Partida Rol por web

[ELdG] Toque de muerte

Capitulo Tres: Segundo día en el Muhar

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16/01/2019, 20:01
Mochuelo

Mochuelo sigue al grupo y se mantiene en un discreto segundo plano en todo momento. La sensual belleza de la sacerdotisa no le deja indiferente. En su interior siente crecer la envida hacia el elfo de pelo blanco...

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17/01/2019, 09:48
Deornoth

La verdad es que estaba claro que era una situación anormal, y hasta cómica. Primero escuchando como Estragón abordaba a la sacerdotisa con preguntas directas, sin ningún tipo de tacto, orden, o coherencia. Luego escuchando al elfo hedonista, con palabras empalagosas y zalameras que hicieron que apartara la cara. Cuando acabó, Ash también tuvo a bien participar, con una serie de balbuceos y frases inconexas que, aunque tuviera razón, no sabía si le prestarían atención, dado su estado.

Pacientemente espero a que la sacerdotisa conteste, o mire de alguna forma extraña antes de aclarar

El monstruo al que se refiere nuestro compañero se trata de una momia. Lo cierto es que nos preguntábamos si tendríais más información sobre ese monstruo, a parte de lo indicado por él hago un gesto con la cabeza señalando a Kelris, de cómo combatirlo, pues parece inmune a muchos de nuestros ataques.

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17/01/2019, 21:48
Isu Rehkotep

Isu os mira con dureza. Debería de castigaros por permitir que vuestras macotas tengan más palabras que vosotros, pero sois mis invitados, y no impongo castigos a aquellos que no son mis siervos. El comentario mordaz y mal intencionado iba claramente dirigido a Ashzyx y Estragón.

Lugo miro fijamente a Kelris. Te marchaste de la morada de los dioses por propia voluntad, y vuelves cubierto de barro y arrodillándote. No esperes que la puerta que se abrió a un ser inmaculado, se vuelva a abría a un ser ahora impuro.

Siguiendo con el tono de voz autoritario, pero esta vez sin sarcasmo, la sacerdotisa continuo hablando. El pueblo de Muhar es conocido por su hospitalidad, y no seré yo quien rompa esa milenaria tradición. Isu hablo al oído del fornido negro del abanico. Este desapareció y al rato una hueste de sirvientes trajeron varios divanes y fuentes con fruta fresca, y jarras con agua fría.

Isu comenzó la velada hablando de las bondades de su pueblo y su forma de vida, todo datos insignificantes y de poca utilidad. ¿A quién le importaba cuando se comenzaba la siembra del arroz? Por mucho que insististeis que hablara de las historias o leyendas del pueblo, la sacerdotisa variaba de tema. Solo al final de la velada la sacerdotisa estuvo dispuesta a hablar del tema de los ataques. ¿Sería esa su manera de mantener el poder sobre el grupo de aventureros, decidir cuándo y de que hablar? Entonces conto la historia de Anhktepot.

El faraón Anhktepot gobernó hace siglos en la tierra de Har'Akir. Esta nación comprendía por completo la cuenca del río Abal en el gran desierto Akir. Según nuestras creencias, el faraón es el lazo entre el hombre y los dioses. El faraón es en sí mismo un dios en esta tierra. Los faraones gobiernan por la gracia divina de Ra, el dios del sol.

Anhktepot temía mucho a la muerte. Se sabía que cuando un faraón moría, se convertía en un sirviente de Ra en el inframundo, enaltecido sobre todos los otros sirvientes. Por alguna razón desconocida, Anhktepot no quería morir. Quizás temía a la cólera de Ra cuando el dios del sol descubriese que había sido un falso faraón. Anhktepot mandó a sus sacerdotes que encontrasen una forma para que pudiera esquivar las garras de la muerte.

