Partida Rol por web

Camine solo por la ciudad mientras el tiempo pasaba pensando en mis cosas pero a la vez atento a todo lo que ocurría a mi alrededor, volvía a estar solo pero eso no era algo que me fuera desconocido y sabía que bajar la guardia podía ser muy peligroso en una ciudad infectada de demonios.

Después de un tiempo caminando vi una columna de humo y me dirigí hacia ella, sabia que eso podía significar muchas cosas y la única forma de comprobarlo era ir a mirar.

Me asome desde bastante lejos por precaución y lo primero que vi fue una de las banshees de Elysium estrellada, pero lo que atrajo mi atención no fue eso, sino un demonio que al principio confundí con un carnacor pero que no lo era. Era un demonio que nunca antes había visto en ningún lugar, era acorazado como el carnacor pero este parecía tener una coraza mas dura y movimientos mas lentos.

-Claro que las apariencias engañan.- Pensé acordándome de Kiss-Shot que parecía una niña normal y corriente.

De todas formas esa bestia atraía mi curiosidad y decidí acercarme un poco a ella, de todas formas nada mas que me viera podía hacerla arder con la mirada.

También me acerque porque en la nave podía encontrar algo que me hiciera falta como un botiquín o algo de comida.

Solo esperaba que no hubiera un ejercito de demonios por hay cerca.

Geralt fue bastante mas rapido que el compacto demonio, cuando este se percató de su presencia, Geralt había ganado ya la iniciativa.

Sus mandibulas se abrieron y emitió un chillido amenzante mientras sus ojos emitían un fulgor rojo como la mayoria de demonios en posición amenazante.

Sin embargo Geralt pudo percatarse de una cosa rapidamente, su reacción, aunque hostil, no fue como la de los stalkers, agresiva y constantemente al ataque, sino que trató de encarar al humano y adoptar una posición con sus patas que le garantizara estabilidad, luego su cabeza se escondió parcialmente metiendose en el caparazón mientras que un saliente del mismo la cubría como si de una tapadera se tratase, sus extremidades superiores, cortas y con una enorme cuchilla cada una, se agitaron a modo de defensa cuerpo a cuerpo. En un instante se había preparado para recibir cualquier acción hostil del humano y no era una mala defensa, sería muy complicado lograr hundir alguna de las flamma lingua en aquel grueso caparazón. Geralt no debía precipitarse.

Cuando el demonio me vio su reacción me extraño. Normalmente los demonios atacaban directamente al ver una presa pero este no, este demonio escondió la cabeza en el caparazón donde quedaba resguardado y comenzó a mover las patas como para estabilizarse.

-Extraña forma de combate.-

Desde luego parecía estar diseñado para resistir muchos golpes pues quedaba totalmente cubierto por el caparazón y este parecía muy duro.

-Un exoesqueleto.... parece un puñetero acorazado. La única parte blanda parece la cabeza y esta bien protegida.-

Desde luego iba a ser difícil pero por suerte ahora no tenia por que atacarle solo desde fuera, desenvaine las espadas ya que seguramente tendría que defenderme de él y si su cabeza se ponía a tiro lo tendría mas fácil para atravesarla si estaba preparado.

Me centre en el demonio, le miraba directamente a los ojos y me centre en verle arder.

La batalla había comenzado y el primer movimiento de Geralt fue prudente, ideal para conocer el estilo de pelea de aquel demonio corriendo el menos riesgo posible. Su mente respondió al instante ante un poder que acababa de aprender, como si en efecto llevase toda una vida haciendolo y esta vez no fue tan molesto para sus ojos.

El Scarab combustionó instantaneamente y el fuego se extendió a lo largo de su caparazón, pero su reacción no fue quizá la esperada, aguantó en su posición aunque si emitió un chillido molesto. Aun en llamas en un movimiento rapido su cabeza asomó rapidamente, su mandibula se abrió y disparó un enorme escupitajo venenoso directo a Geralt, era denso como el aceite, de color verdoso y un olor ciertamente desagradable, el mero contacto con al piel era terriblemente doloroso y era razonable pensar que su toxicidad era mas peligrosa de lo que parecía a largo plazo.

El demonio no hizo amago de acercarse ni alejarse, aun en llamas se movía laterlamente tanteando la situación, no parecía estar ni mucho menos amedrentado por las llamas.

