Sientes como tu alma está destrozada, tu espíritu se mueve de dolor. Dolor puro, la amas, la quieres, y ya no está.
Sientes como te despedazas mientras todo a tu alrededor se vuelve negro, y tu vida parece ser un hueco sin fondo donde no entraría el sol ni siquiera para matarme.
Caes en tus rodillas, y lloras sin consuelo.
En un momento abres los ojos y sientes que alguien te mantiene quieto, en realidad, no quieres moverte, y aún así alguien te toma del pecho y murmura cosas que no entiendes. Lo único que escuchas es un “¿Cuánto falta de vuelo?.
No sabes quién habla, no sabes donde estás, en cierta forma no te importa. Sientes como las lagrimas se escurren por tu rostro.
Te espero cuando la noche se haga día, suspiros de esperanzas ya perdidas. No creo que vengas, lo sé, sé que no vendrás. Sé que la distancia te hiere, sé que las noches son más frías, Sé que ya no estás.
Aquellas palabras estaban en mi cabeza cabando mas y mas para llegar a mi corazon, sabia que ya no la volveria a ver, toda la fe que poseia se habia desvanecido tan rapido como se habia creado el dia qeu la conoci; lagrimas Carmesi rodaban por mis mejillas pero mis ojos permanecian cerrados... entre ratos de conciencia pude escuchar algunas cosas pero no les preste atencion... no lo merecian, no merecian mi atencion en lo absoluto, estaba muerto realmente? habia perdido el don de sentir? en que me habia convertido?
De repente, aunque tienes los ojos abiertos apareces en un lugar extraño. Es un lugar pequeño con muebles y ventanas cuyo piso se mueve levemente. Un sonido extraño que no justificas se escucha al alrededor, y de repente, al lado tuyo sientes que alguien te acaricia el cuello de manera amigable como si fueras un niño.
He estado hablándole por horas, y el en realidad no contesta, esta quieto, metido en su mundo, y totalmente ido. Kavi, ya vamos a llegar, no te preocupes, todo estará bien. Nunca había tratado así a mi amigo, soy un hombre hosco, y no suelo tratar con cariño a nadie, pero parece que es la única forma de contactarme con él
Permites el acercamiento, aunque en realidad, te parece raro. En tu mente se vuelve a repetir la frase.
Te espero cuando la noche se haga día, suspiros de esperanzas ya perdidas. No creo que vengas, lo sé, sé que no vendrás. Sé que la distancia te hiere, sé que las noches son más frías, Sé que ya no estás.
Acurrucas tus manos en torno de tu rostro, y a pesar de ver y escuchar cosas que no comprendes, tampoco estas muy interesado en lo ocurra fuera de ti. Todo puede ser un sueño, todo puede ser lo mismo.
En el ambiente escuchas un: “Estamos a punto de aterrizar, por favor ponerse el cinturón de seguridad, Gracias”
Sientes que el piso se ladea, y el ruido de una especie de ...¿motor? suena. Poco a poco se estabiliza el mismo, y sientes que descienden. El sonido de las llantas del avión rosando con el pavimento se escucha, aunque tu estás en tu mundo.
Sientes de repente que tu amigo nosferatu, te hala, no sin antes usar ofuscación para transformarse.
Vamos Kavi. Trato de sonreírle, ya llegamos... vamos amigo.
Entre los ojos que se abrían y cerraban, la sangre que comenzaba a coagularse sobre las mejillas era difícil poder percibir con exactitud lo que realmente estaba ocurriendo en aquel lugar; Kavi sintió una caricia en el cuello y giro su cabeza para ver entre nubes borrosas a Eli. Donde estaban? Donde habían llegado? Esas preguntas parecían reinar sobre las demás en aquel momento de incertidumbre, el dolor había desaparecido y tras pasar ambas manos por su rostro el Ravnos limpio parte de la sangre que había gastado en llorar por quien y ano estaba; los ojos rojos y la mirada que intentaba recuperar la cordura se hicieron presentes…
Donde estamos Pregunto Kavi intentando ponerse de pie mientras Eli le ayudaba que paso? Realmente necesitaba respuestas, alguien realmente podría ayudarle…. Eso debería verse.
