Partida Rol por web

Alice miro desconcertada al niño, después de tanta carrera la mente de la maga no pensaba con toral claridad. ¿Ahora para que quiere? ¿Quiere ejecutarnos con su mondadientes? ¿Quiere que le llevemos acuestas? La maga le iba a soltar una torta a mano vuelta al niño cuando recapacito.  ¿Nos quieres nombrar caballeros? Creo que este no es un buen momento, primero deberíamos de encontrar otro refugio seguro. Y luego… si eso…. ya nos puedes nombrar caballeros. Dijo dando largas.

De nuevo era Hala la que, tras haberles puesto en una situación "delicada", le curaba las importantes heridas con un simple y delicado toque de su Bruja.

- Gracias.- Contestó Onfale al tiempo que trataba de ponerse de nuevo en  las primeras posiciones para emprender la huida. Se sentía torpe e inútil pero la cabeza le iba lo suficientemente bien como para desviarse y recoger su ballesta. Sus ojos azabache no se despegaban del diminuto Rey Bob. Estaba teniendo mucha paciencia para reprimirse de no darle una colleja y darle un escarmiento. Cuando por fin llegaron a la explanada fuera de los túneles estaba agotado y, como si accediera a postrarse delante del Rey Bob, cayó de rodillas con el corazón palpitando en un ritmo frenético.- Sólo...arf...devuélvenos...arf... lo que es nuestro.- Fueron sus palabras. Se sentía raro. Debía ser por el veneno de la mymarca que le atenazaba los músculos del cuerpo.¡Sus tan trabajados músculos! Aún así le quedaba su mente y la Divina Esencia con la que podría acabar con el Rey Bob en un abrir y cerrar de ojos.

Por enésima vez, el grupo se veía en la misma tesitura de siempre. Tan solo cambiaba el escenario y el perseguidor, pero el correr por sus vidas era una constante desde el primer momento en el que Tybalt decidió hacer algo para poner fin a su esclavitud. Con el pequeño rey a salvo y con Loki como guía, huyeron por los laberínticos túneles hasta una sorprendente útil medida de seguridad colocada por aquellos chiquillos. Con aquel derrumbamiento pusieron por fin un obstáculo insalvable entre las formicidas, las que quedaban con vida, y ellos mismo. 

Al salir, se reunieron con el resto de niños que lograron escapar de la invasión o de la reconquista, según se mire. Tybalt no pudo evitar sonreír en una muestra de empatía al ver la euforia de los pequeños al reunirse. Luego el Rey Bob se dirigió a ellos y en este momento el tiflin hizo lo posible por contener una carcajada ante las persistentes ínfulas del chico. -Te hemos salvado la vida, pequeño rey. No estropees el momento.- Le dijo en toda su altura con los brazos en jarras y una sonrisa divertida y un tanto condescendiente en su rostro. 

Jadewo siguió al grupo cerrando la marcha en la huida, en parte debido al peso de la armadura, pero principalmente por guardar la guardia posterior.

Una vez fuera, resollando por el esfuerzo del sprint tras el intenso combate, el rubio guerrero acercó hacia sí a Evea por la cintura para abrazarla y besarla intensamente. Se sentía vivo, eufórico. Tras eso contempló como los críos celebraban el reencuentro con festejos. Al parecer, el denominado Rey Bob, era muy querido por el resto de la banda y viendo la actitud de Loki, despertaba lealtades.

Un velo de reflexión se posó en su semblante, valorando el origen de los reyes y el propósito de estos... y por insólito que fuera, el chaval parecía más digno de tal título que muchos otros regentes; por más tesoros o plebeyos que esos tuvieran.

Entonces fue cuando el muchacho parecía querer reconocerles sus gestos. Dando unos pasos al frente, Jadewo posó una rodilla en el suelo a la par que decía solemnemente.

- Rey Bob, celebro que mi destino me cruzara con el tuyo para ser testigo de un monarca querido y respetado por sus súbditos. Siendo toda una lección para mí.

Tras la carrera, sintiendo las miles de patas corriendo tras ellos, salir al exterior era como volver a la libertad tras años apresados. Observó su alrededor, esperando determinar el límite de la burbuja salvadora de esa ciudad, cuando escuchó al niño decir que se arrodillaran ante él para recibir su merecido.

Le hubiera gustado lanzarles una bola de fuego, para comer niño a la brasa, pero la idea de Alice le parecía más efectiva. Como era un mocoso de pacotilla, estaba claro que había que darle la vuelta a la conversación para que el "rey" creyera que la idea era propia.

No dudo que el Rey Bob haya considerado esa posibilidad. Así que una de dos, o no hay peligro, o es una prueba más para demostrar su inteligencia superior, ¿me equivoco?

Flame se sentía viva. La carrera, la pelea en la prisión, el combate con las hormigas. Le estaban empezando a dar ganas de volver a vivir aunque fuera en ese extraño y oscuro plano. Cada día que pasaba se sentía más incómoda allí, de hecho estaba perdiendo la noción del tiempo, del lugar y del plano en el que se encontraban. Principalmente era porque se le agolpaban las cosas que hacer. Todavía recordaba la oportunidad que dejó escapar hacía unos días para huir de ese plano. La realidad es que ella no la había dejado escapar, si no que la había perdido. Pero aún así respiró tranquila al sentirse de nuevo a salvo. 