Vi como aquella cosa comenzaba a arder aunque parecía menos afectada de lo que yo pensaba que lo estaría.

-Malditos bichos.- Pensé mientras el demonio con un rápido movimiento, sacaba la cabeza del caparazón y escupía un liquido directo hacia mi.

Me pillo totalmente desprevenido y me impacto de lleno, había escupido a mas velocidad de la que pensaba que podía hacerlo  e hizo que la piel me escociera allí donde aquel veneno tocaba mi piel.

Sabia que su caparazón era duro pero tampoco parecía asustado por estar en llamas así que active el modo incandescente de las espadas y me lance sobre el para intentar partirle el caparazón y buscar alguna parte blanda.

De nuevo el demonio insectoide no hizo amago de esquivar, se preparaba para los golpes y los recibía con una entereza increible, desde luego eran enemigos bastante mas molestos que los stalkers o incluso los carnacors.

A pesar de que las flamma lingua de Geralt estaban ahora activadas, incluso una espada tan efectiva encontraba mas impedimentos de los normales para mellar aquel caparazón, sus patas en forma de cuchillas trataban de deviar las espadas cuando estas se acercaban impidiendo un golpe excesibamente fuerte.

Esta vez sin embargo Geralt sí traspasó aunque muy poco el caparazón, descubriendo que debajo no es que hubiera una parte mas blanda, sino que directamente estaban sus visceras. Eran muy duros con ese caparazón, pero sin él eran demonios mas bien frágiles.

Antes de que pudiese darse cuenta otro enorme escupitajo fue con una potencia endiablada directo a Geralt, en caso de recibir tambien aquel ataque y sucesivos, el veneno se acumularía y el guerrero perecería mas rapido de lo que pudiese imaginar. Debía acabar rapido...

El demonio no pareció intentar esquivar el golpe y conseguí darle con las espadas, pero ese caparazón le protegía de una manera muy efectiva. Volvió a escupirme aquel molesto y doloroso liquido y volvió a darme de lleno, esta vez estaba mas cerca de el y no me dio tiempo ni de intentar esquivarlo.

-Joder, parece que no me queda otra.- Mientras susurraba eso note como los músculos crecían y hacían que la ropa me quedara mas ajustada.

-Espero que así me valla mejor.- Pensé mientras volvía a lanzar las espadas contra ese ser acorazado.

La verdad es que me esperé algo mucho peor, parecía una misión simple, matar a un demonio, y contaría con la ayuda de alguien amigo, eso me reconfortaría... Y tal vez después de ello podría irme de nuevo al Elysium, donde me esperaba Alysa.. Estoy impaciente por verla.

Medité unos instantes, en realidad inútilmente ya que no tenía otra opción, así que sería mejor acabar cuanto antes.

-Allá vamos, ¿nos ponemos en marcha inmediatamente? creo que estoy algo recuperada.

Finalmente la extraordinaria fuerza que Geralt imprimió a sus golpes logró romper en una zona determinada el caparazón y la espada se undió en el blando cuerpo interior del demonio, fulminandolo al instante, aunque mejor no mencionar el asqueroso olor que comenzó a desprender su cadaver humeante.

El efecto venenoso de su saliba seguiría pasando factura a Geralt durante un rato, hacía que todo el cuerpo doliese y estaba claro que en mas cantidad hubiese sido letal aun sólo aplicado sobre la piel a través de la ropa. En cualquier caso el combate había finalizado y Geralt pudo inspeccionar por fin la banshee.

Lo primero y mas obvio es que la cabina no había sido forzada, y tampoco había sangre ni especial destrozo en el cuadro de mandos, es probable que el piloto saliese por su propio pie, el problema es que en ese momento estaba rodeado de demonios.

Desgraciadamente ningun aparato electronico funcionaba, el resto de la nave estaba destrozada y era razonable pensar que a Scott no le daría tiempo de dejar ninguna pista cuando salió de la nave estrellada. De todas formas, como bien había dicho Geralt, era un hombre de recursos, la situación de la cazadora era mucho mas crítica, si es que no era demasiado tarde ya.

La súcubo sonrió con cierta lástima hacia Oihanne.

-La verdad es que no, no estas recuperada, eso las sucubos podemos verlo con mucha precisión, de todas formas de momento me vale con que camines.