Muchos esclavos y prisioneros murieron cruelmente, para el propósito de los horribles experimentos de inmortalidad de Anhktepot. Frustrado por su falta de éxito, el faraón quemó y destruyo varios templos. Fue al templo de Kharn, él más grande de todo Har'Akir, y maldijo a los dioses por no darle lo que su corazón deseaba. Ra le respondió a Anhktepot. Le dijo al faraón que cuando muriese, viviría de otra manera, pero no la deseada por él. Sin embargo, por maldecir a los dioses, Anhktepot sufrirá eternamente. Pero Ra no dijo cómo se manifestaría esta maldición. Anhktepot abandonó el templo contento pero confuso. Todavía no sabía cómo eludir la muerte. Aquella noche, cuando tocó a su esposa Nephyr, ella murió instantáneamente. Todos aquellos a los que toco aquella noche murieron de forma instantánea. Su esposa, varios de sus sirvientes, y su hijo mayor murieron todos por su terrible toque. Según nuestras costumbres, fueron momificados y enterrados en grandes tumbas en el desierto. Los funerales duraron más de una semana. Anktepot pronto comprendió que después que el sol abandonaba los cielos, su toque significaba la muerte.

Mientras que Ra brillara sobre él, estaría a salvo. Pero cuando no se encontraba bajo el ojo vigilante del sol, todo aquel que tocaba moría horriblemente.

Poco después del final de la ceremonia funeraria de su esposa, recibió una visita en medio de la noche. Una momia envuelta en lienzos funerarios entro a su recámara. Por las vestimentas supo que era Nephyr. Incapaz de hablar, la momia trato de abrazar a Anhktepot.

Horrorizado, grito para que lo soltase y lo dejase en paz eternamente, y su sorpresa fue comprobar que ella lo obedeció. Nephyr caminó hacia el desierto y nunca más se la volvió a ver. Su tumba ha permanecido abierta y vacía a través de todos estos años.

Anhktepot era también visitado por los cuerpos momificados de los que morían bajo su toque mortal. Llego a comprender que los controlaba completamente. Ellos hacían todo lo que Anhktepot pedía. Usó sus poderes y su propio toque mortal para estrechar los reinados sobre Har'Akir con su maldito legado. Mató a muchos sacerdotes, convirtiéndolos en esclavos no muertos. Ocasionalmente encontraba una de sus momias destruida, quemada desde dentro hacia fuera, por alguna rara causa. Los eruditos creen que Nephyr era la responsable de la destrucción de las momias de Anhktepot, pero nadie sabe con certeza la verdad.

Un día, los sacerdotes que aun vivían se rebelaron contra Anhktepot y lo asesinaron mientras dormía. Él todavía era el dios faraón bendito por los dioses. Los sacerdotes le dieron un funeral acorde a su rango. Poco después del funeral, los Muros de Ra aparecieron en las fronteras de Har'Akir.

Todo lo que quedo con vida lo conocemos como Muhar y la tumba de Anhktepot que yace a un corto camino a través del desierto. Todo esto sucedió hace muchas generaciones... Pero ocasionalmente, los aldeanos dicen haber visto el cuerpo momificado de Anhktepot tambaleándose a través de las dunas. Culpan gran parte de su mala suerte a él y usan su nombre para asustar a los niños pequeños. No se sabe con certeza que fue lo que le sucedió a Har'Akir o si Anhktepot realmente camino por la tierra como un muerto viviente...

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18/01/2019, 09:00
Kelris el 'Inmaculado'

Las mujeres... Por mucho que se esforzase no iba a conseguir entenderlas nunca. Ahora la sacerdotisa estaba enfadada con él y no sabía la razón, aunque quizás fuera lo mejor; si durmiese más tiempo cerca de ese oscuro minino, seguro que se agrabaría su alergia.

La historia que contó Isu era fascinante. Si fuera cierta, el rey del desierto de las cartas de Dulcimae sería el tal Anhktepot, atrapado en su tumba de dia (cuando carece de poderes) y dándose vueltecitas por la noche para reclutar más muertos vivientes. Serían Carndra y Carnoli los nuevos miembros de su ejército?