Ehh. Lo guio para que salga, estamos en un lugar donde veremos a un médico... pero todo va estar bien. No te preocupes.
Te dejas llevar por el nosferatu hacia la salida. Cuando la puerta se abre puedes sentir el clima cálido y el ambiente salino, notas que estabas en un avión. Bajas con inseguridad mirando a todas partes. Es un aeropuerto normal pero tu te sientes perdido, no sabes que ocurre, no sabes sí es un sueño, sólo te dejas llevar.
Tu amigo lleva las maletas, y mira de un lado a otro, como buscando algo.
De repente un hombre se les acerca.
Tras observarlos, y establecer que ese es el vuelo donde viene el paciente me acerco lentamente a ellos y les sonrió. ¿el señor Kavi Ishlanko?, siento que asienten. Soy Bernardo Suarez, buenas noches, represento al centro, y vengo a recogerlos, tomo luna de las maletas. Síganme por favor..
Todo parece un sueño...
Siguen al hombre quien los lleva al helipuerto, donde un helicóptero los está esperando. No sabes que hacer, pero tu amigo te hala y te subes con un poco de precausión al mismo.
Esto debe ser un sueño, esto no debe ser real.
Mientras te pones cómodo te preguntas, ¿Dónde estas?, ¿qué centro?.
Sigues dentro de tí en tus pensamientos, todavia, aunque todo de parece raro, estas y no estas, no comprendes bien, pero tampoco parece importarte.
Las aspas del helicóptero comienzan a moverse, y el hombre canoso, los asegura a ambos en la silla, y cierra la puerta. Te concentras en el sonido de las aspas que prácticamente no deja escuchar nada más... sí debe ser un sueño.
El aparato se eleva y puedes ver de repente el mar negro desde las alturas, las olas haciendo espuma en cada vaivén, y el olor a sal que inunda el ambiente. No puedes dejar de pensar donde es que se encuentra ese sitio. Ves pequeñas islas iluminadas y otras oscuras e impenetrables desde arriba. El helicóptero hace una curva y en ese momento la vez.
¿una isla pequeña?... esto definitivamente es un sueño.
El helicóptero ateriza en un sector costero de la misma.
De este par de hombres se nota cual es el que esta enfermo, el hombre que mira de manera perdida, y que de manera natural, no esta conciente de la realidad.
Abro la puerta del helicóptero y sonrió.
Bienvenidos al centro. Miro a los dos el doctor los está esperando.
kavi se incorporo, parecia que volvia en si y con fuerzas pero eso solo eran las apariencias, por dentro no era mas que un manojo de miserias unidad por un halo de esperanza tan debil como el ultimo suspiro de su existencia cuando aun respiraba; miro la isla desde el helicoptero donde lo unico que escuchaba era el sonido de las aspas una y otra vez las cuales parecian hacerle olvidar los sucesos en los que se habia encontrado envuelto en tan pocas horas... o dias ?.
Miro a Eli, no creyendo aun que se encontraba alli con el o en esa isla.... pronto aterrizaron en el Helipuerto y aquel hombre les daba la bienvenida a un centro? ´pero para que?
El ravnos no pregunto nada, quizas este doctor curara sus heridas pudiera marcharse a reconstruir todo lo que habia perdido en aquel incendio.... un nudo se aferro a su garganta como un niño a su peluche cuando este tiene miedo, no podia emitir sonido mas con ayuda de Eli camino siguiendo al hombre.
Caminas de manera torpe, no sabes donde estas. A tu lado tu mejor amigo no te suelta, te toma como un niño.