Se levantó y se acercó a la humana poniendo uno de sus brazos en su hombro y obligandola a mirarla.

-De momento te haré un obsequio para honrar nuestro acuerdo. Sientete afortunada, las sucubos no solemos devolver lo que robamos.

Y sin previo aviso sujetó a Oihanne y la besó en los labios de forma bastante brusca, provocanto un violento torrente de emociones opuestas, por supuesto que no es agradable saber que te está besando un demonio y que por supuesto no tiene nada que ver con una situación romantica, pero por otra parte, es simple tacto con la piel de la sucubo provocaba un placer similar al orgasmo.

El contacto se prolongó durante unos segundos hasta que la sucubo al fin se separó, fue entonces cuando Oihanne pudo salir de aquel incómodo trance y decubrir que su cuerpo de nuevo respondía como era debido, su energía había sido devuelta.

Yecum le acercó su equipamiento y abrió la puerta.

-En marcha, Oihanne.

Y comenzó a caminar con aquel despampanante contoneo escaleras abajo.

Al golpear a aquel ser, note como su caparazón se hundía bajo el golpe y se rompía. La espada golpeo el interior del demonio y este murió.

-¿Porque casi todos los demonios huelen así por dentro?- Pensé tapándome la nariz. -Tendrías que vigilar lo que comes, esa peste no es normal.- Dije mientras mis músculos volvían a la normalidad y guardaba las espadas.

Con el demonio una vez muerto por fin podía investigar la nave y los alrededores para buscar algo que me fuera útil y alguna pista sobre el ingeniero.

El veneno de aquel ser seguía escociéndome en la piel, pero cada vez era menor la molestia y tenia otros asuntos de los que ocuparme.

Una vez dentro de la nave me fije en que todo parecía normal, teniendo en cuenta que se había estrellado y que no funcionaba ningún aparato, no se apreciaba ninguna lucha en su interior, claro que eso tampoco significaba que no la hubiera habido o que incluso quedase algún demonio en su interior.

Todo lo que pudiera cojerse de la cabina del piloto se había cojido en apariencia. La parte atras de la banshee era poco mas que un amasijo de hierros, aforunadamente a ningun otro demonio le había dado por refugiarse ahí.

Geralt podría recordar que en la parte de atras siempre se guardaba municion de reserva bajo los asientos y en este caso con mayor razón dada la magnitud de la misión para la que fue desplegada aquella nave. Era horriblemente complicado acceder a los cajones atrancados entre los hierros pero Geralt se las apañó para acceder a uno de ellos.

No parecía haber mas pistas en el interior sin embargo ya fuera por casualidad o porque Geralt era de los que se fijaban en detalles de esa índole, en una de las paredes de un edificio cercano al accidente, justo alrededor de la esquina del edificio, Geralt pudo ver masrcas de disparos, pero no de armas de fuego humanas, sino de demonios comando, eran facilmente reconocibles porque disparaban una puas de metal demoníaco que quedaban clavadas allí donde daban. Estaba claro que disparaban a algo que iba en la dirección que había doblando esa esquina y esa dirección no era precisamente hacia Elysium.

Era la única pista vaga que había sido capaz de recabar, ahora Geralt tenía que decidir que hacer.

Nunca había sentido nada como aquello, era repulsivo y a la vez... tan atrayente... pero no, me recompuse como pude y comprobe que tenía razón, ya tenia mi energía restaurada. Antes nunca había besado a nadie y ahora había recibido dos besos diferentes en un periodo muy corto de tiempo, aunque uno fuera más agradable que otro.. Alysa..

Pensar en ella me reconforto mucho y me renovó el entusiasmo por volver a casa... Recogí mis cosas que se encontraban sobre la silla y repasé mis armas. Se me encogió un poco el corazón al pensar que había perdido mi arco. Respiré hondo y bajé las escaleras rápido para ponerme a su altura, siempre sin mirarla.

-¿Y que tenemos que hacer exactamente? Si no es mucho preguntar...- tenía que esforzarme en no cabrearla.

Al salir del Heaven´s Gate, el sol lucía con cierta fuerza en el cielo, aunque había nubes esporádicas que lo ocultaban con cierta frecuencia. Yecum miró a un lado y a otro de la calle con un sutil entusiasmo, si Oihanne no supiera de la verdadera naturaleza de las sucubos, casi podría decir que le entusiamaba aquella aventura con humanos, seres que a todas luces la sucubo consideraba inferiores.