Si ya se habían transformado, cómo podrían curarles? Tendría aquello cura? Ese tipo de magia se le escapa por completo. Jugar así con la vida y la muerte le parecía algo antinatural.

Kelris seguía opinando que la reina traidora era la propia Isu, y si era así, por supuesto que no querrían que fueran a liberar de ninguna de las formas a Anhktepot, no conseguirían ninguna ayuda por su parte. Pero quedaba un tema que lo inquietaba; quién jugaba el papel de la marioneta? Debía ser alguien poderoso y a tener en cuenta.

Tanto pensar le estaba dando dolor de cabeza. Una cosa tenía claro; si quería llevarse al huerto a Dulcimae, tendría que intentar salvar a su padre, eso significaba meterse en aquella tumba y jugarse la piel frente a una poderosa momia. Lo que había que hacer por amor!

Gracias por compartir tu sabiduría con nosotros, bella Isu- el elfo no perdió las formas pese a sentir la mirada de desagrado de la mayoría de comensales cada vez que abría la boca (qué mosca les había picado?)- Parece que la malvada momia de Anhktepot ha raptado a los nuestros, por lo que dices. Quizás estemos a tiempo de ir a su tumba antes que los convierta. Si sólo tiene poder por la noche, deberíamos aprovechar la luz del día. Habría que llevarse cualquier arma disponible para luchar contra esas criaturas- miró al resto preocupado ya que ellos carecían de un sacerdote especialista en esos temas-. El pequeño Abu podría guiarnos hasta aquel maldito lugar.

Notas de juego

Voto por ir a la tumba de Anhktepot. Lo malo es que no tenemos realmente nada contra muertos vivientes, no es así?

Podríamos comprar algo en el pueblo?

Lo veo chungo.

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18/01/2019, 12:44
Deornoth

La reacción de la sacerdotisa no me sorprendió en lo más mínimo. Si era la dueña y señora del lugar, no estaría acostumbrada a que la trataran como una ramera de taberna, por no hablar de la falta de costumbre de atender con otras razas, como la Estragón o Aysh. Permanecí con el yelmo sobre el brazo, serio, escuchando la reprimenda y esperando que, tras la tormenta, viniera la calma y se dignara a contestar a nuestras preguntas y dudas.

La historia que contó a continuación resultó de lo más interesante. Quizás las cartas las habíamos interpretado en un primer momento por la más sencilla de las explicaciones, pero ahora podría ser un problema de dioses, dioses traicionados. Teníamos a Ra y como dios del Sol, pero quizás Anubis, como Dios de la momificación y el inframundo. Era un debate religioso que, de momento, no iba a entrar en él, habiendo cosas más urgentes.

Asiento con la cabeza muchas gracias por dedicar tu valioso tiempo con nosotros y aportar luz a nuestras sombras. Ya tenemos una idea más clara de a lo que nos enfrentamos digo apretando el puño de la mano que tengo libre Sobre esas momias ¿dónde podemos averiguar más cosas sobre ellas? Está claro que a las criaturas que van con él les afecta más el fuego. Quizás la luz del día, aunque eso sería más difícil, pues no creo que se expongan estúpidamente.

Notas de juego

mis voto coinciden con Kelris.

vamos a ver al timador y luego al desierto a la tumba de Anhktepot

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19/01/2019, 11:13
Estragón Leivn

A lo que se refería Isu con "mascotas" era para Estragón un misterio inescrutable, lo cual era extensible a todo lo demás que Isu decía. ¿Y el mago? ¿Dónde estaba el mago en esa historia? Pero sorprendentemente la lectura adivinatoria de Dulcimae había acertado en lo del matrimonio.

