Partida Rol por web

Lyra miró a los ojos de su imperturbable interlocutora. Su expresión no pareció variar mientras la localizaba y respondía. Nada. Ni el más leve indicio visible de ninguna emoción. Ninguna reacción palpable o analizable por su parte. A eso se le sumaba una voz suave y sosegada que la situaba aún mas cerca de la ficción que de la realidad. Y sin embargo era real, y estaba allí. 

Por primera vez Lyra creyó entender a aquellos humanos que temían a los fantasmas cuando ella nunca lo había hecho. Suponía que Irera era el equivalente para ella. No obstante, no debía dejarse llevar por las apariencias o la emoción. Lyra utilizó Visión de aura para asegurarse de con quien estaba hablando, de que realmente estaba allí.

Me he enterado hace poco de la existencia de Kadmon y la que parece ser la verdadera historia de este universo y quiero saber más - explicó brevemente, pues contar de manera concisa todo lo que la había llevado allí posiblemente duraría más que la conversación en sí. Y así como Irera no se había presentado, dando por sentado que Lyra tendría ciertas nociones básicas, la Psíquica omitió el resto de la información sobre el por qué de su búsqueda de la verdad.

Me gustaría conocer la historia de tu raza, así como la situación real en la que os encontrais dentro de este universo - pidió a sabiendas de que era mucho lo que quería y de que, realmente, Irera no tenía por qué contárselo de buenas a primeras cuando no la conocía de nada.

Al final, Geralt sería capaz de mantener su palabra a pesar de los intentos del deathmaster abatido por que no fuera asi. No solo el poder curativo de Geralt devolvería la calidez al etereo cuerpo de Irera, sino que un soplido del dragon blanco bastó para asegurar que su alma no partiera al mas allá, anclandola a aquel terrible mundo, a aquella cruel realidad.

Sus heridas mas graves se cerraron, su brillante sangre paró de brotar, y en los brazos de Geralt, recuperó la consciencia, como si del ser mas fragil de este mundo se tratase. Como el jarrón de porcelana que se reconstruye tras su rotura.

Poco a poco, su cuerpo se movió lentamente y sus ojos se abrieron, incluso su poco expresivo rostro mostró claramente dolor en ese momento. Permanció unos instantes sin cambiar de postura, mirando fijamente a Geralt.

-Irera- Infrecuente don el tuyo. Por lo visto mi pueblo no es el único que porta en su interior el aliento de vida de su creador y sabe usarlo para otros. Recivir la esencia de Yaveh directamente es para mi un privilegio, te lo agradezco Geralt.

Pasarían un pas de minutos hasta que Irera pudiera ponerse en pie por su cuenta. A pocos metros estaba, cubierto de visceras negras el bastón que buscaban. Al lado, el cadaver infecto del deathmaster.

Pero antes de que alguno se acercara a cogerlo, el liquido negro que antes fuera la sangre de la abominación, se alzó formando una figura humanoide y medio deforme. La voz que se proyectó de ella era perfectamente reconocible, almenos para Geralt.

-Balban- Ahhh... mi antiguo y traicionero campeón, que decepción, dependiendo de otros para sobrevivir, con el poder de invocar a los dragones mas poderosos y trayendo en su lugar a la casta de dragones traidores, infectados y poseídos por el poder del orden.

Pero los dias de tratar de que vuelvas a mi lado han terminado, ahora tengo un nuevo campeón renacido, con un potencial que supera al tuyo, un potencial que por lo visto no supisteis ver. Jajaja... pronto le conocereis, todo cuanto dejasteis atrás volverá para destruiros, no te olvides de recordarselo a ese "psiquico". Ahora ya sé donde está lo que vine a buscar en este aqueroso mundo, aquello por lo que fuiste creado. Y estoy seguro que ese mismo psiquico me ayudará a conseguirlo llegado el momento.

Hasta nuestra proxima charla, Dragonborn.

Aquella forma residual se deshizo y la sangre infecta cayó de nuevo al suelo, el mensaje ya estaba dado.

-Irera- Al igual que Balban ha encontrado formas de lidiar con muchos de los poderes del orden, tambien lo han aprendido sus discípulos, si ha creado un nuevo campeón, es probable que sea mas dificil de lidiar que... tú.

Comentó, había póco que ella pudiera hacer al respecto, o almenos hasta donde ella sabía.

Irera miró en silencio durante unos segundos a los ojos a Lyra, segundos que probablemente utilizó para decidirse por una respuesta. Preguntar por la historia de una raza y su papel en el universo requería ser, como mínimo, conciso. En cualquier caso, Irera no pudo evitar pensar en que aquella humana tan joven era la única que le había preguntado aquello. Había respondido un sin fin de preguntas al llegar a Elysium, pero sorprendentemente nadie se había interado por los Aetherial y sus circustancias.

-Mi pueblo fue creado por la septima arcangel, Jubileus y bautizado como los "Aetherial". Fuimos creados para hacer cumplir la voluntad de Jubileus, como sus emisarios, historiadores, guerreros, guardianes, mensajeros o lo que ella necesite de nosotros.

Somos un pueblo muy poco numeroso en comparación con otras civilizaciones y si bien no fuimos creados para luchar en guerras a gran escala, formamos parte de las fuerzas del orden de este universo y dedicamos nuestros talentos a lo que sea necesario para mantener el equilibrio. Esa es la voluntad de Jubileus.

La situación de los hijos únicos de Yaveh llegó a sus oidos y yo fuí enviada para recabar información, pero subestimamos la situación en vuestro mundo y ahora me hallo atrapada sin poder regresar y sin poder informar a mi creadora.

Fue un resumen breve, no había demasiado sentimeinto en él, si Lyra deseaba saber algo mas, debía ser mas precisa en sus preguntas, Irera no contestaba con patrones no muy diferentes a los de Alicia.