-Por ahora nos reuniremos con tu compañero, conozco su energía, puedo sentirla a mucha distancia, al igual que la tuya...

Se concentró unos instantes cerrando los ojos, luego lo abrió y miró hacia su derecha.

-Vaya... es mas facil de rastrear de lo que creía, es por aquí.

Y comenzó a caminar en aquella dirección, una dirección que Oihanne sabía bien que no era en la que se encontraba Elysium. Por otra parte Yecum parecía dispuesta a dar conversación mientras caminaban.

-Normalmente suelo tener la situación bajo control en mi zona pero es culpa vuestra que ahora necesite de vuestros servicios. Un deathmaster llamado Balban ha traido una raza de demonios bastante molesta para daros caza. Al parecer os habeis apañado para cabrearle, en una situación normal no me importaría, pero en este caso afecta directamente a esta zona que tanto me gusta y sinceramente no me gustaría que todo este continente se infestase de ellos, se reproducen realmente deprisa. Normalmente atajaría este problema yo misma, pero al contrario que vosotros soy suficientemente lista como para no involucrarme con un demonio como Balban, está mas allá de mis posibilidades. Por eso quiero cobrarme un par de favores para atajar el problema aunque tampoco es que tenga mucha fe en que sólo dos humanos sean capaces de semejante gesta, a vosotros ya os la tiene jurada asi que no habra diferencia si atrasais un poco sus planes.

Se paró otro instante para tratar de determinar de nuevo la dirección ante un cruce de calles pero había otra cosa que podía llamar la atención de manera inquietante a Oihanne, cada poco se cruzaban con stalkers, carnacors, y otras razas comunes en las calles de Nueva York, pero ninguno miraba a Oihanne, la ignoraban por completo, todos se quedaban mirando a Yecum sin dar la mas mínima importancia a la humana, era un asituación realmente extraña.

-Puedo daros ciertos consejos y apoyo, me estaría arriesgando pero tengo especial interés en que tengais exito y creeme, a vosotros tambien os interesa aunque estoy segura que el resto de humanos no aprobaría que colaboraseis conmigo, por lo que sé normalmente teneis líderes en vuestra estructura social y cierta jerarquía.

Dime Oihanne, ¿que lugar ocupas tu en esa "jerarquía"?

Y miró de reojo a la humana esperando respuesta.

Aunque no estaba tan a favor de recibir consejos de una súcubo sabía que me proporcionaría mas ventajas que quebraderos de cabeza escucharla, al menos se ofrecía colaboradora, quizás demasiado... Aunque me resultó extraño, no hice ningún comentario y me limité a responder a su pregunta:

-Yo soy un soldado de a pie común, especializado en distancia pero... soldado al fin de al cabo.- no era del todo verdad, pero no llegaba a ser una mentira descarada, si no seguía preguntando podría salir del paso sin ofrecer apenas información sobre mí y, por supuesto, sin involucrar a Alysa en todo ello.

Continué siguiéndola a buen ritmo, me puse a su altura pero me centré especialmente en no llamar la atención de nadie, miraba hacia el suelo fijándome en los pasos que daba la súcubo a mi lado para saber en que dirección ir. Y formulé otra pregunta cambiando de tema.

-¿Tú que eres para todos estos seres?- dije refirendome a los starlkers y el resto de demonios con los que nos estabamos cruzando- ¿Te obedecen o simplemente te respetan como a una superior?

Yecum volvió a analizar con la mirada a Oihanne, como si tratase de corroborar el echo de que fuera una soldado común tal y como la humana había dicho, su silencio al respecto pudo dar a entender que si.

-"Soy" un ser superior, pero no es respeto lo que los mantiene tan dóciles, sino mas bien admiración y por supuesto los demonios menores y de voluntad debil siempre se sentirán dichosos por servirme. Aquellos lo suficientemente inteligentes como para resistirse a mi se mantienen alejados, en este caso por temor.

Sabes, una vez fuimos la vanguardia de las legiones del caos, numerosas, poderosas, la élite que no tenía rival, pero ahora ya no quedamos muchas, la gran mayoría ahora son esclavas de contratos demoníacos, las pocas que quedamos libres tan sólo tratamos de vivir en paz mientras que aparentamos colaborar con el resto de fuerzas del caos.