Estragón intuía que el faraón Anhktepot era el Rey del Desierto de las cartas de Dulcimae, y que Nephyr era su reina traidora que se presentó ante él para matarle. Y en vida "fabricaron" pequeños hombrecillos llamados hijos, de los cuales uno era la marioneta que quería hacerse mayor y reinar con los poderes de su padre.

¿Qué hay de los hijos de Anhktepot, Isu?-dijo la mascota-¿Dónde está enterrado el hijo mayor y qué fue del hijo menor o de los hijos menores después de eso?

Ya si le decía que eran tres hermanos, uno más bravucón, uno más filántropo y uno que se hizo mercader y que se llamaba Mohamed el timador, Dulcimae habría hecho pleno. Pero si solo había muerto por el toque del faraón el hijo mayor, había una linea dinástica que debería estar reinando, y no la regente Isu. ¿Habrían sido asesinados con su padre por los sacerdotes que se rebelaron?

Notas de juego

timador +tumba de Anhktepot o tumba de su hijo mayor.

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19/01/2019, 15:37
Kendra

Ciertamente las historais sobre toda aquellas gentes del desiertos, sus "falsos" dioses y extrañas ceremonias, eran conocidas por Kendra, que había leído alguna que otra vez algún libro sobre aquella cultura, aunque no recordaba en cual o cuando lo hizo.

Sonrió y dejó escapar una leve sonrisilla picarona en cuanto vió como Isu se refería al mestizo del grupo y al mediano egoísta que solo miraba por el mismo. Tampoco la dejó indiferente el ver como, recelosa la sacerdotisa, se dirigía a su primo de aquella manera, como si se tratase de alguien impuro. Después de todo, aún haciéndose llamar "El inmaculado", estaba bastante "maculado", después de todo.

- Una gran historia, Isu, no te importa que la use para mi próximo libro, ¿verdad? Quedará genial, con toques románticos y aventuras y... - Iba divagando ella sola en sus pensamientos.

Notas de juego

+1 al trilero y luego al momio.

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19/01/2019, 17:28
Mochuelo

La historia que les contaba la hermosa mujer no sonaba desconocida a oídos de Mochuelo. Muchas veces, en casa de su maestro desaparecido había podido escuchar, medio escondido en las sombras, conversaciones entre Aurelius y extraños visitantes vestidos con excéntricas túnicas y atuendos de los que se podría decir cualquier cosa, menos que eran discretos, en las que se relataban pasajes muy parecidos y se citaban seres que podrían pasar por familiares de aquel llamado "Anhktepot". A veces, si era de noche y estaba de humor, Mochuelo prestaba atención. Era lo más parecido a que le contasen un cuento antes de dormir que había tenido en la vida. Incluso, en alguna ocasión, había consultado (con discreción) uno o dos de los enmohecidos volúmenes de su maestro en los que se hablaba largo y tendido de culturas y deidades similares a aquella de la que les hablaba la escultural sacerdotisa...

Pero la mayoría de las veces, aquellas historias sólo conseguían aburrirle y darle sed, por lo que, mucho antes de que los narradores concluyeran sus relatos, Mochuelo ya estaba en “El verraco borracho” intentando olvidar a base de trasegar cerveza, o lo que fuese. ¡Qué demonios! Aquellas eran historias para alquimistas, brujos, hechiceros, magos y demás personal con túnicas de estrellas, cucuruchos en la cabeza y palos en sus huesudas y viejas manos. Él solo era un la... eeeem... Un aprendiz de alquimista. Así que siguió escuchando, dejando a los inteligentes del grupo la ardua tarea de procesar toda aquella palabrería, mientras sus ojos recorrían con disimulo toda la longitud de los muslos de la sacerdotisa. Una y otra vez.

Notas de juego

Yo os sigo a donde digáis.

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20/01/2019, 09:48
Isu Rehkotep

¿Dónde podemos averiguar más cosas sobre ellas?

