey comprende el hechizo pero el bellaco no.

Uno, dos y tres de oros. Estas tres cartas están relacionas. Indican que el sol se pondrá varias veces antes que el rey pueda ser buscado. Esta noche será llamada la noche de Thoth. Puede haber otras cartas que muestren falsos tiempos.

El inocente. Una presencia singular. El símbolo de aquellos quienes se enfrentaran a los males. Este es un símbolo de poder físico. Esta carta tiene el poder de destruir.

El ladron. Es el símbolo de la riqueza, cuidado con robar las riquezas que los mortales guardan en sus tumbas.

La traicion. Es el símbolo de la lealtad traicionada. Cuidado con la traición de alguien en quien confiáis.

El necromante. Es el símbolo del poder del mal de la tierra, que no es dado a los mortales. Debéis ser precavidos.

Leídas las cartas, Dulcimae las vuelve a envolver con el pañuelo de seda y vuelve a guardarlas.

Estragón bostezó, malhumorado por no haber podido dormir bien.

¿Eso es todo, Dulcimae? ¿No tienes más cartas que sacar? Quizás una que diga dónde se esconde la momia, o una que diga cómo hay que matarla...

Resopló. Estaba demasiado espeso como para encajar las piezas, pero aún así hizo un esfuerzo.

Si lo entendí bien... es un tema de cuernos. El marido sabe de magia, "conoce el hechizo", y su mujer le ha puesto los cuernos con la marioneta, que fue creada por el rey, así que se refiere a su hijo, y es todo superincestuoso. Así que buscamos un matrimonio en el que el marido sepa de magia y su hijo no.

La "presencia singular" somos nosotros, porque más raritos que nosotros en este desierto no hay nadie, y debemos destruir por medio del poderío físico... Eso me gusta. Y nada de robar. Destruir sí, robar no. Pero con cuidado. Destruir cosas sutilmente, como haciendo que tropiezas y rompes algo. Pero aquel en quien confío me va a traicionar.

Frunció el ceño. Agarró a Rata de su hombro y la cogió por el lomo, levantándola hasta la altura de los ojos. Si en alguien confiaba Estragón era en Rata, y eso le daba ya un culpable.

Como metas tus bigotes en mis asuntos, atente a las consecuencias...-amenazó a Rata.

Pero si Estragón desconfiaba de Rata, dejaba de ser aquel en quién más confiaba, con lo cual el traidor tenía que ser Mochuelo. Míralo, con esos ojitos de lechuza degollada. Nadie sospecharía nunca de Mochuelo. Pero si Mochuelo ya no era de fiar, tampoco sería quién les traicionaría, con lo cual el siguiente en la lista es Deornoth. ¡Por supuesto! Esa ranura en el yelmo dejaba ver unos ojos malévolos. Y eso significaba que el traidor no era el enlatado. Aquello iba a ser muy complicado de dilucidar.

Tenemos que buscar seis señales. Seis pistas-se encogió de hombros-. ¿Qué hay de los tipos de las cartas? El uno, dos y tres de oros: un bravucón, un filántropo y un mercader. Les podemos preguntar a ellos. ¿Hay alguien en el pueblo que se ajuste a esas descripciones, Abu? Si no, todavía tenemos pendiente preguntarle a Isu.

Kelris había dormido bien aunque había soñado algo inquietante.

En su sueño besaba felizmente los sensuales labios de Dulciamae cuando apareció una Isu realmente cabreada. Sus ojos echaban fuego y de su cuerpo empezaban a emerger patas de araña.

Traidor!- gritaba mientas caía transformada al suelo en un enorme y repulsivo arácnido, y corría hacia la pareja de enamorados con sus rápidas patitas. El hechicero conjuró entonces una poderosa magia, un enorme orbe de fuerza que hizo trizas al engendro en un instante.

Oh mi héroe!- dijo la vistani con  ciega admiración antes de volver al lío como si nada hubiera pasado.