La visión del aura de Lyra, reveló algo que dependiendo del punto de vista, podía ser decepcionante o revelador: el aura de Irera era similar a la de cualquier humano, algunas auras brillaban mas que otras, la de Irera lo hacía, era brillante, pero de igual forma que podía ser la de Eva o la de Adirael, auras que por alguna razón resplandecían en la oscuridad.

Sin embargo, mientras que sus ojos revelaban una forma de vida extraterrestre, distinta y fascinante, el aura era practicamente la misma, como si hubiesen sido cortados por el mismo patrón.

Respire aliviado cuando vi que Irera volvía en sí. -Me alegro de que estés bien.- Pero al pronunciar las palabras vi como una figura se alzaba de la sangre de la abominación y escuche la voz de Balban.

No le dirigí ni una palabra ha aquella manifestación, solo escuche sus palabras.

-Si supiera como llegar a su cuerpo real y acabar con él de una vez por todas...- -Sera mejor que nos larguemos de este lugar, no creo que nos quede nada que hacer aquí.- Aun con Irera en brazos me acerque hasta el bastón y lo cogí, y también un par de runas que estaban allí cerca.

Me di la vuelta y me subí a lomos del dragón, detrás de Irera. Así no tendría que hacer esfuerzos para sujetarse, yo podía evitar que se cayera sin problemas. -Manakel, volvamos a casa.-

Lyra observó extasiada la brillante aura de Irera que, sorprendentemente, coincidía en color con la suya propia y la de su raza. Contempló los ojos de la Aetherial intentando encontrar alguna similitud entre ellas, pero no fue capaz, aunque hubieran sido ambas creadas en la proporción que se inclina hacia el orden,. Aún así, Lyra creyó que, posiblemente, en su raza había mas orden que en la suya, o así lo parecía al hablar.

Lyra - ¿Y no puedes regresar? - preguntó la Psíquica con curiosidad - ¿del mismo modo en que llegaste?

¿Habéis investigado también otros mundos que hayan invadido los demonios? ¿y cómo llegó a vuestros oídos? - continuó tras un breve silencio de reflexión.- ¿Y con que objeto? - esa era la pregunta clave en realidad. Deseaba saber qué pretendían una vez descubierta la masacre a la que habían sido sometidos. 

En cuanto a Yaveh... - comentó tristemente - no hace mucho que supe que éramos sus hijos, pero al parecer lleva milenios desaparecido - explicó - Busando a Kadmon - añadió con desgana - ¿cómo podría saber más de él? ¿cómo podría encontrarlo? - dijo expresando por primera vez las ganas que tenía de partir en su busca una vez conocida su existencia, más aún Andrastia e Irera tenían contacto con sus creadores e incluso recibían órdenes de ellos y, curiosamente, ambas eran razas avanzadas mientras que ellos permanecían abandonados y perdidos. 

Y, para Lyra, tras los últimos acontecimientos, el sentimiento de perdición era ahora mas latente que nunca, más aún que al despertarse en el submarino sin saber a ciencia cierta quien era. Ahora la duda era qué eran y qué podrían llegar a ser. Que tenían que llegar a ser.

-Usamos un dispositivo portatil para conectar con los caminos de las estrellas, pero ese dispositivo junto al resto de mi equipo fue destruido al ser capturada. Lo único que he podido recuperar es una de las armas que portaba, el puñal de fase. Dicho dispositivo no puede ser reproducido con vuestra tecnología actual, aparte de que el diseño, requiere de materiales que no se encuentran en vuestro planeta.

Irera dejó unos segundos de lapso, tal vez algo confusa a la hora de tener que responder al resto de cuestiones.

-Desconozco si Jubileus ha ordenado a otros de mi pueblo ir a otros mundos bajo el ataque del caos, tampoco sé cómo mi creadora sabía del ataque a los humanos. Con su poder y conocimiento, es probable que tenga sus medios para saberlo.

Mi misión es recabar tanta información como pueda de la situación aqui y llevarla a Jubileus, incluso ahora continuo con esta tarea mientras espero una oportunidad para volver junto a mi creadora. Pero desconozco cual sería la voluntad de Jubileus una vez en posesión de la información.

Irera no lo sabía, porque no necesitaba saberlo para llevar a cabo su misión, era asi de sencillo, almenos a su modo de razonar.

-Nisiquiera Jubileus o el resto de arcangeles conocen el paradero del segundo, su viaje comenzó hace eones, lo único que dejó tras de sí fue la semilla de vuestra civilización. Algunos creen que ha muerto, otros que aun vaga por las estrellas en busca de Elysium, otros que alcanzó su objetivo, que alcanzó la Verdad, si fuese este último caso, pueden existir un sin fin de motivos por los cuales no ha regresado.

No se sabe mucho del Errante, muchos de sus conocimientos y secretos solo os fueron transmitidos a vosotros, sus hijos, pero dada vuestra naturaleza y ciclo de vida, esa información se ha distorsionado, fragmentado y malinterpretado hasta practicamente perderse.

Lamento no ser de mas ayuda, tal vez Jubileus pudiera aportaros algo de luz en la busqueda de vuestro creador, pero ahora el universo y sobretodo ella, esta inmersa en tareas de extrema importancia. Sin los judicatores, todo se desmorona. Ahora mas que nunca, Jubileus necesita la ayuda de sus hijos.

Si Yaveh se encuentra en una situación similar o si simplemente desea dar alguna señal, estoy segura que vosotros estais entre los objetivos mas probables. Yaveh fue el primer hijo del Primer Arcangel, es de los mas antiguos y considerados mas sabios, aunque pocos entienden sus acciones.

En otras palabras, Irera estaba diciendo que los propios hijos de Yaveh, los humanos, eran probablemente los que mas sabían de su creador y a los que mas había revelado. Eso era sin duda desalentador.