Estáis hablando de un dios hecho hombre. No se puede saber más de ellos que lo que ellos quieran que sepamos. El trabalenguas de la sacerdotisa confirmaba lo que sospechabas, Isu no sabe nada sobre las momias. Seguramente el fanatismo religioso impidie que Isu estudie a esos seres. ¿El fuego? ¿La luz? ¿Puede acaso el dios Ra ser dañado por su propia luz? ¿Un dios puede ser dañado?

¿Qué hay de los hijos de Anhktepot, Isu? ¿Dónde está enterrado el hijo mayor y qué fue del hijo menor o de los hijos menores después de eso?

Se encuentran enterrados en el Valle de los muertos, enterrados en la misma tumba que su padre. Pero yo no iría, es un lugar sagrado. Solo los elegidos, en la noche propicia, pueden adentrase en el valle sin encontrar la muerte a manos de los siervos de Anubus, los perros negros. Isu, tras muchas suplicas, accedió a daros las indicaciones de como llegar al dicho valle. Cuando le preguntabais por cuál era la noche propicia contesto. Se conocía como la noche de Thoth, pero es un conocimiento que se ha perdido en las brumas del tiempo. Mi antecesora tampoco atesoraba dicho conocimiento. Hay conocimientos que los simples humano no necesitamos saber.

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20/01/2019, 10:16
Brumas

Tras otro par de preguntas que quedaron a medio responder y las despedidas protocolarias. Abu comenzó a guiar al grupo hacia su segunda cita, la tienda de Mohamed el timador.

Tras pasas por varias calles atestadas de puestos de comida y telas, llegáis a la casa. La casa de Mohamed el timador era la única casa de Muhar que tenía tres plantas, y superaba al resto de casa en tamaño. También tenía cristales en las ventanas, algo que ni siquiera habíais visto en el templo de Isu. La puerta de entrada eran un par de láminas de madera cuidadosamente trabajadas con intricados dibujos geométricos que daban paso a una gran sala llena de cajas, telas y un mostrador.

Detrás del mostrador se encontraba un hombre mayor con barba cana y rostro tostado por el sol. Claramente el hombre no era oriundo de la zona, sus rasgos no se parecían en nada a los habitantes de Muhar. Tampoco su vestimenta era semejante a la vestimenta típica de la zona, amplias túnicas de lino blancas, el hombre vestía pantalones camisa y cazaba un sombrero a pesar de encontrarse a cubierto.

El hombre saludo con una sonriasa a Abu. Buenos días Abu. ¿Con quién vienes? Luego el hombre paso la vista por el grupo, hasta que su mirada se detuvo en Mochuelo. ¿Mochuelo, eres tú? ¿Qué haces aquí?

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20/01/2019, 10:22
Director

Notas de juego

Puede que te cueste reconocerlo, pero Mohamed el timador es Aurelius, tu mentor. Ambas fotos son del actor Sam Neill en diferentes épocas de su vida.

La primera es de 1998 de la serie “Merlin”, la segunda es de “Sweet Country” del 2017

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20/01/2019, 11:22
Mochuelo

-¿Ma... Maestro...? ¿Aurelius? 

Mochuelo se queda de una pieza al encontrarse con su maestro. Una alegría irracional lo invade al encontrarse con un rostro familiar en medio de aquel extraño mundo de pesadilla. Es como una inyección de cordura entre tanto caos. Una brillante luz entre las nieblas.

Entonces, al rememorar los últimos momentos antes de desaparecer en las brumas, el miedo ocupa el lugar de la sorpresa:

-¿...Qué pasó...? ¿...Qué fue de aquella bruja...?

Las emociones y los recuerdos pasan atropellándose a toda velocidad por su mente. Hace un esfuerzo por calmarse y entonces cae en lo más obvio.

-Maestro, estás... diferente... -tiene la prudencia suficiente para no decir "viejo". -¿Qué extraños ropajes son esos que llevas?