El caso es que Kelris, aunque se hubiese dejado llevar aquella noche por sus bajos instintos, no confiaba en la sacerdotisa, y las cartas que mostró su amada le confirmaron sus sospechas; seguramente la vanidosa Isu había hecho un pacto con algún poderoso dios oscuro para mantenerse bella y le debía pagar dejándole llevarse viajeros como sacrificio.

Y el lord oscuro? Probablemente el marido despechado de Isu. Había sido él quien había conjurado las brumas para traer a gente capaz de sacarle de su prisión. Prisión en la que seguramente Isu y su nuevo amo le habían encerrado. Pero ellos tenían el poder suficiente para rescatarle? Claro que a lo mejor era por Dulcimae y su gente y no por los viajeros que habían traído con ellos. Y eso le llevaba a la otra carta: Inocencia y poder? Dulcimae claro.

No robar, no fiarse de nadie... Eso parecía sacado de los consejos de cualquier madre que se precie. Por último un Nigromante. Se notaba que ese tipo de magia oscura flotaba en aquel lugar, no había ni que decirlo.

La conclusión a la que había llegado Estragón parecía muy similar a la suya así que no compartió sus pensamientos con el resto ya que era repetirse. Sin embargo había una cosa que no se habían mencionado todavía.

- Dulcimae, el monstruo se llevó a tu padre? Qué quieres que hagamos?

El elfo estaba más que dispuesto a seguir los deseos y órdenes de la vistani sin pensárselo dos veces.

Mochuelo asiste con enorme interés al ritual de cartas de la mujer vistani. En su ciudad natal ha visto antes cosas parecidas. Incluso en casa de su maestro, alguna que otra vez... Pero nunca había visto aquella baraja ni aquellos arcanos... 

Lo que sí le resulta de lo más familiar es el sentimiento de confusión absoluta que le produce el ritual. Siempre le pasa lo mismo con estos tejemanejes místicos... No entiende ni jota y le hacen doler la cabeza y desear meterla en un caldero lleno de cerveza, a poder ser, helada. Por eso, cuando el ritual concluye, no dice nada. Simplemente escucha atentamente las opiniones de sus "compañeros", con un punto de envidia ante sus alardes de sagacidad en la interpretación de los augurios.

La noche pasó rápidamente y, cuando amaneció y luz comenzó a penetrar por mis ojos cerrados, los entre abrí, obligándome a ponerme de pie.

Con paso vacilante, busqué un lugar donde poder lavarme un poco antes de que el resto comenzara a levantarse y, una vez bien despierto, recé a Heironeous.

Justo al finalizar mis oraciones, Dulcimae nos llamó y comenzó a leer las cartas, extrañas cartas y extraños sucesos fueron los que aparecieron.

Estragón, aunque bastante extravagante y, en apariencia, estúpido, parecía que había logrado sacar algunas conclusiones de la profecía que nos había lanzado la gitana, haciendo que asintiera mientras me pasaba una mano por la barbilla.

Tenemos a un Lord oscuro, a una marioneta que representa el mal absoluto, y el necromante. Como bien dices, comento a Estragón, quizás la traición fue a esa momia que vimos anoche. Eso explicaría lo de necromante y la magia oscura, así como la venganza.

Ahora bien, se quería llevar al pequeño Dominic, pero finalmente se llevó a Carmdra y, su padre desapareció. ¿Por qué ellos? digo esta vez girándome hacia Dulcimae. Lo cierto es que la traidora bien podría haber sido Dulcimae, Isu, o cualquier otra mujer, pues con el poco tiempo que llevábamos allí, no sabíamos demasiado.

¿Hay en estas tierras algún rey o señor? estoy totalmente perdido en este lugar. No saber nada me está frustando. ¿Cómo de grande es esto? ¿hay grandes ciudades? ¿grandes señores? niego con la cabeza ante este terrible rompecabezas.