Al llegar, las compuertas exteriores del geofrente se abrieron como lo harían para permitir el paso de cualquier otra aeronave, Manakel pudo aterrizar en el hangar uno y como de costumbre un equipo médico fue a recibirles. Irera no necesitaba tratamiento médico, por el camino su cuerpo había terminado de sanar en parte gracias a los esfuerzos de Geralt. Pero Geralt fue trasladado como de costumbre al centro médico, no le ingresarían, no hacía falta, pero almenos le tratarían debidamente las heridas, la fuerza de los tentaculos de aquella abominación era probablemente la mas fuerte que el guerrero había encontrado en una creación similar de los Deathmasters.

Manakel le siguió en su forma miniaturizada, a menos hasta que Geralt deseara que dejase de hacerlo y permaneció a los pies de la cama donde una enfermera le vendaba debidamente.

A los diez minutos, su contratista hizo acto de presencia.

-Claire- Es bueno verte de una pieza Geralt y veo que has conseguido el bastón. Estoy impresionada, no me equivoqué al proponerte nuestro trato.

Se sentó en una de las sillas de la habitación y cruzó las piernas.

-Claire- Con respecto a tu compañera... ¿algo que destacar?.

La maestra de evocadores sabía que Geralt había llevado a Irera a la misión, parecía interesada en sus habilidades o tal vez en todo en general. Por lo visto formaba parte de una mayoría en Elysium que desconfiaban por naturaleza de los seres no humanos, nadie podría reprocharles esa desconfianza.

Deje que me llevaran al centro medico y que me vendaran, aunque no lo veía necesario el descanso si lo agradecería.

Cuando Claire entro en la habitación me quede observándola. -Yo también me alegro de estar de una pieza, fue mas complicado de lo que pensaba.- Pero ahora sabia que podía encontrar a siervos de Balban en cualquier lugar y no solo sus marionetas.

-No mucho la verdad, es bastante rápida y para el peso que tiene es fuerte. Ademas no intento matarme ni huir así que creo que podemos confiar en ella, al menos de momento.- No era necesario contarla que al parecer si que había cosas que podían matarla, y menos cuando era magia de sangre que dudaba que pudiéramos replicar.

-Puede que prefieras limpiar el bastón un poco antes de ponerlo a prueba.- No había intentado quitarle la sangre siquiera. -¿Conseguiste permiso para ir a dar un paseo?- Sino todo aquello no habría servido para los fines que, puede que egoístamente, perseguía. 

Clare sonrió de medio lado al ver el bastón.

-Bueno, lo importante es que no se haya dañado.

Dijo con respecto al objeto da la misión, en manos de Claire, aquel objeto podía ser un arma mucho mas poderosa de lo que muchos imaginaban.

-Contestame una cosa Geralt, que conste que solo quiero una valoración personal. Ahora que has visto a Irera en combate, ¿crees que ante una hipotetica reveldía, podríamos detenerla con los medios de que disponemos?. Es decir, ¿serías capaz tu mismo de hacerla frente?, ¿tal vez otra persona que conozcas y hayas visto luchar?.

Aquellas preguntas podían considerarse de desconfianza, pero dadas las nuevas responsabilidades que había ganado Claire como nueva maestra de la escuela de evocadores, tal vez solo estaba siendo lo cauta que le exigia el puesto.

-En cuanto al resto, por supuesto lo prometido es deuda, mañana a primera hora iremos en un vuelo de suministros como escolta. Una vez en el submarino podemos pedir una pequeña parada para observar el paisaje de mar abierto. Tu ya me entiendes.

Le sacaría partido a su nueva posición.

-Ademas, lo que necesitas me va a resultar mucho mas facil con esta arma.

Las preguntas que la maestra me planteaba eran complicadas de responder y no estaba seguro de sobre las respuestas. Darla un si o un no rotundo era imposible.

-Es algo que yo también me he estado planteado. Se que se la puede matar, pues casi muere allí fuera, pero su intangibilidad la hace inmune frente a las armas de que disponemos aquí.

Puede que mi espada de energía, los ataques de Manakel o alguna de las municiones de Raven o el resto de los cazadores pudiera afectarla pero es algo que no se. Si tuviéramos que luchar contra ella lo mejor seria ir a un combate de desgaste, alargarlo todo lo que pudiéramos para cansarla y que no pudiera usar sus habilidades.- Aquella era la conclusión a la que había llagado después de pensarlo. -Aunque también es posible que alguno de tus evocadores tenga una habilidad que la vuelva vulnerable momentaneamente.-

Después que aquello sonreí a la maestra de evocadores. -Espero que te sirva de algo la información si hiciera falta.- 

-Sera bonito ver el mar.-

La respuesta de Irera me dejó un poco confundida ¿su raza recorría los Caminos de las Estrellas mediante un dispositivo? En mi ignorancia había dado por sentado que se requería de una evolución natural y no impulsada por la tecnología, quizás porque hasta ahora no había conocido a nadie que los hubiera recorrido aparte de Andrastia. 

Lyra - ¿Y qué hace un puñal de fase? - pregunté con curiosidad. - Si la tecnología con la que está hecho no puede ser reproducida aquí quiere decir que lo más seguro es que sus efectos tampoco. - No podía negarlo, estaba cautivada pensando en cuanto había más allá de las estrellas olvidando por momentos todos los problemas que tenía aquí. 

- ¿Y qué le contarías a Jubileus de nosotros? - dije repitiendo la pregunta que hacia no mucho le había hecho a Andrastia. Si ya llevaba un tiempo aquí recabando información alguna idea se habría hecho sobre los supervivientes de esta raza.

Irera no sabía más allá de la misión que le había sido encomendada y me reprendí por haber tenido la poca delicadeza de preguntarlo en un principio. No había sido lo más adecuado. No con mi historial. Sin embargo, que no supiera más del Segundo me resultó decepcionante, aunque lógico. Ningún humano podría saber más que Andrastia sobre el Rey Demonio o que Irera sobre Jubileus, pues provenían de ellos y era así como debía ser?

¿Entonces nosotros? Ningún humano sabía más de Yavhé de lo que Ellas me habían contado. Yo tampoco, pero como bien dice Irera, nadie puede tener la clave si no nosotros. 