Notas de juego

Vaya. Esto no me lo esperaba :-)

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23/01/2019, 10:45
Estragón Leivn

Al igual que Dulcimae, Isu también hablaba de la Noche de Thoth. Era como si las mujeres del mundo pusiesen trabas al rescate inmediato de Carndra. Estaban celosas de que el pelo rosa tuviese tanto éxito, o de la atención que una dama en apuros era capaz de acaparar. Sería la falta de sueño, pero cada minuto que pasaba Estragón estaba más dispuesto a mandarlo todo al cuerno para salvar a Carndra aquella misma mañana. Estragón no tenía miedo a los perros negros, se podían cocinar como si fuesen conejos grandes. Eso haría si se los cruzaba, sí señor.

En cualquier caso, mientras se enfrascaba en sus pensamientos, había acompañado al resto hasta Mohamed el Timador. Si Estragón no era capaz de distinguir un elfo de una elfa, también le era difícil distinguir a un muharí de un rosadito, pero al parecer conocía a Mochuelo y no se trataba de un lugareño más. Tampoco tenía claro si estaban ante un empleado de Mohamed, o era el nombre con el que Aurelius se hacía llamar por estas tierras.

Mi nombre es Estragón-saludó, sin demasiado interés en el reencuentro que estaba presenciando-. ¿Hay algo aquí interesante para comprar?

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23/01/2019, 14:19
Kelris el 'Inmaculado'

El camino hasta el mercader no fue suficiente para que el hechicero procesase todo lo que había escuchado.

Isu mencionaba una noche en especial y la proclamaba como la segura, pero no supo decirles de cuál se trataba, así que iba a dar lo mismo. Lo mejor sería ir de día donde el sol les protegía a bien seguro de aquellas criaturas no muertas.

Pero para ir bajo el sol abrasador tendrían que ir preparados. Mucha agua, turbantes que les taparan por completo, quizás unos camellos para no tener que andar tanto... Y un guía. Ninguno de los presentes parecía tener idea de cómo orientarse entre las dunas.

Al llegar a la casa de Muhamed el Timador lo primero que pensó fue en lo caro que les iba a salir el viajecito... Pero el destino dio un repentino giro. Por las Fuerzas del Universo, qué suerte! El discreto Mochuelo le conocía, eso podría cambiar muchas cosas, entre otras, el precio del equipo.

Esperó en silencio a ver qué surgía de aquel encuentro tan inesperado.

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24/01/2019, 02:27
Ashzyx Dustbringer

El halfling salió del templo de Isu maldiciendo juramentos en athasiano ante la pretenciosidad de la sacerdotisa. De no haberse mostrado cooperativa, quíen sabe.. súbítamente y de la nada una imagen acudió a su mente. Una imagen que lo reconfortó durante unos breves instantes: el templo en llamas.

Asustado y sorprendido, Ashzyx se sobrecogió internamente. La falta de sueño comenzaba a pasarle factura, habiendose terminado los efectos de las ingestas de la noche pasada; soñaba despierto. En estado casi de vigilia, el druida se tambaleaba  cada docena de pasoso para ponerse a caminar a cuatro patas de forma errática. Agotado pero sin poder descansar, el mediano se dedicó a no pronunciar palabra hasta la tienda del timador.

Buscando refrescarse para intentar despejarse, Ash dió un enorme sorbo a su cantimplora y se vació el resto por encima de su espesa pelambrera.. con un gesto algo cómico se comenzó a mover la cabeza en circulos, salpícando en todas direcciones  mientras intentaba volver en si.

Despúés de que todos entraran en aquella tienda, entró. Atento pero callado ante el inesperado reencuentro entre el tipo callado y el Timador, Zyx se cruzó de brazos y observó la escena.

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26/01/2019, 10:58
Mohamed el timador

Aurelius, o Mohamed el timador como era conocido en Muhar, había sido el maestro de Mochuelo. Era natural de Athkatla, una ciudad de la Costa de la Espada, al igual que su callado aprendiz.