Lo que si que parece claro, visto lo visto, es que los inocentes somos nosotros hago una media sonrisa, negando con la cabeza. Parece que estamos atrapados en un peligroso juego, y no sabemos la reglas todavía.

Tras las lecturas de las cartas, Dulcimae parecía agotada. No se molestó en contestar, ni a Estragón, ni a Kelris, ni siquiera a Deornoth. Parecía que Dulcimae ya había aportado toda la información que podía, ahora era trabajo de los aventureros desenredar el acertijo.

Con movimientos torpes trata de incorporase, solo la fuerte mano de Marius impide que la gitana termine en el suelo.  Rápidamente el resto de hermanos se apresuran a coger a la gitana y llevarla a la caravana.

Marius, el mayor de los hermanos, se gira hacia vosotros justo antes de entrar en la caravana con Dulcimae medio desmayada. Es algo normal, le pasa cuando tiene que hacer un gran esfuerzo con las cartas. Solo necesita reposo. Mañana estará bien. Dicho esto, cierra la puerta de la caravana.

Solo quedaba el pequeño Abu para contestar todas las preguntas. No sabíais como, pero el chico había conseguido un torta de pan y entre mordisco y mordico contestaba las preguntas.

¿Qué hay de los tipos de las cartas? El uno, dos y tres de oros: un bravucón, un filántropo y un mercader. Les podemos preguntar a ellos. ¿Hay alguien en el pueblo que se ajuste a esas descripciones, Abu?

Mohamed el timador es mercader. Mohamed el timador no es barbudo. A Mohamed el timador le gusta el oro. Igual que en la segunda carta. Pero… ¿Qué es filia topo?

¿Hay en estas tierras algún rey o señor?

No, solo Isu. Isu gran sacerdotisa y regente.

¿Cómo de grande es esto? ¿hay grandes ciudades?

Abu extendió los brazos a un lado y a otro, mientras seguía sujetando la torta de pan. Tan grande como la vista alcanza. Pero solo arena y sol.  También algunas ruinas antiguas.

¿grandes señores? 

Solo isu.

- Creo que esto es un gran trabajo para tí, primo. -Dijo dándole una palmada en la espalda a Kelris, acompañada de una media sonrisa de pilla.

- Voto por ir a preguntar a esa sacerdotisa. Después de todo, Kelris es ha intimado bastante con nuestra anfitriona de la anterior noche. ¿No es así, primo? - Preguntó burlonamente de nuevo.

Un filia topo es... un rico bueno. ¿No es así?-consultó al resto, ya que no estaba muy seguro de cómo definirlo-Mohamed el timador es un nombre de confianza. En Faerún los comerciantes más ladrones se hacen apodar "El Honesto". Mohamed el timador por lo menos va de cara, eso es buena señal.

Bostezó. Estaba cansado. No tenía ganas ni de preparar el desayuno, y seguramente cuando se pusiesen en marcha solo picaría algo ligero como la torta de pan de Abu, solo que en cárnico y graso.

Espera, Abu... ¿Isu es regente? ¿Eso es jerga juvenil, como decir que es re-guapa o re-chachipiruli? Como queriendo decir que es gente buena. ¿O es regente en plan "el que debería mandar no está, así que aquí mando yo"? ¿Quién se supone que partía el bacalao antes de Isu, y quién lo partirá cuando Isu muera, Abu? Porque si hacemos caso a la baraja de Dulcimae, estamos buscando a un Rey y a una Reina. ¿Están desaparecidos o han fallecido recientemente?

Quizás Isu sea una mejor conocedora de la realidad política e histórica de Muhar de lo que es Abu, así que si el pequeñajo no tenía respuestas, la propuesta de Kendra de ir a ver a Isu ganaba enteros.