- Durante el tiempo que estuve muerta - dije como si ya fuera lo más natural del mundo - viajé por unos túneles de luz azul y escuché "Salvad Elysium, hay otro Kadmon" - se lo confesé movida por la necesidad. Aunque Avner e incluso Eva a su manera me habían parecido sabios, no creía que pudieran darme el tipo de respuestas que estaba buscando y que, cada paso que intentaba dar hacia ellas solo me reafirmaba en mi convicción de resolver el misterio. Andrastia había elucubrado bastante, pues para ella no había sido una información que tomarse a la ligera. Supuse que para Irera sería algo similar. Solo alguien que ha estado en contacto con la verdadera naturaleza de este Universo puede apreciar esas palabras y, aunque me gustaría poder contarme entre ellas, lo cierto es que estaba lejos de llegar siquiera al pie de la montaña. - ¿Podría ser eso el tipo de señal que enviaría el Segundo?

-Vuestra evolución es mayoritariamente tecnológica, asi que es previsible que encontreis el modo de alcanzar los caminos de las estrellas mediante vuestra tecnología, al igual que nosotros los Aetherial. Puede que no seais capaces de reproducir nuestro diseño, pero eventualmente debeis crear el vuestro.

Aunque por lo que he podido observar durante mi estancia aqui, alcanzasteis ese conocimiento hace ya tiempo, aunque aquellos que lo poseen hayan decidido ocultarlo.

En cuanto al puñal de fase, para cualquiera sin nuestra habilidad para dispersar y reconstruir nuestras propias partículas (tambien conocida como "cambio de fase"), no es mas que un cuchillo muy ligero. Pero tiene la propiedad de cambiar de fase a la vez que lo hacemos nosotros, de esta forma no quedamos desarmados cada vez que lo hacemos. Nuestra ropa y equipo, por ejemplo, tienen la misma propiedad.

Tenía su lógica, si su equipo no tenía esa cualidad especial, quedarían desnudos y desarmados al usar aquella habilidad única.

-La información que llevo a Jubileus solo debe conocerla Jubileus.

En otras palabras, no revelaría su reporte a Jubileus, puede que por disciplina para con su misión o por simple desconfianza, tendría sus motivos y no parecía algo sujeto a negociación.

En cuanto al resto, una evidente pausa en sus palabras pudo interpretarse como desconcierto, en solo dos frases Irera había escuchado unos tres imposibles seguidos. Para empezar, si realmente murió y su alma abandonó el cuerpo, entonces era imposible que estuviese ahí. En segundo lugar, si con tuneles de luz se refería a los caminos de las estrellas, incurría en otra contradicción: los humanos no podían conocer la experiencia de ese viaje si aun no habían hayado el modo de viajar a través de ellos. Y por último, Irera no sabía hasta que punto le habían explicado a Lyra el concepto de Kadmon, pero si dicho concepto llegaba a entenderse como lo hacía Irera, imposibilitaba la existencia de un segundo ser de esas características, almenos en este universo.

Sin embargo, Irera se dió cuenta que no necesitaba entender las palabras de Lyra para responder a su pregunta.

-Si el Segundo aun vive y por algun motivo ha decidido hacerte saber ese mensaje a ti particularmente, es posible que si. Aunque tambien es probable que tenga mas de un significado o sea una simple guía para opteis por un camino u otro. Por lo que he investigado, el resto de sus mensajes, al margen de vuestra manipulación, no constan de información precisa, solo de una guía abierta a interpretación.

Tal vez despues de todo, Irera no tuviese las respuestas que Lyra buscaba.

Lyra asintió sin terminar de asimilar cómo era posible manejar sus partículas, aunque claro, si disponían de esas capacidades no resultaba extraño que no pudieran reproducir su tecnología, por lo tanto, no sería del todo descabellado pensar, elucubró Lyra con prontitud, que el motivo por el que los humanos no podían recibir ayuda para encontrar los Caminos de las estrellas, era porque el método en sí definía prácticamente a la especie.

No en un sentido técnico, por supuesto, o conceptual. Si no que más bien, cada raza debía llegar a su propia respuesta, que lejos de ser común para todos requería algo propio y único de si mismo para funcionar. Algo que en el resto de mundos no puede darse. Así pues, lejos de querer o no querer, lo cierto era que ni Andrastia ni Irera podían desvelar el misterio, ni aunque fuera por accidente, pues aunque me explicaran como hacerlo, tendría que utilizar el método humano. El cual no existe, aunque podría existir, recordó con cierta satisfacción aunque con cierta duda.

Tampoco se molestó en intentar preguntar nada más, aunque lejos de pedirle un informe lo que Lyra intentaba era recrear una situación en la que Irera pudiera expresar su opinión sobre los humanos. No tanto lo que le diría a Jubileus, pues ese concepto aún estaba muy lejos del campo de acción y/o pensamiento de la Psíquica, si no lo que, personalmente,  opinaba de ellos como especie. Aunque no fuera muy expresiva o rimbombante, incluso ella debía tener algún juicio que emitir sobre aquellos que ahora eran sus anfitriones. 

Lyra - Solo quiero conocer tu opinión personal - rectificó sonrojándose - lo que Tu y tu Creador podais compartir no es asunto mio, tan solo era un supuesto. Lamento haber errado en el sentido de mi pregunta - reconoció sinceramente apenada - Llevas viviendo con nosotros un tiempo y no dejamos de ser una raza inferior para vosotros. Me gustaría tener una visión global... objetiva - definió - y externa - precisó significativamente.