Durante uno de mis enfrentamiento contra Maharet. Al pronunciar el nombre los ojos de Aurelius se entristecieron. Se produjo una explosión mágica que rasgo el tejido intreplanario arrastrándome hasta este desierto. Llevo ya veinte años atrapado en esta ciudad, sin poder escapar de ella. Recopilando información, he llegado a la conclusión que me encuentro en uno de los reinos del llamado plano de las tinieblas. Pero soy incapaz de abandonar dicho plano.

Pero dime tú, que te ha pasado a ti. Para mi han pasado casi veinte años, pero tú sigues igual que ese día. ¡Hasta llevas las mismas ropas!

 

¿Hay algo aquí interesante para comprar?

Pregunta y tratare de satisfacerte grandullón.

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26/01/2019, 15:54
Kendra

- Interesante... - Decía en voz baja la maga del grupo, mientras se pasaba la mano por el mentón, lo que le daba un aire más intelectual.

- Así que un plano del mundo delas brumas. He leído fragmentos de textos que narran sobre esos lugares, aunque los recuerdo vagamento, bien podría tener razón a juzgar por la forma en que llegamos todos hasta aquí. Envueltos de una u otra forma en una neblina y viviendo hechos de pesadilla... - Comenzó a recordar como llegaron a donde estaban.

- Y díganos, Mohamed el tima.... Quiero decir, Aurelius. De toda esa información que ha recopilado en 20 años, entiendo que algo habrá que pueda decirnos sobre lo que aquí está pasando. Ese Maharet, por ejemplo. ¿De quién se trata? - Preguntó.

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26/01/2019, 18:34
Deornoth

El viaje hasta la tienda de Mohamed la hice en silencio, meditabundo y pensativo. Todavía no había logrado entender cómo habíamos llegado hasta aquí, y lo más importante, cómo nos habíamos visto involucrados en una lucha tan antigua, donde los mismos dioses estaban presentes, y cuyo resultado había sido la aparición de momias, en el mejor de los casos, además de otras criaturas que no deberían de caminar con los vivos.

Al llegar a la tienda, eché mano a la bolsa con las monedas que me quedaban, pensando en qué podría comprar con esas pocas monedas que teníamos. La sorpresa fue mayúscula cuando el tal Mohamed resultó ser el antiguo maestro de Mochuelo. Increíble.

Aunque la historia que contó si que resultó interesante. Esa lucha a la que había echo alusión, con el resultado de una fractura en el plano habiendo hecho que apareciera en el plano material de las tinieblas. ¿Acaso todos nosotros habíamos sido transportados a este plano por algún motivo oculto? quizás la propia lucha contra la oscuridad. Quizás incluso el propio Heironeous había sido la mano que me había empujado a esta misión, donde demostrar su poder, y hacer prevalecer la justicia y la luz sobre las tinieblas.

Sumido en dichos pensamientos, justo llegué al momento en que se mezcló la pregunta de los objetos que tenía, junto con la interesantes preguntas de Kendra quizás estaría bien encontrar algún objeto de curación digo susurrando a Estragón, acercando la cabeza sin dejar de estar atento a Kendra. Me recordaba cuando en la escuela, en medio de la clases, hablábamos entre nosotros intentando que el profesor no se diera cuenta.

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26/01/2019, 19:33
Mochuelo

Durante uno de mis enfrentamiento contra Maharet. Al pronunciar el nombre los ojos de Aurelius se entristecieron. Se produjo una explosión mágica que rasgo el tejido intreplanario arrastrándome hasta este desierto. Llevo ya veinte años atrapado en esta ciudad, sin poder escapar de ella. Recopilando información, he llegado a la conclusión que me encuentro en uno de los reinos del llamado plano de las tinieblas. Pero soy incapaz de abandonar dicho plano.