Dijo aquello último con cierto pesar en su voz.

-Te digo esto porque creo que puede ayudar a que comprendas cual es el motivo por el que quiero que vosotros os encargueis de esta tarea.

Alzó la vista y se dibujó una afilada sonrisa en su rostro.

-Mmm... creo que tu amigo no anda muy lejos...

-Mientras la lucha sea por un poco de calma...-murmuré.

Alcé la vista para intentar ver a Geralt, pero no le veía aún. Sentí un escalofrío cuando vi de refilón sonreir a la súcubo, tenía una sonrisa muy afilada y con un toque muy siniestro para mí.

En la cabina no parecía haber nada así que me dirigí a la parte trasera de la nave donde solían guardar munición. Aquello si que era un caos, todos los hierros estaban torcidos y hacían difícil el acceso a los cajones, pero con un par de golpes conseguí abrir un pequeño hueco, justo para poder llegar a uno de ellos aunque tuve que quitarme el arco de la espalda porque me molestaba.

Dentro del cajón había lo típico, armas de fuego y munición, un cuchillo que me guarde en el cinturón y comida que también cogí. Me dispuse a darme la vuelta y salir de allí pero antes de hacerlo me volví otra vez y saque una pistola del cajón.

-Solo e usado una en mi vida y fue desde muy cerca pero puede que me sea útil.- Pensé mientras esta vez si que me daba la vuelta, cogía el arco y salia de la nave.

-Y ahora que.- Dije para mi mismo. Di un par de vuelta por la zona por si encontraba algo interesante o veía algo fuera de lo normal y que hubiera pasado por alto. Hasta que vi en la esquina de un edificio balas de demonio.

-Pero si esto no esta yendo hacia Elysium...- Lo que solo podía significar que alguien había huido en esa dirección, y dado que era la única pista de la que disponía decidí seguir esa dirección. Sabia que era muy arriesgado pero podía que hubiera alguien perdido por ay aparte de la cazadora.

Puede que a Geralt se le pasara por la cabeza lo caprichoso del destino por lo que estaba por suceder, pero lo cierto es que no había ninguna coincidencia, sino la culminación de una inquietante habilidad de Yecum para encontrar (y conseguir) lo que busca.

Al doblar la esquina, a unos 50 metros, Geralt vió dos figuras femeninas caminando una al lado de la otra en una clara actitud pasiva. Lo curioso es que el guerrero pudo reconocer a ambas incluso a esa distancia, la primera, humana, era la dueña del arco que portaba, Oihanne, su traje especial negro era facil de identificar. La segunda, era la imponente figura de una súcubo y no una cualquiera, era Yecum, ya hacía varios meses desde su único encuentro.

-Yecum- Bingo...

Continuó caminando independientemente de la reacción de Oihanne hasta llegar frente a Geralt.

-Yecum- Hola Geralt, sabes, despues de tanto tiempo sin vernos empezaba a pensar que te habías olvidado de mi, eso sería muy descortés.

Geralt pudo ver que Oihanne no estaba atada ni bajo amenaza directa, no almenos en apariencia, de todas formas tambien sabía de los poderes de las sucubos asi que cabía la posibilidad de que la situación de Oihanne fuera mas complicada de lo que parecia a pesar de que la cazadora portaba todas sus armas y equipación salvo el arco.

Al doblar la esquina vi a dos figuras que no me costo reconocer. 

-Hola Yecum.- La dije a modo de saludo. -A pasado mucho tiempo si pero no te e olvidado, después de todo fuiste el primer ser racional que conocí después de bagar mucho tiempo solo por aquí.-

Mientras decía todo esto me fije en que Oihanne aun tenia sus armas y que no parecía estar herida ni en serio peligro.

-Oihanne, ¿que tal estas?, la verdad es que estaba preocupado, me alegro de verte de una sola pieza.-

-Porque estará con Yecum, después de que la gargola la cogiera pensaba que la esperaba algo mucho peor.-

Se me hacia raro que estubiéra con ella y no bajo el poder de algún demonio superior, aun así no podía fiarme, sabia que las sucubos tenían mucho poder y que yo solo me había librado de conocer dicho poder cuando la conocí por el sello de Balban.

-Por cierto, ¿que hacéis aquí?-