La muchacha sintió una gran desazón al contemplar la cuasi indiferente reacción de Irera a su confesión (al menos en la superficie) y la escasa información y respuestas obtenidos no ayudaron mucho su ánimo salvo por un pequeño detalle 

- ¿El resto de sus mensajes? - preguntó incrédula ¿con una guía abierta a interpretación? aquello sí podía ser el inicio de una senda, pero ¿cómo reconocer las señales de su Creador? ¿Cómo separar su mensaje de la contaminación humana? ¿Cómo rastrearlo a lo largo de siglos de historia perdidos en el Apocalipsis? Aunque que su nombre fuera Yavhé, casi constituía una pista en si mismo. No obstante, Lyra no quería precipitarse en sus conclusiones, necesitaba la mayor cantidad de información posible antes de decidir por donde y como comenzar a buscar al Segundo. 

"Una opinión personal acerca de la especie humana", Irera pensó un intante en que tambien era la primera que le pedía tal cosa, aun cuando era una pregunta previsible dadas las circustancias. Los humanos no habían entrado en contacto con especies extraterrestres hasta hace relativamente poco, no abiertamente o de manera tan "intensa" almenos.

- Conformais una anomalía.

Ese era a grandes rasgos su veredicto, pero no era tan seca como para dejar su opinión tan acotada.

- Poseeis patrones únicos en muchos ambitos, las especies con un ciclo de vida corto, es poco frecuente que lleguen a cierto nivel de desarrollo, a pesar de ello vosotros sois una excepción que inevitablemente llama la atención. Vuestra influencia del caos es una de las mas elevadas en una raza perteneciente al orden, eso tambien es un rasgo poco frecuente, el conflicto entre orden y caos tambien se lleva a cabo a nivel de comportamiento y sin duda este conflicto se ha manifestado a lo largo de la historia de vuestra civilización de manera mas contundente, al margen de que eso os haya perjudicado o beneficiado, os ha hecho únicos en muchos aspectos.

Lo que vosotros llamais "libre albedrío" es un concepto dificil de entender para otras especies, podría decirse que no lo poseemos, cada pueblo ha sido creado con un fin, un objetivo determinado y claro, pero el vuestro es desconocido, al margen de la mera supervivencia. Incluso vosotros mismos os habeis preguntado durante toda vuestra existencia el motivo de la misma sin llegar a un consenso. No creo conocer otra especie con un nivel de desarrollo igual o superior y que incurra en ese interrogante.

Personalmente, no creo que estos rasgos hayan sido determinados por El Segundo al azar, de manera aleatoria o experimental. Creo que tambien teneis un fin que aun no ha sido revelado y que al contrario que otras especies, no hay motivos para creer que lo sea en algun momento.

Era una valoración que parecía eludir cualquier tipo de juicio hacia el bien, el mal, o que diera a entender una emoción concreta como puede ser la decepción, la admiración, la pena etc. Era una opinión personal pero que trataba de reflejar una comparativa.

-Practicamente todos los humanos sois conocedores de lo poco que queda del resto de mensajes de y conocimiento que os legó Yaveh. Para empezar, su nombre no os resulta desconocido. Su concimiento se ha diluido en vuestra religión y mitología, asi como Yaveh esta presente en la misma, tambien los que llamasteis "demonios" están presentes en vuestra mitología desde el comienzo de vuestra historia. Si quieres otro ejemplo, tal vez quepa destacar lo que dice vuestra mitología de Lucifer, el segundo general de las huestes que han venido a la tierra. Es cierto que fue un arcangel, hijo del Primer Arcangel como Yaveh o Jubileus, pero el rey demonio lo convirtió en una ruinosa forma de vida del caos, lo que queda de él ya lo habeis visto, ahora solo es un demonio consumido por el odio y la ira hacia las criaturas del orden.

Podría mencionar a muchos mas, como Balban, Belphegor, Athatriel... o arcangeles, como Metatrón. Aunque la información que rezan vuestras escrituras sobre ellos es incorrecta en su mayoría, su mera existencia prueba que en algun momento, el conocimiento original fue dado.

Ladeó ligeramente la cabeza, ahora mas bien tratando de recordar algo importante a Lyra.

-Si la información que he tenido la oportunidad de leer no es incorrecta, hay una "facción" de humanos que se ha dedicado a acumular este conocimiento, me refiero a lo referente a religión y mitología. Ahora se hacen llamar "neotemplarios". ¿No fueron ellos los unicos que lograron anticiparse al ataque de los demonios sobre este mundo?, ¿no fueron ellos lo que advirtieron antes de que sucediese el ataque pero el resto de humanos no les escucharon?.

Vuestra individualidad y desconfianza, incluso entre miembros de vuestra misma especie es sin duda un arma de doble filo.

Aquello último era mas una reflexión que una crítica.

Lyra ladeó la cabeza contemplativa ante la peculiarmente extensa respuesta de Irera. La Psíquica no podía decir si le gustó o no puesto que Irera había evitado cualquier subjetividad al elaborar su discurso. Era una exposición de hechos tan firme y clara que poco había que rebatirle. 

No dejaba de ser inquietante que el hecho de no conocer su propósito fuera una gran diferencia con el resto de las razas, sin embargo, la posibilidad de que ese objetivo no fuera desvelado en ningún momento le provocó un encogimiento de angustia. No le faltaba razón a Irera al afirmar que esa pregunta en particular había perseguido a la raza humana desde los albores de su existencia y que, como siempre y por supuesto no solo no se había obtenido una respuesta clara si no que el mismo planteamiento de la pregunta había supuesto mas disputas que entendimiento. 

Lo cual podía achacarse a toda la cantidad de Caos imperante en nuestra naturaleza reflexionó Lyra ¿aunque que significaba aquello realmente? No había para ella una comparación aproximada posible, mas que un ser casi todo compuesto de Orden y otro compuesto de Caos y, aunque si podía dividir cualidades humanas en función de si se asemejaban más a Irera o a Andrastia, aquello no tenía ningún sentido. La proporción de Caos y Orden presentes en la especie es lo que la hacia única e irrepetible. Así como los designios del Segundo, algo que resultaba bastante distante incluso teniendo la clave al alcance de la mano. Y pensó que tal vez ese fuera el exacto motivo por el que no podían alcanzarla. Los humanos no eran buenos tratando con la simpleza, su naturaleza les lleva a buscar significados ocultos y retorcidos propósitos hasta en los sucesos más simples elevando la complicación hasta de las mas sencillas tareas por las más absurdas cuestiones.