Mientras el rey Bobo proponía tonterías para nombrarles caballeros, Flame se acercó a Becky y le pidió su armadura. Será mejor que me la devuelvas. Está claro que no hay forma de dormir tranquila, así que hasta que no esté segura cien por cien de que estamos a salvo, no volveré a quitármela.

No digas tonterías, vieja-dijo a Aire-, el Rey Bob no necesita demostrar su inteligencia superior. ¡Soy rey! Mi inteligencia superior se me presupone.

Pero siguió con la ceremonia a pesar de las advertencias, al igual que Flame ignoró todo peligro para vestirse la armadura con la ayuda de Becky.

Tú... ermh... "Rubio"... En nombre de mí mismo, te corono Caballero del Gran Rey Bob-sentenció, aunque el término coronar no fuese etimológicamente acertado, posando su estoque en los hombros de Jadewo.

Los niños aplaudieron. Tras Jadewo, el Rey Bob se acercó a Onfale, aunque fuese el veneno el que le hiciese hundir la rodilla. Por el mismo procedimiento con el estoque, anunció el segundo nombramiento.

Tú... ermh... "Moreno"... En nombre de mí mismo, te corono Caballero del Gran Rey Bob. Y... toma esto-le devolvió su saquillo y todo lo que contenía-Que no se diga que el Rey Bob no es dadivoso con sus Caballeros. Espero que sepas disponer sabiamente de mis cosas, Moreno.

De nuevo aplausos.

Aaah... genial, mira que bonito. Pero aún tenemos que volver a la ciudadela para arreglar el chirifostio que simula una burbuja de protección planaria...

¡Wang sabe arreglar cosas!

Sssh. Silencio, súbdito. El Rey Bob va a hablar: Wang sabe arreglar cosas. ¡Traed a Wang!

Del pequeño grupo de niños surgió un aún más pequeño niño con cara de "espabilao"... bueno, no tanto.

¡Yozoywang! ¡Emgamtagodegomocerogs!-Wang se acercó al generador del Barco del Caos y lo cogió de las manos de Alice-¡Oh! ¡Umchiribogtio! Moguelocratogs. Alelaciómdetitamio. Gileroyfáfildetamspotal. Taldaléumosmimumos.

Y se puso a trastear en el chirifostio, sacando de su mochila unas herramientas y algunos recambios. Saltaron chispas. Un par de veces, el pelo de Wang se puso de punta por la electricidad.

¡Yatá! ¡Vamofapobalo! Imyeciómentlefdofuno...

Pulsó un botón, y el campo se desplegó. Desde luego, no era ni la mitad de grande que el original, pero cumplía su función. Ahora podían abandonar los alrededores de la ciudadela sin necesidad de protegerse con ningún conjuro de Leiath.

¿Es esto lo que creo que es? ¿Podemos alejarnos de esta ciudad con esa cajita mecánica sin sufrir daño del plano? Ni Jadewo ni yo podemos movernos libremente por Galendure después del incidente con los guardias. Deberíamos irnos con los del aquelarre de brujas.

Tras el insulto del Rey Bob, Aire apretó con fuerza el brazo de Aristóteles. Si escuchase a su osito, este se estaba acordando de todos sus ancestros en esos momentos. La muchacha respiró con calma para tranquilizarse, no era el mejor momento de lanzar su magia a diestro y siniestro para quedarse sola. No, no podía. Seguramente esas hormigas les terminarían devorando a todos antes de que pudiesen pestañear. Con esa idea en su cabeza, Aire consiguió relajarse, incluso casi llegó a sonreir al ver cómo el rey Bob nombraba caballero a sus dos compañeros.

¿Aquelarre de brujas? Ni que fueramos las únicas capaces de hacer magia, Evea

Hay magia y hay talento, y son cosas distintas. Pero... ah... no quería ofender. Lo que pasa es que no sé cómo llamar a vuestro pintoresco grupo.

Flame se quedó mirando a Evea con cara de muy pocos amigos. Aquellos dos tenían intención de acoplarse al grupo así como si nada. Se lo habían hecho pasar muy mal y por su culpa se habían metido en un montón de problemas. No estaba dispuesto a dejarla estar en su grupo así como así y esperaba que quien la mirase a la cara comprendiese su desacuerdo en aquel acoplamiento de tan poca vergüenza. 

Después dudó si agacharse ella también, el caso es que la tontería del nombramiento le había hecho gracia, y no sabía qué ocurriría más adelante. Así que, se acercó al Rey Bobo e inclinó la rodilla. Quería saber si tendría algún problema en nombrar caballero a una mujer, si es que claro era capaz de distinguirla.

Sí, sí, aquelarre está bien!- dijo a distancia la bruja mientras terminaba de apañar al último pequeño.

-No es ofensa alguna, todo lo contrario.

Leiath se acercó al grupo y observó con extrañeza el aparato arreglado.