El camino está iluminado con bonitos faroles, y está decorado de manera sobria. Pueden escuchar los grillos y otros insectos de la noche. Pasan por un pequeño puente del que cruza un riachuelo pequeño y desde ahí se puede ver una estructura arquitectónica.
Al fondo en letras hermosas dice.
Centro de tratamiento Fenicia.
Phoenicia Treatment Center
Centre de traitement Phoenicia
La gran casa de color blanco los espera, no tiene un estilo definido, parece una combinación de todo.
Caminan por el corredor y entran al edificio. Un escritorio largo es lo primero que ven. Las palabras “recepción” están escritas en varios idiomas.
Una hermosa secretaria los espera, y los saluda.
Veamos, estos son angloparlantes, los saludo en inglés. Bienvenidos al Centro Fenicia, soy Margaret, recepcionista del centro, ¿el señor K y el señor E? .
Veo que ambos me miran extraño por llamarlos por las letras por las cuales comienzan sus nombres, pero, todos lo hacen. Terminan asintiendo. La idea de la confidencialidad es importante en este centro.
Un momento . Tomo el citófono y digo al escuchar al doctor desde la otra línea: Doctor el señor K y el señor E llegaron. Escucho su respuesta afirmativa y miro a los dos hombres. Pueden pasar, sigan al fondo, el doctor Linus los estará esperando, no se preocupen, pueden dejar las maletas acá, estarán seguras.
Tu, al escuchar que el doctor te espera te sientes extrañado casi te paralizas, pero Eli te toma por un brazo y te hala, inmediatamente te pones ansioso, no sabes por qué.
Después de qué Eli agradece a la recepcionista caminan por un corredor largo que esta lateral a un jardín interior.
A unos pocos metros se ve un hombre de barba arreglada, de aspecto muy profesional y bata esperándolos.
Después de tantos años en la labor he aprendido que nunca se debe ser muy experto en todos los casos, uno nunca sabe, que puede aparecer, y a veces uno se lleva sorpresas.
Mmm veamos, que tenemos aquí. Me concentro al ver a los dos hombres entrar, miro sus auras, evidentemente, y miro su andar.
Uno es un nosferatu ofuscado, es evidente y el otro un vampiro quien es nuestro paciente sin lugar a dudas. Su mirada esta perdida, y tiene horribles cicatrices en el rostro. Tiene miedo, y mira a su amigo sin entender nada... no es consciente de que está enfermo, un grado de psicosis algo alarmante.
Parece tener una tristeza oculta, una negación de algo... Definitivamente esta evadiendo la realidad... será un caso difícil.
Buenas noches. Les digo de manera cordial a ambos. sigan por favor. Les señalo el interior de mi consultorio.
El consultorio del psiquiatra es un espacio amplio pintado con colores claros. El espacio se puede dividir en dos partes, la primera parte un escritorio de fina madera con múltiples papeles ubicados de manera ordenada. Al fondo de este una pared con varios diplomas y títulos profesionales.
La segunda parte es una especie de sala cómoda con sillones mullidos de cuero. El espacio en si hace respirar algo de tranquilidad.
Notan que tiene dos puertas, una de entrada, y otra que conecta algún otro sitio.
Ambos se sientan en el sofá cómodo mientras sienten un momento de tensión y nerviosismo propio de estar frente a un especialista.
Buenas noches, soy el Doctor Marcus Linus, soy psiquiatra y terapeuta, y además el dueño del centro, mi misión es ayudarles a superar las dificultades que tienen en estos momentos. Los miro a cada uno, tratando de que se sientan cómodos. Me gustaría saber un poco sobre ambos para conocerlos.
Miro a Kavi conciente de que el ignora donde está, y temiendo su reacción cuando se entere, aunque, últimamente nada parece hacerlo reaccionar. No se sí responda, por eso hablo primero. Mi nombre es Eli y este es mi amigo Kali. Sonrío. Le hago un gesto al psiquiatra para indicar que él es el enfermo, yo no.