Hasta ese preciso instante Lyra no se había planteado como afectaba aquello a las cuestiones que no eran tan nimias o sencillas de responder. El resultado podía verlo en Elysium. Definirlo como caótico le parecía un juego de palabras de mal gusto incluso aunque no lo compartiera en voz alta, por lo que decidió clasificarlo como desordenado (lo cual no dejaba de ser en si otra singular ironía)

Lo más inquietante era que, hasta donde ella había podido ver no hacían mucho mas que seguir dando palos de ciego en pos de una solución concreta y exacta que (ahora Lyra ya estaba segura) no se iba a presentar, si no que debían crearla ellos. Sintió una vez más una punzada de decepción para sus congéneres  seguida de otra nostálgica al recordar sus días rodeada de la más infame escoria humana.

Lyra - ¿No podría ser esa falta de un objetivo lo que condiciona y entorpece el desarrollo de la especie? - preguntó en una especie de dèja vu. - Al final ese anhelo de libertad es lo que le ha puesto los grilletes a la raza humana en la gran mayoría de los casos. Y yo no soy quien para juzgar la manera en la que estamos creados. pero no estoy segura de que alcancemos el nivel de madurez requerido para sortear los obstáculos que se acumulan uno detrás de otro - confesó con desánimo. Aquella tarea parecía demasiado grande y pesada y no creía realmente que muchos, aparte de ella misma, fueran a dotarle de demasiada importancia. 

Hablar con los neotemplarios le provocaba recelo a la muchacha. Una parte de ese recelo venía como reflejo de uno de sus yos anteriores, sin embargo, la otra parte era nueva, de hecho, venía directamente del laboratorio de Kozlov. No podría ser más inoportuno para ella involucrarse con los neotemplarios, no solo porque no les veía como humanos del todo racionales, si no porque no deseaba encontrarse ni por casualidad con las implicaciones personales que podrían desvelarse a raíz de tratar con ellos. 

- Es cierto que predijeron los ataques - aceptó Lyra recordando toda la información que habían expuesto ante ella tras su desperar - y que ahora mismo puede que estén más cerca del Segundo que yo, pero su visión no es más imparcial que la mia. Estudian preceptos religiosos y distintas mitologías acorde a un único hilo de pensamiento, lo cual hace que cualquier información obtenida sea modificada y tratada para su posterior uso público. 

Eso es más un rasgo de la especie que una característica concreta de los neotemplarios - reflexionó Lyra rascándose graciosamente el mentón.- ¿Cómo pueden estar seguros o puedo estarlo yo de que es un mensaje del Segundo y no alguna pieza extraviada a la que se ha dado una incorrecta interpretación? - inquirió un poco agobiada. 

¿Y cómo saber si es suyo el mensaje si nunca hemos recibido uno conscientemente? ¿Como no perdernos en la telaraña de mentiras y prioridades que hemos tejido desde hace siglos alrededor de no una, si no muchas religiones falsas y a la vez verdaderas? 

Y en ese momento fue consciente de que tendría que ir a ver a los neotemplarios, pues, de otra manera, no encontrría otra alma a la que tales cuestiones pudieran angustiar tanto como a ella. Irera ya se lo había dicho, asi como Andrastia, las tribulaciones humanas estaban fuera de su conocimiento, por lo que no podía esperar que ninguna de ellas entendiera la angustia que le provocaban todas esas incertidumbres existencialistas mas propias de un filosofo o un teólogo que de un epía.

-Depende del punto de vista.

Afirmó con rotundidad, instando a Lyra a reflexionar sobre ello.

-El conflicto no equivale a destrucción. Algunos pueden ver vuestra libertad e ignorancia del universo como grilletes, otros como precisamente la clave de vuestra evolución. Llegar al desarrollo, biológico o tecnológico para encontrar el modo de viajar por los caminos de las estrellas es, segun la palabra de Kadmon, la meta mas esencial de toda especie de este universo. Pocas, muy pocas especies en proporción al total son capaces de llegar a tal nivel de desarrollo. Y vosotros lo habeis alcanzado sin guia alguna de vuestro creador y siendo una raza relativamente joven.

Teniendo esto en cuenta, ¿es vuestro libre albedrío el impulsor o vuestra carga?, ¿no podría verse tambien como una característica única del ser humano cuya finalidad no es sino llegar al mismo objetivo que las demas especies pero a través de otra senda?.

Irera no se aventuró a responder a esa pregunta porque como ya había dicho, dependía del punto de vista, era algo que Lyra debía valorar por si misma.

-No podeis.

Respondió casi instantaneamente al resto de preguntas.

-Vuestras condiciones únicas, conducen a cuestiones únicas y tambien, a soluciones únicas. Asi como el libre albedrío puede verse como una consecuencia del desconocimiento de vuestro propio origen y objetivo, los seres humanos poseeis otra herramienta practicamente inexistente en el resto de especies desarrolladas: la fe, entendiendo "fe" como creencia en algo sin necesidad de que haya sido confirmado por la experiencia o la razón, o demostrado de manera científica.

Lyra debía entender que aquello no era una apología de la fe, Irera solo estaba mencionando cómo otros humanos habían enfrentado las preguntas que ahora asaltaban a Lyra. Pero no lo mencionaba sin un objetivo concreto, había algo importante detrás de aquello.

-Nosotros los Aetherial por ejemplo, al igual que la mayoría de especies desarrolladas, carecemos de dicho concepto porque no se han dado las condiciones para que lo necesitemos, para nosotros, el origen del universo, nuestros creadores y las leyes que los rigen, son una realidad tangible desde el mismo dia en que nacemos, asi ha sido desde el principio de nuestra historia, independientemente de como hemos evolucionado.