Cada vez que Kendra le llamaba 'primo' le daba una especie de repelús. Es que allá de donde venía había tan pocos elfos lunares que eran todos de la misma familia o quizás creyese que compartir la misma raza  era lo mismo que compartir lazos sanguíneos? Serían entonces Deornoth y Mochuelo, primos de Candra? En fin, en cada lugar tenían sus costumbres y no quería faltarla al respeto.

Para serte sincero... - hizo una pausa buscando cómo dirigirse a la peculiar elfa sin ofenderla y optando por otorgarla el mismo tratamiento para no meter la pata prosiguió-, prima, no he hablado mucho con la sacerdotisa. Pero puedo decirte que no me pareció ninguna buena samaritana. Cuando escuché el ruido de combate que provenía del exterior  le pedí que saliera conmigo a ayudar y ver qué pasaba, y se negó, diciendo que lo que quedaba fuera estaba a merced de los dioses. No creo que vaya a ayudarnos, aunque puede que le saquemos algo de información si empleamos las palabras correctas.

Se sentía mal al hablar así de la mujer  con la que había compartido lecho, pero tenía que poner al corriente al resto porque de ello podría depender sus vidas.

Pero antes de todo, por qué no intentamos hablar de nuevo con Dominic? Ahora estará más calmado y quizás nos cuente qué fue de Carloni- le parecía curioso y algo irritante que estuvieran más preocupados ellos que los propios vistani en encontrar al anciano.

Ashzyx apareció en escena con la mirada perdida y ciertamente tambaleante.. estaba claro que todavía seguía afectado por el ritual de anoche y la falta de sueño.. El rostro del druida presentaba unas ojeras y gesto somnoliento que apenas hiciera que entreabriera los ojos. Como si todo lo deslumbrase.. a medio camino entre una resaca como una catedral y agotamiento, el mediano saludó con desdén, moviendo la cabeza.. estaba claro que su humor no era el mejor en aquella mañana despues del encuentro con el poderoso no muerto. 

Máscullando por lo bajo, simplemente se dedicó a preguntar..

- ¿Y bien?.. ¿no queríais ir tras vuestra amiga?.. vayamos a preguntar indícaciones a la sacerdotisa y veremos que nos dice..

Un tanto aturdido por la palabrería de Estragón, niego con la cabeza, no haciendo demasiado caso tampoco a la conversación de Kendra con Kelris 

Cuando Ash aparece, asiento a sus palabras si, ahora vamos, tranquilo. Solo estábamos intentando poner un poco de orden en ese galimatías que nos han mostrado. Vayamos a ver a Isu y luego a ese Mohamed. La verdad es que, si Isu es la regente, el relato de Dulcimae debía de referirse a ella Abu, Isu es la regente, vamos, la persona a la que seguís pero ¿ha estado casada alguna vez? ¿Has conocido, u oído hablar, de algún otro regente?

Preguntáis a Dominic, que se encuentra jugando cerca del oasis, sobre lo sucedido por la noche. El chichillo de unos 5 años ya no se encuentra en estado de shock pero solo contesta con frases inconexas y de poca utilidad. Si en el grupo hubiera algún psicólogo infantil diagnosticaría que el niño ha bloqueado los recuerdos que no es capaz de comprender, una medida de defensa del cerebro. Sí, me cogieron y me llevaron en brazo. Eran muy feos, pero olían bien. Sus uñas eran largas y pinchaban. Después de una media hora preguntándole Dominic sin obtener nada de utilidad, lo dejáis jugando a la orilla del oasis y os encamináis hacia el templo de Isu.

En el camino al templo, Abu contesta a las preguntas sobre la regencia de Isu. No saber si señorita Isu casada. Yo no llevar mucho tiempo en Muhar. Venir con Doctor Jones hace dos meses. No conocer a otro regente.

Señorita Isu regente. Doctor Jones explicar. Señorita Isu depositaria del poder del antiguo linaje. Antiguo linaje ser dioses que andan por la tierra. El pueblo esperar su regreso. Su regreso significa prosperidad.