Pero dime tú, que te ha pasado a ti. Para mi han pasado casi veinte años, pero tú sigues igual que ese día. ¡Hasta llevas las mismas ropas!

 Después del estupor inicial, la alegría invade a Mochuelo. Sus ojos se humedecen al contemplar aquella figura tan familiar. El rostro de su mentor (aunque veinte años más viejo) era un recordatorio de cosas familiares y añoradas que pensaba que había perdido para siempre. Aurelius le recordaba que no se había vuelto loco (al menos no del todo) y ahora tenía a alguien en quien confiaba y en quien se podía apoyar. Además el viejo ma... alquimista era una persona poderosa y sabia. Y ahora, ese poder y esa sabiduría habían aumentado por veinte años, al parecer. 

Se secó disimuladamente una lagrimita que amenazaba con desprenderse de su ojo derecho y contestó a las preguntas de su viejo maestro:

-Maestro, yo acabo de llegar. Fui testigo accidental de tu duelo con aquella maldita bruja (¡pobre Jabberwocky!). Vi cómo se abrían dos portales y cómo entrechocaban. Después hubo una gran explosión y despues... -Mochuelo titubea, intentando ordenar sus caóticos pensamientos- ...Después sólo había blancura y... las nieblas... Y aparecí en este extraño lugar. Aquí conocí a estas personas que me acompañan. Al parecer ellas también han sido arrebatadas de sus planos respectivos y han aparecido aquí... Al llegar nos hemos topado con unos vistanís, que nos trajeron a este lugar y acabamos de tener un terrible enfrentamiento con una especie de momia que se ha llevado a una de nuestras compañeras y a un viejo vistaní...

La voz del joven Mochuelo flaquea. No está acostumbrado a hablar tanto. No le gusta mucho hablar.

-Maestro, por favor, ¿puedes ayudarnos?

 

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26/01/2019, 21:12
Estragón Leivn

Esa tal "Margaret" debía de ser la esposa de Mohamed, que tras una discusión le echó de casa. Esa parte aburrió a Estragón, al que poco interesaban los problemas maritales de Aurelius. Con el resto de temas podía ser más empático, porque el semiorco también había pasado por ello.

Entiendo cómo es eso de lo de rasgar el tejido, amigo. Me pasó una vez con unos pantalones. Y otra vez, cuando una columna de luz cayó por una brecha del cielo encima de una capilla profanada, purificándola. También entiendo que seas incapaz de abandonar este sitio, si a mí me fuese tan bien en los negocios yo también me apalancaría-recordó su taberna ruinosa-. ¿En estos veinte años has probado a cruzar las brumas durante la noche de Thoth? He oído que ese momento tiene algo especial...

Estragón miró a Deornoth cuando este le interrumpió. El semiorco sabía perfectamente a dónde quería llegar a parar el cruzado. "Objeto de curación"... es decir, vendas. Sí, el cocinero también era de la opinión de que si una momia necesitase cambiar unas viejas vendas raídas, Mohamed el Timador iba a ser la persona que controlaba el suministro. Pero uno no puede entrar a saco a interrogar a un sospechoso. Hay que calentar el agua poco a poco para que la rana no se dé cuenta, y esas cosas de cocer batracios y salpimentar ancas que tan bien se le dan a los chefs. Dió un rodeo.

Sí... ehm... Creo que lo que busco es un cinturón... o unos tirantes. ¿Tienes algo de ese estilo? Este calor deshidrata un montón, y mis pantalones no se agarran tan bien como antes. No voy a decir que esté perdiendo peso, pero como mínimo el sudor hace que resbalen más. Estoy saliendo al paso con el mandil atado en torno a la cintura, pero necesito algo más adecuado... No quiero poner la venda antes que la herida-guiño-, pero hasta en los sarcófagos la gente tiene que ir elegante-guiño, guiño-. No sé si me explico.

Se giró para asentir a Deornoth, esperando su aprobación por la manera tan sutil de sacar el tema.