Aquello sin duda era extremadamente distinto a la historia del ser humano.

-Si bien la razón nos dicta que el concepto de "fe" no es mas que una ilusión sin utilidad mas allá de mantener una esperanza ante la incertidumbre provocada por vuestro desamparo. No podeis deshecharla sin mas, porque al igual que estáis "programados" para la reproducción o la supervivencia, la fe es inherente a todo ser humano, es decir, todos teneis la capacidad de tener fe, aunque se manifieste de manera distinta en cada individuo.

En otras palabras, fue la voluntad del Segundo que tuvieseis fe, esto nos lleva a una conclusión tan inevitable como sorprendente: la fe es el unico canal de comunicación entre el Segundo y vosotros, que ninguna otra especie es capaz de descifrar, identificar o comprender.

Por eso para Irera el mensaje que había transmitido Lyra no tenía ningun peso ni relevancia.

-Y creo que si el Errante quisiera enviaros un mensaje directamente, mas si es un mensaje de extrema importancia, lo haría con dicho cifrado, es decir, requeriría de fe para ser comprendido en su totalidad.

Aunque esto, es solo mi teoría.

Obviamente, esa teoría no evitaba el problema de las distintas interpretaciones segun cada individuo, aunque dichos individuos tengan fe. Por eso a lo largo de la historia, siempre hubo profetas, hombres y mujeres "iluminados" por la gracia divina y cuya interpretación de la fe lograba llegar a practicamente toda la humanidad mientras que otros y sus interpretaciones se quedaban en nada. ¿Eran unas interpretaciones mas correctas que otras? si, pero seguramente de manera muy diferente a como la humanidad las ha considerado. ¿Eran todos esos profetas verdaderos oyentes de la palabra de Yaveh? esa era una pregunta que nadie podría responder salvo el propio Yaveh. Nisiquiera el propio oyente y este en particular, era el caso de Lyra.

En cualquier caso, su interpretación del mensaje, podía cambiar el rumbo de todo cuanto concía e incluso de lo que no conocía... o tal vez no.

Cuanto más hablaba Irera más confusa estaba Lyra. No es que no entendiera lo que intentaba explicarle que no lo entiendo, para que me voy a engañar. Sin embargo, entiendo a donde quiere llegar, qué quiere decir. El razonamiento de Irera resultaba extremadamente lógico y como tal aparentemente inflexible, irrefutable y peor aún abierto. Todas las cuestiones parecían haberse sometido a un depende continuo que no dejaba de modificar y retorcer todas las respuestas que Lyra iba obteniendo. 

¡Y no podía decir tampoco que su tiempo allí estuviera siendo en balde! ¡Si en apenas un día había conseguido recabar mucha información! Aunque demasiado fragmentada, demasiado dispersa, pensó frunciendo el ceño. Al final había elucubrado sobre un montón de cuestiones distintas todas referentes a diferentes aspectos de su naturaleza y parecía no tener ninguna conclusión sobre ninguna. 

- Lyra - Depende del punto de vista - admitió la muchacha de mala gana sin ganas aparentes de abordar ese tema de nuevo - sin embargo es difícil ser imparcial cuando se está incluido en la parte afectada - comentó y, aunque no dejaba de ser una obviedad, se asemejaba también a una excusa. - Y realmente no la hemos alcanzado - aclaró - y si se nos han desvelado ciertos "misterios" ha sido gracias o por culpa de las circunstancias. 

Ya no hay modo de saber cuando la raza humana habría entrado en contacto con las estrellas y el resto de los mundos de manera natural porque esos mundos han irrumpido aquí - expuso dejando en suspenso la parte que involucraba lo que habían ido a hacer allí. 

Tú no conoces el libre albedrío y yo no conozco su carencia. No obstante, en vista de los acontecimientos y de la historia de mi raza, cambiaría esa circunstancia si pudiera, pues encontrar un sentido a nuestra existencia ha sido siempre la maldición de la especie. Es cierto, sin embargo, que si pudiera cambiar las circunstancias y encontrarme poseedora de la verdad y el sentido de la existencia pudiera perder una parte irrecuperable de mi humanidad que me hace única. 

Aunque claro ¿qué es la humanidad? - reflexionó en voz alta después de unos minutos de silencio. Fue una pregunta ya cansada, manida de tanto intentar hallarle una respuesta ¿qué es? ¿cómo diferenciar lo que es humano de lo que no lo es?

Aquellas preguntas filosóficas comenzaban a apesadumbrar a Lyra. No era contraria a hacer una reestructuracion mental de los conceptos más simples si eso le servía para alcanzar un nivel de visión algo superior al actual. Sin embargo, el giro hacia el debate teológico, que a pesar de todo no era extraño que se planteara teniendo en cuenta la naturaleza del problema, no era un campo en el que quisiera entrar.

Lyra, a priori, no creía en Dios, más bien no era capaz de asimilar como propio el concepto llamado fe. Sus personalidades anteriores tampoco le eran de gran referencia en este caso. Mechtat era demasiado pequeña como para poder defender una ideología, pero a fin de cuentas era rusa, por lo que presumiblemente jamás habría abrazado ningún estatus religioso. Insomnia fue una espía que, evidentemente no solo creía en Dios si no que estaba segura que, de haberlo, había abandonado a sus ovejas al desamparo y las había dejado a merced de los lobos que el mismo había también creado y mezclado sutilmente con el rebaño. Como las manzanas podridas en una cesta que finalmente lo corrompen todo. 

Krasnaya no había dispuesto de tiempo material (ni ganas) para planteárselo. Su conversación con Andrastia sobre Kadmon y sus primeros pasos en este nuevo orden no la llevaron a reflexionar sobre tan delicado asunto y, antes de que llegara a hacerlo, Lyra había nacido. 