Mientras avanzabais hacia el templo de Isu, la gente mostraba la misma actitud que durante el día anterior. Nadie parecía temeroso por los hechos acaecidos por la noche. Todos estaban a sus quehaceres domésticos, como si no hubiera pasado nada.

Las puertas del imponente templo se encuentra abierta e Isu se encuentra en el centro del patio tumbada en un diván. Dos fornidos negros la abanican con abanicos de plumas, mientras ella come uvas de un cuenco. ¡Bien venidos mis humildes huéspedes! ¿En qué puedo ayudaros esta espléndida mañana?

Bastet, el gato de pelaje negro se escurre desde en

Rata se volvió a estremecer bajo el sombrero del cocinero al primer maullido de Bastet. Estragón estaba más tranquilo: alguien lo suficientemente cansado y somnoliento es inmune a los encantos de Isu. El semiorco mordió la butifarra, y lo que quedaba de salchicha bajó la inclinación como oportuna parábola de su libido.

Sí... ehm...

Se giró hacia el resto. ¿Qué habían venido a preguntar? Perdió de vista a Bastet, y no supo por dónde se escurría.

Buenos días, y eso. Venimos buscando consejo. Sabiduría, más bien. Primero: ¿qué sabes sobre las momias? Segundo: ¿hay algún mago en la zona? Tercero: ¿hay alguna leyenda sobre un rey o una reina?

Se sentía estúpido haciendo preguntas sobre lo que había salido en las cartas de Dulcimae. Estaba dando por buena una información tan poco fiable como una paparrucha adivinatoria. Si tan buena adivina era la vistana, ¿cómo no vió venir lo del secuestro de su viejo? Pero seguía espeso por la falta de sueño, y no estaba como para hacer análisis profundos de las cosas.

Que fuera aquel considerado como 'la mascota' del grupo el que preguntase a la sacerdotisa de forma tan directa, le pareció un poco arriesgado. Intentar suavizar el ímpetu del semiorco con palabras melosas.

- Disculpa la tosquedad del mestizo, bella Isu. No ha dormido nada bien y no hemos podido controlarle a tiempo.

Kelris se inclinó con una reverencia.

Os veo radiante esta mañana -continuó agasajando a la presumida mujer-. Os acordáis del jaleo que escuchamos anoche? No era ninguna reyerta sino una criatura sacada de pesadillas que atacó vuestro poblado y se llevó a la mujer del pelo rosa que nos acompañaba, Carndra, y posiblemente  también al anciano vistani que viajaba con su familia en la carreta.

No tendréis idea de quién ha podido comandar a tal aberración y dónde está su guarida? Debemos ir a rescatarlos, pese al peligro. Quizás nos ayudaríais con algunos consejos o algún aguerrido guía para el desierto? Estaríamos eternamente agradecidos.

El druida se acercó a la sacerdotisa, gateando en posición defensiva para lanzar una mirada furibunda al elfo.. mordisqueandose el labio, ahogó lo que pareció un gruñido de algún tipo.. 

Mirandola directamente desde el suelo, la imponente figura de la sacerdotisa se alzó para el como si fuera una gran estatúa de marmol..  con voz apagada y distante, Ash habló:

- .. una corona.. un rey muerto que reclama las vidas de aquellos que se le antoja.. una plaga.. una plaga para la tierra.. -suspiró- .. debemos encontrarlo.. purgar la mancha de lo no natural.. los muertos.. los muertos..- repitió.. hasta los muertos deben cumplir su ciclo.. fijándo su vista sobre el rostro de Isu, musitó casi en forma de plegaria.. ayudadnos!..

Kendra, desde detrás de Kelris, le dió un toquecito con el codo, como ya hiciera otras veces.

- Muy bien, primo. Así se hace. La tienes en el bote, semental... - Cuchicheaba en voz baja de forma que solo el la escuchase.