- Nuestro 'aquelarre' se dirige a una misión divina; debemos salvar las almas puras encerradas en la Rosa de Laón. Si quereis venir con nosotros sereis bien recibidos. Toda ayuda será poca. Pero hay algo que me disturba. Qué hacemos con los niños? Estarán en esta ciudad a salvo?

Jadewo se incorporó tras el nombramiento, siendo testigo de las aptitudes del muchacho que trasteando, parecía que había arreglado aquel singular objeto, uno capaz de proyectar un escudo protector ante la energía negativa de ese plano. Parecía que el pintoresco grupo había venido exprésamente para encontrar alguna forma de arreglar aquel escudo y que ahora tenían una importante misión que atender.

Miró a Evea cuando comentó en voz alta lo de unirse a este grupo y destacando su singular situación para con la corrupta guardia de la ciudad. Mientras meditava en ellas, el guerrero arcano se fijó en la reacción de los otros miembros del grupo a la declaración de Evea. Mirando al grupo comentó.

-Nosotros no tenemos nada que nos mantenga en este lugar... aunque he estado estudiando la posibilidad de encontrar alguna forma de corregir el funcionamiento de la guardia, intentar de encontrar algún modo para purgar su corrupción e intentar de poner ley y orden en este lugar. Pero eso... eso está más en manos de los residentes de este sitio, al fin y al cabo, el gobierno es un reflejo de sus residentes...- El joven fue convirtiendo sus palabras en algún tipo de reflexión interna, dirigida más para sí que para el resto. 

Tras una pausa recuperó la atención.

-En resumen, que nada nos tiene ocupados aquí, por ahora... en cualquier caso, ¿qué es eso que dices de salvar las almas puras en... la Rosa de Latón?

- Pero...yo...no...- Tres toques del afilado estoque fueron suficientes para nombrar caballero a "moreno". Onfale agachó la cabeza. El veneno de la Mymarca le había hecho lento. Sin embargo los ojos del eunuco brillaron de satisfacción cuando recuperó la bolsa. La guardó a buen recaudo para que no volviera a pasarle lo mismo. Se incorporó como un viejo con cachava y se unió a Leiath con los ojos implorantes de ayuda. Era un siervo de Hala y como tal esperaba su piedad y compasión.

- Parece que todo ha salido bien después de todo hija mía.- Hablaba como un viejo aunque no estuviese arrugado como una uva pasa.- Aquelarre no es malo ..."vieja".- Le contestó a Aire tapándose la boca para disimular una sonrisa. El Rey Bob le había llamado a él "Moreno" y a la joven "Vieja". Era evidente que los cuidados que el perfumista daba a su cuerpo y piel daban resultados incluso visibles a ojos de un niño. No cualquier niño. ¡EL REY BOB!- Peores cosas podrían llamarnos.- Alice, con su habitual sagacidad, volvió a centrar el tema en lo que importaba. Gracias a ello uno de los niños, de adorables ojos rasgados, pudo reparar el cachibache.- Parece que Hala se apiade de nosotros.- Dijo no sin sorna pues les habían dado por todos lados.- Es Rosa de Laón querido alter-ego.- Le dijo al Rubio.- Un artefacto demoníaco donde el maligno Orcus, rey de los demonios, tiene apresadas las almas más puras que ha capturado. Una tarea nada fácil, por supuesto.

Señor...-dice a Flame-¿es que se ha arrodillado para limpiarme las botas? En otra ocasión, ahora estoy atendiendo asuntos importantes...

Flame había tenido la oportunidad de convertirse en Caballero del Gran Rey Bob, pero ese momento había pasado, y la chica había preferido ponerse la armadura a rendir pleitesía.

Mis queridos caballeros, debo encomendaros una misión. Mi fiel y estimado Loki también es actualmente un prófugo de la justicia. Aunque la madriguera ha sido invadida, el resto de chicos y yo podemos pasearnos libremente por los callejones de Galendure y buscar cobijo, pero Loki fue sentenciado a la horca, y al igual que a vosotros, a él también le estarán buscando. Deberéis llevaros a Loki con vosotros y ponerle a salvo.

Pues ahí está la respuesta del Rey Bob a Leiath: los niños se quedan. Este es su hogar. Salvo para Loki, que ya no puede encontrar aquí un minuto de respiro, con todos los guardias patrullando las calles.

¿Otro niño al que cuidar? ¿Otro? A Flame le chirriaron los dientes. Cada vez que había tenido que estar pendiente de algún niño todo había terminado mal. No quería saber nada de ellos, los había visto hacer de todo y hacerles de todo. Y no creía que aquel mundo, plano o lo que fuera, fuese un lugar para él. Y mucho menos entendía qué razón había para tener que arrastrarlo con ellos. No podía creérselo, pero como no quería meter la pata, no dijo nada. Total, sabía que Leiath era la abogada de los imposibles y desesperados, así que seguramente que lo acogería entre sus brazos, como a tantos otros... 

Eso sí, el resoplido que soltó Flame sí que fue escuchado por todos. La muchacha había dado señales más que suficientes para que comprendieran que no estaba de acuerdo con tener a Loki entre ellos.