Lyra - No conozco la fe de la que hablas - comentó apenada - nunca tuve la posibilidad de experimentarla y muchos de los humanos que conocí - ironizó - tampoco lo hicieron, no tenían motivos. Había otros, sin embargo, que permanecían inquebrantables en su fe por el Dios de turno y, sorprendentemente, a pesar de no tener ningún fundamento que lo sostuviera, las diferencias entre un creyente y no creyente eran apreciables, sobretodo en las mas miserables condiciones. 

No puedo negar que si el ser humano está dotado de ese Don para la espiritualidad y tenemos en efecto un Creador, no exista por algún motivo. El cual - matizó - no es del todo raro que nosotros no conozcamos. - canturreo como si fuera una lección escolar y esbozando media sonrisa.

Lo que me resulta profundamente curioso - admitió tras pensarlo un poco - es que un rasgo como la fe, que podría ser una bendición bien manejado, esté tan cerca y sea tan sencillo tornarlo en demencia. Y cuando el ser humano absorve la Fe en su locura es capaz de cometer los más atroces maldades en su nombre. 

-Si deseas alcanzar respuestas, debes deshacerte de toda limitación en tu punto de vista, la espiritualidad en el ser humano es innegable, forma una parte inseparable de vosotros, incluso de aquello que creeis no tenerla.

Irera parecía insinuar que incluso Lyra, que acaba de manifestar su carencia de fe, la tenía, solo que de forma muy distinta a aquellos mas famosos por hacer de su fe su forma de vida.

-Las verdades de otros no tienen por qué negar la tuya, solo enriquecerla. Una vez te aventures a escuchar y a comprender el resto de verdades, puede que tu punto de vista llegue a abarcar mas de lo que imaginas. Aunque debes estar preparada, sobretodo para una especie como el ser humano, el conocimiento implica pérdida de individualidad, ver como un "todo" te transforma poco a poco en un "todo".

El ejemplo mismo era Irera, en poco tiempo había estudiado a conciencia la sociedad e historia humanas, y aunque era practicamente imposible que llegara a entender todos los eventos dentro de dicha información, su punto de vista se había vuelto mas amplio al interactuar con una especie esencialmente tan distinta de la suya. Eso no había corrompido sus conocimientos, solo los había enriquecido. Lo mismo sucedería con Lyra si se aventuraba a hacer ciertas preguntas a los templarios. Almenos era donde Irera quería llegar.

-Y vosotros particularmente, a pesar de definiros como un animal social, poseeis un individualismo muy superior al de la mayoría de especies desarrolladas del orden, incluyendonos a nosotros, los Aetherial.

Dicho aquello alguien, o mejor dicho, "algo" interrumpió la conversación entre ambas. El holograma de Alicia apareció como un tercer interlocutor.

-Alicia- Lyra, la maestra Eva ha solicitado tu presencia inmediata en el centro de mando. Es una orden de prioridad uno.

En otras palabras, algo asi como una emergencia.

Las mismas palabras que le dedicó entonces Irera fueron sospechosamente parecidas a las de Andrastia. Y lo estaba intentando. Lyra deseaba fervientemente librarse de las ataduras del estrecho pensamiento humano. Pero no era tan sencillo. Deconstruir los valores con los que se había criado, los valores con los que había abarcado no una, si no cuatro vidas e identidades distintas e independientes no era algo que pudiera lograr de la noche a la mañana. Menos añun en cuestión de horas.

Si ya tenía problemas para librarse a veces de esas presencias que eran como fantasmas de su pasado, acosándola y urgiéndola a adoptar su perspectiva, más aún le costaba aislar ciertos conceptos que formaban parte de si misma tanto como sus otras personalidades. 

Antes de que pudiera pensar una respuesta que darle, Alicia se presentó ante ellas. Sacó a Lyra del ensimismamiento que parecía haberle provocado hablar con Irera en un lugar tan apartado y escudriñó los rincones que alcanzaba a ver en busca de más visitas inesperadas. De repente cualquier ruido parecía significar que había allí alguien más aparte de ellas tres. 

La Psíquica no cuestionó las órdenes de Alicia aunque quedó visiblemente sorprendida. Hacia tan solo unas horas había estado hablando con ella y no parecía en aquel momento preocupada por una inminente amenaza más allá de los umbrales de la guerra contra los demonios. Más aún la sorprendía que la persona requerida fuera ella, si bien era cierto que solo había tres psíquicos Lyra no había considerado la posibilidad de ser llamada a cumplir alguna tarea tan pronto.  ¿Le habría pasado algo a Adirael? Quizás no estaba en Elysium o quizás también había sido convocado, no había forma de saberlo sin preguntarle a Alicia y Lyra no pensaba darle ese gusto. 

Le provocaba una especie de rivalidad y sensación de inferioridad en aquellos momentos que la muchacha no pudo encontrar en los registros de Insomnia. No estaba muy convencida aunque la curiosidad comenzaba a ganar la partida. Así pues, y dado que tanto si quería como si no, ella debía cumplir una orden directa de su superior (tal vez esa sí era Insomnia influyendo en ella, y no era difícil asemejarlo a la lealtad y sentido del deber que Irera había mostrado poco antes), se giró hacia Irera.

Lyra - Parece que tendremos que dejarlo aquí - expresó convencida - no obstante - añadió - reflexionaré sobre  nuestra conversación. Volveré a verte cuando tenga algo nuevo que contar - prometió decidida aunque desesperanzada en su cometido. - Ha sido un placer - concluyó sinceramente.

Y, si pensaba un poco sobre ello, resultaba curioso como los seres de otras razas parecían más dispuestos a colaborar antes que muchos humanos (al menos aquellos dos seres en concreto) y no podía negar la satisfacción que le producía mantener ese tipo de charlas sin necesidad de persuasión complementaria. 

- Vamos entonces - le dijo a Alicia con apremio dispuesta a presentarse ante Eva. Si era una emergencia, debía darse prisa y sobretodo, estar preparada para que le pidieran o encontrarse cualquier cosa al llegar a su destino.